Clerici - Chang - Chiqui González - Redondo
cultura lij
Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura
Año 2 / Número 21- Septiembre 2015. ISBN: en trámite.
#21
Edición digital
ACOMPAÑANDO A LOS NIÑOS EN
TODAS SUS ETAPAS DE APRENDIZAJE.
COLECCIÓN Una colección de LIJ para pensar la historia con los ojos de la literatura.
Gorodischer / Suárez / Vaccarini / Brindisi
Brandán Aráoz / Repún / Melantoni / Schujer / Porcelli Piussi / Pisos / De Vedia / Saint-Exupéry / Cinetto / Califa
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Editorial Atlantida Libros
@AtlantidaTw
sumario / 1
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Editorial Lo que dicen los objetos
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Escenas lectoras Robar el tiempo
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Desde el aula Viaje al futuro
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Laura Demidovich y Valeria Sorín
Políticas Alfabetización múltiple
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Novedades
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Contexto Crecer sin dibujar Mey Clerici
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De fondo Cuando el estado publica
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Espacio editorial
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Valeria Sorín
Daniela Azulay
Agenda Un pueblo que ama la literatura
Leonardo Huebe
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Novedades
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Geopolítica La lectura en Perú
cultura lij Reflexiones sobre la literatura infantil y su cultura Año 2 – Número 21 – Septiembre 2015 Registro DNDA: 503255. Conesa 4381, CABA. Tel: (011) 3534-1975 culturalij@editoriallabohemia.com www.culturalij.worpress.com www.editoriallabohemia.com Directoras propietarias: Laura Demidovich y Valeria Sorín Edición: Valeria Sorín Arte: Laura Demidovich Diseño gráfico: Valeria Goldsztein Corrección: Roxana Carbone
Ilustración de Tapa: mEy! Fotografía: Laura Demidovich ISSN: 1852-298X Distribución a kioscos CABA: Sin Fin Rincón 1407 (CABA) 4308-1813
Agradecimientos: A mEy! Clerici por la gentileza de tapa . A Natalia Porta López por las imágenes de Agenda.
La editorial no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o entrevistados.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación sin consentimiento previo de la editorial.
Proyecto ganador del Programa Buenos Aires Emprende 08 y distinguido con Premio Pregonero al Periodismo Gráfico y Hormiguita Viajera, ambos en 2010.
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Editorial
Lo que dicen los objetos
a un lado las historias que les contaron, las imágenes complejas, los días importantes. Porque al lado de todo eso que parece tan claramente constitutivo de nuestra historia e identidad se encuentran otros recuerdos que valen por lo inexplicable. Un aroma, un ruido, una textura. En mi caso, el ruido de los cubos de plástico con letras al caer en el piso cuando daba vuelta la bolsa para empezar a jugar. Puedo poner play y reproducirlo una y otra vez en mi cabeza. El olor de la silla bajita, de madera con asiento de paja, en la que me sentaba para ver televisión. O la textura de la frazada peluda, azul y sintética de mi cama. Objetos sin valor e invalorables. ¿Por qué la memoria ha resguardado con tanto esmero y detalle estas sensaciones? ¿Qué dicen esos objetos? ¿En qué lengua hablan?
Lo que queda Extraño funcionamiento el de la memoria. Las tecnologías de la información han hecho que todo el tiempo hablemos de memoria; la RAM, que nos permite sostener tareas paralelas o que requieren muchos recursos en simultáneo; la ROM que resguarda los documentos, las fotos, lo producido en el tiempo. Las computadoras se han perfeccionado a la par de los estudios acerca de las redes neuronales. Las investigaciones han abierto un mundo de conocimiento que ha servido por igual a médicos como a tecnólogos. Les proponemos un experimento. Cierren los ojos y busquen los primeros recuerdos que tengan. Dejen
Directoras de Cultura LIJ
En la pantalla de la televisión se ve a un niño hablando en inglés. Es migrante y con su familia busca un destino que lo cobije en la vieja Europa. El niño dice que ellos quieren vivir en su tierra, pero la guerra los expulsa. La cámara luego abre el plano y se alcanzan a distinguir cientos de personas sentadas con algún que otro bolso. Son pocas las posesiones que arrastran de una tierra a otra. ¿Será solo el pragmatismo el criterio para seleccionar lo llevable? Escuché por décadas a mi abuela hablar de un objeto de su niñez que había debido dejar en la aldea cuando con sus padres regresaron a Argentina expulsados de Galicia, por efecto de la guerra civil española. Era el resultado de una tarea escolar, cuando las manualidades formaban parte esencial de lo que se debía enseñar a las niñas.
Después del plan CEIBAL, el Sarmiento y el Conectar Igualdad, nadie duda que las computadoras deben formar parte de la educación de nuestros chicos. Facebook, Twitter, Instagram se hallan repletos de publicaciones nostálgicas que buscan la complicidad de los cogeneracionales: fotos de un casete y una birome con el cartel “Si sabés para que se usa, poné Me gusta”; otra de un banco de escuela de madera con lugar para el tintero “¿Lo usaste?” pregunta el posteo. Gestionar la cultura de la infancia tiene implicancias en la conformación de esa patria eterna y salvadora que es la niñez para el adulto. Y tiene implicancias en la conformación del lenguaje de los objetos, algo que la Chiqui González explica con mucha altura.
Pasaje veloz El consumo es hoy el centro de nuestra sociedad. Se habla de la necesidad de estimular el consumo interno para sanear la economía, del acceso al consumo de unos u otros bienes como un derecho por el cual bregar, o de máquinas con un tiempo de vida útil que promueve la actualización permanente. ¿Nos dará tiempo la moda para escuchar el lenguaje de cada prenda? Hora es también de rescate de colecciones como la del Chiribitil o la de los Polidoro (originalmente Eudeba y Centro Editor de América Latina), con sus tipografías pesadas y su multicolor desparpajo propio de los sesenta. ¿Qué tienen para decir los viejos ejemplares a las generaciones nuevas? ¿Se incorporarán sin más a la velocidad del circuito de novedades? Shhh, escuchen, murmura la pizarra, murmura el martillo, murmura la soga. Shhh, murmuran ahora las teclas de la computadora.
