REVISTA CULTURARIA 09a

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AÑO 1 MONTEVIDEO JUNIO 2021

Espacio Cultural de los Pájaros Pintados Bienvenidos a la lectura semanal de nuestra revista cultural online de distribución gratuita. Pretendemos contribuir con ella, a la cultura local y universal a través de notas, publicaciones, comentarios y humor. Gracias


Javier Wyloczny Profesor de Programacion e informática de la ciudad de La Falda (Córdoba) El profesor que es aficionado a la fotografía sobre todo a su paisaje regional nos envía especialmente para nuestra revista lo siguiente:

“La Falda es una pequeña ciudad que se encuentra en la Provincia de Córdoba – Argentina. Está ubicada en el centro del Valle de Punilla al noroeste de la provincia. Está al pie de las sierras chicas; atravesada por ríos, arroyos, y rodeada de bosques. Es un lugar turístico apto para ser visitado tanto en invierno, como en verano, apto para todos aquellos amantes de la naturaleza”


La señora María del Carmen Da Silva de la Ciudad de Minas de Corrales (Rivera) nos envía para la revista la segunda parte de su historia familiar que también involucra al acontecer de la historia de nuestro país Les empezaré contando cómo llegaron mis antepasados a Uruguay… Los primeros pobladores de Montevideo llegaron de Buenos Aires y de las Islas Canarias. El 19 de noviembre de 1728 llegan extranjeros desde las Islas Canarias y Galicia con 30 familias y con ellos 400 militares. El 27 de marzo del año siguiente llega otro navío con inmigrantes también de las Canarias y en éste viajaron mis ancestros, pero era una tripulación muy pobre, no tenían bienes ni dinero, eran matrimonios, jóvenes, mujeres solas, con hijos o viudas, pero todos con muchos deseos de progresar, con el pensamiento positivo de trabajar y superarse. Ésta gente no se queda en Montevideo sino que se fueron adentrando al territorio; los que se quedaron fueron aquellos que tenían oficios o eran adinerados. El mestizaje fue inevitable entre indios, esclavos que llegaron de África con los europeos, no olvidemos que venían de todos lados del mundo. Cuando ésto ocurría, ocultaban sus descendencias porque no eran bien vistos ni los aceptaban, ésto por parte de los gobernantes y las familias pudientes, eran excluidos de la sociedad y enviados a sitios apartados, por lo tanto siempre ocultaban sus identidades. Según informes y estudios realizados se ha constatado que en la zona de Tala en el departamento de Canelones, hay familias con el apellido Rodríguez y Pérez que son descendientes de restos inmigrantes y mencionó estos apellidos porque son los que voy a referirme posteriormente, muchos se se radicaron en este departamento y no es casualidad que se les designe como "canarios". Pasaré hablarles de mis bisabuelos paternos. Mi bisabuelo se llamaba Felipe Fabián Pérez Rosales, mi bisabuela Sofía Rodríguez Rodales. Abuelo Fabián nació en el año 1876, quizá Sofía tuviese su misma edad, no tengo datos. Sus madres eran hermanas, la madre de Fabián se llamaba Palmira Rodales, son muy escasos los datos pero sin dudas son el producto del mestizaje. Fabián participó en la Guerra de 1904, la última guerra civil y la más sangrienta que se vivió en Uruguay. Fue chasque, contaba que nunca desensillaba su caballo y la rienda se la ataba al pie por si debía salir de prisa. Sofía era maestra, en esa época dictaban clases seis meses en una zona y 6 meses en otra. Cuando Fabián y Sofía se casan, él no le permite que siga trabajando, por lo tanto se dedica al cuidado y quehaceres del hogar. Pronto comienzan a llegar los hijos que son muchos, posiblemente 11, me faltan algunos nombres, sin embargo puedo nombrar a José, Adolfo, Aladino, Elisa, Sendí, Eusebio, Ciriaca, Delmira y la que fuera mi abuela Aidé. Una gran familia, muchos para una familia pobre pero muy trabajadora.


