Semana del 24 al 30 de diciembre de 2010 · Año I · Número 030 ·
Precio 0,50 euros
www.eldiadezamora.es ·
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
FOTO: ESTEBAN PEDROSA Y ANDRÉS MORENO
De Portillo a Puerta y de Traición a Lealtad, el zamoranismo ideológico y sentimental se sale con la suya
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El puente medieval sigue deteriorándose
Orgullosos de ser zamoranos
Se han desprendido nuevas piedras de sus tajamares en los últimos días
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Primera oferta electoral del Partido Socialista
Fuentes anuncia tres asuntos que hay que recuperar
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Hambre y Nochebuena Escribió C LAUDIO que el día se le hace largo a quien no ama. Sabio y eterno poeta. Yo sé, desde mi liliputiense inteligencia, que, cuando se ama, es muy bello vivir, como confesé al término de la primera gala de ‘EL DÍA ’, que celebramos en EL P RINCIPAL. Pudiera parecer cursi al lector este exordio, pero la Navidad es, en esencia, eso, sensiblería; pero también pena en los adentros del espíritu o lo que sea eso que nos alienta y nos acusa. Sé que la Navidad se hace larga y ancha para los que tenemos más pretérito que futuro, porque la memoria, siempre tan cruel, nos devuelve el recuerdo de los seres queridos que ya no están, que se fueron sin querer, sin consentir que la vida los echase en el lecho de la muerte para amarlos hasta el infinito. Quizá, con el tiempo, la memoria dulcifique ausencias eter-
nas, y las lágrimas tornen en sonrisas silenciosas, miradas jondas, como el canto de L ORCA, y suspiros del alma. Pudiera ser. Este periódico, una familia, elaborado por gente de cierta edad y jóvenes promesas del periodismo, se construye con ternura, con sentimientos por la Zamora del presente y la Zamora de la Historia, y por los zamoranos que más sufren, que más padecen la humillación de ser y no estar, de sentir la falta de trabajo como una esclavitud moderna, como una humillación cotidiana. Esta Nochebuena debería servir como aldabonazo en la conciencia de los políticos y de todos aquellos que contamos con la suerte de trabajar, para que, antes de engullir el marisco correspondiente, recordemos que hay gente entre nosotros que pasa hambre y que tiene sed de justicia. EUGENIO J. DE ÁVILA.