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Semana del 3 al 9 de mayo de 2013· Año IV · Número 156·
Precio 0,50 euros
La ciudad cuenta con más de 6.500 viviendas vacías, la mayoría desatendidas, según indican desde IU Zamora P .4 5 ÁGS
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ww.eldiadezamora.es
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
La manifestación del 1º de Mayo de 2013 marca un punto de inflexión respecto a anteriores convocatorias sindicales P . 6 7
“Llegar a pactos con el equipo de gobierno es muy difícil”
FOTO: ESTEBAN PEDROSA
Fuentes confiesa que sería casi imposible trasladar a Zamora la propuesta nacional
Ser niño en Zamora Nacer y morir en Zamora. Hubo un tiempo en que este deseo resultaba posible. Ahora, como sucede siempre en la vida, donde los deseos rara vez conviven con la realidad, los niños que nacen ahora en nuestra ciudad pretérito pasarán su niñez pescando en el Duero, jugando en las viejas rúas o disfrutando de la salvaje naturaleza de Valorio y las márgenes del río, pero se harán hombres de provecho muy lejos de donde la cúpula bizantina de la Catedral seca sus lágrimas al sol.
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Los relojes de Dalí El minuto dura 70 segundos en Zamora. Nuestros relojes oficiales, los
de la Catedral y Ayuntamiento, no marcan las horas como el célebre bolero, son meros adornos. Así, los zamoranos vivimos en el pasado, en el tiempo pretérito en lo económico, en lo social y en lo cultural. Aquí, no conocimos revolución burguesa; tampoco en España, a no ser que la transformación de la sociedad española se la apuntemos al franquismo, creador de la clase media, que asocia crecimiento económico a subvención, a Estado, a paternalismo político. En la ciudad del Romancero, se vive como en el siglo XIX, pero vestidos, adornados, a la moda actual. Los caciques, émulos, de la Restauración aún ordenan y mandan tras las murallas medievales, pero, a mi parecer, cierto, son más toscos, más palurdos, más vulgares. Los contemporáneos de Cánovas, genio político de la España decimonónica, asesinado, poseían más clase, más talento. Entonces, una forma de distinción consistía en cubrir la testa con sombrero; ahora, el cacique suele cubrirse con automóvil de alta gama, casi siempre alemán, como los toreros que triunfan, y amante que invita a la lujuria, a convertir al pobre en rijoso. En Zamora, vivimos con tal retraso que, mientras el 1 de Mayo fue un fracaso en Madrid, aquí resultó un hecho memorable. Nuestra economía es tan interdependiente del Estado que la mayor parte de los manifestantes o eran funcionarios o liberados sindicales, políticos, parados y unos cuantos intelectuales lectores de Schopenhauer, Marx y Lenin, más unas cuantas páginas del Libro del Desasosiego de Pessoa para metabolizarlos. Y resultó un éxito, porque ese reloj que todo zamorano lleva dentro también se ha retrasado, tanto que cualquier primavera lluviosa se nos para entre las primeras amapolas del alma. Entonces, sin gente, no habrá ciudad, ni política, ni el tiempo que medían los relojes de Dalí. Este 1º de Mayo, quizá, recuperamos el ritmo de nuestra vida. Por: E. J. de Ávila.