El libro de los amores truncos PoesĂa
Doris Melo Mendoza 2015
El libro de los amores truncos
Doris Melo Mendoza. Poemario 2015
Portada: Foto tomada de internet.
Š El libro de los amores truncos . Doris Melo Mendoza Š Todos los derechos reservados por el autor Publicado en San Juan, P.R. ISBN: Mayo del 2015
Ediciones Carnaval
La poesía es esencia, apunta al origen de las cosas, a su realdad. La poesía proviene del ser y nos muestra una realidad única, donde no existen oposiciones ni diferencias, donde la palabra recrea el mundo del poeta y el mundo del lector … como una sola esencia. Elizabeth Schon.
Este eufemismo que morirá como nació de la nada... Desde aquella tarde en medio del calor y
el cantaleteo sui generis, pegajoso Llamese al
ruido caribeño
Esa música que sabe a melao entre olores a tabaco, un perfume de mujer barata. y las palomas revoloteando entre mis pies…
Apareciste ahí, como un ángel caído del cielo Caminando resuelto por el parque Colón A las tres de la tarde de un verano que todavía recuerdo. con tu mirada de faro encendido bajo unas gafas de sol, Nervioso, como un adolescente con tu sonrisa cálida … regio, desde el gesto que te define… Despeinando con tu energía de varón que todavía se sabe hermoso
y que despiertas verdades… que se revelan en tu arquitectura y tu don de palabras que provocan a una femina … volar bien alto para poder mirarte…
Aniquilando registros de saudades … bajo este cielo entristecido cubierto por la melancolía de tantos siglos. Despertando con ello la vorágine que inventó este amor este eufemismo, que morirá como nació de la nada.
Hemos estado ahí, en el mismo escenario, en la misma ciudad que nos desnuda… Viviendo el mismo itinerario, durante tantos siglos para reecontrarnos pendiendo de este
hilo del tiempo
que se agota Te siento muy cerca…. en la caricia falseada de tus manos ausentes inventado colores
para matizar esa sensación de encajes que se cuela en esta tarde enmohecida y de otro instante inmaculado‌
la humedad
En un fulgor de cenizas… Pero tú…. Envuelto en esa apatía desde el
que te arropa la cabeza
quizás …
como la última palabra goteadora de silencios que
tras
inútilmente
imágenes sensuales se regodean hacia la muerte
lenta…
esa parca… la que nos espera bailando lúdicamente en la conciencia. Queriendo adherirse
a los recuerdos gratos
para refrescarnos, tal vez de esta insoportable levedad a la que te condenas, porque sí… cuando sin asideros … desesperanzadas marchan las horas hacia la nada. luego se vuelve ligero el aire, en esa apatía
balsámica
que huele a almizcle… Entonces … los juramentos conmueven a los árboles y se agachan las sombras, que se retuercen bajo sus pies
buscando con torpeza resguardarse quien sabe de que... Pero los sentidos se desgastan , hasta perderse en un collage de palabras que pierden su lucidez… más allá de esa ilusión a la que llaman miedo donde se cuece un paraíso, sin alas y sueños inducidos goteando silencios… Cuando el alba se desvive sin encontrar atisbos, con el cuerpo y los pensamientos agrietados. Entonces el jubilo se congela… en las orgias de las horas delirantes y tenebrosas … y se levanta el sol con sus pies descalzos colmado de tristeza, vacío y soledad… tal vez, quizás…. para morir en un fulgor de cenizas…
Diálogos evanescentes… El tiempo… ese legitimo heredero de
fragmentados
paridores de
instantes
ilusiones tardías…
hambriento de amor y ternura. desde
los
fluidos
tibios del Hados
donde el llanto supura olores fétidos
y disolutos.
En tanto espejos biselados liman nuestras presencias… Otrora la muerte evita ser un suceso para trocarse en diversión y redimirse de todas las penas sobre mis propios umbrales… Entonces, nos reímos hasta el cansancio en un jardín soberbio e irreverente… Mas al oscurecer… quedan las horas truncadas en el todavía filtrándose por el desatendido canal del ocaso sumergida en el quizás de las tortuosas incomprensiones
Para alcanzar la sensatez Cuando levantas anclas en mi espacio sucede que se enconan los grillos y las pequeñas cosas
se desgastan ante el pálido silencio
¡Duelen tanto las miserias embadurnadas de azafrán! Como arquitectos de silencios con terquedad de sirenas …. te buscaré detrás de las paredes, testigos fieles de presencias que presagian tratando
aún,
imposibles … de liberar
la imagen de tu esencia.
