Semana del 11 al 17 de febrero de 2011· Año I · Número 037·
Sotoverde S.L., la única empresa que ofrece un servicio que nos descubre el estado de nuestras viviendas P 4 ÁGINA
Precio 0,50 euros
ww.eldiadezamora.es
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
La alcaldesa pretende que el Duero deje de ser una barrera para los vecinos de la margen izquierda P 5 ÁGINA
El Ayuntamiento pide la reversión de las travesías de carreteras nacionales que pasan por la ciudad P 6 ÁGINA
Manuel Fuentes quiere una sociedad civil más fuerte Compromiso político del candidato socialista a la Alcaldía con los colectivos y asociaciones vecinales, estructurado en torno a un Contrato-Programa con los Colectivos Ciudadanos
FOTO: MANUEL HERRERO
PÁGINA: 3
Candados de amor en el puente medieval Valdeón no para de visitar obras y obras
Puente , La Horta, casco antiguo...
PÁGS. 5 Y11
El campo de golf de La Diputación tendrá ayuda federativa
La Real Federación Española de Golf concede un millón de euros
PÁGINA 7
A
Semana ¿Santa?
mé la Semana Santa. Tiempo pretérito. La he olvidado. Ahora, no la odio, pero la estudio: intento analizar lo qué sucede en su vientre, preñado de religión, tradiciones y... vanidad. Ignorar lo que acontece en torno a la Pasión zamorana, con argumentos como los del agnosticismo o ateísmo, resulta patético intelectualmente. El siglo XXI no ha llegado aún a las cofradías y hermandades zamoranas, no ha habido un salto en el tiempo entre una centuria y otra. Sí, cierto, se aprueban estatutos progres, pero todo sigue igual: querencia por lo estético y alejamiento de la moral religiosa. Convencido estoy de que más de la mitad de los cofrades zamoranos desfilan por tradición. Ahora, creer en Dios no está de moda y hacer penitencia parece ya sadomasoquismo. Con estos datos, quizá epi-
dérmicos, si así lo elige el lector semasantero, los sucesos, las batallas, verbales, abiertas entre las damas de la Soledad, los varones del Nazareno, con Obispado por medio, eran previsibles, una crónica anunciada. No entro en quién tiene la razón, porque, en cuestiones de fe, la inteligencia no cuenta; pero, desde la atalaya desde la que diviso la Pasión zamorana; desde la distancia “amorosa” que la miro, siento pena, quebranto, tristeza por aquellas guerras de personalidades, seculares, y, ahora, por estas escaramuzas entre adanes y evas. Sé que ser un buen cristiano, un católico lígrimo es imposible, que ofrecer la otra mejilla, utopía; pero cabría exigir a los que dicen amar la Semana Santa, a los que ordenan y mandan, menos jactancia y más humildad. Fdo.: Eugenio J. de Ávila