Laura Demidovich y Valeria Sorín
4 / escenas lectoras
Robar el tiempo por Daniela Azulay
Descubrí este libro hace muchos años y desde entonces es parte de las mesas de libros que propongo. La edición que leí y subrayé es la vieja de Anagrama, aunque actualmente se consigue otra publicada por Editorial Norma. En esta escena lectora, una docente lee y escribe. Primero transcribe unos fragmentos del libro, luego lo cierra y copia fielmente todos los datos de la tapa. Esas lecturas que te invitan a anotar y a seguir pensando. Me pide que me acerque. Está alucinada por un hallazgo: robar tiempo para leer. “Eso –me dice– eso es lo que siempre sentí”. “El tiempo para leer siempre es tiempo robado. (Al igual que el tiempo para escribir, por otra parte, o el tiempo para amar). ¿Robado a qué? Digamos que al deber de vivir. Ésta es, sin duda, la razón de que el metro –símbolo arraigado de Especialista en Lectura. Coordinadora de la biblioteca de la Asociación Civil La Vereda.
dicho deber– resulte ser la mayor biblioteca del mundo. El tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo de vivir. Si tuviéramos que considerar el amor desde el punto de vista de nuestra distribución del tiempo, ¿qué arriesgaríamos? ¿Quién tiene tiempo de estar enamorado? ¿Se ha visto alguna vez, sin embargo, que un enamorado no encontrara tiempo para amar? Yo jamás he tenido tiempo para leer, pero nada, jamás, ha podido impedirme que acabara una novela que amaba. La lectura no depende de la organización del tiempo social, es, como el amor, una manera de ser. El problema no está en saber si tengo tiempo de leer o no (tiempo que nadie, además, me dará), sino en que si me regalo o no la dicha de ser lector.” Y esta mesa de libros, además de darle tiempo robado a sabiendas para leer, anotar y comentar, le regaló tiempo para la conversación. //
escenas lectoras / 5
6 / desde el aula
Viaje al futuro El equipo del Plan de Lectura trabajó dos años en el proyecto que trajo al futuro la colección de libros infantiles con la que el Centro Editor de América Latina hizo punta en los años 60 en la Argentina.
Video oficial de la colección homenaje https://www.youtube.com/watch?v=STOnpZa7jv8
No había archivos digitales; porque ocurrió en una época en la que el trabajo de diseño –a cargo del compaginador– tenía mucho de recortar, pegar, armar en el espacio de la página a mano. Recién cuando se debía ir a imprenta el original se procesaba para realizar las películas (una por color), similares a las de los rollos fotográficos antiguos. De los originales Cuentos del Polidoro han permanecido los ejemplares impresos, sobre todo en manos de los que los amaron y atesoraron y compartieron con varias generaciones de niños. Porque los originales son de la década del 60’, el Centro Editor de América Latina (CEAL) los publicó entre los años 1967 y 1968. Y si hoy vuelven a todas las escuelas del país es gracias a sus lectores amorosos y fanatizados.
desde el aula / 7
El regreso Ya hacía tiempo que Gerardo Cirianni insistía con republicar esta colección iniciática dentro del Ministerio de Educación. A finales de 2012 “Isol se acercó al Plan de Lectura para proponer esta reedición”, nos cuenta Adriana Redondo, directora del Plan de Lectura. Es que Isol siempre remarca lo fundante que fue para ella y su hermano la lectura de estos cuentos. Publicados en revistas originalmente, la artística de esos libros era en sí una revolución. Y no es para menos, Marina Díaz, hija del director de arte Oscar Díaz, sostiene “Los Polidoro fueron una ruptura por el eje. La gran innovación de los Polidoro es que convocaron a artistas plásticos para ilustrarlos”. Ilustradores y escritores estaban liberados de toda misión.
5, 35, 2015 Retipeados, escaneados, consiguiendo los libros en las bibliotecas insignes como La Nube, pero también entre los estantes particulares de Adriana y su equipo, se consiguió reunir en cinco tomos 35 relatos seleccionados, donde se pueden encontrar a todos los autores que participaron en los Polidoro. Boris Spivacov fundó el CEAL cuando la dictadura de Onganía interviene Eudeba y él queda fuera de la editorial universitaria. Precursor y responsable de las ediciones económicas que se vendían en los kioscos de diarios como Capítulo, Cuentos del Chiribitil (recientemente rescatados por Eudeba), Los hombres de la historia (biografías en fascículos), y los Polidoro. Desde su inicio en 1966, el CEAL fue una de las experiencias editoriales más importantes de Argentina y una de las editoriales que más censura sufrió durante la última dictadura militar. La imagen que circula por redes de la pirámide de libros incendiada pertenece a la profanación que la dictadura realizó en los depósitos de la editorial.
Aunque parezca utópico, Boris Spivacov trabajaba para que sus libros no fueran más caros que un kilo de pan. Libros para todos, decía. Y todos, era todos.
Recuerdos encerrados La memoria familiar sale a flote y da cuenta de una vivencia común. “Mi mamá no había terminado la primaria y para ella todo lo que era el estudio era lo primero. Por eso en casa se compraban todas las colecciones de Centro Editor”, recuerda Redondo. “En particular, en el ámbito de la literatura infantil y juvenil fueron fundantes por dejar de lado la intención moralizante o didáctica – agrega-. Por eso decidimos lanzar esta colección homenaje, de la cual todas las escuelas públicas y privadas recibirán un juego antes de fin de año”. La nueva edición incluye además el listado de todos los cuentos que se publicaron originalmente, más pequeñas biografías de escritores e ilustradores que participaron.
Autores que no se rescatan, desaparecen Esta edición homenaje mantiene las ilustraciones originales, lo que transporta algo de la década en que nacieron. Los artistas cedieron los derechos para que esta reedición se pudiera concretar, lo que llevó dos arduos años de gestión, ya que había que conseguir la voluntad de autores o herederos, según el caso.
El rol del Estado en la memoria literaria En estos años otras instituciones también han decidido reeditar y rescatar un aporte cultural que se encuentra ausente de la circulación. Es el caso de la Biblioteca Nacional, por ejemplo, que ha republicado gran parte de las colecciones de revistas culturales ya desaparecidas, como pueden ser Contorno o Lulú. En el caso de la Biblioteca Nacional, los libros circulan en librerías y pueden ser adquiridos por investi
8 / desde el aula
Ilustración de Alba Ponce para El príncipe que perdió la risa.
través de las bibliotecas de las escuelas. Nosotros intentamos ofrecer lo mejor para los chicos y los adolescentes. Adicionalmente hay una tirada que se repartirán a las bibliotecas populares y otras instituciones. De forma que la comunidad toda tenga posibilidad de acceder”. Plan de Lectura y desde Educ.ar.
