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Semana del 23 al 29 de mayo de 2014 · Año V · Número 211 ·
Las aceñas de Cabañales, sin ningún impedimento para acceder a su interior, todo un peligro P . 11 ÁG
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Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Cáritas abre el lunes una tienda en la que se podrá adquirir ropa de segunda mano y generará empleo P .6
El triunfo del vandalismo
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Las Europeas del 25-M interesan poco El PP realiza un gran despliegue y el PSOE confía en los resultados, mientras IU, Ciudadanos, UPyD y Podemos buscan en la calle su fuerza P . 5,7, 8 13 ÁGS
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La Guardia Civil honra el 170 aniversario de su fundación El Tte. Coronel Rodríguez-Medel, orgulloso de que la Benemérita sea la institución más valorada por los españoles PÁG: 16
Foto: Esteban Pedrosa
El sexo de Dios
La fotografía de Esteban Pedrosa, la Catedral a través de una ventana, con cristales rotos, de las aceñas de Cabañales nos habla de la ucronía: de lo que pudo ser ese edificio, vestigio de la industria hidráulica medieval, restaurado durante uno de los primeros mandatos de Antonio Vázquez, con inversión millonaria y críticas, despiadadas, como no podría ser de otra forma, de la oposición, y en lo que ha quedado, después de que el olvido se apoderase de la gobernanza municipal: asistimos al triunfo del vandalismo y la desidia.
Dice Elena Valenciano que Arias Cañete es machista. Pues la candidata socialista podría tener razón. Todo hombre es machista e, incluso, también algunas mujeres. Todo hombre es conservador, aunque milite en un partido marxista-leninista. Engels escribió, sobre el papel, qué deberían desempeñar las mujeres de los obreros en la Inglaterra del siglo XIX (tareas caseras y atención de la prole), algo que si lo hubiera leído cualquier mujer progre, lo habría estigmatizado. El machismo se originó cuando los machos humanos decidieron dar muerte a las diosas, femeninas, y crear un Dios, masculino, como relata La Biblia. El mal del mundo se gestó con el cambio de sexo del Ser Supremo. El combate entre los hombres es siempre una guerra sexual. El varón, es, en esencia, hedonista, un ser para el placer. La mujer mantiene una cierta superioridad por su capacidad para hacer del dolor un instante de placer. Es más, si el hombre no alcanzase el clímax en la cópula, la Humanidad habría desaparecido, sin necesidad de que un meteorito cayese sobre La Tierra o que el volcán de Yellowstone entrase en erupción. La mujer no necesita gozar para traer nueva vida, porque su placer consiste en crear. Las mujeres hacen poesía dando a luz, sin escribir ni pronunciar una sola palabra. El hombre, para crear un soneto perfecto, debe buscar en su esencia femenina la inspiración. Arias Cañete es machista. Seguro. Todos somos machistas. Sucede que algunos hombres y algunas mujeres se lo callan. Ya digo: si Dios existiese, sería un espíritu femenino, siempre que las almas tengan sexo. Fdo. E.J. DE ÁVILA.