Cuaderno desde el olvido

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C uadernos desde elolvido Doris Melo Mendoza Relatos


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Cuadernos desde el olvido Relatos 3


Portada: The Lady Of Shallot. 1888, by John William Waterhouse (1849-1917) .Tate Galery, Goldon 1999

Cuadernos desde el olvido. Doris Melo Mendoza. Primera edición, Copyright © 2013 San Juan, Puerto Rico Todos los derechos reservados por el autor Licencia de propiedad intellectual Editorial Carnaval. Dibujo: melancolía. Litografía de Doris Melo Mendoza. 1994

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Comentarios Excelente

manejo

de

la

prosa,

clara,

precisa,

comienzo que atrapa, nudo central y desenlace. No se puede parar de leer, agarra al lector, muy buen texto en el que muestras un excelente despliegue de conocimiento de la narrativa. El tema, nada mรกs y nada menos que la muerte!!!, convocante.

Gabriel F. Degraaff

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Indice El difunto Chochueca un personaje de la picaresca El insoportable devenir de un hombre inconforme Un baquini para celebrar la muerte de Odile Y se dieron a la fuga

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El difunto ….Murió a las ocho de la mañana uno de esos día del mes de agosto del año 1962. Habían pasado muchos años pero todavía quedaba en mi mente, los recuerdos de la muerte de aquel hombre casi de la familia . Cuando le avisaron a mi madre que el mudo había muerto . Él mudo, hijo de una pariente quien era la madre de María la de Julio. De inmediato dejó los quehaceres de la casa para disponerse a la orden de la familia del difunto y cumplir como era su costumbre. Hay que ir al velorio me dijo mi madre con autoridad definitiva …que sabía yo odiaba ir a visitar muertos y tumbas. Me miró de momento con una mirada inquisidora de no muy buenos amigos, mientras yo pensaba por dentro que ella, mi madre no se perdía una fiesta de muertos o un velorio, o como se le quiera llamar.

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Yo no compartía ese placer de ir a dar el pésame, precisamente ese día en que estaba el muerto allí, en presencia. Se me quedaba esa imagen en la memoria y no podía dormir con pesadillas. Además, odiaba ese olor a claveles de muertos y detestaba las azucenas. Las coronas y los lirios que le colocaban encima de la caja del finado. Me ponía la piel de gallina ver esos lazos morados y negros con letras en plata que enviaban algunas personas. Como si con eso quedaran las deudas de esa persona saldadas con el finado y su familia…. Nunca he creido en eso pues pienso … de que vale hacer por el prójimo cuando se muere que no antes cuando en realidad puede apreciarlo. Bueno _ eso no lo podía asimilar y ahora tampoco . Digo una fiesta de muertos, porque la gente se amanece dizque acompañando el difunto, dándole apoyo moral a los familiares que están desconsolados, sentados alrededor del muerto soplandole las moscas. Allí, se colocaban las sillas que rentaban en Blandino, donde alquilaban todo 10


tipo de sillas y mesas candelabros y bandejas para el hielo que se ponía debajo del ataud para refrescar al muerto. Las sillas, se colocaban en forma de ritual cerca de la caja del finado. Estrategicamente dos o tres sillas a cada lado de la caja para los deudos más cercanos . La madre , el padre y los hijos que en este caso no los había . El difunto Manuel Julio Bodegal, no se porque era mudo. si era de nacimiento, o por enfermedad, pero había algo más en él que me asustaba. Era quizás su mirada extraña como queriendo leerte los labios y como yo hablaba con tanta prisa nunca atinó a leer mis labios. Cuando mi madre me llevaba a visitar aquella casa. regresaba cargada de conconetes y masitas de coco que hacía la madre del mudo. Para ese tiempo yo era una niña de ocho años . Doña Chencha, tenía una fabrica de conconetes, los

cuales vendían por las tardes en una mesa que

colocaban en la puerta de la casa. Allí cuando bajaba el 11


sol, con un abanico y su bata de casa de florecitas, se sentaba por ratos y en una latita de galletas echaba el dinero de las ventas. De esta manera, vendía sus conconetes y besitos de cocos. Tenía dos empleados que salían con una bandeja por toda Villa Consuelo, pregonando los conconetes de Chencha que eran muy conocidos y famosos en el barrio. Yo no quería ir al mortuorio pero pensé, en los conconetes y el chocolate que no faltarían con seguridad esa noche. Me puse mi falda negra y mi suéter blanco y mi madre que parecía otra difunta de tan flaca que estaba se vistió de negro. Cuando llegamos a la casa, Doña Chencha estaba dando gritos cada vez que veía entrar a alguien y no atinaba a terminar de arreglar al muerto. Lo tenían todavía en la cama y le bañaban con agua florida. Parecía un muñeco de trapo desmongao, desnudo . Valgame Dios decía para mi misma …hasta uno pierde la vergüenza cuando muere. Que feo es un muerto en cueros__ Ya lo tiraban de un lado, ya lo tiraban del otro y la cabeza del muerto monga como un borracho. Allí estaba doña Rita, 12


