Un huracán, granizos, fuertes tormentas que terminan encontrándose con los rayos del sol: el tiempo está loco. La situación tiene, como siempre, una explicación científica, esta vez vinculada con una corriente oceánica que estaría incidiendo en el clima. Investigadores de la UNL explican este fenómeno, que debe ser leído –dicen– a la luz de los cambios climáticos que pone en evidencia este comienzo de siglo.
Revista semestral de divulgación científica Año 17, N° 21. Diciembre de 2012
Para completar el enfoque: la ciencia avanza en la anticipación de los fenómenos meteorológicos. Y ya existen lecturas de cómo éstos inciden en actividades como la agricultura, y alteran índices económicos.
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~ ESCIENCIA Los chicos no solo aprenden ciencia sino que también se animan a contarla. Esta edición de ConCIENCIA se distribuye junto con EsCIENCIA, la revista de divulgación de la Escuela Primaria de la UNL.
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sumario revista ConCIENCIA. Año 17 Nº 21
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El tema Tiempo loco
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¿Qué está pasando con el tiempo? Salir con remera y volver con abrigo; despertar con sol y almorzar con lluvia. Ya nada parece normal. ¿Es culpa del Niño? Octubre, mes atípico para las lluvias Octubre lleva el promedio de la mayor cantidad de lluvia caída en el último tiempo. ¿Puede pronosticarse con precisión? Proponen usar el agua con más eficiencia para afrontar su escasez Especialistas ya pronostican que habrá déficit en el recurso hídrico. ¿Se puede revertir la situación? La variable clima y los cultivos Las variaciones en el clima influyen de manera directa en el agro. Para eso nació la agromática; la explicación de un especialista. Un radar meteorológico ayuda a predecir tormentas Un radar permite anticipar con precisión los eventos meteorológicos con relativa anticipación.
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Fotoimpresiones.
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Entrevista.
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Actualidad científica.
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Un paseo por las islas de Santa Fe Las aves, el sonido del oleaje que genera el viento sobre el agua, el aroma a irupé y la majestuosidad del sexto río más grande del mundo pintan las postales del Litoral. Un paseo por tanta belleza, en fotos. e
Esta vez, la radiografía de un hombre duro: Alberto Cassano, una institución científica. a
La cultura científica como articuladora de saberes. Un recorrido por los festivales de ciencia de la Facultad de Ingeniería Química. Muchas manos en un plato hacen mucho garabato ¡La Escuela Primaria ya tiene su revista de divulgación hecha por chicos! Comunicar la ciencia hoy Ecos del II Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia.
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La última. Publicaciones. Bases y condiciones para la presentación de trabajos.
staff ConCIENCIA es editada por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral y por la Dirección de Comunicación Institucional, Bv. Pellegrini 2750 S3000ADQ Santa Fe. Teléfono: (0342) 4571100 E-mail: conciencia@unl.edu.ar. Revista semestral de distribución gratuita. ISSN: 0328-3992.
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editorial
El lugar de la ciencia en la Universidad del Centenario Entre 2011 y 2012 la UNL ha dado señales muy claras del valor q ue asigna a la investigación, otorgándole a la generación de conocimientos un lugar entre sus funciones sustantivas, destacando a la investigación como una prioridad y destinando un importante esfuerzo institucional a la evaluación de la función de investigación y desarrollo. La importancia que la universidad brinda a la generación de conocimientos se hizo evidente desde el comienzo del diálogo y la construcción de consensos que precedieron a la aprobación del nuevo Plan de Desarrollo Institucional (PDI), que avizora la Universidad del Centenario, ya que se prolongará hasta 2019 cuando la UNL alcance su primer siglo de vida. En este documento, donde explicita su política institucional, sus fines y los horizontes que persigue, la UNL brindó a la investigación un lugar destacado entre sus líneas de orientación prioritaria, estableciendo como un objetivo general el fortalecimiento de la investigación con proyección al medio social y productivo como un factor estratégico del crecimiento institucional, poniendo en juego para ello la articulación de acciones con organismos regionales, nacionales e internacionales, y potenciando la producción de conocimientos en todas las ramas del saber. La implementación del PDI trasciende la toma de posición, ya que se ha plasmado en proyectos concretos, muchos de los cuales ya se encuentran en ejecución. Entre ellos, se destaca el proyecto de mejora y expansión de la función investigación y desarrollo en la universidad, dirigido a consolidar las líneas de mayor fortaleza, y atender a aquellas de desarrollo todavía insuficiente, siempre en pos de la alta calidad de las investigaciones y la relevancia de dicha labor para la enseñanza de grado y posgrado y el desarrollo del sitio territorial. El proyecto de mejora y expansión de la función I+D dio inicio con una acción diagnóstica cuya primera etapa, consistente en un proceso de autoevaluación, finalizó en 2012 con la publicación y amplia difusión del informe ante la comunidad universitaria. La etapa diagnóstica del proyecto continuará con una evaluación externa, para culminar con la elaboración de un plan de mejoras en 2013. Todo ello ha significado un gran esfuerzo y compromiso de toda la comunidad universitaria del Litoral. En 2012 la UNL modificó su Estatuto, llegando a plasmar en su norma basal el valor que otorga a las tres funciones sustantivas -la enseñanza, la investigación y la extensión-, aspirando a su integración y al mutuo fortalecimiento de unas y otras. Este anhelo de integración y sinergia académica constituye un desafío para toda la comunidad universitaria del litoral, y refleja la identidad y convicciones de la UNL desde su nacimiento reformista. Este compromiso marca nuestro futuro.
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Tiempo loco
¿Qué está pasando con el tiempo? PRISCILA FERNÁNDEZ —
Salir con remera y volver con abrigo, o despertar con sol y almorzar con lluvia: ya nada parece normal. Esta primavera sorprendió a muchos debido a la aparición de fenómenos atípicos, el cambio inusual de temperaturas, fuertes tormentas y ráfagas de viento; y el incremento en las precipitaciones. Algunos mencionan al Niño como responsable de los caprichosos cambios. ¿Qué hay de cierto? ¿Por qué el tiempo está tan loco?
Huracanes, tormentas convectivas, lluvias intensas, granizadas y ráfagas de viento fuera de lo común; todo se une en la pantalla del televisor, en los comentarios de redes sociales y en una sensación que, en la calle, parece apuntar a una sola consigna: el tiempo está loco. La última primavera sorprendió a los santafesinos con fuertes tormentas, a la par de temperaturas imprevisibles, que alternaban el frío y el calor de una manera inusual. Tales escenarios no sólo se vivieron en esta ciudad, sino también en distintas zonas del país, que se vieron sorprendidas por fenómenos similares. ¿Casualidad o causalidad? “El sistema climático es uno sólo y hasta cierto punto, todo tiene que ver con todo”, comenzó su explicación Norberto García, climatólogo de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Y no sólo el sistema climático es uno, sino que nunca se encuentra en verdadero estado de equilibrio: está sufriendo variaciones constantemente. “Esas modificaciones pueden tener su origen en los océanos, en el balance de radiación en el tope de la atmósfera y/o en modificaciones en la circulación general de la atmósfera que provocan la ocurrencia de fenómenos fuera de temporada. Lo extraño no es que haya un tornado, sino que ocurra fuera de temporada”, subrayó García. Inesperados o no, los fenómenos extremos ocurren y la pregunta obligada es por qué. Si bien en estas condiciones suelen circular un sinfín de discursos con hipótesis de las más diversas, el factor común de muchas de ellas es el fenómeno de “El Niño”, nombre con el cual se denomina la fase de calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial. Esta corriente estuvo vinculada con numerosos fenómenos climatológicos tristemente conocidos, por lo que culpar al Niño pareciera ser una fórmula redimitoria. Pero puede que no sea así esta vez. “Todo el mundo le hecha la culpa al Niño, aunque no es suficiente: si los océanos se calientan en otras regiones, también pueden producir problemas”, afirmó García.
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Tiempo loco
VARIACIÓN DE LA TEMPERATURA DEL PACÍFICO ECUATORIAL Anomalías en la temperatura del agua superficial en el Pacífico ecuatorial en relación con los valores promedios del período 1981 - 2010
Desde los océanos De acuerdo a los datos actuales, la oscilación de temperatura que se registra corresponde a un “Niño leve”, es decir, a un calentamiento del orden de 1ºC por sobre los valores promedio. Para lograr dimensionarlo, García recordó que las grandes inundaciones sufridas por Santa Fe en los años 1982/1983, 1992 y 1998 ocurrieron en fase Niño, con una diferencia de 5ºC, 6ºC y 7ºC con relación a la temperatura promedio. “Todos preguntan actualmente qué pasa con El Niño y la verdad es que no pasa nada. Cuando el Niño es muy intenso nos afecta casi directamente y no hay duda, pero este no es el caso”, desestimó. De acuerdo con García, algunas explicaciones sobre lo que está ocurriendo con el clima se pueden encontrar en otras zonas del Pacífico Sur. “En estos momentos se está calentando el Pacífico Sur, por eso las tormentas que traen agua no vienen de la Amazonia –como ocurre cuando hay Niño– sino que provienen del suroeste. Por eso hay tantas lluvias en Bueno Aires, La Pampa y el sur de Córdoba”, recalcó García. En este caso, el problema no es una variación importante de temperatura sino la cantidad de agua que se encuentra afectada. Un enorme volumen de agua más caliente, desde Australia hasta Sudamérica, forma un corredor donde soplan los vientos del Oeste. Si bien existe un consenso en la comunidad científica sobre las repercusiones que tienen los cambios de temperatura en el agua del Pacífico en el sistema climático, no es posible afirmar qué efecto específico tendrá cada variación en una zona particular de un océano tan vasto como el Pacífico. “No estamos en condiciones de decirlo, en cambio el Niño es más simple porque ocurre en una zona de gran tránsito de buques y permite su estudio”, comparó.
Fuente: Climate Prediction Center - National Weather Service
Un Niño travieso
Pero más allá de su bastedad, el océano Pacífico no es el único que influencia el clima que gobierna esta región del mundo. El Atlántico, a pesar de ocupar la mitad de superficie que el Pacífico, también afecta lo que ocurre en el continente. “Los cambios son muy rápidos y a lo mejor una temperatura fuera de lo normal -supongamos un aumento de 1ºC ó 2ºC en el Atlántico, en dos meses desaparece, y en el Pacífico no”, dijo García. Lo que se viene Para poder hacer predicciones, los investigadores del clima recurren a modelos climáticos. Se trata de sistemas sumamente complejos que se operan en súpercomputadoras y manejan datos a escala global. Si bien cada uno prevé escenarios distintos, al promediar sus proyecciones es posible obtener una tendencia, y en este caso se pronostica que el Niño vaya cediendo. Según se espera, entre mayo y julio del 2013 la temperatura del Pacífico ecuatorial llegaría a valores promedio. “Eso no quiere decir que cesen las lluvias o los fenómenos. No serán culpa del Niño porque tenemos muy caliente el Pacífico Sur y bastante caliente el Atlántico. Tampoco significa que en el verano 2013/2014 no se genere un Niño, hay que ver cómo reacciona el sistema climático”, anticipó García.
