CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 6 de octubre
Última llamada
Gustavo Esteva - La Jornada - 4 de octubre de 2021 “En silencio o a gritos, en calles y plazas, ante las embajadas o los edificios públicos, en espacios de trabajo, donde quiera que estemos y por todos los medios a nuestro alcance,” el viernes 24 no sólo mostramos en docenas de países y miles de lugares que los zapatistas no están solos. Demostramos también que estamos decididos a resistir los atropellos interminables que padecemos en todas partes, “con la abierta complicidad de quienes tienen la obligación legal y política de impedirlos” (https://unitierraoax.org/2410-2/). No aguantamos más. La situación llegó realmente al límite. “Chiapas es polvorín”, escribió en estas páginas Luis Hernández Navarro el pasado 31 de agosto. Se acerca el peligro de “una indeseada explosión”. La tenemos ya, tocando a la puerta. La escalada de la Oraco parece concebida para provocarla. Pero la sonrisa cínica del gobernador de Chiapas se congelará pronto, cuando empiece a padecer las consecuencias de lo que ha provocado. La Oraco ejemplifica bien lo que está ocurriendo. Nació en 1988 como una organización legítima y combativa de caficultores de Ocosingo. Diez años después fue transformada en una ensalada peligrosa. Ex guerrilleros, desertores zapatistas resentidos por haber sido destituidos por abusos, y otras muchas personas la convirtieron en un organismo dedicado a disputar apoyos y cargos públicos. Poco a poco se fue transformando en organización paramilitar bien armada, dedicada a asolar, despojar y aterrorizar una zona cada vez más amplia (https://desinformemonos.org/la-larga-historia-de-violencia-paramilitar-e-impunidad-de-la-orcao/) Ha gozado de abierta impunidad. Empezó con Pablo Salazar en 2000 y se agravó con el actual gobernador. Una o dos veces al mes realiza bloqueos para imponer derechos de paso a los automovilistas, de 150 a 250 pesos. Parte de ese dinero se destina a comprar armas cada vez más sofisticadas, con las cuales se amenaza y hostiliza a comunidades enteras lo mismo que a organizaciones 1
de derechos humanos. Se hostiga continuamente a bases de apoyo zapatistas, que han sufrido diversas formas de despojo y agresión directa. Hay evidencias múltiples de cómo estos cuerpos paramilitares, cada vez mejor armados, operan como instrumentos de las autoridades locales, las cuales garantizan impunidad a cambio de diversos “favores”. No sólo ocurre en Chiapas. La escalada reciente da otro carácter a esa impunidad. La proliferación del secuestro provocó que desde 2008 aumentaran los recursos legales y las capacidades de respuesta del gobierno federal ante un delito que lastima profundamente a la sociedad. Debe tomarse seriamente en cuenta que el secuestro reciente de miembros de una junta de buen gobierno zapatista fue pronto un hecho público, bien caracterizado, y que su liberación se asoció con negociaciones realizadas por párrocos locales. Hubo gestiones ante el gobernador y denuncias de toda índole. Nada hicieron las autoridades estatales y federales. El asunto es aún más grave. Las comunidades chiapanecas observan con preocupación que los seis cárteles llegaron al estado junto con la Guardia Nacional y disputan ahora entre ellos los corredores para el trasiego de drogas. Una y otros parecen coexistir en armonía, lo que da otro significado al lema de “abrazos, no balazos”, que se presentó como una alternativa a la guerra de Calderón. Y sí, es otra guerra. La paciencia de pueblos y comunidades se agotó ya, como la de los zapatistas. Se disponen a reaccionar. No todos podrán hacerlo en forma organizada y capaz. Por eso no es una explosión deseada y el precio puede ser muy alto. Pero están dispuestos a pagarlo quienes no soportan más lo que ocurre. Tiene razón la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana: “Sin justicia no habrá paz”. Lo contrario es igualmente cierto: sin paz no habrá justicia. Por lo pronto, no hay justicia ni paz. Es lo que padece un número creciente de personas. Cuando la secretaria dice que “la impunidad puede poner en riesgo la lucha por frenar la violencia”, es inevitable preguntarse si la que abiertamente patro2
cinan las autoridades, como se demuestra en Chiapas, busca exactamente lo contrario: provocar la violencia ( La Jornada, 27/9/21). Se hace cada vez más evidente el sentido de una política que parece creer seriamente en que es posible domesticar al capitalismo y ponerlo al servicio de la gente. Mientras los bancos ganan más que nunca, se extiende el despojo como principal forma de acumulación de riqueza y una mayoría tiene que luchar por la supervivencia. Es cierto que las innumerables formas de violencia que se están usando logran el sometimiento de muchas personas que deben rendirse a ella. Con inmenso resentimiento, esas mismas personas podrían estar en la primera línea de batalla si la explosión estalla. Y muchos hay que no se someten. No estamos llamando a las armas. Al contrario. Como dice Raúl Zibechi, la travesía zapatista es “un inmenso abrazo colectivo, para hacernos comunidades más fuertes, enfrentando juntos la tormenta” ( La Jornada, 30/7/21). Lanzamos la última llamada para que quienes tienen la responsabilidad y obligación de actuar contra la impunidad hagan lo que dicen. gustavoesteva@gmail.com
Tëxytyëjk. La política de verdad y las mujeres indígenas Yásnaya Elena A. Gil - El País - 3 de Oct 2021
Si demandas como la despenalización del aborto se explican dentro del funcionamiento del Estado, muchas de las luchas de las indígenas se explican dentro de la comunidad. Es importante considerarlo, de lo contrario se da una relación asimétrica que refuerza el colonialismo Cuando diferentes movimientos de mujeres se encuentran hay momentos en los que, inevitablemente, se generan tensiones. La lucha antipatriarcal es diversa y esta se concreta en múltiples y a menudo contrastantes acciones, diferentes estrategias y desde 3
una gran variedad de lugares y posiciones. No podría ser de otra manera si tomamos en consideración que el sistema patriarcal opera de manera distintas y como ya han recalcado muchas voces, como la de la antropóloga kaqchikel Aura Cumes: el patriarcado se haya profundamente imbricado con el colonialismo y el capitalismo a grado tal que es imposible separarlos. Este hecho genera entonces que las respuestas de lucha necesiten poner en crisis el entramado completo cada vez que se le intenta poner en crisis. Cuando comenzamos a separar el patriarcado pretendiendo que es posible hacerle frente, que es posible resistirle o subvertirlo sin tomar en cuenta que se haya imbuido de colonialismo, surgen dinámicas bastante peculiares que se evidencian en un quiebre en la comunicación y el entendimiento, por decir lo menos, entre diferentes luchas y movimientos de mujeres. Entre la amplia gama de la lucha y los movimientos de las mujeres, el feminismo ha sido tal vez el más visible a nivel global pero es uno entre varios, cuenta con sus propias discusiones, con una genealogía de lucha y con un muy interesante corpus escrito. Dentro del feminismo, alcanzo a observar que existen también diferentes corrientes que incluso se encuentran en abierta oposición. En algunos encuentros entre feminismos que no consideran las dinámicas coloniales y otros movimientos de mujeres que han surgido o se han sostenido dentro de pueblos indígenas se generan situaciones de las que he podido hacer algunas inferencias. Una de los más recurrentes situaciones tiene que ver con la delimitación de lo que se puede o no considerar una demanda dentro de la lucha de las mujeres. A lo largo de la historia del feminismo en países occidentales, ciertas corrientes han ido estableciendo las demandas y agendas de lucha prioritarias. En algún tiempo, el derecho al sufragio de las mujeres fue una prioridad, en otros momentos la despenalización del aborto se ha determinado como una de las prioridades que el movimiento feminista ha establecido y sobre esta demanda se han generado espacios y agendas de lucha. Si analizamos, ambas demandas tienen su razón de ser dentro de las dinámicas de los Estados-nación. 4
