ACONTECER PROVINCIAL #4 - 2020

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BOLETÍN N° 04- AÑO 2

PROVINCIA SANTA TERESITA

Bogotá, 9 de septiembre de 2020


CONTENIDO Editorial ……………………………………………………….….……….. 3 La Novena de nuestra Patrona …....................................... 4 La vida fraterna es Alegría de familia …………………………... 5

El sufrimiento de Jesús hoy ………………………………….….…. 6 Encuentros con Mons. Miguel Ángel Builes .…….…………... 8 Experiecia significativa en mi etapa de juniorado ...…...... 10 Desafío de la PJVM ante el Covid 19 ………………………...….. 11 Mi experiencia vocacional …………………………………..…..…. 13 Cuál ha sido mi experiencia en la etapa de juniorado ...… 14 La sorpresa lleva a romper riesgos ……………………………... 15 Coplas ……………………….………..……………………………....….. 17 Misionando al ritmo del Espíritu ……………………………..... 18

El arte de formar las nuevas generaciones ..…………...….... 19 La misión con el Padre Fundador …………………………....…. 21 Cordial felicitación ………………………………………………….… 22

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ACONTECER PROVINCIAL PROVINCIA SANTA TERESITA

EDITORIAL El servicio de la Provincia Santa Teresita en la evangelización busca construir el Reino de Dios entre los hombres. El Reino que significa una convivencia humana fundamentada en la justicia, el respeto mutuo, la fraternidad, la calidad de vida y la paz, anticipo de la realización plena del triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte. En función de esos valores evangélicos, la Provin-

cia sirve y se organiza en su ser y quehacer de todos los días. Reír, cantar, jugar, orar es la expresión del alma y de una espiritualidad que nos invita a vivir desde la infancia espiritual. ¡Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada! Nuestra Provincia como parte de la Congregación y de la Iglesia ha de estar en permanente coloquio con el cosmos, pues todo lo que vivimos es parte de la creación y parte de ese todo, que es Dios. Somos palabra, mensaje y testimonio de esperanza y alegría, en las comunidades, suscitando una actitud constante de búsqueda de las respuestas adecuadas a las necesidades de cada hermana, de las obras, la provincia y de la sociedad. Hoy más que nunca vemos la importancia de mantener comunidades fortalecidas en relaciones cordiales donde se contribuya con lo que somos y tenemos para colocar bases firmes en nuestra

casa común, favoreciendo relaciones sanas y cálidas. Nos urge aprender a disfrutar los espacios verdes que necesita la vida fraterna como terapia del encuentro a través de las relaciones interpersonales. Hoy más que nunca tenemos la necesidad de apoyarnos y sentirnos unidas para vivir la verdadera paz que viene de Dios. Hagamos vida lo que nos dice el papa: “Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero." Así lo enseñaba el siervo de Dios Miguel Ángel Builes diciendo que Dios es en nosotros como la savia en la planta, como la sangre en el cuerpo, como el calor en el sol.

Entonces lo que a

nosotros nos toca hacer para crecer como hombres y mujeres, para ser más que humanos, es abrirle espacio a Dios en nosotros y dejar que Él actúe.... Es la única manera de crecer. Haciendo eso, ¡crecemos incluso cuando dormimos! Llegar a ser plenamente humano, más que humanos, es trabajo de Dios y responsabilidad nuestra. Hna Luz Marina Almeida Misionera de Santa Teresita Superiora Provincial

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LA NOVENA DE NUESTRA PATRONA CON ENFOQUE MISIONERO “A pesar de mi pequeñez, quisiera, Señor Jesús, recorrer la tierra, predicar tu nombre y plantar en la tierra infiel tu cruz gloriosa. Pero, no me bastaría una sola misión,

querría anunciar el evangelio al mismo tiempo en las cinco partes del mundo, hasta las islas más remotas.”