Aunque se tiene conocimiento de la sucesión de hechos que provoca este fenómeno conocido como la Corriente del Niño, su factor desencadenante es aún desconocido para la ciencia. El Niño tiene lugar en la zona de Ecuador; ocurre cada 3 a 6 años y tiene una duración de entre 12 y 18 meses. Los pescadores peruanos lo bautizaron de esta manera debido a que suele surgir en las últimas semanas de diciembre, coincidiendo con la llegada del Niño Jesús, como se conoce en algunas zonas de Sudamérica a Papá Noel. En cambio, se llama La Niña al fenómeno meteorológico que suele seguir a El Niño (aunque no siempre van unidos). Se le dio ese nombre porque sus efectos son, justamente, los contrarios. Se presenta en intervalos de 2 a 7 años, durante un período que va entre los 12 y los 18 meses. A pesar de que ambos se desarrollan en el Océano Pacífico, también repercuten negativamente en otras partes del planeta.
El Niño hoy Las temperaturas de la superficie del Pacífico Ecuatorial se mantienen elevadas en el orden de 1ºC. Por esto, se considera que la cuenca del Pacífico se encuentra en el borde entre condiciones de estado neutral de El NiñoSouthern Oscillation (ENSO) o Niño débil. Si bien la tendencia es a la baja en las temperaturas, aún persisten regiones extensas con temperaturas por encima de los valores promedios. A futuro, la mayoría de los modelos indican que el borde entre condiciones del ENSO-neutral/El Niño débil continuarán, y alrededor de la mitad sugieren que El Niño se desarrollará, pero permanecerá en un estado débil.
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Las tormentas que fueron noticia
GRANIZO — 1. 29/10/2012 MARCOS PAZ BUENOS AIRES Piedras de 4 - 5 cm. 2. 28/10/2012 RICARDONE SANTA FE Granizo de 5 cm. 3. 28/10/2012 ROJAS BUENOS AIRES Piedras de 1 cm. 4. 22/10/2012 GRANADERO BAIGORRIA SANTA FE 5. 19/10/2012 CÓRDOBA CÓRDOBA 6. 16/10/2012 RESISTENCIA CHACO 7. 09/10/2012 CONCORDIA ENTRE RÍOS Granizo entre los 2 y 3 cm. 8. 09/10/2012 SANTA FE SANTA FE
El calentamiento de los océanos genera vapor de agua, que llega al continente y llueve. “En nuestra zona llueve más, y mucho”, acotó García y destacó que hay 40% más de días de lluvia por año en comparación con lo que llovía antes del año 1980. Eso se ve tomando como referencia a la ciudad de Rafaela, por ejemplo, cercana unos 95 kilómetros de la capital de Santa Fe. “En este momento lo que está determinando la situación actual es, fundamentalmente, la temperatura de los océanos, el balance de radiación en el tope de la atmósfera y la pequeña perturbación que puede haber en la circulación general de la atmósfera”, afirmó García. Según explicó, las modificaciones en la temperatura provocan cambios en la circulación, de la cual dependen las precipitaciones. Algunos especialistas vinculan las modificaciones en el clima con cambios en la radiación solar. “La realidad es que eso hoy no lo podemos medir con los instrumentos que contamos. Por eso no se puede afirmar que no afecte, pero tampoco se puede aceptar como un hecho cierto”, analizó. ¿Cambio o variabilidad? Los océanos, la atmósfera, los hielos continentales y marinos –la criósfera-, la vegetación y la litósfera; todos juntos conforman el sistema climático que “es uno solo y muy complejo”, recalcó García. Y es en ese sistema que hay una cantidad de agua, “lo que sobra por un lado, le falta por el otro”, comentó. De este modo, mientras que en el nordeste de Argentina, el sur de Paraguay y
Algunos eventos meteorológicos tuvieron su momento de fama en redes sociales y medios de comunicación, debido a la dimensión del fenómeno, medida en agua caída, velocidad del viento y también tamaño del granizo. Al observar el Litoral y el río de la Plata no se piensa en tornados, pero la realidad es que dadas ciertas condiciones estos fenómenos pueden ocurrir. “Históricamente para que ocurran se requería que la litósfera (o el suelo) estuviera caliente”, destacó Norberto García. Así, el 10 de enero de 1973 San Justo fue golpeada por un tornado categoría F5 que dejó un saldo de 63 muertes. “Se produjo en la época de calor, que es precisamente cuando uno espera que aparezcan esos fenómenos. Pero que haya granizadas en los meses de junio, julio y agosto, así como el que haya tornados fuera de temporada, eso es lo que estamos viendo y no es esperable”, subrayó el climatólogo.
de Brasil hay lluvias en exceso, en el nordeste de Brasil y en Colombia sufren de sequía. “Esto último es gravísimo porque el río Magdalena, por ejemplo, genera el 85% de la energía de Colombia y si no tienen agua”, analizó. A pesar de esta dinámica permanente, no todo lo que cambia es señal de un “cambio climático”. Los climatólogos se refieren a la variabilidad climática para referirse a las variaciones propias de un estado atmosférico en su estado de equilibrio provisorio. Toman como referencia, para ello, períodos interanuales o interdecadales. Mientras tanto, al referirse a un cambio climático se pone el énfasis en que precisamente lo que se modificó es la línea media de ese equilibrio y para ello se toman períodos de tiempo mayores. “Cuando hay un cambio se modifica el
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RÁFAGAS DE VIENTO — 13. 30/10/2012 CÓRDOBA CÓRDOBA
TORNADO — 20. 03/11/2012 CÓRDOBA CÓRDOBA
14. 23/10/2012 GENERAL LAGOS SANTA FE 80 km/h.
21. 29/10//2012 RÍO TALA BUENOS AIRES 110 km/h.
15. 22/10/2012 GENERAL LAGOS SANTA FE 70 km/h.
22. 04/04/2012 4 TORNADOS BUENOS AIRES Dos F2 zigzaguearon desde el sur de Luján, pasando por General Rodríguez, Moreno, Merlo, Ituzaingó, Castelar, Morón, Haedo, Ramos Mejía, zona sudoeste y sur de Capital Federal y finalmente Dock Sud. Otro F2 desde Ciudad Evita hasta Punta Lara F1 en Almirante Brown.
16. 16/10/2012 GENERAL LAGOS SANTA FE Ráfagas de 68 km/h 17. 19/09/2012 URUGUAY Vientos de 170km/h. en Punta del Este y 120 km/h. en Montevideo 18. 18/09/2012 SALTA SALTA Velocidades entre 80 y 120 km/h. 19. 18/09/2012 GENERAL LAGOS SANTA FE 95 Km/h.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional
9. 02/10/2012 SANTA FE SANTA FE 10. 02/10/2012 PARANÁ ENTRE RÍOS 11. 18/09/2012 EL COLORADO FORMOSA Granizo menor a 1 cm. 12. 05/09/2012 SAN AGUSTÍN CÓRDOBA
promedio, la dispersión alrededor de ese promedio y se van modificando otras componentes del sistema climático que van cambiando el comportamiento”, destacó el especialista. En Santa Fe, por ejemplo, los investigadores de la UNL identificaron tres períodos con diferencias climáticas significativas a lo largo del siglo XX y hasta la actualidad. Así, mientras que en los comienzos del 1900 y hasta la década de 1930 fue un período húmedo, le siguió otro, entre los años ´40 y los ´60, seco. Finalmente, en la década de 1970 comenzó un período que parece extenderse hasta la actualidad denominado como “hiperhúmedo”, ya que presenta un incremento en las lluvias del 20%, mientras que los caudales de los ríos de la región se incrementaron en un 35%. “Es un salto enorme que marcó un período con grandes
inundaciones del Paraná y de los bajos submeridionales”, destacó. Estos escenarios de cambio no sólo son de interés para meteorólogos y climatólogos ya que las modificaciones en el clima de una región repercute en una variedad de dimensiones que incluyen su actividad productiva, organización territorial y obras de ingeniería. Según explicó García, las obras de infraestructura requieren una previsión en función de la cual se calculan los márgenes de seguridad. Los que se tomaban de referencia hace décadas pueden ya no ser válidos.
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Tiempo loco
SOBRE MOJADO El décimo mes de 2012
se caracterizó por las continuas precipitaciones,
al punto de ser el segundo más lluvioso de los últimos 40 años en la región.
¿Es el síntoma de que algo está cambiando
o parte de los caprichos habituales del tiempo?
Octubre, mes atípico para las lluvias FERNANDO LÓPEZ —
En 2012, octubre fue el mes más lluvioso del año, con nada menos que 256,6 mm caídos. El mes que le siguió fue febrero (157,4 mm) y el tercero fue marzo (135,2 mm). Pero este octubre fue aún más especial, si se analiza desde una perspectiva histórica a largo plazo: quedó registrado como el segundo octubre más lluvioso de los últimos 40 años. Lidera el ranking el de 1993, cuando precipitaron 484,2 mm. La pregunta es: ¿se trata de algún cambio que esté sucediendo en el sistema climático? Todo parece indicar que para entender qué sucedió este 2012, hay que analizar cómo se distribuyen las lluvias en la región cada año. Octubre de 2011 fue similar al de 2012. Sin embargo, que la mayor cantidad de lluvias hayan caído en octubre se entiende desde el punto de vista de los fenómenos cíclicos que ocurren dentro de períodos de varios meses. “Cada año, en nuestra zona, la temporada de lluvias arranca a fines de septiembre o principios de octubre y termina en marzo o abril, pero generalmente son éstos dos últimos los meses más lluviosos del año. Eso no quita que justo en octubre se puedan registrar las mayores lluvias acumuladas”, explicó Ignacio Cristina, integrante del Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM), de-
pendiente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL. Según acotó, si nos remontamos a dos años atrás, a 2010, en octubre hubo 57 mm de lluvias, la mitad de lo que se esperaba según los datos históricos que dispone el CIM. En contrapartida, en febrero de ese mismo año, precipitaron 357 mm, mucho más de lo medido en octubre de 2012. “En general, los máximos picos de los últimos diez años se dieron mayormente en marzo, coincidiendo con el máximo de la temporada de lluvias en un año típico. No se puede decir que octubre marque una tendencia, sino que es una casualidad que se dio tanto en 2011 como en 2012. En 2009, por ejemplo, octubre no fue muy lluvioso, pero sí lo fue marzo, noviembre y diciembre. Si nos remontamos un año más atrás, el mes más lluvioso fue febrero”, detalló. Un dato interesante, y que tocó de cerca a todos los santafesinos, es que en los años 2003 y 2007, en los meses de febrero, marzo y abril, se tuvieron condiciones de lluvias extraordinarias. Esos mismos años, la ciudad se inundó en marzo-abril producto de estos fenómenos. Para Cristina, esto marca un comportamiento típico para nuestra región.
