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Ciudad de México, a 24 de abril de 2020 Los contagios comunitarios de coronavirus aumentan velozmente. Las cifras oficiales registran 11,633 enfermos confirmados y 1,069 lamentables defunciones. El pasado 21 de abril entramos a la fase 3 de la epidemia. El desempleo crece a escalas insospechadas. Es más importante que nunca coordinar al sector privado, a la sociedad civil y a las autoridades gubernamentales. Por ello, TallentiaMX manifiesta lo siguiente:
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Debido al coronavirus, se hace evidente que los modelos que ha desarrollado la tercerización serán imprescindibles en el futuro inmediato. Las empresas de subcontratación asociadas a TallentiaMX no solamente cumplen de manera irrestricta con la ley, sino que tienen la capacidad de contribuir a resolver la crisis causada por el desempleo masivo. TallentiaMX ha insistido en que, a largo plazo, es menester que la estructura laboral mexicana deje de estar basada en la informalidad y la desprotección a las MIPYMES. La subcontratación es una de las principales vías para hacer frente a la crisis laboral que ha provocado y seguirá generando el COVID-19. Gracias a ella es posible aumentar el empleo formal, dar trabajo a los sectores más vulnerables de la población (jóvenes, mujeres, madres solteras y personas con capacidades diferentes), insertar a México en cadenas productivas internacionales, aumentar la productividad de las empresas, fortalecer el uso de nuevas tecnologías y de modelos como el teletrabajo (que ya son parte indispensable de la revolución laboral), ofrecer seguridad social a la población, gestionar los empleos emergentes ante la crisis (en la distribución de insumos y especialmente en el sector salud), otorgar a las empresas (sobre todo MIPYMES) créditos para que puedan administrar con responsabilidad a su personal y, principalmente, renovar la estructura laboral mexicana, que actualmente está determinada por la falta de seguridad social, la informalidad, la precarización y, cada vez más, por el desempleo. El desempleo crece exponencialmente: o De acuerdo con datos oficiales, hasta el 6 de abril se habían perdido cerca de 347,000 empleos formales (sin incluir autoempleos de MIPYMES ni trabajadores informales). o La OIT calcula que en países como México desaparecerán entre 4.1 y 7.4 millones de empleos. o TallentiaMX coincide con CONCAMIN y estima que al terminar abril habrán desaparecido cuando menos 600,000 empleos formales. Los sectores de comercio, turismo y servicios serán los más perjudicados, pues incluyen al 62.3% de la población ocupada. También sufrirán graves afectaciones las actividades secundarias, que incluyen al 24.8% de la población ocupada. La industria, la construcción, las maquiladoras, el sector aeroespacial y automotriz están viendo comprometidas sus labores. La pérdida de empleos se concentra en Quintana Roo, la
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Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Tamaulipas, Baja California, Querétaro y Guanajuato. La subcontratación ha creado miles de empleos formales en estas actividades y en los próximos meses gestionará de manera profesional, legal y expedita al personal. Sin ella no habrá reconstrucción económica y laboral. En las semanas de cuarentena ha sido indispensable aprovechar las nuevas tecnologías para reestructurar las actividades económicas, instrumentar el trabajo a distancia y resolver de manera creativa la contingencia. La CEPAL hizo un recordatorio de la necesidad de renovar las estructuras políticas, económicas y laborales, y de usar de manera intensiva las nuevas tecnologías. En este contexto, la subcontratación laboral es indispensable, ya que ofrece capacitación a sus empleados en el uso de tecnología y en el desarrollo de habilidades y competencias, y tiene la experiencia y la infraestructura necesarias para fortalecer la digitalización y la modernización del trabajo. ---oo00oo---
Subcontratación: vía de recuperación ante la pandemia
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i algo ha dejado claro la pandemia del COVID-19 es que tanto en lo inmediato como a largo plazo será necesario renovar las estructuras políticas, económicas y laborales para poder salir adelante de la crisis, estar preparados para afrontar en un futuro los panoramas más adversos y, en última instancia, para garantizar el acceso de todos los sectores sociales a sus derechos, fundamentalmente, sus derechos humanos. De lo contrario, nos espera una catástrofe económica y laboral, a la que, por desgracia, nuestro país comienza a aso-
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marse. Pero hay alternativas. Algunas de ellas ya están aquí. Durante las semanas de cuarentena que México ha vivido, quienes más han podido seguir gozando de un trabajo digno y de la indispensable seguridad social han sido precisamente quienes pueden innovar y flexibilizar la manera en que desempeñan sus tareas, es decir, aquellos que tienen la alternativa de hacer home office, que son capaces de escalonar sus turnos de trabajo para no comprometer su salud y, en fin, que poseen la oportunidad de actuar de manera creativa.
Justamente por ello, la Organización Interamericana de Derechos Humanos (OIDH) y la Organización de Estados Americanos (OEA) han hecho un llamado, en su documento Pandemia y Derechos Humanos en las Américas, a incentivar el uso de nuevas tecnologías, especialmente para la investigación médica; a su vez, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) desarrolló, junto con otras instituciones de prestigio internacional, Las oportunidades de digitalización en América Latina f rente al COVID-19, un escrito en donde no solamente
sistemas de seguridad social, que hoy excluyen a la gran mayoría de los trabajadores.
se recomienda la flexibilidad laboral y el uso de nuevas tecnologías, sino en que se enfatiza que para que la sociedades puedan sobrellevar la crisis será necesario crear nuevos mercados digitales, capacitar a los empleados para la innovación y el uso de tecnología, impulsar el teletrabajo, la telesalud y las teleescuelas, y aumentar la conectividad integralmente en los distintos sectores sociales. Todas estas herramientas no son sólo una alternativa: constituyen un medio indispensable para reorganizar a la sociedad y para que la población pueda ejercer sus derechos. De igual manera, la subcontratación laboral, cuando se utiliza de manera
profesional, no es únicamente una alternativa ante la crisis, sino que es una de las principales vías de recuperación ante la pandemia. TallentiaMX ha probado que este esquema, bien usado, sirve para aumentar la productividad y la formalidad, que es capaz de gestionar los empleos emergentes ante la crisis, que permite la capacitación intensiva y profesional del personal, que ofrece seguridad social, que está vinculado con el uso de nuevas tecnologías, que asegura aumentar y flexibilizar las redes productivas internacionales, que le da empleo a los sectores más vulnerables de la población y que puede ser la raíz de una muy necesaria modificación de los
En esta edición de nuestro boletín semanal encontrarás noticias, análisis y propuestas de cómo hacer frente al COVID-19 y a la catástrofe que parece tocar a nuestra puerta. Creemos que la innovación ayudar a modificar positivamente la manera que tenemos de hacer política, que puede contribuir a construir soluciones sanitarias, pero, sobre todo, que es un vehículo inmejorable para resolver los retos económicos y laborales. Cuando todos los valores y las directrices corren grave riesgo de perecer, es el momento oportuno de modificar de dirección, de mejorar. Y TallentiaMX, como asociación de empresas de subcontratación, lo ha afirmado desde su fundación: tenemos que cambiar, para el bien de todos, la estructura laboral mexicana.
