Semana del 18 al 24 de febrero de 2011 · Año II · Número 038 ·
Los barrios de la margen izquierda del Duero tendrán su propio centro de día
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Maíllo rubrica la construcción del primer campo de golf de Zamora con la RFEG PÁG. 18
FOTO: PATRICIA MÉNDEZ ALONSO
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Precio 0,50 euros
Sanabria: melancolía de la nieve negra La rentabilidad del AVE a Galicia, en entredicho por analistas y políticos
El PSOE propone foros sobre ocho asuntos vitales para la ciudad
El Informe “Ineco”, encargado por Fomento, muy pesimista
El próximo lunes, día 21, se iniciarán en la sede socialista
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Hoyos El Hombre es una animal lúdico. Johan Huizinga lo demostró en su Homo Ludens. Halló, el filósofo holandés, en el juego una función plena de sentido, que concretó en el siguiente aserto: “El juego oprime y libera, el juego arrebata, electriza, hechiza”. Advierto al lector que el erudito murió en 1945. Se fue, ignorando cómo el ser humano de la segunda mitad del siglo XX dedicaría buena parte de su vida a jugar; no obstante, esa función lúdica debe desarrollarse vinculada al Homo Faber. Viene a cuento el exordio por lo del campo de golf de La Aldehuela: el deseo de Maíllo se convertirá en realidad. Sí, el hombre necesita jugar, divirtiéndose; pero solo juega el que trabaja, el que tiene cubiertas sus necesidades y el ocio suficiente para ocuparlo con esa otra forma moderna de cultura. Yo no juego al golf, porque es, quizá, el deporte más complejo que se ha inventado el hombre y, a mi edad, prefiero los retos del alma que los del cuerpo; gozo amando a la Dama del Alba; comiéndome el tarro con mis cuatro filósofos de cabecera y emocionándome con versos de todo poeta que te rasque el corazón. Ahora bien, un campo de golf, seguro, creará puestos de trabajo durante su construcción y, después, ya en marcha, concitará interés y dejará dinero. Los zamoranos también somos hombres, pero no somos ricos. Juguemos, emboquemos la pelota de nuestra vida en el hoyo de la verdad. Fdo.: E. J. de Ávila