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COMPARACIÓN DE MILÍMETROS DE LLUVIAS ENTRE SEPTIEMBRE Y OCTUBRE DE 2012
Promedios anuales Podría decirse entonces que octubre fue un mes muy húmedo que condice con un año extraordinariamente lluvioso. Pero, según los datos históricos, lo que va del año 2012 fue prácticamente normal. Sin ir más lejos, en 2011 hubo más precipitaciones: entre enero y octubre cayeron 1008 mm, mientras que en el mismo período de 2012 fueron 919 mm. “Este año, a pesar de haber tenido lluvias muy importantes en febrero, marzo y octubre, en el resto de los meses se registraron precipitaciones normales o inferiores. En 2010 las precipitaciones acumuladas para el mismo período fueron de 952 mm, casi lo mismo que los dos años siguientes”, contó Cristina. “Los promedios de lluvias anuales de Santa Fe siempre rondan los 900 y los 1000 mm. Uno puede asombrarse porque las lluvias se duplicaron en octubre de 2012, pero en julio, por ejemplo, cayeron 9 mm. Casi nada. Sólo el día 20 de octubre se acumuló casi la misma cantidad de lluvia que llovió todo ese mes”, apuntó. Los datos de lluvias de que dispone el CIM comienzan desde 1901, pero por una cuestión de seguridad y exactitud del dato se toma desde la década del ´70, cuando se optimizó la manera de recopilar la información. Desde esa fecha hasta hoy, el año más lluvioso fue el 2000, con 1654,3 mm. Le siguen 1978 (1569 mm), 1973 (1409 mm), 2007 (1393 mm), año de una de las inundaciones por lluvias de Santa Fe, y 1981 (1377 mm), mientras que 2012 se encuentra ubicado en el puesto 32. “Se podría creer que 2003 (1056 mm), año en que se produce la otra inundación por lluvia, fue extraordinariamente lluvioso. Pero el problema de la catástrofe que vivimos los santafesinos estuvo generado en que, si bien se produjeron muchas lluvias en esta región, también se registraron precipitaciones muy importantes en la cuenca del Salado”, destacó.
Fuente: CIM (FICH - UNL)
Mes atípico A la luz de esos datos, Cristina aclaró que octubre de 2012 puede ser calificado como un mes atípico en cuanto a lluvias, pero no uno extraordinario, debido a que si bien registró un monto elevado, cuando se refiere al total anual no representa un valor significativo. “Octubre de 1993 sí puede ser catalogado como extraordinario, porque llovió casi la mitad del total anual de la región, o marzo de 2007, porque cayeron 551,5 mm”, argumentó. “Lo que pasó ahora nos cambió un poco el panorama de octubre, pero, en general, la tendencia se sigue manteniendo. Ahora hay una tendencia a que el fenómeno Niño se mantenga en muy leve o que vaya decreciendo, por lo que se esperan condiciones muy típicas para lo que son nuestros veranos: lluvias normales, con posibilidades de montos un poco superiores, y temperaturas normales o superiores”, abundó.
Tiempo caprichoso Pero a pesar de toda la información disponible, según Cristina es difícil saber qué sucederá el próximo octubre o en todo 2013. “Por ejemplo, para julio de este año esperábamos 23 mm y 22 mm para agosto. Sin embargo, tuvimos 11 mm y 121 mm, respectivamente. Esto sucede porque las estadísticas sirven como una herramienta para saber qué podemos esperar. Si alguien tiene que hacer una obra, sabrá que la deberá llevar a cabo entre junio y agosto, porque lloverá menos. Sin embargo, no quiere decir que no lloverá, sino que habrá menos probabilidades. El problema es que la naturaleza es muy caprichosa”, destacó. A ese “capricho” se suma el hecho de que las personas que trabajan en meteorología, calculan qué puede suceder con el tiempo con sólo una pocas variables de estudio (presión atmosférica, temperatura, humedad, vientos y radiaciones, etc), cuando en realidad en estos fenómenos intervienen muchísimas más, muchas de ellas imposibles de ser medidas con las tecnologías con las que cuentan hoy. “Uno trata de dar un pronóstico lo más acertado posible, pero es una quimera decir que mañana lloverá tal cantidad de milímetros a una determinada hora”, finalizó.
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Mirar el cielo... y leer las nubes FERNANDO LÓPEZ —
No es de agoreros sino cuestión de meteorología la posibilidad de “leer” las nubes para saber qué sucederá (o no sucederá) con el tiempo cuando presenten determinadas características. Es que la ciencia ya se ha dedicado a sistematizar las formaciones nubosas y así poder predecir mejor los fenómenos.
Cirrus El nombre “cirrus” deriva del latín “hebra de cabello” o “mechones”. Un cirrus o cirro es un tipo de nube compuesto de cristales de hielo y caracterizado por bandas delgadas, finas, acompañadas por “copetes”. A veces estas nubes “en voluta” son tan extensas que virtualmente resultan indistinguibles una de otras, formando
Stratus Stratus o estrato -del latín “extendida, ensanchada”- es una nube caracterizada por capas horizontales con una base uniforme, en oposición a las nubes convectivas que son tan altas como anchas (las Cúmulus). El término Stratus se usa para describir nubes chatas, sin formas, de baja altitud. Estas nubes no suelen precipitar, transformándose, si están suficientemente bajas en altitud, en neblina, niebla, o en llovizna. Las formaciones de estratos vienen acompañados de precipitación con nimbostratus. Esas formaciones a altas altitudes de estratos incluyen a altostratus y cirrostratus.
una hoja o velo llamado “cirrostratus”.
Cúmulus
Nimbus
Desde principios de 1800, basados en una clasificación del químico inglés Luke Howard, los meteorólogos conocen a las nubes altas (ubicadas a una altura que varía entre los 5 a 13 km) como Cirrus, Cirrocumulus y Cirrostratus; mientras que las nubes medias (2 a 7 km) pueden ser Altocumulus, Altostratus y Nimbostratus; y las bajas son Stratocumulus y Stratus. Las que se desarrollan verticalmente, por lo cual no se pueden clasificar por su altura, son Cumulus y Cumulonimbus. Según el meteorólogo y periodista científico Mauricio Saldívar, las nubes son producto de la condensación del agua que, dependiendo de su altura, se encuentra en estado líquido o sólido. Por otro lado, la forma de esas nubes responde a su proceso de formación: “Por ejemplo, nubes tipo Cumulus se forman por el ascenso del aire desde capas más bajas de la atmósfera hacia arriba, lo que le da forma de copas invertidas o cúmulos. Además, existen las de tipo Stratus o nubes estratificadas, que tienen un proceso de formación muy lento”, contó. “Por otra parte, los cirros o tipo Cirrus, son nubes situadas en niveles altos que se componen de cristales de hielo. A la vez, los Nimbus son nubes asociadas a las precipitaciones, son más densas y generalmente se dan en capas estratificadas”, aseveró.
Nimbus es una palabra latina que significa ‘nube de lluvia’ o ‘tormenta de lluvia’. El prefijo ‘nimbo-’ o el sufijo ‘-nimbus’ indica una nube de precipitación; por ejemplo, una nube nimbostratus es una nube stratus de precipitación, y una nube cumulonimbus es una nube cúmulus de precipitación, que llega al suelo en forma de lluvia, granizo o nieve. Son de color gris oscuro y su base es irregular.
Cumulusnimbus Saldívar destacó además que los Cumulonimbus se pueden identificar por ser las nubes de mayor desarrollo vertical que cubren los tres niveles de altura: las capas altas, medias y bajas: “Tiene entre 12 y 15 km de desarrollo y son las que generalmente están asociadas a las tormentas. En sus distintos grados de desarrollo, los Cumulus pueden producir chaparrones, mientras que los Stratus pueden provocar lloviznas y lluvias”, detalló. “Muchas veces los Cumulonimbus están acompañados por un yunque, nube de forma aplanada de gran desarrollo vertical debido a que las gotas van creciendo por choque. Cuando estas nubes alcanzan un determinado nivel, comienzan a solidificarse y formar granizo que choca con otros cristales de agua y adquiere mayores dimensiones. Finalmente, ese granizo alcanza un peso que vence la resistencia del aire y cae al suelo”, apuntó.
Además, son esos mismos yunques los que generan intensa actividad eléctrica, según acotó. “Hay también Cumulonimbus denominados calvus, que tienen formas redondeadas y pueden generar precipitaciones. Pero hay muchos más: los Cumulus congestus, mediocris, humilis y otras formas de clasificación que dependen del nivel de desarrollo vertical que posean”, enumeró. “Una nube curiosa es la mamatus, que crece debajo de las Cumulonimbus y que se llaman así porque tiene forma de mama. Además, hay otras con forma de platos voladores llamadas Altocumulus lenticularis, que se ven en zonas de montañas y que indican turbulencias”, afirmó. Saldívar expresó por último que existen muchas más clasificaciones y que desde 1950 no se incorporan nuevas formas al atlas de nubes. Por ahora, basta saber que cuando se aproxime una nube tipo Cumulonimbus habrá que ir preparando el paraguas.
Cúmulo, cumulus en latín, significa ‘por acumulación’. Los cúmulos o cúmulus son un tipo de nube que exhibe considerable desarrollo vertical, tiene bordes claramente definidos y un aspecto que a menudo se describe como algodonoso o parecido al algodón. Los cúmulos pueden formarse solos, en filas o en grupos. Dependiendo de los fectos de otros factores atmosféricos, como la inestabilidad, la humedad y el gradiente térmico, los cúmulos son precursores de otros tipos de nubes, como el cúmulonimbo.
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RECURSOS HÍDRICOS Y CAMBIO CLIMÁTICO
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Proponen usar el agua con más eficiencia para afrontar su escasez Mariana romanatti —
Según el Dr. Luis Garrote de Marcos, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, la disponibilidad de agua a fin de siglo en el sur de Europa se reduciría un 30%. Mejorar la eficiencia en su uso, incluso en escenarios de abundancia, es una medida clave para mitigar esta problemática causada, entre otros fenómenos, por el cambio climático.
El cambio climático está alterando el comportamiento de los sistemas naturales. En los recursos hídricos, su impacto puede disminuir la disponibilidad de agua en el futuro, modificar la frecuencia e intensidad de inundaciones, entre otros efectos. “La medida clave para mitigarlos consiste en mejorar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, incluso en situaciones de abundancia de agua, y cuantificar con precisión la disponibilidad del recurso en relación con la demanda. Es muy importante que la sociedad en su conjunto comprenda que los recursos hídricos constituyen un patrimonio natural que debe ser protegido y no utilizado indiscriminadamente”, afirmó el Dr. Luis Garrote de Marcos, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid que visitó recientemente la FICH para desarrollar actividades en el marco del proyecto Vulnerabilidad, Impactos y Adaptación al Cambio Climático sobre los Recursos Hídricos en Iberoamérica (VIAGUA) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, CYTED Investigación. Según el especialista, la disponibilidad de agua a fin de siglo en el sur de Europa se reduciría un 30%. Es una estimación que obtuvo a través de análisis predictivos a largo plazo (período 2070-2100), realizados en cuencas de ese continente. No obstante, “la metodología y las
herramientas de análisis utilizadas son aplicables en cualquier parte del mundo con escasez de agua”, aclaró Garrote de Marcos tras comentar que algunas regiones de Iberoamérica, como la patagonia argentina, comparten este problema que padece el mediterráneo europeo. Cambio de paradigma Mejorar la eficiencia en el uso del agua supone, para su materialización en políticas públicas, un cambio de paradigma en la gestión de los recursos hídricos. “En muchos países del mundo es posible observar este cambio, ya que no se trata de potenciar la utilización del recurso, sino de regular la demanda para garantizar su disponibilidad en el futuro. Se ha pasado de una visión centrada en los usos del agua a un enfoque basado en la protección y conservación del recurso”, remarcó el especialista. Según Garrote de Marcos, esto exige establecer un orden de prioridades de los diferentes usos del recurso, de acuerdo a la realidad de cada región donde se aplique. “Es decir, discriminar entre los usos en áreas urbanas y rurales, así como entre el consumo humano para satisfacer necesidades básicas o para realizar actividades económicas o recreativas”, explicó. Además de este cambio de paradigma, el investigador destacó la importancia cada
vez más creciente de la participación ciudadana en la definición de políticas públicas. “En la década de los 70 y 80, las políticas vinculadas a la gestión de los recursos hídricos eran normalmente tomadas en ámbitos gubernamentales y por personal técnico especializado. En los últimos años, en numerosas partes del mundo se ha incremento la participación de distintos actores sociales, como asociaciones de consumidores y organizaciones no gubernamentales, en los procesos de toma de decisiones”, concluyó. Sinergia VIAGUA, coordinado por Garrote de Marcos, tiene como objetivo promover el intercambio de conocimientos y experiencias entre grupos y proyectos de investigación, basados en análisis de vulnerabilidad, evaluación de impactos e identificación de políticas de adaptación al cambio climático sobre los recursos hídricos. En Argentina, la UNL a través de la FICH es la única institución universitaria que participa con sus investigadores Marta Marizza (coordinadora del grupo), Gustavo Ferreira, Leticia Rodríguez y Andrea Gómez. El taller realizado en Santa Fe tuvo como objetivo cuantificar el impacto del cambio climático en cuencas de llanura mediante métodos de evaluación confiables.