Los Estados-nación negaron durante mucho tiempo la participación política de las mujeres desde el hecho de prohibirles el voto y lo mismo sucede con la despenalización del aborto, se explica por el hecho de que el marco legal del Estado posibilita que las mujeres puedan ser encarceladas por abortar. Muchas mujeres indígenas comprendemos que el hecho de que el Estado-nación surte efecto sobre nuestros cuerpos y vidas, una demanda como la despenalización del aborto es también de nuestro interés. Sin embargo, cuando en estos encuentros entre determinados feminismos y mujeres de pueblos y comunidades indígenas se plantean otros preocupaciones y demandas como el acceso, por ejemplo, a ser posesionarias de tierra comunal, en muchas ocasiones nos responden que esa no es necesariamente una demanda feminista o simplemente se omiten estas ideas porque en muchos casos nuestras interlocutoras no comprenden qué significa exactamente “ser posesionarias de tierra comunal” ni por qué es una demanda y una preocupación de la que muchas de nuestras compañeras hablan una y otra vez. Lo mismo sucede cuando ciertas compañeras han explicado la necesidad de intérpretes lingüísticos en hospitales para evitar violencia obstétrica, esta demanda se califica como algo propio de la lucha de los derechos lingüísticos y no una demanda feminista. He llegado a pensar que efectivamente no es una demanda feminista pero sí una demanda de muchas de las mujeres mixes, es decir, de un movimiento distinto. Ha sido una lucha tratar de que las demandas de mujeres indígenas puedan ser comprendidas a cabalidad por una parte del feminismo de tradición occidental. ¿Cómo hacemos que en estos encuentros no se trate solo de escuchar las voces y las demandas que se han gestado siempre desde una tradición hegemónica? ¿Cómo hacemos para que en estos espacios de encuentro no se trate de educar a las mujeres de comunidades indígenas sobre demandas ya fijadas previamente? En muchas ocasiones, durante los cursos y talleres que instituciones feministas imparten a mujeres indígenas, la condescendencia es lamentablemente muy frecuente, se nos explican cuáles son las preocupaciones de una buena parte del feminismo pero no se explora y se trata de comprender otras prioridades, demandas y deseos de otros movimientos y luchas de mujeres. 5
Si demandas como el derecho al sufragio dentro de las democracias liberales y la despenalización del aborto dentro de un marco legal se explican dentro de la existencia y el funcionamiento del Estado, muchas de las demandas y las luchas de las mujeres indígenas se explican dentro de la comunidad cuando este es el referente de organización sociopolítica en la que se lleva a cada la lucha de estas mismas mujeres (recordemos que no todos los pueblos indígenas se organizan en estructurales comunales). Es importante considerar este hecho, de lo contrario en medio de una lucha anti-patriarcal supuestamente compartida, comienzan a saltar la discriminación que evidencia una relación asimétrica que refuerza el colonialismo. En una conferencia impartida a mujeres de distintos pueblos indígenas por una feminista especialista en participación política de mujeres, se nos repitió en más de una ocasión que si bien haber logrado nuestra participación en las asambleas comunales era un gran logro, no debíamos conformarnos con eso, que era necesario saltar de la política comunal a “la política de verdad”, es decir, la política dentro de los partidos políticos y dentro del aparato del Estado. Dichos como este evidencian que a una buena parte del feminismo aún cree que la política de verdad sólo puede hacerse dentro del marco de ese mismo Estado patriarcal al que tuvieron que arrebatarle el derecho al voto y al que creó ese marco jurídico que permite encarcelar mujeres por abortar. Por esta misma razón, resulta entonces fundamental ubicar la lucha anti-patriarcal como una lucha que necesariamente tendrá que ser anti-colonial.
La humanidad en la cornisa
Jacobo Dayán - Animal Político - Nunca más - 28 de septiembre, 2021 Vivimos en tiempos de alarmas no escuchadas tal y como lo estuvo el mundo hace alrededor de 100 años. El diagnóstico del secretario general de la ONU es brutal y encaja perfectamente en México. Ya no es nuevo. Vivimos en tiempos de alarmas no escuchadas tal 6
y como lo estuvo el mundo hace alrededor de 100 años. Ahora, de nuevo, fue el Secretario General de la ONU, António Guterres, en su discurso del pasado 21 de septiembre ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Destaco algunas líneas (lo resaltado es mío). “Hoy vengo a dar la voz de alarma: el mundo tiene que salir de su letargo. Estamos al borde de un abismo, y vamos en la dirección equivocada. Nuestro mundo nunca ha estado más amenazado ni más dividido. Nos encontramos ante la mayor avalancha de crisis de toda nuestra vida. La pandemia de COVID-19 ha acentuado desigualdades flagrantes. La crisis climática está azotando el planeta. La paz se ha visto frustrada a raíz de los disturbios, desde el Afganistán hasta Etiopía, pasando por el Yemen. La oleada de desconfianza e información errónea polariza a los pueblos y paraliza a las sociedades. Están en juego los derechos humanos. Se pone la ciencia en entredicho. Y los salvavidas económicos para los más vulnerables son demasiado exiguos y llegan demasiado tarde, si es que llegan. La solidaridad brilla por su ausencia, justo cuando más la necesitamos. Tal vez baste una imagen para ilustrar la época que vivimos. La imagen que nos ha llegado de algunos lugares del mundo, donde se ven vacunas contra la COVID-19… en la basura. Caducadas y sin usar. Por un lado, vemos que se han desarrollado vacunas en tiempo récord: toda una victoria de la ciencia y el ingenio humano. Por el otro, vemos cómo ese triunfo queda anulado por la tragedia que implican la falta de voluntad política, el egoísmo y la desconfianza. Excedente en algunos países. Estanterías vacías en otros. La mayoría del mundo más rico ya está vacunada. Pero más del 90 % de la población africana todavía espera su primera dosis. Esto es una denuncia del estado moral en que se encuentra nuestro mundo. Es una obscenidad. Hemos aprobado el examen de Ciencias. Pero en Ética fracasamos estrepitosamente”. Brutal y precisa descripción del mundo de hoy y de sus liderazgos. El diagnóstico encaja perfectamente en México. Un país dividido y con niveles de violencia e impunidad que amenazan la viabilidad democrática, un pésimo manejo de la pandemia, des7
igualdad insultante, políticas públicas en sentido contrario de las exigencias que impone el cambio climático, un país en guerra, discurso público polarizante, sociedad paralizada, profunda crisis de derechos humanos, gobierno que rechaza y ataca a la ciencia y el compás moral más que perdido. Como suele ocurrir con las alarmas de este nivel, jamás son escuchadas. El discurso de Guterres pasó desapercibido, al igual que la realidad, al igual que en otros tiempos. El mundo actual carece de la voluntad política para articularse y atender los grandes retos de nuestro tiempo. Lo mismo ocurre y ha ocurrido con los gobiernos de nuestro país. El Consejo de Seguridad de la ONU, responsable de buena parte de la agenda en crisis, mantiene el derecho de veto de sus cinco miembros permanentes: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña. Cualquier acuerdo trascendente debe contar con el visto bueno de estos países. No ocurre. Reformar el Consejo de Seguridad parece imposible a menos que exista un quiebre violento. En México, los cambios difícilmente llegarán de la cúpula política preocupada por ganar elecciones y mantener la protección política que la arropa con absoluta impunidad. El tiempo se agota en México y el mundo. Buena parte de las soluciones requieren respuestas globales, de instituciones multilaterales, de democracias responsables. Sin embargo, lo que tenemos es la larga lista de alarmas del discurso de António Guterres. En resumen, una incapacidad de abrazar la otredad, las y los otros son irrelevantes. Los límites de lo intolerable se difuminan. El diálogo y la razón están en desuso. Al parecer se requiere llegar aún más bajo para hacer un alto, reflexionar y cambiar. O nunca cambiar. Las alternativas deben llegar de una articulación amplia. Como lo afirman el EZLN y el CNI-CIG, estos cambios deberán llegar de los márgenes, de abajo a la izquierda. ¿Será demasiado tarde? De mientras, lo único que nos queda es la palabra y la resistencia. 8
