Semana del 19 al 25 de agosto de 2011 · Año II · Número 067 ·
Los socialistas zamoranos realizan una intensa labor de oposición durante esta semana P .7 8 ÁGS
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Precio 0,50 euros
· www.eldiadezamora.es
Todo está preparado para las representaciones teatralizadas del Cerco de Zamora P .9 ÁG
Director: Eugenio Jesús de Ávila Juárez
Entrevista con Roberto Aguirre, que habla de un equipo con apetito, ante el inicio de liga en Ponferrada P . 20 21 ÁGS
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FOTO: ESTEBAN PEDROSA
El último palomar de la ciudad, a punto de venirse abajo Situado en el barrio de Carrascal, perece abandonado a su suerte PÁGINA. 3
La muralla de San Isidoro, restaurada El Gobierno socialista ha invertido 400.000 € en restauraciones
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¡Insoportable!
Amor entre la historia Quizá, solo nos quede la historia, como a los malos equipos de fútbol, incapaces de perpetuarse en el tiempo. Zamora es, ante todo, ciudad con historia, fundamental para el desarrollo político de León y de Castilla. En el tiempo pretérito, este Castillo, en el que una joven pareja de enamorados contrajo matrimonio, fue testigo de combates por el futuro. Hasta hace poco tiempo, la fortaleza medieval zamorana, la que dio fama a la vieja Ciudad del Romancero, patria de Arias Gonzalo, era piedra en el viento, sillares silentes. Ahora, tenemos que seguir contando nuestra historia al tiempo.
Dicen que sobran las diputaciones provinciales. Quizá. Todo es posible. Dudo. Pienso. Reflexiono. Y lo que sobra, según mi parecer de periodista provinciano, son políticos, parlamentos, funcionarios, televisiones, emisoras y periódicos, prensa vinculada al poder, pelotas, voces de sus respectivos amos ideológicos. A decir verdad, uno prefiere que Zamora se gobierne desde el cerebro, prodigioso o vulgar, de un zamorano, sea Martínez Maíllo, Fuentes o Molina, a que nos tengan que subvencionar, ayudar, limosnear desde Valladolid los Lucas, Herrera y compañía. Estoy convencido de que este es un país de fatos, gobernado por unos tíos muy listos, descarados, capaces de defender lo negro y lo blanco a la vez, y quedarse tan campantes. Quisieron formar un estado descentralizado y, ahora, quieren recoger velas, empezando por las diminutas diputaciones. Por qué estos malandrines de la política no cierran las televisiones autonómicas, nidos de enchufados; congelan oposiciones a la función pública, salvo las que correspondiesen a Sanidad y Educación; clausuran el Senado, cámara que solo sirve para que unos cuantos centenares de señoritos vivan como Dios antes de crear al Hombre; autonomías uniprovinciales, autonomías sin sentimientos de pertenencia a una comunidad como sucede con Castilla y León, donde provincias como Zamora vienen siendo maltratadas, discriminadas frentes al eje Valladolid-Burgos o a la doble provincia leonesa, donde subvenciones multimillonarias amortiguaron la reconversión minera. Aquí, aún se padece la brutal reconversión agroganadera, en silencio. Quizá, tengamos lo que nos merecemos. No sé si España puede soportar las diputaciones; ahora bien, lo que resulta insufrible es tolerar a tanto profesional de la política viviendo del cuento institucional. FDO.: EUGENIO. J. DE ÁVILA.