Polidoros en el aula
gadores y especialistas, pero también por curiosos e instituciones culturales privadas. Las colecciones ahora producidas por el Ministerio de Educación tienen su lugar reservado en las bibliotecas de las escuelas primarias. Y en la página web del ministerio ya han llegado pedidos de personas, docentes y padres deseosos de poder tener una copia personal. Pero esta colección tiene un carácter colectivo, que no se sostiene en la propiedad individual. “La idea es que las familias puedan acceder a los Polidoro a
Existen, hay que reconocer, dos formas en las que hacemos valer nuestras bibliotecas escolares. Hay quienes se enorgullecen por el acervo que tienen, lo guardan y cuidan como un tesoro. Otros encuentran la alegría en saberlo circulando, cuántos menos ejemplares en los estantes y más yendo y viniendo de las casas, mejor. Es cierto que en ese trajín los libros pueden ajarse, mojarse, estropearse. Pero vale la pena correr alguno de estos riesgos si activamos a los chicos y a sus familias como lectores. “Hace falta aclarar –acota Adriana Redondo– que estos ejemplares no son inventariables, justamente para que no haya dificultad para el personal de las escuelas ante una eventualidad”. Está claro que no se trata solo de la producción de materiales sino la formación de mediadores. Por eso la responsable del Plan de Lectura comenta que están trabajando en secuencias que permitan a los mediadores apropiarse del material y les encuentren a cada libro su sentido y puedan maravillar a los demás, ya sean nuevos o viejos. “Si los bibliotecarios y los
! illa no s que t e m at a n… de r i s a ¡ u na a m is t ad es pe cia l y un os v
Godoy /Godoy II
AUTORA: liza Porcelli Piussi ILUSTRADORA: lucía Mansilla Prieto Bianca, Nino y Rómulo viven en la misma cuadra, pero no se hablan. Hasta que un perro llamado Godoy entra en sus vidas, y ya nada será igual para ellos y para el barrio. ¡Ya salió la segunda parte. No te pierdas sus aventuras! A partir de 10 años. 15,5 x 21 cm. Rústica.
Moloso / Las aventuras de Botazul y otros cuentos de piratas
AUTORA: Belén de Larrañaga ILUSTRADOR: Sofía Ramacciotti/Nancy Brajer Un villano desopilante, y los piratas más malosos y ratas viles que te puedas imaginar ya están aquí. ¡No vas a parar de reírte! A partir de 8 años. 15,5 x21 cm. Rústica. docentes no son lectores, podemos ponerles los mejores materiales que no cambia nada. Con el caso particular de los Polidoro estamos trabajando con Gerardo dando talleres, porque los Polidoro dan mucho para el diálogo.” Y remarca Redondo que primero se cambiaron las condiciones materiales, ahora todas las escuelas tienen bellísimos libros. El desafío para cada uno de los bibliotecarios pasa ahora por incorporar libros nuevos y viejos al trabajo cotidiano. Lo nuevo no descarta lo viejo. “Insistimos es lo importante de aprovechar las jornadas de lectura en las escuelas, que se invite a los padres para que junto con los chicos compartan la experiencia de mirar y descubrir qué le gusta a cada uno de de la poesía, de la prosa, de las ilustraciones. Y que eso haga valiosa la escuela.” En esta época signada por la novedad, ¡qué bueno que los maestros más jóvenes y los chicos tengan contacto con la historia!
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10 / agenda
a m a e u q o l b e u Un p la literatura ebe
por Leonardo Hu
Tertulia s del jueve
Con David Machado, de Portugal.
El moderno centro de convenciones Gala fue desbordado (en su capacidad de dos mil personas) por un público atento y entusiasta, que participó con risas, aplausos y numerosas preguntas en cada clase magistral, conferencia o taller de escritores, ilustradores y editores, quienes expusieron las estrategias a seguir para generar nuevos lectores de literatura. Los cincuenta invitados de doce países y de distintas ciudades de la Argentina, además de participar en sus mesas, visitaron colegios donde fueron recibidos por los alumnos y los docentes, quienes, para sorpresa de los autores, no solo fueron escuchados con atención, sino que, además, habían leído algunas de sus obras. Los escritores eran abordados en las calles de la ciudad por vecinos para sacarse fotos y pedirles autógrafos. En Resistencia, durante los días en los que se prolonga el Foro —así como durante su ardua y larga preparación— el contagio por los libros y la lectura se extiende como una epidemia por todos los rincones de la ciudad. En las escuelas, en las dependencias públicas, en la cárcel de mujeres, en los bares, en la universidad, en las calles, se interesan por autores y escritores y, sobre todo, por el milagro de leer. El primer quijote, aquel paradigma de los enfermos por la lectura fue, sin dudas, Mempo Giardinelli, quien convenció a un centenar de sanchos para ir en busca de lograr la sin igual hazaña de fomentar la lectura del libro en un mundo cada vez más habitado por consumidores de medios audiovisuales. Por eso Mempo, en el discurso de apertura del día 12 de agosto, resaltó el valor de comenzar dos décadas atrás en un “país devastado en materia de lecturas, sin políticas de promoción lectora, con un
agenda / 11
Mempo do multiplica
Istvansch Estado perdido y ausente, y con un sistema educativo perverso que fulminaba todo lo bueno de más de un siglo de aquella educación sarmientina que, aún con sus errores, construyó esta nación”, concluyendo que “hoy el cambio que hemos contribuido a producir es impresionante. No hay antecedentes de recuperación igual en el mundo entero”. En ese mismo discurso, Giardinelli explica la razón de fomentar la lectura: “La educación de una nación para la democracia y la justicia social, para la igualdad de oportunidades y el crecimiento económico y social en equilibrio y armonía, sencillamente no es posible si no se lee bien y mucho y bueno; es decir, si no se leen textos de calidad y con tiempo para pensar”. Diario del encuentro El escritor colombiano William Ospina, en la primera conferencia magistral del Foro (En busca del nombre perdido), hizo un recorrido por textos, lecturas, personajes y señaló, entre otras cuestiones, que los lectores, al momento de elegir un libro, están “sometidos a los que leen más y tienen mejores argumentos”. Varios de estos lectores con mayor lectura y argumentos sólidos participaron de distintas mesas y conferencias, entre ellos el mexicano Juan Domingo Argüelles, el venezolano Fanuel Hanán Díaz, la cubana Karla Suarez, la escritora y editora chilena Paz Corral, el brasileño Eric Nepomuceno y varios autores argentinos, como Miguel Molfino, Hebe Uhart y Liliana Bodoc. El diálogo entre la palabra y la imagen también ocupó un espacio central en el Foro, no solo en la poesía transemiótica de los textos infantiles del escritor portugués David Machado, que emocionó
