Verest Magazine Septiembre 08

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Casa Milà, “la Pedrera” filosofal de Gaudí

Studio Harcourt: El valor de un retrato

CULINARIA

Encanto citadino en París

Hospitalidad con un clásico encanto

ANIMALS

La Danza Escarlata

EXPRESIONES

Vida y arte de un ícono

Raíces

Diseño disYHeno Studio

ARQUITECTURA

Legorreta: Sinfonía de luz y color

CULINARIA

Sabores de La Dolce Vita

MIXOLOGÍA

Diamante puro en Casa Prunes

SONORO

Música siempre la música WELLNESS

¿Por qué corremos?

AVENTURA

Mágico Amanecer

RESORT

Las Brisas: Paraíso color de rosa

MI PRIMERA VEZ

El Lado B de la CDMX

EXPERIENCIAS

Lucharán de 2 a 3 caídas

EXPRESIONES

Ya chole chango chilango CULINARIA

Vamos con Los Agachados

Dirección General

Rosa María Verján | Umberto Estrada rosi.verjan@verestmagazine.com | umberto.estrada@verestmagazine.com

Equipo editorial Dante Rojas | Montserrat Menchaca | Jessica Zarco | Luisa Franco | Charlie Rangel | Marco Sotelo | Adriana Sampayo | Daniel Morales | Jocelyn Díaz | Quirino | Levy Vale | Diego Hernández | Dulce García | María Fernanda Pérez Verest Magazine, año 0, número 8, Septiembre 2024. Es una publicación mensual de Grupo Editorial Verest, editada y publicada por Grupo Editorial Verest. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores; queda estrictamente prohibida la reproducción parcial o total de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Verest Magazine. Grupo Editorial Verest investiga sobre la seriedad de los anunciantes, pero no se responsabiliza con las ofertas relacionadas por los mismos. www.verestmagazine.com

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Casa Milà, ‘la Pedrera’ filosofal de Gaudí

BARCELONA TE ACOGE EN SU MAJESTUOSIDAD Y GAUDÍ TE DESAFIARÁ A VIVIR OTRA REALIDAD

Marco Sotelo @marcosotelo79

Lunas y soles de naturaleza pasearon frente a su ojo fotográfico. Nada se le escapaba: colores, texturas, curvaturas, sonidos, sensaciones, incluso emociones. Aquellas palpitantes imágenes convivieron en armonía en la mente del arquitecto catalán Antoni Gaudí i Cornet, como un catálogo onírico que consultaba en sueños para crear realidades fantásticas.

Barcelona fue el lienzo arquitectónico de Gaudí (1852-1926), quien desataba su creatividad e imaginación en cada uno de sus proyectos, entre ellos el de Casa Milà, también conocida como La Pedrera, ubicada en el número 92 de Passeig de Gràcia, una de las avenidas principales de ‘Gaudilandia’.

Fue en 1906 cuando el matrimonio conformado por el empresario Pere Milà y Rosario Segimon encomendaron al prodigioso arquitecto reconstruir una vieja residencia con su sello y talento peculiar. El proyecto le llevó seis años… ¿El resultado? ¿Qué esperar de Antoni Gaudí? Nada menos que una obra maestra.

Todo lo que tiene armonía tiene vida, y cuando lo admiras parece que vuelve a nacer en ti”.

Antoni Gaudí

Entre los aparadores de las casas de alta costura, los sofisticados restaurantes y la efervescencia de la capital catalana, se desvela un océano petrificado. Un oleaje de 30 metros de altura, de hierro y piedra, conforma la fachada de La Pedrera. Como decía el propio ‘arquitecto de Dios’: “No hay líneas ni ángulos rectos en la naturaleza; por tanto, el arte de construir debe basarse en la curva”. Sin previo aviso te engulle La Pedrera. Cual Jonás o Pinocho, no queda más remedio que recorrer las entrañas de esta ballena-edificio de ocho pisos hasta el desván, conformado por 270 arcos de diferentes alturas, donde originalmente estaban los servicios de lavaderos y que servía como un regulador térmico. Actualmente aloja un pequeño museo. La azotea es otro delirio de Antoni, aquí las chimeneas, semejantes a yelmos de gladiadores, se alzan como fieles guardianes de secretos ancestrales. Estos ‘cascos’ tienen trencadís, la firma de Gaudí, que consiste en el revestimiento de estructuras con

32

Balcones con adornos de hierro forjado posee la fachada

270

Arcos centenarios tiene la estructura del desván

1,835 m2

Superficie de la construcción

trozos irregulares de cerámica, vidrio o mármol de colores brillantes. Un esbozo del ‘poeta constructor’, quien, en una época en la que predominaban la simetría y la rigidez, se atrevió a sepultar los convencionalismos.

Antes de despedirnos del Golem nos dirigimos a los patios, tiene dos: uno en Passeig de Gràcia, de forma cilíndrica, y el otro, ovalado, está en Provenza. Aquí las paredes están decoradas con murales abigarrados, realizados principalmente por la mano del pintor y dibujante Xavier Nogués. Hay mucha historia encerrada en las paredes de La Pedrera, desde su ocupación durante la guerra civil española, hasta que fuera declarada por la UNESCO como Lugar Patrimonio de la Humanidad en 1984.

La Casa Milà es, en esencia, el espíritu de Gaudí petrificado, un faro en el paisaje cultural de Barcelona y un recordatorio de que cualquier desafío arquitectónico puede encontrar respuesta al observar con atención a la sabia naturaleza.

Se extienden las alas-vitral de las mariposas. Los dragones, serpientes y caballeros de Casa Milà quedan distantes tras un par de aleteos. El cálido sol veraniego de Barcelona no tiene clemencia. Uno, dos parpadeos… Despiertas y estás caminando en las Ramblas de nuevo.

Es recomendable reservar tickets para evitar largas filas. Las entradas sencillas para adultos van desde 28 euros e incluye acceso a wifi y audioguía para que realices el recorrido a tu ritmo. Puedes consultar las experiencias disponibles en:

HTTPS://WWW.LAPEDRERA.COM/ES

El valor

de un retrato

UNA FOTOGRAFÍA EN SÍ

MISMA DEBE TRANSMITIR EMOCIÓN DESDE EL PRIMER MOMENTO EN QUE SE ADMIRA, ES CUANDO REALMENTE EL OBJETIVO SE HA CUMPLIDO

En el corazón del distrito 16 de París, se encuentra un refugio sublime para los amantes del arte: el Studio Harcourt. Fundado en 1934 por la visionaria Cosette Harcourt, este legendario estudio fotográfico ha sido testigo de casi un siglo de evolución artística, también ha preservado con exquisito cuidado una tradición que desafía las modas efímeras y se sumerge en la atemporalidad de la elegancia francesa.

Más allá de un simple escenario para posar ante una cámara, el Studio Harcourt se erige como un templo de la estética y la precisión. La atmósfera del estudio recuerda a un set cinematográfico, con una iluminación suave que realza cada detalle, cada sombra. Aquí, las cámaras no son meros dispositivos, son testigos de historias, capturando el alma más allá de la apariencia física. Un retrato en Harcourt no se encasilla en ser nada más una fotografía; es una obra de arte que se convierte en un legado. La tradición sigue siendo clave en cada sesión. Sus fotógrafos son maestros de la luz, hábilmente manejada, y transforman en un pincel que esculpe cada imagen. Esta habilidad, en el juego de luces y sombras permite que cada retrato trascienda la mera representación, convirtiéndose en verdaderas esculturas en papel fotográfico, donde cada retrato tiene un toque de atemporalidad, como si congelaran un momento perfecto entre las luces y las sombras.

A lo largo de las décadas, este lugar ha inmortalizado a algunas de las figuras más icónicas de la historia del cine y la cultura. Actores como Jean-Paul Belmondo, Catherine Deneuve, Alain Delon y Brigitte Bardot han posado para sus cámaras, añadiendo sus rostros al panteón de la gloria del retrato.

Visitar Harcourt es como recorrer un museo viviente. Las paredes están adornadas con los rostros de aquellos que han pasado por el estudio, desde íconos del cine y la moda, hasta políticos y músicos. La experiencia se convierte en un viaje personal, donde uno se encuentra rodeado de la historia, pero también se convierte en parte de ella.

El Studio Harcourt es un destino en sí mismo, un rincón de París que resuena con el glamour y la elegancia del pasado, preservado para las generaciones futuras, pues no es un lugar que esté ajeno al avance natural del tiempo, al contrario, ha sido parte importante de la evolución de la fotografía, se puede hablar del paso de la película a la digitalización que cada vez cobra más relevancia.

Hoy, una nueva era llegó, una fotografía tomada con un smartphone también transmite emociones, capta la esencia misma de la persona, es una imagen que nos habla; lo que más importa es mantener la relación entre la tecnología, la tradición y por supuesto con el arte, que es lo que provoca la majestuosidad en un retrato.

CITADINO ENCANTO

“EL PLATO, SU FORMA, SU MATERIAL, COLORES Y DISEÑO

SON EL PUNTO DE PARTIDA DE LA RECETA. A VECES CREO UNA RECETA A PARTIR DEL DISEÑO DE UN PLATO”: INDRA CARRILLO

Rosi Verján @rosiuxamaria

en París

La Ciudad de México por una u otra razón siempre ha traspasado fronteras, ya sea por sus personajes, su enriquecedora cultura, las diversas expresiones artísticas, su ambiente festivo, por ser un epicentro de negocios, y por supuesto por la gastronomía, que no por algo fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.

Para este artículo necesitamos hablar de una colonia emblemática en la ciudad: La Condesa o también llamada ‘condechi’ por unos cuantos. Adentrarse en ella es vivir la naturaleza en sus parques México y España, es apreciar estilos arquitectónicos varios como lo puede ser el Art Déco o el neogótico, pero también es tener un acercamiento a la comida, de todo tipo, nacional, internacional, incluso, en una de sus calles hay unos chilaquiles muy famosos que quizás hayas comido alguna vez.

La Condesa es ese sitio en donde tendrás a tu mano un crisol de actividades. Su historia se remonta a la época colonial, y entre la zona de Tacubaya y la Romita había una hacienda llamada Santa María del Arenal, que en 1706 fue comprada por Doña María Magdalena Dávalos de Bracamonte y Orozco, una mujer acaudalada cuyo título nobiliario era el de Tercera Condesa de Miravalle y que tras la muerte de su esposo, se volvió la administradora de las tierras que ocupaban cerca de 160 mil metros cuadrados, y a quien se le debe el nombre de esta colonia.

Por ahí del año 1902, en la época de Porfirio Díaz, quería modernizar la ahora Ciudad de México por ello, buscaba que hubiera alumbrado, agua y calles pavimentadas, algo que estuviera muy al estilo europeo, así comenzó la construcción de lo que es ahora. Sabías que en esta colonia han vivido personajes como Agustín Lara, Mario Moreno

“Cantinflas”, Octavio Paz, Dolores del Río y la actriz, cantante y vedette de la época de la Revolución, María Conesa.

C’ÉTAIT DÉLICIEUX

(ESTUVO DELICIOSO)

Este breve preludio es para hablar de un lugar que se encuentra a unos cuantos kilómetros de la CDMX, arriba de los 9 mil, para ser exactos, pero cuya historia se relaciona con esta colonia, así que viajemos a París.