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el tema
Tiempo loco
La variable clima y los cultivos FERNANDO LÓPEZ —
En medio del cambio climático, la capacidad de adaptación de todo el sistema agronómico será fundamental. Los modelos de simulación podrían ayudar a afrontar los cambios. Para eso se creó la “agromática”, una disciplina que combina las ciencias agronómicas con la informática.
Aunque diversas variables influyen para pronosticar el futuro de los cultivos, por ejemplo, las plagas o los precios que se manejan en el mercado, una de las más importantes es la del clima. A la vez, es compleja y dinámica, por lo cual se utilizan diversos sistemas de simulación para poder estimar qué sucederá en el futuro del agro. “Es difícil tener todos los datos exactos para poder decir con precisión cuál será el clima en una o dos semanas. Ni hablemos de predecir qué puede suceder en marzo o abril del próximo año. Sólo tenemos escenarios probables, tendencias”, dijo Daniel Grenón, que trabaja en Agromática, una disciplina que usa la informática para procesar, capturar y distribuir información relacionada con los sistemas agropecuarios. Sin embargo, sostuvo que a nivel mundial se está proyectando el cambio climático hasta el 2050-2100: “El problema es que esas perspectivas se basan en datos del 2012, aunque no sabemos a ciencia cierta cómo evolucionará el clima en el mundo. En el corto plazo, sabemos que estamos pasando por una etapa de un Fenómeno de El Niño que se suponía que sería moderado pero que no lo fue tanto. Pensamos que a mediados o fines de diciembre se atemperará y entrará en un proceso más normal”, acotó. En este sentido, el especialista comentó que con ese dato es suficiente para saber que habrá mucha humedad hasta fines de diciembre y que irá disminuyendo hasta febrero, algo que les sirve a los ingenieros agrónomos para crear planes de fertilización y de manejo ante la probabilidad de ataques de plagas. “Sin embargo, no sabemos otros datos como qué precios habrá o qué enfermedades tendremos”, planteó Grenón, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL.
Corrimiento Las simulaciones agromáticas que utiliza Grenón tienen incorporada información meteorológica que les proporciona INTA Rafaela desde el año 1937. A la vez, se encuentran armando bases de datos de los suelos de la provincia. De ese modo, saben que desde hace unos 40 años el clima fue cambiado bastante en nuestra zona. “Hubo un período de bonanza en cuanto a lluvias, lo cual facilitó el corrimiento de la frontera agrícola. Las lluvias que antes se daban hacia el este se fueron corriendo hacia el oeste”, destacó. Grenón sostuvo además que, a futuro, para Santa Fe y el centro de la Argentina esperan una tendencia al incremento de esas lluvias: “Todo esto nos sirve para ir previendo un escenario con 10 o 15 años de anticipación y armar una infraestructura para adecuarnos a ese posible cambio”, adujo. Por otra parte, a nivel micro, afirmó que los productores no se muestran preocupados por esos largos plazos, sino sólo por saber qué sucederá en los lapsos que duran las campañas. “En cuanto a los escenarios del 2050, por ejemplo, no sabemos exactamente qué sucederá, porque puede ser que haya más o menos humedad que ahora, según los distintos modelos. Sin embar-
go, si a la humedad le sumamos aumento de temperatura y mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, será un escenario beneficioso para la agricultura en nuestra zona”, añadió. Cultivos Grenón precisó además que algunos cultivos también influyen en ese cambio climático del que tanto se está hablando: “Los arrozales, por ejemplo, favorecen el efecto invernadero, porque emiten gas metano. En el país esa producción es relativamente importante, pero en el sudeste asiático, en Brasil o en África lo son mucho más”, recordó. “El maíz será un cultivo que será beneficiado por el cambio climático debido a la mayor temperatura invernal y a la menor cantidad de heladas. Pero otros cultivos de verano podrían llegar a sufrir en su productividad por períodos de sequía cortos, como tuvimos el año pasado o el anterior”, aseveró. En este sentido, puntualizó que cambios tan drásticos de lluvias y sequías como ocurrieron en los últimos años son altamente dañinos para los cultivos: “No es lo mismo una lluvia de 100 mm que diez lluvias de 10 mm, porque estas últimas se absorben menos y la planta puede aprovechar mejor el agua. Por su parte, la abundancia de líquido erosiona los suelos
o los inunda, y se aprovecha poco el recurso, al tiempo que ahoga las raíces. La variabilidad es muy importante”, observó. A la vez, el cambio climático provocará más enfermedades en las plantas: “Habrá mayor necesidad de aplicar controles o de generar especies resistentes a las nuevas condiciones”, auguró. Adaptación Ante ese panorama, Grenón insistió en la necesidad de preparación y adaptación de los productores. “La gente deberá prepararse con tecnología que vayan preparando las empresas privadas o los servicios públicos tecnológicos, con nuevas herramientas, además de capacitación”, subrayó. “También será necesario un nuevo ordenamiento territorial o aportes como el aislamiento de genes que permitan a cultivos de consumo masivo sobrevivir a períodos poco lluviosos, con lluvias intermitentes o bien para soportar lluvias intensas”, enfatizó. A corto plazo, los modelos desarrollados por la agromática son útiles para la toma de decisiones antes de comenzar una cosecha: “Luego, sobre la marcha, se puede ir corrigiendo la ejecución de los programas en función de las lluvias, de los cambios de precios o de lo que presente el mercado”, finalizó Grenón.
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Imagen de probabilidad de granizo emitida por el radar el 2 de octubre de 2012 a la madrugada, cuando se produjo una de las últimas grandes granizadas en la ciudad de Santa Fe.
Un radar meteorológico ayuda a estudiar fenómenos extremos PRISCILA FERNÁNDEZ —
Gracias a una terminal de recepción de datos instalada en la UNL, investigadores son capaces de analizar la ocurrencia y distribución de fenómenos meteorológicos en el centro de Santa Fe y Entre Ríos. El radar –dependiente del INTA– está ubicado en la localidad entrerriana de Oro Verde.
Prever la ocurrencia de fenómenos como tormentas convectivas o granizadas es un desafío para los modelos meteorológicos. Esto se debe a que se trata de fenómenos intensos, con un tiempo de vida breve y que se desarrollan muy localmente. La información recolectada por una estación meteorológica es puntual y puede no ser representativa para su área de influencia. Para poder estudiar y desarrollar modelos que ayuden a prever la ocurrencia de estos fenómenos en la zona central de Santa Fe y Entre Ríos, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) procesan imágenes del radar meteorológico instalado por INTA en la localidad entrerriana de Oro Verde. Si bien las imágenes satelitales muestran el desarrollo espacial de las nubes, no ofrecen el mismo nivel de detalle que permite un radar meteorológico. “Este equipo brinda información precisa y detallada en el tiempo y en el espacio. Por eso es una herramienta importante, no sólo para mostrar a través de la página web cómo va evolucionando una tormenta sino que permite usar esa información para estimar cómo puede evolucionar, qué puede pasar en media, una o dos horas”, explicó José Luis Macor, investigador del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (Cevarcam) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH). “Recibimos información directa del radar; llega en forma bruta a la terminal que se encuentra en la Facultad. Luego un software la procesa para la generación de diferentes productos”, sintetizó. Una de estas producciones se vuelca en un sitio web (www.unl.edu.ar/cevarcam) que ofrece acceso libre a imágenes procesadas que se actualizan cada diez minutos. Además, los investigadores generan otro tipo de análisis que pueden servir de insumo para la toma de decisiones de diversas instituciones.
¿Cómo funciona? Los radares funcionan con ondas electromagnéticas en el rango de las microondas. Se trata de un tipo particular de onda que viaja en forma rectilínea por la atmósfera y que a medida que se aleja del emisor se va dispersando, formando un volumen de muestreo. Las ondas rebotan en los hidrometeoros que interceptan –como las gotas o partículas de hielo, por ejemplo- permitiendo medir su distancia relativa al radar, altitud y velocidad. El radar obtiene datos de reflectividad de los hidrometeoros, distribuidos espacialmente, que deben procesarse para detectar celdas de tormenta, conocer el desarrollo en altura de las nubes, determinar velocidad y dirección de viento y estimar cómo se distribuye la lluvia en el espacio. “Cada imagen corresponde a una superficie aproximada de 240km por 240km a una resolución de 1km cuadrado por píxel, esto genera información valiosa sobre la distribución de la lluvia, ya que es imposible instalar un número equivalente de pluviómetros que permita obtener la misma información”, destacó Macor. La tecnología de radar es muy útil pero tiene ciertas limitaciones que deben tenerse en cuenta para obtener el mayor rigor en los datos. Por una parte existe un límite infranqueable en la distancia hasta donde puede ver un radar y eso está determinado por la curvatura de la tierra. “Como las ondas viajan rectilíneamente, en cuanto se alejan también se van distanciando de la superficie de la Tierra. Por esto el alcance máximo de un radar es de unos 350km”, explicó Norberto García, director del Cervacam. Para predecir “Describir matemáticamente la dinámica de la atmósfera de manera exacta es imposible, las ecuaciones con las que se trabaja intentan, de manera aproximada, representar sus movimientos, pero son bastante limitadas”, recalcó Macor. Para poder predecir cómo se comportará la atmósfera en las horas siguientes, los investigadores analizan secuencias
de imágenes de radar. La evolución de cada fenómeno meteorológico es aleatoria y depende de las condiciones atmosféricas que lo determinan. Entonces, el trabajo consiste en analizar la serie de manera de encontrar una secuencia dentro de la aleatoriedad. Esa búsqueda se hace con modelos matemáticos. “La idea es correr el modelo muchas veces, generando distintas realizaciones posibles de ocurrencia de fenómenos, la más probable de ellas se toma como predicción. Aunque todo esto se encuentra en etapa de investigación”, contó. Lluvias y drenaje urbano Además de modelar los fenómenos meteorológicos, los investigadores pueden relacionar esta información generada con una cuenca, como el sistema de drenaje de una ciudad. De este modo es posible realizar una modelación hidrológica que consiste en combinar los datos de medición de lluvia con los valores de caudal a la salida de la cuenca. Actualmente, los científicos de la UNL están realizando este tipo de investigaciones sobre el sistema de drenaje de la ciudad de Esperanza, en Santa Fe. La ventaja de trabajar con imágenes de radar es que a cada subcuenca corresponde un cierto número de píxeles de la imagen, asociados con lluvia. “Para poder usar esa información estamos desarrollando un algoritmo que permita tomar todos esos pixeles que cubren una subcuenca y obtener una precipitación media ponderada. Ese valor de lluvia es el que se ingresa al modelo matemático de drenaje, y es diferente al valor de lluvia de las subcuencas vecinas”, dijo Macor. Además, trabajar con imágenes de radar presenta otra ventaja sobre la medición con pluviómetros: la instantaneidad de la información. “No todos los pluviómetros transmiten la información en forma online por lo que muchas veces se almacena y se la retira después que la tormenta pasó. Con las imágenes de radar, uno puede observar la evolución de las tormentas a intervalos de diez minutos y realizar una previsión casi online”, concluyó.