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Oportunidades ante el COVID-19
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nte la pandemia del COVID-19, estamos rodeados de infinidad de declaraciones, estudios, notas y opiniones acerca de la terrible crisis y de sus catastróficos efectos en materia sanitaria y económica; lo que más preocupa es la incertidumbre y la desesperanza social. Sin embargo, el coronavirus no es solamente un gran desafío, sino que también constituye una enorme oportunidad para el cambio y la reinvención del sistema político y del funcionamiento socioeconómico mundial. Los retos exigen creatividad, es decir, demandan modificaciones en la manera en que la sociedad y el gobierno tienen de actuar. La primera enseñanza de estos difíciles meses es que ahora más que nunca la academia, los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil deben trabajar unidos, de manera coordinada, para cambiar el enfoque de sus
acciones y generar políticas públicas innovadoras, capaces tanto de resolver los problemas inmediatos como de prever y adelantarse a escenarios futuros, a mediano y largo plazo. Todas y todos estamos obligados a analizar críticamente la situación y a replantear prácticas de toda índole que hasta inicios de este año considerábamos "normales". La pandemia cambiará los hábitos de la población y la forma de hacer negocios. También los Estados tendrán que hacer modificaciones profundas en el diseño y la implementación de sus programas.
micos (OCDE) Business for Inclusive Growth donde más de 40 empresas trasnacionales colaboran para generar políticas que detonen un desarrollo inclusivo en el mundo.
A nivel geopolítico, habrá que repensar y reestructurar la función y la manera de operar de las instituciones internacionales, así como la forma en que los distintos países forman parte de ellas. Un buen ejemplo de lo anterior es la plataforma de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-
México y América Latina no son ninguna excepción. Está a nuestro alcance una gran oportunidad para renovarnos ante esta coyuntura, resolver problemas históricos y diseñar modelos que permitan crear nuevos y mejores empleos: se trata de fortalecer y generar ecosistemas que en la etapa de la pandemia
Se trata de fortalecer y generar ecosistemas que en la etapa de la pandemia y en el periodo siguiente serán altamente productivos, dando empleos bien remunerados.
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y en el periodo siguiente serán altamente productivos, dando empleos bien remunerados y brindando así mejores condiciones de vida a las familias. De inmediato, por ejemplo, cabe señalar que la mejor manera de atraer la inversión y promover el turismo está en cómo el gobierno y las autoridades enfrentan la crisis. Para ello, debemos explotar con inteligencia el modelo de la subcontratación, que también permite reclutar, capacitar y administrar de manera emergente los puestos de trabajo en el sector salud que se requieran. Igualmente puede servir para que a largo plazo se instrumenten responsablemente todos los nuevos empleos, cuyas principales características serán el uso de nuevas tecnologías, los altos índices de digitalización y los requerimientos de habilidades y competencias específicas. Es evidente que la pandemia está abriendo un amplio espectro de nuevos sectores económicos en virtud de los recientes hábitos y patrones de consumo, así como de la rearticulación de cadenas de valor en los mercados. En consecuencia, cualquier inversión que se haga tiene que ser estratégicamente localizada. Hay que tomar en cuenta, entonces, que numerosos sectores vinculados a la manufactura migrarán de China y de los países asiá-
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ticos, por lo cual es indispensable desarrollar estrategias para aprovechar estas áreas de oportunidad, siempre en beneficio de las personas. De igual manera, habrá que explotar la economía digital, vinculada de forma directa a la innovación. Es fundamental que los ciudadanos tengan las habilidades necesarias no sólo para hacerle frente a estos cambios, sino para encabezarlos, resolviendo problemas de forma multidisciplinaria. Por otra parte, en materia de salud pública, ahora tan visible, las potencias de Asia son prueba fehaciente de que las aplicaciones y los dispositivos digitales domésticos son una herramienta inmejorable para la detección, el control y el seguimiento del virus (y de cualquier enferme-
dad). También se están utilizando tecnologías y utensilios más sofisticados como los drones, las plataformas analíticas de datos, la inteligencia artificial, la red 5G, entre otros muchos. De nuevo, es necesario traer a cuento la subcontratación laboral, pues en México dicho esquema está directamente asociado con el incremento en la productividad, la capacitación y el uso de nuevas tecnologías. Si el Gobierno mexicano ha de garantizar los derechos básicos a las personas (salud, trabajo, educación, etc.), es indispensable que recurra para ello al sector privado y a la sociedad civil; de igual forma es menester, según lo prueba el actual panorama, que utilice la tecnología. Modelos como la educación a dis-
Debemos explotar con inteligencia el modelo de la subcontratación, que permite reclutar, capacitar y administrar de manera emergente los puestos de trabajo que México requiere. tancia, el teletrabajo o el reporte digital de salud serán protagónicos en el futuro próximo, incluso después de que termine la cuarentena. A partir de ahora, según la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para garantizar los derechos humanos las naciones están obligadas a apoyarse en las nuevas tecnologías; complementariamente, tendrán que brindarle acceso a ellas a la gente.
el acceso a internet (ahora un derecho fundamental) y las habilidades de los trabajadores son fundamentales para soportar la economía, para garantizar los derechos de las personas y para mantener la estabilidad social. La digitalización es una política pública urgente, que tiene que ocurrir transversalmente en todas las esferas sociales y económicas.
estrategias a largo plazo. Hoy más que nunca deben trabajar de la mano la academia, el sector privado, el sector público y la sociedad en general. Este es el reto por donde debemos comenzar. Nadie puede solo. Fuente: El Economista / Elena Achar
Con la pandemia del COVID-19 el mundo está enfrentando la peor crisis sanitaria de la historia reciente, pero también los gobiernos tienen una gran oportunidad para detonar acciones inmediatas y
Tanto la OCDE como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han hecho un llamado a aprovechar los recursos digitales para hacerle frente a la pandemia. Pero han ido más allá. Esta última institución expuso en su reciente informe conjunto con otras organizaciones Las oportunidades de la digitalización en América Latina frente al COVID-19 que la infraestructura en telecomunicaciones,
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Un nuevo escenario laboral. Resiliencia organizacional para hacer frente al COVID-19
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uchas compañías han optado por el trabajo en remoto como respuesta a la propagación del COVID-19. Esto ha puesto de relieve la importancia de la resiliencia corporativa y la necesidad de ser capaces de adoptar herramientas y prácticas de colaboración virtual.
