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Los semáforos que regulan el tráfico de la ciudad emiten señales desconcertantes pág. 9
Polémica política por la celebración del acto oficial de la Concha . 4 PÁG
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
El presidente del MMT Seguros piensa que la masa social del club, al menos, se mantendrá pág. 27
La Alcaldía creará zonas en parques para la suelta de perros . 6 PÁG
Propuesta a la Junta para construir un centro cívico en la Laboral . 5 PÁG
Foto: Esteban Pedrosa
Polémica y coherencia
El Castillo, una selva Se gastaron muchos millones de euros en su restauración. Y, en verdad, el recinto mostró una nueva cara, muy atractiva, aunque las obras acabaron en un tiempo “récord”. Ahora bien, en esta ciudad, el personal político se olvida de mantener edificios, calles, aceras. Así, la fortaleza defensiva medieval se ha convertido en una selva, en la que la maleza crece por doquier.
Sostengo, y no me apellido Pereira, que Zamora tiene problemas esenciales, tales como la emigración de los jóvenes, el cierre de empresas, el envejecimiento de la población, como para abrir una polémica surrealista sobre el espacio en el que debería celebrarse el acto oficial de la Virgen de la Concha. El PP mostró su enojo, porque, por primera vez en 25 años, el Ayuntamiento no acogiese el acto. Lógico. Tenía entendido que los populares habían dejado de ser de derechas. A un servidor no le extrañó la decisión del alcalde. Rara hubiese sido su presencia. Guarido es coherente con su filosofía política, vital. Cierto que representa a todos los zamoranos, pero tampoco es mentira que no todos sus paisanos creen en Dios ni en la Virgen. Aquí, hay gente para todo. Y ya no se quema a nadie en la hoguera por hereje ni por ateo. Además, el Estado español es aconfesional, no laico, y las instituciones públicas, por tanto, no son patrimonio de ninguna confesión, y los políticos deberían actuar en consecuencia. El Ayuntamiento, pues, no es una institución católica. Si, en el futuro, vuelve a administrar la Casa de las Panaderas un político del PP, creyente (también hay gente de derechas que no cree en Dios), y decide hacer del ayuntamiento una casa de oración, lo criticaría y, si lo decorase con hoces y martillos, también. Futuro: cabe suponer que Guarido no se arrodillará ante el Cristo de las Injurias para leer el Juramento. Habrá alguien que lo criPor Eugenio-J. de Ávila. tique.