Irregularidades en caso de Samir Flores Soberanes
Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de Abajo - 2 de octubre de 2021 Más de dos años después del asesinato del defensor nahua Samir Flores Soberanes, el titular de la fiscalía de Morelos, Uriel Carmona Gándara, informó sobre la detención de uno de los presuntos responsables, llamado Javier N. Los defensores que compartieron con Samir la lucha contra la termoeléctrica de Huexca, el gasoducto y el acueducto que comprende el Proyecto Integral Morelos (PIM), aseguran que Carmona está “fabricando” todo “por intereses políticos y económicos”, en el contexto de la visita de Andrés Manuel López Obrador a ese estado, aprovechando que los representantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) Morelos, Puebla y Tlaxcala se encuentran en la gira zapatista por Europa. Juan Carlos Flores, abogado del FPDTA y compañero de lucha de Samir, no duda: el anuncio de la orden de aprehensión contra Javier N es un caso de “oportunismo político”. Se trata del primer detenido por el caso de Samir Flores, asesinado el 20 de febrero de 2019 afuera de su casa en Amilcingo. Un día después de la noticia de su detención, un juez de control dictó prisión preventiva oficiosa contra Javier N, presunto autor material del asesinato. Las irregularidades en todo el proceso son incontables. De acuerdo con los testimonios recopilados en la carpeta de investigación, Javier N se encontraba detenido en la cárcel distrital de Cuautla desde el 16 de julio de 2020. Además, los testimonios en la carpeta datan del mismo día del asesinato de Flores Soberanes, a los que se suman otras declaraciones de días posteriores al 20 de febrero de 2019 y principios de 2020. A pesar de los datos que apuntan a que desde 2019 la fiscalía de Morelos tuvo conocimiento de quiénes asesinaron a Samir, el titular del organismo, Uriel Carmona, no reveló ninguna informa9
ción hasta la detención del 30 de septiembre de 2021, sin ofrecer tampoco detalles sobre el caso y sus líneas de investigación. La reciente detención no cambia la exigencia de justicia para Samir Flores, cuyo asesinato se suma al de decenas de defensores y periodistas en México, a quienes les han arrebatado la vida impunemente. Lily, su compañera de vida, y Teresa, su compañera de lucha, difundirán la verdad en Europa. desinformémonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Caso Ayotzinapa, frente al laberinto de impunidad
Magdalena Gómez - La Jornada - 28 de septiembre de 2021 A siete años de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, resulta necesario recordar el proceso que este caso ha seguido para colocar la necesidad imperiosa de fortalecerlo con más y mejores decisiones políticas y jurídicas para contribuir a que se logre evitar que se sume a otros que marcan la historia de impunidades en el país. El actual gobierno ha dado prioridad a esclarecer la verdad real de los hechos sucedidos entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Y para ello se ha movido en un auténtico campo minado edificado por la llamada verdad histórica que prevaleció hasta 2018, pese a las denuncias de las madres y los padres de los estudiantes, sus defensores y en especial los hallazgos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que fue virtualmente despedido por el gobierno de Enrique Peña ante la contundencia de sus informes y propuestas. Lleva tres años operando la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia, con la participación directa de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, en coordinación estrecha con Omar Gómez Trejo, 10
fiscal especial para el caso que depende de la Fiscalía General de la República (FGR), así como representantes de padres de los estudiantes desaparecidos. Se ha decidido recuperar la colaboración del GIEI y uno de los logros importantes es la demostración de la falsedad de la llamada verdad histórica. Así lo afirmaron ambos funcionarios: la “verdad histórica” del caso Iguala fue construida con pruebas fabricadas, incluso se falsificaron telefonemas anónimos; la tortura se utilizó de manera generalizada; se manipuló evidencia para que cuadraran las supuestas investigaciones y se trató de cerrar la indagatoria en tres días, pero se rompió el silencio de funcionarios, testigos de lo sucedido y algunos involucrados en la desaparición de los 43 normalistas. Agregaron que “desde octubre de 2014 al 22 de septiembre de este año han perdido la vida o han fallecido o han sido ejecutadas 21 personas vinculadas con el caso y es un asunto en el que se pierden importantes fuentes de información”. Sólo esto nos da idea de lo que se mueve para impedir el esclarecimiento. Un dato muy importante fue que el subsecretario Encinas mencionó que se ha establecido la coordinación que existió entre grupos de sicarios de Guerreros Unidos con los policías municipales de Iguala, y se ha determinado que no existió ningún vínculo entre los estudiantes y los agresores. Cuestión que el peñanietismo intentó sembrar. A los defensores les ha tocado colocar un balance crítico. En particular, Vidulfo Rosales declaró que va lento el trabajo y utilizó la figura en torno a la dificultad de mover al elefante reumático. Encinas señaló que el abogado “tiene su propia agenda, la agenda nuestra es la de la búsqueda de la verdad”. El director del Centro Pprodh ofreció un balance que coloca la problemática en el conjunto del entramado institucional. Santiago Aguirre señaló que pese a los avances, aún “no se terminan de romper los pactos de silencio e impunidad como hubiésemos esperado”. Se reconocen las identificaciones de los restos de tres estudiantes y algunas detenciones, como la de José Martínez Crespo, capitán del Ejército, procesado por delincuencia organizada, y dos ex po11
licías federales, así como por tortura dos elementos de la Marina y dos más de la Policía Federal Ministerial, entre ellos quien fue su titular, Carlos Gómez Arrieta. Añadió: “falta voluntad para indagar a fondo a las autoridades más altas del sexenio pasado, subsisten personas que vienen del pasado y están comprometidas con la verdad histórica”. Concluyó que aún “no se ha alcanzado la verdad”. Pese al cambio de postura oficial, quedan las preocupaciones sobre la actuación de las fuerzas armadas y el desempeño de la Fiscalía General de la República (FGR), donde persiste “la opacidad y la ineficacia”. Se han obtenido 89 órdenes de aprehensión, de las cuales 49 ya fueron ejecutadas y 40 están pendientes. “No se materializan porque eso corresponde a la Agencia de Investigación Criminal y a la Policía Ministerial Federal”. Siete años y no olvidemos que la mirada y el dolor de las madres y los padres está ubicada en conocer con precisión el paradero de sus hijos. Y aún no encuentra asideros en lo que hasta hoy se ha logrado, con esperanza han caminado junto a los defensores y han acudido a las reuniones periódicas encabezadas por el Presidente de la República y justo ahora ante un aniversario más, una de ellas señaló: “Hemos dicho al Presidente que queremos a nuestros hijos de regreso, que cumplan sus sueños que tienen en la vida, pero si ya no están vivos, si ya no están en la tierra, sino bajo tierra, que nos digan adónde, que sea cierto”.
