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1.7 Fundamentación de las teorías del delito

1.7 FUNDAMENTACIÓN DE LAS TEORÍAS DEL DELITO

“El delito es la falta de amor a los demás y a uno mismo” (Carnelutti)

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Resumen

Lo que sigue a continuación, constituye un esfuerzo intelectual para interpretar y explicar las diferentes teorías del delito desde la fundamentación filosófica, psicológica, biológica, sociológica y jurídica. La persona que lee se sorprenderá, al percibir que la línea de investigación que se asume es interdisciplinar, multidisciplinar y transdisciplinar desde la Psicología Jurídica, las ciencias humanas hacia el Derecho. Centralmente se busca ampliar la visión reducida que se hallan en todos los libros de Derecho Penal o Ciencias Penales sobre la teoría del delito, enfocada, casi siempre, kelsennianamente, desde y para el Derecho. El delito y la delincuencia se explican a partir de la incidencia filosófica, psicológica, social en el ser humano. La biología tiene muy poco margen de influencia, a no ser por predisposición y sólo se hace mención de un 5 % hechos delictivos graves con este último origen, que tampoco, dicho sea de paso, es concluyente. Palabras clave: Teoría, teoría filosófica del delito, teorías psicológicas del delito, teoría del apego, teoría biológica del delito, teorías sociológicas del delito y teoría jurídica del delito

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Introducción

En este trabajo se abre un abanico de explicaciones del delito a partir de teorías, ligadas a ciencias fundamentales que hacen al ser humano en la mayoría de sus manifestaciones. Escribir un ensayo sobre las Teoría del Delito es de una responsabilidad muy delicada porque convoca de uno lo mejor y la mayor serenidad posible para responder a este desafío. En Bolivia –también en América Latina y en todos los países pobres del mundo-- existe, afortunadamente no en todos, el complejo de inferioridad, que impide pensar en voz alta y en forma escrita, en este caso sobre las Teorías del Delito.

El presente trabajo no busca explicar las Teorías del Delito desde el Derecho, sino desde las Ciencias Humanas hacía el Derecho, intenta una relación conceptual y una visión sistemática y dialéctica del fenómeno de explicar por qué las personas llegan a ser delincuentes.

Habrá investigaciones posteriores que aporten más sobre el tema, con una vigorosa exposición que alcance una revolución científica en las ciencias jurídicas, a partir del examen epistemológico en el Derecho Penal y sus ciencias auxiliares, desde otras ciencias. El trabajo que se ha emprendido es una versión preliminar. Con la esperanza de crear expectativa y la decisión de aportar al Derecho, a la Ciencia Jurídica Penal y otras Ciencias Jurídicas con la lectura y el emprendimiento de aportar con nuevos conocimientos, el investigador le desea una feliz, crítica y productiva lectura.

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Desarrollo

“Llegan ante nosotros adolescentes o jóvenes cuyos hechos aborrecemos (violaciones en grupo, vejaciones a niños, humillaciones en contra de la libertad y los derechos del ser humano). Somos conscientes de nuestra repulsa, pero no olvidamos que trabajamos en aras de la objetividad, de la información veraz, no dictada por la indignación” (Urra 2003:13).

Teoría filosófica del delito

La teoría como visión general, sistema relacional de leyes, sistema explicativo, unidad explicativa que supone un objeto y un punto de vista. En este trabajo se asume la teoría como una visión global y unidad explicativa que analiza el delito desde diferentes enfoques disciplinarios.

Ninguna disciplina y menos la jurídica debe dejar de tomar en cuenta una de las visiones imprescindibles como la Filosofía, la Psicología, la Biología, la Sociología y desde el Derecho (ciencias penales22). En el subtítulo que sigue, operativamente se hará una exposición de las concepciones filosóficas globales, la idealista y la materialista.

Las corrientes filosóficas y el delito

La Filosofía se la percibe como una disciplina de la globalidad, del filosofar y de la búsqueda del ser sentido de vida de cada ser humano.

22 Componen Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Criminología, Victimología, Criminalística, Psicología Jurídica Forense y Política Criminal.