La fiesta de nuestra querida patrona Santa Teresita es un acontecimiento que marca la vida misionera de nuestra congregación. Las invitamos, queridas hermanas, a que vivamos con gran entusiasmo y fe la novena a nuestra Santita como una propuesta para vivir la alegría fraterna y la participación de la comunidad orando por la misión de nuestra Congregación, la provincia y el mundo entero. Ella como patrona de las misiones nos contextualiza con su mensaje profético y sencillo. Que la novena embellezca nuestra vida con abundantes bendiciones de paz, amor, sanidad y reconciliación. Invitándonos a tener espacios para la reflexión, el diálogo, la confrontación personal y comunitaria a la vez que nos enriquezcamos con la espiritualidad propia de nuestro Instituto. Teresita creyó en la fuerza de la oración. Llega a darse cuenta que la quinta esencia, de su vida contemplativa es desempeñar en el corazón de la iglesia el servicio del amor: “En el corazón de la iglesia, que es mi madre, yo seré el amor.” El mensaje de Santa Teresita y el de nuestro padre Fundador en estas fiestas patronales nos muestran las virtudes para forjar el camino de la infancia espiritual manteniendo una Provincia y Congregación Unidas desde la alegría que nos debe caracterizar. Con mucho cariño: Hnas. del Consejo Provincial


La Vida Fraterna es alegría de familia Vida fraterna es gracia, vida fraterna es alegría de Dios, vida fraterna es libertad y gozo en el Espíritu, vida fraterna es ser familia, vida fraterna es unión con el verdadero Cristo.

Mi nombre es Hna Silvia Domínguez Montejo, mexicana y Juniora de sexto año, actualmente me encuentro en la comunidad Local de San Juan Comalapa-Guatemala. Una de las acciones significativas que deseo compartir con mis hermanas de la Congregación, es la manera como me he fortalecido en el encuentro fraterno con mis hermanas de comunidad durante estos últimos meses en el confinamiento, un tiempo de gracia, de gozo y de alegría comunitaria, un tiempo de caminar juntas. El dialogo ha sido importante para llegar a un acuerdo sobre el cómo sería nuestra vivencia de ahora en adelante en esta nueva forma de vida, pero son los momentos de encuentro con Jesús en la oración los que nos han dado las pautas para hacer las cosas; personalmente estos momentos me han fortalecido moral y espiritualmente. En el mes de abril tuvimos nuestra semana de retiro anual y el hecho de compartir con las Hermanas de San Luís Puerta Negra me hizo apreciar el valor de fortalecerse en comunidad, aunque aprovechamos al máximo esta intimidad con el Señor, luego compartimos que fue un retiro único en nuestras vidas en nuestra misión de Semana Santa. También hemos tenido y fortalecido los momentos fraternos, ya sea en el comedor, en la sala de recreo, en el patio de la casa, donde he podido ver que cada una de mis hermanas se preocupa por no escatimar en detalles y mostrar afecto por cada una, pensando primero en la comunidad y luego en lo que hay que hacer hacia afuera. Doy gracias a Dios, porque desde la vivencia y el encuentro a diario con la otra hermana me hace comprender la verdadera alegría de vivir en familia, de dejar de ser yo para también preocuparme por la otra, de llevar una vida desde Dios, de alcanzar la serenidad y bajarle al qué hacer para aprender a Ser. Dios siga bendiciendo nuestras comunidades locales, para apreciar desde Él mismo el gran regalo que tenemos como familia cristiana misionera. Unidas siempre en oración y que Él siga fortaleciendo nuestra fidelidad y nuestros pasos misioneros. “Cristo es todo y en todos”. Col. 3, 11.

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EL SUFRIMIENTO DE JESÚS HOY (Isaías 53) La tristeza del ser humano sumergido en sombras de muerte. Una realidad que duele.

Cuántas personas hoy crecen ante Dios como un retoño, en un inicio hay gran esperanza y con el pasar de los años son como raíz en tierra seca. La familia, el ambiente no son favorables y se trunca el proyecto de Dios.

