S a n ta F e nombre de mujer
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U n i v e r s i d a d N ac i o n a l d e l L i to r a l
E n ri q u e Ma m m a re l l a Rector
C l a u d i o L i z ĂĄ rra ga V i c e rr e c t o r y S e c r e t a r i o d e P l a n e a m i e n t o Institucional y AcadĂŠmico
Iva na To st i Directora ediciones unl
S a n ta F e nombre de mujer
• Textos
A gustín Z a pa ta G o lla n
UNI V E R S IDAD NACIONAL DEL LITO R AL
G
a ray dio el nombre de Santa Fe a la ciudad que
fundaba a orillas del río de los quiloazas, en tierra de calchines y mocoretás, antes de afianzar la conquista española del Río de la Plata fundando nuevamente a Buenos Aires. Santa Fe es un topónimo que se repite a lo largo de la América española en la época de la conquista. México, Colombia, luego el Río de la Plata, vieron así levantarse ciudades que llevaban el mismo nombre que la ciudad fundada por los Reyes Católicos frente a Granada antes de su conquista. Damián Bayón sostiene que la Santa Fe francesa — Sancte Foy— cuyas reliquias se veneran en la iglesia de Conques (Francia), «es nuestra Santa Fe americana» bajo cuya advocación se fundaron las ciudades de Hispanoamérica. Santa Fe es efectivamente una de esas santas legendarias de la Edad Media, cuyas reliquias se veneran en una de las iglesias que jalonaban el «camino francés» que en España continuaba en el «camino de Santiago». Esa ruta extendida bajo el mismo cielo sembrado de estrellas que marcó el rumbo a Carlo Magno, fue trajinada luego por los peregrinos de toda Europa que se dirigían al sepulcro del Apóstol. En la «Guía del peregrino de Santiago de Compostela» del siglo xii se lee el párrafo siguiente: «los borgoñeses y los teutones que se dirigen a Santiago por la ruta
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de Le Puy, deben venerar las reliquias de Santa Fe virgen y mártir, cuya alma santísima, después que los verdugos le hubieron cortado la cabeza en la montaña de la ciudad de Angen, fue llevada al cielo por coros de ángeles bajo forma de una paloma y coronada con los laureles de la inmortalidad». Los bolandistas relatan la vida y martirio de esta virgen francesa nacida en Angen. En esta ciudad, el prefecto Dacio, halagando su belleza y su juventud, trató de hacerla abjurar de su fe cristiana que mantuvo heroicamente hasta el instante de morir en medio de los más crueles tormentos. Santa Fe, dicen los bolandistas, tuvo la gloria de conquistar en Angen la primera corona del martirio, en plena juventud, cuando a pesar de sus pocos años tenía toda la sabiduría y la experiencia de la edad madura. Fue una santa famosísima por sus milagros. «La rodeaba, dice Emile Male, citado por Bottineau, una aureola de milagros más resplandeciente aun que la irradiación del oro. Tan pronto como una plaga devastaba los alrededores [de Conques] o surgía una diferencia entre dos villas, o un varón disputaba a la abadía uno de sus dominios, la estatua de la Virgen salía enseguida de su santuario, a lomo de un caballo escogido, cuyo paso era muy suave, alrededor de ella, jóvenes clérigos hacían resonar címbalos y cuernos de marfil. La estatua avanzaba con majestad. Por doquiera que pasaba restable-
