Semana del 26 de agosto al 1 de septiembre de 2011 · Año II · Número 068 ·
El Ministerio de Fomento licita el contrato de concesión de la A-66 entre Zamora y Benavente P 5 ÁGINA
Precio 0,50 euros
·www.eldiadezamora.es Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Los socialistas denuncian el mal estado de conservación de las pistas polideportivas de la ciudad P . 16 ÁG
El Zamora debuta en el Ruta de la Plata frente al poderoso Mirandés, sin el delantero esperado P . 21 ÁG
FOTO: ESTEBAN PEDROSA
La venta de libros de texto en los colegios, problema para libreros Los empresarios de librerías se sienten ninguneados por los centros
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Creada la plataforma para hipotecados Intentará ayudar a propietarios de viviendas contra los desahucios
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Vivir de rodillas
Vida de patos Hay gente que vive como los patos: no sabe lo que ocurre ni lo que pasa; con procurarse el alimento cotidiano tiene bastante. Le da igual cómo y quiénes le administren impuestos, si manda Juan o Pepa. Y, de vez en cuando, también se asoma a ver cómo baja el Duero, si las aguas están turbias o el cauce seco y sucio. Todo pura inercia. En Zamora, muchos hacemos el pato, otros somos agua seca y la mayoría guarda silencio. ¡Qué más da!
Me duele la Zamora que sufre, la Zamora de los parados, de los jóvenes que no tienen nada que hacer ni tan siquiera pensar, la de los autónomos que cierran sus negocios. Pandemia económica y política que afecta al pueblo llano, a la gente de siempre, a los que votan sin saber si eligen o les están tomando el cabello. A esta ciudad, ya no le quedan lágrimas ni tampoco tiene ojos para derramarlas, ni mejillas para humedecerlas de rabia. Esta ciudad-pretérito tiene callos en el alma, de tanto permanecer de rodillas frente a la injusticia, tolerando que la gobiernen desde Madrid o Valladolid: permitiendo que los dineros de Europa se “desviasen” a otras provincias, donde había más gente y, por tanto, más votos. Total, en Zamora, solo se mueven los árboles cuando los menea Eolo, las baldosas de las avenidas y lenguas bífidas de las cotillas largando de adulterios y quiebras económicas. Aquí, solo hubo vicarios del poder, políticos que, sin hacer oposiciones, han querido ocupar, para toda la vida, un cargo público. El pueblo lo consintió. El pueblo “tragó”. El pueblo, quizá, merezca lo que tiene... nada, miseria, ucronía, tierra para descansar en paz sin haber declarado la guerra al poder. Zamora, desierto demográfico, provincia desalmada, tierra yerma, selva de lobos humanos, de cánidos devoradores del futuro en forma de oveja, vive ya en una silla de ruedas social y económica, a la que empujan cuatro malandrines rumbo al abismo del tiempo. Zamora, mi ciudad del alma, si ya no te quedan ni poetas, si ya Claudio, tu hijo predilecto, el que escribía estrofas sobre las aguas turbias del Duero, se te murió hace más de una década, quién te cantará, quién contará al padre del tiempo que preferiste mal vivir de rodillas que morir de pie. FDO.: EUGENIO. J. DE ÁVILA.