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Semana del 23 al 29 de agosto de 2013 · Año IV · Número 172 ·
El próximo lunes, se inician las obras de rehabilitación de la calle de la Feria, que concluiran en tres meses P .4
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
El Zamora más joven de la historia reciente abre la Liga en Guijuelo, campo maldito para los rojiblancos P . 14
Quemar el tiempo
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Precio 0,50 euros
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El presidente de los vecinos del ARI de Los Bloques, preocupado Alfonso Mayo dice que Tuconsa inició obras que inciden en la seguridad PÁG. 3
La adjudicación de seguros municipales, polémica PP-PSOE Fuentes acusa al equipo de gobierno de darlos “a dedo” y el PP lo niega PÁGINA 2
Hacer el amor
Sayago, comarca tan olvidada como hermosa, donde la naturaleza escribe estrofas con el tiempo, sufrió ayer tarde un pavoroso incendio, engendrado en Portugal. El fuego hizo peligrar las poblaciones y bienes de tres pequeñas pueblecitos: Villardiegua de la Ribera, que tuvo que ser evacuado; Villadepera y Pino. Los líricos casaron en el altar de la utopía el fuego y el amor, pero hay poca poesía en un incendio que destruye vidas, árboles y arbustos, hierba y florecillas. Esta canalla amoral nos está quemando el tiempo, el futuro.
Para hacer el amor son necesarias, al menos, dos personas; tres es el sueño imposible de todo amante de la pornografía y amarse a uno mismo es muy triste y, además, como nos decían los curas cuando éramos niños, te quedabas ciego. España, de ser cierta aquella advertencia, sería hoy amén de una nación de invidentes políticos, también físicos. Para hacer política, son necesarios equipos, conjuntados, cimentados, solidificados y un líder que reúna todas las virtudes del grupo y solape todos los defectos. La política no es amor, porque si lo fuera, los partidos vivirían de orgía en orgía. Y no es así. El único orgasmo de un partido político es la victoria electoral. Después, como sucede con el matrimonio, toca aguantar y aprovecharse de mandatos, legislaturas para hacer el bien a los tuyos y el mal al prójimo, que ni es amigo ni te ofrece confianza. Para hacer periodismo en libertad, debes financiarte con la publicidad privada, la que aportan los pequeños empresarios, los comerciantes, la gente normal. Si vives del dinero público, como les pasa a los medios de comunicación del Estado y otros privados, malo, porque vendes independencia por dinero. En el periodismo hay poco amor: los directores, por lo general, son gente odiosa, en principio, porque casi todos, salvo excepciones, llegaron al cargo con escasos méritos, con un bagaje intelectual corto y una cierta amoralidad. También hay un periodismo lírico, poético, utópico; un periodismo esdrújulo, como el nuestro. Aquí, sí hay amor a varias bandas, nunca onanismo ni pornografía. Tampoco hay política, porque nosotros entendemos la res pública como Pericles. Y ya han pasado 2.500 años desde el gobierno del autor de la Oración Fúnebre. FDO.: E. J. DE ÁVILA.