Ofreciendo una respuesta ante el coronavirus
Es muy probable que las empresas que ya habían adoptado con anterioridad prácticas, como el trabajo en remoto, estén mejor preparadas para continuar ofreciendo el mismo servicio a sus clientes.
• Comprometerse con todas las partes involucradas en la organización.
En este artículo mostramos diversas prácticas sobre lo que una empresa puede hacer a corto y largo plazo para adaptarse y progresar en este entorno de incertidumbre generado por la crisis del coronavirus.
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Tanto la dirección como los empleados de la compañía pueden ayudar a reforzar la resiliencia organizacional y mantener la actividad empresarial, por medio de las siguientes acciones:
• Promover el trabajo en remoto siempre que la actividad empresarial lo permita. • Mantener una fluida comunicación interna con los empleados. • Aumentar el soporte tecnológico ante las posibles incidencias que ocurran. • Impulsar las comunicaciones con los clientes, adaptándose a los canales existentes.
La crisis sanitaria ha puesto de relieve la importancia de la resiliencia corporativa y la necesidad de ser capaces de adaptarse a nuevas herramientas. En lo que se refiere a la propia organización es fundamental implantar una estructura sólida y garantizar un plan de actuación. Para ello se debe: • Crear un comité de crisis para dar una respuesta centralizada. • Monitorizar las actualizaciones relacionadas con la salud y las novedades normativas que se vayan publicando.
• Evaluar los posibles impactos en la actividad empresarial, así como los riesgos del mercado y financieros. • Construir una hoja de ruta de transformación del negocio a corto, medio y largo plazo.
Nuevas capacidades para el futuro del trabajo Al gestionar la crisis del coronavirus, las empresas ya se están preparando para hacer frente a futuras amenazas mediante la implementación de nuevas prácticas como: • Analizar las capacidades necesarias para escalar el trabajo en remoto. • Desarrollar una evaluación de las capacidades digitales de la organización para comenzar una transformación en el medio plazo. • Descubrir qué herramientas, sistemas y prácticas son necesarias para que el trabajo en remoto sea más efectivo. • Hacer un estudio de experiencia de usuario con los empleados para comprender cómo construir un lugar de trabajo adecuado, sin importar dónde se encuentren. • Aplicar lo aprendido durante estos días sobre necesidades tecnológicas. Usar estos conocimientos para impulsar nuevas inversiones en tecnología que ayuden a minimizar los riesgos futuros.
• Medir el éxito de las medidas implantadas con datos para ayudar a garantizar una mejora continua.
La transformación del trabajo, el talento y el lugar de trabajo Las organizaciones deben reforzar su resiliencia futura centrándose en estos tres conceptos. Trabajo. En un mundo digital, los robots y las personas trabajarán conjuntamente gracias a los avances en robótica, internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), cloud (servicios en la nube) y otras tecnologías. A medida que la automatización se vaya implantando y demuestre su eficiencia, las personas centrarán su actividad en trabajos relacionados con la innovación, la creatividad y la resolución de problemas.
atraerán e involucrarán a las personas con las habilidades y experiencia adecuadas para lograr su misión y propósito. Una organización estará compuesta por muchos tipos de profesionales que trabajarán desde cualquier parte del mundo. El aprendizaje continuo respaldará la capacitación necesaria en toda la fuerza laboral, para abordar la escasez de talento. Lugar de trabajo. El espacio de trabajo combinará los entornos físicos y virtuales y ofrecerá una identidad empresarial consistente a todo tipo de empleados, proveedores y otros actores implicados. Las herramientas y plataformas de colaboración permitirán tener la misma experiencia de trabajo con independencia de la ubicación. Fuente: Deloitte
Talento. En el futuro, las organizaciones identificarán,
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Oportunidades para después de la crisis del COVID-19
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n los próximos meses, todas las empresas del mundo tendrán que pensar y funcionar como startups: es decir, tendrán una presión bestial para innovar mientras lidian con tensiones financieras brutales. Nada a lo que no estemos habituadas las startups. La crisis del COVID-19 nos está dejando tocados en lo personal y lo profesional a todos, pero tenemos que concentrarnos en pensar que es temporal y que bien pronto estaremos saliendo de ella. Y tendremos nuevas oportunidades. Como emprendedores, hemos pasado otras crisis (la del 2001, la del 2008), y saldremos de ésta y reforzados. Ahora, lo que no podemos hacer es entrar en pánico porque la salida de esta crisis no depende de nosotros.
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Existirán oportunidades empresariales después de la crisis. Una de ellas es que habrá talento humano disponible. Lo que podemos hacer inmediatamente como empresarios y emprendedores es reducir gastos fijos al mínimo, concentrarnos en resistir los próximos meses, solicitar los créditos a los que podamos acceder y agudizar el ingenio creando productos y servicios con los que podamos facturar cuando acabe el estado de contingencia. Sobre todo, tener mucha comunicación con nuestros equipos.
¿Cuál está siendo el impacto de la crisis en las empresas que nos rodean? Claramente vemos ganadoras, perdedoras e intermedias que podrían ir bien o mal según respondan en la crisis. Está claro que las empresas ganadoras son las que se han encontrado por casualidad en el lado derecho de la historia. La estrategia normal de estas empresas es invertir agresivamente en oportunidades y crecimiento. Son por ejemplo las empresas de: la industria alimentación, los marketplaces de comercio electrónico, la industria farmacéutica, la logística/transporte, el sector de las videoconferencias, el streaming de entretenimiento, las plataformas de películas online, los servicios de ayuda a mayores, impresión 3D aplicado a temas de salud.
Las empresas perdedoras necesitarán un gran esfuerzo para salir de la crisis. Lo normal en estas empresas será reducir costes y riesgos y estar listas para regresar cuando las condiciones mejoren. Entre las más afectadas son: líneas aéreas, trenes y cruceros, la banca de inversión, venta minorista, los deportes profesionales y entretenimiento, el turismo en general, etcétera. Y después están empresas intermedias. Éstas lucharán por sobrevivir, pero las que triunfen será porque habrán adaptado sus modelos de negocio para aprovechar las oportunidades nuevas y emergentes. Por ejemplo, los bancos estos días se están mostrando como son: hay bancos que facilitan toda la ayuda posible a sus clientes y éstos saldrán reforzados de la crisis y hay bancos que están aprovechando esta crisis y
se aprovechan de sus clientes, quienes lo pagarán y les irá mal después de la crisis. Otro ejemplo: el cuidado de la salud y gimnasios, aprenderán a combinar la prestación de servicios presenciales con la online que tenían poco desarrollada. Temas como la educación, donde la mayoría de escuelas y universidades han cerrado sus puertas, pero tienen una oportunidad de oro para ampliar su escalabilidad gracias al negocio online. Los universitarios están estudiando online y se están acostumbrando a ello.
