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Eclecticismo musical

Por: Natalia Figueredo

Ilustración por Henry Rugelis

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Cuando me invitaron a escribir sobre la Movida Villorriana(1), lo primero que pensé es que no quería ser cruel, son pocos los proyectos musicales de esta región que me gustan, y no es mi intención caer en el juego sucio, entonces dije, si lo voy a hacer será siguiendo una de mis líneas de pensamiento, filosofía de vida, whatever, y es, “si no tienes nada bueno que decir sobre algo o sobre alguien, no lo digas”, así que en este espacio nos vamos a concentrar solo en lo bueno, y, desde MI percepción; la de una mujer completamente amante de la música, que disfruta de la multiplicidad de la misma, que no concibe sus días sin canciones que escuchar, y que agradece por su existencia y por la de ustedes, mujeres y hombres músicos y artistas que materializan y nos dan ese regalo maravilloso.

El compilado de ‘La Movida Villorriana’ (2020) es un proyecto de Amhin Castherr, músico y productor de la región, en el cual quería plasmar la movida musical villavicense que ha venido conociendo a través de diferentes toques. A cargo suyo estuvo la producción, la mezcla y la masterización de todas las canciones que hacen parte de este compilado, y en donde quiso capturar el espíritu del rock del piedemonte, en especial ese que alude al sentir social de sus habitantes contemporáneos.

Entonces, escuché de nuevo ‘La Movida Villorriana’; en cuanto a novedad sonora no encuentro muchas opciones, pero creo que en ese aspecto no se encuentra la riqueza de este proyecto, su riqueza está en que este tipo de sonidos se estén generando en bandas de Villavicencio, en que hayan nuevas exploraciones de géneros musicales, que el espectro musical se expanda, que muchas de ellas plasmen en sus letras su inconformidad respecto a temas sociales nacionales, en que en el segundo corte del álbum aparezca una sorpresa extrañamente divina, una mujer cantando folk en inglés, en encontrarse con Indie rock bien logrado, y en que se siga evocando a bandas como 1280 Almas y Ultrágeno, rock colombiano con su característica crudeza.

Guarataro es lo mejor de este álbum -corte cinco-, es para bailar, para “chillear”, para darle gusto al oído, conjugaciones de sonidos de antes y de ahora, y quizás del después, los últimos siete segundos son el final más que perfecto para esta canción y para la idea de Amhin con este trabajo, creo. Mi segundo favorito, el corte cuatro, a cargo de Matorral(2) “Milonga Minimalista”, una propuesta con un tinte mucho más local, se siente real pero a través de un viaje experimental musical, quedé con ganas de escuchar más canciones de ellos, alegría que el track diez “Matorrante” también les pertenece y es una joyita -inserte emoji de diamante-. Mientras tanto si a usted le gusta la música como a mí, si quiere curiosear y saber en que anda la onda musical de Villavicencio, dele el chance a este álbum que dura menos de una hora. Por cierto, ya salió el segundo compilado de Amhin, “Villavo Indie”.

*Canción que más escuché mientras escribía: “Since I’ve Been Loving You” de mis amados Led Zeppelin*. 1

1) El nombre de la ‘Movida Villorriana’ es una obra conceptual del artista local, Omar Gómez Reina, que hace parte del Villorrio Splendor, un libro que esta pronto a salir.

2) Proyecto musical de la ciudad de Villavicencio, el cual retoma instrumentos ancestrales de la música llanera como el Chácharo (bajo llanero), Cirrampla, Furruco, mezclándolos con percusiones chamánicas tratadas a través procesos eléctricos y visuales.

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