Mientras
en otros sueños
de adultez
camino hacia lo intangible cubierta
de un traje de tul oscuro,
dueña de nuevos sueños espacios efímeros … los que no existen tras el último bostezante golpe del viento para alcanzar la sensatez.
En esta brevedad que se dispersa… Si volvieras a ese tiempo dejado atrás, si pudieras recordar
un instante…
que fuiste mío tantas veces, aún en la distancia tendido en esta piel que te contempla a la orilla del mar, serena y suave .. con sus olas roncando en alta voz… tocando con furia las arenas enajenada, en lúcida embriaguez… y así
entregamos con la mirada
Celebramos
serena.
en ese entonces…
el cortejo de la vida, las ilusiones tardías. Para llegar a ser en lo más profundo ese amor que quisimos, poblado de afanes e incongruencias como
una guerra
de Troya …
con sus treguas… que abrazamos con celo desde la cordura a plazos fijo debajo de un
manto arrogante y sereno
vestigios de la noche bruja… predestinada
a humanas paradojas
derramando tu nombre proscrito… en esta
brevedad que se dispersa,
Ante esta insoslayable ausencia. De nada sirven hoy esas voces que atormentando
me llaman
ese rasguño de sombras incoherentes cuando la luz se agota, y
se hace un
imperceptible
estruendo de silencios . ¡Tanto se parece este presente al destierro de un pasado lejano! en
el que buscábamos en la nulidad
la plenitud del gozo… esa locura a la que tantos llaman amor sin las coherentes preocupaciones. Tejiendo esperas de escamas ante esta insoslayable ausencia Pulverizada …en una desmadejada cadena de silencios. Yo sigo siendo tu abismo, tu vértice , la que muerde en el aire el silencio pero me rindo ante mi torpeza porque se que no puedo detener el tiempo…
Atrapo tu imagen en el espejo para perpetuarte en un trayecto ilusorio
de esa verdad sublimada
entonces la imaginaci贸n se instaura, me recojo bajo tus alas , conmovida con el aroma mirando correr las
de las flores
aguas bajo tus pies azules
due帽os de breves presencias.
Y las palabras gritan su decir Apesadumbrados, torturados por los juicios de su conciencia duermen los cuadernos sus tristezas y las palabras gritan su decir, anegando en la soledad todo su dolor . En los recodos, esa membrana frágil como alas de mariposa abandonadas
al descuido de nadie…
en cada estela sosegada…. Sobre este cansancio tibio separando los antiguos goces de los sueños truncados por el devenir… en un soplo vagabundo que se contorsiona para morir en un aire que se desvanece.
Con su optimismo apesadumbrado Como roca que cruje decidida cuando las aguas del mar rompen con rabia. y se entume el ocaso pero
ya estas muerto…
desde los inmensos instantes raro
de la euforia
es entonces que la alegría nos toque.
Esta pobreza insensata que se sienta en los bancos del Malecón con su optimismo apesadumbrado mirando hacia el Este como si fuese el último atisbo a que adherirse.
La ciudad que habita en mi … Este
movimiento
pavoroso
que me oprime el alma… ¡derruida intimidad! ¡llanto que supura olores a ocre y azucenas! como un
llorar insostenido
de una garza que se desangra.. Derrochando tantas veces el sin sentido… en un rodar de aguas se despeina el Río Ozama, aguas turbias… vagabundeando a la deriva saliéndose de su cause. Corren veloces las aguas teñidas de mugre con
su apesadumbrados tormentos…
hacia el mar cercano y la ciudad presente, la ciudad de todos. Santo Domingo… con sus antiguas casas, sus ruinas amotinadas
de muros atolondrados
que guardan disimiles historias trotando contra el tiempo y su indiferencia. De un lado la Atarazana con sus casas blancas cubiertas de tejas rojas y sus trinitarias
colgantes de sus balcones en caoba Abrazadas
a sus p贸rticos
las puertas gigantescas de roble o caoba. Patios interiores
y zaguanes
guardadores de secretos inagotables. del otro lado las ruinas con sus tristezas , y sus celosos nichos como bocas sin dientes queriendo rumiar sus culpas y desagravios.