Graciela Bialet Mario Lil o
Sandra Com
ino
12 / agenda
En Casa as de las Cultur por la mirada poética de su personaje niño, sino también por la explicación de su técnica de recorte con tijera que el dibujante y escritor Istvan Schriter realizó con una increíble puesta actoral que deslumbró al público. Dibujantes, editores y escritores de literatura infantil también volcaron su experiencia de años en charlas y lecturas de textos en distintos plenarios. Las palabras de cierre, mientras subieron al escenario todos los participantes para la foto de familia, estuvieron a cargo del gobernador de la provincia de Chaco, Jorge Capitanich, quien destacó, con entusiasmo y con una mirada optimista por el éxito obtenido por el Foro, la función de la literatura y la lectura como forjadoras de conciencia social. El escritor mexicano Juan Domingo Argüelles resumió, durante el Foro, las palabras que compartieron con aplausos escritores y público: “Leer es ponerse en el lugar de los demás, es sentirse vulnerable, es abandonar todas las certezas y llenarse de todas las dudas en relación con lo que somos o con lo que creemos que somos. Es a esto a lo que yo denomino la ética y la poética de la lectura, pues si leer no sirve para sacarnos de nuestra zona de comodidad y confort, sino tan solo para distraernos, para entretenernos, para divertirnos, para hacernos más diestros técnicamente –y conste que todo ello me parece de lo más válido y legítimo–, la ganancia es poca si el placer mismo no nos lleva a algún conocimiento”. Y así, como en las grandes fiestas religiosas o paganas, los participantes fueron abandonando la ciudad. Pero en las calles no quedaron guirnaldas y restos de comidas, papeles y botellas vacías; quedaron libros y lectores. Resistencia (como si el topónimo encerrase una cifra de la voluntad), a partir de aquella chispa inicial que provocó Mempo Giardinelli, y que año tras año, ya convertida en un incendio, sigue avivando con un grupo de más de un centenar de voluntarios guiados por la vicepresidenta de la Fundación, Natalia Porta López, muestra que la esperanza (como las convicciones) no se abandona en ninguna entrada, ni en ninguna puerta de salida. Y aunque nadie se entere de estos sucesos milagrosos, por esa maldita obsesión de los medios de mostrar solo los hechos negativos o difundir lo que solo deja un rédito económico a sus empresas periodísticas, Resistencia bien podría ser declarada, como dijimos al inicio, la capital de la lectura, quizá no solo de la Argentina, sino del mundo. //
NOVEDADES / 13
Para cuidarte mejor Autora: Ximena García Editorial: Uranito ISBN: 978-987-703-093-8 32 págs.
Caperucita y los hermanos Grimm revisitados en una versión encantadora y tierna tanto desde el texto como en la imagen. Aquí, esta vez, Caperucita se enfrentará al mas insólito y amoroso de los obstáculos: ¡su propia mamá!
Manzanas de fuego
Autor: Fabián Sevilla Ilustr.: Martín Morón Editorial: Albatros Colección: Elfos de Pok ISBN: 978-950-24-1525-3 192 págs. Otra aventura en el Continente de la gente Pequeña con todos los elementos del fantasy para quedar atrapados en su lectura. Pok, Potámides, Rarrash, Heolo y Glebado salen a recorrer distintas regiones para encontrar la cura para el rey Lilios y desbaratar el funesto proyecto de Liberador y sus secuaces.
La niña que contaba Autora: Romana Romanyshyn Ilustr.: Andriy Lesiv Editorial: Limonero ISBN: 978-987-45736-3-6 32 págs.
Dora y las matemáticas. Rodeada de números, cuenta todo lo que ve a su alrededor. Granos de arroz, lunares e incluso manatíes. Hasta que intenta contar las estrellas… Bellas ilustraciones, cuidada edición, recibió la mención “Ópera prima” en la Feria del libro infantil de Bologna 2014.
Leer desde el contexto
Autores: Argañaraz, Azulay, Cantelmo, Díaz Ortíz, etc. Colección: AbraLaPalabra Editorial: La Bohemia ISBN: 978-987-1019-66-3 144 págs. ¿Acaso la lectura es independiente del contexto en el que ocurre? ¿Funciona de la misma forma la apropiación de la palabra durante la guerra o cuando no se tiene hogar? Este libro compila artículos publicados en Cultura LIJ entre 2009 y 2012 para reflexionar acerca del aporte del contexto a la lectura y de la lectura a la comunidad.
14 / geopolĂtica
GEOPOLÍTICA / 15
La lectura en Perú Entrevistamos a la especialista Gilda Chang para que nos ponga al día del estado de la lectura en Perú.
Gilda Chang es Encargada de la Biblioteca Infantil Augusta Palma del Municipio de Miraflores por medio de la Biblioteca Municipal Ricardo Palma. Y activo miembro de IBBY Perú. Se formó como docente de primera infancia, y estudia e investiga permanentemente para estar al tanto de la producción nacional e internacional en literatura infantil y lectura. Embebida de una visión regional, decidimos entrevistarla para ahondar en el estado de la lectura y la LIJ en Perú. –Nos gustaría conocer la situación de las bibliotecas en Perú. –A nivel nacional, solo se han creado 26 bibliotecas infantiles públicas, en 9 de los 25 departamentos que conforman el país; llegando a un 1.4% de bibliotecas municipales infantiles en el Perú. Para que puedas contextualizar, a lo largo del país hay 1.853 distritos, 43 integran el área de Lima Metropolitana. Y solo en 13 distritos de la capital se agrupan algo más de la mitad de las bibliotecas infantiles públicas (16 de las 26). En nuestro caso, no dependemos de alguna entidad social, sin embargo, contamos con el apoyo de centros formativos y de promoción lectora. La Biblioteca Ricardo Palma cuenta con un presupuesto que es asignado por el Municipio, contamos con personal capacitado para la atención al público y el trabajo del acervo. Razón por la que nos encontramos en constante capacitación. Gracias a nuestras conexiones y comunicaciones con centros bibliotecarios y relacionados al tema de promoción del libro y la lectura, nos mantenemos informados de las charlas, conferencias, encuentros, talleres, etc., que nos permitan estar actualizados para así mejorar nuestros servicios y beneficiar la calidad de estos.
Retomando el tema del Plan Municipal del Libro y la Lectura, puedo decir que es una oportunidad para la creación de espacios de acceso al libro y la información en la comunidad, escuelas, universidades, hospitales y otros. Buscamos propiciar espacios para la lectura, buscamos motivar la necesidad de este hábito.