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Idealismo. La filosofía idealista concibe que primero se halla la idea (Dios: Jehová, Alá, Inti, etc.], idea absoluta) y luego la materia. Dios ha creado al hombre bueno, pero el diablo en la tierra lo hace malo. Entonces lo que hay que hacer es utilizar el Derecho (parte de la educación social y cultural) como auxiliar de la obra de Dios para regular y controlar la conducta del ser humano, para que cada vez más se parezca a Dios. Esta visión es pesimista del ser humano y optimista en el apoyo de Dios, lo que a veces hace de los religiosos seres que atentan contra sus semejantes. En este apartado se abordado el idealismo filosófico y no el idealismo moral. La segunda categoría hace referencia a los ideales de las personas. Los idealistas morales son los filántropos, los revolucionarios, los que mueren por los ideales. Los idealistas poseen valores que vienen de su concepción religiosa.

Materialismo. Antes de hablar de la fundamentación de esta corriente filosófica acerca del delito, es necesario diferenciar entre materialismo moral y materialismo filosófico. La primera categoría comprende acciones de una persona sin principios éticos ni valores morales. El materialista moral es un ser humano que hace todo para lograr una meta, obtener dinero, poder, gloria sin importar los medios, es decir, sin observar principios, valores ético morales. En este subtítulo se trabaja el materialismo filosófico, que asume que los delitos que se cometen tienen que ver con la existencia social (influencia social), económica, política y cultural. El materialismo

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filosófico dialéctico está en relación con el materialismo histórico, por lo que se interpreta que las personas que cometen delitos son los que detentan el poder económico, político (la burguesía y los pequeños burgueses) y las personas que han sido destruidos por la sociedad de explotación y discriminación (desocupados, alcohólicos, delincuentes23, etc.). Esta concepción es positiva del ser humano como un ser de transformaciones hacia una sociedad nueva donde haya realización colectiva e individual.

Los materialistas filosóficos tienen valores y principios éticos que deviene de sus convicciones políticas y sociales plurales, de bien común.

El sentido de vida y el delito

Una de los enfoques filosóficos sobre la Filosofía, es el que se le atribuye a esa ciencia una función terapéutica, de curar la falta de sentido de vida, de inculcar ideales a los que no lo tienen, en fin, el de darle un sentido ético y moral a la vida de una persona. El tener un ideal puede ser una gran motivación para ser un gran ser humano, que aporte a la armonía social.

23 Personas, que generalmente, ponderan su egocentrismo por encima del bienestar general de las otras personas, y en muchas ocasiones carecen de capacidad para relacionarse adecuadamente con los demás, junto a una dificultad obvia para la exploración personal (Garrido y Redondo 2006:28).

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Luego de las explicaciones de las teorías del delito desde la Filosofía, se pasa a continuación a exponer las teorías psicológicas del Delito.

Teorías psicológicas del delito

Se concibe a la Psicología como la ciencia de la personalidad y la subjetividad. Por su parte, a la Psicología Jurídica, se la visualiza como la disciplina que estudia los hechos, actos y procesos psicojurídicos de las personas dentro de un Estado de derecho, cuya finalidad es contribuir a la mejor administración de justicia y al desarrollo de la ciencia jurídica, el Derecho. La Psicología Jurídica colabora para el logro de los fines del Derecho, la justicia, igualdad, equidad, armonía, seguridad y paz social. Las teorías psicológicas del delito se abocan a explicar por qué una persona es delincuente y otra no, y qué variables inciden en cada caso. Es necesario tener en cuenta que

No todo delincuente es un enfermo mental, pero sí existe en la mayoría de ellos una deficiente estructura de la personalidad o algunas características que en interrelación dinámica con el ambiente u otros factores originan las conductas delictivas (Hidalgo 1996:43).

Justamente, esto se intenta explicitar en las teorías psicológicas que a continuación se desarrolla.

Teoría del apego o vínculo madre-hijo

Una de las explicaciones más difundidas como un posible origen de la conducta criminal en las personas, es la teorizada desde el psicoanálisis de

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interacción, por John Bowlby, quien publicó sus investigaciones, en su obra Una base segura. Aplicaciones clínicas de una teoría del apego (1989) se han sistematizado tres pautas principales de apego:

• Apego seguro: Cuando hay una relación afectuosa recíproca entre madre e hijo o hija.

