Semana del 28 de junio al 5 de julio de 2012· Año III · Número 112·
Precio 0,50 euros
El Mateos más “orteguiano” considera que Zamora se encuentra “bajo una P .3 bóveda en ruinas” ÁGINA
ww.eldiadezamora.es
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
La vegetación crece, se multiplica y rompe la muralla, que necesita atenciones especiales cuanto antes P .8 ÁG
Plaza hace examen de conciencia desde su nuevo cargo El secretario provincial del PSOE, tras reflexionar sobre los males de su partido,
afirma que quizá los socialistas fueron los que dieron la espalda al ciudadano...
PÁGS. 6 Y 7
El orgullo de Zamora
FOTO: ENRIQUE ONÍS
La provincia de Zamora produce extraordinarias materias primas... humanas y de las otras. Sucede que se comporta como una economía tercermundista, donde se extraen los productos de calidad y se transforman en las naciones industrializadas. Las plusvalías, las ganancias, pues, se marchan lejos de nuestras tierras, como se marcharon nuestros mejores cerebros. Ahora, después de 12 años, la ciudad exhibe dos de sus productos más valorados, hechos aquí: quesos y vinos. Ejemplos.
Zamora ya tiene PGOU, pero no “levanta cabeza”
Hace tres años que las fuerzas vivas de la ciudad y las empresariales, CEOE-Cepyme y Cámara de Comercio claman por la necesidad de un Plan General de Ordenación Urbana. Distribuyeron carteles por doquier con la leyenda: “Sin el Plan, Zamora se para”. Pues hete aquí que ya ese trienio es memoria y la ciudad está más
parada que nunca: más desempleados, más comercios cerrados, menos esperanzas de encontrar un trabajo y más gente que busca otras tierras para vivir. Izquierda Unida dice ahora, tras lo visto, que ese eslogan fue “un montaje del PP y de algunos constructores”. Aquí todo puede ser. PÁGS 4 Y 5
Ludismo rural Zamora es la capital de una provincia agroganadera. Casi todos los zamoranos nacidos en la ciudad tienen sus raíces en pueblos de la provincia. Nuestra sangre huele a cereal y vid, a cocina de leña, a estiércol y oveja, a vacas y a leche. Esta urbe no conoció la industrialización; no obstante, sus hijos contribuyeron a desarrollar otras provincias y naciones. Zamora pagó muy caro el avance de ciudades cercanas, como la privilegiada por el franquismo, y después por la Junta, Valladolid; de regiones como el País Vasco, de la capital del Estado y de países de vanguardia como Alemania, Francia y Suiza. Zamora se ha ido con-
virtiendo en un desierto demográfico, mientras la Junta dirigía sus preferencias a potenciar el eje Pucela-PalenciaBurgos. Y todo sigue igual. La mediocridad de políticos como Lucas y Herrera y el servilismo de sus vicarios condicionan nuestro presente y marcan el porvenir. Ahora, los capitostes del PP regional defienden la minería, pero fueron incapaces de luchar por mantener la Zamora que sabe a candeal, a vino, a carne de Aliste y agua pura. Nos han convertido en un pueblo pobre, y así son, pues, nuestras ferias y fiestas: poseen lo mejor del ludismo rural y lo peor del que quiso ser y no pudo. E. J. DE ÁVILA.