Perú lee Para pensar seriamente una política de lectura, siempre es necesario conocer la foto actual de la lectura en el territorio y la historia previa que ha conformado esa foto. –Respecto de la lectura, ¿hasta dónde ha penetrado en la sociedad su hábito? –Digo con optimismo que actualmente en el Perú se está considerando el fomento de la lectura como la base del desarrollo exitoso del país, poco a poco se va haciendo eco en la importancia de este hábito vital. Los peruanos se muestran cada vez más curiosos ante la lectura, y como muestra puedo tomar datos
16 / geopolítica
de la Feria Internacional del Libro de Lima, organizada por la Cámara Peruana del Libro, que en su vigésima edición tuvo una asistencia de 502.800 personas durante sus 16 días de desarrollo. Se incrementó un 12% la participación y se estableció un nuevo récord. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer, nos queda seguir impulsando el fomento de la lectura en las familias, escuelas y comunidad; seguir insistiendo en que es importante fomentar este hábito desde la primera infancia para garantizar un verdadero cambio en la educación peruana. –¿Se llevan a cabo mediciones? –En cuanto a datos estadísticos, el sistema encargado de elaborar dichos registros es la Biblioteca Nacional del Perú. Sin embargo, el organismo de la ONU para Latinoamérica y el Caribe que sigue la evolución del libro y la lectura, el CERLALC, ha presentado un informe preocupante en 2012. Queda mucho por hacer para poder cambiar las estadísticas obtenidas allí: Perú figura con un 65% de no lectores, un 28% de población que siente placer, gusto o necesidad de leer; y no es posible encontrar datos de cuántos libros se leen en el país. Lo bueno es que ya se ha empezado a trabajar en este tema.
Políticas que afectan al libro Como venimos tratando en Cultura LIJ, en cada uno de nuestros países la situación del libro y la lectura enfrenta desafíos diferentes. En parte, debido a cuestiones económicas que repercuten en el trato frecuente de la población y los libros; en parte, debido a características propias de nuestras sociedades y su complejidad particular.
–¿Existe escucha a nivel de los funcionarios de gobierno sobre la importancia de promover la lectura? –En octubre se cumple el plazo de vigencia de los beneficios tributarios, o sea la exoneración del IGV en la venta de libros –el IVA peruano–, que se consiguió a través de la Ley de Democratización del Libro y del Fomento de la Lectura. Por lo tanto, desde ese momento se encarecerá el acceso a este preciado objeto. Hay agrupaciones y personas representantes de diferentes entidades gubernamentales que apoyan su renovación, esperamos que el Congreso pueda tomar parte y considerar la extensión de estos beneficios. Al menos la ministra de Cultura ha mostrado su interés y apertura ante esta ley. Sin embargo, es grato comentarte nuevamente que el Ministerio de Cultura junto al Ministerio de Economía y Finanzas han realizado una convocatoria municipal en Lima y Provincias, para la elaboración del Plan Municipal del Libro y la Lectura para el período 2016-2021, con el objetivo de democratizar su acceso, fomentando que los peruanos y peruanas desarrollen plenamente el derecho a la educación y a la información, teniendo al libro y a la lectura como herramientas de aprendizaje. El Municipio de Miraflores, por medio de la Biblioteca Municipal Ricardo Palma, considera esta convocatoria como una oportunidad de fortalecimiento de sus 60 años de trabajo continuo en la promoción y acceso del libro y la lectura, plasmando nuestra experiencia y trazando nuevas metas que beneficien la comunidad. Desde mi perspectiva como docente del Nivel de Inicial y encargada de la Biblioteca Infantil Augusta Palma, perteneciente al mencionado Municipio, opino que los docentes deben unirse con fuerza a esta
promoción, solicitando los conocimientos y herramientas para ser óptimos mediadores de lectura, insisto, desde la primera infancia; y por qué no, yendo más allá, llevando esta inquietud al trabajo de madres gestantes, ya que existe mucha información y experiencias en neurociencias en la etapa prenatal. En Colombia realizan talleres de lectura con madres gestantes, sería muy interesante poder desarrollarlos también en el Perú. –Dadas las diferentes etnias que habitan en Perú, ¿es posible trabajar con una política de lectura homogénea? –En el Perú se toma en cuenta la interculturalidad para el trabajo de formación educativa, el Documento Curricular Nacional es adaptado a cada contexto, desde las zonas urbanas marginales y marginales de Lima hasta las provincias del país. Por lo tanto, considero poco probable el trabajo con una política de lectura homogénea. Cada persona tiene una forma particular de asimilar lo que lee, desde la lectura de imágenes hasta la escrita; sobre todo si hablamos de las diferentes etnias que existen en el Perú, pues cada una tiene su propia cosmovisión, su manera de interpretar el mundo, la vida y su razón de ser. Ya que se considera la interculturalidad y que poco a poco vamos fortaleciendo nuestra identidad como peruanos y reconociéndonos como pluriculturales, se viene haciendo un trabajo de recuperación de la oralidad etnográfica del país. Existen entidades especializadas que trabajan en este campo y también aquellas personas a quienes les interesa conocer y amar lo suyo para luego compartirlo.
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18 / POLÍTICAS
Alfabetización múltiple por Valeria Sorín
Luego de dictar conferencia en la Universidad de Buenos Aires, habló acerca de alfabetizaciones múltiples en la primera infancia la Ministra de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe, María de los Ángeles Chiqui González. La Chiqui González, como se la conoce habitualmente, tiene la capacidad de hablar y generar imágenes en quien la escucha. Capacidad de hacerse entender, porque sabe apelar a lo que el otro conoce. Luego de escuchar una conferencia que dictó en la Universidad de Buenos Aires acerca de innovación y creatividad, le pedimos que se explayara acerca de un concepto necesario: la alfabetización múltiple.
Editora, Periodista y Gestora Cultural.
–En su conferencia en la UBA, usted hablaba de múltiples alfabetizaciones. –El arte se quedó con muchas operaciones de los lenguajes básicos creativos por la condena y aislamiento que tuvo por muchos años en la modernidad. Cuando hablo del lenguaje de los objetos, no solo hablo de los lenguajes plásticos, aunque están incluidos. Pero también hablan la cuchara de mi mamá en mi casa colgada en la cocina, o habla una silla vacía cuando estoy esperando al que no llega, o el banco hecho en serie de los inmigrantes italianos. Porque colaboran a dar cohesión en nuestra vida colectiva.