INDRA CARRILLO es un chef que vivió tanto su infancia como parte de su juventud en la Ciudad de México, en particular en la colonia Condesa; su historia con la gastronomía empezó cuando tenía tan sólo 12 años como aprendiz de cocina en una organización cultural mundial, su fascinación por el arte culinario lo fue llevando a prepararse en las escuelas más importantes como el I.A.E. de la Universidad Jean Moulin 3 y el Institut Paul Bocuse, y su

transitar por restaurantes varios como Le Bristol y L’Astrance lo hizo querer superarse a sí mismo y por qué no, abrir su propio restaurante: LA CONDESA PARÍS, que está en la también llamada capital de la moda. El concepto de este lugar que abrió sus puertas en el 2017, es como si fuera un tributo a los distintos lugares en los que ha estado, pero sobre todo, a esa colonia de la Ciudad de México que lo vio crecer, pues a los 18 años decidió despedirse de ella y comenzar su propio viaje, dejando su huella en Florencia, Londres, Tokio, Kioto, Estados Unidos, y Copenague. Desde que llegas a este restaurante, notas un dejo de elegancia y sofisticación, que vives conforme te vas adentrando, pues te encontrarás con una decoración minimalista y contemporánea, los tonos suaves con acentos brillantes, es lo que da paso a la experiencia gastronómica que comenzó en el número 17, para en el 2022 mudarse al número 13

de la calle Rodier, en el distrito 9 de París.

La ubicación también es parte importante pues tal y como se puede vivir en la Condesa en la CDMX, sus calles están repletas de expresiones artísticas, de nacionales y extranjeros que van dándole identidad a una colonia que tiene ya años de ser referente y justo esto, pasa también en París, en esa calle en donde emergen propuestas culinarias diversas.

La idea del chef es que te sientas como en casa, al entrar te recibirán con el mayor de los gustos, como si estuvieras llegando a la casa de un amigo entrañable que está ávido de brindarte todas las atenciones. En este restaurante hay tres salas, la primera, La Table du Chef es completamente colorida y cubierta con piedra ónix de tonos traslúcidos, con castaño y nódulos verdes intensos, el color predilecto del chef Indra. Además, en este lugar grandes ventanales te permitirán ver el incesante movimiento de la cocina.

En las dos salas restantes la tranquilidad estará presente, cada una con sus peculiaridades, la una llamada Salle Noisette (Sala Avellana) con madera de nogal da una sensación de calma, y la tercera, Salle Blanche (Sala Blanca), es un remanso de privacidad, una cortina de terciopelo blanco cierra el salón y lo aísla del resto del restaurante. En esta sala encontrarás una colección de 250 botellas de vino de diversas cosechas y reservas, que se ha ido enriqueciendo de la mano del enólogo Daniel Henderson, así, encontrarás vinos biodinámicos,

que son aquellos que prescinden de procesos industriales, así como uvas poco comunes.

Su profunda técnica culinaria se ve plasmada en cada platillo que ofrece, en donde la influencia francesa por supuesto está presente, pero también todo aquello que ha aprendido a lo largo de los años en los 9 países en donde se ha preparado con los más grandes representantes como Bernachon del chocolate, para la charcutería con Gilles Verot, Yves-Marie Le Bourdonnec y Maison Trollier para la carne, Cédric Bejaoui para el pescado, y por supuesto con François Pozzoli para la panadería, los tres últimos con el título de Meilleurs Ouvriers de France, un reconocimiento importante en Francia, sin dejar de lado esos sabores muy mexicanos.

Las técnicas clásicas le permiten crear menús sorprendentes para el comensal, los platillos pueden variar dependiendo de la temporada y de

la disponibilidad de los productos en el mercado, podríamos decir que cada visita será una experiencia distinta.

Encontrarás menús sorpresa de 6 u 8 tiempos. La innovación es parte de su práctica diaria pensando siempre en que lo que recibirás en tu plato será un reflejo de su inspiración y su pasión por la comida de todo el mundo, con técnicas clásicas, pero que a la vez te llevarán a un presente gastronómico de vanguardia.

“La cocina de Indra no tiene límites. Armonías y contrastes de colores, sabores y texturas, hacen de cada platillo la escala impredecible de una travesía gastronómica única”. Incluso, él se define como un hombre siempre en movimiento, como el colibrí, un ave de su México natal del que ha hecho su emblema.

De hecho, vale la pena mencionar que en el 2019, a poco menos de 2 años de haber abierto el restaurante, el chef Indra se convirtió en el primer mexicano en recibir una estrella Michelin en París, Francia y además el más joven, pues apenas rebasa la tercera década de edad. Podemos decirte que cada uno de los detalles en La Condesa París tienen total armonía, desde los muros que lo acogen, pasando por la mantelería, la iluminación, los cubiertos, la vajilla, la cristalería, todo será perfecto.

El principal objetivo del chef Indra Carrillo y de todos los que conforman La Condesa París es que no sólo vayas a comer, sino más bien vivas una experiencia culinaria inmersiva; que emprendas con él un viaje en donde tus cinco sentidos estén presentes.

Hospitalidad con un clásico encanto

En lo alto de una colina en Oakland, donde la bruma matutina del Pacífico acaricia la luz dorada de California, yace el CLAREMONT CLUB & SPA, un hotel que parece haber absorbido el paso del tiempo para convertirlo en su aliada. Desde su apertura en 1915, ha sido testigo de innumerables transformaciones, pero siempre manteniendo su esencia intacta.

LAS GENERACIONES

VAN Y VIENEN, PERO ESTE HOTEL SIGUE AHÍ, UN GUARDIÁN DEL PASADO QUE SABE CÓMO RECIBIR AL FUTURO CON MODERNIDAD Y MUCHO ESTILO

Adriana Sampayo @lasampayo

Hospedarse en él, es como adentrarse en una cápsula del tiempo, donde el eco de las risas de los años 20 aún resuena en los pasillos y las paredes, enmarcadas por su característico estilo neogótico. Las grandes escalinatas, los candelabros imponentes y las ventanas que parecen haber capturado los amaneceres de más de un siglo, nos hablan de una época en la que el Claremont hizo más que ser un lugar sólo para dormir sino un santuario de la elegancia y sofisticación.

Este hotel ha sobrevivido a terremotos, guerras y recesiones, reinventándose sin perder su esencia. Los jardines que lo rodean, alguna vez lugar de descanso para viajeros de trenes

y automóviles clásicos, siguen siendo testigos silenciosos de las vidas que han pasado por aquí. Cada rincón parece estar impregnado de historias, desde los bailes de gala en los salones hasta las conversaciones íntimas en las terrazas con vistas a la Bahía de San Francisco.

Lo que hace gloriosa la supervivencia del Claremont es su capacidad para seguir siendo relevante. Mientras el mundo a su alrededor cambia a velocidades vertiginosas, este sitio

permanece firme, abrazando la modernidad con el mismo aplomo con el que abrazó a la Belle Époque.

Lo que más resalta al pasar unos días en sus aposentos, es su belleza de lo atemporal, de esos lugares que nos conectan con lo que fue y lo que será. El Claremont Club & Spa no es un simple hotel; es un testamento vivo de cómo la historia puede habitar en las paredes de un lugar y cómo, a pesar de todo, la nostalgia puede ser gloriosa.

Ha pasado apenas un mes desde que nuestros pies tocaron suelo costarricense, y aún al cerrar los ojos se logra escuchar el eco de los graznidos que rompieron el silencio de la jungla. En Uvita, en la costa del Pacífico, cuando, sin previo aviso, una explosión de color escarlata cruzó el cielo. Eran ellas, las guacamayas rojas, reinas de los cielos tropicales, que surcaban las alturas con una elegancia imponente y una libertad envidiable.

También en Golfo Dulce, estos encuentros con las guacamayas no son raros; más bien, son una parte esencial del paisaje, como si las aves fueran guardianas invisibles de esos rincones prístinos. Un graznido rompe la calma, que al principio se siente como una llamada salvaje, después se convierte en un eco familiar, un recordatorio constante

de que la naturaleza sigue siendo soberana aquí.

Al caminar por la jungla, sintiendo la humedad del aire pegada a la piel, cuando aparecieron por primera vez. Dos, tal vez cuatro, con sus plumas rojas, amarillas y azules brillando entre el verde de los árboles. Parecía una danza ritual, una coreografía ensayada por siglos, donde cada movimiento y cada batir de alas tenía un propósito: recordar a los visitantes la riqueza infinita que protege COSTA RICA .

A pesar de lo común que puede parecer este encuentro, detrás de cada guacamaya que vuela libremente hay un esfuerzo titánico por protegerlas. No siempre fue así. La

UN CÁNTICO RISUEÑO SE ELEVA

POR EL AMBIENTE PARA DAR PIE AL VUELO DE LAS AVES

Charlie Rangel @charlie_viajenario

Foto: Eduardo Peraza @eduardoperazafoto @eduardoperazafoto

caza ilegal y la deforestación las empujaron al borde de la extinción en varias partes del país. Hoy, gracias a los esfuerzos de conservación, la guacamaya roja ha recuperado parte de su territorio en lugares como Uvita y Golfo Dulce, donde la selva sigue siendo un santuario. Cada vez que una guacamaya cruza el cielo, es un recordatorio de la belleza del mundo natural y de la fragilidad de los ecosistemas. Cuidarlas es velar el futuro de la biodiversidad del planeta.

Vida Arte & r e

de un ícono

EL ARTE ES UNA VÍA PARA TRANSFORMAR REALIDADES Y TRASPASAR FRONTERAS, ASÍ LO

SIGUE HACIENDO ESTA ARTISTA MEXICANA

Montse Menchaca @montsemlugo

Frida Kahlo no es simplemente una artista; es un símbolo, una revolución en sí misma. En el inmenso universo del arte, pocos han logrado trascender su tiempo y lugar como lo ha hecho ella. Con sus retratos penetrantes y una vida igualmente dramática, Kahlo se ha convertido en un referente cultural en todo el mundo.

Nacida en 1907 en la Ciudad de México, comenzó su vida en una época de cambio y turbulencia. Sus primeras influencias vinieron de un entorno lleno de color y tradición. Sin embargo, fue el accidente de autobús a los 18 años el que marcó un antes y un después en su vida y obra. Las secuelas de ese trágico

evento se convirtieron en el núcleo de muchas de sus obras, dando forma a una estética que combina el dolor personal con un rico simbolismo cultural.

La figura de Frida Kahlo está inmersa en un mito que oscurece su humanidad. En su tiempo, se le conoció tanto por su valentía al enfrentar el dolor físico como por su aguda conciencia política y social. Sin embargo, el mito ha tendido a eclipsar la realidad de su vida: una wllena de pasión, sufrimiento y una profunda búsqueda de identidad. Su relación con Diego Rivera, su carrera como artista y sus múltiples exposiciones en el extranjero contribuyeron a forjar su imagen pública, a veces a expensas de su verdadero yo.

UN VISTAZO ÍNTIMO Y REVELADOR

La exposición “Frida: Más Allá del Mito”, que se inauguró en el MUSEO DE ARTE DE DALLASS (DMA) el 18 de agosto y se extenderá hasta el 17 de noviembre del 2024, promete develar nuevas capas de esta compleja figura. Este evento reunirá

cerca de 60 obras de Kahlo y sus contemporáneos, ofreciendo una ventana única a su vida y su arte. La muestra, organizada por el Dr. Agustín Arteaga, el director del DMA Eugene McDermott, Sue Canterbury y la curadora de Arte Americano del Museo, Pauline Gill Sullivan, buscan ir más allá del mito para explorar al individuo detrás del personaje icónico.

A través de una cuidada selección de retratos, bodegones y dibujos biográficos, junto con fotografías tomadas por amigos, familiares y colegas, la exposición revela aspectos inéditos de la vida de Kahlo. Estas imágenes, capturadas por figuras como Diego Rivera, Henri CartierBresson y Nickolas Muray, ofrecen una perspectiva más íntima y personal de la artista, desdibujando el mito para mostrar a la mujer que estaba detrás del pincel.

Frida Kahlo sigue siendo un faro de resistencia y creatividad. Esta exposición promete ofrecer una nueva comprensión de su legado, iluminando tanto su arte como su vida en una celebración que conecta el pasado con el presente, y la identidad personal con la cultural. No pierdas la oportunidad de ver más allá y descubrir a la persona que sigue cautivando al mundo.