la vecina tratando de limpiar la sala de la casa que parecía que hacía años no le pasaban una escoba. Las telas de araña por todas partes y los rincones llenos de basuritas. Yo estaba en una esquina, medio asustada, pues apenas era una niña con pocos años, pero para esa epoca ya sabía bastante de difuntos y entierros porque mi madre como ya he dicho, era fanatica de los muertos. Responsable decía ella, en la amistad y en la enfermedad y cuando alguien moría ella se hacía presente con las flores el té de jengibre y las galleticas con queso para los que amanecían. Habían traído la caja de madera para el muerto, sin mucho lujos porque eran pobres y allí, acotejaron el difunto con sábanas blancas y un traje negro que compraron de medio uso en un pulguero, porque Manuel Julio en vida nunca supo lo que era un flu.

No tenía zapatos, de manera

que le taparon las piernas y lo pusieron todo lo hermoso que él nunca había sido. Si llegara a despertar y verse, estoy casi segura que se asustaría, confundiéndose con otra persona y a lo mejor saldría hablando. 13


Doña Chencha no hacía más que llorar y llorar para luego caer en ataques por la perdida de su pobre hijo. El difunto tenía sesenta años, así, que estaba pago para lo que él hacía… decían algunos deudos. El mudo se sentaba horas eternas en una mecedora en la puerta de la casa y conocía a titirimundachi que pasara por la puerta de su casa y lo saludara. Cuando el barrio se enteró de su muerte, hacían filas para pasar frente al ataúd. Si es por lágrimas, el hijo de Chencha, sería millonario, porque allí se lloró a cántaros y había más agua, que la catarata del Niágara desbordándose y el río Amazonas se quedo corto de tantas personas llorando. Todos sus amigos y curiosos, se congregaron a darle el último adios al finado. Don Cipriano el marido de Chencha, tenía un jumo de cuadritos porque no dejaba descansar la botella y en el bolsillo del saco, tenía una chata de Bermúdez. Iba a la habitación cuando nadie lo estaba mirando y yo le seguí a 14


ver que era lo que hacía con tanto misterio. De manera que pude ver como debajo de la colchoneta, tenía un pote de ron con el que llenaba la chata. Me alcanzó a ver y me dijo mira muchacha del diablo cierra el pico, ¡cuidado si tu dices algo! yo salí como loca a esconderme al lado de mi madre. Mirian y Julia, las sobrinas del difunto no querían ir a cumplir con el muerto, pero eran unas hipócritas llegaron allí a la fuerza, por el que diran y lloraron lágrimas de cocodrilos, empujadas por su madre que era hermana del difunto. Se empezaron a formar grupitos de los vecinos y familiares tan pronto se aplaco la gritería. No pasaba mucho rato, cuando dos mujeronas voluptuosas moviendo las caderas con un movimiento muy acompasado, se acercaron a la sala. Una de ellas, con el fondilla bien grande hizo su entrada misteriosamente donde velaban al muerto. Se trataba de unas mulatas con pañuelos en la cabeza y vestidas de blanco, como que eran santeras y 15


ambas se sentaron frente al difunto. Todo el mundo se preguntaba quienes serían aquellas mujeres de color porque en verdad allí nadie las conocía y no podían ser familia de esa gente que era blanca de más … Como sincronizadas por un reloj, ambas caían al piso con ataques combursionando, la gritería se escuchaba en la esquina. Una se despatillaba con un ataque que hasta se le veian los panties. ¡Que horror! Pensé yo que era una niña y me daba cuenta que todo era un performe montado … eran muy malas actrices las dos morenas … __¡hay, hay no puedo! ___¡llevame contigo Manuel Julio mi hermano! ___ ¡hay gran poder de Dios llevalo al cielo! Y volvía de nuevo en otro ataque de llanto. Estas mujeres lloraban por paga y aparecían en todos los velorios del barrio, de eso me enteré más tarde cuando mi madre le contaba a mi padre al llegar a la casa. De manera que negociaban el llorao. Tenían varias tarifas y montaban

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el espectáculo por una cantidad negociada con los familiares para hacer más trágico y emocionante el velorio. Ya empezaba a caer la tarde y no cabía más gente dentro de la casa. El perfume de los nardos y las azucenas se juntaba con el olor a tabaco, el agridulce de la gente que llegaba sudada y la falta de desodorante, pues hasta en la acera habían sillas. Eran las ocho de la noche cuando llego Chocueca

y

preguntó con su voz en tono ronca, una voz de ultratumba. __Saludos_ __ ¿ me pueden decir quien es la dueña de la casa y como se llamaba el muerto?__ Luego que se enteró , sin disimulos, se acercó a Chencha a darle el pésame y ofrecer su servicio en el cementerio con las flores . Desde ese momento se dedicó a ayudar como acostumbraba en cada una de las casas que había un muerto a donde iba sin que lo invitaran. Luego iba

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por la parte atrás de las casas a pedir la ropa del difunto y algún dinerito si había. Llegaron los cueros, las putas y los travestis de la calle Duarte, perfumadas y maquilladas para su entrada en el combate de algún cabaret vecino,

aledaño al barrio.