Muchas oportunidades de negocio en el futuro Hay tres oportunidades empresariales después de la crisis: • Compra de empresas competidoras. Esta crisis hará que algunos de nuestros competidores no aguanten el tirón y tengan que cerrar o venderse.
Es el momento de sentarse a negociar con ellos y quizás llegar a un acuerdo de compra o de fusión. • La competencia que cierre dejará a clientes que busquen nuevos proveedores. Si no llegamos a un acuerdo con la competencia y finalmente cierran, quizás sea el momento de visitar a esos clientes que se quedan sin proveedor. Todo se puede negociar. • Talento. Seguramente hay mucho talento que, por el cierre de actividad de sus empresas, busquen nuevas oportunidades laborales. Es el momento de poder conseguir contratar a personas con talento para nuestras organizaciones.
Oportunidades también en el cambio cultural de las empresas Mejorará la conciliación y la flexibilidad de horarios. Los que podemos hacer trabajo a distancia, nos estamos acostumbrando a ello. Muchas empresas verán que se puede trabajar a distancia, incluso con mayor productividad, teniendo esa flexibilidad. Los equipos serán más felices porque su trabajo se adaptará más a sus vidas y a su familia. Fuente: Mujeres Consejeras / Elena Gómez del Pozuelo
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4 tendencias laborales en tiempos del COVID-19
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l COVID-19 y la consecuente incertidumbre aceleran los cambios en la forma en que las organizaciones trabajan y seguirán haciéndolo en el futuro. A medida que los empleadores se transforman, deben reconsiderar el propósito de su compañía y sus responsabilidades con sus actuales y futuros empleados. Una tarea que no da espera mientras se enfrenta a desafíos imprevistos como el COVID-19 y un posible debilitamiento económico que podría impactar la adopción de nuevas estrategias de capital humano. Para esto, es necesario buscar el equilibrio entre la variable económica y las decisiones relacionadas con las personas, el entorno y la sostenibilidad, más aún cuando el mundo corporativo
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se prepara para hacer frente a los interrogantes, las preocupaciones y la incertidumbre generados por cuenta de una pandemia global. “Esta coyuntura global está acelerando ciertos cambios que vienen dando asomo hace años: el trabajo remoto, las nuevas formas de trabajo o la conciencia del propósito de las organizaciones (por poner algunos ejemplos) son tendencias que se vienen alertando y que hoy se manifiestan con la inminencia de la obligatoriedad para frenar una pandemia”, afirma Marietna Cantillo de la consultora Mercer.
Las 4 tendencias 1. Centrarse en el futuro. Trabajo en equipo, factor que garantiza la prosperidad del
El talento se siente más cómodo y más productivo en organizaciones con las cuales coincide en un propósito superior; el vínculo emocional del talento con su organización aumenta los niveles de compromiso. negocio y de sus colaboradores. El 85% de los ejecutivos coinciden en que el propósito de la organización debe ir más allá de los intereses de los accionistas, mientras el 35% de las compañías cumplen con esto.
El 68% de los ejecutivos busca focalizarse en los objetivos ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG por sus siglas en inglés). El 61% de los empleados confían en que su empleador los prepare para el futuro del trabajo. “Contingencias como las que vive el mundo en la actualidad refuerzan el sentido equilibrado que se busca en las organizaciones; los resultados económicos son la consecuencia de sincronizar objetivos sociales, ambientales y por su puesto de mercado. El talento ha demostrado sentirse más cómodo y ser más productivo en aquellas organizaciones con las cuales coincide en un propósito superior, el vínculo emocional del talento con su organización aumenta los niveles de compromiso. En un reciente estudio hecho para empresas se demostró que altos niveles de compromiso podrían aumentar la productividad hasta en un 60%”, señala Cantillo. 2. Carrera hacia la capacitación en nuevas habilidades. La capacitación en nuevas habilidades es la inversión que más favorece el éxito del negocio. El 99% de las organizaciones están iniciando la transformación e informan importantes brechas
de habilidades. La capacidad de la fuerza laboral y la falta de habilidades futuras fueron la principal razón del fracaso de las transformaciones. Si bien 78% de los empleados aseguran que están preparados para aprender nuevas habilidades, el 38% afirma que no dispone de tiempo suficiente para capacitarse. Solo 34% de los líderes de recursos humanos están invirtiendo en aprendizaje y capacitación. “La transformación digital continuará evolucionando los procesos de las organizaciones para hacerlas más productivas y eficientes, las tecnologías se consolidarán como aliados que además de fomentar la creatividad y autogestión de los colaboradores, se convierten además en herramientas que les permiten generar entornos flexibles, inteligentes e hiperconectados, que ga-
rantizan la cercanía, sostenibilidad, optimización y eficiencia, todos estos elementos que se prevén como fundamentales en un entorno económico post pandemia. Para esto es necesario estar preparados, las habilidades de los colaboradores cambian y en su adaptación puede estar la clave para disminuir el impacto en la empleabilidad”, señala Cantillo. 3. Sentido con la ciencia. Los avances en machine learning continúan extendiéndose por todas las industrias y formas de vida: el uso del análisis predictivo prácticamente se ha cuadruplicado en cinco años. Solo 43% de las organizaciones usa métricas para identificar a los empleados que pro-
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bablemente abandonen la compañía, 41% sabe cuándo es probable que se jubile el talento crítico, 18% conoce el impacto de las estrategias salariales en el desempeño y 12% utiliza datos analíticos para corregir las desigualdades y evitar que vuelvan a ocurrir.
Contingencias como las que vive el mundo refuerzan el sentido equilibrado que buscan las empresas; los resultados económicos son consecuencia de sincronizar objetivos sociales, ambientales y de mercado.
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Si bien 67% de los líderes de recursos humanos confían en que pueden asegurar que la inteligencia artificial no está institucionalizando el sesgo, los códigos de ética sobre la recopilación, aplicación e implicaciones del “análisis de personas” (people analytics) se encuentran todavía en fase inicial. 4. Motivar la experiencia. Cumplir con la experiencia del empleado es la máxima prioridad de recursos humanos. 58% de las organizaciones están siendo rediseñadas para centrarse más en las personas. A pesar de que 61% de los empleados confían en que su empleador se ocupe de su bienestar y 48% de los ejecutivos la califican como la principal preocupación relacionada con la fuerza laboral.
