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CARTAS DE MISIÓN

OIM

Junto a los más vulnerables

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«Es necesario caminar juntos, sin prejuicios y sin miedos, poniéndose junto a quien es más vulnerable: migrantes, refugiados, desplazados, víctimas de trata y abandonados. Estamos llamados a construir un mundo cada vez más inclusivo, que no excluya a nadie». Esta exhortación del papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021 contrasta con la dramática realidad que continúan viviendo millones de personas en todo el orbe. De hecho, las noticias sobre los flujos migratorios en América no son nada alentadoras, pues continúan aumentando las restricciones al tránsito, la extorsión, los secuestros, las violaciones y las deportaciones de hombres, mujeres y menores de diversas nacionalidades y particularmente de haitianos, quienes, desplazándose desde Brasil o Chile, se ven forzados a atravesar el Tapón de Darién, de Colombia hacia Panamá, con la esperanza de llegar a Canadá, Estados Unidos o México. Según un comunicado de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en los primeros meses de 2021, más de 91 mil personas procedentes mayoritariamente de Haití, pero también de Cuba, Venezuela, Bangladesh, Senegal, Ghana, Uzbekistán, India y Nepal, han intentado el trayecto rumbo al norte pasando por ese punto selvático plagado de infinidad de peligros. Por eso, según Santiago Paz, jefe de misión de la OIM en Panamá, ahí es donde se hace especialmente urgente «la cooperación entre los Estados para poder responder de forma inmediata y coherente a las necesidades de los migrantes en condición de vulnerabilidad» (Vatican News / Pie de Página / AFP / ONU). •

Energía cara e insuficiente

Muchas naciones del mundo han comenzado a sufrir ahora lo que parece ser la mayor crisis energética de las últimas décadas. Y países como España, Italia, Francia y Polonia están sufriendo ya sus graves efectos por el aumento constante de las tarifas eléctricas y con el temor de que se descarrile la recuperación económica en curso, se afecten seriamente los ingresos de los hogares y se complique la transición hacia el predominio de las energías renovables. Factores de mercado, geográfcos y políticos han confuido para agravar la situación. Por un lado, a la contracción de reservas y al aumento de la demanda de gas natural en el mundo se asocian la reducción de la oferta y la menor disposición de energía eólica por causas climáticas. Del otro, los suministros por gasoducto hacia Europa desde Rusia, Noruega y Argelia no han aumentado. Incluso, hay sospechas de que Moscú esté aprovechando la crisis para defender un polémico gasoducto que corre bajo el mar Báltico y que une directamente a Rusia y Alemania, lo que ha generado tensiones al interior de la Unión Europea y ha puesto bajo presión la política climática con la que busca reducir al máximo la dependencia de combustibles fósiles. Ante ese cuadro, muchos gobiernos son presionados para actuar, y así prevenir el agravamiento de la crisis, no sólo en el Viejo Continente, también en muchos otros países del mundo donde las materias primas están escaseando y encareciéndose. Según analistas, el panorama puede empeorar a medida que se aproxima el invierno en el hemisferio norte (El Periódico de la Energía / Euronews). •

Economía de las sombras

En octubre pasado se desató un escándalo internacional con la publicación de la extensa investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) conocida como «Pandora Papers» y basada en la filtración de millones de documentos que revelan los secretos financieros de 35 jefes y exjefes de Estado, más de 330 políticos y funcionarios en más de 91 países, así como multimillonarios, empresarios, celebridades, estafadores y fugitivos. Los hallazgos exhiben cómo esos personajes se han beneficiado de los servicios del sistema offshore al esconder miles de millones de dólares en propiedades, bienes y capitales en sociedades fantasma y en fideicomisos opacos. Y las afectaciones a las economías de países que están batallando con el aumento de la deuda, la caída de los ingresos, la pandemia, el cambio climático y la desconfianza ciudadana son brutales, pues según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al menos 27 por ciento y 11 por ciento de las riquezas de América Latina y Europa, respectivamente, se mantienen en el extranjero y, muchas veces, en la sombra legal, mientras que los gobiernos hacen poco para frenar el flujo global del dinero que facilita la evasión de impuestos, empobrece a las naciones y enriquece a delincuentes.