Cuando las mariposas nocturnas, pasaban por la casa del mudo ese día, supieron que él había muerto y así con todas sus lentejuelas media pierna afuera y un escote hasta las nalgas, hicieron presencia frente al féretro del difunto. Echaron dos lágrimas y salieron dejando el olor a puta de noche y dos o tres lentejuelas que cayeron de sus trajes. A una, se le fue una pestaña del ojo derecho cuando lloraba a moco partio y no se dió cuenta que al secarse los ojos tenía pestañas postizas. La pestaña postiza había caido encima de la cara del muerto. Los nardos y las azucenas empezaron a oler fuertemente por el calor y la humedad de tantas lágrimas, y a dejar en el ambiente un olor sofocante y yo a estornudar porque tenía alergia de todos aquellos olores juntos. 18


El café y las galletitas se pusieron en la mesa de comedor con los pedacitos de queso para los presentes, pero le dieron duro y y se fueron mas rápido que ligero. Poco a poco, según iba pasando la noche la gente formaba su grupo y se hacía un jolgorio como un mercado. Los hombres jugando domino y las mujeres murmurando unas de otras. Los parientes se turnaban cerca del muerto. Ya empezaron a espantar las moscas que se le acercaban al difunto. Llegó la rezadora, una mujer voluptuosa con unas tetas que casi se iba de frente con las metaforas que no le cabian en el brasiel y un pañuelo amarrado en la cabeza como esas rumberas cubanas. Pidió el retrato del muerto, el agua bendita, la ruda y alguna pieza del difunto para ponerla en la mesa y así poder iniciar los rezos que consistían en rezar el rosario y la letanía para llevar al muerto al cielo.

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Llegó Barajita una mujer negra parecía descendiente de ingleses, (cocola), que decían habia perdido la cordura en otras palabras se volvió

loca. No se desde cuando pero

desde que yo tenía cuatro años la recordaba . Caminaba por las ruinas a tirarle desperdicios de pan a las palomas y hablar con ellas. Era un personaje como Chochueca y otros que habitaban la ciudad de Santo Domingo e los años 50-60 Caminaba deambulando por toda la ciudad colonial con un montón de bultos arrastrandolos y carteras . Ese día como siempre, con sus labios pintados

de rojo y un

sombrero con una flor y plumas de codornices en un lado. En los brazos no le cabía una pulsera más y en los cinco dedos de cada mano un anillo. En su cuello infinitos collares que le llegaban hasta el ruedo de la falda y las uñas pintadas de rojo. Ellos, Barajita y el mudo, eran muy amigos. Barajita y el difunto se conocian hacía más de medio siglo. Por eso, ella se sentó a llorarlo como una hermana y amaneció frente al muerto despidiéndolo con dignidad. Allí llego también el Maco Pem pen, un hombre deforme, una figura de antaño que deambulaba pidiendo 20


por las calles de la ciudad y parecía un verdadero sapo con la cara llena de pelotas, los ojos brotados y la boca llena de dientes deformes. Sus manos eran deformes y sus pies desagradablemente abiertos como los de un sapo. Por eso el nombre le iba muy a tono. Las lágrimas le corrían llorando al difunto y los ojos grandes se le pusieron más grandes y rojos de las tantas lágrimas que el maco dejó salir, frente al feretro del mudo. Los músicos, buscones que tocan en las calles cuando ven grupos de gente tomando en las aceras, también hicieron su parada al enterarse que habia muerto el mudo. El perico ripiao, pidió permiso para cantarle un merengue al muerto y acompañarlo en su último día antes de partir de este mundo. Entonces ,el maestro del grupo se acerco y dijo, __con el debido respeto que me concierne dama __ y se refería a la madre del difunto la que asintió con la cabeza con un_ si, como no._

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congregados los amanecidos y el muerto. Gente del barrio más que familiares, acompañando la dolida madre y el padre borracho, que dormitaba hipiando en una hamaca en el patio, espantándose las moscas sin recordar que en la casa había un velorio. Y ya comenzaba a descomponerse el cadáver, de manera que hubo que taparlo porque se estaba poniendo morado y el hielo se había terminado. Unos hombres se fueron a la fabrica de hielo de Lengua Azul a esperar que abrieran para comprar un bloque de hielo y lo trajeron en una motoneta. Ya eran las ocho y brindaron chocolate y algunas masitas de coco que habían quedado de la noche anterior. Todos los deudos esperaban para el entierro junto con los vecinos y conocidos solidarios que acompañaron aquella noche. Todos querían cargar al muerto y entrarlo en la carroza que lo llevaría al cementerio. Las flores comenzaron a ponerlas en el carro fúnebre y de pronto se formo un reperpero porque los vecinos querían llevarse las cintas de recordatorio del muerto. 22


Se forma un tira y hala de los vecinos con los deudos por coger las cintas recordatorias, pues, ellos los vecinos entendĂ­an que les correspondĂ­a ese derecho por la lealtad que sentĂ­an ellos para con el difunto.