Esta no es un área que se deba ignorar, ya que los empleados cuyas compañías se centran en su salud y bienestar tienen cuatro veces más posibilidades de estar motivados. De esta manera, es más probable que permanezcan en la organización ya que tienen una mayor capacidad de adaptación y están más dispuestos a capacitarse en nuevas habilidades. El estudio de Mercer sobre Tendencias Globales de Talento 2020 comparte las perspectivas de más de 7,300 ejecutivos de negocios senior, líderes de recursos humanos y empleados. Fuente: Dinero
Contingencia por COVID-19: la oportunidad para "enderezar" el mercado laboral
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ara rescatar miles de trabajos que están en riesgo ante la aplicación de medidas para contener la propagación del coronavirus COVID-19 es imprescindible apoyar a las empresas, pero estos subsidios podrían ser un buen mecanismo para obligar a diversas empresas a regular la situación de muchos trabajadores. Aunque la propagación del COVID-19 agudizó la situación de miles de mexicanos, el mercado laboral ya era débil y en muchos casos utilizaban esquemas ilegales de contratación, recuerda Rogelio Gómez Hermosillo, director de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
El especialista advierte que será necesario entrega de apoyos económicos directos a personas que se quedaron sin ingresos y subsidios a empresas que hayan reducido sus ingresos a cero, condicionado a que se destine de forma íntegra a mantener la planta productiva y el pago de nómina. “Hay que empezar a discutir cómo hacer apoyos condicionados, que el Gobierno condicione apoyos a derechos laborales vamos resolviendo el precario mundo del trabajo”, apuntó. A las empresas también se les podría condicionar el apoyo gubernamental a la regulación de posibles tra-
Será necesario la entrega de apoyos económicos directos a personas que se quedaron sin ingresos y subsidios a empresas que hayan reducido sus ingresos a cero. bajadores que estén integrados a su planta laboral sin un contrato estable o para certificarse como empresa socialmente responsable en un par de años. “Por ejemplo, se podría generar un subsidio a empresas que vieron reducidos sus
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En México, 32 millones de personas no ganan lo suficiente para adquirir la canasta básica para dos personas y 34 millones trabajan sin acceso a servicios de seguridad social.
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ingresos a cero, pienso en la industria restaurantera y hotelera, pero hay muchas que bajaron sus ingresos, los datos están ahí de su declaración al IMSS y al SAT, con eso se puede cuadrar la información”, detalló.
A eso se agrega que, desde la aplicación de las medidas de distanciamiento social, aproximadamente 350,000 personas se han quedado sin empleo, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Al retomar datos del INEGI, el Observatorio Ciudadano de Trabajo Digno apunta que 32 millones de personas no ganan lo suficiente para adquirir la canasta básica para dos personas, 34 millones de personas trabajan sin acceso a servicios de seguridad social, 18 millones tienen empleo sin contrato estable y 7.7 millones están desempleadas.
Fuente: Forbes / María Fernanda Navarro
La cuarentena, una oportunidad para formarse
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e cumplen tres semanas desde que, con motivo de la expansión del coronavirus, el Gobierno recomendara el teletrabajo para aquellos puestos en los que fuera posible. Este fin de semana, las medidas se han endurecido: suspensión del trabajo no esencial de las actividades presenciales durante 15 días mediante un permiso recuperable retribuido. La crisis del COVID-19 es indudablemente una desgracia, pero el confinamiento ha resultado ser también, para las empresas que han querido aprovecharlo, la oportunidad de poner en marcha todo aquello para lo que nunca se tenía tiempo. Si bien las primeras semanas, explica el director de Instituto de Formación Avanzada, Gonzalo Martínez de Miguel, el ritmo de trabajo aún era alto pues había que adaptarse a la nueva
realidad, “ahora que esta primera ola ha pasado, hay mucho tiempo para dedicar a la formación”. Tras esa fase de desconcierto inicial, llega el momento de la reflexión, explica el vicepresidente de BTS Business School, André Ribeiro: “Cómo vamos a salir de esto, cómo nos vamos a adaptar y cómo vamos a mantener nuestra posición en el mercado”. En esta etapa es muy importante apostar por la gente para estar preparados para cuando se retome la normalidad, insiste el experto, quien considera que la formación es una inversión a futuro que también contribuye a los beneficios de la empresa en el largo plazo. “Ahora que no tienen tanto trabajo, los empleados pueden aportar a la organización de otra manera”, desarrolla.
Mantener a la gente en plantilla y capacitar a los empleados es una opción que contribuirá a que las empresas estén más preparadas para el futuro. También lo cree así Martínez de Miguel. El portavoz recuerda que, aunque la formación no produce nada facturable, sí que aumenta la capacidad de producción para el futuro, por lo que este paréntesis es el momento idóneo para ponerla en práctica. “Cuando esto acabe, todo el mundo volverá a estar ocupado retomando el trabajo, por lo que volverá a no haber tiempo”, expone. La profesora de EAE Business School, Pilar Llácer, por
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su parte, coincide en que este contexto es un desafío, a la par que una oportunidad, para los departamentos de recursos humanos. Más allá del aprendizaje de nuevos idiomas, la docente apuesta por reciclar oficios tradicionales y adaptarlos al nuevo contexto digital. Las herramientas de formación disponibles en línea se han multiplicado durante el confinamiento. Muchas universidades y escuelas de negocios han trasladado su actividad a las plataformas web para continuar, en la medida de lo posible, con el programa planificado. Es el caso de Deusto Business School, cuyo director, Iñaki Ortega, invita a invertir en nuevos aprendizajes el tiempo que se ahorra al trabajar desde casa. El direc-
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tivo defiende que “esto es una oportunidad enorme para las empresas; no solo desde el punto de vista de la capacitación, sino también para aprender a trabajar en la red y para motivar mejor a sus empleados”. Mantener a la gente en plantilla y llevar a cabo una mejora de la cualificación de los empleados es una opción que, según Ribeiro, no solo es más social, sino que contribuirá a que las compañías estén más preparadas para el futuro. Por el contrario, quienes opten por dar un frenazo y pretendan continuar en el mismo punto cuando se recupere la normalidad corren el riesgo de caer en su propia trampa. “Las organizaciones que van por la vía de reducir costes ahora para tratar de ser en
En esta etapa es muy importante apostar por la gente, para estar preparados cuando se retome la normalidad. La formación del personal es una inversión a futuro que también contribuye positivamente a la empresa en el largo plazo. un par de meses lo que eran antes de que esto estallara, estarán en gran desventaja”, advierte el experto. Fuente: El País / Ana Muñoz Vita
¿Replantear la estrategia de recursos humanos tras el COVID-19?
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in duda, las compañías en todo el mundo se están esforzando por gestionar la seguridad física, psicológica y financiera de sus empleados, así como la continuidad de sus negocios ante el aislamiento social orillado por la propagación del COVID-19. Esta pandemia sin precedentes está poniendo a prueba a Gobiernos, industrias, organizaciones, empresarios, microempresarios y a la sociedad civil en general. Estamos reaprendiendo a tomar acuerdos, decisiones y, sobre todo, información que nos permita minimizar la propagación del virus. Este virus nos ha forzado a crear una nueva dinámica social en muchos sentidos y las empresas no están exentas de ello.