Con facilidad se oye hablar de “los desechables”, se desprecia y se tiene como basura a seres humanos, hijos de Dios, hermanos nuestros. Ellos cargan sobre sí el dolor de no tener una familia y de ser el resultado de lo que otros han hecho; el sufrimiento es el pan de cada día. Nuestra felicidad es el precio que ellos pagan, pues viven el desamor, la soledad, el rechazo, la marginación, la falta de oportunidades, las consecuencias de la droga, la mentira, el abuso, la indiferencia y la crítica de muchos que prefieren murmurar antes que buscar medios para ayudar. Estas personas viven el dolor de haber perdido una familia, sienten la incapacidad ante los propósitos... Y al pasar junto a ellos muchos miran a otro lado, no tanto por miedo sino por temor amar, a comprometerse y sentir responsabilidad para con ellos y dar así el primer paso de acercamiento que implica buscar y descubrir a Jesús allí, que clama la misericordia que Él tiene para con nosotros. Despreciados en una acera, una esquina o en algún lugar de la ciudad, pasamos y no tocan nuestro corazón, porque está lleno de cosas y nos olvidamos de lo fundamental. A lo mucho un “qué pesar” y seguimos nuestro ritmo de vida. luego un clamor: Señor Jesús no alcanzo a descubrir tu rostro, te busco y no te hallo, te hallo y no te reconozco. Ese ser que está en la calle, carga con mis egoísmos; le falta lo que no he querido compartir porque he cerrado mi mano, olvidando brindarla cálida y acogedora a mi hermano, me he olvidado de la responsabilidad que tengo para con él. Estoy bien a costa de su soledad, de su tristeza, de su abandono, tengo lo más grande y maravilloso que Dios ha podido darme: El amor y me niego a compartirlo. Ese ser en la calle que carga con mi pecado no es azotado por Dios, es herido por mi olvido. Y después de tanto sufrimiento en la calle, de vivir el maltrato, la burla y el insulto, viene la tortura de estar en una cárcel. Calla porque confía en la justicia Divina, sus argumentos no tienen valor por ser de la calle, todo se presupone y allí en la cárcel vive el abandono; sólo clama: “que vengan a visitarme” ... En el tribunal no ha habido justicia, se ataca la consecuencia y los culpables ni se sienten aludidos ante esta situación.


Allí en medio de cuatro paredes, hacinamiento y tras unas rejas le hemos abandonado a su suerte, condenado, enfermo, olvidado, angustiado y sin comida. Él carga diariamente el castigo y yo disfruto de la libertad, sin sensibilizarme con esa realidad. Todos andamos errantes, cada cual vive su mundo a su manera y los más débiles son arrastrados por las diferentes corrientes que destruyen la persona haciéndolo esclavo y enfermo. Ante la sociedad aparecen como lo peor del mundo y no me doy cuenta del cáncer que soy cuando dejo ir a mi hermano por caminos errados y no hago nada por evitarlo. Arrancado de su “Zona”, sufre el ser sepultado en vida en un lugar donde sólo se respira muerte, donde las noches son oscuras y frías, no se puede dormir ante el peligro de un abuso sexual o mano criminal. Allí pasa los días, sin sentir el tiempo correr y cuando la enfermedad le azota, sin remedio, sin compañía, en completa soledad y sin consuelo llega la muerte, arrancándole de esta tierra de vivos que fue para él como tierra de muertos. Esta es la historia de Willy Gabriel Gutiérrez, alias “patas largas”, de 24 años, el cual descansó en la paz del Señor, el día el día 24 de enero de 2004, en la Penitenciaría de Guayaquil a causa de la tuberculosis... Doy gracias a Dios que me dio la oportunidad de acompañarlo en la calle y en la cárcel… Ante esta realidad, como Misioneras ¿qué estamos haciendo y que estamos dispuestos a hacer por nuestros hermanos de la calle, de las cárceles y de tantos lugares donde sufren opresión y olvido?...

Hna. Silvia Aristizábal Misionera de Santa Teresita Nuestro Padre fundador vivo ejemplo para nuestra misión: “Mi sacerdocio! ya podía yo dar como Cristo la vida por las almas... Mi sacerdocio! oh! prodigio del poder, la sabiduría y el amor de Dios" “Con todo Dios mío, yo no quiero descansar sino trabajar hasta que se salve el último mortal, como decía Teresita…” (Diario) Le he pedido perdón de mi pasado contrito y humillado y le he dicho: "si me pides Amado mío la santidad, te diré a voces como San Agustín: Dame esa santidad... "Dame lo que me mandas y luego manda lo que quieras" (Diario)