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Chochueca un personaje de la picaresca Bienvenido Martínez es un personaje dominicano conocido con el sobrenombre de Chochueca. Se dedicaba en los años treinta a vender unas tortas de harina que le llamaban chochuecas. De allí le vino el sobrenombre que trascendería las fronteras del tiempo hasta nuestros días. Chochueca aparecía por así decirlo ligado a la imagen de la muerte, pues, siempre estaba atento a las esquelas mortuorias colocadas en las funerarias. Sobre todo, en la funeraria Blandino en la calle Mercedes próximo a los alrededores de la gente pudiente. Si no aparecían muertos en ese espacio se movia, buscaba otro lugar donde hubiese algun

difunto a punto de darle cristiana sepultura. Él

siempre tenía su agenda de visitas llena hasta el tope. Anotaba en un papel el nombre, la dirección y quien era la viuda o los parientes más cercanos al difunto y allí se aparecía con su cara de lo más compungida.

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Siempre aparecía a darle el pésame a los deudos, como si él los conociera de antaño y no recuerdo cuantas veces durante mi niñez ver a Chochueca en los diferentes velorios y resos tanto en casas de familia como en las funerarias a los que tenía que asistir con mi madre. Era un hombre bajito, flaco y de porte desgarbado, con el pelo crespo, la boca grande y los dientes deformes y manchados. Su naríz era ancha y aplastada. Todos sus rasgos lo definían como mestizo, mezcla de negro y blanco En el Caribe se le suele identificar como un criollo. Sus ojos pequeños inquisidores con los que minuciosamente observaba desde una esquina a todos los que entraban y salían del lugar. Se la pasaba haciendo el aguaje de que ayudaba a los deudos. Desde coger una escoba para barrer el lugar, colocar las sillas. servir el café hasta fregar las cafeteras. Se me acercó un día en que yo estaba en uno de esos mortuorios y me cuestiono sobre el muerto diciendome con voz como de ultratumba. 25


___¿oíga, usted es pariente de Luis?__ __ como se llamaba el difunto. __ Yo le conteste que si, que era mi tío y el continuó con su teatro. __!Hay tan bueno que era! __ Y yo le miraba de reojo. Seguía con su letanía y cuando no se le prestaba atención, se iba donde otra persona hasta llegar a la viuda y allí dejaba caer sus lagrimitas encima del muerto. Aquel día, no había mucho que recoger pues el muerto era pobre y Chochueca no le iba a salir gran cosa Él tomaba las pertenencias del muerto y se iba al Mercado a venderlas. Se aparecía en el entierro

del difunto y se quedaba ,

esperando a que la gente se fuera del lugar. Cuando se marchaban en sus carros y se quedaba solo, recogía las flores, las coronas y las bases para venderlas. Incluso en el

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mismo lugar donde las compraron antes. Era lo que se llama un personaje picaresco y agusao. Luego que enterraban al difunto o en el mismo entierro Chochueca se acercaba a los parientes del muerto para darle su más sentido pesame y ponerse a las ordenes en lo que se necesitara durante los nueve días de duelo. Si necesitaban una llorona, él se encargaba de buscarla y le cobraba un porciento. La ruda, la resadora, el agua bendita, en fín, todo lo que se necesita para las ceremonias del finado. El hacía cualquier cosa para que le dieran propina. Ver aparecer a Chochueca por la puerta de las casas era una visión de lo nefasto. Así fue creciendo su fama en la capital dominicana. Tejía su extrategia y se tiraba con el cuchillo en la boca a buscarsela. Después de muchos años de no saber de él, supe que había pasado a mejor vida, en otras palabras colgó los tenis.

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El insoportable devenir de un hombre inconforme Hacía ya mucho tiempo que el amor en su relación con Clarisa se había convertido en una farsa, en una historia olvidada insoportable y pesada. Se había convertido la relación en una solemne tonteria. Se podría decir en estos momentos, que en menos que una nada, era un espacio hostíl rodeado de una frialdad en la que convivíamos como dos sonámbulos. Temía que el paso siguiente en nuestra relación se condensara convirtiéndose en odio. Ahora mismo sin temor a que me escuche porque me importa un carajo lo que piense, yo diría que se ha convertido en un odio que hace visitas tímidas de vez en cuando. Visitas, que se han incrementado para ir formando un hábito de retirar a medias la confianza que una vez deposité en ella. Clariza no había cambiado mucho desde que nos casamos. ¿Que pasaba conmigo entonces? ¿porque este 28


descontento, este desamor que llegaba al fastidio de lo inoperante?