La barrera tecnológica es el primer reto al que se han tenido que enfrentar las empresas al implementar el trabajo a distancia. ¿A qué me refiero? El ejemplo más fácil de explicar es el trabajo a distancia, ya que el enviar al trabajador a casa conlleva diferentes retos, no solo para ellos, sino también para los empleadores. Y lo cierto es que la flexibilidad laboral se nos adelantó y nos tomó mal parados. Pocas organizaciones tenían como costumbre gestionar el trabajo remoto. La encuesta
global sobre Impactos Laborales del COVID-19, realizada por Mercer, señala que el 75% de las firmas tenía una población del 25% o menor haciendo labores a distancia. Encontramos que la barrera tecnológica es el primer reto al que se han tenido que enfrentar. Cosas tan básicas como tener a los colaboradores equipados para trabajar remotamente con equipo (laptops) y una conexión adecuada de internet, implicó una disrupción ante la continuidad del negocio. Sólo el 60% de las corporaciones ya contaban con laptops, o las tuvieron que proveer para ellos, el resto está solicitándoles que use su equipo de oficina (desktop) o personal. El segundo reto es el de la conectividad y la capacidad de la VPN corporativa (red
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Dos retos para las empresas son: la conectividad y la capacidad de la VPN corporativa y sus accesos para proteger la data empresarial. privada virtual que permite una extensión segura de la red local sobre una red pública) y sus accesos para proteger la data empresarial. Pocas compañías contaban con accesos para todos sus subalternos y han tenido que correr para contratar sistemas de seguridad, accesos adicionales y herramientas para el teletrabajo, intercambio de archivos y colaboración remota. Un tercer desafío es la comunicación y la confianza con el empleado. Los gerentes no estaban acostumbrados a cadencias y gestión de la productividad, ni a la comunicación con la fuerza laboral de manera remota. La encuesta reveló que el 90% de los directivos tiene alta preocupación en la baja productividad por carecer competencias de cómo gestionar equipos virtuales. A ello, hay que sumarle que pocas empresas se están preocupando por tener presente el sentir de sus colaboradores ante esta crisis. ¿Tienen ansiedad? ¿depre-
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sión? ¿incertidumbre? Solo el 16% de las organizaciones ha aplicado encuestas digitales para saber cómo se sienten y qué piensan los colaboradores. Esto nos habla de una curva enorme de aprendizaje en muchos sentidos para el área de recursos humanos y aquellos que logren capitalizar los esfuerzos realizados durante esta crisis saldrán muy fortalecidos. Hay organizaciones que, sin duda, ahora adoptarán esquemas de bienestar y wellness para sus colaboradores. El trabajo flexible estará ya en la lupa de muchas de ellas. La crisis actual les ofrece la oportunidad de hacer un cambio de timón y empezar a tener más contacto con
su fuerza laboral para medir sus actitudes y necesidades mientras trabajan desde casa para garantizarles un apoyo continuo. Y, al mismo tiempo, les dará la experiencia para, en el futuro, fomentar una comunicación bidireccional que les ayude a evaluar las experiencias, percepciones y sentimientos de los empleados en situaciones similares. Fuente: Expansión / Rogelio Salcedo
¿Cómo el coronavirus cambiará el mundo?
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ay una serie de futuros posibles, todos dependientes de cómo respondan los Gobiernos y la sociedad al coronavirus y sus consecuencias económicas. Esperemos que usemos esta crisis para reconstruir, producir algo mejor y más humano. Pero podemos deslizarnos hacia algo peor.
Desde una perspectiva económica, hay cuatro futuros posibles: un descenso a la barbarie, un capitalismo de Estado robusto, un socialismo de Estado radical y una transformación en una gran sociedad basada en la ayuda mutua.
Desde una perspectiva económica, hay cuatro futuros posibles: un descenso a la barbarie, un capitalismo de Estado robusto, un socialismo de Estado radical y una transformación en una gran sociedad basada en la ayuda mutua. Las versiones de todos estos futuros son perfectamente posibles, si no igualmente deseables. Podemos pensar en lo que podría suceder si tratamos de responder al coronavirus con las siguientes cuatro combinaciones extremas: 1. Capitalismo de Estado Es la respuesta dominante que estamos viendo en todo el mundo en este momento. Ejemplos típicos son el Reino Unido, España y Dinamarca.
guía de la economía. Pero reconoce que los mercados en crisis requieren el apoyo del Estado. Dado que muchos trabajadores no pueden trabajar porque están enfermos y temen por sus vidas, el Estado interviene con un bienestar extendido. También promulga un estímulo keynesiano masivo al extender el crédito y hacer pagos directos a las empresas. La expectativa aquí es que esto será por un corto período. ¿Podría ser este un escenario exitoso? Posiblemente, pero solo si el COVID-19 demuestra ser controlable durante un período corto. El aumento de la enfermedad obligará al Estado a tomar acciones cada vez más radicales para tratar de mantener el funcionamiento del mercado.
La sociedad capitalista estatal continúa buscando el valor de cambio como la luz
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2. Barbarie Este es el escenario más sombrío. La barbarie es el futuro si seguimos confiando en el valor de cambio como nuestro principio rector y, sin embargo, nos negamos a brindar apoyo a aquellos que quedan fuera de los mercados por enfermedad o desempleo. Describe una situación que aún no hemos visto. Las empresas fracasan y los trabajadores mueren de hambre porque no existen mecanismos para protegerlos de las duras realidades del mercado. ¿Podría pasar esto? La preocupación es que puede ocurrir por error durante la pandemia o por intención después de los picos de la pandemia. 3. Socialismo de Estado La clave aquí, es que medidas como la nacionalización de los hospitales y los pagos a los trabajadores no se con-
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sideran herramientas para proteger los mercados, sino una forma de proteger la vida misma. En tal escenario, el Estado interviene para proteger las partes de la economía que son esenciales para la vida: la producción de alimentos, energía y vivienda, por ejemplo, para que las disposiciones básicas de la vida ya no estén sujetas a los caprichos del mercado. Los ciudadanos ya no dependen de los empleadores como intermediarios entre ellos y los materiales básicos de la vida. Los pagos se hacen a todos directamente y no están relacionados con el valor de cambio que crean. Es posible que el socialismo de Estado surja como consecuencia de los intentos de capitalismo de Estado y los efectos de una pandemia prolongada. Existen riesgos para este enfoque: debemos tener cuidado de evitar el autoritarismo.