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e entrevista
Ficha personal Nombre Alberto Cassano Estado civil Casado Hijos 3 Ocupación actual
Alberto Cassano no duda: ni cuan-
Investigador superior emérito CONICET
do renunció a la sociología para
Profesor consulto de la UNL
seguir ingeniería química; ni cuando renunció a su vocación política
Pequeña biografía de un gran científico Alberto Cassano es un científico argentino especializado en el análisis y diseño de reactores químicos, en especial los reactores activados por radiación ultravioleta o fotorreactores. Su actividad actual se concentra en el estudio de nuevos procesos de tratamiento de aguas y aire contaminados, los Procesos Avanzados de Oxidación. Es egresado de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), doctorado en la Universidad de California (EUA), y actualmente es docente en las carreras de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, y en el Doctorado en Ingeniería Ambiental. Además, es investigador superior del CONICET. Es el fundador del INTEC y del Centro Regional de Investigación y Desarrollo (CERIDE) de Santa Fe y desde 1975 hasta 1982 fue el director general del Proyecto de la Planta Experimental de Agua Pesada por contrato con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desde 2006 es profesor consulto de la UNL y miembro del consejo social. Es autor y coautor de varios libros y numerosas publicaciones científicas en la literatura internacional. Ha dirigido y codirigido cincuenta y cinco becarios y fue el supervisor de las tesis doctorales de los dos primeros doctores en ingeniería graduados en la Argentina. Ha recibido numerosas distinciones. Entre las más destacadas sobresalen el Premio Consagración Nacional en 1993, el Premio de la Fundación Alexander von Humboldt de Alemania y de la American Association of Environmental Science and Engineering Professors de EE.UU. Hace poco fue declarado Ciudadano Ilustre por el gobierno de la Ciudad de Santa Fe, y recibió el Premio Konex de la Ciencia en 2003 en la categoría Ingenierías. Profesor Consulto En diciembre de 2006, el Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral declaró al Dr. Alberto Cassano Profesor Titular Consulto de la casa de estudios. Esta es la primera vez que la Universidad entregó esta distinción y para ello el HCS tuvo en cuenta los antecedentes de referencia como así también los vinculados con su participación institucional. En su oportunidad Cassano agradeció y también se disculpó: “Nunca dejé de pedir permiso o golpear la puerta al menos dos veces, después me abrí paso a los codazos”, confesó el investigador y solicitó: “Por todos los golpes que di, que sin duda fueron muchos, quiero pedir disculpas y a quienes alguna vez herí, aunque sea intelectualmente, les pido que me perdonen porque nunca fue algo personal. La única excusa que tengo fue mi obstinado convencimiento de que debía alcanzar los objetivos propuestos aunque en el camino tuviera que dejar molestos a algunos”.
para dedicarse de pleno a la investigación. Radiografía de un científico exitoso, que hoy cosecha los reconocimientos sociales de una carrera prolífica.
En más de 50 años de carrera dijo más veces no que sí. Aun así le alcanzó para trazar una biografía llena de logros de todo tipo: fundó el INTEC, creó el Doctorado en Ingeniería Química en la Argentina y dirigió al primer doctor en ingeniería química de la Argentina; dirigió el diseño de la planta de agua pesada, militó en política, quiso ser sociólogo y no pudo, trabajó en una empresa y renunció “cuando la empresa intentó que haga cosas con las que no estaba de acuerdo”; y viajó a Estados Unidos para hacer su posgrado y fue el primer doctor en Ingeniería del país. Es padre de dos profesionales universitarios y de una adolescente. Se casó dos veces y todavía tiene aspiraciones políticas pendientes. Hoy alterna su día entre su actividad en el laboratorio que dirige en el Parque Tecnológico, su tarea en la gestión y la docencia, y dice que le alcanza el día: “Duermo cinco horas por día. Es más: eran cuatro, pero negocié media hora más con el cardiólogo y media hora más con el flebólogo”. Una entrevista en profundidad con un científico polémico. —Cuando eligió la ingeniería química como carrera, ¿sabía que quería dedicarse a la investigación? —No. Yo elegí ingeniería química por una discusión con mi padre. Quería ser sociólogo, pero él se negó terminantemente, aduciendo razones que aun hoy no comprendo. Entonces me enojé, y dije: ‘me da lo mismo, elijo cualquier cosa’. Ahí decidí estudiar ingeniería química, no digo
por descarte, pero casi: quise estudiar en Santa Fe, para seguir viviendo con mi familia. Fue una especie de reacción a la negación de mi padre. —¿Y cuándo se enamoró de la ingeniería química? —Nunca me enamoré. Pero una vez que uno está en el baile, tiene que bailar lo mejor que puede. Hace 51 años que soy ingeniero químico, pero nunca me enamoré de la profesión. Sí estuve enamorado de muchas otras cosas. Siempre me gustó la política, y terminé dedicándole mucho tiempo a la política científica. Me gusta hacer cosas, de modo que fundé el INTEC, fundé el CERIDE... La ingeniería química es casi un accidente en mi vida, como consecuencia de esa discusión con mi padre. —Pero también se doctoró en ingeniería química... -—Le repito: una vez que está uno en el baile, tiene que bailar lo mejor que pueda. Y en contra de todos los que eran profesores míos, me fui a hacer un doctorado en Estados Unidos, y volví a la Argentina siendo el primer doctor en Ingeniería del país, cosa que no era común. —Así como eligió la ingeniería química por accidente, ¿también fue investigador por accidente? —Cuando terminé mi carrera de ingeniero químico me fui a trabajar a una industria. Y duré tres meses porque me peleé con todos. Entonces volví a la academia.
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ALBERTO CASSANO
Cuando regresé, me di cuenta de que lo que sabía no era suficiente para ser un buen profesor. Entonces decidí irme a estudiar a Estados Unidos, y cuando volví estaba casi decidido a dedicarme a la investigación. Me pareció que mi caracter no me iba a permitir un progreso fácil en una empresa. Ya había tenido una experiencia desagradable: cuando la empresa intentó que haga cosas con las que no estaba de acuerdo, me fui. Por eso pensé que las libertades que yo quería tener sólo me las podía dar la vida académica, y no el trabajo en una empresa. Durante varios años de mi vida fui un empresario de la comunicación y la educación: había que conseguir los fondos para hacer este edificio, los terrenos... Buena parte de mi vida mi actividad fue de tipo empresarial. Creo que hubiese podido ser un buen empresario si hubiese llegado rápido a la cima de la empresa. Pero mucho antes que eso me hubieran echado. —¿Compite la docencia con la investigación? —Creo que son complementarias. Es casi imposible concebir una persona que hace investigación sin hacer docencia. Me gusta ser docente, me atrae. Cuando volví de Estados Unidos estaba muy solo, pero tenía discípulos. Y les di siete cursos diferentes, para volcar lo que había traído de allá. Desde esa época doy clase. El trabajo real lo hacen los becarios. Además, cuando uno trabaja con gente joven, siente que tarda más en envejecer.
“El país puede cambiar y puede despegar de la mano de la ciencia”
En general mis éxitos han sido logros de mis discípulos y de mi familia.
La ciencia y la política —Usted ha planteado la necesidad de “federalizar” la ciencia. ¿De qué manera se logra esto? —Con decisiones políticas basadas en una justicia distributiva bien entendida, que deberían partir del Congreso. Y si se quiere tener más federalismo, de la participación de tan sólo una parte del mismo: la Cámara de Senadores, donde todas las provincias tienen igual representación. Ellos deberían fijar las pautas en cada presupuesto anual de ciencia y técnica acerca de la forma en que se deben aplicar los recursos en una forma similar a la co-participación de los impuestos en lugar de dejarles las manos totalmente libres a los ejecutores centralizados. Hay muy pocas provincias suficientemente organizadas como para manejar en forma correcta las complejidades que este tema acarrea. Pero hay muchas maneras de hacer federalismo en ciencia y tecnología e ir resolviendo de a poco las grandes diferencias. Si no se aplican, es porque en realidad no se quiere. —¿Cómo es la situación en otros países del mundo? —En países como Alemania existen las dos alternativas: el Gobierno Central y el equivalente a nuestras Provincias. Ambos concurren al objetivo. Ocurre algo
similar en algunas regiones de España, pero el grueso es centralizado. En Brasil, el Estado de San Pablo financia mucho más la ciencia y técnica que el Gobierno Federal, pero sólo a los que pertenecen a su jurisdicción. Estados Unidos tiene el financiamiento centralizado, pero a través de muy diversas fuentes (la Armada, el Ejército, la NASA, la National Science Foundation, el National Institute of Health, el Departamento de Energía, la Agencia Nacional del Ambiente, y la lista puede seguir mucho más). La Argentina es un caso complejo por lo reducido de la comunidad de ciencia y tecnología donde todos son amigos (o a veces muy poco amigos). De cualquier forma, una cosa es que el financiamiento esté centralizado y otra diferente es que los encargados de la ejecución sólo piensen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores. En los hechos, hay regiones totalmente olvidadas y la Capital Federal se lleva siempre la parte más sustancial de los recursos. —¿Qué rol cree que juega la divulgación científica en la consolidación de la ciencia y la técnica como herramientas para el desarrollo? —La divulgación científica y tecnológica es sólo una herramienta más aunque muy poderosa. Lo que más falta hace es dotar a los colegios públicos (primarios y secundarios) de mejores maestros y profesores y como mínimo duplicar la infraestructura, para que la enseñanza de todas las ciencias (las denominadas du-
ras y también las blandas) se haga con “las manos en la masa”. El problema de los docentes se resuelve de una sola manera y con dos medidas costosas pero insustituibles: mejores salarios y designaciones en un único establecimiento educativo, con una carga horaria que le permita, además de dar clase, capacitarse y ayudar a los alumnos con dificultades. Con profesores bien remunerados, dedicados, actualizados, con laboratorios o ambientes de trabajo equivalentes según el área y con mucho mejor estado de ánimo en los docentes, se puede lograr en los alumnos dos cosas fundamentales: que le pierdan el temor a los temas que “parecen” difíciles; y despertar en ellos el interés por la visión científica de las cosas que van aprendiendo. Complementado esto con un acceso simple y eficiente a la información que hay en Internet y buena divulgación científica, las vocaciones van a aparecer solas. El país puede cambiar y puede despegar de la mano de la ciencia.
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a actualidad científica
Integrar conocimientos, intereses y espacios en torno a actividades
La cultura científica como articuladora de saberes
lúdicas y creativas que promuevan la cultura científica, es uno de los desafíos que se propone la Facultad de Ingeniería Química de la UNL para profundizar sus acciones Lic. Carolina A. Revuelta Directora de Cultura Científica Facultad de Ingeniería Química | UNL culturacientifica@unl.edu.ar FB / Cultura Científica
de extensión al medio.