Apego que dará lugar a un ser humano normal. • Apego ansioso resistente: En el cual el niño o la niña se siente insegura de su madre y duda si ella lo ayudará cuando la necesita. Apego que determinará que ese ser humano será uno que resista a los mayores, las leyes y la misma sociedad. • Apego ansioso elusivo: Cuando la niña o el niño no confía en que cuando busque cuidados recibirá una respuesta servicial, sino que, por el contrario, espera ser desairado. Esta pauta, en la que el conflicto está más oculto, es el resultado del constante rechazo de la madre cuando el individuo se acerca a ella en busca de consuelo y protección. Los casos más extremos son consecuencia de los rechazos repetidos (Bowlby 1989: 145-146). En el futuro ese individuo será contrario a la sociedad y luchará para realizar sus metas que no siempre serán positivas.

Por su parte, Leyda Cruz Tomás en ensayo Los tres primeros años de vida del niño, explica cuatro tipos de apego que ha teorizado M. Ainsworth, lo que se sintetiza de la siguiente manera:

• El apego seguro, es aquel vínculo afectivo que ocurre cuando la madre es sensible, comprensiva y responde a las necesidades del niño. El niño que tiene esta relación posee

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mejor autoestima y seguridad en sus relaciones con las otras personas. En el futuro ese ser humano será bueno y útil. • El apego inseguro evitativo, en este tipo de vínculo, la madre se caracteriza por ser poco sensible, comprensiva y responsable. El niño, por su parte, no busca la proximidad de la madre a pesar de necesitar la relación. En un futuro el niño suele tener baja autoestima y le cuesta trabajo relacionarse ya que se forma un modelo de temor al rechazo. • El apego inseguro ambivalente, la madre que determina este apego presenta momentos de aceptación y cariño por el niño, pero en otras ocasiones se muestra poco sensible, comprensiva, es decir, fría. El niño, no sabe cómo va a reaccionar la madre y tiende a esta apegado a ella y a llorar para llamar su atención. En un futuro este niño puede manifestar dificultades de atención, hiperactividad y en casos graves hasta puede padecer esquizofrenia. • El apego inseguro desorganizado, en esta relación la madre es un estrés y el trato con el niño es desorganizado, si el niño llora, le grita y luego lo consuela. Por su parte, el niño responde con cariño y posteriormente con agresividad. En el futuro, el niño puede desarrollar comportamientos violentos o psicopatológicos (Ainswort cit. por Cruz 2003:35).

Estos apegos determinar la situación de normalidad o anormalidad del ser humano, como una determinación, como proyección, lo que no es absoluto naturalmente, como todo.

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Teoría de las ideas perturbadoras

Adrián Vander fundamenta que los seres humanos cometen hechos delictivos por ideas perturbadoras, las mismas que corresponden a tres grupos:

Las que perjudican la inteligencia

Son ideas erróneas, equivocadas y falsas que están en contradicción con la realidad, y que la persona cree que son ciertas. Ejemplos: pensar que uno es superior a todas las demás personas. Pensar que los demás actúan en contra de uno cuando no es cierto.

Las que perjudican los afectos. Éstas son ideas que actúan e influyen sobre los sentimientos, es decir, que producen estados afectivos. Los afectos, sentimientos y emociones van siempre ligados a las ideas. En muchos casos interviene también la voluntad, ya sea para permitir o frenar las emociones o pasiones. Los deseos son impulsos complicados en que intervienen el pensamiento, las emociones y la voluntad. Si las ideas ligadas a los sentimientos o afectos son buenas y normales, los deseos que resulten serán también buenos y normales, pero si son ideas perturbadoras, los deseos serán anormales y malsanos. Las que debilitan la voluntad. Estas ideas son aquellas que tienen una finalidad perjudicial contra el orden natural o la moralidad. Por ejemplo, la voluntad o deseo de causar daño a otra persona, de cometer un delito, de apropiarse de lo ajeno, etc. También son perturbadores todos los deseos, impulsos, tendencias, apetitos y anhelos cuya finalidad, aunque no sea mala en principio, implique un predominio de la parte material y egoísta de la

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persona sobre la voluntad, inteligencia y bondad (Vander 1972:38-41 y ss). Entonces, las ideas perturbadoras, pueden causar delitos sino impera en el ser humano la racionalidad, el apego a la ley y la vida regida por principios éticos y valores morales.