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ENCUENTROS CON MONSEÑOR MIGUEL ÁNGEL BUILES GÓMEZ El 22 de Junio de 1938 fue mi primer encuentro con Mons. Miguel Ángel Builes Gómez, cuando tenía un día de nacida a los 7 meses en Santa Rosa de Osos, Antioquia. Mi abuelita materna se madrugó conmigo porque la niña nació muy pequeña y parecía enferma según sus quejidos, además, era costumbre de los padres hacerlos bautizar y confirmar lo más pronto posible. Al llegar a la catedral y hablar con el Sacerdote me administraron el sacramento del Bautismo, faltaba la Confirmación; mi abuelita se resolvió ir a la casa episcopal donde habitaba Mons. Miguel Ángel Builes Gómez y gracias a Dios se encontraba en su despacho. Mi abuela entró con la niña y le pidió el favor de administrarle la confirmación porque estaba muy enferma; la destapó y al verme dijo S a mi abuela: “esta bandida va a durar más que yo”, me dio una palmadita en la cara y llévesela. Mi abuelita creyó en sus palabras y arrancó para donde la mamá que esperaba que la recién nacida no viviría más. Al año de edad me llevaron a la confirmación. La Costumbre en Santa Rosa cuando pasaba el Señor Obispo por la calle, era arrodillarnos para recibir su bendición y así lo hacíamos, sobre todo después del almuerzo cuando él salía a su caminada y nosotras las estudiantes estábamos por la calle. Siempre con la camándula en sus manos nos daba su bendición, pero no se distraía. La celebración de las Eucaristías en la catedral no las perdíamos como estudiantes del colegio María Auxiliadora a donde él iba en algunas ocasiones. El día de mis grados como Maestra, en Noviembre de 1957, el Señor Obispo fue invitado a la ceremonia de graduación, llevó un libro “Paz y alegría” para rifar y tuve la suerte de ganármelo, eso me dio mucha alegría. Me coloqué en el magisterio y estando en Aragón tuve la dicha de recibir a Monseñor en una visita pastoral y como encargada de la catequesis a nivel de toda la Parroquia el Párroco Pedro León Múnera me pidió el favor de un saludo en su nombre explicando cómo marchaba la tarea de la formación para los sacramentos en el área parroquial. Se terminó el recibimiento y salimos para el almuerzo; me mandó llamar con un acólito que también era alumno de la escuela de varones donde yo trabajaba y de donde salieron varios alumnos como sacerdotes. Como Monseñor era muy cuidadoso con las jóvenes no permitía que montáramos a caballo al dos, nos recomendaba ser muy modestas en la forma de vestir, etc. Yo llegué a reemplazar a una profesora que el Señor cura sacó del salón con un palo de escoba porque la encontró tomando aguardiente delante de los alumnos. Entonces me imaginé que ya le habían llevado algún chisme al Señor Obispo de mí. De todas maneras fui a la llamada y al llegar a la casa Cural lo encontré hablando con una señora que tenía fama de chismosa. Mis inquietudes se convirtieron en miedo; yo estaba recién llegada a Aragón y era muy joven. Asomé la cabeza y al verme me gritó: Entre mijita, siga… y despachó la señora del coloquio; pude pasar, me saludó con cariño, agradeció mis palabras del saludo; yo ya estaba sentada escuchando a Monseñor para ver qué era lo que me iba a decir y lo importante que tenía para decirme; la pregunta si yo tenía vocación a la vida religiosa a lo que le contesté que ya estaba recibida donde las Lauritas y me dijo: qué tienen de más las Lauritas que las Teresitas? 8


En realidad aunque vivía en Santa Rosa no me daba cuenta de lo que hacían las Teresitas, me explicó un poco y me ofreció entrevistarme con la Madre Eucaristía, Superiora General cuando fuera a Santa Rosa; eso fue en 1960. Las entrevistas con la Madre Eucaristía, los encuentros con Mons. Builes, fueron afianzando mi gusto por la misión y el Señor fue mostrando sus caminos. El Señor Obispo siguió orientando mi vocación a la misión durante cuatro años, que seguí trabajando en el magisterio. La Madre Eucaristía me dio los formularios para llenarlos y los exámenes médicos; al convento casi no iba, pues estaba muy joven. El 26 de Junio por la tarde fui a despedirme del Señor Obispo y pedirle su bendición; se puso muy contento, me dio sus consejos sobre todo el de la santidad; le agradecí su ayuda espiritual. Puedo decir que Monseñor Miguel Ángel Builes fue mi Promotor vocacional, para las Teresitas. Ya el 27 de Junio de 1964 llegué al convento a las 6 de la mañana cuando se comenzaba la celebración Eucarística. Como era sábado, después del desayuno comenzamos a hacer los aseos y demás ocupaciones. Los encuentros con Monseñor Builes eran frecuentes, nos atendía en confesión y celebraciones litúrgicas. Nos S daba orientaciones sobre Mi Testamento Espiritual cuando estaba en el noviciado. Cuando profesé me enviaron para Ecuador, regresé después de varios años; ya se había terminado el convento de las Teresitas contemplativas, sueño que tuve con el Señor Obispo cuando me mostraba las ruinas. Sus últimos encuentros los tuve durante su muerte el 29 de septiembre de 1971 fiesta de San Miguel Arcángel a los 83 años y 20 días, el día de San Miguel Arcángel y en sus exequias 1° de Octubre de 1971 que los pude disfrutar porque me encontraba en San José de la Montaña terminando mis estudios de normal superior. Nos despedimos con las manifestaciones de los periódicos y de los corazones de sus hijos e hijas fundados desde su corazón misionero, con la consigna: “Muere el Soñador.” Muy queridas Hermanas, aunque el mensaje nos lo piden para las nuevas generaciones yo creo que nuestro Padre Fundador nos está hablando a las Teresitas de todas las edades y de todos los tiempos, más ahora con los signos de los tiempos encontramos en sus palabras y en sus hechos el signo del estar entre nosotros con la siempre preocupación de la santidad que hoy en día se traduce en signos de la caridad del servicio, de la preocupación por todos nuestros hermanos que debe ser una preocupación constante del amor que todos lo necesitamos. Hermana Edelmira Betancur Hincapié Misionera Teresita.

