Semana del 1 al 7 de abril de 2011 · Año II · Número 044 ·
Manuel Fuentes favorecerá la creación de un campo de golf si el PSOE llega a la Alcaldía P 3
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La AA.VV. de Los Bloques pide al Ayuntamiento abonos asequibles para el parquin de Carlos Pinilla P 6
FOTO: ESTEBAN PEDROSA
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Precio 0,50 euros
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Javier Lozano, presidente de la Liga Nacional de Fútbol-Sala, estuvo en Zamora P 22 ÁGINA
Los socialistas acusan a Valdeón de dejar el municipio en quiebra Manuel Fuentes asegura que la alcaldesa ha perdido a la calle PÁGINA 8
Mateos: “El PP quiere destruir Adeiza” El líder zamoranista ve en Valdeón y Maíllo ese objetivo
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Un instante de placer
El peligro de amar en tan demacrada rúa Se supone que hubo un tiempo, en esta estrecha calle del barrio de Olivares, en el que los galanes abrazaban a las guapas mozas; ahora, correrían grave peligro, el seductor juglar y la hermosa doncella, si sus amores se prolongaran junto a pared tan cochambrosa. Son las cuitas de una vieja ciudad.
¡Abril, qué bello suena tu nombre! Hay un cantante al que le robaron este mes, y nunca supe bien por qué. A mí me han robado el amor, la ingenuidad, la fe. Entre unos y otros, esta Zamora del alma devora a sus hijos, como Saturno a su prole. Aquí, solo vive, a su manera, el que está dispuesto a vender conciencia, alma, tuétano, vísceras al poder, al que manda sin saber hacerlo, que, a su vez, enajenó todo el conjunto de valores que distinguen al Hombre: dignidad, honradez, honestidad por querer ordenar tras obedecer. Esta Zamora silente, pusilánime, deja en herencia para las futuras generaciones niebla, hierba seca, un río de lágrimas, nubes de escarcha, abulia, apatía. La ciudad de Arias Gonzalo y sus hijos solo despierta en Semana Santa, días que unos dedican a la plegaria, a la oración, al recuerdo, y otros a celebrar la alegría de la primavera. Hay, no lo dudo, un cristianismo hedonista; pero el poder, el de siempre, lo convirtió en un cristianismo del pecado, de la culpa, del sufrimiento, de la sangre. Los cristianos recogieron al Dios del castigo, al del Antiguo Testamento, al de los judíos, y olvidaron al Dios del Perdón, de la Misericordia, al del Evangelio. Quizá, en nuestras procesiones, en las más bulliciosas, se mezclen ambos conceptos: el del dolor y el del placer. Recuerdo ahora a Óscar Wilde, aquel poeta al que el amor prohibido condujo al Calvario, que escribió en El artista que, con el bronce de la estatua del dolor que dura toda una vida, modeló la estatua del placer que dura un instante. Vivamos la Pasión con hedonismo. FDO.: EUGENIO. J. DE ÁVILA.