Teoría de la asociación diferencial de Sutherland (1939)

El psicólogo jurídico español Juan Romero Rodríguez explica que esta teoría establece “que la conducta delictiva, como otra cualquiera, es aprendida. El conflicto cultural es la causa subyacente de la asociación diferencial y por tanto de la comisión de delitos” (Romero Rodríguez 2006:25). Situación que exige la familia, las instituciones sociales y los medios de comunicación tengan presente que la mayoría de sus actividades que se muestren a los niños, adolescentes y jóvenes debe connotar temáticas de formación positiva y cuando haya contenido contrario, debe someterse a un examen y discriminación para no dejar que dichos programas influyan negativamente a los seres humanos en formación.

Teoría del aprendizaje social del delito

Esta teoría es muy importante para tomar precauciones frente a los medios de comunicación masiva. Al respecto el psicólogo estadounidense “Albert Bandura [considera que] las conductas no sólo son aprendidas por condicionamiento sino por la imitación de modelos observados o experiencias ejecutadas directamente” (Bandura cit. por Hidalgo 1996:28). Por lo anterior, no parece extraño

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considerar que tiene cierta cabida en la realidad, que algunas mujeres aprenden a ser infieles luego de ver telenovelas y, asimismo, ciertos adolescentes se sienten tentados a cometer delitos sobre todo sexuales, luego de ver muchas películas, series y también telenovelas con esos contenidos. Por su parte, Juan Romero Rodríguez fundamenta que

las teorías de aprendizaje parten de la idea que el delito es una conducta como otra cualquiera que se aprende, como todo, por modelos de aprendizaje y se aprenden también los procesos cognoscitivos para el mantenimiento o cambio de conducta. Si el condicionamiento clásico y el operante son importantes en la infancia, el aprendizaje social es contundente en la explicación de conductas delictivas. Del mismo modo que el castigo es menos efectivo con niños antisociales y que en ocasiones aumenta la conducta antisocial, es frecuente encontrar castigos excesivos en familias de delincuentes (Romero Rodríguez 2006:25).

Por esto, los padres agresivos no favorecen el aprendizaje de adaptación social y convivencia pacífica y armónica. Además del castigo no se establece reglas claras en la convivencia familiar, sino un conjunto confuso de mensaje contradictorios que hacen que el niño o adolescente no sepa cómo comportarse correctamente en su contexto socioeconómico y cultural. Es recomendable que haya en los hogares actividades de ocio compartidas entre padres e hijos y la influencia de actos positivos sea mayor, en lo posible. “Por tanto los procesos de aprendizaje adecuados, unidos al componente afectivo, son facilitadores de conductas prosociales” (2006:25). Tal la explicación de esta teoría para registrarla y aplicarla.

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Teoría psicoanalista

La personalidad para las teorías psicoanalíticas está compuesta de tres constructos: SUPER YO, que representa los ideales; el YO, el principio de la realidad y el ELLO, los instintos. Cuando el equilibrio se rompe por preponderancia del ELLO, aparecen los delitos violentos, robos, apropiaciones indebidas, delitos sexuales y otros, donde falla el control del impulso y prima el instinto inmediato del deseo. Se concluye, que ese desequilibrio explica la mayoría de los delitos (:25). Concepción discutible si se anota que el inconsciente no existe científicamente en ninguna parte del cerebro, sino que sólo es una construcción teórica de psicoanalistas freudianos y lacanianos.

Teoría de la elección

Se infiere que la comisión de un delito se la realiza por decisión personal o de grupo de personas dentro la óptica de rédito económico. Sobre esta teoría, se lee lo siguiente

Clarke y Cook en la década de los ochenta aportan explicaciones de la libre elección, donde los actos criminales son el resultado de elecciones y decisiones personales tomadas por el delincuente y que las personas que los cometen cuando deciden hacerlo han sopesado las oportunidades de ser descubierto y sus consecuencias, y las decisiones del delincuente las toma en función del CostoBeneficio. Este tipo de respuesta suelen tener un carácter convulsivo y emocional que altera la toma de decisiones de forma errónea y tiende a ignorar o minimizar los riesgos y exagerar los beneficios (:26).