Hilvanada de afanes blasfemados Desde un
silencio apagado …
celosas arquitecturas de estilo románico de paredes sin ventanas con portones gigantes, atrios oscuros y fríos espeluznantes… ábsides que enmascaran
historias,
gárgolas diabólicas e irreverentes guardan la ciudad antigua… hilvanada de afanes blasfemados con su traje desgarrado y su rostro
vituperado, y triste…
como Pierrot con una lágrima negra… cargadas de absurdas crónicas y evanescentes desavenencias en un árida tarde colmada de voces.. Pero tu imagen me turba presurosa es la ilusión
que
reclama silencio,
como pendiente de un hilo en su y de
adultez…
un tiempo manso, que ha pasado parcamente
y se ha llevado toda nuestras pasiones e incoherencias sin llegar a ser. bajo el pedal de las lluvias de un verano candente.
La espera incierta… Llega la lluvia con su perfumado viento ligero y tenaz…sin equipaje como triste sonido de abejas destempladas. Entonces me deshago
de pensamientos
mojada de esa lluvia sin paraguas que me estremece con su humedad, que me habla de ti , de mí, de nosotros. pero esta vez he decidido no hablar, callarme de esta ficción que
se resbala de tus labios
que sorprende con palabras … De dudosas verdades a medias, de posibles esperanzas donde ya no las hay, de ilusiones utópicas… sembradas… donde la tierra es frágil e incoherente, y seca, sin ternura pero tú te construyes con tus mentiras y te las crees te aletargan, te aferras a un pasado que ya no es …
Nos encontraremos luego allá… lejos de todo donde nada es de nadie y alargaré mis brazos alucinados , entornare los ojos sobre mis propios umbrales… entonces, avergonzaremos una madrugada más por otra espera incierta.
Ese falso espejo Pienso, que
los pensamientos no se resignan
a vivir de incógnita se conducen como seres caprichosos, autónomos respaldados por una
ecuación de luz
sublime,
que ilumina los caminos alrededor del tiempo y el
dolor.
He tratado con urgencia de rescatar mi pasado, rebuscar en los parajes de mi memoria, ese falso espejo, en el que contemplo mi imagen ese delgado equilibrio que conversa inútilmente sin romper barreras, que golpea las desigualdades en la oscuridad profunda en lo más interno de la memoria. ¿Y me pregunto entonces… si gimen los sentimientos en ese espacio?
Languideciendo en la nada‌ Ya no sueùa esa conciencia diurna
que no duerme
la de los arrogantes sueĂąos premonitorios fugaces tiempos que se desplazan languideciendo
en la nada
acometiendo distancias y esa voz que casi reta a su otredad. como en un arrobamiento que corrompe los sentidos.
Como peces en suspenso. Cuando el jubilo se congela Y las palabras fluyen como peces en suspenso atrapados
por el anzuelo y su devenir etéreo
detrás de las cortinas de un insomnio ingobernable. ¡Hemos estado ahí tantas veces! atinan las displicentes voces de mi conciencia pero la intensidad consiste en el descanso sobre un pétalo de rosa aburrido que se queja con los ojos abiertos como boca
hambrienta.
Rimadas metáforas penden del hilo del tiempo esperando como Godot cansadas de rescatar suspiros inciertos Y esa perorata de continuo inacabada, caminando hacia atrás como el cangrejo ¡Es que todavía no aprendemos a ser…!
Historias sin terminar. En esta casa
donde he vivido fuera del tiempo
nimbos, cúmulos, estratos que
reflejan historias sin terminar…
esqueletos que bailan con fantasmas en los y esa
diversos colores del espectro sonrisa que muta a mueca
como fruto sin gusto, sin dulzura. Manantiales que se bifurcan en secreto y tú…. como Pierrot desvelado rozando la estela azul del universo, Mientras yo … me quedo traspapelada en un armario de cedro donde se me cuela la humedad… como
esas mujeres
inaccesibles
y paranoicas
temiendo que alguien sepa sus historias incongruentes pasiones
que ya no son …
Esta tierra donde habito Ya
no existe la querencia de
lo humano
nada es bueno , nada es malo domina la falsedad, la injusticia permea prostituyéndose en las paredes desde el afuera … No existe más lo citado antes por
Parménides
que todo es relativo … Amansando los cuchillos afilados Allá, detrás de la distancia … un eco sombrío y triste gime lamiendo sus heridas.
