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Semana del 4 al 10 de abril de 2014 · Año V · Número 204 ·
Todo bajo control institucional para que la Pasión de Zamora se celebre en paz y con tranquilidad P .5 ÁG
Precio 0,50 euros
· www.eldiadezamora.es ·
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
El sábado, los coros de nuestra Semana Santa ofrecen un concierto en el Ramos Carrión a beneficio de la AECC P . 16 ÁG
El PSOE no quiere una Ciudad Deportiva con gestión privada Recogerán firmas para que el PP del Ayuntamiento dé marcha atrás P : 3 ÁG
El superávit pagará la deuda municipal IU denuncia la gestión de Rosa Valdeón PÁGS: 4 Y5
Foto: E. Onís
Violencia, algo tan natural
Arte de bomberos Ignoro cómo serán los bomberos de otras ciudades de España, si muy valientes, osados, prometeicos, hercúleos; pero los de Zamora son patrimonio de esta ciudad, que se siente orgullosa de su talento y profesionalidad, porque siempre están preparados para servir a la ciudadanía ante cualquier circunstancia, incluso cuando no pasa nada, como aconteció el miércoles, a primera hora de la tarde, en la azotea de un edificio de la emblemática plaza de Sagasta. Los bomberos anduvieron por los tejados del modernismo y el eclecticismo, porque, en el fondo, son unos héroes que hacen arte con el peligro.
El hombre es un ser violento, quizá porque es un ser débil físicamente, comparado con otros mamíferos. El hombre es un animal social (zoon politikon), y lo es, creo, menos por solidaridad que por interés, más por egoísmo que por filantropía. Desde el principio, los seres humanos se unieron para cazar, pescar, recolectar... sobrevivir; se asumió que sin la unión habrían desaparecido de la faz de la tierra. La violencia es innata. Todo hombre y toda mujer viven en un estado latente de violencia desde que nacen; familia, trabajo, sociedad. Mientras sus deseos se cumplen, guardan cierta compostura. Cuando la distancia entre anhelos y realidad resulta abismal, desarrolla violencia hacia el rival, enemigo, prójimo, padre, hermano, hijo. Violencia física, verbal, violencia psíquica. El Estado posee el patrimonio de la violencia y la aplica cuando es menester; los gobiernos deciden cuándo, dónde y cómo aplicarla sobre un sector de pueblo que se considera agraviado por las leyes, en una democracia burguesa, o por el dictado, en estados totalitarios. Las masas, cuando sienten la debilidad del poder establecido, aplican violencia sobre los profesionales preparados para reprimirla y destruirla. Hay manuales de lucha callejera, estructurados por los ideólogos de las izquierdas totalitarias, fascistas de la siniestra. Gandhi hubo uno. Como fue un hombre singular, defensor de la revolución a través de la resistencia pacífica, murió asesinado. Hasta el Cristo echó del Templo, con violencia, a los mercaderes. Lo de poner la otra mejilla es antinatura. Lo del 22 de mayo en Madrid no fue más que violencia, bendecida por el poder, y violencia, santificada por los que anhelan tomarlo. Nada nuevo en toda sociedad humana. FDO.: E. J. DE ÁVILA.