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De la cita precedente, se desprende que los delitos surgen inicialmente, como una acción de búsqueda económica y termina siendo una conducta criminal que la practican personas que en su pasión delictiva inventan, que corren “mínimos riesgos” para obtener “cuantiosas ganancias”.

Teoría del etiquetado

Teoría que explica al delincuente en razón de que algunos grupos humanos lo toman como tal. Sobre el tema, Juan Romero Rodríguez pluraliza e interpreta que

Estas teorías defienden que la visión que una persona tiene sobre sí mismo está influenciada por lo que piensan los otros de uno mismo y te adjudican la etiqueta de si eres delincuente o ladrón. Parece que el delincuente está obligado a seguir siéndolo. […] El etiquetado explica en muchos casos el mantenimiento de conductas delictivas (2006:27). La sociedad y la relación que una persona entabla con ella son fundamentales para lo que va a ser en el futuro un ser humano. La teoría del etiquetado, muestra una explicación de formación o consolidación del delincuente por la etiqueta que una persona o un grupo de personas realiza al endilgar a alguien como delincuente.

Teoría biológica del delito

Es clásica la visión lombrosiana de que los criminales eran identificados por ciertos rasgos fisiológicos básicos, consecuencia del desarrollo teórico de la teorización anterior de la frenología de Gall.

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El primer intelectual que trató la presente temática fue Joseph Franz Gall (1758-1828), médico francés seguidor de Willis y fundador de la frenología (psicología antigua o precursora de la Psicología Jurídica, Psiquiatría, Criminología). Investigó cráneos de reclusos y diseñó el primer mapa del cerebro por áreas de conducta. Sobre esta base vino César Lombroso24 (1835-1909), precursor de Psicología Jurídica y fundador junto a Ferri y Garofalo de la criminología positivista. A los que seguirá

en 1961 Sandberg y otros, [quienes] anuncia el síndrome del Cromosoma Criminal (XYY – XXY), como explicación para delitos violentos, pero la explicación se produce en muestras psiquiátricas y en la población normal, pero la línea de investigación sigue abierta (Romero Rodríguez 2009:21). Sin embargo, no hay nada concluyente y definitivo. Por otra parte, se han realizado

Los Estudios de Gemelos y Adopciones: Los estudios clásicos intentan determinar la influencia de la herencia o el ambiente en las conductas antisociales. Aunque es evidente que la herencia explica una parte de la varianza asociada no es contundente en las predicciones, teniendo más importancia los factores educativos del proceso de socialización que el determinismo biológico (2006: 21-22).

24 Concibe al delincuente como una persona de raza inferior, pobre, deforme, daltónico, zurdo, de fuerza muscular débil, perezoso, vicioso, cobarde, impulsivo, cruel, etc. Lo que no es cierto.

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Lo que ratifica, que los factores socioeconómicos y culturales son los que mayor incidencia tiene sobre los delitos y la formación de los delincuentes. También se han efectuado estudios sobre los factores hormonales y farmacológicos como “los estudios de la testosterona en los valores como iniciadores o favorecedores de conductas agresivas, que han pretendido explicar también la masculinización de la delincuencia” (:22). Resultado que no son concluyentes en forma definitiva. Asimismo “hay hipótesis explicativas basadas en la hipoglucemia o en el efecto secundario de fármacos o sustancias psicotrópicas, que en todos los casos acaban siendo elementos, pero no causantes de la violencia” (:22). A pesar de todas las explicaciones se afirma en forma temeraria que

El porcentaje de explicación de las teorías biológicas sobre la delincuencia es pequeño, no superando el 5 % de los casos, pero resulta contundente en algunos delitos […] tan graves como los cometidos por psicópatas, violadores o delincuentes con conductas agresivas y violentas (:21).

Una respuesta seria a la teoría biologista de la criminalidad, surge con Richard Lewontin25; Rose

25 Catedrático emérito del departamento de Organismos y Biología Evolutiva de la Universidad de Harvard. Autor de varios libros sobre su especialidad.