Nota: siguiendo el ejemplo de Nuestro Padre fundador invitemos a los jóvenes a seguir a Jesús, sin temor y con decisión.

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EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA EN MI ETAPA DE JUNIORADO Soy la Hna. Yamile Ruiz Reyes, voy caminando mi sexto año en la etapa de juniora y quiero compartirles que en estos casi seis años he vivido varias experiencias muy significativas y que han marcado y llenado mi vida de gran manera. "El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres" (Salmo 125) Sin duda, el recordar mi primera obediencia en Cumaná, estado Sucre en Venezuela, marcó mucho mi vocación, mi vida consagrada; inicialmente las ultimas noticias sobre la situación socio-política que en su momento estaba aconteciendo no le inspiraban mucho ánimo a casi nadie el desear ir hacia allá. Recuerdo que en el año antes de viajar se realizó el congreso a la vida consagrada que organizó la CLAR, en Bogotá, asistí con la provincial, creo que fuimos las únicas de la congregación que tuvimos la dicha de asistir a este congreso. Allí puede conocer y compartir con varias comunidades de vida religiosa, masculina y femenina, como también seglares consagradas a su labor. Conocí una hermana venezolana, de la congregación de las Salesianas, ella sin saber que yo estaba destinaba en obediencia a ir a dicho país, me relató la cruda y lamentable realidad de su país; recuerdo que me decía: aquí en Colombia nos han tratado muy bien, hay comida y puedes comprar lo que quieras, y puedo pedir que me trasladen, pero es mi país, mi gente, y si es de morir luchando y acompañando a mi gente, no lo pienso dos veces. Aquellas palabras me quedaron resonando y le admiré. Le dije que mi primera obediencia es ir hacia allá, me miró y me apretó la mano y sus palabras fueron: te irá bien si no te metes con el régimen. Se imparcial pero no des la espalda, es injusto el sistema, pero la gente es buena. En ese instante tuve una conversación con la Hna. Myriam Beiner, en ese tiempo Provincial y le dije: Hermana, humanamente no quiero ir allá, pero yo sé a quién le hice mis votos y la única manera de saber si me irá bien o no, es yendo. «Aquí estoy Señor, Tú me has llamado»