Bajo tus pies azules; Yo sigo siendo tu abismo, tu vértice en la distancia, la que muerde en el aire el silencio pero me rindo ante mi torpeza porque sé, que no puedo detener el tiempo… Atrapo tu imagen en el espejo para conversar un rato en un trayecto ilusorio
de esa verdad sublimada
entonces, la imaginación se instaura, me recojo bajo tus alas, conmovida con el aroma mirando correr las
de las flores
aguas bajo tus pies azules
dueños de breves presencias.
En esa quietud de ambar… Cuando las puertas se entornan a deshoras se abren balcones con un gesto engalanado matices de luces se regodean lúdicos llenando
mis espacios de turbias promesas
cuando la rosa pálida se ha quedado sin vida. Quisiera trocar mis memorias, lanzarlas desde esta altura hacia el abismo Pero me atrapan de nuevo recuerdos, placeres, Envueltos en un pañuelo con tu fragancia. Entonces, me siento vulnerable apenas un abrazo me sorprende En esa quietud de ámbar y esta soledad maldita que me marca como esclava solitaria. Cuantificada de miles de ausencias, Colapsando en cada minuto que se pierde En el no tiempo. Evanescente sendero, ¡triste utopía la mía! y este vaporoso encaje de princesa muerta de tules negros en fríos inviernos.
Son tus palabras tan
heladas
las que responden con sus quejas las que crecen solitarias.
Impotencia Desde el llanto de mil noches sudorosas, palabras sin decir por siglos se beben a sorbos tiernos amaneceres vituperadas de afanes, cubiertos de hiedra en tristes y desatinadas madrugadas frías.
Transidas sombras, oscuridad sin limites.... y esta trizada memoria que se deshace en la nada cubiertas con un rocío de cenizas.
Ignoto paisaje ... este que transito en mis sueños tan estéril, tan insoportable e insípido.
¡Esta vida que no arde! pero la acidia agota mi existencia que se evade simplemente, desde las orillas de sucios charcos impúdicos, salvajes y malolientes.
Arpa de la muerte, llora un fado su tristeza columpiándose el sonido como animal herido cataclismos a deshoras, venturosos días en que me aferro inútilmente a esta existencia Lenguas que barren el aire con displicencia Gritan incoherencias, nauseabundos sumergida y llorosa, en este cansado cuerpo ... en que trazamos distantes utopías salteadas de sombras
Hasta convertirme en hilachas
He decidido mudarme de la casa, comprar nuevas historias historias
blancas e ingenuas
reinventarme
con ellas
desde los pliegues de mis mundos internos… No quiero proseguir en esta insoportable pesadumbre absurda e inapetente que contagia zurciendo inútilmente el ruedo de mi traje hecho trizas… ¡tantas veces descosido! hasta convertirme en
hilachas
recostada a mi propia sombra… He
decidido arrancarme
y arrancarte de mis mundos,
los que me torturan cuando yo se lo permito, los que no caben ya dentro de mi … de mis tantas ausencias, y con el mismo trapo derruido y sucio de las tantas penas inagotables. Me dibujaré en la distancia del eco
perdiĂŠndome en el recodo del Hados como las hojas marchitas Cuando los recuerdos agobiados se guillotinan ellos mismos.
En esta diletante frialdad No puedo acercarme a tus rosas porque sus espinas hincan con el diálogo mudo de la indiferencia en esta diletante frialdad.
Que se repite
…
cada tarde amarilla cuando nace
de tu piel una sinfonía inacabada.
Hacia el límite donde fluyen las peripecias… Trotando en contra canto entre la vida y la muerte. bamboleándose , avocada a una sola contemplación de lo inefable a lo compungido. caminando entre pájaros distantes, deslenguados Ruinas arruinadas, gárgolas
diabólicas
encima de ese embriagante vaho que deja en mis espaldas el vino que se derrama Entonces las palabras se humedecen , ebrias… chorrean sus letras gastadas en tanto corren con disimulo hacia el olvido.