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–¿Podría especificar qué entiende por lenguaje? –Los lenguajes son mundos simbólicos. Las palabras son fonemas que no se corresponden con su contenido, ya lo dijo Benveniste. No hay una relación entre contenido y forma de la palabra de uno a uno. Fuera de contexto, fuera de la historia, fuera de la comunidad, nada dice nada. El lenguaje es una creación simbólica constante de una comunidad plural atravesada por lo político, por lo social, que tiene divisiones por edad, por generación, por sector social, que no es homogénea, que tiene ritmo, porque tiene tonadas, que tiene ritmo y sonidos distintos. Pero el lenguaje es pura invención del ser humano, de un conjunto entramado de redes simbólicas enorme. ¿Qué representa la flacura o la gordura, qué representa el color, el arriba, el abajo? –¿Cómo se forman esos lenguajes? –Esos lenguajes son la manera en que por acción y el juego –porque tengo mamá, porque no tengo mamá, porque la vecina me dio un plato de sopa, porque me llevaron a una plaza, porque me llevaron a una escuela, porque vi una hojita que se movía, porque escuché “la paraguas” o “el paraguas”– esa primera infancia siembra los lenguajes. Y los lenguajes son como un juguete. Son el campo del descubrimiento del niño. En esa primera infancia aprende la manera de aprender el multilenguaje. Mezcla sonido con palabras, y aprende dos lenguajes. Mezcla el cuerpo en el juego con objetos son otros dos lenguajes, y canta y baila, cuerpo y sonido. Esos primeros lenguajes están asociados una fórmula afectiva, una formula perceptiva, una fórmula corporal (estoy adentro, estoy afuera), una fórmula lúdica, una fórmula rítmica. El niño mezcla sincréticamente, como el collage de Chagal, como la manera de Miró (una mancha y una raya), y no sintéticamente. El alcance de lo múltiple –¿Cómo juega lo digital en todo eso? –Intuyo que los formatos digitales electrónicos podrían
ponernos en una revolución social del conocimiento. El teléfono va con la persona, y cambia la idea del tiempo. El celular hace que uno se narre mientras vive y sienta que solo mientras se narre se vive. Lo mismo pasa con las fotos, se saca foto de todo. Te sacan fotos en una conferencia, en la calle. Es como si quisieran registrar por un instante lo que están viviendo, no preparando un material de documentación del pasado. Lo digital va a terminar generando aspectos relacionados con el lenguaje, si no son un lenguaje ya. Porque modifican el tiempo si transforman la forma en que el cuerpo habla. Porque cambia la concepción de espacio. Hay chicos que navegan por el Cirque du Soleil y no han llegado a conocer el centro. Hay un espacio virtual más amplio que el real. Pero el espacio real es la dimensión más serena, silenciosa y amorosa que tiene el hombre. Los elementos digitales se convierten en lenguaje, porque no es lo mismo leer en la tablet que en los libros de papel. Tiene una forma distinta de interpretar lo que se lee. Si interpretás distinto, estás cerca de un lenguaje. Porque el lenguaje no tiene que ver con el que lo construye, sino con las interpretaciones y usos de ese mismo lenguaje. –¿Y esta alfabetización múltiple es lo que plasmó en el tríptico de la infancia? –Esos lugares vienen porque un grupo integrado por un soldador, una modista, un doctor en Educación, otra – yo – actriz y abogada, quisimos pasar todo al volumen. El niño pequeño ama el volumen más que el plano. El chico que tuvo que gatear, arrastrarse, y ve todo para arriba, ve todo volumétrico. Y se llenó de maderitas y hierros. Con algo de plata podés más, pero no con mucha. Porque con mucha llenás todo de pantallas. Y repetís lo que el mercado quiere que repitas. Lo que tiene el tríptico es conciencia de grupo. Que no es afiliada a partidos, pero sí protegida por los socialistas, que ven en este modelo una forma de apro-
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piación del espacio público. Esto tiene que ver con una frase de Tonucci: “Con los niños para todo”. Algunos lo entienden como con los niños y para los niños. Y yo quiero trabajar para los adultos. Si se mejora para los niños la ciudad, se mejora para todos. Gestión múltiple –Desde el espacio de gestión política, ¿en qué sentido le parece necesario trabajar? –Hay que trabajar por una ley de primera infancia. Al crear una cultura escolar y a la vez una cultura de infancia llena de prejuicios y estereotipos terriblemente coptada por el consumo, han dejado el entretejido social de cada niño, que es su derecho constitucional. Aunque sea pobre, ese entretejido es suyo, no es un careciente absoluto. Atención cuando se habla de acceso a los bienes culturales; la palabra acceso yo no la comparto. Significa que no lo tenés y hay que subir para acceder, mientras que hay bienes culturales desde la panza de su madre. –Estaba pensando en la revalorización de la cultura de los pueblos originarios y el tiempo en el que el guaraní, constitutivo para una significativa parte de la población argentina, se lo consideraba un no bien cultural. –O una pieza que hay que rescatar como si fuera una pieza arqueológica y no una visión del mundo. Ese lenguaje es sagrado, es necesario para entender
la fertilidad, los dioses, el sexo, lo que es una mujer, el amor, las relaciones entre las personas. Ese lenguaje constituye una cosmovisión. Hay que rescatarlo por el culto a la diferencia. Claro que dentro de la diferencia entra todo: aquellos que quieren la diferencia en serio y el que tolera la diferencia, pero le da un lugar para irla corroyendo. El multilenguaje es posible en la medida en que no se enseñe como se enseñan cosas. Que se enseñe muy imbuido de la ideal social, que se le dé una solución a la violencia para poder transitar las ciudades y el espacio. Y el multilenguaje es un lugar no homogéneo donde se crece. Necesita que se presenten muchos grupos como iguales, tienen que mezclarse, cosa que ni los guaraníes ni nosotros lo hacemos bien; los guaraníes por todo lo que pasaron con los blancos. Pero no es fácil, y la política también está mezclada y las pobres conciencias sociales también están mezcladas. El lenguaje de las cosas –Al principio habló acerca del lenguaje de los objetos. ¿Hasta dónde alcanza el lenguaje? –El tiempo, el espacio y el cuerpo, con todos sus desarrollos de movimiento, de tono muscular, de energía, más los objetos y sus capacidades de ser diseñados, ser combinados, de ser inventados, de cambiar de función, ser dioses o ser palitos, y los elementos que pueden ser
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Fotos: Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe.