Por eso el ICIJ, integrado por más de 600 periodistas de 150 medios de todo el mundo, es categórico al afrmar que en tiempos en que se expanden el autoritarismo y la desigualdad, esta investigación ofrece «una mirada inédita sobre la manera en que el dinero y el poder operan en el siglo XXI, y como la secrecía fnanciera impulsada por Estados Unidos y otras naciones doblaron y quebraron el imperio de la ley alrededor del mundo». (Quinto Elemento / France24). •

Aldo Sierra

P. José Aldo Sierra Moreno

El padre Aldo es originario de Torreón, Coahuila. Conoció a los Misioneros Combonianos en 1986 por medio de la revista Aguiluchos e ingresó al seminario menor de San Francisco del Rincón, Guanajuato. Luego, fue destinado al teologado de Innsbruck, Austria, para concluir su preparación religiosa y sus estudios de teología.

Después de su ordenación sacerdotal, en el año 2000 trabajó en la provincia de México durante cuatro años, luego fue destinado como formador en Innsbruck acompañando a jóvenes de África, América y Europa.

Del 2010 a 2018 trabajó con mucho entusiasmo en las misiones de Malawi y Zambia, en África. Ahí apoyó en la misión de Chama y se preocupó por promover varios proyectos de desarrollo humano, favoreciendo la formación de las mujeres y los jóvenes. En 2018 fue destinado a la formación de los jóvenes combonianos en Sudáfrica. Entre ellos vive su misión con alegría y entusiasmo, manifestando un gran espíritu de servicio.

El padre Aldo es un misionero que transmite su pasión por la misión y se muestra con gran disposición para estar entre la gente sencilla. Con su jovialidad y alegría logra contagiar a los demás y vive su vocación misionera a través de una entrega generosa en todo lo que exige su comunidad. Es un comboniano que lleva a san Daniel Comboni en su corazón.

Soy parte de su vida

Mi nombre es Sonia de Jesús García, soy misionera comboniana. Nací en Chilpancingo, Guerrero. Realizo mi servicio misionero al este de Zambia, en la provincia de Mongu.

¿Saben cómo entra una misionera a un pueblo y cultura nuevos? Pues, con optimismo, apertura, sencillez, humildad y sobre todo, una gran sonrisa para todos.

Sí, así inicié mi misión en Zambia, África, con estas actitudes que me abrieron la puerta. Ahora me siento parte de este pueblo y lo más bonito es que ellos también me sienten parte de su vida.

La gente es muy alegre, sencilla, y los niños una ternura; con ellos especialmente encontré el acceso a sus familias. Y como mi trabajo es en el área de la salud, con los niños comencé una campaña de lavado de manos (higiene), luego de la higiene dental y después realicé el refuerzo escolar en una comunidad.

En Zambia se habla inglés como lengua oficial y en esta zona se habla el Silozi, que es la lengua

local. Las misas son muy alegres, los cantos son con instrumentos y con baile.

He formado un grupo de promotores de salud, son 32 mujeres y hombres (algunas son madres, otras solteras y también hay jóvenes); lo más bonito es que es un grupo ecuménico, es decir, que 15 de ellos son católicos y los demás de diferentes sectas protestantes. Todos unidos por nuestro único padre Dios trabajamos en la prevención de enfermedades como el sida, la tuberculosis, la hipertensión, la malaria y en la prevención del Covid-19.

El Evangelio nos enseña que los enfermos más abandonados eran a los que Jesús tenía compasión, por eso nos enfocamos en ir y visitar a los más necesitados, dando palabras de aliento, fe y esperanza, y les llevamos un poco de alimento que los ayude en su nutrición.

Tengo dos años y medio en Zambia, mi experiencia es muy chiquita, pero la he vivido intensamente, Jesús ha sido el guía de mi misión y en la oración encuentro en Él el camino y el método para seguir adelante.

Unos de los retos que encontramos es que la tierra no es muy productiva porque es un área de arena; entonces las familias deben ayudar al campo colocando tierra negra y abono para cosechar sólo una vez. Otra dificultad es el agua, se batalla para obtener agua, ya que los pozos se llenan rápidamente de arena. Dios proveerá cómo encontrar una estrategia para que cada pueblo tenga su propio pozo de agua.

Quiero aprovechar para invitarlos, amigos lectores, a servir a Dios. Hay espacio para muchas jóvenes que quieran consagrar su vida a Dios evangelizando a estos pueblos pobres y abandonados; también hay espacio para los que quieran ser voluntarios en la misión. Infórmate con la Familia Comboniana. Dios los bendiga.

Vivencia de la muerte en Centroáfrica

–Una fe que amerita pasar a la práctica–

En la cultura centroafricana la fe cristiana sigue quedándose sólo en buenas intenciones, le falta aterrizar en la práctica. ¿Acaso no sucede esto en otros países?

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