4. Ayuda mutua La ayuda mutua es el segundo futuro en el que adoptamos la protección de la vida como principio rector de nuestra economía. Sin embargo, en este escenario, el Estado no tiene un rol definitorio. Por el contrario, las personas y los grupos pequeños comienzan a organizar el apoyo y la atención dentro de sus comunidades. Este tipo de escenario podría surgir de cualquiera de los otros. Y ya vemos las raíces de este futuro hoy en los grupos que organizan paquetes de atención y apoyo comunitario. Podemos verlo como una respuesta social pragmática y compasiva a una crisis en desarrollo. Fuente: BBC / Simon Mair
Más de 600 mil empleos se perderán solo en abril, estimó TallentiaMX
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n medio de un panorama laboral catastrófico y tomando en cuenta los datos dados a conocer por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la pérdida de empleos formales en abril podría superar las 600 mil plazas, cifra récord para un mes desde que se tiene registró, prevé Elías Micha, director general de TallentiaMX. “Es un poco difícil estimar, pero estamos en el mero auge de la crisis sanitaria y si tomamos en cuenta que en la primera semana de este mes se perdieron casi 150 mil empleos, entonces el panorama para todo el mes de abril yo pienso que no van a ser menos de 600 mil empleos perdidos”, proyectó el titular de la asociación que impulsa la industria de la subcontratación en México. Adicional a lo anterior, el directivo destacó que “la semana pasada en Estados Unidos pidieron el seguro
de desempleo 5 millones de personas más, eso significa 22 millones de desempleados en Estados Unidos por la crisis sanitaria y esto es durísimo para México porque es nuestro principal socio comercial, todas nuestras cadenas de proveeduría están anexadas a la economía estadounidense y eso nos hace pensar que el panorama laboral es catastrófico”. En este contexto, Elías Micha considera que sí debe de haber algunas medidas más agresivas por parte del Gobierno, de los empresarios, de la ciudadanía para poder contener la pérdida de plazas laborales. “Un empleo es muy difícil de crear, lo más que hemos logrado generar en México en los últimos 20 años son 800 mil empleos en un año, por lo que no podemos darnos el lujo de perder tantos puestos. Se habla de un desempleo a nivel mundial de 190 millones de trabajos, entonces
La pérdida de empleos formales en abril podría superar las 600 mil plazas, cifra récord para un mes desde que se tiene registro, prevé TallentiaMX. si es una situación muy grave que nunca hemos vivido y que va completamente en contra del trabajo y los trabajadores”, destacó el especialista. Agregó que todo mundo tiene que poner de su parte. Casi el 70% del personal empleado en este país labora para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que viven al día, con la nómina, la renta, con los impuestos. “Para las mipymes, debería de haber algunos programas de seguro de desempleo temporal financiados de manera
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bipartita por el Gobierno y por el empresariado, y para la gente que menos gana debería de haber más participación del Gobierno, y para quien gana más, debería de haber más participación de la iniciativa privada”. En su opinión, la recuperación va a ser lenta y tortuosa, y va a depender muchísimo de la recuperación de Estados Unidos y Canadá fundamentalmente. “El mundo va a entrar en una recesión, algunos países tendrán una contracción de su economía mucho mayor que otros, los países emergentes están en el ojo del huracán, entonces para que la recuperación sea un poco más rápida habría que prevenir la pérdida de empleos, insistiendo en la necesidad de crear ciertos estímulos y prórrogas fiscales a favor del empleo, porque el empleo es el motor fundamental de la economía”.
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Para que la recuperación sea más rápida habría que insistir en la necesidad de crear ciertos estímulos y prórrogas fiscales a favor del empleo. Micha advierte que el panorama no pinta nada bien para un gran número de la población trabajadora formal e informal, “Tenemos más de 30 millones de trabajadores informales que requieren seguir teniendo un empleo, un modo de sustento, entonces toda la sociedad tenemos que hacer lo posible para que se pierda el menor número de empleos. Un gran esfuerzo social para preservar el empleo”.
Si nosotros nos dedicamos a cuidar y a proteger el empleo en medio de la emergencia sanitaria, tendremos una contracción menor de la economía y una más rápida recuperación, concluyó el especialista. Fuente: El Universal / Rubén Migueles
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Las oportunidades de la digitalización en América Latina frente al COVID-19 Te recomendamos leerlo porque el informe analiza la importancia de las tecnologías digitales para contrarrestar los efectos del COVID-19 en la región de América Latina y el Caribe. Además estudia las tecnologías (5G, teletrabajo, teleeducación y telesalud) que surgen como herramientas para enfrentar la pandemia y las limitaciones para su aprovechamiento.
¿Sabías que…?
América Latina está posicionada en un nivel de desarrollo intermedio respecto a otras regiones del mundo en términos de desarrollo de su ecosistema digital. Con un índice de 49.925 (en una escala de 0 a 100), la región está en una posición más avanzada respecto a África (35.05) y Asia Pacífico (49.16).
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a pandemia del COVID-19 es inusitada en la medida que plantea un desafío al sistema socioeconómico mundial. El fenómeno afecta por igual a economías avanzadas y países emergentes. Numerosos analistas anticipan un estancamiento o recesión global este año debido a la crisis causada por el COVID-19. A partir de la aplicación de las primeras medidas sanitarias, sumadas al temor por el contagio, comenzaron a acumularse las evidencias anecdóticas que daban cuenta de la importancia de las tecnologías digitales para contrarrestar el aislamiento, difundir medidas profilácticas y facilitar el funcionamiento de sistemas económicos. Un rápido repaso a este tipo de tecnologías deja ver la enorme oportunidad que
tiene América Latina y el Caribe de actuar en esta coyuntura en materia de apps públicas para detección, control y seguimiento del virus, hasta modelos más sofisticados soportados en tecnologías más disruptivas como los drones, las plataformas de analítica de datos, la inteligencia artificial, el 5G y robots, entre otros. En cualquier caso, persisten los desafíos estructurales por avanzar decididamente en políticas de telesalud, teleeducación y teletrabajo. En este sentido, el acceso al internet, a los servicios de telecomunicaciones y a las tecnologías de la información es un derecho humano que permite habilitar el ejercicio de otros derechos fundamentales como la salud, la educación, la cultura, la seguridad, la libertad de expresión y la movilidad entre otros.
Estado del ecosistema digital de la región
Conectividad digital para el distanciamiento social
América Latina y el Caribe está posicionada en un nivel de desarrollo intermedio respecto a otras regiones del mundo en términos de desarrollo de su ecosistema digital. Con un índice de 49.925 (en una escala de 0 a 100), la región está en una posición más avanzada respecto a África (35.05) y Asia Pacífico (49.16). Sin embargo, a pesar de los avances significativos de los últimos 15 años en el desarrollo de su ecosistema digital, América Latina y el Caribe todavía muestra un rezago respecto a Europa Occidental (con un índice de 71.06), América del Norte (80.85), Europa del Este (52.90) y los Estados Árabes agrupados en torno al acrónimo MENA (55.54).