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cía la concordia, hacía reinar la paz. Los milagros eran tan numerosos que los monjes apenas tenían tiempo de escribirlos. A la santa le placía sobre todo liberar a los prisioneros; en el pórtico de Conques se la ve posternada ante la mano de Dios: ruega sin ninguna duda por los cautivos, como se infiere por los grilletes suspendidos en exvotos detrás de ella». La devoción a Santa Fe se introdujo en España por los romeros que iban a Santiago de Compostela y por los monjes de la Orden de San Benito. El rey D. Pedro al conquistar en 1101 la ciudad de Barbastro, cumplió la promesa que anteriormente había formulado su padre, de consagrar la mezquita mayor como catedral y la mezquita que le siguiera en importancia destinarla a iglesia y monasterio bajo la advocación de la santa. Esta mezquita convertida en iglesia y monasterio de Santa Fe, fue donada por el mismo rey al monasterio benedictino de Conques, que había adquirido fama por guardar las reliquias de la santa; y en la escritura de donación hace constar expresamente que la fundación en Barbastro de ese monasterio benedictino es con la condición de que en tierras de España se establezca la Orden de San Benito y honre a la santa virgen y mártir en la iglesia que erige en parroquia, ratificando la gran devoción que le profesa. La mezquita de Barbastro convertida así en monasterio benedictino y en iglesia parroquial bajo la advocación de la santa francesa, estuvo a cargo durante algún tiempo
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de monjes benedictinos de Francia del monasterio de Santa Fe de Conques hasta que en 1217 fue cedida a los templarios, y luego de la extinción de esta orden pasó a poder de los hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que la dedicaron a San Juan Bautista, cambiando su primitiva advocación. En Barbastro, uno de los obispados de Huesca, limítrofe con Francia, se conserva todavía el Puente de Santa Fe, que cruza el río Vero a su paso por la ciudad. En las cercanías de este puente existió en la Edad Media la iglesia dedicada a la virgen y mártir Santa Fe, cuyo nombre se conserva en el mencionado puente. En Zaragoza existió otro monasterio de Santa Fe, en extramuros, que hoy queda dentro del ámbito urbano. En Toledo existió también un monasterio consagrado a Santa Fe, con su capilla correspondiente. No existe ningún documento en el cual conste el motivo que tuvieron los Reyes Católicos para dar el nombre Santa Fe a la ciudad que levantaron frente a Granada en la época de su asedio y próxima a su conquista. Los cortesanos pretendieron darle el nombre de Isabela para halagar a la Reina, pero los reyes resolvieron llamarla Santa Fe. Según Ortiz de Villajos «llamóse Santa Fe, como un reto más a nuestros enemigos de nuestra santa fe católica y adoradores de la media luna». El bachiller Andrés Bernaldez conocido por el Cura de los Palacios, dice que «el Rey le puso Santa Fe por-
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que su deseo y el de la Reina, su mujer, era siempre en acrecentamiento y favor de la Santa Fe Católica de Jesucristo». Según Francisco Henríquez de Jorquera, se le dio tal nombre «porque los Católicos Reyes para ganar tan poderoso reino, se armaron con la fe de Jesucristo, esperanza y caridad que son las armas con que alcanzaron tan dificultosa cosa». Más terminante y expreso es Rodrigo Méndez y Sylva al afirmar que la nombraron Santa Fe «por la grande, constante y firme que tenían puesta en Dios para la expugnación de la opulenta Granada». Sin embargo, la devoción por Santa Fe se había extendido por España y estaba viva aun en la época de los Reyes Católicos, que tuvieron ocasión de venerar su imagen en la capilla de Santiago de Compostela, en su viaje a Galicia. Además, el 6 de octubre, día consagrado a la santa, en las iglesias de España se rezaba el oficio propio con nueve lecciones. Este breviario se rezó en España hasta 1568. En la época de la guerra de Granada, la veneración y devoción por la virgen y mártir medieval se mantenía viva en España y había adquirido una singular proyección en misales y breviarios y en el día dedicado especialmente por la iglesia para honrarla con oficio propio. Fue esta secular devoción la que debió llevar sin duda a los Reyes Católicos antes que a dar a la ciudad el nombre de una de las virtudes teologales, a ponerla bajo la protección de la santa por cuya intercesión se lograba la