Esta experiencia marco mi vida, aprendí a valorar lo que tengo y lo que no, aprendí a valorar un jabón, aprendí a compartir un poco de aceite con la gente; aprendí a redescubrir el sentido de mi presencia en aquél lugar, aprendí de la gente sencilla que lo importante no es carecer de algo material, lo realmente importante es adentrarte a su realidad, acompañar en la fe, pero sobre todo tocar en esa realidad al mismo Señor, como decía la madre Teresa, tocar el cuerpo de Cristo en el pobre. Una vez más confirme su voz llamándome a servir; y para ello debía animarme a animar en medio del dolor, de la injusticia y del hambre. Recuerdo que una vez, después de esperar unas tres horas de “cola” es decir fila, para el transporte, cuando ya por fin venia el microbús, un joven en la puerta me impidió el paso, no me dejaba subir, según él no había puesto, yo le mire y le dije no importa como sea me subo; el joven no le gusto de a mucho pero igual yo también me quería ir a casa como toda la gente después de esperar tres horas bajo el ardiente sol. Aquel joven fue cobrando el pasaje del microbús; y por lo lleno que venía, la gente se apretujaba mucho y yo como puede me sostuve y no podía sacar el dinero de mi pasaje para pagarle, le dije un momento ahora te cancelo, esto llenó de “rabia” al joven y me insultó. Me dio mucha rabia y dolor, me parecía injusto aquel trato, pero peor fue tratado el Señor Jesús. Unas señoras le pedían que me respetara, pero él seguía insultándome. Yo solo respiré profundo y le miré a los ojos, y le dije: no permitas que el sistema te envenene el alma, yo estoy sirviendo en un país que no es el mío. Esta situación me dejo tantas enseñanzas. Solo sé que cuando Dios llama hay que responderle y servir. "«El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no es digno de mí» “(Lc 9, 62

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A SOLO DIOS EL HONOR Y LA GLORIA DESAFÍO DE LA PJVM ANTE EL COVID-19

“En nuestra vida, tenemos miedo de las sorpresas de Dios.

Con esta frase, queridas Hermanas quiero iniciar, para compartirles mi experiencia de la animación vocacional en este tiempo de pandemia. La verdad es que esta situación nos ha invitado, de cierta manera, a reinventarnos en muchos aspectos de nuestra vida, pero muy especialmente en buscar nuevas formas de llegar a los jóvenes a través de la virtualidad, para presentarles una vida religiosa misionera que impacte, pues a pesar de todo lo que ofrece el mundo, Dios sigue tocando los corazones y llamando a tiempo y a destiempo. Como animadora vocacional es muy gratificante ver la misericordia de Dios que se derrama en nuestro Instituto de diversas formas y cómo con el material que se ha ido compartiendo a través de las redes sociales hemos podido llegar a varias jóvenes que ni siquiera son de los países donde hacemos presencia misionera, jóvenes a las que el Señor ha puesto la inquietud de su amor en sus corazones, y que por este medio se han acercado a nosotras para decirnos que desean conocernos, que les llama la atención la vida consagrada, que quieren conocer y servir a Dios. Jóvenes en las que Dios ha puesto su semilla y las cruza en nuestro camino; verdaderamente esta realidad es un desafío para la vida consagrada hoy, porque no podemos quedarnos atrás; estoy segura que si los apóstoles o nuestro Padre Fundador vivieran esta realidad no dudarían en lanzar las “redes” y evangelizar por estos medios. Es verdad que a veces nos asusta lo nuevo, pero Dios va con nosotras y El nos enseñara el camino correcto. Todas somos aprendices, cometeremos muchos errores, pero de ello se aprende, y se pierde el miedo a lo que hoy es una oportunidad para llevar la buena noticia, y un desafío para la iglesia y la Congregación de que esto se puede si estamos abiertas al cambio y no cerradas en unas estructuras que nos pueden apagar el deseo de innovar la vivencia en la vida religiosa sin perder nuestra identidad.

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Las invito Hermanas para que aceptemos el reto que hoy se nos presenta y no dudemos en escuchar, acercarnos y dedicar el tiempo necesario a estas jóvenes que buscan por estos medios una respuesta y un testimonio de nosotras. Es cierto que podemos desanimarnos y pensar que de un proceso a distancia no saldrá nada, pero recordemos que a nosotras solo nos corresponde cuidar la semilla que Dios pone a nuestro cargo, Él se encargara de dar los frutos cuando menos se esperan. Encomendemos pues en la oración esta nueva forma de apostolado y que sea Dios quien nos permita ser creativas, dóciles y disponibles a lo que nos pide, ser sal y luz en un mundo que no quiere saber nada de Dios, pero que con solo un mensaje o publicación puede llegar a los corazones de algunos que se habían alejado. Allí en estos nuevos ambientes digitales, tu y yo podemos marcar la diferencia, demostrar que vivimos felices del llamado de Dios y queremos compartir nuestro gozo con muchos. Sintámonos convencidas para convencer a otras jóvenes. Hna Juana Valentina Santafé Galindo Juniora Misionera Teresita

“EL LLAMADO VIENE DE DIOS, A NOSOTRAS SOLO NOS CORRESPONDE CULTIVARLO.”