Quiero pensarme aún… Sobrevivo de mujer, Quiero pensarme aún , engalanada de tules Y fufú. .. como en un carnaval , transgrediendo
en una plaza del afuera.
Y me pregunto entonces
¿qué pasaría
si esa seda gris que cubre mi camino en ese instante callera lejos y se la llevara el viento? deshaciéndose mi cuerpo en latidos incoherentes
Tiemblan las emociones El viento sopla las cortinas.. audaz, evocativo, Se desnudan los sentidos de pudores… Indócil y
entre volátiles ráfagas
llegan a la superficie en un dialogo secreto itinerante y atrevido. Suturando miel y esencia de vainilla. Arropadas de cundiamores y flores tiemblan las emociones … ¡tantas veces inciertas! entre torpes e indolentes notas mortuorias. Salgo a recorrer las calles, cuando apenas te colabas por los
recovecos del deseo
suturando miel y esencia de vainilla por los poros Arropada de cundiamores que tiemblan de emociones.
Pero la escritura habita en mí Porque se me olvidó la cuenta de los tantos destinos escritos en tu calendario, Vivo en un limbo… Como una simple sombra , deformada y quebrada por la angustia Pero la escritura habita en mi, fluyen las palabras de mis dedos, voces ancestrales donde se cuelan Verdades invertidas, verdades a medias, verdades bañadas de un ludísmo impenetrable… Sombras de una realidad desde los márgenes…
Filtrándose ese azul de lánguida ternura. Tejida por un rocío de aguas turbias, En tu perpetuo canto tedioso Se desvanecen
resacado…
los ruidos en esta parca noche
Filtrándose ese azul de lánguida ternura y la lluvia sobre mi pelo
se desliza suavemente .
Mientras el tiempo pasa Tomo tu mano al rato Tratando de ascender por las
sin disimulo con su tibieza…
tristezas del sueño utópico
en el que me justifico.
Diálogos que se extinguen Este amor, como tu nombre
tan acentuado
En la muerte de lo dejad atrás. Esta existencia inequívoca y arrogante Con la que te plantas, a cuestionar cada instante Desde tu conciencia extinguida.
Entre sueños que duermen Pero sigues ahí parco con tu sonrisa
humedecida
en tu armoniosa quietud sin freno… Devorador de miradas, Entre sueños que duermen abandonados al destino y su devenir, Desplegando honduras
recurrentes
que en la brevedad de la noche discurren ciertamente como verdad absoluta… Otros , los sentidos dilatados, acompañan
esa tibieza en la oscuridad
que se cuela entre las sombras….
Oteando entre la oscuridad y la luz Desde este absurdo sentir en que agonizo como una tempestad azotando un verano candente entre rayos y centellas. Una sonata de silencios y espacios lentos Antes de emprender el viaje liberador hacia el infinito cosmos. Oteando entre la oscuridad la luz Negando toda la memoria Con las manos tras las rejas de una jaula de pรกjaros Entre recuerdos despojados de la luz que ya no son luminosos
Enigmas Audaz, evocativa, seductora Asegurándome a mi misma que no existirán paradojas ni se abrirán cajas de pandoras Ni se abrirán enigmas. Desde esta orilla estéril, del lecho que todavía conserva tu huella tu olor a limpio cercana al triste final de mis días.
En el lodo podrido de la ignorancia Esa que sale a las calles a gastar el tiempo Con su risa cotidiana
y sus pies descalzos
Sus uĂąas pintaditas de colores chillones Y su bemba colorada, Sale temprano a cuestionar rebelde, sus mundos internos a besar sus miserias y las de los demĂĄs a destapar
miserias
ajenas que son su propio espejo
porque ella le gusta, le fascinan los chismes y los dimes y diretes, levantar calumnia impropiamente‌ Porque no tiene vida
propia, no sabe lo que quiere‌
porque en vez de moverse en su propia luz se embarra de lodo podrido de la ignorancia.