una inundación que te deja sin nada, ser el mar más enorme que te hace sentir pequeño y que consideran que el mar es dios, y la acción. La acción comienza por el juego. Niño que no juega es lo mismo que cuando la sociedad te dice “No hagas nada” y que te dan una especialidad, te encajan la piel de la nariz para arriba, porque la especialidad es un refugio no solo del saber, sino de lo que no sabés, de la angustia frente a lo que no sabés, y de la seguridad de que allí reinás. –¿Cómo se accede al multilenguaje? –Hay dos caminos para acceder al multilenguaje: uno es la sustitución. Otro, la combinación. La sustitución es lo propio del hombre, por eso es la imaginación y no el lenguaje lo que es constitutivo del hombre y lo que lo diferencia de los animales. Porque podemos ver en ausencia. Porque aprendemos tanto que podemos creer que ahí hay un cocodrilo, y el chico ve un cocodrilo. No es loco el chico, juega por un rato y sale. Y los grandes lo pueden hacer en la actuación. No existiría el teatro, ni hubiera existido jamás, sin esta capacidad. Entonces, en vez de agarrármela con mi papá porque lo tengo que querer, yo agarro un muñeco y se lo doy. El niño sabe que tiene que sustituir. Los adolescentes andan pateando tachos a la noche porque no los dejaron entrar en la confitería, porque no tuvieron una mujer u otro hombre en sus brazos, andan rompiendo
por dolor y por mala educación también, pero es un desplazamiento. Es mejor que agarrar a dos personas y matarlas. Porque cuando no hay desplazamiento, hay acto; el acto es literal. El juego es la manera en la que el niño entiende el mundo y le da sentido a esos lenguajes. Así que cuidado con que no jueguen. –Sin duda. ¿Y respecto del medio? –Los cielos son expresivos, no solo son en tanto fenómenos científicos. Hay cielos rojos de fuego, hay cielos violetas de la melancolía. Y encima son físicos, vos le podés poner expresión. ¿Dónde metés el desasosiego sin un cielo grisado y plomizo? ¿Dónde metés el miedo si no hay una rama moviéndose que te parezca un monstruo? ¿Dónde metés toda esta cantidad de sentimientos de inseguridad si no tenés cómo representarlo? Y representarlo es meterlo en un lenguaje que lo exprese. –¿Cómo te representás a la muerte para poder seguir viva cada día? Y por eso podés hablar con un sacerdote o con un psicólogo y decirle qué sentís por la muerte. –Por eso el multilenguaje es la gran forma de darle forma a la especie. El multilenguaje es la forma de hacerte humano y de darte cosas para que vos crees y llegues a otro, para ser más humano. Y para ser más afectivo y vivir una aventura de la vida. Sino, estás dejando al chico más cerca de la especie, como animal sufre. O lo dejás
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cerca del estereotipo adulto, donde se crea un mejor consumista. Espacio para lo múltiple –Complejo de resolver desde el espacio de Educación. ¿Usted cree que esta propuesta de alfabetización múltiple implica una política transversal? ¿Podría llevarse a cabo desde un Ministerio de Cultura? –Desde un espacio transversal y nacional. No sería una buena política local, porque se convertiría en una experiencia piloto aislada. La alfabetización múltiple auténtica quiere decir olvidarse de que los lenguajes son solo los artísticos. Porque los lenguajes son lo más democrático del hombre. No va a poder ser realizado por un solo programa gubernamental porque implica la primera infancia. Si no hay una comprensión profunda y no didáctica ni
educativa, ni siquiera de psicología evolutiva, sino puramente social y plural de lo que es el período que va desde el embarazo hasta los cuatro años, no se puede hablar de multiplicidad de lenguajes. El multilenguaje necesita espacios no escolares, necesita mucha comunidad. No pueden enseñarse los lenguajes por separado. La escuela no está preparada para trabajar con un entramado de lenguajes. Entramado que se parece más a la caótica sociedad aun con sus problemas; cuando la escuela intenta salvar al niño de los problemas de la caótica sociedad. //
NOVEDADES / 23
El día títico
Autora: Graciela Repún Ilust: Eleonora Arroyo Editorial: Del Eclipse ISBN: 978-987-1580-43-9 40 págs. Hoy es el día Títico. Hoy salen los senguemeren buscando la Padanganga, y Lululú iniciando su viaje, de irse y de quedarse, y Graciela escribiendo (¡bellas!) jitanjáforas y Eleonora dibujando (deliciosamente) con recortes de papel, y todos los lectores encontrando (jugando) la felicidad en las páginas de un libro.
Achimpa
De familia en familia
Autora integral: Catarina Sobral Editorial: Limonero ISBN: 978-987-45736-1-2 40 págs. En una biblioteca descubren una antigua palabra olvidada muchos años atrás. Nadie sabe que significa ni cómo se usa pero desde ese día todos comenzarán a usarla a su antojo y las cosas se pondrán achimpadamente confusas… Deliciosa historia para indagar y reflexionar jugando con la palabra.
Autores: José Nesis y Paula Szuster Ilustr.: Aimar, Zweig, Basile, Powerpaola, Berantene, Degliuomini, etc. Editorial: Iamiqué ISBN: 978-987-1217-75-5 40 págs. Porque el modelo de familia única e ideal se volvió ficción hace rato, esta “carpeta viajera” es una magnífica oportunidad para abordar con los chicos (y los grandes) las complejas estructuras familiares contemporáneas. Con una mirada inclusiva y lúdica, 15 familias, distintas y semejantes al mismo tiempo, presentan su historia a través de 15 ilustradores, enlazadas todas, por la fuerte presencia del amor.
Yo no soy un conejo
Autores: Pepe Márquez y Natalia Colombo Colección: Los Primerísimos Editorial: Fondo de Cultura Económica ISBN: 978-607-1619-70-9 36 págs. Si tiene dos largas orejas, come zanahorias y salta de acá para allá, ¿es un conejo? El protagonista de esta historia deliciosa sostiene que él, a pesar de compartir todas esas características con los orejudos, es un zombie alienígena mutante. Por suerte al lado suyo vive otra zombie alienígena mutante, aunque es probable que sea una bella conejita. Al fin y al cabo, no debe ser nada malo ser un conejo.
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CONTEXTO / 25
Crecer sin dibujar por Mey Clerici
Los ilustradores Ivan Kerner y Mey Clerici recorren desde hace dos años el mundo realizando talleres de arte para chicos. Pero en Etiopía…
Fotos: Sofía Nicolini Llosa
Hacía ya varios días que estábamos de gira visitando aldeas de tribus del sur de Etiopía. En algunas de ellas nos quedamos a dormir en carpa para despertar al día siguiente junto con las familias del lugar, tomar el café típico que preparan y sirven en media calabaza, desayunar la pasta de legumbres súper energética que cocinan y estar ahí viviendo por un momento lo que ellos viven cada día. Ese día llegamos casi al mediodía a la aldea de la tribu Dassanech. El sol pegaba con toda la fuerza y nosotros estábamos medio zombies. A veces se juntan muchos días de no parar y nos cansamos. Somos felices y agradecidos de estar haciendo esto, pero a veces
Ilustradora. Impulsora de Pequeños grandes mundos junto con Iván Kerner.
simplemente nos agotamos un cacho y desearíamos un ratito estar en Buenos Aires tomando un mate con amigos, estar en casa y ese tipo de cosas de siempre con las cosas de uno. Después se nos pasa, obvio. Ese día estábamos con la energía re baja y, al llegar a la aldea y salir de la camioneta, un montón de chicos vinieron corriendo a buscarnos. Íbamos a pasar todo el día ahí con ellos, nos íbamos a quedar a dormir y al día siguiente íbamos a seguir ahí. Nos sentíamos muy culposos de no estar con todas las pilas para jugar y dibujar con los chicos Dassanech como hacemos con cada grupo de chicos que conocemos. Pusimos por un momentito piloto automático para arrancar. Les preguntamos a los locales si había algún lugar con un poco de sombra para poder conocernos con los chicos y hacer un taller de dibujo, y ellos nos señalaron este
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Dibujos de los niños de la tribu Arbore en Omo Valley, Etiopía.