Ya nadie puede negar que se esté viviendo en sociedades del conocimiento, sociedades marcadas por los múltiples y vertiginosos avances científicos y tecnológicos que atraviesan el cotidiano mundo de decisiones personales y grupales. La posibilidad de tomar contacto con estos conocimientos de manera situada y significativa, a partir de los propios valores, capacidades y criterios sociales y culturales, es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los ciudadanos, las instituciones y las comunidades. Desde esta mirada, la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), emprendió en 2009 un recorrido que, como suele ocurrir en la historia de las construcciones colectivas, se inició con unos primeros “ensayos” surgidos de algunas mentes inquietas. Ese año se realizó la muestra “90 años produciendo ciencia” y el 1º Festival de Matemática de la FIQ, “aniMATE”, eventos orientados a estudiantes de escuelas primarias y secundarias y público en general. A partir de la respuesta
de la comunidad interna y externa, en 2010 la Facultad crea su Programa de Promoción de la Cultura Científica, instrumento institucional que articula en torno a objetivos más amplios e inclusivos, acciones que favorecen el vínculo entre las ciencias básicas y aplicadas y la comunidad. Entendiendo la cultura científica como compresión de la dinámica social de la ciencia, los actores se interrelacionan y participan del devenir continuo de la cultura, produciendo significados derivados de distintas prácticas, intereses y relaciones. Es por esto que el Programa incorpora medios y recursos que den cuenta de estas singularidades, generando diversidad de expresiones que influyen en el uso social del conocimiento. En este sentido, la FIQ, como institución de educación superior, es un actor privilegiado para la generación y gestión de procesos de educación no formal que contribuyan a la enseñanza y aprendizaje de las ciencias.
aniMATE. Juegos de mesa: buscan incentivar el
aniMATE. Gigantojuegos: proponen a los participantes “entrar” en el juego para poner en acción no sólo la mente sino también el cuerpo. Diseñados en tamaños gigantes y producidos en diversas materialidades, apelan a la búsqueda de estrategias de juego creativas.
pensamiento lógico y estratégico y la comprensión de conceptos matemáticos contenidos en cada propuesta. Para jugar individualmente o para compartir con otros, los juegos invitan a la interacción, el aprendizaje conjunto y a vivenciar la Matemática desde un abordaje lúdico.
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LOS FESTIVALES EN CIFRAS
117
escuelas participantes
89
de la ciudad de Santa Fe
38
de nivel primario
28
de 21 ciudades de la región
79
de nivel secundario
aniMATE 4 ediciones ~ 2009-2012
10.200 participantes Quántico 3 ediciones ~ 2010-2012
3.600 participantes alQuímica 2 ediciones ~ 2011-2012
5.200 participantes
alQuímica. Experimentos y autoexperiencias: a partir de recursos que invitan a los participantes a ser los hacedores de sus propias experiencias, se incentiva el abordaje significativo de la Química. Con la guía de docentes-investigadores, estudiantes y becarios, se habilita un espacio para ensayar, intervenir y observar múltiples fenómenos que atraviesan la cotidianeidad e interpretar sus fundamentos científicos.
Los festivales como puertas abiertas Asumiendo su rol y las capacidades de sus recursos humanos para aportar a la comprensión de la ciencia como práctica social, la Facultad puso en marcha sus “festivales”. Estos eventos en las áreas de matemática, química y física, persiguen diversos objetivos que se encuentran en un lugar común: la construcción de espacios de diálogos a muchas voces, donde todos tienen algo que decir y contar para avanzar colectivamente en un modo singular de abordar estos saberes. Cada festival, con su impronta disciplinar, su identidad y su relato, convoca a estudiantes de escuelas primarias, secundarias y de profesorados, maestros, docentes y público de todas las edades, y les propone experimentar en primera persona distintos aspectos de las ciencias básicas. Los festivales son una invitación y abren las puertas de la Facultad. Pero el desafío es también “trasponer umbrales”, salir a escuelas, barrios, y pueblos, social o geográficamente marginados, y establecer intercambios que sean significativos en cada contexto y realidad particular. Por una parte, el eje de las actividades se centra en el apoyo a la tarea de los docentes para la enseñanza de las ciencias
básicas en el aula. A través de talleres se facilita el intercambio de experiencias y expectativas, se enriquece el abordaje de temáticas socialmente significativas y con validez científica que resulten estimulantes para los alumnos. Asimismo, se busca motivar a los niños y jóvenes desde su curiosidad y su interés por conocer, cuestionar, resolver y ensayar. Es por esto que los festivales apelan a recursos lúdicos, métodos experimentales, autoexperiencias y trabajos en equipos, vinculando personas, conocimientos, vivencias, habilidades e intereses. En esta interacción, lo que aparece como valioso no es sólo la originalidad de artefactos y dispositivos, indispensables para captar la atención de grupos heterogéneos. Lo que genera valor y sentidos, es el aporte de estudiantes, becarios, profesores e investigadores que ponen a jugar en cada festival sus saberes y trabajan en conjunto con la Dirección de Cultura Científica que planifica, gestiona y concreta las acciones del Programa. Así, la FIQ trabaja de manera sostenida en la generación de ideas innovadoras y propuestas inclusivas que refuercen su compromiso social como institución divulgadora, educadora y generadora de cultura científica.
alQuímica. Talleres: se propone el abordaje
Quántico. Autoexperiencias: los participantes,
Quántico. Experiencias: a partir de actividades,
de la Química acercándola a situaciones o temas cotidianos. Para ello, se apela a métodos experimentales en el ámbito de los laboratorios, incentivando la articulación entre teoría y práctica, la capacidad de formular hipótesis, ensayar, analizar y compartir con pares y docentes procesos y resultados propios del método científico.
individualmente o en equipo, protagonizan sus propias experiencias como modo de resignificar y reconocer distintos aspectos de la Física. Se busca abrir interrogantes y aprendizajes a través de pruebas, observaciones e interacciones con materiales y dispositivos que dan cuenta de la intervención de la Física en diversos fenómenos del entorno.
dispositivos y artefactos demostrativos e interactivos, se busca generar vivencias que permitan comprender por qué las cosas suceden, provocando que sucedan. Las propuestas se orientan a evidenciar distintos principios de la Física y su interpretación teóricopráctica mediada por la guía de docentes, estudiantes y becarios de la FIQ.
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a actualidad científica
Muchas manos en un
IA RIMAR UELA P C S E A L NE UNL TIE CIA DE LA E CIEN D A T IS SU REV
Lic. Laura Corral Psicopedagoga Directora Escuela Primaria UNL
Viviana Edsberg Psicopedagoga Docente Escuela Primaria UNL
Desde sus orígenes el hombre buscó explicaciones que le permitieran comprender la realidad circundante. En estos últimos cuatrocientos años, la forma de conocer el universo en sus múltiples y complejas dimensiones se dio a través del desarrollo de la ciencia. La importancia de los avances científicos y tecnológicos se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad, por lo que en la actualidad ya nadie duda ni del lugar que este modo particular de explicar el mundo ocupa en la cultura, ni de la importancia de su socialización a través del sistema formal de educación. Sin embargo este reconocimiento está acompañado por la certeza de que su enseñanza no es fácil, ya que a la dificultad de carácter epistémico-pedagógica se le suma otra no menos compleja: la “significatividad” que la escuela le atribuye a la enseñanza de la misma. Esta significatividad es condicionada o enmarcada por los compromisos que imponen una determinada cosmovisión y una determinada definición de ciencia. Durante mucho tiempo la enseñanza de la ciencia, concebida únicamente como un corpus de conocimientos o colección de verdades objetivas, se limitó, fundamentalmente en la escuela primaria, a una transferencia de saberes disociada de la lógica del campo del conocimiento en que estos eran producidos. Creemos
que no podemos seguir trasmitiendo esta ciencia fosilizada, como si se tratara de un cuerpo cristalizado de ideas. Por el contrario, el concepto de ciencia que trabajamos está ligado no sólo al producto –conocimiento científico– de un área e la cultura humana, sino también al modo de trabajar de las personas que participan en dicha producción –comunidad científica– y la forma o formas en que dicho conocimiento se socializa –divulgación científica. Intentamos que los chicos de la escuela primaria de la UNL participen, desde la más corta edad, de esta visión de la ciencia como producto de una actividad humana, que forma parte de la cultura y que se encuentra asociada a las ideas, lenguajes y tecnología correspondientes a procesos situados históricamente. Y, en este sentido, también producto de decisiones que se toman en un determinado marco social. Desde esta concepción la enseñanza no sólo deberá generar situaciones de aprendizaje para que los alumnos puedan conocer y apropiarse de los conocimientos científicos, sino que también deberá promover la comprensión de la dinámica misma de este proceso de construcción, su modo de pensar, de hacer y de comunicar lo que produce. Apoyados en estas convicciones, los terceros grados de la Escuela Primaria de la
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UNL desarrollan un proyecto denominado “A ciencia cierta y por amor al arte”, que tiene como objetivo que los alumnos comprendan, parafrasenado a Chalmers, “qué es esa cosa llamada ciencia” a través del análisis y la reflexión sobre el pensamiento científico, por oposición a otros modos de conocimiento, en diferentes contextos históricos. De esta manera, y acordando con Gardner en que una persona tendrá más probabilidad de pensar como científico si examina a fondo un tema concreto que si trata de asimilar cien ejemplos diferentes provenientes de distintos campos, el proyecto propone cada año una sola pregunta fundamental. En su primera edición, en 2009, año Darwiniano, la pregunta fue ¿De dónde venimos?; al año siguiente ¿Por qué se mueven las cosas?; en 2011, año mundial de la Química, ¿De qué está hecho todo lo que nos rodea?; y este año, la energía. Desde el marco de la historia de la ciencia estas preguntas se constituyen en el punto de partida para experimentar, formular hipótesis, identificar regularidades, hacer generalizaciones e interpretar cómo funciona la naturaleza, procedimientos que reflejan el modo en que la comunidad científica construye el conocimiento. Ahora bien, es importante aclarar que los interrogantes formulados en el ámbito escolar tienen un carácter diferente
“Los chicos de los terceros grados de la Escuela Primaria de la UNL estuvimos trabajando sobre la teoría de la evolución. Conocimos a Cuvier, Lamarck y Darwin, aprendimos de sus discusiones y también tuvimos las nuestras”. Así comienza la Editorial de la revista número 1 de EsCiencia, pura creación de sus autores. En este espacio, se permiten –¡incluso!– reflexionar sobre la práctica de la ciencia: Cuando los científicos descubren una cosa lo publican, nosotros queremos hacer algo parecido a eso. Uno sabe una cosa y lo publica para que todos lo conozcan, porque es importante, y para que lo critiquen o no”. “Hicimos esta revista para que la gente sepa lo que aprendimos, para que sepa un poco más
a aquellos que surgen en el seno de la comunidad científica. No se trata, como es evidente, de producir un nuevo conocimiento a nivel social sino de que los alumnos puedan poner a prueba sus propias ideas a la luz del fenómeno a explicar o el problema a resolver, generando de esta manera una evolución en sus concepciones espontáneas. Así por ejemplo, la primera hipótesis que los alumnos construyeron para dar respuesta a la pregunta sobre el movimiento coincidió con la concepción que luego identificaron como aristotélica: “Las cosas se mueven porque algo las mueve o las obliga a moverse; las cosas al moverse dejan de estar quietas, por lo que el mo-
de lo que es la ciencia y de la vida de los científicos. Para que sepan qué es la evolución”, agregan en esta primera editorial, en la que cuentan en carne viva el proceso de discusiones que fue parte relevante del aprendizaje: “Para hacer la revista tuvimos muchas discusiones: ‘Hay que poner esto’, ‘no, esto’, ‘¡no!’. Y también con las teorías: ‘¡Creacionismo!’, ‘no, evolucionismo!’, ‘fijismo!’ y así”. O también relatan los pasos que llevaron a la realización de la revista: “Nos gustó mucho hacer la entrevista, y también fue raro, porque nos habíamos imaginado a un científico con barba blanca, anteojos, guardapolvo y los pelos parados. Y no, era una persona común, peladito ¡y con cholas!”.
vimiento es una alteración de lo inmóvil”. Este primer modo de interpretar el movimiento pudo ponerse a prueba, a través de diferentes estrategias planteadas en el aula, permitiendo que los alumnos lo refutaran avanzando hacia la construcción de también provisorias pero más complejas: “Existe el estado de reposo, todo es movimiento”. Cuando estas incipientes son confrontadas con las que el hombre ha ido elaborando a lo largo del tiempo, se pone en evidencia ante los alumnos que el pensamiento científico es subsidiario de un pensamiento mítico, originario, y que desde otra perspectiva también el arte tiene lo suyo para decir.