Este tiempo que no es nuestro Pero te sigo
sintiendo
muy cercano a mi
en este tiempo que no es nuestro sin demoras
agazapada en la antesala de los sueños
Cuando tus manos grandes y poderosas sostienen las mías. Ronzándome con el tacto de los sentidos, me dejo llevar
por el viento en mi desnudez
para cabalgar
montañas clandestinas y cómplices
arrastrando
la magia de una pasión sin limites,
insospechada e insólita … Y ese hombre que me observa que no eres tú Ni se quien es, pero me gusta … ¡como acaricia su mirada! Y su piel de bandoleros ciñéndose al amparo de nadie… Va liberando por esos poros sus deseos salvajes Con su mirada… la seductora, con la siempre cautiva a la más ingenua de todas las mujeres pero lo miro despacio , lo reconozco. Se que me engaña con su siniestro coqueteo pero en este momento de mi vida No me importa ya nada… y pienso
para mi misma… es él quien se engaña a sí mismo y lo peor es que se miente pensando que le pertenece a alguien, El tiempo se arruga sin pedir permiso Entregado a los placeres y el gozo.
Una metáfora antes de llegar a ser Como un trazo de papel en blanco soy ese dilema que te persigue en sueños sin crucigramas, como un simple eslabón perdido, una metáfora antes de llegar a ser que en realidad se disfraza de otras imágenes para ser contadas. No me lo cuenta pero lo intuyo Y con mi boca pulposa y refinada le sonrío Y tiembla como un niño Trato de hablarle, de acercarme un poco Pero
él no quiere , me teme ,
no parece real me digo a mi misma… qué es lo que quiere parecer Así pasa de tiempo y en sus mensajes es lo que siento La distancia no es un mito, ni es un reto. No vivimos en el tiempo es solo eso. Lo entiendo … Esta situación cuasi única y perpetua Mientras dure, pensé un día cualquiera porque no hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista.
Fingiéndose en el otro… A reventar
y vomitar estas
verdades
de la que los dedos se hacen cómplices. Aunque los corazones laten y laten rompiendo el ritmo Fingiéndose en el otro, sin tomarle siquiera de las manos
En el mismo filo del espanto… ¿Cómo me encuentro? en el mismo filo del espanto. Arremolinada entre los viejos placeres prohibidos Entonces te traigo a mi ahora… pero no llegas. Mientras la noche rumorea, una calumnia Como el desamparo Después de un lamento que no dejó más que tristezas… ¿cómo poder definirlas? Si con tu mirada
ya no se enciende la ternura
El tiempo se acorta sin saberlo Esos ojos los que todavía me sueñan desde muy lejos de aquí pero tan cerca de tu alma Los de una luna menguante que se queja ante esta amarga soledad. En el abrazo y en esa caricia disimulada que no me das… Porque nunca llegaste a ser eso que prometías Con tu sonrisa y tu mirada tierna. Siempre con tus comentarios y letanías Pensabas entonces que te redimías y que tenías todo el tiempo para quedarte. Pero no, nunca entendí donde ni cuando porque vivías como una veleta trepado sin fundamentos
en un avión
de aquí para allá continuamente… Que no sabias donde querías estar Pero tampoco
tenias el tiempo
para seguir mintiéndote a ti mismo… Se te acortaron los dias
y se te fue la vida
antes de darte cuenta aquella
última vez en
que nos vimos.
que te dejé en el puerto apoyándote en tu bastón inmaculado sin pasaje de regreso, sin augurios … recuerdo como ahora cuando te despedí hasta nunca, eso fue lo que te dije ... y tú, con tus pestañas grises y ese cansancio vetusto, en los ojos cansados de
mirarme con tus
eternas tristezas.
Las que te consumían sin acertar a nada… Quisiste entonces hablar por un instante , decirme algo que yo ya lo sabía…. que lamentabas haberme dañado esos días como siempre …pensé… dijiste entonces que era tu culpa y con los ojos cansados te miré con tristeza y yo, sin saber la mitad de tus pensamientos.
Es ahí, en esa intimidad… En el limite de la vida Todo está vacío y sin promesas Mas existe
siempre una inquietud
que te mira con ojos extraños Es ahí, en esa intimidad, en esa dulce languidez que no es más que el vacío… cuando aparece el goce, se liberan los sentidos y el alma se abrevia, se abre al amor…