Orcao, el brazo paramilitar
Luis Hernández Navarro - La Jornada - 28 de septiembre de 2021 Apenas el pasado 11 de septiembre, dos autoridades zapatistas de la junta de buen gobierno Patria Nueva, del caracol 10 (Ocosingo), José Antonio Sánchez Juárez y Sebastián Núñez Pérez, fueron secuestrados. Ocho días estuvieron desaparecidos. Fueron despojados además de un radio de comunicación y 6 mil pesos en efectivo. No fue un hecho menor. La provocación fue evidente. Ese día, la Extemporánea, delegación aerotransportada Zapatista de 177 12
personas de raíz maya, se encontraba en la Ciudad de México, para emprender su expedición a Europa. El secuestro fue perpetrado por la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), organización paramilitar responsable de múltiples agresiones a las bases de apoyo zapatistas en los últimos 20 años. La primera de ellas tuvo lugar el 28 de octubre de 2001, cuando integrantes de esta agrupación llegaron a la comunidad de Cuxuljá, para despintar el mural del centro de comercio Nuevo Amanecer del Arco Iris creado por varios municipios autónomos en rebeldía, prender fuego, y amenazar y golpear a quienes se encontraban allí. Desde entonces, y con distintos pretextos, las agresiones contra las bases de apoyo rebeldes no han cesado. Cuxuljá significa Agua viva en lengua tseltal. Forma parte del municipio de Ocosingo. Viven allí unas mil 500 personas. Para ellos, el agua es sagrada. Antes se llamó “Pozo el encanto”. El pozo le da a sus habitantes identidad (https://bit.ly/2WhONlG). En diciembre de 2000, el EZLN demandó al gobierno de Vicente Fox tres señales para reanudar el diálogo de paz: cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, libertad de los presos políticos zapatistas y el “retiro y cierre” de siete posiciones del Ejército, de las 259 que tenía en ese momento en la zona de conflicto. Uno de esos emplazamientos era Cuxuljá, en la carretera que enlaza San Cristóbal y Ocosingo. La presencia militar en la comunidad no era secundaria. El poblado es parte de un corredor de gran relevancia geopolítica. Es punto de comunicación clave de ocho municipios autónomos y un complejo entramado social. Así, cuando los soldados la abandonaron, el gobierno los sustituyó con una contrainsurgencia de rostro civil e indígena: la Orcao. Simultáneamente, según alertaron en octubre de 2001 tres municipios autónomos, el Ejército cooptó a tres integrantes de la comunidad, quienes, armados y con uniformes, trataron de matar a los hijos de las autoridades zapatistas, y repartieron semillas de mariguana para su siembra. “A esta denuncia –señalaron– agre13
gamos el hostigamiento que soldados, Seguridad Pública, Federal de Caminos han hecho sobre nuestra nueva tienda que estamos construyendo en nuestro lugar que nos pertenece en la posición que desocupó el Ejército federal en Cuxuljá.” La Orcao se formó en 1987, a partir del trabajo del Iglesia católica, con 12 comunidades de Sibacjá. Se extendió con invasiones a fincas cercanas a Ocosingo, y en poblados de los municipios a poblados de los municipios de Chilón, Oxchuc, Huixtán y Altamirano. En parte, es producto del Congreso Indígena de San Cristóbal de 1974 y de las movilizaciones contra el extinto Instituto Mexicano del Café (Inmecafé) por mejores precios para el aromático, más centros de acopio y más apoyos, en las que se formó, también, la Unión de Uniones. Luchó también contra el rezago agrario y se opuso a las reformas al artículo 27 constitucional. Participó en 1992, en las jornadas para conmemorar los 500 años de resistencia indígena, negra y popular, y reivindicó la libre determinación indígena. En algún momento se unió a la Alianza Nacional Campesina Indígenas Emiliano Zapata (Anciez). Fue parte, hasta su expulsión en 2015, de la Unorcaa (https://bit.ly/3goUvWS). El municipio de Ocosingo se constituyó en 1921. Es el más extenso de Chiapas. En julio de 1999, como parte de la política contrainsurgente del Croquetas, Roberto Albores Guillén, fue fraccionado para formar dos municipios nuevos: Marqués de Comillas y Benemérito de las Américas. El estado, y especialmente su región selvática, fue militarizado. Tanto así que Juan Vázquez, uno de los dirigentes de la Orcao, ahora dedicado a los negocios, denunciaba antes de ser cooptado por el gobierno, que Chiapas estaba vestida de verde… por la cantidad de soldados desplegados allí. Pese a ello, el 19 de diciembre de 1994, el EZLN rompió el cerco militar y fundó 38 municipios autónomos en rebeldía, nueve en Ocosingo. Cuando, el 11 de abril de 1998, el gobierno federal y el estatal lanzaron un violento operativo policiaco-militar en Taniperlas contra el municipio autónomo Ricardo Flores Magón, que tuvo 14
como uno de sus objetivos destruir un hermoso mural que se ha replicado por centenares en diversos países, la Orcao dejó hacer. Dotada de estructura militar, armas y uniformes, la asociación olvidó pronto sus orígenes y se transformó en una fuerza de corte paramilitar contra el zapatismo. Sus dirigentes se volvieron funcionarios públicos, municipales, estatales y federales, durante los gobiernos de Pablo Salazar y Juan Sabines. Juan Vázquez fue nombrado primero secretario de Desarrollo Rural y luego secretario para la reconciliación, y Nicolás López (ya fallecido), director del Centro Coordinador del Instituto Nacional Indigenista en Ocosingo. Por más de dos décadas ha recibido millonarios recursos gubernamentales para multitud de proyectos, incluyendo los ganaderos, motor para parcelar la tierra común. La descomposición política de la organización ha caminado de la mano de la degradación personal de sus líderes. Con el paso de los años y varias crisis internas, dirigentes como José Sánchez y Tomás Santiz Gómez, aún más violentos que los anteriores y al servicio de una diversidad de intereses, tomaron el control de la asociación, que se fraccionó. Su fuerza de choque se acomoda a los intereses del mejor postor. Su apoyo al Partido Verde en Ocosingo le ha traído importantes dividendos. En Chiapas no hay una serie de conflictos intercomunitarios aislados, sino la crisis de un sistema regional de dominio. La Orcao es una pieza más de ese modelo, uno de sus brazos paramilitares. Esa crisis coloca a la entidad, tal y como alertan los zapatistas, al borde la guerra civil.
Dolores Hidalgo, cuna de la Independencia, ¡libre de minería! Gilberto López y Rivas - La Jornada - 1º de octubre de 2021
La cuenca de la Independencia, en el norte del estado de Guanajuato, es un territorio que abarca siete municipios, entre los que se encuentran Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, 15
que comparten un acuífero subterráneo. El clima semidesértico y la escasez del agua hacen que la casi totalidad de las actividades humanas en la región dependan de este caudal. Además de los impactos negativos que conlleva el consumo de este líquido vital extraído a profundidades de entre 600 y 700 metros, contaminado con arsénico y fluoruro, que genera graves afecciones a la salud de la población, como insuficiencia renal, daños neuronales, cáncer y fluorosis dental y esquelética, la sobrexplotación y el acaparamiento de agua por grandes empresas agrícolas de exportación, constituyen un caso de privatización y despojo de bienes comunes tan imprescindibles, como el agua. Pese a esta alarmante problemática hídrica, el gobierno del estado no parece darse cuenta de la crisis socioambiental que enfrenta Guanajuato, y continúa impulsando la instalación de parques industriales y agroindustriales, altamente consumidores de agua subterránea, con los consustanciales perjuicios a los ecosistemas y la calidad de vida de las comunidades campesinas. A la grave crisis hídrica y ambiental, iniciada en la década de 1990, se ha sumado una amenaza mayor: la maldición minera. Desde 2017, la corporación canadiense Argonaut Gold ha intentado, sin éxito, obtener la autorización de impacto ambiental de la Semarnat para su proyecto de minería tóxica a cielo abierto Cerro del Gallo, en San Antón de las Minas, una antigua comunidad minera, a 10 kilómetros de Dolores Hidalgo. Si este proyecto llegara a operar, los daños para la población y el ambiente serían catastróficos, afectando de manera directa al menos a 8 mil personas y, de manera indirecta, a cerca de 700 mil, debido al uso del cianuro, veneno letal que generaría contaminación del suelo y el agua, acabando con fauna y flora, no sólo por la lixiviación de miles de toneladas de minerales durante su operación, sino por los inevitables derrames de drenaje ácido hacia los arroyos y el acuífero subterráneo de toda la cuenca. Para enfrentar estas amenazas, la Hermandad de la Cuenca de la Independencia, una red de organizaciones de base y organizaciones no gubernamentales, se coordinan con las comunidades afectadas en la defensa de los derechos humanos al agua, al territorio y la vida campesina digna. 16