20 revista ConCIENCIA
a actualidad científica
¿De dónde venimos?
¿Por qué se mueven las cosas?
2009
2010
¿De qué está hecho todo lo que nos rodea?
Energía y sociedad 2012
2011
Luego, el proyecto también propone que este recorrido tenga como producto la publicación de una revista, que los alumnos han denominado EsCiencia - grandes preguntas pensadas con chicos. Los chicos participan de los complejos procesos implicados en la edición de una revista de divulgación: determinación de la intención comunicativa, selección de la información a comunicar, elaboración de los textos teniendo en cuenta un determinado formato textual, diseño y diagramación e ilustración. Pero además, si la ciencia es, como decíamos, pensar, hacer y comunicar, la publicación materializa la posibilidad de socializar este trabajo de producción colectiva y pone en acto un compromiso con la democratización del saber. En palabras de los propios autores, se trata de “dar a conocer lo que uno aprende, porque la gente se hace preguntas y uno puede decir algo de lo que se están preguntando; puede ayudar con sus respuestas a que otros se sigan haciendo preguntas, se sigan preguntando”. O, siguiendo su razonamiento y sus palabras: “Porque al final del recorrido nos damos cuenta de que tenemos la necesidad de contar todo lo que trabajamos, porque entendemos que lo importante no es lo que sabemos sino cómo llegamos a saberlo”. De esta manera, en el año 2009 se publicó el primer número de EsCiencia: “Darwin, una idea, una vida”. En él se plasmó el desarrollo de las diferentes concepciones que se fueron construyendo a lo largo de la historia para dar respuesta a la gran pregunta sobre el origen de la vida, tanto como el intenso debate que suscitó la idea evolucionista en la escuela. En el año 2010 el segundo número de la revista, denominado “Universo en movimiento” intentó dar a conocer el
modo en el que las distintas cosmovisiones incidieron de manera directa en lo que significó y significa el movimiento. Hace pocos días se presentó “Energía y sociedad. Una historia particular”, edición en la que los chicos se preguntan, averiguan y cuentan sobre aquello que “está presente en todo”, y que caracterizan como “el motor que mueve al mundo”. El tema fue elegido en concordancia con el Año Internacional de la Energía, algo similar a lo que ocurrió con anteriores números de EsCIENCIA (la última se había inspirado en el centenario del Premio Nobel otorgado a Marie Curie), y propone un recorrido por las fuentes de energía, la revolución industrial y un apartado destinado al desarrollo de la temática desde el área de inglés, siempre acompañado con las ilustraciones que impulsaron los docentes de plástica. Como docentes el desarrollo de este proyecto nos interpela, año a año, a elegir un camino entre muchos del laberinto de hechos y conceptos que pueblan la ciencia. Esto implica tanto una selección cuidadosa de conceptos y teorías cuanto la omisión responsable de otros. Sabemos que no estamos exentos de arbitrariedad, pero intentamos en todo momento no perder de vista el marco teórico nos sustenta y la convicción de que la ciencia, como capital cultural, debe ponerse al alcance de todos. Ya podemos compartir, orgullosos, una publicación con cuatro ediciones que da cuenta de que las preguntas que movilizaron al hombre y se convirtieron en motor de la ciencia también puedan ser pensadas y reflexionadas por los chicos con el mismo grado de seriedad y compromiso con el que son abordadas en el seno de la comunidad científica.
El recorrido de EsCiencia EsCiencia comenzó a salir en el año 2009, a partir de un proyecto generado por la propia escuela. A partir de entonces, y todos los años con los alumnos de tercero, los docentes proponen contenidos que son abordados de manera transversal por distintas áreas: plástica, inglés, ciencias y el aula. Las revistas hasta ahora fueron cuatro. Cada una tiene 20 páginas, está ilustrada por los propios alumnos e incluye contenidos redactados por ellos mismos, en apoyo constante de sus docentes. Paralelamente al proceso de aprendizaje de cada tema, los alumnos realizan un recorrido veloz por los pasos necesarios para la edición de una revista. Con la distribución de EsCiencia junto con la revista de divulgación de la UNL, completan el circuito: hoy EsCiencia llega también a todos los lectores de ConCIENCIA.
Bibliografía Babini, J. “El saber en la historia”. Editorial CEAL. México 1979. Bunge, M. “Seudociencia e ideología”. Editorial Alianza Universitaria. Madrid, 1985 Chalmers, A. “¿Qué es esa cosa llamada ciencia”. Editorial Siglo XXI. Madrid, 1984. Diaz, E. “El conocimiento científico. Hacia una visión crítica de la ciencia”. Editorial Eudeba. Buenos Aires, 2000 Koyre, A. “Estudio de historia del pensamiento científico”. Editorial Siglo XXI. México, 1984. Kuhm. T. “Estructura de las revoluciones científicas”. Editorial FCE. México, 1985. Russel, B “La perspectiva científica”. Editorial Ariel. Barcelona, 1983.
revista ConCIENCIA 21
El teatro, otra forma de divulgar la ciencia, estuvo presente en el II COPUCI
SEGUNDO CONGRESO INTERNACIONAL DE COMUNICACIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA
Comunicar la ciencia hoy, un desafío que se multiplica
Las ciencias son expresiones de la creatividad y la racionalidad humana, fuertemente condicionadas por el contexto cultural de época. Son manifestaciones culturales como tantas otras. Sin embargo poseen particularidades que las hacen de especial interés pero también sujetas a cuidadoso análisis. Las mismas ciencias que nos han permitido curar enfermedades, prolongar nuestra expectativa de vida, aproximarnos al menos, a entendernos como especie humana, son las mismas que en determinadas condiciones generan desigualdad, promueven el desbalance de poder, la exclusión y la pobreza. Además, aquello que se cuenta de las ciencias condiciona la forma en que son concebidas por la sociedad. En el contexto de estas ideas se realizó en San Luis el Segundo Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia (COPUCI 2012) en la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
Silvina Chávez Comunicadora Social Directora de Comunicación Universidad Nacional de San Luis
Antonio Mangione Biólogo / divulgador Profesor de Biología UNSL Contacto: copuci@unsl.edu.ar
Recientemente una parte de la sociedad ha descubierto que se encuentra en el medio de una tensión entre los supuestos (sobre los que no existen dudas) de los beneficios indiscutibles de las ciencias y los problemas que generan sus usos y abusos. Claros ejemplos son la crisis energética mundial, el calentamiento global, la contaminación del agua, el uso descontrolado de bienes compartidos como el agua, la madera y los suelos. Aunque más sutiles, la humanidad también se encuentra en una compleja red de tensiones y conflictos generados desde el poder político y económico de empresas, laboratorios farmacéuticos, grandes desarrolladores de tecnología, en su mayoría de capital transnacional. En este sentido pensar las ciencias no es sólo pensar en descubrimientos sobresalientes, en novedosos premios o en el último gadget. Requiere de una reflexión crítica, en el sentido recursivo, es decir en esta mirada que apunta a repensar nuestras posturas, nuestras acciones como sociedad, como profesionales, como periodistas, científicos o comunicadores.
Pensar la ciencia es una actividad que podría agotarse en sí misma, sino fuera porque en algún momento es comunicada. Lo hacemos cuando aún no siendo expertos mencionamos algo sobre la ciencias. Lo hacen los científicos cuando difunden entre sus colegas sus trabajos y estudios científicos. Lo hacemos periodistas y comunicadores cuando contamos, decimos o enunciamos algo sobre las ciencias. El desafío entonces se multiplica. ¿De qué hablamos cuando hablamos de ciencia? ¿Qué imagen, idea o sentido de las ciencias tenemos? ¿Qué idea de ciencia profesamos o comunicamos? ¿Qué imagen de científicas y científicos se ha construido a lo largo del tiempo? Más crítico aún, ¿por qué debería comunicarse la ciencia? No basta entonces saber cómo funcionan las cosas, o cuál fue el último descubrimiento en medicina o física cuántica, mientras la sociedad no disponga de elementos para reconocer las implicancias sociales, políticas y económicas de tales procesos o descubrimientos científicos. Ya no alcanza tampoco con proyectar
solamente los circuitos de traslación de los mensajes, desde la producción del conocimiento hacia las masas, indiscriminadamente; también resulta imperioso incluir la perspectiva del desarrollo humano y ciudadano, un ámbito al que la comunicación está siendo convocada para aportar ya no más desde una postura meramente difusionista, sino también desde la dimensión dialógica y relacional, prestando atención al sujeto y al colectivo social al que pertenece. Se puede hacer un esfuerzo mayor: a la par de contar, divulgar, mostrar los resultados de la ciencia se puede además comunicar, divulgar y mostrar quiénes generan conocimiento científico, en qué instituciones, con qué fines y para quiénes. Estos fueron los ejes sobre los que se desarrolló el COPUCI 2012, del 24 al 26 de octubre en el campus de la UNSL. La segunda edición del Congreso, cuya primera sede fue la Universidad Nacional de Córdoba, fue organizada por cuatro Facultades y la Unidad de Extensión San Luis del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Fue un espacio constituido desde la amplitud de temas, abordajes, disciplinas y profesiones. Comunicadores, periodistas, científicos, artistas, educadores, autoridades gubernamentales se dieron cita en COPUCI para presentar sus trabajos, contar sus experiencias en la comunicación pública de la ciencia, o expresarlas en formatos no convencionales. El Congreso involucró la realización de dos conferencias, cuatro paneles, tres foros de debate, más de veinte mesas de exposiciones, tres espacios para audiovisuales y dos charlas de divulgación (una sobre cuestiones nucleares, otra sobre física), además de una obra de títeres, otra de teatro y muestras fotográficas, audiovisuales y gráficas. La gran diversidad de actividades y temas expuestos aún puede consultarse en la web del evento: www.copuci.net
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a actualidad científica
Comunicadores, periodistas, científicos, artistas, educadores, autoridades gubernamentales se dieron cita en COPUCI para presentar sus trabajos, contar sus experiencias en la comunicacón pública de la ciencia.
