A Mother’s Prayer When mighty warrior women of God unite in prayer for their families, there is an explosion in the heavenlies. God showed me the atmosphere surrounding these mighty prayers. At the base is the green wave - this is the commencement of the interaction with this world and with the heavenlies. I saw a surge of power as this pure, motherly, forceful prayer is started. The surge of the wave is the force of new beginnings (green) being birthed into their families. This is the start of the journey to healing. The pink of joy and healings commences and is seen and witnessed. This continues to surge and take on a life force of its own, travelling on its own unique “river of life journey.” As you look up to the third heaven, our almighty Father is seen. His power and glory are ignited through the heavens and His glory rains down into the second heaven. The dark red violet is the spiritual fight that is taking place, but the gold clouds, God’s glory, overcomes and wins through.
His royalty (purple) rains down to the earth, heaven on earth, it solidifies and aligns with the journey that had already begun and God’s righteousness wins through as the peace and joy merge. The fruit of the prayers is dripping down into the families lives. The gentle clouds over the river are our reminder that God is near. The pink in the sky, the peace, the calm in heaven is reflected in the earth, a huge wave of miraculous joy. Pink dominates this painting; this is the calm that is like a soft blanket that is thrown over the children, a mother’s love of nurturing her babies. Psalm 42:7 “My deep need calls out to the deep kindness of your love.” Psalm 51:15 “Lord God, unlock my heart, unlock my lips, and I will overcome with my joyous praise.”
Oración de una madre Cuando las poderosas mujeres guerreras de Dios se unen en oración por sus familias, hay una explosión en los cielos. Dios me mostró la atmósfera que rodea estas poderosas oraciones. En la base está la ola verde: este es el comienzo de la interacción con este mundo y con los cielos. Vi una oleada de poder cuando se inició esta oración pura, maternal y contundente. La oleada de la ola es la fuerza de los nuevos comienzos (verde) que nacen en sus familias. Este es el comienzo del viaje hacia la curación. El rosa de la alegría y las curaciones comienza y se ve y se atestigua. Esto continúa aumentando y adquiriendo una fuerza vital propia, viajando en su propio y único “viaje por el río de la vida”. Al mirar hacia el tercer cielo, se ve a nuestro Padre todopoderoso. Su poder y gloria se encienden a través de los cielos y Su gloria llueve hacia el segundo cielo. El violeta rojo oscuro es la lucha espiritual que está teniendo lugar, pero las nubes doradas, la gloria de Dios, vence y vence.
Su realeza (púrpura) llueve sobre la tierra, el cielo en la tierra, se solidifica y se alinea con el viaje que ya había comenzado y la justicia de Dios vence a medida que la paz y el gozo se fusionan. El fruto de las oraciones está goteando en la vidas de la familias. Las suaves nubes sobre el río son nuestro recordatorio de que Dios está cerca. El rosa en el cielo, la paz, la calma en el cielo se refleja en la tierra, una enorme ola de alegría milagrosa. El rosa domina esta pintura; esta es la calma que es como una manta suave que se arroja sobre los niños, el amor de una madre por cuidar a sus bebés. Salmo 42:7 “Mi profunda necesidad llama a la profunda bondad de tu amor.” Salmo 51:15 “Señor Dios, abre mi corazón, abre mis labios, y venceré con mi gozosa alabanza.”
www.lynnehudson.com 32
