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El entorno de la iglesia de Santiago de los Caballeros, convertido en un retrete pĂĄg. 9
Aparatoso incendio cerca de la urbanizaciĂłn Siglo XXI, que exigiĂł esfuerzo colectivo pĂĄg. 12
El PSOE exige a Rajoy que deje de amenazar a los pensionistas .3 PĂ G
Octubre, mes para iniciar el asfaltado de 35 calles de la ciudad .5 PĂ G
El 14 de septiembre se inician las XXIII Jornadas de Magia
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Foto: Enrique OnĂs
Érase una vez una ciudad medieval No creo que la Alta o Baja Edad Media tuviera algo que ver, nada, con el decorado que, desde hoy y durante este fin de semana, cubre, adorna, transforma parte del casco histĂłrico (mĂĄs bien viejo) de nuestra ciudad. Pero la gente, cuando la vida le da pocos motivos de alegrĂa, necesita que le cambien la realidad, que le hagan creer que las cosas son tal como se las muestran y no tal y como fueron. ÂĄQuĂŠ mĂĄs da! Los polĂticos tambiĂŠn prometen el paraĂso en la tierra y sabemos que es mentira y, asĂ con todo, hay personas que sigue votando. Zamora, pues, tambiĂŠn se divierte. Vale.
Pedir perdĂłn, por perder dignidad y honra Albert Rivera, el lĂder de Ciudadanos, pidiĂł perdĂłn a los espaĂąoles, al tĂŠrmino del cantinesco debate de investidura. Se equivocĂł, el prometedor polĂtico espaĂąol y catalĂĄn. Porque uno cree que los que deben pedir perdĂłn son algunos, muchos, espaĂąoles por votar, durante dĂŠcadas, a partidos, por sus estructuras, estalinistas; a partidos que han cobijado en sus entraĂąas todo tipo de corrupciĂłn, desde la puramente econĂłmica, hasta el nepotismo mĂĄs rancio, enraizado en la amoralidad hispana a lo largo de toda su tremenda, cruel, brutal Historia. En EspaĂąa, apenas hay ciudadanos, gente que exija, que pida, que analice, que no se deje engaĂąar; en esta milenaria naciĂłn, hay una gran masa estabulada, aborregada, controlada por televisiones que exaltan los mĂĄs bajos instintos; pastoreada por clubes de fĂştbol, que son la quintaesencia del mĂĄs peligroso capitalismo, el que crece al margen de la ley, de la democracia, del pueblo. Convengamos que, desde que GonzĂĄlez, en 1985, decidiĂł que las formaciones polĂticas colocasen a sus aďŹ nes ideolĂłgicos para gobernar el Consejo del Poder Judicial, el Tribunal Supremo y el Constitucional, nuestra, entonces, pueril democracia, se convirtiĂł en un camelo de sistema de libertades, que solo favoreciĂł a los mĂĄs poderosos, a las multinacionales, banca, a empresas que colocan, a posteriori, a los que fueron polĂticos de importancia en el actual rĂŠgimen. El pueblo espaĂąol es quien debe pedir perdĂłn, por haber perdido su dignidad y honra. Por E.J. de Ă vila.