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El modelo pedagógico vivencial, interciencial y participativo

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REFERENCIAS

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Mónica Patricia Lindo de las Salas

El modelo pedagógico vivencial, interciencial y participativo

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Las experiencias que el sociólogo Orlando Fals Borda en el campo de la investigación acción participativa vivenció en la década de los 70, donde el trabajo en comunidad, en especial con los campesinos y el planteamiento de soluciones colectivas que contribuyeran a la transformación de los entornos sociales, se constituyó en el propósito fundamental de su trabajo. De allí surgió un colectivo de docentes investigadores, entre ellos Hernando Romero, quien empezó a generar nuevas propuestas desde el campo de la sociología y la pedagogía, que contribuyeron con la generación de diferentes maneras de abordar el proceso formativo en las escuelas; centrado, más que en el docente o en el estudiante, en la dinámica misma que se genera en el entorno educativo, donde la reflexión, la auto investigación, la caracterización del accionar pedagógico y, sobre todo, la proposición y realización de nuevas formas, es la clave fundamental para aportar a la construcción de seres realmente autónomos y críticos, capaces de transformar su entorno educativo y, por ende, la sociedad.

Los talleres de auto investigación vivencial se convierten en la estrategia fundamental para incentivar el pensamiento autónomo y propositivo.

Hacia un modelo ideal de enseñanza de la danza desde la perspectiva crítica

Este modelo, al cual lo ha denominado "Modelo pedagógico vivencial, interciencial y participativo" (Romero et al., 2012), plantea dentro de su tesis la importancia de construir una nueva actividad educativa, vivenciadora y simbolizadora sobre la que existe como predominante, contribuyendo así a la generación del pensamiento autónomo y crítico en los estudiantes, con una prospección hacia la innovación y el cambio, acorde con el proyecto político de nación que se aspira. Este modelo, el cual se encuentra en fase de experimentación inicial en espacios académicos, como el programa de Cultura Física, Recreación y Deportes de la Universidad del Atlántico, surgió en el campo de la sociología y está cimentado en una teoría pedagógica crítica, constituyéndose en un referente importante y acorde con el momento histórico actual.

La aplicación de nuevas propuestas metodológicas y de modelos pedagógicos innovadores, siempre han generado resistencia por parte de los docentes, a quienes les es más fácil actuar en el marco de lo ya conocido en sus modelos tradicionales, con los cuales fueron formados (zona de confort), que adentrarse en la asunción de nuevos códigos y en una praxis formadora que esté acorde con un nuevo proyecto de sociedad. Este caso aplica a todos los campos laborales y a todas las profesiones, por cuanto a la mayoría de los seres humanos la llegada de los cambios les genera crisis y, por lo tanto, temores frente a la incertidumbre. Por ello, querer emprender dinámicas transformadoras de las habituales formas de enseñar, ya sea en una escuela de danza, en un grupo profesional o en una institución educativa, se convierte en un interesante reto y, a la vez, en una excelente oportunidad, por cuanto el abordaje del arte y de la danza, en particular, debería estar aunado a la amplitud del pensamiento y de las distintas formas de ver el mundo y sus complejidades.

La danza, por ser en sí misma un campo vivencial que posibilita la comprensión de las emociones y el entendimiento del movimiento como viabilizador de los procesos creativos que se cimientan en bases sólidas de reflexión, análisis, comprensión y proposición, es un campo amplio en el cual se pueden experimentar, desde la pedagogía crítica de la transformación, cristalizando actos pedagógicos que posibiliten la observación, la descripción, la interpretación, la proposición y la transformación, no solo del entorno, sino partiendo de las vivencias de los mismos individuos, lo cual puede concretarse en la realización de talleres de auto-investigación vivencial, los cuales se definen como…

Mónica Patricia Lindo de las Salas

… Microacontecimiento formativo, en donde el profesor posibilita a los estudiantes las simbolizaciones significadoras de sus vivencias, denunciándolas para debatirlas, reflexionarlas colectivamente, proponer y recibir informaciones que les ayude a producir pensamientos críticos que se les constituyan en guías para su actuación, de denuncia y anunciación, para ellos; existe como un tipo de praxis didáctica. (Romero et al., 2012).

Lo anterior se desarrolla en varias actividades:

Programación Vivencia de los momentos prospectados Conclusión

Recomendaciones finales

Estas actividades requieren de una planeación consciente por parte del docente, quien de la mano de los estudiantes determina el camino a seguir, los conflictos por resolver y el contexto a transformar, en una acción recíproca donde ni el docente ni el estudiante son protagonistas: son parte de un proceso de construcción de una práctica llamada danza.

Cualquiera que sea la danza requiere de una planeación consciente por parte del docente

Hacia un modelo ideal de enseñanza de la danza desde la perspectiva crítica

Los talleres de auto investigación vivencial se convierten la estrategia fundamental para incentivar el pensamiento autónomo y propositivo.

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