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Steven26 y león J. Kamin27 (2009:50-55), quienes afirman que algunos críticos del determinismo biológico intentan descalificarlo Sencillamente como una ciencia falsa. Y si la manipulación de los datos a fin de que concuerden con convicciones previamente establecidas, la supresión de hechos conocidos, el uso de proposiciones ilógicas simples y la creación de datos fraudulentos procedentes de experimentos inexistentes son hechos universalmente excluidos de los límites de la ciencia reconocida, entonces ha habido una gran cantidad de `ciencia falsa´ en apoyo del determinismo biológico. Aparece la ciencia, manipulada, como el legitimador último de la ideología burguesa. La dificultad para comprender el determinismo biológico no consiste, en separar simplemente la ciencia falsa de la ciencia verdadera, aunque algo de eso sea necesario cuando se presentan casos de fraude, sino más bien en preguntarse cómo la metodología, la conceptualización y la retórica de gran parte de una ciencia normal pueden corresponder tan pobremente al mundo real de las relaciones objetivas que se intenta desvelar. ¿Por qué manejan los deterministas biológicos los conceptos de naturaleza y crianza como causas diferentes, si la genética evolutiva demostró hace mucho tiempo que son inseparables? ¿Por qué aplican metodologías estadísticas en formas que sus inventores han demostrado que no son válidas? Los deterministas biológicos están comprometidos con la

26 Catedrático de Biología en la Open University. Autor de varios libros de la ciencia de dominio. 27 Profesor de la Universidad de Princeton. Obra fundamental: Ciencia o política del cociente intelectual. (1983).

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opinión de que los individuos son ontológicamente previos a la sociedad y de que las características de los individuos son consecuencia de su biología. Finalmente, no es suficiente criticar el resultado, sino que se debe buscar la fuente de la ideología que reflejan estos resultados, una ideología que se convirtió en un aspecto fundamental de la sociedad burguesa, tal como surgió del feudalismo europeo en el siglo XVII y que desde entonces ha predominado. Esta ideología fundamenta con opiniones deterministas biológicas sobre la condición humana, visión sociobiológica del mundo.

Teorías sociológicas del delito

Estas teorías arguyen variables de naturaleza social como son:

• Clase social y estatus socioeconómico. • Delincuencia y género. • Hipótesis de la masculinidad. • Diferencias ambientales y biológicas (Familia y delincuencia, Orden de nacimiento, Familia numerosa, Hogares rotos [fallecimiento, divorcios, etc.], Movilidad en los domicilios familiares, La disciplina, La supervisión educativa de los padres) • Delincuencia y grupos de iguales que son referentes en la infancia y la adolescencia. • Delincuencia y fracaso escolar (resulta un buen predictor de delincuencia) (Romero Rodríguez 2006:22-23).

El listado que precede resulta un conjunto de factores sociales que pueden provocar la delincuencia de

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algún miembro de la familia. Pero es necesario, además, de lo anterior, destacar los autores que completan con teorías sociológicas fundamentadas. Así se tiene a Robert Merton (1938-1960), quien muy joven, en base a ideas de Durkheim, construyó la teoría de la anomia-tensión, aseverando que

la conducta delictiva es el resultado de presiones inducidas socialmente y esta tensión se produce por la distancia Anómica entre los objetivos a conseguir y aceptados por los individuos y los medios lícitos para conseguirlos (2006:23).

Este pensamiento ha motivado el surgimiento de las

líneas de investigación, como las Aproximaciones Subculturales que completan diciendo que la delincuencia es una conducta social, por tanto, en estas subculturas muchos actos ilegales o delitos menores no son desaprobados socialmente en el grupo (robar alimentos, pintar en las paredes, okupas, no pagar billetes de trasportes públicos, etc.) (:23).

Todo ello ocurre en todo Latinoamérica y particularmente en Argentina.

Otra línea de investigación a la que sigue,

aporta Hirschi (1969) con su Teoría del Control Social. Lo hace partiendo de una posición contraria, admitiendo que todos tenemos una predisposición a cometer actos delictivos y la cuestión es cómo aprendemos a no delinquir. Argumentan, que, aunque existen controles directos, los que realmente funcionan son los internalizados o indirectos basados en la identificación afectiva con las normas paternas. Cuando se rompe el vínculo de un individuo con la familia y la sociedad, se produce el acto delictivo (:23-24).

