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Semana del 28 de junio al 4 de julio de 2013· Año IV · Número 164·
Precio 0,50 euros
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
IU dice que las “ocurrencias” del PP solo han entretenido al ciudadano, pero no han desarrollado la ciudad P .4 5 ÁGS
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Los intelectuales critican el asfaltado de los adoquines FOTO: ARTURO DELEGADO
El Foro Ciudadano, Miguel Ángel Mateos y la oposición de izquierdas, en contra de la medida
Esperando naturales de cereal
Tan solo por el poema “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” la tauromaquia debería ocupar un lugar entre las artes. Sabios como Ortega y Gasset, pintores como Goya y Picasso, ambos progresistas, como se les definiría hoy políticamente, amaron la Fiesta Nacional. Zamora, desde que Andrés Vázquez se retirase, espera un torero. Un cuarto de siglo sin una verónica de cereal. Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya, escribió Machado. Mañana, Zamora se encontrará con su maestro: Alberto Durán.
Hedonismo y coito El varón del Homo Sapiens es, en esencia, un ser hedonista: si no
conociese el éxtasis durante el coito, desdeñaría la cópula con cualquier mujer. La fémina del Homo Sapiens es, esencialmente, masoquista: puede que sea anorgásmica, pero aún así hará el amor para perpetuar la especie, a sabiendas de que parirá con dolor. Hay ciudades varón y ciudades hembra. Zamora es una ciudad muy femenina: parece que le va la marcha de sufrir despoblamiento, carencias culturales extraordinarias, humillaciones de la Junta de Castilla y León y del Estado, sea quien fuere el Gobierno. Es más, celebra como gran fiesta anual la Semana Santa, recuerdo de un martirio brutal, inefable, cruel del que dicen fue el Hijo de Dios. Goza, pues, con una muerte, y nada menos que la de un ser divino. Enfatizo lo expresado tirando de las Ferias y Fiestas de San Pedro, que se celebran en honor de un santo pusilánime, que, además, guarda las puertas del hedonismo eterno, es decir, del goce sin tiempo. Con estos postulados, parece lógico que Zamora haya adquirido el galope del cangrejo para avanzar hacia el futuro. Normal que se sigua prefiriendo, en política, lo malo conocido que lo bueno por conocer. Si no existiese el clímax en el cuerpo del varón, ha tiempo que el género humano habría desaparecido de la faz de la tierra. Dios, que es mujer, lo supo siempre. De ahí, el deleite en el fornicio. La mujer ama, cierto, el placer, pero resulta un sentimiento secundario: lo importante es la reproducción, aunque exista el peligro de alcanzar la muerte cuando solo busca dar más vida. La hembra es, pues, un ser superior, al macho del Homo Sapiens ha hecho del dolor placer y, de la muerte, vida. El hombre solo posee fuerza, incluso, a veces, debe tomar viagra, pura química, para alcanzar mayor potencia. Cabeza sin seso. Zamora, cierto es, es una ciudad femenina. Y yo la amo con todo ese placer que es mi dolor lírico. Por: E. J. de Ávila.