En mayo, luego de que Argonaut Gold presentó en noviembre de 2020 otra solicitud de autorización de impacto ambiental ante la Semarnat, la cuarta en los últimos cuatro años, las comunidades afectadas, la Hermandad de la Cuenca de la Independencia y la Red Mexicana de Afectados por la Minería, lograron que los candidatos a la presidencia municipal de Dolores Hidalgo firmaran compromisos electorales para el “blindaje del territorio” municipal, esto es, se comprometieron a que el vencedor en la contienda electoral, desencadenaría, junto a su ayuntamiento, un proceso para declarar a Dolores Hidalgo como “municipio libre de minería”. Ese compromiso para blindar el territorio fue firmado por el ahora presidente municipal electo, Adrián Hernández Alejandrí, del Partido Acción Nacional (PAN). Sin embargo, el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, también del PAN, pese a no contar con atribuciones legales para otorgar autorizaciones en relación con la minería, ha mostrado su respaldo y apoyo incondicional al proyecto de Argonaut Gold. El 20 de septiembre, la Hermandad de la Cuenca de la Independencia, la Red Mexicana de Afectados por la Minería y la organización Acción Colectiva Socioambiental, señalaron en el comunicado “Argonaut Gold y la persistencia del engaño. El despojo en contubernio con el gobierno de Guanajuato” (https:// cutt.ly/FEP2Bha), que el gobernador Diego Sinhue se reunió, el 13 de julio, con directivos de la Argonaut Gold para darles la bienvenida a sus potencialmente letales actividades en el estado, para, posteriormente, sumarse a la empresa canadiense en su estrategia de engaño a la población o “ingeniería de conflictos”, disfrazada de responsabilidad social, al participar, a través de la Secretaría de Educación de Guanajuato, en la entrega de útiles escolares al alumnado de las comunidades que podrían ser afectadas por la explotación minera. Pese a las filias extractivistas del gobernador Diego Sinhue, Adrián Hernández Alejandri, quien asumirá la presidencia municipal de Dolores Hidalgo el 10 de octubre, debe cumplir con su compromiso firmado, y, en consecuencia, declarar libre de minería a la considerada cuna de la Independencia nacional. 17
La influencia sexual del 68
María Teresa Juárez - Pie de Página - 30 septiembre, 2021 1968 fue un año de efervescencia política, cultural y sexual. Las décadas posteriores abrieron paso a la disminución de la fecundidad y una mayor participación de mujeres en espacios de decisión. Se cocinaba, así, una imparable revolución en el pensamiento político y sexual hacia el nuevo milenio En el marco del 28 de septiembre, mujeres de distintas latitudes publicaron fotos en redes sociales mostrando su vientre en avanzada gestación. En las fotografías había un mensaje: “Por una maternidad libre y gozosa. Porque las mujeres tenemos el derecho de decidir sobre nuestra maternidad”. Desde hace varias semanas también, la agenda mediática dio cobertura a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la inconstitucionalidad de la criminalización del aborto. Para las personas jóvenes, estas noticias forman parte de su estar cotidiano en redes. Hace veinte años, una cobertura así era impensable. Estos cambios no han sido producto de la casualidad: su antecedente se remonta a décadas de trabajo de los movimientos feminista y LGBTTTIQ+ en todo el mundo y los primeros estudios científicos sobre la sexualidad humana en el siglo XX. Memoria histórica sexual: entre el deseo y los datos Para muestra un botón: el siglo XX fue llamado el “siglo de la sexualidad”, inaugurando toda una época de hallazgos sobre la sexualidad humana y el inconsciente, con las investigaciones del médico austriaco Sigmund Freud: mundialmente conocido por abordar temas como el deseo, el inconsciente y la sexualidad. Aunque cuestionado y reinterpretado en el nuevo milenio, Freud fue uno de los personajes que marcó el pensamiento social, cultural y sexual del siglo XX. 18
Hacia los años 40 y 50 los estudios de Alfred Kinsey revolucionarían lo que sabemos de la sexualidad con la publicación de dos volúmenes que sistematizaron por primera vez temas clave de la sexualidad humana, como la orientación sexual, la masturbación, el sexo prematrimonial y las parafilias sexuales, entre otros hallazgos. Por primera vez se funda un centro especializado para los estudios de la sexualidad: el Instituto para la Investigación Sexual, con esto se dan pasos para los primeros hallazgos científicos del siglo XX en el terreno sexual. Por estas investigaciones, Alfred Kinsey fue llamado “El científico del sexo”. Posteriormente Masters y Johnson llevarían la investigación científica del mundo sexual a otro nivel, develando las fases de la respuesta sexual humana: excitación, meseta, orgasmo, resolución. Estos avances, junto con la invención de la píldora anticonceptiva y la Revolución Sexual de los años 60, marcarían la historia erótico sexual de las décadas posteriores. El 68 y su influencia en la cultura sexual 1968 fue un año de efervescencia política, cultural y sexual. Además de la agenda política, el 68 significó para muchos jóvenes asumir el mundo con todas sus implicaciones. Su influencia se extendió al mundo social, cultural y por supuesto: al agitado universo sexual de las décadas posteriores. Es entonces cuando la píldora anticonceptiva, el rock, la liberación sexual y la reivindicación de los derechos homosexuales harían su aparición mediática por primera vez. Las décadas posteriores abrieron paso a la disminución de la fecundidad y una mayor participación de mujeres en espacios de decisión. Se cocinaba, así, una imparable revolución en el pensamiento político y sexual hacia el nuevo milenio. Efervescencia política y sexual En México es hacia los años 70 que comienzan las primeras po19
líticas de control natal y uno de los momentos más importantes para el movimiento feminista. Se iniciaba así una de las etapas más importantes para los derechos sexuales y reproductivos en la región. Cierto es que durante los años 80 la aparición del VIH-Sida produjo transformaciones notables: la masiva promoción del condón, y una mayor apertura mediática para hablar de temas como las infecciones de transmisión sexual, así como fuertes cuestionamientos a la monogamia y la heterosexualidad como únicas opciones posibles para el ejercicio libre de la sexualidad. En la década de los noventa, se aproximó una ola de movimientos globales por los derechos sexuales y reproductivos, así como el incremento en la participación de mujeres de todo el mundo en conferencias internacionales. En las décadas posteriores, los feminismos incidieron en cambios legislativos que tipificaron como un delito la violación dentro del matrimonio, así como una agenda para incidir en cambios que hicieran posible la interrupción legal del embarazo, la inclusión de la anticoncepción de emergencia y la transversalización de la perspectiva de género en las políticas públicas, entre los temas más relevantes. Desde entonces, también se gestaban las colectivas que cuestionaban el feminismo blanco, tan necesario para el entendimiento de la diversidad; otras narrativas y saberes emergían. Y es así como, poco a poco, estos temas fueron posicionándose en la agenda mediática y posteriormente en las redes sociales. Fue así como esta agenda se filtró a la cultura pop durante el nuevo milenio. Si deseas saber un poco más de la influencia de los científicos sexuales en nuestras vidas, no te pierdas la serie: Masters of Sex. La historia está basada en el libro de Thomas Maier: Masters of Sex: La vida y obra de William Masters y Virginia Johnson. Ambientada en los años 1950 y 1960, la serie cuenta la historia de estos dos científicos sexuales. 20
Violencia en las comunidades indígenas de Chilapa Kau Sirenio - Pie de Página - Voz de Lluvia - Tatyi Savi 30 septiembre, 2021