Sin dudas que ésta historia se asemeja a la de muchos porque nuestras raíces se parecen, tenemos genes similares, somos europeos, indios, negros. Cómo les he dicho Fabián y Sofía tuvieron una familia muy numerosa, Fabián era un hombre muy trabajador, de algunas anécdotas he sabido que era muy buen esquilador y así buscaba su jornal, tomaba su tijera, montaba su caballo y se iba por las estancias a trabajar. Pero ésto era zafral, así que aprovechaba y se pasaba muchos días de un establecimiento a otro hasta que culminaba y se volvía a su hogar y en todo ese tiempo que estaba ausente, la que quedaba a cargo de las tareas siempre fue su pequeña hija Aidé. Fabián tenía que laburar duro para mantener su familia, preparaba la tierra, sembraba y cultivaba, con Aidé se iban a cortar pajas, porque recordemos que los ranchos en su mayoría eran de techos de pajas y se necesitaban muchos mazos para cada rancho, criaban gallinas, ordenaban las vacas y en todas estas actividades contaba con la colaboración de Aidé. La vida de mi abuela no fue para nada fácil, por lo contrario, su niñez fue truncada, sus ilusiones arrebatadas, sus derechos vulnerados y en cada anochecer su pequeño cuerpo estaba muy cansado. Así mismo, al día siguiente y tempranito estaba en pie y a la orden. Nunca dejó de cumplir con sus tareas y lo hacía con alegría y tarareando alguna cosa. Con 9 años sus padres la enviaron de "piona" (cómo lo decía ella) a una casa donde vivían maestras (éstas de dudosa reputación), allí fue humillada y mal tratada por esas mujeres, tampoco en ese lugar le dieron la posibilidad de aprender a leer y a escribir. Durante el día trabajaba sin parar, había mucho que hacer siempre, era muy responsable y trataba de cumplir con todo, aunque a veces tenía ganas de sentarse un poquito, ¡Pero no! no lo hacía porque tenía miedo que le rezongaran, gritaran o incluso le pegaran. En ese lugar Aidé permaneció 2 años, en este lapso no vió a su madre, la extrañaba mucho pero no decía nada. Y me pregunto: ¿Cómo serían las noches de Aidé? ¿Cuántas lágrimas silenciosas habrán sido testigo de su nostalgia, de su dolor? O ¿Estaría tan cansada y se dormía soñando alguna canción? Esas canciones que quizá fueron las que le daban alas para volar... las que le inspiraban libertad...y en sus sueños era libre. Durante el día las maestras dictaban clases a los alumnos que regularmente asistían, pero Aidé a pesar que vivía allí, estaba prohibida de ingresar a los salones a no ser cuando estaba vacío y era sólo para limpiarlos. Pero cuando se aproximaba alguna fecha patria, tenían que ensayar canciones y eran las únicas veces que Aidé entraba. Las maestras la llevaban y la colocaban bien atrás de todos los niños para que cantara y así "resaltar la voz", luego era retirada del salón y continuaba con sus quehaceres. Esos momentos eran los más bellos de sus días, amaba cantar, lo hacía muy bien, disfrutaba, era felíz. En muchas oportunidades la escuchaba, aún suena en mis oídos su cálida voz entonando canciones o recitando poemas que había aprendido de niña al escuchar cuando su madre les enseñaba a sus hermanos. Tenía una memoria privilegiada sin dudas.


Mi bisabuelo Fabián en el año 1974 cuando tenía 98 años (en la fiesta de casamiento de su nieta Laura) Fabián falleció en 1979 con 103 años.

"RAÍZ" De mar adentro están llegando De las Canarias mi gente Bulliciosos navegando Están buscando su suerte.

Y a tierra firme arribando Los corazones vibrantes Nadie los está esperando Pero todos son valientes.

Manos vacías sembrando Saldrán todos adelante Es lo que vienen pensando Aunque el Sol esté caliente.

Todo se fue entreverado Pieles y ojos diferentes Indios, negros con blancos Deben mentir su naciente.


¡Calla tu Raíz! Te están escuchando, En oído de rey ésto es hiriente Si quieres seguir volando, ¡No digas de tus simientes! (María del Carmen)