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pacificación de los pueblos, la libertad de los cautivos y el triunfo de las huestes cristianas contra los moros, como en Barbastro. Solo después de afianzado el triunfo de la Cruz en la Península, se debió poner empeño en ver en el nombre de la ciudad la exaltación de la fe cristiana frente al Corán. En cambio, Garay, como los otros fundadores de ciudades en América que impusieron el nombre de Santa Fe a sus fundaciones, no hacían nada más que perpetuar en tierra de Indias el recuerdo de la ciudad granadina donde, con razón puede decirse, que comienza la conquista de América con las capitulaciones que allí firmara Colón, como que con la primera plata americana que llegó a España, se construyó una peana que reproducía la ciudad de Santa Fe de Granada y sobre la cual se levantó una cruz también de plata, relicario de un pequeño fragmento de la Cruz del Calvario, que según la tradición, los Reyes Católicos habían recibido de manos del último rey moro en la rendición de Granada. Y lo mismo que en los nombres de Córdoba, La Rioja, Nueva Andalucía y Nueva Vizcaya evocaron los conquistadores en la vastedad de lo que fuera el Río de la Plata, los lejanos pueblos y regiones de España. Al darle a la nueva ciudad el nombre de Santa Fe, su fundador debió ver en ella como en la Santa Fe de Granada el punto de apoyo para afianzar una reconquista con la nueva fundación de Buenos Aires. •
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créditos
En r iq u e E s trad a Be l l o Gra b a d o d e t a pa « s /t » , 1952.
A g u s tín Z a pata Go l l a n Contratapa . Fra gm en t o de x il ogra f ía « Soñ a n d o » , 1940 . P ág. 4. Xilogra f ía « Despedid a » , Trípt ic o d el m ar, 1940. P á g. 7 . X il ogra f ía « El poet a » , 1940. P ág. 8 y 9. X il ogra f ía « s /t » , Serie del su r, 1950 . P ág . 10. X il ogra f ía « En a m ora dos » , 1940.
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Los t ex t os y l a s im á gen es q ue c om po n e n es t a edic ión f ueron t om a dos d e: 1. Agu st ín Za pa t a Gol l a n , Sa nt a Fe t o p ó n i m o hi sp a no a m e ri ca no , 1969 . 2 . Jorge M. Taverna Irigoyen, Zapata Gollan. De la sátira gráfica al testimonio evocativo, 200 2. 3. Tr im est ra l . B o l e t í n d e a ct i v i d a d e s cu l t u ra les , let ras y a r t e s d e l l i t o ra l 4 , 1952 .
• A G RADECI M IENTOS
A la Bib l iot ec a Pa b l o Vril l a ud d e l a Fac u l t ad de C ien c ia s Jurídic a s y Soc ia l es, un l Al Museo His t óric o Ma r t a Sa m a t a n , u n l Al Mus eo Et n ográ f ic o y C ol on ia l Jua n d e Gar ay A Pa ul a Buss o, Luis Ma ría C a l vo, a la f a m il ia E s t ra da y J . M . Ta vern a Irig oye n
Zapat a Gollan, Ag ust ín Santa Fe nombre de mujer / Agustín Zapata Gollán ; adaptado por Santiago Venturini. - 1a ed adaptada. - Santa Fe : Ediciones unl, 2018. Libro digital, pdf. Archivo Digital: descarga y online isbn 978-987-749-128-9 1. Historia Argentina. 2. Historia de América del Sur. 3 . Investigación Histórica. 1.Venturini, Santiago, adap. ii. Título. cdd 982.24
© S e c r e ta r í a d e P LANEAMIENTO IN S TITUCIONAL Y ACADÉMICO , U n i v e rs i d a d N a c i o n a l d e l L i t o r a l w w w. u n l . e d u . a r / e d i t o r i a l
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11723. Reser vados todos los derechos. • • • • •
Santa Fe. Nombre de mujer P ro d u c c i ó n y e d i c i ó n : e d i c i o n e s u n l S a n ta F e , Arg e n t i n a , o c t u br e 2 0 1 8 .