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1. DANZA, CUERPO Y EDUCACIÓN

El cuerpo, principal instrumento de expresión danzaria, debe ser preparado física y mentalmente de manera consciente y programada.

“A través de su corporeidad el hombre hace que el mundo sea la medida de su experiencia, lo transforma en un tejido familiar y coherente, disponible para su acción y permeable a su comprensión. (Lebreton, 2002, p. 8).

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La educación corporal involucra un acervo de saberes, conocimientos y prácticas relacionadas con las acciones motoras de los seres humanos que, al impregnársele una intensidad formativa, determina no solo el tipo de actividad corporal vivenciada, sino la calidad de las mismas, a partir de las producciones motoras que el niño, joven o adulto entabla en una relación integral en la que la mente y el cuerpo son considerados como una unidad que se complementa. Por ello la forma como se emprenden los procesos formativos es un factor determinante al momento de evidenciar la calidad de los mismos, porque son determinantes en el cumplimiento de los propósitos que conllevan a la generación de seres humanos inmersos en un desarrollo corporal integral encauzado al logro de una mejora calidad de vida. El abordadaje del concepto “cuerpo”, como tal, es tan variado como las visiones del mundo que existen; sin embargo, ha cobrado una importancia relevante, tanto que desde disciplinas como la Antropología, la Sociología o la Lingüística se asume, ya que permite ampliar el espectro de visiones relacionados con otros aspectos críticos en las relaciones sociales, tales como las relaciones de poder, la influencia de los medios masivos de comunicación y, sobre todo, los parámetros sobre los cuales se cimientan las directrices y políticas de cada sistemas de gobierno.

Mónica Patricia Lindo de las Salas

La concepción de cuerpo ha estado íntimamente ligada a los procesos sociales, los convencionalismos culturales, las prácticas rituales, y en primera instancia a los principios y valores morales infundidos desde la misma familia como primer núcleo de socialización primaria (Berger y Luckmann, 2011), ya que es la primera forma de incorporación social que tienen los individuos en la niñez. En la familia el lugar donde se infunden los valores, el respeto y el uso del mismo en el marco, en este sentido, la educación interfiere directamente en el imaginario de cuerpo o en la asunción que cada individuo hace de él, lo cual es determinante en los espacios escolares lo cual se constituye en la socialización secundaria, sean estos de carácter formal, no formal o informal. M. Foucault (1984) hace referencia a una “disciplina corporal que se impone desde distintas instituciones: militares, medicas, escolares, o industriales, al objeto de conseguir un mayor dominio sobre los individuos”, lo cual si se analiza detenidamente converge o devela un tipo de concepción de la realidad y por ende de intereses que iluminan las acciones de los docentes en este caso.

En otro contexto, J. M. Brohm (1982, p.42) afirma que «la lógica del cuerpo es la del rendimiento, observando en algunas prácticas corporales, formas de alienación, también evidencia una postura epistémica de la educación corporal que podría enmarcarse en el materialismo histórico», entendiéndola como aquella que explica la historia desde la producción práctica de la existencia, generando una inversión entre la existencia real y la idea que los seres humanos se hacen de su existencia.

Es importante reconocer la evolución que ha tenido el concepto “cuerpo”, a través de los tiempos y la manera como las influencias sociales han afectado la concepción del mismo. En este sentido, la historia del cuerpo, visto desde el ámbito de lo cultural, ha estado ligada a la evolución misma de las civilizaciones, por ser tributario de condiciones materiales y culturales que configuran las identidades de los pueblos lo largo de los siglos. El cuerpo se convierte en receptor de los acontecimientos sociales y culturales que suceden a su alrededor, y además es cambiante biológicamente en su contacto con la sociedad (Salinas & Buñuel, 1994).

Una biografía que evidencia todo tipo de situaciones y drásticas transformaciones propiciadas por la humanidad que actúa a la luz de intereses que guían sus acciones. Un cuerpo histórico sumido en una paleta de múltiples

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