Mientras no cese la violencia en el municipio de Chilapa será muy difícil construir la paz, como se ha planteado. Ahora le queda a la nueva gobernadora de Guerrero tender puentes con estas comunidades que han sido objetos de ataques constantes La invisibilidad de las graves violaciones a los derechos humanos genera impunidad y abusos de poder del Estado. A pesar de que años atrás se ha escrito sobre la violencia generalizada en las comunidades nahuas del municipio de Chilapa, esto no ha cambiado. Hasta ahora no hay poder humano que voltee a ver esta zona. Cuando la violencia empezaba a crecer en la Montaña, platiqué con el director del Centro Regional de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández, sobre las graves violaciones en Chilapa. En esa plática me dijo que para construir la armonía social se requiere el diálogo con los tres niveles de gobierno y las comunidades. Hasta ahora esto no ha ocurrido. “Hay preocupación en Chilapa: no hay garantías de tránsito, seguridad; los tres niveles de gobierno no han hecho nada para resolver el problema de inseguridad, a pesar de que hay militares y policía estatal, la violencia se recrudece cada día, mientras que la población civil es la más afectada. Las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad”. En la plática con Olivares Hernández el 28 de septiembre de 2017: “En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Pero esto no ocurre”, denunció. La administración de Héctor Astudillo Flores fue opaca y solo se dedicó a nadar de muertito, porque nunca convenció a nadie de la 21
procuración de justicia en la zona de Chilapa. La Fiscalía General de Justicia de Guerrero en vez de investigar los asesinatos que crecían en espiral en el municipio de la montaña baja, le echaba la culpa al gobierno federal en materia de seguridad. Del 25 de septiembre al 4 de octubre de 2017, los gobiernos federal y estatal se vieron renuentes a aceptar su responsabilidad ante la crisis humanitaria en Chilapa. Olivares Hernández había estado en la Misión de Observación que visitó las comunidades indígenas del municipio de Chilapa para documentar los casos graves de violaciones a los derechos humanos. El 28 de septiembre de ese año fueron asesinados los hermanos Lázaro y Germán Sánchez Reyes. Los hermanos fueron asesinados con armas punzocortantes y de fuego de alto calibre, esto ocurrió en un sitio público frecuentado por jóvenes de Chilapa como son las canchas deportivas, lo que significó un mensaje amenazante para la población. La inacción del Estado en este municipio y en Guerrero dejó claro que no hay derechos humanos para los jóvenes. La violencia en la montaña baja se recrudeció en 2017, en especial en los municipios de Zitlala y Chilapa obligó a los transportistas a no circular en la carretera de Chilapa-Chilpancingo dejando incomunicados toda la región de La Montaña. Además de cientos de desplazados, sin que hasta ahora hayan regresado a sus comunidades. En la ruta de transporte de Chilpancingo a Tlapa hubo varios hechos violentos: hombres armados atacaron a transportistas de Tixtla y Chilapa, además de asesinatos en supuestos asaltos que el gobierno estatal nunca informó de investigaciones, ni siquiera generó condiciones para que la población civil pueda circular sin ser agredida. Desde el principio de 2017 la violencia rebasó las cifras de homicidios comparado con años pasados; en 10 meses se cometieron más de 200 homicidios dolosos de los cuales todos quedaron en total impunidad. Además, el número de “desplazamientos forzados” se incrementó, esto se refleja en las casas vacías de Chilapa, así como de las comunidades donde el miedo y el terror es infundido por grupos de la delincuencia organizada, tal es el caso de 22
Tetitlán de la Lima, Ahuihuiyuco y Tepozcuahutla, fueron desplazados alrededor de 530 familias, en total desamparo de las autoridades municipales y estatales. Por eso urge visibilizar la inacción del gobierno ante la violencia. Desde septiembre de 2017, la Secretaría de Gobernación y la Fiscalía General del Estado tenían conocimiento de la crisis que padece la Montaña Baja, pero dejaron la responsabilidad de seguridad en manos de las policías municipales, manifestando que ellos son los encargados de la prevención del delito, cuando la corporación estaba rebasada de hechos violentos. El desplazamiento forzado, asesinato y desapariciones por civiles armados en esta zona, dejó en zozobra y en estado de vulnerabilidad a la población civil. A Héctor Astudillo Flores les falta 16 días para entregar el mandato, sin atender el conflicto en las comunidades de Ahuixtla, Papaxtla, donde los integrantes de la policía comunitaria de los pueblos fundadores fueron flanco de la violencia este martes. Mientras no cese la violencia en el municipio de Chilapa será muy difícil construir la paz, como se ha planteado. Ahora le queda a la nueva gobernadora tender puentes con estas comunidades que han sido objetos de ataques constantes, para generar las condiciones para que la población nahua pueda regresar a la normalidad.
“ Yaquis: de prisioneras de guerra a prisioneras de leva” Daliri Oropeza - Pie de Página - 28 septiembre, 2021
“Yaquis: de prisioneras de guerra a prisioneras de leva” es el título de la última conferencia de Raquel Padilla Ramos, historiadora, antropóloga, doctora en etnología, especialista en la Tribu Yaqui. La dio en Loma de Bacum, pueblo del cual desaparecieron 10 yaquis y por oponerse al gasoducto tienen un preso político. Microfilme Postal la transcribe 23
Mientras Raquel Padilla Ramos toma el micrófono y arregla algunos problemas técnicos, Fabricio Cajeme se prepara para realizar la danza de Pajkola. Cayó el sol y ya habían sonado los tambores de las 6 de la tarde. Es el 21 de octubre del 2019, un mes antes del asesinato de Raquel. En Loma de Bacum celebran la más reciente defensa del territorio. Las mujeres frenaron un gasoducto. Cada año, hacen comida para todo el pueblo y también realizan danzas del venado con música tradicional. El horizonte es que quede en la memoria de los jóvenes, de los niños. La memoria y la fiesta es siempre importante para los ocho pueblos yaquis, explica Cajeme, quien es descendiente de un guerrero yaqui con el mismo apellido. “Nuestro juramento es nuestra verdad, nuestro juramento es nuestra tradición. Ser pajkola es parte de nuestra tradición. Pajkola quiere decir el viejo de la fiesta. Pajko – fiesta o’ola – viejo. A través de la fiesta los yaquis nos enlazamos con el Junya Ania o mundo del monte. Todos los que estamos en la ramada donde se danza somos el puente entre la tribu, nuestros ancestros y el mundo de la naturaleza”. Pero ese día en Loma de Bacum, Raquel Padilla habló de las mujeres que fueron llevadas como esclavas a las haciendas henequeneras en Yucatán y narra la historia de una de ellas: doña Petronila Colupay. Cajeme, quien advierte que solo quienes sueñan y son consagrados pueden ser danzantes de pajkola, narra: “Kaa yoita ji’okole ¡a me’a! bwiata itóm u’abae significa ¡Mata al yori no le tengas piedad, quiere arrebatarte la tierra! Estas palabras están profundamente arraigadas en la memoria de la tribu yaqui desde que llegaron los yoris a nuestro territorio. 24
Desde entonces los yoris causan heridas a nuestra gente, no solo en la etapa del porfiriato, aunque en este periodo casi logran nuestro exterminio y cambió significativamente la historia de nuestro pueblo, por la brutalidad con la que nos trataron. No creo que haya familia o persona yaqui que no tenga esta cicatriz en su sangre y memoria de estos periodos de guerra contra nuestra tribu, mi propia familia en esos tiempos lo vivió esa situación, por eso yo soy un yaqui nacido en Tenochtitlan”. Entonces Cajeme danzó y Raquel dio su última conferencia llamada “Yaquis: de prisioneras de guerra a prisioneras de leva”, de la cual transcribo la grabación existente aportada por él. Raquel Padilla Ramos tuvo como eje de sus investigaciones sobre los Yaquis el despojo, la estigmatización, negación de ciudadanía, persecución, deportación, esclavización y asesinato de los pueblos yaquis, aunque, sobre todo, documentó sus insurrecciones, luchas, reorganizaciones, esfuerzos y estrategias para conservar su integridad territorial y cultural. Junto con el investigador José Luis Moctezuma Zamarrón, realizó uno de los peritajes más relevantes en la historia de los movimientos en defensa del territorio en México: el impacto sociocultural del Acueducto Independencia en los ocho pueblos de la tribu Yaqui. El peritaje es un referente en todo el país. Ese acueducto terminó por secar lo poco que quedaba del río yaqui. A continuación la última conferencia de Raquel: “Yaquis: de prisioneras de guerra a prisioneras de leva” El tema que les traigo hoy: “Yaquis, de prisioneras de guerra a prisioneras de leva” y más adelante van a entender porque de Prisioneras de Guerra a Prisioneros de leva. Bueno, así de manera muy general, las demandas, podemos decir que las grandes demandas de los yaquis en la historia han sido, primeramente la no innovación. 25