Todos

¿cuantos

eran

todos?-

nuestras

amistades, las que la encontraban alegre, sencilla, caprichosa, un estuche de monerias. No era tal cosa ni ella se creía eso o se hacía la ingenua. Ni se puede decir que era una buena ama de casa, ni una buena cocinera y mucho menos ahora que había engrosado y parecía un elefante, no había en ella ni una pizca de sensualidad. Podría decir sin temor a exagerar que en el orden doméstico, ella trabaja tan poco o menos que antes y con la muchacha que venía a ayudarla los sabados era menos exigente cada vez. Había llegado a convertir su vida en una inercia, como que todo le daba lo mismo. Si lo hacían bien y si no también y muchas veces tenía yo que quejarme porque la señora no había barrido bien la alfombra o sacado el zafacón de la basura. ¡Tonterias de viejo mañoso! me decía ella, que no protestara tanto por nada, que dejara de joder y me hacía quedar mal frente al servicio doméstico. Ella tampoco sacaba el tiempo para dialogar conmigo y

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saber un poco de mí, de mis cosas las que a veces pienso ya ni le importan. Todo esto no llegaba a sacarme el monstruo que llevo dentro, pero me fastidiaban sus discusiones desabridas y estupidas por un quitame esta paja a las que ella estaba siempre preparada. Sus polémicas y ese afán de siempre llevar la voz cantante y tener razón. Como había ocurrido esta tarde en que sin ton ni son, él no estuvo de acuerdo con el comentario que hacía ella sobre una amiga de ambos. Comentario exagerado sobre su personalidad que pienso, en última instancia, si ella no se habrá visto en el espejo porque creo que era pura proyección de si misma la que juzgaba sobre Margarita. Él estaba descontento con ella y con el mismo, que aún no sabia ni porque, no terminaba de recoger sus cosas para mudarse al apartamento donde tenía la oficina. Clariza últimamente le provocaba una especie de calambre mental, que lo turbaba y le hacía sentir impotente 30


ante el solo hecho de pensar que tendría que vivir el resto de su vida encadenado a una mujer como ella. Sometido como un desperdicio absurdo de conciencia del que a veces llegaban de repente alguna oleada fétida, por no decir cagada de lo que era su vida en la que se comparaba con su ser estupido fosforescente. La calle estaba sola, se puso a pensar en las cosas ridiculas que había leido sobre las calles solitarias, sobre la medianoche, sobre los deambulantes que duermen en la acera, y se sintió capaz de avergonzarse por ellas. La calle estaba quieta como en un cuadro patético y a él, le quedaba el problema de que hacer ahora con su pasado, no era cosa de alimentarlo en silencio ni estrangularlo. En el café de la esquina donde sentado hacía ya varias horas se había sentido bruscamente, solo, sin amistades. Pensó en algunos de aquellos que decían llamarse sus amigos y encontró dificultad en confiar lo que en este momento pensaba sobre su vida acabada antes de tiempo con Clariza y dudó de exponer su sentir a ninguno de sus amigos. Como poder hablar sobre la intimidad deteriorada entre él y Clariza? 31


Allí sentado en el taburete de la barra de vez en cuando se llevaba el trago a los labios mientras se contemplaba en el espejo que lo miraba frente a el. En el silencio, como si estuviera en un limbo así su incomunicable silencio se regaba por la calle. Miró un momento al grupo que se encontraba próximo en la mesa de al frente. La tertulia animada entre ellos, la voz de una mujer cantando al ritmo del acompañamiento de una guitarra y el bullicio que llenaba el salón. Por lo menos ellos no están solos pensó por un momento mientras envidiaba la camarería que se observaba en ellos. Pero otra vez calló en su silencio introspectivo. Porque era él menos feliz que un fantasma? ¿donde está la intimidad en que refugiarse, la vida ajena que justificara la propia? Como siempre, llegó a casa después de un mal momento con sumo cuidado, cerró la puerta y pudo ver que aún había luz en el comedor. Había como siempre queso, pan, galletas, casabe, leche fría que con seguridad ella había dejado para que no me acostara hambriento después del disgusto que tuvimos esta noche. Comió sin hambre, leyó el periódico 32


de la tarde, las noticias y bostezó con un triste desaliento de su insoportable vacío al que no era capaz de renunciar ese día. Cuando por fín entró a la habitación Clariza dormía. Los

ronquidos

la

sacudían

a

veces

como

una

carcajada incontenible. El comenzó a desvestirse y como siempre puso la corbata y toda la ropa sobre una silla, se sentó en la cama y cuando se quitó el último zapato sin querer se le calló, despertándo de su sueño profundo a Clariza. El último ronquido tuvo cierta emoción. Luego ella con la cabeza llena de rolos y la cara como un vejigante enmascarado casi haciendo una mueca de esperpento abriendo un solo ojo murmuró, ¿que tal querido? no espero siquiera la respuesta se viró del otro lado al encuentro de la próxima descarga de ronquidos.