RAÍCES

LOS DISEÑOS DE PINEDA COVALIN NO SÓLO VISTEN AL CUERPO, TAMBIÉN TRANSMITEN MENSAJES, EMOCIONES Y HABLAN DE LA MULTICULTURALIDAD DE MÉXICO

Rosi Verján @rosiuxamaria

por lo que los diseñadores comenzaron a buscar otros sitios en donde pudieran mostrar y ofrecer sus creaciones, llegando a más museos y hasta el Palacio de Bellas Artes, pero la historia no concluyó ahí, su visión era llegar más allá, así que comenzaron a presentarse en hoteles y a las boutiques de éstos.

Lo primero que notaron cuando ya tenían presencia, fue que eran los turistas quienes se maravillaban con sus prendas, más que los propios mexicanos, pero recordemos que en la década de los 90 por acuerdos comerciales comienzan a llegar al país marcas importadas y era lo que el consumidor comenzó a comprar. Llegó el segundo reto, que al mismo tiempo, podríamos decir que era también un área de oportunidad, fue no desistir, mantenerse firme a sus ideas y seguir mostrando al mundo que sus diseños tenían un sentido y que además, eran completamente diferentes a lo que desfilaba en el mundo de la moda, incluso, cuando llegaban a tiendas departamentales sus piezas eran vistas como artesanías. “Lo difícil fue que al mexicano le gustara y le convenciera lo mexicano, como sucede hoy día, 30 años después”.

La promoción fue fundamental, era tener presencia en festivales, desfiles, en fin, estar en el mayor número de lugares para que los conocieran. “Los que sí nos compraban mucho eran personalidades que estaban inmersos en el turismo, como podían ser gobernadores o embajadores. Empezaron a comprarnos estas personas que sí querían mostrar esta parte de México”.

Como anécdota, Covalin nos platicó que recuerda que en el 2000, quien en ese entonces era la princesa Letizia, ahora reina de España, en una visita oficial a la Ciudad de México, recibió como obsequio de parte de la Primera Dama de México, una mascada con una bolsa que hacían juego de Pineda Covalin, y en uno de los eventos portó las prendas y por supuesto las fotografías estaban por todos lados, lo que hizo que un nuevo mercado comenzara a voltear a verlos.

LLEGÓ LA HORA DE VOLAR ALTO

En el 2001 llegaron a Palacio de Hierro, previamente ya habían tenido un acercamiento con la empresa, los invitaron a ser parte del desfile de moda Por Siempre México, y tras la pasarela, sus accesorios fueron bien recibidos, así que la invitación se hizo, tener presencia en la tienda departamental.

“Empezamos con las corbatas y mascadas, pero por ejemplo, de menos en mi visión yo no estaba haciendo moda, yo estaba diseñando productos culturales que fueron tela, los que gustaron y que casualmente fue en una mascada o en una corbata, pero no era realmente moda”. Fue así que al tener esa inquietud por mostrar la colección completa de estos accesorios, la mejor idea fue hacer un desfile de modas, así que llamaron a diseñadores de moda mexicanos para que cada uno hiciera una propuesta, y así fue como comenzaron a ampliar su línea.

Ricardo tenía claro que el lugar ideal para mostrar sus creaciones era en el Aeropuerto, donde infinidad de personas recorren sus pasillos, así que tras un largo proceso, lo lograron, la primera tienda de Pineda Covalin fue justo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues su visión era “somos el regalo que compra el extranjero de México, pero también aquello que el mexicano quiere llevarse de México, pero no como un souvenir”.

FIELES A SU ESTILO

Abrirse camino es algo que se trabaja diariamente, no es sólo quedarse con un primer logro, sino más bien hay que realizar muchas cosas para mantenerse presentes. Pero quizás lo más complejo pueda ser crear un estilo, más allá de solo una marca. Si bien es cierto existe una tendencia en el mundo de la moda en que a las personas les gusta mostrar la marca que

portan, y es lo único que les puede llamar la atención, sin embargo, para Pineda Covalin, el hecho de que las personas les digan que, por ejemplo al ver una mascada, puedan identificar que es de ellos, es que están cumpliendo con su cometido.

“Hemos ido cambiando mucho de diseños o de temas, pero siempre lo principal ha sido promover y dar a conocer la cultura mexicana en diferentes aspectos. Pero ya se hizo un cierto estilo y yo creo que eso sí lo debemos de mantener”.

EL

TIEMPO AVANZA

Y sí, efectivamente, nada es estático, no podemos comparar un Distrito Federal de 1996 con una Ciudad de México del 2024, lo mismo pasa con Pineda Covalin, los rostros, las formas, todo se ha reconfigurado, pero como bien decíamos, el estilo se mantiene.

“La Ciudad de México tiene sus puntos claves que sí hemos promovido, tenemos de hecho un diseño que la hace: ‘Mi Ciudad’, que al centro tiene el parque México, porque es donde empezaba ‘mi ciudad’, luego vas viendo el Castillo de Chapultepec, Reforma, hasta que llegas al Zócalo con sus edificios, hacia el otro lado vas a la parte más contemporánea como Santa Fe, está también el Monumento a la Revolución, el Palacio de Bellas Artes, como las otras cosas históricas del centro”.

Considera que la CDMX es una de las ciudades a nivel mundial en la que realmente están pasando cosas, simplemente menciona que en la Condesa, cuando caminas por sus calles encuentras ya a personas hablando en inglés, en francés, la presencia de extranjeros es muy grande, es decir, “es una metrópoli internacional, con turismo, con muchas cosas, han cambiado mucho las generaciones y eso nos lleva a nosotros a irnos adecuando”.

DISEÑOS ENTRAÑABLES

No hablaremos de favoritas, porque eso siempre es entrar en discusiones, es más, Ricardo no temió en decir que su predilecta siempre es la más reciente colección, por todo lo que ello significa y lo que hay detrás, pero más bien hablemos de entrañables. “En particular le tengo un gran aprecio a toda la parte prehispánica, que es con la que empezamos. Y ahora seguimos teniendo diseños prehispánicos, pero ya mucho más evolucionados”. Extraña aquellos diseños más étnicos que por el momento no se están creando pero que espera regresen. Y bueno, emblemáticos, por supuesto la Mariposa Monarca que apareció en el 2001 y que se ha mantenido desde ese entonces. “Hemos hecho diferentes diseños alrededor de la Mariposa y la gente nos reconoce por ese diseño. Creo que es un animal print que jamás nadie había usado, hasta que nosotros lo hicimos, y. por eso se quedó como algo muy representativo de la marca”, que efectivamente han ido acondicionando para cada diseño.

Para Ricardo Covalin no hay manera de darse por vencido, porque cree en lo que hacen, cree en la marca y en el estilo que han creado con el paso de los años. “Yo creo que mucha gente se da por vencida antes de todo eso, porque, por ejemplo, empezamos la marca en el 96, el primer desfile fue en el 2000, apenas mostrando las corbatas y mascadas. Pero la primera tienda, la del Aeropuerto, fue entre 2003-2004. ya habían pasado a lo mejor siete, ocho años, pero la constancia lo ha sido todo”.

“A Pineda Covalin le gusta contar la historia del México alegre, divertido y llena de colores, que es como nosotros la vemos y es lo que queremos mostrar”. Ello a través de sus bolsos, chamarras, mascadas, corbatas, vestidos, abanicos, chalinas, carteras, sacos, camisas, pareos…

Sin duda alguna la moda es, pues, una forma de arte que evoluciona con el paso del tiempo, pero que al mismo tiempo, se mantiene firme a su esencia, a ese mensaje que los diseñadores pretenden mostrar en cada una de sus prendas y accesorios. Es así que se vuelve una vía para explorar y expresar de cierta manera, la identidad personal y a su vez, en el caso de Pineda Covalin mostrar y descubrir la riqueza de cada región de nuestro México.

Conocer una ciudad es rendirse ante la idea de absorberla por completo. Es entender que lo que se conoce existe en el ahora y que posiblemente lo que uno cree que conoce dejará de ser cierto con el paso del tiempo. Cada lugar tiene monumentos que han sobrevivido a la entropía, pero incluso su permanencia no los exenta de la transformación que ocurre a su alrededor.

Mi padre me cuenta de los días en los que llevó a mi tío a su trabajo en Televisa Chapultepec, hace más de 40 años. Me habla del gran edificio con las torres de radio sobre avenida Chapultepec y metro Balderas. Esos íconos permanecen, pero, a pesar de ello, no es la misma ciudad. ¿Quién podría imaginar hoy a un niño de 15 años, completamente solo, atravesando en auto toda la ciudad para recoger a su hermano?

Para mí, son historias fascinantes: imaginar a mi padre, un hombre entrado en sus 60 años, siendo apenas un adolescente que mira sobre el retrovisor de esos grandes armatostes del pasado, pero manejando por las avenidas que yo tanto he circulado, pasando por los edificios que ya no existen, entre problemas que se quedaron atrás y otros que permanecen. Esa es la sensación que invoca el libro El vértigo horizontal, de Juan Villoro, una serie de crónicas acerca de la Ciudad de México.

El escritor se ha convertido en uno de los cronistas más relevantes del siglo XXI, y al hablar de la ciudad que se encuentra sobre un lago, pasará a la historia junto a los grandes como Carlos Monsiváis o Salvador Novo. La fortuna de leerlo ahora es que sus recuerdos sobre la ciudad nos hablan de un espacio en transición, algunos que se han transformado por completo

y otros que aún tienen el aura de lo que Villoro comenta.

El escritor, de 67 años, vio a la ciudad crecer sin control. Al hablar de la colonia Mixcoac, hoy no muy lejos del centro de la ciudad, sus anécdotas parecen las de un pueblo apenas formándose, como si Macondo estuviera en la capital y las casas de Caña Brava se alzaran por primera vez. El divorcio de sus padres es otra muestra del paso del tiempo, pues en su infancia era inaudito que los padres se divorciaran y él sólo conocía a otro niño que había atravesado por lo mismo. Tras la separación, lo llevaron a la colonia Del Valle. Esa colonia, llena de departamentos, parques y cafeterías locales, era un espacio de casas abandonadas y niños jugando en las calles sin supervisión adulta, donde raramente pasaban autos.

Nací en los años 90, y las historias de Villoro jugando en la calle son algo con lo que mi generación aún se puede identificar, pero, sin duda, sus anécdotas sobre esconderse en el camión del lechero y bajar hasta que fuera descubierto, para después averiguar cómo regresar a su hogar,

es algo que yo nunca podría haber experimentado.

El vértigo horizontal, un nombre que nos recuerda la grandeza, a veces admirable, pero sobre todo imponente, de la mancha urbana, supone un viaje por la ciudad a través del tiempo. El libro es editado por Almadía con el diseño del magnífico Alejandro Magallanes y divide sus secciones en líneas del metro.

La historia personal del escritor se encuentra en la línea 1, “Vivir en la ciudad”; la línea 2 se refiere a “Personajes de la ciudad”, desde la definición de un chilango hasta el casi extinto oficio del merenguero, e incluso Paquita la del Barrio; la línea 5 nos lleva por “Lugares” como la zotehuela, el Ministerio Público, El Chopo, Tepito y más. En sus crónicas, Villoro nos lleva de estación en estación, descubriendo la ciudad a través de distintos ángulos que nos dan la seguridad de que nosotros también conocemos esos sitios ahora.

El libro se publicó en 2018, poco después del terremoto del 19 de septiembre de 2017. Con la herida abierta y después de que él mismo

viviera, no sólo el terremoto de 1985, sino también uno más en Chile el 27 de febrero de 2010 y el de 2017 en CDMX, el libro termina con el texto que escribió unos días después de la tragedia que reconfiguró nuevamente a la ciudad. Leer el libro es sentir frescas esas memorias, pero incluso ahora podría verse un poco desactualizado.