Soluciones digitales para enfrentar la crisis. Ante la rápida propagación del COVID-19, en el mundo una de las soluciones más efectivas es el aislamiento social a fin de disminuir la transmisión del virus. Esto implica permanecer en casa y evitar la circulación pública en lugares de trabajo, estudio, recreación, etc. En este contexto, aplicaciones digitales que habilitan el teletrabajo, la educación a distancia, la realización de trámites, la interacción social y el esparcimiento, aparecen como una solución para lidiar con los requerimientos que nos impone el contexto. El factor habilitante para su uso es la conectividad.
En los países de América Latina y el Caribe, la brecha digital deja de manifiesto un nuevo elemento de inequidad, la desigualdad digital. A continuación, se revisará cómo las tecnologías digitales surgen como herramientas para enfrentar la pandemia: 1. Datos, drones, robots y plataformas al rescate. Algunas soluciones empleadas para disminuir el contagio, son los robots para la desinfección de lugares públicos o aquellos para entregar medicinas a pacientes hospitalizados, drones para el envío de muestras e insumos médicos, así como también para instar a la población a mantener la cuarentena o vigilar su cumplimiento con cámaras térmicas.
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2. 5G. En algunos países la tecnología 5G permitió aumentar la efectividad de la comunicación y el intercambio de datos para detectar a las personas infectadas y controlar la expansión del COVID-19. En América Latina ya existen cinco redes comerciales de 5G: en Uruguay, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Surinam y Aruba. En México, la red se implementará finales de 2020 o principios de 2021. Recientemente el regulador IFT dio luz verde a las empresas de telecomunicaciones Axtel, AT&T y Telmex (América Móvil) para renovar tres bloques en la banda de 3.5 GHz, lo que se considera un preparativo para las redes 5G. 3. Teletrabajo. Bajo esta modalidad, los empleados utilizan plataformas virtuales para efectuar reuniones, informar, coordinar y seguir el avance de tareas con sus compañeros y jefes. Existen diferentes plataformas que ofrecen diversas funcionalidades. Esta necesidad de trabajar a distancia puede ser una oportunidad de modernizar el mundo del trabajo con un cambio estructural que impulse la flexibilización y abra espacios de inserción al mercado laboral, en particular a mujeres y jóvenes. En este punto, se puede reportar que en América Latina y el Caribe la digitalización aumentó mucho más rápido que el suministro de capital humano.
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4. Teleeducación. La educación a distancia puede darse mediante el uso de plataformas que permitan el acceso a aulas virtuales, que faciliten tanto el encuentro de alumnos y profesores, como el acceso a materiales educativos y de enseñanza en formato de texto y audiovisual. En este sentido, muchos países cuentan con soluciones propias desarrolladas para su sistema educativo, aunque los avances se centran en la formación universitaria y en menor medida en la primaria y secundaria. La región tiene una destreza en el uso de tecnologías de la información promedio de 81 puntos de 100. México tiene 84 puntos. 5. Telesalud. Una de las estrategias decisivas para lograr enfrentar la pandemia del COVID-19 es la mitigación, procurando hacer más lenta su difusión, protegiendo a poblaciones vulnerables y reduciendo el pico en la demanda sobre el sistema de salud. Realidad crítica dado
que, en los países de América Latina, los hospitales cuentan en promedio con dos camas disponibles por cada 1,000 habitantes. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud en 2016, si bien el 61% de ellos ya cuenta con una estrategia nacional de salud digital, muchos aún deben pasar de la fase de la formulación de políticas y estrategias a la implementación.
Uso de la digitalización para dar respuestas de política pública Tras el brote de COVID-19 y la contingencia sanitaria en los distintos países de América Latina, los Gobiernos de la región comenzaron a implementar una serie de medidas para facilitar a la población el acceso a información oficial y servicios de educación a distancia y salud digital. Durante la pandemia, los ministerios de Salud y Educación han realizado acciones para que los estudiantes puedan conti-
nuar con sus clases desde casa y los servicios de salud se presten a distancia. Todas ellas evidencian que las infraestructuras de telecomunicaciones y digitales en los países resultan esenciales para salvar vidas y garantizar derechos fundamentales como educación, salud, seguridad, trabajo y acceso a la cultura. En México, en materia de educación, la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó el programa Aprende en Casa (www.aprende.edu. mx) a través de los sistemas públicos de comunicación, para que los estudiantes de educación básica continúen tomando clases en medio de la contingencia sanitaria. Se ofrece contenido educativo que se emite a través de internet y de los canales de televisión pública y Canal Once Niñas y Niños 11.2. Además, a través de Microsoft los profesores podrán acceder a la herramienta Teams para organizar 28 sesiones de trabajo y capacitación a distancia, desde su aislamiento preventivo. En materia de salud, el Gobierno publicó el portal oficial con información actualizada del nuevo COVID-19,
disponible para toda la ciudadanía. En el sitio de internet https://coronavirus.gob.mx/ se habilitaron espacios con información general sobre de COVID-19 y otro dirigido al personal de salud.
Decálogo de recomendaciones La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) entre algunas de las iniciativas, recomienda las siguientes: 1. Eliminar de manera temporaria, cualquier restricción para el despliegue, actualización o mejora de infraestructuras de banda ancha. 2. Maximizar la eficiencia y uso del espectro radioeléctrico que permitan resolver cuellos de botella en enrutadores wifi. 3. Fomentar políticas de uso responsable por parte de los usuarios y proveedores de contenidos para reducir la saturación de capacidad de las redes. 4. Propiciar acuerdos de colaboración público privada que garanticen la continuidad de los servicios críticos de telecomunicaciones.
5. Procurar la integridad de la infraestructura de telecomunicaciones y la eficiencia en la prestación del servicio. 6. Impulsar medidas, que desde la digitalización apalanquen la sostenibilidad del ecosistema productivo, las infraestructuras físicas (energía, transporte, logística y agua y saneamiento) y de cadenas de aprovisionamiento mediante la adecuada coordinación entre actores. 7. Estimular al sector productivo para incrementar el porcentaje de la población que pueda trabajar remotamente. 8. Impulsar el desarrollo de aplicaciones a nivel distrital/local que faciliten a la población el acceso a información oficial. 9. Avanzar decididamente hacia políticas estructurales que permitan la implementación de soluciones digitales avanzadas. 10. Universalizar el acceso y la cobertura de redes de telecomunicaciones.
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AGENDA DE TALENTO HUMANO
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emos recopilado eventos del sector de la tercerización y talento humano en México y el mundo, a realizarse en el mes en curso y los siguientes meses, para que usted pueda asistir o acceder en línea, estamos seguros que serán de gran utilidad; además, permite conocer el amplio análisis sobre nuestro sector en los países en donde se desarrolla. Dé click aquí para conocer la agenda completa.
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