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Un baquini para celebrar la muerte de Odile un Baquiní

es una costumbre originaria de Africa

Occidental (de la costa de Nigeria) se define como una ceremonia religiosa que celebra la alegre partida de un infante. Esta ceremonia lo libera de las desdichas de este mundo terrenal, para que pueda compartir con sus ancestos de un mundo espiritual armonioso. Al bebe hay que vestirlo de blanco y la despedida musical se inicia con canciones y tambores los cuales comienzan en la casa del velatorio y se extiende por todo el camino hacía el cementerio, donde sepultaran al recien nacido. El fallecimiento de un niño no es un hecho que escapa a la crueldad y la mezquindad, pues hubo una ocasión en que sus cuerpos sin vida se alquilaban a dueños de cantinas para organizar la fiesta, y mientras los padres no pagaban sus tragos los asistentes pagaban las suyas, de tal manera que los dueños de barras tenían su ganancia,

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En República dominicana hay una gran cantidad de descendientes de Africa pues cuando llegaron los conquistadores trajeron a las costas esclavos para trabajar la tierra y cultivar la caña, debido al gran exterminio de nuestros indios. Además nuestra isla está dividida en dos partes: la República de Haití que tiene sus raices africanas y hablan el creole, la mezcla de frances con otras lenguas, el patua y República Dominicana cuya lengua es el español. Nuestras culturas son diferentes pero siempre se cuela entre nuestra gente sobre todo en los bateyes en la parte Este y en la zona cercana a la frontera las creencias y costumbres africanas. Aunque había escuchado hablar de este tipo de fiesta que siempre me pareció un mito, ya que no podía imaginarme que se alegrara una en ocasión tan triste y solemne. Sin embargo allí estaba yo frente a esa fiesta un día que fuimos de paseo en una motora por esos campos de Guayacanes en la República Dominicana.

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Para empezar les digo, que aunque se trate de una celebración no es un tema fácil, pues revela el grave problema de la pobreza y como esta afecta a los niños en los campos. Odile, era el nombre de la niña fallecida, llevaba varios días enferma y la madre que vivía con ella en Haití la envió a la República Dominicana con la esperanza de que en nuestros hospitales tuviera más oportunidad de sobrevivir. A los pocos días murió. Al momento de enterrarla su madre no sabía nada sobre el estado de la niña. Pues había fallecido en la madrugada y desde esa hora habían organizado el festejo. Al llegar me encontre con este grupo de hombres y mujeres bailando y cantando en la carretera por varios kilometros fue una experiencia alucinante. Cantaban todos entonados y acompañando a la niña hasta el final. La bebe tenía año y medio y la llevaban a enterrar en una caja de arenque. Según investigue al acompañar al niño la muchedumbre, familiares, amigos o no, se aseguran de tener un aliado en el cielo, un ángel que los cuide. Por eso no lloran sino que todo es alegría, beben ron y bailan. 36


Y se dieron a la fuga

Eran las tres de la tarde y Carmén ya había llamado tres veces tratando de ver que todo estuviera en orden y que no se quedara nada. Por el tono de su voz, parecía que

había pasado un mal día en la oficina. Estaban las

cosas feas en el trabajo, algunos problemas que le afectarían a ella y a cualquiera en sus circunstancias. Nada, más de lo mismo, cuando cambia el gobierno cambian también los jefes de departamentos en las oficinas públicas y se crea una crísis moral interna y el desasociego. Todos los días la gente temblaba pensando cual será la próxima víctima que

despediran del trabajo. Habíamos

quedado en que iríamos a Dominicus, un resort bastante retirado de la capital. Ya teníamos hecho planes de las actividades en esa semana. Todo estaba listo esperando al chofer para recoger a Carmén en la oficina. Al fín llegó Manolito el chofer de confianza y le dije que pusiera todos los motetes en la yipeta.

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Como siempre, ella estaba con su uniforme azul marino esperándonos en la puerta del banco. Saluda,__ que hay? __ ___¿no se queda nada?, pregunta Carmén y luego le indicó al chofer que

bajara

por el malecón. __¡Hay que bueno que hoy es viernes!__ ___ me voy a emborrachar esta noche para quitarme toda la tensión que tengo de éste trabajo,__ __ con tantas vainas que uno tiene que bregar. __¿ Y tu crees que es fácil? -dice ella virándose para atrás para contarme el último chisme que le sucedio en el banco. __ Hay no, pero yo no puedo seguir en éste tejemeneje _ y éste chisme, y la prepotencia_ _

de

estas

mujeres

falta

de

macho_

_ que se pasan de envidiosas,_ __ ¿Tu sabes lo que se atrevió a decirme la furufa, esa bicicleta de canasto, jedionda a monte?__ __ la que entro a formar parte del departamento, __ __¡dizque de jefa!. ___ 38


__Yo no se de quien ella es jefa en el departamento____ __¡Oh pero ven aca…! __¡dizque que yo estoy apoyada por alguien allí __ __¿ Tu viste el diablo y es facil?__ __ Ella no sabe con quien se está metiendo,__ __ porque yo, no tengo necesidad de aguantarle su prepotencia ni su ego a esa estupida fosforesente._ __ ¡Mira coño, a mi me dieron ganas de reventarla contra la pared!._ __ Esa asquerosa furufa__ __ que sabrá dios de que patio sucio de la Duarte el amante que es un militar con rango alto en este nuevo gobierno la metió por política en la oficina _ __y ella se creé que llego a Nueva York _ _y viene de mandamá dizque a mí, _ __que tu sabes que no tengo que joder mucho para agarrar mi cartera y que se los lleve a todos ¡el mismísimo diablo!. __Le abrí estos ojos así de grande como los abría papá y le dije _ __¡Vamos a respetarnos, okey¡__ __y salí dejando el aire caliente. __ 39