El mundo entero sufrió las consecuencias del Covid-19 en 2020, y la ciudad se convirtió en un extraño refugio para muchos. Las restricciones fueron mucho más relajadas que en otras ciudades, y muchos extranjeros se mudaron. Primero de manera temporal y después definitivamente. Poco a poco, la ciudad intentó recuperar su ritmo habitual, pero la sombra de la gentrificación ya había hecho de las suyas y hoy la ciudad aparece en los rankings de las urbes más costosas del mundo.

El trabajo remoto, el incremento de capital de unos y las penurias de otros han hecho que la brecha de desigualdad sea mucho más notoria. Basta caminar por colonias como Polanco, Roma o Condesa y cruzar una avenida que divida la colonia con sus vecinos para entender cómo un código postal puede cambiar tanto el panorama.

El libro no lo muestra, pero Villoro ha escrito más acerca de estos

cambios y no sorprendería si un día

El vértigo horizontal se actualizará con las nuevas ideas del escritor acerca de una ciudad que se resiste a encasillarse en otra palabra que no sea caótica.

Como siempre, la gente dice que es imposible vivir en la capital, pero a pesar de eso, persiste. Los sitios se transforman y al mismo tiempo permanecen. Restaurantes centenarios del Centro Histórico han cerrado definitivamente; otros, como El Taquito (visitado por J.F. Kennedy, Marilyn Monroe, Diego Rivera, María Félix y más), se mudaron para encontrar una nueva oportunidad en una zona que no esté concurrida por puestos ambulantes que impiden el acceso. Las cafeterías de autor toman el espacio que hace sólo unos años las cervecerías artesanales ocupaban como la nueva moda “que nunca pasaría”.

La ciudad no perdona y sí olvida, y cada cambio que uno puede apreciar es prueba de ello. Incluso viendo hacia arriba, uno puede descubrir cómo las cosas no son como antes. A veces, caminar sobre Avenida Paseo de la Reforma y ver al cielo es encontrar que hay otro edificio en construcción que vendrá a irrumpir el panorama al que uno ya se acostumbró.

Hablar de Ricardo Legorreta es celebrar la esencia de México traducida en líneas, formas y colores. Su legado arquitectónico no sólo transformó el paisaje urbano del país, sino que llevó al mundo una visión auténtica y vibrante de la arquitectura mexicana.

Nacido en 1931 en la Ciudad de México, Legorreta fue discípulo del gran maestro Luis Barragán, pero rápidamente forjó su propio camino, llevando el minimalismo hacia una paleta cromática audaz y un manejo de la luz inigualable. Cada una de sus obras parece contar una historia, donde los muros de tonos terracota y ocre juegan con las sombras y la luz natural, creando espacios de introspección y encuentro.

Desde el Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México, hasta el icónico Hotel Camino Real en Polanco, la obra de Legorreta destaca por su equilibrio entre modernidad y tradición. Cada edificio es un diálogo constante entre la monumentalidad y la calidez, donde la simplicidad se eleva a arte y la

MEDIO SIGLO DE TRABAJO Y CON FUERTES INFLUENCIAS DEL PERIODO COLONIAL EN MÉXICO Y DEL MUNDO ISLÁMICO EN SUS PATIOS ES UN REFERENTE EN LA

ARQUITECTURA EN EL PAÍS

Luisa Franco @luisafrancof

arquitectura se vuelve una experiencia sensorial.

Más allá de los edificios, Legorreta entendió la arquitectura como una forma de vida. En su filosofía, el espacio debe ser generoso, acogedor y profundamente humano. Al incorporar elementos tradicionales como patios y fuentes, Legorreta creó santuarios urbanos, donde la naturaleza y la construcción dialogan en armonía.

Dejó un legado que va más allá de las estructuras; dejó un testamento de cómo la arquitectura puede elevar el espíritu humano. Su trabajo seguirá inspirando generaciones, recordándonos que el color, la luz y las formas simples pueden transformar nuestro entorno y, con ello, nuestras vidas.

CAPTURA EN UNA FOTO SITIOS E INSTANTES Y CONVIÉRTELOS EN UNA OBRA MAESTRA

Verest

Hay algo en la Ciudad de México que nunca se deja conocer del todo. Aunque recorras sus calles dos, tres o cinco veces, siempre te guarda secretos. Lo que sería un brunch en el restaurante Pepe del HOTEL VIRGILIO en el epicentro del lujo en la ciudad: Polanco, se convirtió en una sorpresa sin previo aviso de: ¿Y realmente conoces tu ciudad?

Siempre estamos en busca de nuevos lugares por todo el mundo, pero al platicar con Denisse Guzmán, que teníamos unos minutos de conocerla, y nos preguntara tengo algunos meses de no venir a la CDMX, ¿qué podrían recomendar más allá de lo típico que puedes leer en cualquier blog o revista como el Zócalo y su Palacio de Bellas Artes o Coyoacán y la Casa Azul de Frida, o Xochimilco y sus coloridas trajineras? Nos quedamos como meme, mirándonos asustados el uno al otro.

Afortunadamente comenzó la charla con Andrea Hernández Vega, fotógrafa mexicana

Un sin fin de historias que contar

del Studio Harcourt, en París para explicarnos un poco más de la colaboración con Honor y su serie 200, y en la que le pidieron a Denisse ser la modelo para realizar varias tomas con sus diferentes modos en retrato.

Aprovechamos para ponernos a pensar rápidamente, sacamos una libreta y empezamos a escribir lugares y descartar otros tantos para que en esta ocasión, la ciudad debiera revelarle otra de sus muchas caras, así que partimos de raíz. Mejores lugares para desayunar o brunchear, lugares cool para comer o cenar, así como lo más top para echar el drink. Sin dejar afuera un poco de entretenimiento y curiosear algunos barrios.

Fotografías tomadas con HONOR 200 Pro

Fotógrafo: Umberto Estrada

Stylist: Pineda Covalin

Modelo: Denisse Guzmán

Make Up: Aline Pescina | Erin Vai

Locación: Hotel Virgilio

Con algunas ideas anotadas, nos tocó a nosotros jugarle al fotógrafo, Umberto tiene un poco de ventaja sobre los demás, pero Rosi y Montse, estaban dispuestas a darlo todo con el HONOR 200 Pro, al fin Andrea nos dijo que con los diferentes modos de retrato no debíamos preocuparnos de nada y únicamente disfrutar el momento de hacer retratos.

ModoColor

ModoClásico ModoVibrante

Sólo concéntrate en tu objetivo

Desde las pinturas hasta las cámaras fotográficas y ahora los celulares, hemos tenido ese afán de perdurar en el tiempo, a través de retratos o fotografías, reflejando una necesidad humana profunda de inmortalizar una experiencia memorable. Ahora, con los smartphones, cualquiera puede convertirse en autor de su propia historia visual.

Esta evolución en la forma de capturar la identidad que ha desarrollado muy bien Honor con esta serie, la cual es el parteaguas de la esencia del arte del retrato, con el HONOR AI Portrait Engine, que procesa de forma inteligente la iluminación, las sombras y los efectos bokeh naturales, al mismo tiempo que mejora la textura y el tono de

la piel, ofreciendo rasgos faciales auténticos y delicados.

Denisse nos alcanzó en las escaleras y nosotros le contamos las ideas que teníamos para hacer los retratos, manejando los diferentes modos de Harcourt que integra la cámara, desde el Clásico con esos tonos en blanco y negro brillantes asemejando tonos plateados, así como el modo Color para resaltar todos los colores y por último el modo Vibrante, para darle un toque vintage donde el pasado y el futuro viven en cada foto.

Mientras hacíamos las fotografías nos platicó que se alojaría en el JW Marriott Hotel Mexico City, así que para no forzar las cosas le sugerimos algunos lugares por la zona, resaltando las colonias San Rafael,

Santa María la Ribera, Buenavista y por supuesto algunos lugares en la Juárez, Roma y Condesa.

Para empezar, le dijimos que sí o sí visitara el restaurante Sendero en el hotel en algún momento de su día, ya que ofrece una travesía culinaria a través de platillos mexicanos y latinos. Por la temporada, le sugerimos probar el chile en nogada, o el robalo con leche de tigre y aceite de cilantro y de postre, el sorbete de limón.

Como estaría unos tres días, y para que pudiera probar sabores distintos, le hablamos de Casa Santa María, en la colonia Santa María La Ribera para un clásico desayuno muy bien balanceado y delicioso, además de que le hicimos hincapié en que se fijara en todos los detalles del lugar, pues está en una casona de la época del Porfiriato. O que pasara por un delicioso café de especialidad para comenzar muy bien el día, a un acogedor lugar llamado Camino a Comala, en la San Rafael.

Más allá de la moda o según algunos la pretensión, la gastronomía es capaz de elevarse a una experiencia multisensorial. Imperdibles al menos una vez en la vida en CDMX serían Pujol de Enrique Olvera, Quintonil de Jorge Vallejo o Máximo Bistrot

del chef Eduardo García y Gabriela López. Son lugares donde la cocina mexicana se reinventa en cada plato y cada bocado es una historia en sí misma.

Pero no todo es fine dining, en la colonia San Miguel Chapultepec, encontrarás Madereros de Mario Espinosa, un homenaje a la leña, las brasas y el asador. Daniel Ovadía enaltece nuestras tradiciones y costumbres en la mesa en pleno Centro Histórico, en Paxia. Para probar un ramen buenísimo, no olvides pasar a Soop Noodle Bar en la Roma.

Cada bendita colonia de esta ciudad tiene ‘sus tacos’, sin embargo hay algunos que trascienden más allá de sus barrios, por ejemplo en la Narvarte, El Vilsito rifa y mucho, sólo te preguntarás ¿cómo es posible que algo tan sencillo sea tan perfecto?”. Los Consentidos, que están en la colonia del Valle, también cumplen con las tres máximas del buen taco: buena tortilla, mucha carne y excelentes salsas. No podemos dejar a un lado la única taquería con una estrella Michelin, así es, hablamos de El Califa de León, en la colonia San Rafael. No diremos más sólo que el taco es como un buen vino, depende del paladar de cada persona.

vanguardista

Terminamos nuestras primeras tomas y le comentamos si podía ir por el vestido. Emocionada fue, y diez minutos después Denisse regresó con un vestido hermoso color turquesa que no era un simple vestido, era más bien una fusión entre moda y tecnología.

Creemos firmemente que la moda se trata también de contar historias y aquí se narró una que se escribió de la mano de Pineda Covalin y Honor, se crearon unas mascadas que hicieran alusión al nuevo HONOR 200 Pro.

Pero eso no fue todo, surgieron varios bocetos en donde se incluyeron también tres vestidos en los que resaltó el diseño artístico y natural acorde con las elegantes líneas curvadas del celular inspiradas en el Art Nouveau, así como de los propios motivos que trae en su parte trasera, los cuales asemejan a elementos de la naturaleza, así como líneas orgánicas. Los colores no podían tomarse a la ligera, tres modelos, dos tonos, el Oasis Cian y el Negro, este último, mostrando la oscuridad que trae consigo la noche.

¿El resultado? Algo increíblemente lindo, prendas que parecían se movían a la par del viento, pero que a su vez, asemejaban a una danza que Denisse misma iba recreando en cada retrato.

Al terminar, nos dijo: ok ok…, de tanto hablar de comida ya me dio hambre, pero para en la noche, ¿dónde puedo ver buen teatro y sobre todo saliendo, dónde se puede echar un buen drink?

Rosi gritó: “ve Siete Veces Adiós”. Se acercó y le dijo, es una obra que te hará reflexionar sobre las relaciones humanas y tus emociones, sólo déjate  llevar por su narrativa que te hará reír, llorar y sentirte parte de la trama en cada momento. Su dirección artística te envolverá definitivamente.

