Semana del 10 al 16 de agosto de 2012 · Año III · Número 118·
Precio 0,50 euros
· www.eldiadezamora.es
El PSOE exige al PP que pida a Rajoy lo que tanto demandó a Zapatero
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez FOTO: E.PEDROSA
Verbigracia: A-66. A-11, Prisión, Banco de España... El PP de Zamora reclamó, durante las dos legislaturas de ZP, que el Gobierno socialista concluyese la Zamora-Benavente, la Zamora hasta Portugal, la cesión de la prisión provincial... ahora las tornas han cambiado: Rajoy tiene la palabra. PÁG.: 3
El cauce del río, lleno de maleza y árboles secos, necesita una limpieza inmediata Así se evitarían problemas durante las próximas avenidas Numerosos troncos de árboles muertos aparecen, en época de sequía, en el cauce del río Duero, que, si no se retiran ahora, en verano, aprovechando el escaso caudal del río, podrían causar graves problemas cuando llegan las lluvias durante el resto del año. PÁG. 4
Once hermanas del Convento del Tránsito celebran los 800 años de la conversión de Santa Clara Numerosos zamoranos acuden a la novena Durante estos días, son muchos los zamoranos que acuden al novenario de la Virgen del Tránsito, que tendrá su día más especial el próximo 15 de agosto, pero las monjitas también celebran los 8 siglos de la conversión de Santa Clara. PÁGINA 19
El árbol de la crisis Uno de los efectos demoledores de la crisis económica que padece la clase media y el proletariado lo constituye el crecimiento de la insolidaridad y de su hijo, el egoísmo. Cada cual va a lo suyo. Los grandes conceptos, los superiores, aquellos por los que lucharon los que se creían de izquierdas y no eran otra cosa que conservadores disfrazados de progresistas; como la libertad, la equidad, la fraternidad se olvidaron, se perdieron. Ahora, hasta los árboles sin bosque enraízan en las viejas murallas de Zamora para poder vivir en plena sequía ética y moral.
Ver, escuchar y sufrir Dios y el Estado. El mundo, el demonio y la carne. El hombre es un lobo para el hombre. Bakunin, Iglesia y Hobbes. El enemigo del alma es el cuerpo. Sin osamenta, sin sangre, sin vísceras, el espíritu huye. El Estado es la carne y el individuo, el alma. El Estado es el enemigo del hombre libre. Cuando el Estado enferma, la sociedad se muere de impuestos, de injusticia, de insolidaridad. Todo ayuntamiento y toda autonomía son Estado. Los poderosos manejan las instituciones. Los plutócratas colocan a sus vicarios en la administración de las cosas públicas. Desde esa maquinaria diabólica, extraen la sangre del individuo en forma de impuestos, hasta dejarnos exánimes. Tiran, malgastan, viven de nuestro dinero. Después, cuando dejan a las instituciones famélicas, nos muerden a más impuestos. ¡Pagad malditos! Saben que dividir es vencer. Aprendieron a inculcarnos valores groseros en el corazón del alma. Ya solo nos interesa nuestro “status quo”. Vemos al menesteroso y permanecemos impasibles ante su muerte viva. Ejercen la violencia con sus leyes y sus porras. Y nos parece pura lógica. Nos han inyectado el virus del egoísmo. Nos arrancaron del alma la solidaridad. Borraron del diccionario del futuro la utopía. Cada célula de nuestra sociedad solo atiende a un grito, una voz, un lema: “¡Sálvese quien pueda!”. Mientras, en la ciudad agónica, en nuestra insensible Zamora, se premia la mediocridad por doquier. Los zamoranos miran, pero no ven; oyen, pero no escuchan, sufren, pero no se quejan. Fdo.: Eugenio. J. De Ávila.