Va pasando el tiempo y para Aidé, la vida desde sus comienzos le ha mostrado rigores, no le ha facilitado nada, en cambio ella lo puede contornear pintando sus días de diversos colores y con sus oraciones agradeciendo cada amanecer. Paso a paso se recorre sinuosos y polvorientos caminos y aveces "cortando campos" (cómo lo decía ella) para acercar distancias. No le temía a los desafíos. Por las estancias trabajaba desde que se retiraba la luna con los primeros albores del día, hasta que todo duerme Y el silencio está combinado con la típica noche de campo, sin humos de chimeneas ni prosas...y solo se escuchan sus mesurados pasos abriéndose camino con un candil en la mano, dando remate a sus tareas y así retirarse a descansar. Por las estancias cocinaba y siempre los comensales eran muchos, esto implicaba dificultades que Aidé las superaba fácilmente porque era rutina, desde juntar "charamuscas" para empezar el fuego, hasta desgarrar troncos poco a poco con su hacha y llevarlo convertido en astillas para su cocina. Con brasas candentes y alimentando el fuego, arrastraba una pesada olla de hierro y comenzaba crear su menú. ¡Guisaba muy rico! En el trayecto que lleva al arroyo, va por su sendero, ¡Si, su sendero! Porque regularmente lo recorría ella, nadie más. Va con un gran atado sobre su cabeza y hay mucho por lavar, se instala en el lugar de siempre, donde corre agua cristalina y se refleja un cielo movedizo de colores brillantes y aromas de ceibo y madreselvas en flores, un sonido fantástico, libre...para volar...para soñar...y se la escucha cantar bajito. Al atardecer regresa y el atado de ropas forma parte de su silueta que recorta el horizonte, ahora un atardecer con pinceladas de colores cálidos que ni el mejor pintor lo lograría. Felíz porque parte de su labor ya está hecho, aunque su día es tan largo y queda mucho por hacer, tiene que preparar la cena, servir, limpiar y dejar todo acondicionado para cuando aparezcan las primeras luces del nuevo día, erguirse y comenzar su rutina nuevamente. Aidé luce su atuendo casi único, un vestido que le llega debajo de sus tobillos, con flores como el floreciente mes de mayo que vive, un abrigo liviano ya decolorido y unas alpargatas que en algún tiempo fueran negras. Su cabello muy bien peinado y recogido deja ver claramente su rostro apacible, simpático, amigable, muy dulce.


Es un día especial y ella lo ignora, cree que es uno más, tan parecido como ayer. Por las zonas descampadas, rodeadaa de zanjas, montes, piedras y barro, era común divisar algún peón o patrón cabalgando y a lo sumo, como en éste caso a don Julio en un carro tirado por un borrico. Don Julio era un turco que se recorría toda la campaña y conocía a mucha gente porque era vendedor ambulante, cargaba telas, prendas de vestir, algo de utilidad para el hombre de campo, era variada su mercadería, lo que le parecía conveniente y oportuno para su negocio. ¡Eso sí! La ropa interior para damas, la llevaba aparte, casi escondida y por lo general nunca las vendía, porque pudoroso como era tampoco las ofrecía. Era un buen hombre, calmo, ingenioso,muy inteligente, educado y trabajador. Tenía mucha habilidad para convencer a cualquiera que la prenda que estaba ofreciendo era la apropiada, aunque el comprador al probarse le quedara un poco holgada, sin que se diera cuenta, tomaba como un pequeño puñadito de la prenda para ajustárselo al cuerpo, y así, cliente satisfecho, le quedaba perfecto y cerraban negocio. En muchas oportunidades la noche lo encontraba por esos caminos y buscaba refugio en alguna casa o estancia dónde sin ningún problema lo recibían y lo hospedaban, porque lo conocían y además compartían distintas charlas, que no por lerdo don Julio al fin y al cabo la direcciona hacia su propósito que era vender y así poco a poco se iba despojando de su mercancía. Algunas veces veía a una muchacha, por lo general a la hora del almuerzo o cena, ella era linda, simpática, apacible,simple, educada, respetuosa y muy trabajava en diferentes lugares, y siempre después de almorzar o cenar, don Julio se quedaba un rato más para charlar y hablaban del día, si estuvo calor, si estuvo frío, si estaba por llover, que la helada había sido grande y casi siempre allí se terminaba el tema. Pero no sé porque ese día en vez de dirigirse a ella llamándola "señorita" como siempre, le preguntó su nombre, ella se volteó y secándose las manos le respondió: -"Aidé- Aidé Pérez Rodríguez señor, a sus órdenes". El turco quedó por unos minutos en silencio mirándola a los ojos, se frotó la barbilla y le dijo: -"con todo respeto Aidé, le diré que es usted muy linda y me agrada su compañía". Ella se sonrojó, hizo una mueca y le agradeció el cumplido. Cada uno por su lado, absortos en sus pensamientos, procesando cada palabra dicha y cada recibida, analizado el rumbo que se había desviado de sus antiguos diálogos y todo se perfilaba a otra dimensión. En próximos encuentros, divisaban una ilusión, permanecían más tiempo juntos aunque ella jamás dejó de lado sus obligaciones, cruzaban miradas, sonrisas, había empezado un nuevo sentimiento mucho más profundo. Y así pasado un año de encuentros muy espaciados, ésta vez se vieron atrapados y envueltos en una nebulosa rara, luminosa, de sentires buenos, de pasiones desenfrenadas, de almas brillantes, de amores consumados. Una historia de amor para contar, una historia de amor cómo pocas...¡¡ y la felicidad los colmó !!


