Semana del 18 al 24 de marzo de 2011· Año II · Número 042·
Las promesas del edil de Turismo sobre el indulto del almendro de Balborraz, incumplidas P 7 ÁGINA
Precio 0,50 euros
ww.eldiadezamora.es
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Las fuentes de agua potable de la ciudad con una característica común: no funciona ninguna P . 10 11 ÁGS
Y
IFEZA, centro, durante el fin de semana, de la VI Feria del Vehículo de Ocasión Ciudad de Zamora P 13 ÁGINA
Rosa Valdeón quiere insuflar vida al casco viejo PÁGINA 3
Construcciones aladas, destrucciones humanas
Arquitectos alados, Brunelleschi y Alberti de las nubes, construyendo, palo a palo, sus nidos de amor desde que el tiempo es tiempo. Siempre en lo alto, donde no lleguen los hombres con su afán destructor, siempre cercanas al cielo y alejadas del mal.
Mateos aboga por un gobierno municipal multipartidista
Confiesa desconocer el estado económico del Ayuntamiento
PÁGINA 4
El PSOE elige parquin: vieja estación de buses Considera básico el transporte público
PÁGINA 5
No queremos saber
Hay gente que cree en algo, pero no sabe bien en qué. Hay semanasanteros que creen en su cofradía, pasos, cristos y vírgenes, pero son ateos de soledades y verónicas. Hay militantes del PSOE que no son socialistas, ni liberales, son solo, o tanto, fieles al poder, adoradores del que manda, del jerarca. Hay gente en el PP que mendiga cargos, da igual lo que sea, el caso es mandar algo, un poquito. Zamora es así: una ciudad clavada en la historia que ignora su pasado; una ciudad que celebra fiestas religiosas cual tradición pagana. En esta ciudad del alma, el tiempo dura más; cada minuto posee 70 segundos; aquí, yace Cronos sobre un somier de cereales, entre los juncos del Duero, sobre el cerebro de nuestros políticos, que siempre tienen tiempo para combatir al enemigo del partido, del que sea, más por fobias que
por espada de distinto filo ideológico. Y yo me quedé aquí, en la ciudad sin tiempo, porque quería que la tierra que me vio nacer tapase mis ojos yertos. Y no quise llorar frente al mar; preferí que mis lágrimas cayesen al Duero, antes que mi alma se secara al viento de la incapacidad para cambiar el curso de nuestra historia política, social, cultural. Me rindo. Aquí no hay nada que hacer. Solo viven los lacayos del poder, los periodistas comprados, los intelectuales silentes, los trileros confundidos con empresarios que, con los favores del poder, se hicieron ricos. ¿Qué hacer, pues? Amar en silencio, morir deprisa y llegar a la ataraxia. No padecer, no sentir. Que muera la pasión por la vida en el lecho de la ignorancia. Los zamoranos no queremos saber, porque el conocimiento duele muy adentro, más allá del cuerpo. Fdo.: Eugenio Jesús de Ávila
FOTO: ENRIQUE ONÍS
La alcaldesa de Zamora presenta el Plan del Casco Antiguo, nueva aportación técnica y política para ampliar el espacio físico de la zona noble de la ciudad hacia lugares aledaños