Cuando alguna vez habrán escuchado esta historia de cuando se dio el primer encuentro entre los yaquis y los soldados españoles, que un jefe yaqui da un paso hacia adelante toma su arco traza con él una raya en la tierra, se inca, besa la tierra, se adelanta y les grita a los españoles que no se atrevan a cruzar esa raya porque de hacerlo serían todos muertos , entonces, esa es la primera demanda que conocemos a partir de la llegada del español, del blanco, del yori: “No se atrevan a cruzar la raya”. Pero a lo largo de la historia los yaquis han tenido que sumar otras demandas ante los diferentes embates que han tenido que enfrentar en el tiempo. Por ejemplo, han demandado también que se respeten sus formas de gobierno. Han demandado que se expulse a los gachupines. Esto ocurrió en un movimiento yaqui que hubo en 1825 encabezado por Ignacio Sacamea, conocido como Juan La Bandera. Él fue fusilado en 1833, él encabeza un movimiento que exigía la expulsión de los gachupines de los territorios indígenas porque no sólo hablaba de los yaquis sino que trató de armar una confederación indígena, y también esta demanda es permanente, la desocupación del territorio: “Qué salgan todos los blancos del río, lo que queremos es que nos dejen en paz con nuestro territorio” ¿no? A partir de 1900 y tantos, de 1908 demanda el retorno de los deportados porque ya había muchos yaquis en Yucatán, muchos yaquis en Oaxaca –más adelante vamos a hablar un poco más de esto- pero se suma como una exigencia de los yaquis: “Queremos que regresen nuestros hermanos.” Con el tiempo se está reclamando también el respeto a los recursos naturales, al territorio, al agua, a los montes, y también hay reclamo en la defensa del patrimonio cultural que tienen los yaquis: sus danzas, el derecho que tienen a tener un control sobre su ritualidad y sobre sus danzas, y que no queden en manos de instancias de gobierno o incluso en instancias internacionales. Pero de todas las guerras del yaqui quizá la más conocida es la que se desata a finales del siglo XIX que es conocida como La Guerra 26
de Yaquis o mayos, La Guerra contra los yaquis y mayos, porque los mayos acompañaron por mucho tiempo a los yaquis en esta guerra. Decía el coronel Francisco P. Troncoso en su libro, precisamente que trata sobre las guerras sobre los yaquis, que sólo había tres salidas, la primera decía el coronel Troncoso: “es hacerles la guerra de exterminio para que todos los que volvieran a levantarse –estas son palabras suyas, yo no estoy poniendo ni puntos ni comas— él así lo escribió: “Podemos hacerles la guerra de exterminio para todos los que vuelvan a levantarse”. También dijo que podían hacer la traslación; llevarse a toda la tribu sacándola del Estado –se refería a sonora- y dispersándola en las partes del territorio nacional distantes de Sonora. Tercera: la colonización del yaqui, es decir, y que lleguen colonos extranjeros o mexicanos a ocupar las tierras yaquis. Entonces este coronel avisoraba que estas eran las únicas salidas para la problemática yaqui. Esta es la portada del libro, la foto que ven dice esto. Sin embargo, no se llevó a cabo cuando él lo propuso porque decían: “ninguna de estas tres soluciones se llevarán a cabo porque es inhumana, es decir: la guerra de exterminio es inhumana. La segunda era deportarlos, sacarlos, trasladarlos a otro lugar; también era inhumano, se decía ¿no? difícil e imposible, también porque había muchísimos perjuicios que causaría una parte del Estado. Y en realidad esta es la razón por la que en un principio se dudaba de sí debían o no deportar a los yaquis porque no querían perjudicar a los hacendados, a los rancheros, a los mineros que tenían trabajando a los yaquis para ellos, porque los yaquis eran reconocidos como los mejores trabajadores de Estado, los mejores operarios de las minas, los mejores vaqueros de los ranchos, los mejores buzos de perlas, lo mejores sirvientes en las casas, etcétera. Era un reconocimiento generalizado y no se quería perjudicar a los patrones en este sentido -y es lo que dice esta diapositiva-, pero finalmente el presidente Porfirio Díaz optó por ejecutar las tres 27
propuestas en un momento dado. Llega a haber un momento en que estas tres medidas se estaban llevando a cabo al mismo tiempo. Se estaba exterminando a los yaquis haciéndoles una guerra que podemos considerar como un genocidio y la deportación también es parte de un genocidio porque implica el traslado, el daño moral, el daño físico, el daño mental, la alteración del entorno. Todas estas características que ven de genocidio coincide con lo que estaba ocurriendo con los yaquis y también con la colonización de sus tierras porque al momento que desocupaban el territorio, al ser deportados, pues llegaban nuevos propietarios que fincaban sus intereses en este territorio –al que sigue. Decía el periodista norteamericano John Kenneth Turner en su libro México Bárbaro, que trata… gran parte de este libro trata sobre la deportación de los yaquis a Valle Nacional en Oaxaca; que en donde trabajaban en las haciendas tabacaleras y en las haciendas de henequeneras en Yucatán. Él escribió el libro primero como artículos de periódicos en 1908, y en 1911 ya se publicó como libro con el título de México Bárbaro ¿sí? entonces en este libro, este periodista que ven acompañado de su esposa Ethel Duffy Turner, Turner escribió el exterminio de los yaquis. Empezó con la guerra. Y el fin de ellos se está cumpliendo con la deportación y la esclavitud, es decir, era lo más fuerte que se estaba dando dentro de lo que podemos considerar el genocidio yaqui. Esta guerra de exterminio que implicaba también el traslado de la tribu a lugares lejanos y es que la deportación. Ahora cuando hablamos de deportación lo que pensamos: “Ah pues es alguien que están regresando de Estados Unidos porque no tiene papales o por algún otro problema”, pero en este tiempo del Porfiriato deportación era algo diferente, la deportación implicaba la prisión de guerra, implicaba un castigo muy grande, era una pena máxima, implicaba la muerte civil, es decir, la pérdida de derechos 28
ciudadanos, la pérdida de bienes, la pérdida de la patria potestad; se les quitaban a los hijos, y el traslado forzoso por supuesto; en la Colonia era a una isla lejana, pero en este tiempo era a un lugar lejano. Y lo que se consideró para los yaquis era llevarlos al punto opuesto de donde es su territorio, que era la península de Yucatán, considera entonces como la Siberia de México, es decir, el lugar de castigo, ahorita vamos a ver por qué. Es así como cientos de yaquis, cientos, no sabemos cuántos, nos faltan estudios sobre esto. Llegaron a Valle Nacional, Oaxaca a partir de 1899. Los yaquis eran embarcados en Guaymas, y luego un buque de guerra los llevaba hasta Manzanillo o Salina Cruz y ya de allí tenían que subir, caminando a las haciendas de tabaco de Valle Nacional. Pero sí sabemos que aproximadamente 8000 porque eso nos dice John Kenneth Turner. Llegaron a la Península de Yucatán desde 1900 ¿Por qué 1900? Porque en 1900 ocurrió una masacre muy grande contra los yaquis, esta masacre fue en el Cañón del Masocova en la sierra Yaqui, en ella murieron entre 400 y 600 yaquis hombres. El ejército lo que hizo fue recoger a todas las viudas de guerra, a los huérfanos y no averiguó, simplemente los embarcó rumbo a la península de Yucatán; y ellos llegan para trabajar en las haciendas henequeneras. Después sabemos que miles en diferentes oleadas se van a Tlaxcala, Veracruz, también a Yucatán y Chispas durante la Revolución pero allí es como prisioneros de leva a diferencia de los anteriores que son prisioneros de guerra aquí va ser como soldados, a fuerzas. Esta foto que ven allí está muy borrosa, está muy vieja, está en la Fototeca Pedro Guerra y es yaquis en una hacienda, jornaleros yaquis en una hacienda de Yucatán. A Yucatán también los yaquis van a arribar por oleadas. Las deportaciones a Yucatán empiezan en 1900 y terminan, más o menos, en 1908. Y justo es en 1908 cuando los yaquis empiezan a reclamar más el regreso de los hermanos deportados, sobre todo los que estaban en Yucatán. Ellos trabajaban en haciendas henequeneras. 29