" DESTINO " Tú que vas cantando por polvorientos caminos Con escaso equipaje En una bolsa de lino

Bajo el Sol y enfrentando Transitas tú destino Medidas de paisajes Con melodías de trinos

Al calor desafiando Cada paso y es lindo Y en tu vientre un mensaje Que a tu vida le da sentido

Estás felíz y confiando Tienes garras de indio Eres empuje y coraje Tienes amor y es muy digno

Te sientes madre y andando Ahora es todo distinto Te preocupa el ropaje Para proteger a tu niño. (María del Carmen)

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Una recorrida por la casa Museo del Escritor Vicente Huidobro en la ciudad de Cartagena (Valparaiso – Chile). Nacimiento: 10 de enero de 1983 Santiago (Chile) Fallecimiento: 2 de enero de 1948 (54 años) Cartagena (Chile) Sepultura: Cartagena Nacionalidad: Chilena Lengua materna: Español Ocupación: Poeta, Escritor y Periodista

Obras                                  

Ecos del alma, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1911. La gruta del silencio, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1913. Canciones en la noche, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1913. Pasando y pasando, Santiago de Chile, Imprenta Chile, 1914; Las pagodas ocultas, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1914. Adán, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1916. El espejo de agua, Buenos Aires, Orión, 1916. Horizon carré, París, Paul Birault, 1917. Poemas árticos, Madrid, Pueyo, 1918. Ecuatorial, Madrid, Pueyo, 1918. Tour Eiffel, Madrid, s. e., 1918. (Escrito en francés) Hallali, Madrid, Ediciones Jesús López, 1918. Saisons choisies, París, La Cible, 1921. Finis Britannia, París, Fiat Lux, 1923. Automne régulier, París, Librairie de France, 1925. Tout à coup, París, Au Sans Pareil, 1925. Manifestes, París, Revue Mondiale, 1925. Vientos contrarios, Santiago de Chile, Nascimento, 1926. Mío Cid Campeador, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, 1929. Temblor de cielo, Madrid, Plutarco, 1931. Altazor o el viaje en paracaídas, Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones, 1931; Tremblement de ciel, París, l'As de Coeur, 1932. Gilles de Raíz, París, Totem, 1932; La próxima, Santiago de Chile, Walton, 1934. Papá o el diario de Alicia Mir, Santiago de Chile, Walton, 1934. Cagliostro, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1934. En la luna, Santiago de Chile, Ercilla, 1934. Tres inmensas novelas, Zig-Zag, Santiago, 1935 (con Hans Arp) Sátiro o el poder de las palabras, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1939. Ver y palpar, Santiago de Chile, Ercilla, 1941. El ciudadano del olvido, Santiago de Chile, Ercilla, 1941. Últimos poemas, Santiago de Chile, Ahués Hermanos, 1948; Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Zig-Zag, 1964 (recopilación de Braulio Arenas). Obras completas, 2 vols., Santiago de Chile, Andrés Bello, 1976 (recopilación ampliada de Hugo Montes). Epistolario entre Huidobro y su madre; Archivo del Escritor, LOM, Santiago, 1997


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Obra poética, edición crítica bajo la coordinación de Cedomil Goic; ALLCA XX, Colección Archivos, 45, Madrid, 2003 Poesía y creación, antología, selección de Gabriele Morelli; Fundación Banco Santander, Madrid, 2013 Altazor y otros poemas, antología, selección de José Manuel Zañartu, ilustraciones de Catalina Silva Guzmán; Zig-Zag, Santiago, Chile, 2013.



Se ha terminado de editar tanto en formato papel como en ebook mi libro Poesías de Utopías


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