Mahon
Ciudadela
Ciudadela
Mahon
Menorca
Ciudadela y Mahón Menorca, la más tranquila de las islas Baleares, ofrece, sin embargo, innumerables atractivos que la convierten en un destino adecuado en cualquier época del año. El otoño es uno de esos momentos en los que todos los lugares se ven de diferente manera, por eso es el momento ideal para conocer el interior de una isla que cuenta, tan solo, con 700 kilómetros cuadrados.
Texto y fotografía: Julio Rubio y Luis Neira.
Mahon
MAHON y CIUDADELA son las ciudades más importantes de la isla menorquina
M
enorca es sencilla de recorrer dado que de Este a Oeste hay poco más de 45 kilómetros, y de Norte a Sur, algo más de la mitad, aún así, como dicen los isleños cuando alquilas un coche, “terminas haciendo kilómetros”. En la isla existe una única carretera principal que la atraviesa de Este a Oeste y de ella parten las vías secundarias que conducen a la coste, tanto a la del norte como a la del sur. Eso sí, para desplazarse entre complejos turísticos costeros o de una cala a otra, casi siempre hay que volver a la carretera principal, a pesar de que andando o en bici –que se puede hacer fácilmente por el Cami de Cavalls- la distancia a recorrer sería de poco más de 2 kms., vamos, un paseo. En tan solo 700 Km2 de superficie, la isla concentra innumerables atractivos, tanto naturales como monumentales o paisajísticos, pero empezaremos por sus dos capitales, Mahón, la capital actual y donde se concentra la vida administrativa de la isla, y Ciudadela, que fue capital hasta el primer cuarto del siglo XVIII.
Ciudadela
Ciudadela
Mahon
MAHÓN es la capital, además de uno de los puertos más atractivos del Mediterráneo, sobre todo para los cruceros. Su arquitectura es fiel reflejo de la presencia británica en la isla cuando ésta estaba bajo el poder de la corona inglesa.
MAHÓN el puerto más atractivo del Mediterráneo Las aguas de su puerto natural, uno de los más extensos del mundo, han sido históricamente puerta de entrada de numerosas civilizaciones. Los fenicios, hace 3000 años, luego los cartagineses en el 205 a.C., pero la ciudad creció con el paso de los romanos que la elevaron a municipio, hasta que los musulmanes llevaron la capital a Ciudadela. Mahón alcanza su máximo esplendor en el siglo XVIII, cuando ingleses, franceses y españoles se disputan el control de la ciudad, que llegó a cambiar de manos hasta cinco veces. Es en el XVIII cuando se construyen los edificios más significativos y Mahón empieza adquirir una personalidad que todavía hoy perdura en sus calles. Paseando pausadamente por su casco antiguo encontramos el Ayuntamiento, de estilo neoclásico con algunos elementos barrocos, y edificios religiosos como Sant Francesc, El Carme o Santa María; en cuyo interior hay un órgano del XIX,
con el que se celebran conciertos de música clásica. Los edificios culturales tienen en el Teatro Principal o en el Ateneo Científico y Literario, sus principales referencias, sin olvidarnos del Museo de Menorca, donde podremos descubrir la realidad cultural de la isla. Finalmente, los restos militares de la presencia inglesa tienen su máximo reflejo en el Museo Militar, ubicado en un antiguo polvorín, que guarda la historia de las fortificaciones de La Mola y San Felipe. Pero lo mejor es recorrer sus calles, pararse en sus espectaculares miradores, como el de la Plaza Miranda, donde podremos admirar toda la belleza del puerto antes de descender hacia él, visitar las tiendas de artesanía y sentarse en una terraza a degustar lo mejor de la gastronomía de la isla. Eso durante el día, porque cuando llega la noche, esa zona del puerto es un hervidero de diversión, con los lugares de moda de la ciudad, el casino, la zona de marcha, además de la luminosidad de los barcos allí atracados.
Ciudadela
Ciudadela
CIUDADELA, la otra capital Concentra su casco antiguo es una pequeña ciudad fortificada, cuyas callejuelas de origen musulmán, convergen en la Plaza d'es Born, donde cada año se celebra uno de los acontecimientos más sorprendentes que tienen lugar en España, como es el espectáculo de los caballos durante las fiestas de San Juan. Amplia y señorial, la plaza está dominada por un obelisco construido a mediados del siglo pasado, el Ayuntamiento, el Teatro y los señoriales Palacios de Salort, Vivó y Torre Saura de estilo neoclásico propiedad de la antigua nobleza que todavía sigue vigente en la sociedad actual. Desde la Plaça del Born nacen las calles que nos llevan a la Catedral del siglo XIV, levantada sobre una antigua mezquita árabe, y desde allí, callejeando, descubriremos esta ciudad, sede episcopal de la isla. El recorrido por las calles de su casco antiguo, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional, nos acerca a su pasado noble y eclesiástico.
Ciudadela
Mención aparte merece el encantador puerto de Ciutadella, un lugar mágico dónde degustar la típica cocina marinera de la isla o vivir la noche en las terrazas con vistas al mar del Pla de Sant Joan. El municipio de Ciudadela dispone de 21 playas; unas son urbanas, provistas de todo tipo de servicios, otras son playas vírgenes ubicadas en áreas naturales y también hay calas para disfrutar de total tranquilidad y de aguas transparentes y cristalinas, aunque en ocasiones encontremos en la orilla de la playa restos de hojas que no son basura, sino la posidonia oceánica, lo que indica que nos encontramos en un ecosistema natural. La posidonia vive sumergida formando extensas praderas alrededor de la costa y realiza una función esencial para el mantenimiento de la calidad de las playas, ya que mientras está viva produce oxígeno y fija la arena del fondo del mar, manteniendo las aguas transparentes; además de servir como hábitat y refugio a multitud de especies marinas de peces, moluscos, crustáceos, etc.
CIUDADELA, la otra capital de Menorca hasta 1722, es una ciudad más mediterránea, con colores cálidos en la decoración de sus fachadas, y numerosos edificios de origen musulmán y medieval.