Asistir al teatro permite disfrutar de la narración en su forma más pura, donde la actuación en vivo genera un sentido de presencia y de comunidad que no se puede replicar en otros medios. Además, es una forma de apoyar la cultura, reflexionar sobre temas sociales y emocionales, y desconectarse del ritmo acelerado de la vida diaria. En la Roma encontrarás La Teatrería, o en la colonia Juárez puedes ver la cartelera de Teatro Milán Foro Lucerna

Le recomendamos, si tenía un huequito en la tarde,  vivir una experiencia muy íntima y exclusiva en Casa Gilardi, una de las obras maestras de Luis Barragán. Aquí, todo se traduce en luz, en color, en la perfección arquitectónica que se manifiesta en cada rincón. Los muros rojos y amarillos parecen vibrar bajo el sol, mientras la piscina interior refleja un cielo sereno, inmóvil. Este espacio donde la grandiosidad no es ostentación, sino la pura manifestación del genio creativo, se encuentra en la San Miguel Chapultepec.

Por último le dijimos que después de que terminara su intenso fin de semana, antes de regresar de viaje se escapara a Nymphaea Spa en la Roma Norte para un momento de paz y bienestar. O bien a Jeroli Masajería Boutique, un lugar que ha logrado sobresalir en la Juárez.

Y pues, una buena historia nunca empezó sin un buen trago, existen Speakeasies memorables como Handshake en la Juárez que este 2024 quedó en el número uno de los mejores bares de norteamérica y nos atrevemos a decir que este mismo año serán el número uno del mundo. Bijou Drinkery Room en la Condesa está en los ojos del mundo, ya que uno de sus bartenders ganó Worldclass 2024. Hanky Panky es un gran referente y fue de los pioneros en la ciudad, por último recomendamos Kaito en la Del Valle a cargo de su bar manager Claudia Cabrera.  Pero aquí les dejamos unas joyitas que lo están haciendo muy bien y son relativamente nuevas. Empezamos con tres de la Roma Norte: Bar Polilla no es un speakeasy, sin embargo esta arriba de un restaurante, no hay señalamientos así que debes preguntar. Long Story Short acaba de cumplir un año y sus bartenders son muy experimentados. Antesala tiene seis meses pero les sorprenderá, así como Café de Nadie en la Juárez que trabaja con Arca Tierra, lo que es garantía y por último Rumores Butcher Shop un speakeasy con coctelería con rotavapor y clarificaciones, al sur en la Guadalupe Inn.

Sabemos lo que significa hacer fotos memorables, nosotros buscamos siempre la mejor oportunidad para mostrarles lo imperdible en cada viaje y lo importante que es transmitir una vivencia. Mandar a esas personas, la foto que los conectará a pesar de la distancia. Así que poder transmitirlo de la mejor manera es vital hoy en día. Algo que nos ha dejado con la boca abierta es la manera natural de éste equipo, es como si el HONOR 200 Pro supiera exactamente qué quieres

El arte de la

fotografía digital

capturar antes de que siquiera lo intentes.

¡Cambio de look! gritaron desde una habitación. Nos pusimos a revisar las fotos y a Montse le encantaron los zapatos de Denisse y quería preguntarle dónde los había comprado pero le daba algo de pena, así que Rosi le dijo, tómale una foto ahora que regrese y usa el Magic Portal para que arrastres la foto y la coloques en Google y listo, hasta te dirá dónde comprarlos. Y ¿qué creen? sí funciona. El MagicOS 8.0. es la nueva versión de su sistema operativo con Inteligencia Artificial integrada, que está facilitando la experiencia del usuario con herramientas como el Magic Portal,  Colaboración Multipantalla y el Parallel Space.

Después de tanto trabajo, bajamos a comer para seguir nuestra charla, ya sin cambios de ropa y poses, para platicarle de tres barrios o colonias que nos parecen muy interesantes y que tienen mucha historia, además ya le habíamos hablado de lugares

para comer y que colindan entre sí y las puede visitar caminando o en bici: San Rafael, Santa María La Ribera y Buenavista, que parecen haber resurgido entre sus propias sombras. La San Rafael, está muy cerca de la avenida Reforma y se delimita por la avenida Insurgentes que por cierto es la colonia más antigua de la Ciudad de México, fundada en 1850. Sus fachadas de los antiguos teatros y casonas del porfiriato, aún narran historias de una ciudad que se transforma constantemente y convergen entre negocios de muchos años y nuevas propuestas.

Pintores emergentes exhiben su arte en el Jardín de las Artes, justo atrás del Monumento a la Madre, y si te gusta el arte, visita el Museo Experimental El Eco, creado por Mathias Goeritz en 1953, para exponer diferentes diálogos artísticos, donde actualmente se exhibe arte contemporáneo.

Al seguir caminando, encontrarás la avenida San Cosme, al cruzarla

MagicOS 8.0.

Es la nueva verión de su sistema operativo con IA integrada, que facilita la experiencia de usuario con la herramienta MagicPortal . Colaboración Multipantalla y el ParallelSpace

Magic Portal

descubrirás Santa María la Ribera, y la primera parada que recomendamos es el Museo del Chopo, una estructura industrial transformada en un espacio para el arte crudo, provocador. A unas cuadras llegarás a la Alameda, en cuyo centro se erige el Kiosco Morisco, un portal hacia otro tiempo y espacio. Justamente a un costado del parque se encuentra el majestuoso edificio porfiriano que alberga al Museo de Geología con una escalinata y fachada estilo Art Nouveau.

Cruzando la Avenida de los Insurgentes, a lado de una antigua estación de ferrocarriles donde actualmente alberga un centro comercial y el tren suburbano, encontrarás la Biblioteca Vasconcelos, quizás para algunos no suene como algo muy divertido, pero les garantizamos que este lugar se convertirá en su lugar favorito en la CDMX por su arquitectura y diseño y todo lo que ofrece además de libros, como su recinto dedicado a la música, con

18,000 documentos sonoros, jardín botánico y festivales de cine.

La Ciudad de México, con sus capas de historia, cultura y modernidad, siempre tiene algo nuevo que ofrecer, incluso a quienes ya la han visitado. No se trata sólo de los lugares, sino de cómo se vive cada experiencia, cómo cada calle, cada platillo y cada conversación pueden transformarse en una pequeña revelación.

En esta ocasión Denisse nos hizo viajar en la memoria y en colectivo en nuestra propia ciudad. Esperamos que con estas recomendaciones le hayamos podido sacar una sonrisa y por supuesto a ustedes lectores, locales o viajeros, que en ocasiones piensan en lo infinita que es la CDMX.

EMPRENDE UN VIAJE A ITALIA SIN SALIR DE LA CAPITAL MEXICANA

Dulce García @candymuchogusto

Los entusiastas de la búsqueda de lugares únicos y con comida exquisita saben que hay que explorar hasta en los rincones más pequeños porque podrías llevarte una gran sorpresa. Marcello es uno de esos espacios con encanto que rápidamente se ha posicionado como una joya escondida en la gloriosa colonia Roma.

Este sitio no es un simple restaurante, es un espacio que captura la esencia de Italia de los años 60 combinando elegancia y nostalgia. Cuenta con numerosos detalles que te invitan a tener los sentidos bien abiertos.

Su decoración podríamos decir es un tanto retro, muy cinematográfica del Mediterráneo, con pisos de mosaico bicolor, cortinas rojas, luces neón, detalles de herrería, letras de gran tamaño, cuadros en las paredes, fotografías en blanco y negro, iluminación tenue, llamativo tapiz en las sillas y una gama de colores entre rojos, azules y marrones. Saben y reconocen que es uno de sus puntos fuertes, así que lo mantienen en todos los rincones. La atención al detalle se extiende hasta los platos, decorados con combinaciones de colores que complementan la ambientación y resaltan cada platillo.

Sabores de la dolce vita

El sentido de la vista disfruta con cada espacio que observa, la decoración hace que haya un juego de texturas que satisface al tacto, desde que entras puedes oler una mezcla de ingredientes italianos tradicionales que te envuelven entre masas, pastas, aceites, quesos y hierbas, preparándote para una experiencia gastronómica única. Pero debemos darle un espacio muy especial al sentido del gusto. En MARCELLO encontrarás literalmente un viaje al viejo continente, directamente hasta Italia sin salir de la CDMX. Entre sus especialidades destacan el Rotolo di Lasagna, un clásico de capas de pasta fresca, deliciosa bolognesa, bechamel de ricotta y una generosa cantidad de mozzarella.

Sus pizzas artesanales son una exquisita propuesta con masa fermentada durante 48 horas para lograr la textura perfecta: crocante por fuera y suave por dentro. Si eres de los comensales exigentes y tradicionales, no puedes perderte la Margherita con su salsa de tomate única, albahaca fresca y queso mozzarella.

Cuando no deseas pastas o masas puedes elegir una fresca ensalada como la Burrata con Prosciutto di Parma o la Insalata Caprese. Y para cerrar con broche de oro, no puedes irte del lugar sin que tu paladar disfrute de sus postres, nuestro favorito fue el gelato artesanal de pistacchio preparado al momento.

La experiencia culinaria no está completa sin su excelente carta de vinos italianos como un Chianti robusto o un espumoso Prosecco para acompañar los platillos. Si prefieres cocteles, el Negroni y el Aperol Spritz te transportarán a la Toscana. Nos falta un sentido: el oído, pero ese no es problema para Marcello porque están preparados para ofrecer una experiencia completa y envolvente. Todos los jueves tienen noche de jazz en vivo, cerrando la experiencia sensorial que jamás imaginarías vivir en la esquina de Álvaro Obregón y Orizaba, en pleno corazón de la colonia Roma. El ambiente íntimo y acogedor y el cuidado en la preparación de cada platillo, lo han convertido en un spot perfecto para compartir con familia o amigos de martes a domingo. Una prueba más de que en la capital del país, mantener los sentidos receptivos puede llevarte a encontrar grandes joyas en los lugares menos esperados.

Dónde: Álvaro Obregón 110, Col. Roma, Cuauhtémoc, CDMX. IG: @marcelo.mx

DIAMANTE Casa Prunes puroen

CADA SORBO ES UNA JOYA EN SI MISMA, ES UNA INVITACIÓN PARA ESCRIBIR NUEVAS HISTORIAS

Jocelyn Díaz @dimejozz

En la Ciudad de México, hay un lugar que encierra el espíritu de la Belle Époque y la elegancia del Art Nouveau en cada rincón: Casa Prunes. Este bar, ubicado en una casona porfiriana del siglo XX, ofrece una experiencia que parece sacada directamente de las páginas de El Gran Gatsby. Aquí, cada trago es una celebración del lujo y el glamour de una época dorada, donde la sofisticación está en los detalles y el tiempo parece detenerse.

Lo primero que llama la atención al cruzar sus puertas es la atmósfera, sus techos altos, candelabros brillantes y paredes adornadas con obras de arte, que nos sumergen en la nostalgia de una época dorada. Sin embargo, es en su barra donde se vive la verdadera magia. Aquí, el mixólogo Israel Barón eleva el arte de crear cocteles a un nivel casi alquímico, mezclando sabores, aromas y texturas con una maestría que seduce a los sentidos.

Cada bebida en este lugar cuenta una historia, una narrativa líquida que nace de la imaginación y el profundo conocimiento de Barón y su equipo de trabajo. Inspirados en los ingredientes locales y las tendencias globales, cada mezcla es un tributo a la

tradición y la innovación, logrando un balance perfecto entre lo clásico y lo moderno.

La destreza de Barón no sólo reside en su habilidad técnica, sino en su capacidad para entender los matices de cada ingrediente, creando una sinfonía de sabores que despiertan emociones en cada sorbo.

