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El Arco de DoĂąa Urraca y el Portillo de la Lealtad, sin iluminaciĂłn ornamental pĂĄg.9
Mientras mĂĄs conozco a los hombres...
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Restaurada la imagen de la Virgen de la Saleta, obra de don RamĂłn pĂĄg. 18 Ă lvarez
El equipo de gobierno prioriza un nuevo parque de Bomberos
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El 16 de octubre, VII Carrera Popular DĂa del CĂĄncer de Mama . 6 PĂ G
Hoy se inician las actividades de las Fiestas de la Concha . 11 PĂ G
Foto: Manuel Herrero Alonso
Lo que sĂ le sobra a EspaĂąa
“Mientras mĂĄs conozco a los hombres, mĂĄs amo a mi perroâ€?. La frase se le atribuye a Lord Byron, el celebĂŠrrimo poeta inglĂŠs, que hallĂł la muerte en Mesolongi, defendiendo la libertad de Grecia. Pero el vate britĂĄnico, dicen, nunca tuvo can. Otros eruditos atribuyen a DiĂłgenes de Sinope, el filĂłsofo que tenĂa una tinaja como casa y que buscaba, con una lĂĄmpara, hombres honestos, ese aserto tan duro con el gĂŠnero humano. En Zamora, hay muchos perros, unos cuantos miles, algunos de cuyos amos dejan las excrecencias de sus mascotas en aceras y jardines. Hay que buscar amos que merezcan tener canes como compaĂąeros.
A EspaĂąa le sobran autonomĂas y, si me apuran, tambiĂŠn el Senado, que ni es cĂĄmara territorial (ÂĄquĂŠ cursilerĂa de periodistas y politĂłlogos mediocres!) ni nada. Ahora bien, sirve para que cientos de polĂticos cobren sueldos extraordinarios y jubilaciones de ricos, a cambio de pasarse un rato por la cĂĄmara alta. Ciudadanos, como naciĂł en CataluĂąa, donde los pueblos son ciudades, sigue con la tonterĂa de que las diputaciones desaparezcan; pero en provincias como Zamora, la instituciĂłn provincial es muy necesaria. Y exigir la desapariciĂłn de las mismas no es cuestiĂłn de ser de izquierdas o de derechas, sino de fobias viscerales. Cierto que habrĂa que repensarlas, deďŹ nirlas y cambiarlas de rumbo y direcciĂłn, pero aĂşn prestan un servicio y no cuestan tanto. Pero, insisto, lo de las comunidades autĂłnomas carece de racionalidad polĂtica. Sobran los parlamentos autonĂłmicos, sus gastos superuos, sus empresas pĂşblicas, laboratorios del mĂĄs abyecto nepotismo (tambiĂŠn propio de ayuntamientos y diputaciones, por supuesto), delegados territoriales, funcionarios. AdemĂĄs, los zamoranos no se sienten castellano-leoneses, en principio, porque eso parece un oxĂmoron; como mucho, mis paisanos se tienen por espaĂąoles. Y me da a mĂ que tampoco los segovianos, abulenses, charros, leoneses y sorianos se emocionan cuando ven amear la bandera autonĂłmica. Digo. Lo de las autonomĂas fue un bodrio institucional para salir del paso cuando nos arrojaron esta democracia camelo sobre nuestras conciencias polĂticas, dormidas, despuĂŠs de 40 aĂąos de franquismo. Por E.J. de Ă vila.