“El amor todo lo puede: las cosas más imposibles no les parecen difíciles. Jesús no mira la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, sino el amor con que tales obras se hacen” Santa Teresita

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MI EXPERIENCIA VOCACIONAL “El Señor me miró, me amó y me llamó”. Quisiera comenzar dando gracias a Dios Padre por llamarme, por atraerme cada día más hacia su hijo Jesús por medio de un amor que me impulsa a conocerlo y vivirlo. Mi testimonio en esta etapa del discernimiento para elegir una vocación ha tenido un gran enriquecimiento en mi vida, debido a que desde que conocí la comunidad de las Hermanas Misioneras Teresitas hace aproximadamente siete meses, he recibido un crecimiento espiritual de una manera más esencial, y conocer la importancia aún más del amor que Jesús me tiene, siendo un gran tesoro creada a su imagen.

He tenido momentos en esta etapa de compartir con las hermanas que viven en la ciudad de Bucaramanga y Bogotá vivenciando un estilo de vida fraterna, comunitaria, de bondad y alegría que me han servido para crecer y prosperar en mis actitudes y me dan seguridad de seguir en el camino del llamado que Jesús me está haciendo; otro de los momentos fue el escuchar las experiencias vocacionales de las Hermanas, fue muy gratificante porque me enseñan a ser perseverante. El valorar la comunión, la oración personal ha sido una fortaleza para no quebrantarme ante las situaciones y persistir en este camino del Señor, leer y reflexionar la Palabra diariamente, estar en intimidad con el señor, entregar mi vida al servicio de Dios y de la comunidad. Este proceso ha sido muy valioso porque me ha servido para poder interiorizar y cuestionarme sobre mi misma, también el desarrollo de las fichas que he trabajado me ha servido como clave importante para recordar las etapas de mi vida, esto me ha ayudado en la sanación y liberación de heridas, y he aprendido que de una experiencia negativa puedo sacar cosas muy positivas. Leer la “Historia de un Alma” me impactó y sigo admirando la grandiosa vida de Santa Teresita, la he tomado como referencia para mí, en llevar un camino de confianza y entrega absoluta a Dios desde la infancia espiritual; en reconocer que desde las pequeñas cosas de mis actividades diarias las ofrezco al Señor para crecer en el amor. Conocer la vida del Padre Fundador Monseñor Miguel Ángel Builes quien profesó un gran amor y en lo que llevo de haber leído pienso que tengo una identificación con él por su celo misionero en llevar el mensaje evangelizador al pueblo y el compartir su amor de una manera gentil y misericordiosa, siempre en presencia del Señor. Los encuentros que se han realizado de manera virtual en este tiempo de pandemia han sido muy divertidos; el poder interactuar con personas de otras ciudades, países, ha sido muy enriquecedor por el compartir experiencias y conocimientos. Este aprendizaje que he tenido no solamente lo he aplicado en mi vida sino también a mi familia mis padres y hermanos que han sido un gran apoyo para mí, ellos forman parte de mi formación y aprendizaje y he podido compartir con ellos el conocimiento adquirido. Estoy muy agradecida con las Hermanas que me han brindado su tiempo y acompañamiento en este caminar. Muchas bendiciones. Wendy Vargas Jaimes. Aspirante de Piedecuesta