__Yo pienso, que ella o se vá del departamento __o me voy yo par carajo __ ___a donde le dicen África, __ __bien lejos de ese camino. __ __¡Hay mija eso no es fácil trabajar en oficinas publicas __ ¡yo te entiendo perfectamente__ pero dejemos esa vaina y hablemos de otra cosa. _ ¿Trajiste los cd? pon algo ahí de Lolita Flores o el último CD de Bebo Cigala _ _¡hay si! __ __ese de lágrimas negras y olvídate y canta un tango, __ _ borrón y cuenta nueva. _ _No vale la pena _ _como dice la última canción de Juan Luis Guerra, __calentarse por cosas superfluas. Manolito el chofer, que siempre andaba con prisa, ese día parece que no quería llegar a ninguna parte y yo le dije que pisara el acelerador para que llegaramos antes de que oscureciera. Ya ibamos por la carretera de Boca Chica y hacía una tarde preciosa, un sol explendido bañaba el mar en diferentes 40


tonos de azules y se respiraba el asufre del mar Caribe cuando de pronto manolito se asusta y dice, _¡anda para el carajo! __ mira esta vaina,_ __ ahora el policía de mierda me está mandando a parar __quizás porque voy a exceso de velocidad__ y yo, miro para atrás, y veo dos policías en una motora haciendo señales, Entonces le digo a Manolito que no se pare, no le hagas caso a ese pariguayo que es para picotearlo. Como siempre está jodía gente no cambia siempre paran a uno a mitad de camino para

le den algo

de dinero. __¡Oiganme y no estan fáciles!_ __ ahora quieren que le den cien pesos _dice Manolito, __como que el dinero no valiera nada en este país, __ no hay respeto a la moneda ¡oh..! _ __¡Métele el pie a to fuete a la gasolina ! __ __que ellos no te van a alcanzar jamás, _ en esa porquería de motora. _

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__Bueno, ustedes son las que mandan_ y Manolito le metió el pie en el acelerador hasta lo último. Yo veía a manolito mirando nervioso todo el camino por el espejo y me dice _¡Ah no, __ __yo creo que tengo que parar !__ __

porque

por

más

que

le

meto

gasolina

__más cerca viene ese hijo de la gran puta ese ahí detrás__ ___pisándome los talones _ __y son capaces de pegarnos un tiro, _ __porque estos guardias… ¡son más brutos …! __déjeme parar a ver que es lo que quiere. _ En eso, Carmén mira para atrás y ve que es un carro el que los venía siguiendo y se baja del carro un morenón como de seis pies de altura, vestido de policía con una cara de matarife Y por la otra puerta un gordito con una panza parecido a Sancho Panza. Los ojos del policía que tenía seis pies de altura, despedían fuego de lo molesto que estaba y me imagino si llega a agarrar al pobre Manolito lo revienta de un puñetazo. Cuando se acerca a la puerta del carro no le pide con 42


respeto los papeles a Manolito que está casi saliendósele los orines del miedo. Primero mira dentro del carro y ve a Lisa en el asiento de atrás, un tronco de rubia, una mamisonga con unos muslazos afuera, puesto que ella tenía unos pantalones cortos . Con toda esa carne afuera y sonriéndole como si lo conociera, saludándolo, pelándole el diente y le dice con voz melodiosa __¡hola!. __ En el asiento de al lado del chofer, iba Carmen con el celular llamando a un amigo de ella que trabajaba en la policía, un tal Mayor General. Que la enamoraba cuando ella tenía veinte años. Le iba a pedir que le ayudara con esas fieras que no parecían gente, porque estaba grave el asunto y a Manolito le podían dar facilmente dos culatazos los malditos policías. Mientras, el policía grandote se acercaba a la puerta de Manolito, le increspó con un, __ ¡mire coño bájese de ahí sinvergüenza¡__ __ ¿uste ta loco o se come su mierda? __ __ ¿digame? __

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Continua mirando y escudriñando dentro del carro y ve una cerveza al lado del asiento de Manolito y dice, __ ¡a no pero éte se jodió!__ __si además de atentar contra la vida de estas dos damas, __encima de eso…, __con el agravante de la multa por exceso de velocidad,_ __ el hombre viene borracho, __ __¡oigase bien! y Manolito cagao hasta los pies le dice gageando _no …no.. A..aagente _ yo, yo no tomo yo no estoy bebiendo cerveza._ __ ¡Cállese coño!_ _ que usted no puede hablar, _ __¡usted no es gente!__ __ Ahora, arrecuetece del carro _ _antes de que yo pierda la paciencia y le caiga a patadas . Mira al policía gordito y le dice, __y tu, ven revisalo que a lo mejor hasta tiene droga encima. __ A todo esto la rubia, se baja del carro como si no estuviera escuchando los improperios del morenaso y se pone a 44


coquetear caminando con un meneo de caderas y así, llega donde el agente y le dice… __ Mire sargento yo soy la culpable, __ __ es mejor que me lleve a mi presa. __ Entonces el la mira serio pero con las muelas de atrás afuera, luego como que se pone serio y sigue escuchando. Ella dice, con una voz bien dulce y melosa __yo soy la responsable,__ -__ si, la que lo obligué a que acelerará el carro, __ __porque íbamos para Dominicus y usted sabe que eso es lejos _ __y todo fue para no llegar tarde. __ Le aclara que Manolito no tomaba licor y que la cerveza era de la amiga que viene al lado del chofer, que es la dueña del carro. __Así, __ __ no me diga,_ dice el policia, __pues cojan el carro y ustedes dos váyanse para donde iban __ que este tipo va preso _y mal preso __porque desafío la autoridad y se fue a las millas. 45


