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Semana del 2 al 8 de mayo de 2014· Año IV · Número 208·
El Ayuntamiento se gastó 10 millones de euros en programas de empleo de dudosa rentabilidad, según IUP . 4 5 ÁGS
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Precio 0,50 euros
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Zamora rinde homenaje a Ramón Álvarez, en el 125 aniversario de su fallecimiento, con una exposición P . 11 ÁG
Menos trabajadores en su festividad Más de mil personas se manifiestan el 1º de Mayo, exigiendo cambios drásticos en la política económica del PP FOTO: ENRIQUE ONÍS
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Las personas son la esperanza
“Las personas somos el futuro”. La frase corresponde a Manuel Prieto. El secretario general de CC.OO. es buena gente, por eso es cándido e ingenuo y cree que en los miles de zamoranos que no asistieron a la manifestación del 1º de Mayo se halla la esperanza para construir una sociedad más equitativa, libre y profunda, donde nadie sea más que nadie, ni el rico humille al pobre, ni el inteligente se ría del mediocre. Después de tantos años de pirata, uno ya no cree en nada, menos en un sistema que condena al trabajador y ensalza el canalla.
Empatía El dolor y el daño son a la carne como la tristeza y la pena, al alma. 1º de Mayo de 2014. Reflexioné, con tristeza y pena, sobre las personas que carecen de labor, sobre la gente que no recibe ningún tipo de ayuda y los hijos, aún niños, de los desempleados de aquí y de allá, porque el hambre desconoce geografías, razas y edades. Y recordé, paseando por la ciudad pretérito, aquellos comercios, hoy cerrados, que dieron vida, ilusión, dinero a pequeños empresarios y clientes. Pensé en los emprendedores que rompieron sus sueños de progreso sobre la realidad de una crisis que manejan los titiriteros del poder en los escenarios que fueren menester. Sí, dolor y daño, que siente el cuerpo, y tristeza y pena que atraviesa la médula del alma, la que te arranca lágrimas de sangre, la que transforma tu espíritu en vaho de Dios, se funden en palabras como injusticia, nepotismo, hipocresía, sustancias con las que se ha construido el redil que guarda nuestra sociedad. Por E. J. de Ávila.