Desde las notas cítricas y frescas hasta los toques ahumados y robustos, cada trago en CASA PRUNES refleja la pasión de Israel Barón por su oficio, convirtiendo la experiencia de beber en una travesía sensorial única. Pero te invitamos a saber un poco más de él.

Hablar de la historia de Israel es hablar de disciplina, talento, trabajo y constancia, los cuales han sido ingredientes fundamentales para llegar al éxito que hoy tiene con sólo 28 años. Isra, como normalmente se le conoce en la industria, se ha consolidado como uno de los bartenders más reconocidos a nivel mundial y en esta ocasión nos compartió su historia para motivar a las nuevas generaciones de jóvenes que están comenzando en este camino.

“En uno está a dónde quiere llegar, en uno está qué cosas quieres hacer, cómo te ves en un futuro, el trabajo, la disciplina, la dedicación, el esfuerzo y los sacrificios siempre son clave para obtener un poquito de éxito”.

Originario de Capulhuac, Estado de México, con licenciatura en Administración de Empresas Turísticas descubrió su pasión por la coctelería en un momento crucial: la pandemia. Sin embargo, su habilidad para el servicio no es casualidad. Desde pequeño, Isra demostró un don innato para la hospitalidad, fruto de los valores inculcados por sus padres.

Durante estos tiempos difíciles, Israel comenzó a vender mojitos y margaritas en su pueblo, destacando con su propio toque en estas recetas y revelando su verdadera vocación. Lo que comenzó como una solución temporal, terminó por revelar su verdadera vocación. El camino hacia las grandes ligas de la coctelería estuvo lleno de desafíos. Conforme su clientela crecía, también lo

hacía la demanda por nuevas “mezclas”. Esto lo motivó a escuchar tanto a sus clientes como a su voz interior que le decía: “si yo crezco, tú tienes que crecer”.

Decidido mejorar, se capacitó en la Universidad Mexicana de Mixología, ahí conoció a Joshua Monaghan, uno de sus maestros, quien se convirtió en un mentor clave, orientándolo y ayudándolo a buscar una oportunidad de prácticas en Fifty Mils. Sin embargo, no fue aceptado, pero eso no le impidió seguir adelante, encontrando su lugar en Casa Prunes bajo la guía de Mica Rousseau reconocido bartender ganador de World Class y creador del concepto de Fifty Mils.

La disciplina lo llevó a ser seleccionado para un programa de Tales of the Cocktail, donde amplió su visión del oficio. Este evento marcó su primer contacto con la industria de bares a nivel mundial y le permitió no sólo ampliar su visión del oficio, sino también mejorar su nivel de inglés y perfeccionar la preparación masiva de cocteles.

En 2023, ganó la competencia nacional de World Class y se convirtió en el primer mexicano en alcanzar el tercer lugar a nivel mundial, un hito histórico en la competencia. Este logro además de reafirmar su talento, también colocó a México en el mapa internacional de la mixología.

En 2024, fue el primer bartender mexicano en servir cocteles en el after party de los Oscars. Junto al renombrado bartender Charles Joly, fueron los encargados de deleitar a las estrellas más importantes de Hollywood con creaciones únicas. El apoyo de su familia ha sido clave, y su humildad lo sigue impulsando a perfeccionar su arte y crecer en la mixología mundial.

EL CORAZÓN CULTURAL DE MÉXICO

MÚSICA LA MÚSICA

SIEMPRE

El Palacio de Bellas Artes no sólo es un monumento arquitectónico cuyos interiores pertenecen al Art Déco, sino también se ha convertido en el epicentro cultural de la Ciudad de México, por cierto, el próximo 29 de septiembre cumplirá 90 años de su inauguración. Sus paredes de mármol y su impresionante cúpula albergan los eventos artísticos más importantes del país.

Con una acústica excepcional, este recinto es perfecto para óperas, ballets y conciertos de música clásica, aunque no podemos olvidar los conciertos del divo de Juárez. Además, la majestuosidad de su interior, con murales de artistas como Diego Rivera y Rufino Tamayo, convierte cada visita en un encuentro con el arte en su máxima expresión, como por ejemplo su telón de cristal de casi 22 toneladas hecho por la prestigiosa casa Tiffany de Nueva York.

¿QUÉ SERÍA DE NOSOTROS SI NO EXISTIERAN RECINTOS EN DONDE ESCUCHAR PIEZAS MUSICALES SE VUELVA UNA EXPERIENCIA

TRANSFORMADORA?

Jessica Zarco @zarcooo1

La Ciudad de México es un mosaico sonoro, un lugar donde la música se vive con intensidad en cada rincón. Sus recintos para conciertos, más que simples espacios, son templos donde las melodías encuentran su hogar. A continuación, un recorrido por los lugares más entrañables para disfrutar de la música en vivo, en la capital mexicana.

EL COLOSO DE REFORMA

Considerado uno de los mejores recintos de su tipo en el mundo, el Auditorio Nacional es sinónimo de excelencia. Asistir a un concierto aquí es una experiencia inmersiva, donde la música resuena con una claridad y potencia inigualables, sin dejar de mencionar su ubicación en Av. Paseo de la Reforma, añade un toque de majestuosidad, con vistas al Bosque de Chapultepec y su imponente estructura que se ilumina de manera espectacular por las noches. Con una capacidad para casi 10,000 espectadores, su diseño acústico y su atmósfera única han sido el escenario para artistas de talla internacional.

ELEGANCIA Y NOSTALGIA

Su marquesina brilla en el corazón del Centro

Histórico, el Teatro Metropólitan es un lugar que evoca la elegancia de antaño. Construido en la década de 1940 como un cine de lujo, hoy en día es uno de los espacios más emblemáticos para conciertos íntimos y espectáculos de música clásica, jazz, pop, rock y todo género musical habido y por haber. Su arquitectura Art Déco y su capacidad para poco más de 3,000 personas crean un ambiente íntimo y acogedor, donde cada presentación se siente como un viaje en el tiempo.

LA CATEDRAL DEL ROCK Y EL POP

El estadio GNP Seguros, antes conocido como Foro Sol es, sin duda, el recinto por excelencia para los grandes conciertos en la Ciudad de México. Con capacidad para más de 60,000 personas, ha sido el escenario de los eventos musicales más espectaculares del país. Desde su apertura en 1993, ha recibido a artistas legendarios como Madonna, Paul McCartney, Metallica, Pink Floyd o Soda Stereo, por mencionar algunos, así como festivales icónicos como el Corona Capital y el Vive Latino.

COLOSO DE SANTA ÚRSULA

UN SANTUARIO PARA LA MÚSICA CLÁSICA

La Sala Nezahualcóyotl, dentro del Centro Cultural Universitario, es un ícono de la música clásica en México. Inaugurada en 1976 y hogar de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, destaca por su extraordinaria acústica y su diseño inspirado en los principios de la arquitectura acústica moderna. Con capacidad para 2,229 personas, su escenario ha albergado a los más grandes exponentes de la música sinfónica. Un concierto en la Sala Nezahualcóyotl es más que un deleite auditivo; es una experiencia cultural que enriquece el espíritu.

EL DOMO DE COBRE

El Palacio de los Deportes ha sido testigo de algunos de los conciertos más memorables en la historia del rock y el pop en México. Inaugurado en 1968, su estructura futurista lo distingue, y su capacidad de albergar hasta 20,000 personas lo hace ideal para eventos masivos. Aunque su acústica ha sido objeto de debates a lo largo de los años, el “Palacio de los Rebotes”, como muchos lo llaman, sigue siendo uno de los favoritos de los amantes de la música.

Más allá de ser el estadio de futbol más grande de México, con dos mundiales en su haber y en espera de inaugurar su tercero en el 2026, el Estadio Azteca con una capacidad de casi 83,500 personas, ha sido escenario de conciertos legendarios de tan enorme talla que al mencionarlos se eriza la piel, como: Michel Jackson, Elton John, U2, Lenny Kravitz, Juan Gabriel, Vicente Fernández, Shakira, entre otros.

CRUZAR LA LÍNEA DE META NO ES EL TÉRMINO DE LA CARRERA, ES EL INICIO DE MUCHOS NUEVOS VIAJES POR DESTINO CONOCIDOS Y OTROS MÁS POR DESCUBRIR

El sonido de los pies resonando en las calles de la ciudad, la respiración entrecortada de miles de corredores, y esa mezcla de dolor y éxtasis que acompaña cada zancada. Es lo que se puede vivir al correr y que va más allá a una actividad física; es una meditación en movimiento, una lucha interna y, a veces, una forma de reencontrarse con uno mismo.

Pero, ¿qué impulsa a tantos a salir a las calles, a desafiar sus límites y a participar en eventos como el Maratón de la Ciudad de México?

Para algunos, correr es una vía de escape. El estrés del día a día encuentra alivio en esos minutos u horas de actividad física en las que todo lo demás desaparece. En esos momentos, el tiempo se mide en pasos, respiraciones y kilómetros recorridos. Para otros, es una manera de superarse, de demostrar que pueden más de lo que alguna vez creyeron. Además, participar en un maratón tiene un simbolismo especial. Cada paso es un recordatorio de que la vida es una carrera de resistencia, que cada obstáculo puede ser superado con esfuerzo y perseverancia. Correr 42 kilómetros es una metáfora de la vida misma: llena de desafíos, pero también de recompensas.

La historia del Maratón de la Ciudad de México inició en 1983, y hoy es una fiesta que transforma la ciudad. Desde las primeras horas de la mañana, las calles se llenan de una energía especial. Los corredores, con nervios a flor de piel, se preparan mental y físicamente para lo que está por venir. Pero no solamente para los corredores, sino para miles de personas que se alistan para apoyar a algún ser querido y a miles de desconocidos más, y en eso radica la magia. El recorrido es un viaje en sí mismo. Desde el Estadio Olímpico Universitario hasta el Zócalo, los corredores atraviesan barrios históricos, avenidas

monumentales y parques icónicos. La ciudad se convierte en un telón de fondo dinámico que, a pesar del cansancio, inspira a seguir adelante. Durante el maratón, hay momentos de euforia, cuando las piernas responden y el ritmo se siente natural. Pero también hay momentos de duda, cuando el dolor se hace presente y la meta parece estar lejos. Es en esos instantes donde el verdadero espíritu del maratón sale a relucir: no es sólo una prueba física, sino una batalla mental donde la voluntad supera al cuerpo. Al final, cruzar la meta es una experiencia indescriptible. La mezcla de emociones como alegría, alivio, cansancio extremo se concentran en ese instante. Es el resultado de meses de entrenamiento, de madrugadas corriendo por la ciudad, y de la convicción de que el cuerpo puede hacer cosas extraordinarias cuando la mente lo decide.

Como dato, al juntar las medallas del 2019 al 2024 se forma la CDMX, así es, 6 medallas con lugares emblemáticos de la capital: Biblioteca Central, en Ciudad Universitaria (2019), Castillo de Chapultepec (2020), Monumento a la Revolución (2021), Palacio de Bellas Artes (2022), Torre Latinoamericana (2023) y este 2024, El Templo Mayor. Entonces, podemos decir que la gente corre por distintas razones: por salud, por superación personal, por encontrarse o por escapar. Pero,

sobre todo, corren porque en cada kilómetro que se avanza, encuentran una conexión profunda con ellos mismos y con el mundo que los rodea. En el Maratón de la Ciudad de México encontrarás la manifestación máxima, de ese impulso humano de avanzar, siempre hacia adelante, sin importar los obstáculos.

Tienes un año para prepararte, así que te dejamos los mejores lugares para correr en la CDMX.

Bosque de Tlalpan. Uno de los grandes pulmones de la ciudad, ofrece rutas de todos los niveles, desde terrenos planos hasta los escarpados terrenos que conectan con el Ajusco.

Bosque de Chapultepec. Este enorme espacio tiene rutas de todos los niveles, subidas, bajadas, terrenos escondidos y vistas increíbles.