___Si fuera en el tiempo de Trujillo lo habiamos fusilado, sin tan siquiera preguntarle el nombre. __ Mira a ver como está este carro nuevo de la policía __votando humo y casí lo quemo siguiéndolos a ustedes. El otro gordito decía en tono bajo, __usted no sabe toda la gasolina que hemos gastado __siguiéndolos___ Todo esto lo dice con una voz de maricón compungido __ como el que no quiere las cosas.__ Entonces Carmen le dice, __no se preocupe que yo le voy a dar algo adicional a lo que ustedes gastaron,__ __ sabemos que somos culpables, __ __¿cuanto le doy para la gasolina?. El moreno alto que parecía que era actor de teatro, de aguajero le dice, __jamás podemos aceptar dinero, __ nosotros somos del gobierno del PRD __y no aceptamos ningún soborno. __ ¡Que se oiga bien aquí!__ 46


__ si usted insiste puede ir hasta presa.__ __ Pero agente estamos aquí en el país,__ __ déjese de esa vaina, mire…__ De pronto Carmen se le trepa el ego y se olvida que le está hablando a un policía en la carretera donde nadie la escucha y yo comencé a temblar , pensando si el moreno le daba una tabaná en la cara por fresca … a donde iriamos a parar entonces….Ella como que no se daba cuenta con quien estaba hablando… Al tipo lo subieron y lo bajaron y ya iba a hablar cuando de repente ella le dijo y el se bajo bajitico … __ ¡usted no sabe con quien esta hablando! __ __ le dice Carmen en su mismo lenguaje. __ __Es más,__ __ ¡vamos a respetarnos¡__ __ déjeme ponerle al Mayor General que está en línea. __ En eso le pasa el celular al moreno de seis pies que empezó a temblar como una hoja de lechuga…. Tan guapito que se veía y tan cobarde que ahora cogía el telefono __Sí dígame Comandante,__ 47


__ anja ,__ __ no pero es que el tipo metió la pata se fue a la fuga. __vamos a ver. __ __si, como no , no se preocupe que todo esta bien_ Y se fue retirando a conversar por el celular con el Coronel de la policía. En eso, el policia gordito se acerca a la ventana del carro y le dice a Carmen __ doña, mire que hace calor __ __y además el carro ha gastado __usted no sabe cuanta gasolina __y ese mal rato tírese algo en el asiento,_ __ pero eso sí, __ __sin que el comandante lo vea,__ que yo se lo echo de gasolina antes de que lleguemos al cuartel. En eso Carmen, sacó dinero de su cartera y los tira en el asiento. El otro viene con el celular y nos dice, __ las voy a perdonar 48


__porque iban a tener que llamar a la capital__ y yo , discretamente digo para dentro de mi_ ¡Si Pepe!_ __ para que le enviaran a alguien que les manejara el carro __y el tipo iba a ir preso por lo menos __le íbamos a echar dos años_ __”por violar las leyes de transito de un país tan civilizado como éste, donde los policías se respetan,” __no son corruptos y están para proteger a los ciudadanos contra el peligro y la delincuencia. __¡Que vayan bien damas!.

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Doris Melo, (1948-) Nació en Santo Domingo, República Dominicana.Vive en Puerto Rico desde 1989. Obtuvo una maestría en Artes con concentración en Estudios Hispánicos

y

un

Doctorado

en

Filosofía

con

concentración

en

Literatura

hispanoaméricana, ambos de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Como poeta ha publicado varios libros: Solo de pasión, soledades y otras ausencias en abril del (2010) El olor de la palabra rota en septiembre del (2011) Rasgada memoria (2012). Ha publicado varios libros virtuales como: Entre sabanas arropadas, del ( 2012),La melancolía de lo efimero del ( 2012), Aliento de salitre ( 2013), Complices mundos de papel, del (2013), Inventarios de silencios del (2013), y Rituales de identidad del (2013) Ha publicado también, libros de crítica literaria; Mito y tragedia en el teatro hispanoamericano y dominicano del siglo XX del (2011) y Mundos posibles, transgresión carnavalezca en El obsceno pájaro de la noche, del 2013. Además estudió Artes Plásticas, dibujo, pintura, litografía y xilografía. Idiomas: francés, italiano, portugués y latín en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Ha sido profesora de literatura del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico y del departamento de Español y Literatura en la Universidad Metropolitana de Cupey desde el 2005.

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