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Lo que exige, que se recomiende que haya apego entre los integrantes de la familia, compromiso hacia la sociedad e implicaciones de observar siempre un sistema de valores. Cuando no haya todo lo expuesto, habrá delincuencia.

Teoría jurídica del delito

La teoría jurídica del delito forma parte de todo Derecho Penal. Parte General de la mayoría de los países de América Latina y de España. Se halla instituida en el Derecho positivo de los países. Se han desarrollado en forma amplia, a lo largo de la historia, las siguientes corrientes más conocidas:

• Clásico o causalista, que explica el delito como sucesión de causa-efecto. • Neoclásico o neocausalista que explica el delito en base a la causa y efecto, pero aplicando el método de las ciencias culturales o humanas. • Finalista, dentro de una concepción filosófica neokantiana, que expone el delito, como obra hacia un fin. • El funcionalismo se expresa de dos maneras con sus respectivos autores: Funcionalismo de Jakobs, quien construye el sistema del delito: conducta, causalidad, bien jurídico circunscrito a la regulación jurídica lógica jurídica. Y funcionalista de Roxin, que trabaja desde una concepción filosófica neohegeliana, para interpretar que la Dogmática28 del

28 La dogmática jurídica es explicada en dos sentidos: 1. “Una tesis acerca de las cualidades formales del derecho […]” (Núñez 2017:92) y 2. “Actitud de los estudiosos del derecho. […] Disposición de los estudiosos del derecho 99

Derecho Penal debe atender a la realidad social y ofrecer soluciones con conocimientos de política criminal.

Estas corrientes engranan con la exposición del contenido de dicha teoría. La teoría del delito dentro del derecho penal positivo agrupa un sistema de elementos comunes a todo delito, es la síntesis de la ciencia penal. Estos elementos se hallan contenidos en el concepto del delito, la que misma que se la explica como una conducta (acción, omisión o por comisión) típica, antijurídica, culpable y punible de acuerdo a la legislación penal de un determinado país y en un tipo de sociedad de carácter socioeconómico, histórico y político establecido. Corrientes, elementos de la teoría del delito y concepto del delito desde el Derecho, que merecen un esclarecimiento mayor no sólo en relación a direcciones filosóficas sino también a fundamentos psicológicos, biológicos, sociológicos, antropológicos y políticos.

hacia la aceptación de los dogmas del derecho (o el hecho de su efectiva aceptación)” (2017:92 y 93). Los objetivos posibles aceptación de la dogmática jurídica son tres: 1. Las normas jurídicas. 2. El método jurídico. 3. Los conceptos dogmáticos (:93). La palabra dogma es aceptada por dos significados: 1. Dogma como verdad incontrastable. 2. Dogma como enunciado proveniente de una autoridad (:93).

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Conclusiones

Por todo lo expuesto se ha arribado a las siguientes conclusiones:

Primera. Se ha evidenciado la necesidad y posible interpretación y explicación de las diferentes teorías del delito desde la fundamentación filosófica, psicológica, biológica, sociológica y jurídica. Segunda. La visión filosófica esclarece la vida con el examen del qué es un ser humano y hacia dónde se dirige. Lo positivo o lo negativo, el conservar la sociedad y o el transformarlo. Tercera. La Psicología Jurídica colabora a los fines del Derecho para ello aporta con estudios de la óptima de la relación madre-niños, apego seguro y los estudios de las relaciones no recomendada, apego inseguro evitativo, apego inseguro ambivalente y apego inseguro desorganizado. Cuarta. La mayor influencia de la formación de delincuentes se halla en factores socioeconómicos, políticos y culturales. Quinta. La biología tiene muy poco margen de influencia, a no ser por predisposición y sólo se hace mención de un 5 % de hechos delictivos graves con este último origen, que tampoco, dicho sea de paso, es concluyente. Sexta. La teoría del delito del Derecho discurre con la conceptualización del Delito y sus elementos que la componen dentro del Derecho y la Justicia Penal ordinaria, particularmente.

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Recomendaciones

En base las conclusiones se realizan las siguientes sugerencias de acción. Primera. Tomar en cuenta las fundamentaciones de las ciencias humanas para tomar una decisión en el campo judicial. Segunda. Investigar la incidencia del factor antropológico como origen o incidencia en la formación de delincuentes.

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