lugar. Era como una casita hecha de palos que quedaba ahí nomás. En el camino nos contaron que esta era la escuelita de la aldea donde los nenes de la tribu aprenden. Una hermosura de lugar: piso de tierra, paredes de palos, techo de chapa, dos pizarrones negros al frente y un maestro voluntario que viaja desde el pueblo más cercano hasta la aldea todos los días para dar clases. Entonces caminamos hasta la escuelita de palo. Nos avisaron que había que esperar un poco porque el aula estaba ocupada. Nos asomamos y resultó que adentro estaba lleno de adultos. Todos sentados en los pupitres mirando al frente, cada uno con un cuaderno y un lápiz en mano. El maestro señalaba con un palo palabras en amarige (el idioma oficial de Etiopía) y ellos repetían. Nos contaban bajito al oído, mientras presenciábamos la clase desde un costado, que ellos solo hablan la lengua tradicional de la tribu, pero que desde hacía solo tres días estaban aprendiendo a hablar y a escribir en amarige para poder ir al pueblo y vender sus productos, comercializar y poder comunicarse mejor con todos. Y para eso empezaron de cero total. Ese día estaban aprendiendo los números del uno al veinte a fuerza de repetición. Entonces, en un momento le dije al maestro que, si querían, podíamos presentarnos y enseñarles palabras en inglés o ayudarlos en lo que fuera. Pero a él (que a esta altura lo queremos un montón) se le ocurrió una idea mucho mejor: nos pidió que pasáramos al pizarrón y que dibujáramos los animales y las cosas que los rodean en el campo, así ellos podían ayudarse con dibujos para aprender más fácil las palabras nuevas. Entonces, felices, Ivanke y yo pasamos al frente y dibujamos una vaca, un pájaro, un árbol, el sol, la luna, las estrellas, las nubes, un hombre, una mujer, una gallina y algunas cosas más. Y después les
escribimos sus nombres en inglés y ellos luego los repitieron en amarige y en su lengua nativa. No nombraban las cosas que dibujamos, las gritaban. Ponían una fuerza, una energía. Estaban tan entusiasmados por aprender. Levantaban la mano y se ofrecían para pasar al frente a nombrar cada dibujo señalándolo con el palo largo del maestro. Y así. Para ese entonces nosotros ya teníamos de vuelta toda la energía del mundo, todas las pilas y todo el entusiasmo que nos contagió esta gente en unos pocos minutos. Así que le preguntamos al maestro si podíamos hacer un taller de dibujo con los adultos y así fue. Nos pasamos las siguientes dos horas dibujando con ellos. Y como nunca antes habían dibujado en la vida, todo era nuevo y misterioso. Esta gente creció aprendiendo a interpretar los sonidos de los pájaros, a cazar, a criar animales en el campo, a mirar al cielo y saber qué clima se viene, a construir sus propias chozas desde la nada y hacer cosas que nosotros, con nuestra urbanidad encima, no podríamos ni resolver. Pero dibujar dibujar, nunca. Con las hojas y los crayones adelante, eran como nenes muy chiquitos, pero en cuerpos de adultos y viejos. Aun así, nunca sintieron vergüenza ni se sintieron intimidados. Todo lo contrario: se dejaron llevar desde el primer momento por esta nueva y, por momentos, difícil experiencia de hacer que salga por la punta del lápiz un dibujo nuevo y único hecho por ellos mismos. Desde afuera se asomaban los chicos, pispeaban entre los huecos de los palos de las paredes del aula y se morían por entrar y dibujar también. Ya les iba a llegar el momento. Más tarde dibujamos un montón con ellos. Pero ahora les tocaba a los grandes, que habían esperado décadas. A los grandes, que crecieron sin dibujar.
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Cuando el estado publica La Biblioteca Nacional ha entendido que su intervención en garantizar la disponibilidad de obras y autores no podía quedar solo en la función de reservorio.
¿Por qué una biblioteca publica? ¿Por qué su dirección ha sentido la necesidad de impulsar publicaciones tanto periódicas como libros y facsímiles? Dicen que a un editor se lo conoce por su catálogo, y si interrogamos el catálogo de publicaciones de la Biblioteca Nacional la respuesta a estas preguntas se materializa. La Biblioteca publica porque de algunas cosas solo puede ocuparse quien le incumbe la memoria cultural de los pueblos. Primeros pasos La Biblioteca Nacional sostiene desde hace bastante más de una década dos publicaciones periódicas: La Biblioteca, un semestral impreso con debates culturales profundos alineados alrededor de un eje por cada número. Y www.abanico.edu, una revista literaria digital con seguidores en todo el mundo. Ya en estos últimos años, la Biblioteca Nacional sorprendió recuperando la producción de las revistas culturales y literarias que fueron insignes en su época, como Contorno –dirigida por los hermanos Viñas– o Literal –mítica revista de los años setenta, dirigida por Germán García, Osvaldo Lamborghini y Luis Gusmán–. También ha sido significativo el trabajo en recupero de la historia de la historieta en nuestro país, ya desde el cuidado en el acervo, como en la publicación de cuatro libros nacidos de la investigación de Judith Gociol Historietas Argentinas.
Y los chicos también ¿Entonces, qué debería publicar la Biblioteca Nacional para el público infantil? ¿Acaso la institución recibe a los pequeños, tiene un espacio específico? ¿Cómo se insertan los habitantes pequeños en esta línea de trabajo cultural? Nuevamente será el catálogo el que hable. Quelonios es la colección de publicaciones pensada para chicos de la Biblioteca Nacional. Los libros publicados hasta ahora tienen dos formatos: uno más grande, que incluye cuentos de autores argentinos, otro más pequeño donde se incorporan al mapa de la cultura de la infancia al menos un autor por cada país de Latinoamérica. Esta última propuesta tiene un lado muy interesante, ya que han elegido para hablar de Brasil a Clarice Lispector y para hablar de México a Elena Poniatovska, dos autoras que no son conocidas por sus libros infantiles claramente, pero que introducen de lleno al centro de la cultura de esos países. Por supuesto, como corresponde a la política lingüística liderada por el Museo de la Lengua, dependiente de la Biblioteca Nacional, los cuentos de autores argentinos hablan en argentino, los cuentos de los autores de cada país latinoamericano hablan en su versión local. No se allana ni –en términos mafaldianos– se pavimenta la lengua, sino que permanece con su grumosidad distintiva. Al fin y al cabo, en esos grumos se asienta la identidad de un pueblo. Los libros circulan tímidamente por librerías, y se los puede solicitar en la distribuidora www.la-periferica.com.ar