COPUCI 2012 en números En COPUCI 2012 se expusieron más de 140 trabajos de investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Uruguay, Reino Unido y Estados Unidos. Las investigaciones y experiencias presentadas abordaron temáticas de las más variadas como casos institucionales de comunicación pública de la ciencia, el rol de los museos como espacios de interacción con la ciencia, los públicos y los medios, las instituciones académicas y científicas, ciencia 2.0, blogs y webs destinados a la difusión de temas científicos, los conflictos en torno a la ciencia, el arte como vehículo para comunicarla, experiencias no formales en el campo y aportes teóricos en la materia. Durante tres días se abrieron espacios para el debate y la reflexión a través de los paneles y los foros que propuso COPUCI. Los paneles contaron con la participación de periodistas, comunicadores y científicos y fueron el escenario de planteos en torno a “Espacios institucionales de la comunicación pública de la ciencia”, “Comunicación pública de la ciencia: contenidos, percepción y públicos” y “La ciencia y tecnología en debate: controversias técnico- ambientales en América Latina”. Los foros, pusieron en debate las acciones comunicativas desde el llano, indagando y reflexionando sobre “El papel de los portales y agencias en la comunicación de la ciencia”, “Acceso abierto: cómo publicar para no perecer… y también para que nos puedan leer” y “¿De qué hablamos cuando hablamos de ciencia?”.
Debates abiertos… COPUCI culminó con varios debates abiertos que servirán de plataforma para futuros encuentros. ¿A qué audiencia nos dirigimos desde los espacios en los que trabajamos como comunicadores de la ciencia? ¿Pensamos en audiencia, en audiencias, o es mejor hablar de actores? ¿El contexto en el que se hace investigación y en el que ésta se comunica, se vinculan? ¿Lo tenemos en cuenta? ¿Nos preocupa? ¿Para qué comunicamos? ¿Qué sesgos nos imponen las tecnologías? ¿Cuál es la relación entre la ciencia, los gobiernos y la comunicación? ¿Cuál con los grupos económicos? El viernes 24 por la tarde culminó la segunda edición de COPUCI. Fueron tres días de reflexiones, intercambios, preguntas (y algunas respuestas) que interpelan y atraviesan a la comunicación pública de la ciencia y la tecnología hoy. Desde el comité organizador se propuso que este cierre fuera abierto, participativo, en donde todos los presentes pudieran integrar aportes y reflexiones de lo que, a cada uno, le pasó durante las tres jornadas intensas de actividades. Se escucharon sugerencias para mejorar, felicitaciones y propuestas. El plenario decidió continuar anualmente con este espacio de encuentro, diálogo e intercambio entre los actores de la comunicación pública de la ciencia que busca reflexionar y pensar propuestas para edificar vínculos más sólidos con una sociedad inquieta, ávida de información, que está cambiando y seguirá cambiando. COPUCI 2013 ya está en marcha.
Sobre COPUCI La segunda edición del congreso tuvo lugar entre el 24 al 26 de octubre en el campus de la UNSL. Los números de lo que pasó: Dos conferencias, cuatro paneles, tres foros de debate, más de veinte mesas de exposiciones, tres espacios para audiovisuales y dos charlas de divulgación. También una obra de títeres, otra de teatro y muestras fotográficas, audiovisuales y gráficas. Se expusieron más de 140 trabajos de investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Uruguay, Reino Unido y Estados Unidos + info: www.copuci.net
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INSTRUCCIONES PARA LA PRESENTACIÓN DE CONTRIBUCIONES
PUBLICACIONES + info: www.unl.edu.ar/ediciones
Agua potable y saneamiento Su organización y regulación en Argentina, Latinoamérica y Europa
Las miradas del agua
$45.00
$30.00
ISBN 978-987-657-774-8
ISBN 978-987-657-776-2
COMPILADORA: SILVIA REGOLI ROA
AUTORAS: MARTA DEL CARMEN PARIS; MARÍA FERNANDA PAGURA; GRACIELA VIVIANA ZUCARELLI
1a EDICIÓN 2012 COLECCIÓN: CIENCIA Y TECNOLOGÍA AGUA POTABLE-SANEAMIENTO 154 PÁGINAS (25 X 17 CM)
Con el objetivo de contribuir a la comprensión de la problemática relacionada con la regulación de los servicios de agua y su saneamiento, la presente edición está dirigida a estudiantes de grado y posgrado de Economía, Ciencias Hídricas, Administración Pública y Derecho. Asimismo, las autoridades y organismos, así como a las entidades intermedias relacionadas con estos servicios y con la generación de conocimientos para mejorar la organización y regulación de este sector, encontrarán en este libro un amplio desarrollo del estado de la cuestión en Argentina, Latinoamérica y Europa.
Energía solar térmica Principios básicos y aplicaciones tecnológicas
1RA EDICIÓN 2012 COLECCIÓN: TEMAS DE CÁTEDRA TEMÁTICA: RECURSOS HÍDRICOS
De la evaluación •Los artículos enviados serán evaluados integrantes del Consejo Asesor de la revista y/o enviados a expertos de la UNL o de otras instituciones. Se evaluará: interés social; pertenencia a la revista; adecuación del lenguaje al público masivo; adecuación a las secciones de la revista.
80 PÁGINAS (17X17 CM)
Las miradas del agua hacen referencia a la oportunidad de incorporar la plasticidad natural del agua para acercarnos de manera transversal a un sinfín de actividades humanas relacionadas con ella. Los objetivos de la presente edición son: Funcionar como un material educativo para que los docentes aborden la educación sobre el agua desde su propia disciplina. Brindar acceso a distintos conocimientos sobre el agua. Proponer una visión de desarrollo que fomente la protección del agua, los ecosistemas y el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano.
El corredor de la costa Conformación del paisaje y reconocimiento de sus recursos culturales
$45.00
$70.00
ISBN 978-987-657-763-2
ISBN 978-987-657-717-5
AUTOR: ENRIQUE ALBIZZATI
COMPILADORA: ADRIANA COLLADO
1RA EDICIÓN 2012
1RA EDICIÓN 2012
COLECCIÓN: CÁTEDRA
COLECCIÓN: CIENCIA Y TECNOLOGÍA
ENERGÍA SOLAR
ARQUITECTURA-ENSEÑANZA SUPERIOR
152 PÁGINAS (25X17 CM)
236 PÁGINAS (25X17 CM) + CD-ROM
En la actualidad, las prácticas más difundidas en materia de generación y aplicación de la energía no recuperan el concepto de energía sustentable. Por lo tanto, resulta imperante la utilización de nuevas tecnologías y la introducción de planes energéticos que favorezcan el desarrollo sustentable. En este marco, se dan a conocer la potencialidad de la radiación solar como fuente energética y el tratamiento de los aspectos técnicos y formativos involucrados en el aprovechamiento de este abundante recurso. Se proporcionan, además, un amplio panorama sobre los dispositivos tecnológicos desarrollados para el empleo de la energía solar térmica a bajas, medias y altas temperaturas. Este libro está destinado a docentes y estudiantes de escuelas técnicas y agrotécnicas y de carreras universitarias relacionadas con la energía, el medioambiente y las nuevas tecnologías. Podrá ser también fuente de consulta para profesionales pertenecientes a organismos e instituciones relacionadas con la problemática energética y medioambiental.
De la revista •ConCIENCIA es una revista de divulgación científica de periodicidad semestral. Su objetivo es difundir desarrollos científicos de investigadores de la UNL a la comunidad en general. •ConCIENCIA publica contribuciones en la sección “Aportes científicos”. Los escritos enviados deberán plantear estudios de casos, hipótesis o resultados de investigación o experiencias. También pueden ser nuevas versiones, especialmente redactadas para la divulgación, de artículos científicos que hayan sido publicados en revistas del país o del exterior. •Pueden abarcar distintas áreas del conocimiento, pero en todos los casos tener una referencia concreta a problemas actuales.
El eje de la Ruta Provincial N°1 (RP 1), el corredor de la Costa, verdadera columna vertebral de una extensa fracción de la Provincia de Santa Fe, materializa un itinerario de significación sobre el que pueden relatarse más de cuatro siglos de historia territorial. El área objeto de estudio que dio origen a la presente publicación corresponde al segmento del Corredor que se extiende entre las localidades de La Guardia y San Javier, segmento que enhebra un sinnúmero de pueblos, parajes y sitios que además de señalar el itinerario van narrando, desde la toponomía, un relato de fuerte contenido identitario. Se considera que las localidades comprendidas en el Corredor de la Costa poseen un alto potencial de desarrollo, pero resultan débiles las estrategias de conjunto que permitan un mayor aprovechamiento de las oportunidades y recursos disponibles. Atendiendo a este déficit, lo que se pretendió fue generar conocimiento y sistematizar información, desde la perspectiva de los conceptos de paisaje cultural y red de localidades, sobre los elementos arquitectónicos, urbanos y paisajísticos de las localidades del Corredor, que resultan de alto valor por su relevancia histórica, estética o ambiental.
De los trabajos •La extensión máxima será de 1.300 palabras (el Consejo Asesor se reserva el derecho de considerar la publicación de trabajos que sobrepasen estos límites o de sugerir modificaciones en su extensión). •Los títulos no podrán tener más de 8 palabras y deben sintetizar el espíritu del trabajo. •Los trabajos deberán tener una exposición clara de la hipótesis, los datos obtenidos y la discusión de los resultados, en un lenguaje accesible para un público masivo, no necesariamente experto en la materia. •Las referencias a autores se realizarán incluidas en el texto con indicación del apellido del o los autores seguido del año de publicación entre paréntesis. Al final del artículo se consignará una lista completa de referencia o Bibliografía, según el siguiente formato: 1) Apellido del autor o autores 2) Título completo del libro y/o artículo o publicación 3) Volumen y Número de publicación 4) Páginas que abarca el artículo o capítulo 5) Ciudad de publicación 6) Editorial 7) Año de publicación. •Puede incluirse un breve glosario, en el caso de que existan vocablos/fenómenos/fórmulas de difícil comprensión para un público no entendido. En este caso, debe enviarse al final del texto, en el mismo formato. Pueden incluirse hasta 6 términos. De las fotografías e ilustraciones •Las imágenes escaneadas en formato jpg podrán insertarse directamente en el texto y se enviarán adjuntas en archivos separados (mínimo de resolución para fotos: 300 dpi; mínimo de resolución para ilustraciones a lápiz o tinta: 600 dpi). Si son imágenes de cámara digital, deben presentar alta calidad de resolución. No se aceptarán diapositivas. En caso de tener títulos o leyendas explicativas estos se ubicarán debajo de cada imagen y tendrán una numeración correlativa. •Las tablas podrán incluirse también en el texto; en caso de ser complejas deberán incluirse también por separado en formato de Excel (.xls). Del autor •El autor deberá detallar su dirección postal, teléfono, fax, dirección de correo electrónico y su disciplina de formación, función, cargo docente o de investigación en la institución en la que se desempeña. •Los datos serán consignados en la “ficha personal” que encabeza los artículos. •Podrán presentar trabajos investigadores del sistema científico nacional e internacional, aunque ConCIENCIA dará preferencia a investigadores de la UNL, pudiendo incluir –si se considera oportuno– artículos de investigadores del sistema científico nacional. Dónde presentar Los trabajos deben enviarse a: Consejo Asesor Revista Conciencia - Dirección de Comunicación Institucional - UNL - Bv. Pellegrini 2750 - Santa Fe (3000); o por e-mail como attachment a la dirección: conciencia@unl.edu.ar.