Principalmente el henequén es una planta estilo agave, con hojas filosas de la que se extraía, se extrae una fibra con la que se hacían cordeles, sacos, muchas cosas para la industria –pues no existían los plásticos en ese tiempo- y era una actividad económica en apogeo, muy importante en Yucatán y necesitaban mano de obra. Por eso el gobierno vio la manera, como se dice de matar dos pájaros de un tiro para ir atenuando el problema yaqui que había en Sonora y a la vez resolver un problema que tenía Yucatán de falta de mano de obra. También en Yucatán trabajaron en ranchos cocoteros, en ranchos salineros, en ingenios azucareros y en cuarteles, por ejemplo, esta foto que ustedes ven es un cuartel en Mérida, el Cuartel de Dragones, se llama y son yaquis beisbolistas, que están como soldados de leva en este cuartel y están haciendo sus ejercicios porque tenían fama en Yucatán, eso sí, de ser muy buenos para el béisball, Sobre todo los peatchers yaquis destacaban. Pero recordemos que las primeras deportadas desde hace un rato fueron las viudas de guerra por eso es que a esta presentación le puse por título De Prisioneras de Guerra porque en memoria de ellas quise nombrarla así. Fueron 300 mujeres que llegaron con sus niños a la Península de Yucatán en particular a tres haciendas henequeneras que son Tacuché, San Mateo y San Simón, propiedad de la familia Peón, que es una familia muy acaudalada de Yucatán y ellos tenían muchas más haciendas pero ahí es donde llegaron las primeras prisioneras de guerra, —esta lista no se alcanza a leer bien, pero dice allí: “lista de familias yaquis que acaban de llegar, que por un contrato de M. Aguigunaga, no dice la letra, luego ya vienen los nombres. Yo les voy a dejar esta presentación, es nomás una hoja pero son un montón de hojas que están en un archivo de Yucatán y vienen todos los nombres de estas mujeres allí, algunos hombres, los niños, y se van a fijar como muchos de los apellidos yaquis que están mencionados allí ya no existen. 30
No existen por dos razones principalmente: uno, porque los yaquis tuvieron que ocultar muchas veces sus apellidos para protegerse de las deportaciones, para protegerse, para evitar ser deportados, ocultaban sus apellidos yaquis y cambiaban el Sewa por Flores y cosas así y también porque acababan con las familias, el ejército acababa con las familias yaquis y se llegó a perder los apellidos. De las listas que están aquí no me aparece a mi el apellido de una señora que yo conocí que era descendiente de una mujer que fue deportada con estas personas. Yo la conocía doña Petronila Colupay en 1999 y luego la volvía avistar en el año 2010. Ella no hablaba la lengua yaqui porque ella ya había sido criada en el seno de una comunidad maya, pero era reconocida por todos como La Yaqui y la Vieja India le decías, y es interesante porque los que le decían así eran mayas pero ella identificada como la Vieja India ¿no? Y era partera doña Petronila. La primera vez que la visité quise entrevistarla y como buena descendiente de yaqui me dijo: “primero aprende hablar la legua yaqui, la lengua maya y cuando sepas vienes y me entrevistas ¿no? Me la puso bien difícil, pero yo estaba estudiando lengua maya en la maestría, ya había estudiando en la universidad lenguas mayas y aprendí algunas frases. Pasó un tiempo y la volvía a visitar y yo no más le dije esas frasecitas y con eso la pude entrevistar porque se soltó hablando un español perfecto. O sea, me estaba poniendo a prueba ¿no? y pues más o menos la pasé y platicamos largo y tendido, lloró mucho y me platicó que su madre, Doña Bartola, era sobreviviente de un combate en el que habían matado a todos los hombre y que había llegado a esta hacienda de Campeche en 1900. Entonces a mí me quedó muy claro que su madre venía de estas viudas, de las viudas de la masacre del Masocoa. Y le pregunté yo a doña Petronila que si ella quería hacer un viaje conmigo para venir a conocer a su gente y me contestó: “yo no puedo viajar, yo estoy vieja, soy pobre, estoy cansada”, me dijo, “pero si los ves ahí les dices que sólo yo quedo y mi sobrina Esperanza, ahí les dices a 31
mí me pusieron un marcapasos y ahí les dices que mi mamá murió. Y ese mensaje me llegó muy hondo; yo siempre que tengo la oportunidad de hablar ante los yaquis llevo este mensaje: “Doña Petronila, falleció hace años pero sobreviven sus hijos descendientes de estas primeras mujeres yaquis que llegaron deportadas a Yucatán. En Tlaxcala, en cambio los yaquis estuvieron como prisioneros de leva eran soldados. Tuve la oportunidad de visitar el edificio que ven a la derecha, de los arcos, es un convento franciscano dedicado a Nuestra señora de la Asunción, pero conocido como el convento de San Francisco porque es franciscano. Y en tiempos de la Revolución los soldados lo tomaron y lo hicieron cuartel y ahí estuvieron apostados los yaquis que eran soldados de la Revolución. Esta foto que ven a la izquierda es de 1934 la tomó una expedición sueca que llegó por allá, sí se fijan es el mismo edificio, pero lo que ustedes ven construido con materiales perecederos es el campamento de las mujeres yaquis. Hay otra foto donde salen mujeres yaquis o creo que por ahí se ve otra mujer yaqui que está sentada allí. Ellas tenían que estar afuera, pues obviamente no podían entrar al convento más que cuando había alguna ceremonia yaqui si se les permitía pasar ¿no? Este es el convento franciscano en la ciudad de Tlaxcala donde estuvieron las tropas del General Amarillas entre 1934 y 1940 aproximadamente. Y el General Amarillas era un personaje del que he tenido que investigar mucho últimamente. Los historiadores no teníamos información sobre él, pero me he estado dando unos buenos clavados en el Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional, en archivos de Tlaxcala, en el Archivo General de la Nación buscando sobre él y he concentrado cosas bien interesantes. Pero esta foto que ustedes ven aquí me la proporcionó un yaqui hace muchos años antes que yo tuviera un interés como historiadora en el General Amarillas yo conocí a un señor llamado Pedro Valdez de Guacimas, y lo entrevisté y me mostro algunas fotos que tenía y me dijo: Mira este es el General Amarillas –está muy mala la foto porque mi cámara era muy mala, pero la foto de él estaba muy bien—. En medio 32
está un señor vestido como yori muy catrín y su mamá vestida como yaqui seguida de él y toda su familia. Es la familia del General Amarillas. José amarillas era originario de Pótam y cuando estuvo en Tlaxcala dejó huella y hay un recuerdo sobre él porque fundó un internado para niños huérfanos de la Revolución que se llamó Internado General de División José Amarillas, este internado data de 1937 y atendía a niños que iban quedando solos en la Revolución, hasta la fecha funciona y pues recibe a los niños que son huérfanos de la sociedad. Las tropas del General Amarillas estaban compuestas por 22 oficiales y 300 individuos de tropa que eran conocidos como Los fieles de Güirivis porque la mayoría de los soldados de esta tropa provenían de Güirivis. Por ejemplo, esta es una foto del General Amarillas que encontré en su expediente militar en la Secretaría de la Defensa Nacional. Tiene un expediente maravilloso; son un montón de tomos, es una torre de documentos que tuve que revisar y es un expediente bastante impecable. Como militar él tiene un expediente muy limpio ¿no? en contraste con otros revolucionarios que pues estaban acusados de ser matones, dipsómanos, alcohólicos o cosas así. Amarillas parece que se condujo con decoro. Esta foto pues es de él, su huella digital abajo y la información que se ve escrita a máquina es lo que vamos a leer en la siguiente diapositiva, es una autobiografía. Él escribe sobre él mismo y dice: “Nací el 21 de Marzo en el año 1882, en el pueblo de Pótam, en el Estado de Sonora. Fueron mis padres de C. Facundo Amarillas y la señora Petra Valenzuela, no hice mis estudios e instrucción primaria, tengo solamente conocimientos rudimentarios, antes de ingresar al Ejército mi profesión fue marino. Contraje matrimonio en la Ciudad de Irapuato, Guanajuato”. Él se había ido con las tropas del General Obregón el día 16 de Julio de 1932 con la señorita Eva Zamora. Tengo tres hijos, dos varones y una mujer. Ingresé al Ejército el 19 de Noviembre de 1910 con el grado de teniente. Mis padres fallecieron el día 5 de Julio de 1910 y el 19 de Noviembre de 1929… *El registro del cierre de esta conferencia está incompleto. Cualquier pista para encontrarlo, se agradece.
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Aún pasa el tren privado por las vías construidas durante el porfiriato, aquellas por donde secuestraron a más de 300 mujeres yaquis para obligarlas a trabajar en las haciendas henequeneras y deshacerse de la resistencia al “progreso”.
RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 6 de octubre