Reforma-Gandhi. Sin lugar a dudas, uno de los espacios más populares porque puedes hacer un recorrido Norte-Centro-Poniente de la CDMX, sin salir de estas avenidas. ¿Tip? Puedes

ir desde la Fuente de Petróleos hasta la Basílica.

Parque La Mexicana. Este parque es muy popular entre los residentes de Santa Fe y tiene la insignia de tener una de las subidas más rudas de la CDMX.

Ciudad Universitaria. En fines de semana es uno de los mejores lugares para correr y andar en bici, más de 30 kilómetros de rutas lo colocan como uno de los 5 lugares más populares en la ciudad.

Mágico

Si algo encanta de la CDMX es que siempre hay algo qué hacer para todas las edades, géneros y gustos. Si eres una adventure morning person, esta actividad es perfecta para ti. Aunque, por supuesto, todos aquellos curiosos y deseosos de probar algo nuevo son igual de bienvenidos.

La alcaldía Xochimilco en la Ciudad de México, por ejemplo, es reconocida por sus chinampas, técnicas de agricultura y abundante vegetación como pulmón de aire limpio en medio de una de las ciudades más contaminadas del mundo. En los últimos años ha ganado popularidad como foco turístico no sólo por las tradicionales trajineras, sino también por actividades como la exploración de huertos, espectáculos teatrales, experiencias gastronómicas ecológicas, talleres, meditaciones e incluso tours por sus canales.

Y hablando de estos últimos, albergan cientos de especies animales, una flora diversa e interesante y una de las actividades más aventureras para romper la rutina en la capital del país. Y no estamos hablando de las tradicionales y coloridas trajineras, en los últimos años se ha popularizado recibir el amanecer haciendo kayak.

La actividad inicia muy temprano, alrededor de las 04:30 horas en la alcaldía sureña. Como recomendación

lleva una chamarra abrigadora pero no muy voluminosa, ropa cómoda que te permita moverte, tenis, una bolsa con cierre para proteger tus pertenencias, bloqueador solar y una buena cámara para capturar el momento.

En la llegada, aún en la oscuridad, te reciben con un siempre acogedor café de olla y tu chaleco salvavidas para darle paso a una breve explicación. No importa si no lo habías hecho antes, los instructores te brindan información detallada sobre la técnica para entrar y salir del kayak, el manejo de los remos y consejos de seguridad.

Si eres principiante te recomendamos elegir un kayak individual porque es mucho más complicado manejar uno doble. Los instructores estarán siempre a tu lado para ayudarte en cualquier inconveniente, garantizando una experiencia placentera y segura. Al mismo tiempo tendrás la libertad de explorar este místico espacio que te hará sentir fuera de la ciudad.

Cuando menos lo esperes estarás rodeado de lirios, chinampas, aves, agua y el sonido de los arbustos y ramas que bailan con el aire fresco de la mañana. El recorrido te llevará a un espacio abierto que jamás imaginaste que existiera, donde verás cómo el cielo comienza a teñirse con los tonos rosados y naranjas del Sol que se refleja en la quietud del

agua. Y entonces dejas de remar, sólo escuchas la pacífica naturaleza, tus pulmones respiran un aire más fresco y se convierte en el momento ideal para disfrutar con todos tus sentidos algo que muchas veces no valoramos: ver un nuevo amanecer.

Después de aproximadamente cuarenta minutos es momento de volver con la técnica de kayak ya perfeccionada, con un suave deslizamiento sobre las aguas, disfrutando aún más los canales con la luz natural, sin los sonidos de automóviles ni la velocidad de la gran ciudad. Ver el amanecer en kayak no sólo es una actividad recreativa, sino una excelente manera de iniciar el día con energía, ejercitándote suavemente en un ambiente fresco y al mismo tiempo con una introspección que sólo la conexión con la naturaleza puede brindarnos.

La aventura en este Patrimonio de la Humanidad es una experiencia magnífica para todos aquellos que quieran ponerle pausa al ajetreo de la CDMX y busquen un rincón mágico sin salir de ella.

Xochimilco nos abre las puertas desde uno de sus espacios más íntimos, brindándonos la oportunidad de conectar, observar la biodiversidad en su hábitat natural y explorar sus canales que debemos recibir con mucho respeto y protección. Esta actividad es una extraordinaria manera de encontrar tu paz interior mientras te sumerges en la cultura, historia, tradiciones y belleza de México.

Paraíso color de rosa color de rosa

Sin temor a equivocarnos, todos los capitalinos tenemos al menos un gran recuerdo en Acapulco, ese paraíso del Pacífico que por años ha sido nuestra escapada favorita para sentir la arena bajo nuestros pies y presenciar momentos mágicos a la orilla del mar. El HOTEL LAS BRISAS se convirtió en uno de sus íconos más emblemáticos que revolucionó el concepto de hospedaje y lujo para nacionales y extranjeros.

Inaugurado en diciembre de 1954, presentó un concepto de hospedaje único para su época: 40 cabañas de lujo con albercas privadas distribuidas en 16 hectáreas de jardines con tulipanes, evocando la arquitectura californiana del momento.

El arquitecto Jorge Madrigal fue el creador de esta joya acapulqueña, reconocida por sus icónicos colores blanco y rosa, que han acogido desde celebridades hasta miembros de la realeza. Todo un referente de la época dorada del destino mexicano. No obstante, para contar la historia de nuestro querido Acapulco debemos remontarnos muchos años atrás. ¿Cómo llegó a convertirse en un destino clave para el turismo exclusivo de placer y negocios?

ESCÁPATE A ESE

LUGAR DONDE PARECIERA QUE EL MAR SE FUSIONA CON EL SOL

Dulce García @candymuchogusto

LA ÉPOCA DORADA DE ACAPULCO

Por sus características geográficas, Acapulco se convirtió en una bahía autorizada por la Corona española para comerciar directamente con Asia, lo que dejó una playa sucia e insalubre. La bahía estuvo prácticamente abandonada durante un siglo. Con el tiempo, surgieron estudios de los beneficios de estar cerca del mar y así Acapulco fue redescubierto no por comerciantes, sino por viajeros.

En 1931 se inauguró la carretera 95 que conectaba el destino con la capital del país, facilitando la llegada de turistas en automóviles. Comenzó a crecer el interés por explorar su belleza natural, llamaba la atención el parecido de La Quebrada con el paisaje de la Riviera Francesa, un destino ya reconocido gracias a la reina Victoria.

Los primeros hoteles fueron construidos en los peñascos que recordaban al Mediterráneo y así, poco a poco, Acapulco se fue consolidando como un destino paradisiaco con aguas de azul intenso, arena clara y un clima perfecto para el disfrute. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en una opción ideal para los estadounidenses que solían vacacionar en Europa.

Para los años cuarenta ya era un punto de encuentro para las personas más adineradas y famosas. Surgió entonces una gran oportunidad para los arquitectos deseosos de edificar en este prometedor destino tropical, enfrentando las exigencias del terreno, el clima y los nuevos turistas. Esto propició un auge económico para el país a través del turismo exclusivo.

En 1952, Mario Pani y Enrique del Moral construyeron el aeropuerto de Acapulco, lo que impulsó aún más el turismo desde la Ciudad de México y otros países del mundo.

ÍCONO DEL LUJO Y PRIVACIDAD

Con el impulso del desarrollo de Acapulco, nació este hotel, con una fórmula ganadora que encajaba muy bien con los requerimientos de los nuevos visitantes. Entre sus principales ventajas destacaban la privacidad, el encantador espacio y las impresionantes vistas al mar. Desde su apertura, y en la década siguiente, se había convertido en uno de los mejores hoteles del mundo, atrayendo a las celebridades más destacadas Hollywood, la música y hasta miembros de la realeza europea.

Pero una popularidad de tal magnitud no podía pasar desapercibida en películas y canciones. En 1963 Elvis Presley inmortalizó el hotel con su película “Fun in Acapulco”, lo que atrajo a aún más personalidades de la élite mundial al destino mexicano. Entre ellas, Ringo Starr de The Beatles, quien quedó tan maravillado que le dedicó una melodía en 1976 entre trompetas y guitarras como auténtica canción mexicana, con la letra en inglés: Cross over the border, We’ll take a sailing ship into the night. A sea without horizons, We’ll have each others love to hold us tight, On a starless night.

Oh, Las Brisas…

Las cabañas en Las Brisas están perfectamente diseñadas para ofrecer una privacidad total, lo que resultaba muy atractivo para las personalidades de alto perfil. En sus pasillos era posible encontrarse con celebridades como Elizabeth Taylor, Mick Jagger, Jackie Kennedy en su luna de miel, John Lennon, la Reina Isabel II, entre otros.

Durante las siguientes décadas, el turismo en México logró expandir territorios de en sueño como Cancún y Los Cabos, pero para los ‘chilangos’, el puerto de Acapulco siempre ha sido el escape perfecto para encontrar paz y serenidad o bien, divertirse con la familia y qué mejor hacerlo en lo más alto de la bahía entre sus albercas, cabañas y hermosos jeeps rosas que sólo el Hotel Las Brisas tiene para ti.

EL GUION EN ESTA HISTORIA ESTÁ LLENO DE PERSONAJES QUE SE CONSTRUYE A PARTIR DE FORMAS, SONIDOS, COLORES Y AROMAS, Y DONDE CADA CAPÍTULO ES IRREPETIBLE

Umberto Estrada @umberto.estrada

Foto: Daniel Ayuso @ayusojaja.dc

En la Ciudad de México, lo visible y lo oculto se entrelazan como los colores de una máscara de lucha libre. A plena luz del día, los rascacielos resplandecen con el brillo del sol mientras multitudes toman calles y los autos repletan avenidas. Pero al bajar el volumen de los cláxones y el bullicio, se empieza a escuchar el pulso verdadero de la ciudad, ese ritmo que resuena en los barrios, donde las palabras son una llave que abre puertas y la comida callejera es un pasaporte directo al alma del chilango.

En este artículo explicaremos más ese lado ‘defeño’ pero no tan lejano de esa otra parte muy ‘cedemequis’. No hace falta estar en Tepito, La Lagunilla o Iztapalapa para vivir algo auténtico, donde el lenguaje no sólo comunica, también divierte. En estas calles, el habla tiene sabor y picardía; cada conversación es un juego donde la rapidez mental se mezcla con el ingenio cotidiano. Por otro lado comer en la calle es un acto sagrado, y cada mordida es una forma de celebrar la diversidad de sabores que sólo esta ciudad puede ofrecer. Los barrios son una ciudad paralela donde el tiempo corre de otra manera, donde el reloj se mide en charolas de tamales vendidos y risas compartidas.

Aquí, no importa si has recorrido el mundo; en estos rincones, lo más exótico puede ser una salsa bien preparada o la forma en que se dobla una tortilla para que no se caiga ni un gramo de carne.

Y al caer la noche, cuando las luces de la Ciudad de México se encienden, otro ritual cobra vida en los barrios: la Lucha Libre.

En la Arena México o la Coliseo, el público se congrega para ver algo más que una pelea. La Lucha Libre es el espejo donde se miran las batallas internas de quienes habitan la Ciudad de México, esa jungla de asfalto donde se lucha a diario por sobrevivir y destacar.

El lado B de la Ciudad de México, es lo más auténtico y puro que pueda existir, no está escondido, está en la superficie, esperando ser descubierto por aquellos que saben mirar más allá de los monumentos y las rutas turísticas.

Es el lenguaje que se aprende en la calle, la comida que se disfruta de pie en una esquina y la lucha constante que se vive tanto en el ring como fuera de él. Porque esta ciudad, con todo su caos y su belleza, es un teatro al aire libre, donde cada día se escribe una nueva historia con sabor a barrio, palabras filosas y máscaras que ocultan más de lo que revelan.

Lucharán de 2 a 3 caídas

EL PRIMER LUCHADOR QUE USÓ

UNA MÁSCARA EN MÉXICO FUE

CICLÓN MCKAY EN 1934, UN ESTADOUNIDENSE QUE TUVO

SU PRIMER COMBATE EN EL PAÍS, EN 1931

Diego Hernández @diegopotro10

LLa Lucha Libre es mucho más que un deporte en México, es un símbolo cultural, una tradición de nueve décadas que ha traspasado generaciones y que encapsula la esencia del pueblo. Con sus máscaras coloridas, personajes míticos y acrobacias espectaculares, representa una forma de expresión popular que combina teatro, deporte y crítica social.

Nacida en los años 30, se desarrolló en un contexto donde la identidad nacional buscaba consolidarse después de la Revolución Mexicana. EL CONSEJO MUNDIAL DE LUCHA

LIBRE (CMLL) es la empresa más longeva en el mundo y justamente el 21 de septiembre celebrará 91 años.

Las primeras arenas fueron puntos de encuentro para las clases trabajadoras, que así escapaban de lo cotidiano. La Lucha Libre se convirtió en un fenómeno popular, gracias a su teatralidad y la cercanía con el público.

Pero la Lucha Libre también es un espejo de la sociedad. Las historias que se desarrollan en el ring suelen reflejar las luchas cotidianas: el bien contra el mal, el poderoso contra el oprimido. Los enmascarados representan figuras de resistencia. La Lucha Libre es un espacio donde los marginados pueden convertirse en héroes.

No podemos dejar de mencionar que han influido en el cine, la música, el arte y la moda. Películas clásicas como “Santo contra las momias” o “Blue Demon contra el poder satánico” forman parte de la cultura popular, mientras que las máscaras se han convertido en un símbolo que aparece en ropa o hasta arte contemporáneo.

Al ser un fenómeno nacional, son vistas como un atractivo turístico. La famosa ARENA MÉXICO también llamada la Catedral de la Lucha Libre recibe a miles de visitantes, locales y extranjeros, incluso, hay un tour en Paseo de la Reforma, TURILUCHAS para una experiencia distinta. Las noches de luchas son una celebración donde el público es parte activa del espectáculo, gritando, aplaudiendo y siendo protagonista.

EXPRESIONES

QUE DEBES DOMINAR PARA NO PERDERTE

EN EL CAMINO EN LA INMENSA “CAPIRUCHA”

maravillas que la capital ofrece, hay algo que todo viajero debe saber para no perderse en este ‘desmadre’: el lenguaje.

Cada urbe tiene su propio dialecto, y la CDMX no es la excepción. Desde modismos hasta expresiones que no se entienden en otro lado, dominar el lenguaje es esencial para navegar por esta selva de asfalto sin perder el norte.

Y luego está el albur, ese arte verbal donde una frase inocente puede esconder un golpe bajo si no estás al tiro. Podríamos arriesgarnos a decir que el albur es como el deporte nacional: lo juegan todos.

EL CHILE Y EL GRAN ENGAÑO CHILANGO

El chile, ese pequeño pero potente ingrediente que hace sudar hasta al más valiente. En la CDMX, cuando te dicen ‘no pica’, es casi una invitación al desastre. Te lo aseguran con cara seria, pero en cuanto lo pruebas, te das cuenta de que te va a picar..., y no precisamente en la lengua. Es parte del juego chilango, donde el chile nunca se queda corto y te puede dejar ardiendo en más de un sentido. Así que, si te dicen esa expresión, mejor prepárate, porque en esta ciudad, hasta lo más inocente tiene su chispa.

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

Bien lo dijo Salvador Dalí “De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas”. Y haciendo alusión a su pintura, en nuestro país existe una expresión que deja perplejos a muchos: El ‘ahorita’. En teoría significa “en este momento”, pero en la práctica, su flexibilidad es legendaria. Puede referirse a algo que sucederá en unos minutos, en unas horas, o hasta nunca. Si alguien te dice “ahorita llego”, no te emociones, que podría significar cualquier cosa.

Entender la magia de este tiempo verbal que existe pero al mismo tiempo no, es esencial para no perder la paciencia en la CDMX. Y si alguna vez lo usas, asegúrate de que tu tono haga justicia a la ambigüedad de la palabra.

DOS CARAS DE LA MONEDA

Si “chido” es la palabra que usas para todo lo que está de lujo, “chale” es la expresión para cuando las cosas no salen como esperabas. Son dos términos que escucharás por doquier. ¿Te sirvieron unos tacos que te hicieron volar? “¡Están bien chidos!” ¿El metro se descompuso y te quedaste varado? “¡Chale!”

Dominar estas dos expresiones no sólo te hará parecer más local, sino que te permitirá expresar tus emociones con la misma intensidad que los chilangos.

LA REINA DE LAS EXPRESIONES

“No manches” es la expresión chilanga por excelencia, tan versátil que sirve para casi todo. ¿Te contaron una historia que no te esperabas? “¡No manches!” ¿Alguien hizo algo que te molestó? También “¡No manches!”, pero con un toque de enojo.

Es una frase que se adapta al contexto, y usarla bien te permitirá integrarte rápidamente en cualquier conversación. Porque en la CDMX, decir “No manches” es casi tan natural como respirar.

LA DICOTOMÍA SOCIAL

En la Ciudad de México, “fresa” y “naco” son términos que solían definir mundos opuestos, pero hoy en día las fronteras son más difusas. Mientras que “fresa” aún describe a quienes se creen más sofisticados, “naco” ha sido resignificado y reivindicado como un orgullo de lo popular.

Entender esta dicotomía es importante, pero más relevante es saber que en la actualidad estos términos son tan flexibles como la propia ciudad. Lo que antes era blanco y negro, ahora se mezcla en una rica gama de grises.

Entonces ¿listo para el desmadre?, la próxima vez que alguien te pregunte “¿Qué onda?”, lánzate con un “Todo chido, ¿y tú?” y prepárate para disfrutar de la CDMX como un verdadero chilango. Domina las expresiones, entiende los matices y diviértete en este laberinto urbano que nunca deja de sorprender.

LA

COMIDA ES TAMBIÉN UN SÍMBOLO DE IDENTIDAD; ES UN DELEITE DESCUBRIR ESOS LUGARCITOS QUE HARÁN HISTORIA POR SUS SABORES

Levi Vale @levi_valeofficial

La comida en el “Defectuoso”, no sólo se disfruta en restaurantes elegantes, también podrás hacerlo en sus mercados y por supuesto en las calles. El alma gastronómica de esta ciudad se encuentra en esquinas bulliciosas donde las fondas callejeras conectan a la gente con sus raíces

y con la vibrante cultura culinaria, siendo más que una necesidad de alimentar, es un ritual, una tradición que data por los años 1800, unos 20 años después de la Independencia, donde las cocineras, mejor conocidas como “chimoleras”, tendían casi a ras del suelo ollas, cazuelas y “metates” con guisos variados.

El amanecer de los sabores

Para los que disfrutan ver la salida del sol en cada viaje, les tenemos buenas noticias porque aquí la vida comienza temprano, y con ella, el aroma de tamales y atole llenando el aire en cada esquina. Los vendedores

La Santísima Trinidad Garnachera

Para quienes amanecen un poquito más tarde, las calles están listas con puestos de tacos, quesadillas y garnachas.

Cada barrio tiene su puesto favorito, ese lugar donde los taqueros conocen a sus clientes por nombre, aunque para ellos todos somos “güeros” y “jóvenes” y donde la fila de espera es larga, es sinónimo de calidad.

Escribir de tacos en México se necesitaría una revista completa, sin embargo, a medio día destaca un taco sobre todos los demás. Hablamos de los “¡¡tacoosss, tacos de Canastaaa!!”. Que, así como se conocen en la actualidad, tienen su origen en los años 50 en la localidad de San Vicente Xiloxochitla, 10 km al suroeste de Tlaxcala, donde cientos de personas se trasladan día a día a venderlos en la “Capirucha”.

También encontrarás los tacos al pastor, con su carne marinada en adobo y cocida lentamente en trompos

ambulantes instalan sus puestos antes del amanecer, con sus botes llenos de tamales de rajas, mole, dulce y ‘de verde’, envueltos en hojas de maíz que guardan el calor y el sabor de generaciones de tradición. Junto a ellos, grandes ollas de atole burbujean lentamente, el de chocolate o champurrado nunca falla, ofreciendo ese toque cálido y reconfortante que preparan a sus “marchantes” (clientes), para enfrentar el día. Para muchos, el desayuno en un puesto callejero es más que una opción rápida y económica, es sin duda una forma de comenzar el día con algo auténtico, algo que tiene un sabor a casa, sin importar en qué parte del país estén sus raíces.

giratorios, y que quizás este taco es el emblema más reconocido de la comida callejera capitalina, pero si te quieres sentir auténtico chilango, esos son más para en la noche al igual que los de suadero. Para medio día están los de carnitas, barbacoa o cochinita. Eso sí, todos ellos preparados al momento y acompañados de salsas que van desde el suave toque de aguacate hasta la intensidad del chile habanero. Las quesadillas, que en la Ciudad de México desafían la lógica del relleno (con o sin queso), ofrecen un espectro de sabores,

desde hongos y huitlacoche pasando por flor de calabaza y tinga de pollo hasta llegar a las de chicharrón. Las garnachas, por su parte, son el reflejo del ingenio y la versatilidad de la cocina mexicana, donde la masa frita se convierte en un lienzo para todo tipo de guisos y combinaciones.

Los mercados juegan un papel muy importante en la gastronomía mexicana, y podemos recomendarlos como su primer acercamiento a un puesto callejero. En cada colonia existe uno, la cosa es buscarlos, el más famoso es el de San Juan, conocido por sus opciones exóticas, donde podrás encontrar desde carne de cocodrilo hasta tarántulas asadas. Este mercado es un reflejo de la ciudad en su máxima expresión: diversa, atrevida, y siempre lista para sorprender, un sitio donde los sabores se encuentran y los paladares más curiosos son recompensados.

Un festín nocturno

Cuando cae la noche, la comida calle jera se transforma en una fiesta de antojitos. Las esquinas se iluminan con los fogones de los taqueros, los carros de elotes y esqui tes, y las carretillas de churros que ofrecen el toque dulce al final de un día ajetreado. Como lo mencionamos con anterioridad, los puestos de tacos de pastor, suadero y de tripa cobran vida en las horas nocturnas, atrayendo a los comensales con el sonido inconfundible de los fogones y de la carne chisporroteando sobre la plancha. Los eloteros, con sus montones de maíz tierno cubierto de mayonesa, queso y chile, se convierten en un punto de encuentro donde la gente se detiene a charlar y disfrutar de la sencillez de un elote o un vaso de esquites cargado de sabor.

En cada barrio, la comida callejera cuenta una historia diferente, pero todas ellas comparten una misma esencia: son parte integral de la vida en la ciudad, una manifestación de la cultura que va más allá del simple acto de comer.

Lo que hace especial a la comida callejera en la Ciudad de México es por supuesto su sabor, pero también lo que representa. Es una manifestación viva de la diversidad cultural del país, donde cada región encuentra su representación en algún rincón de la ciudad. Desde los huaraches y tlacoyos del centro, hasta los tacos de cochinita pibil inspirados en la gastronomía yucateca, la comida callejera es un recordatorio constante de que la CDMX es un mosaico de sabores que refleja la riqueza de todo un país. Además, es accesible y democrática. Es el gran igualador en una ciudad marcada por la desigualdad, un lugar donde todos, sin importar su origen o su situación económica, pueden disfrutar de un buen taco o una quesadilla bien hecha. Es un espacio de encuentro, donde las historias se entrelazan entre mordiscos y charlas informales. Porque, al final del día, la comida callejera es mucho más que una simple comida, es la esencia misma de la Ciudad de México.

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