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¿Cuál ha sido mi experiencia en la etapa del Juniorado? "Los atletas se privan de todo; ellos para ganar una corona que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita" (1 Co 9, 25).” Este tiempo de Juniora ha sido y será siempre un verdadero KAIROS. Una sensación de felicidad y plenitud, un tiempo en el cual he sentido y experimentado cómo la mano del Buen Dios me ha acompañado. Cuando tomé la decisión de jugar para este equipo sabía que no iba a ser nada fácil, pero este tiempo me ha servido para fortalecer cada día más mi opción por el Señor y de convencerme que jugar para Él ha sido la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida. Tal vez te responderás, todo en la vida no puede ser color de rosa, y es verdad no todo es color de rosa, pero en esta hermosa experiencia como Juniora me he dado cuenta que todo depende del enfoque que tú le des a un problema o a esos momentos de noche oscura en donde a veces se experimenta la soledad y solo queda en ti el sin sabor. No lo niego, a veces he tenido partidos difíciles, en los cuales he sentido el deseo de quitarme la camiseta porque me he sentido sola y no he sentido el apoyo de mi equipo, y el sentirme sola me ha llevado a tener ese deseo de no continuar más, pero cuando han llegado esos momentos, en mi mente y en mi corazón resuenan con fuerzas aquellas palabras que me dijo mi tía cuando le conté que deseaba ser religiosa, ella me dijo solo recuerda estas palabras: “Quien pone la mano en el arado y mira hacia atrás no es digno de Mí” Esta frase evangélica ha sido una gran fuerza para continuar dando lo mejor de mí en este gran partido. Pero en medio de los momentos en los cuales siento que estoy perdiendo el partido, he aprendido a agudizar el oído para escuchar las indicaciones del TECNICO, a veces no ha sido fácil porque en medio del mucho ruido, no he podido escucharlo con claridad, pero ha llegado ese momento en el cual me he acercado a Él para escuchar cada una de sus indicaciones y cuando esto pasa, todo empieza a fluir de una manera muy fácil, por eso nunca debemos quitar los ojos de nuestro verdadero enfoque, pues cuando esto sucede nunca le atinaras para hacer el gol. Y en medio de esta hermosa experiencia he tenidos grandes personas que me han ido acompañando desde su experiencia misionera y como consagradas, verdaderos tesoros y ángeles que el Señor me ha puesto en este gran partido y cada una de ellas ha permitido centrarme en mi objetivo que es Cristo y el deseo de jugar solo para ÉL. Ahora vivo un gran momento en mi etapa de formación, aunque no fue nada fácil para mi venir a otro país, sentir mi familia tan lejos; pero me abandone en los brazos de mi buen Dios y como un niño pequeño confié plenamente en Él y hoy con alegría y certeza digo: Panamá es para mi y seguirá siendo ese verdadero oasis en medio del desierto, porque cuando sentía que el partido ya estaba terminando Él Señor vino y me dio a comprender que este partido apenas estaba empezando; el estar en otro país, conocer otra cultura, me ha llevado a salir de mi misma y a pensar en los otros, a pensar en todos aquellos evangelizandos que tienen que caminar horas y horas para llegar a la capilla a encontrarse con el AMADO; y ver en sus rostros la alegría porque han recibido al Señor me llena de mucha fuerza y deseos de darme más y más con el único fin de que ellos conozcan cada vez más al Señor, se fortalezca su amor y continúen dándolo a conocer. Panamá me ha enseñado mucho, ver la fe y la experiencia de cada uno de ellos me da a conocer que vale la pena seguir juagando en esta hermosa selección, que vale la pena seguir con la camiseta bien puesta y hacer las mejores jugadas para darle la victoria solo a Él y así cuando suene el ultimo pitazo poder decir como San Pablo: “He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida con la que el Señor juez justo, me premiará en aquel día” Timoteo 4. Sólo debemos tener presente que Dios tiene el poder de inundarnos con la satisfacción, la felicidad y el Amor. Él es el único que nos puede enseñar a ser como Él: desapegados, sencillos, alegres, verdaderamente generosos y felices… juguemos este partido con alma vida y corazón hasta que suene el último pitazo. Hna. Vivian Soraida Lemus Nagles Misionera de Santa Teresita

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¡La crisis del COVID-19, ha pillado por sorpresa a miles de Docentes programados, asegurados en el sistema, en el método, en la rutina de los días, la planeación llevada a cabo…todo se cae, se resquebraja…! Hacia ¿dónde mirar?, silencios mudos convertidos en palabras de riesgo, de alarma, de apuros, de trance… al fin, ¿por dónde empezar? Como niños tomados de la mano se realiza el milagro del sorpresivo trabajo en grupo, solos no, imposible… el temor, el miedo, el sin saber qué ha sucedido en minutos, atrapa para llevar a cabo lo que es y debe ser en educación. Trabajo mancomunado, solidarizado, asociado para triunfar…

Bendecida sorpresa, nos cambió la vida, sin ninguna distinción, nos ha puesto a prueba, y nos retó a implantar la “disciplina del saber” las relaciones intrafamiliares, laborales, sociales y el proceso enseñanza –aprendizaje en un cambio súbito y creativo.. Parados… nos detuvimos a pensar … nos atrevimos a dar el paso…: cómo mantener vivo el aprendizaje, ¿qué estrategias didácticas, metodológicas y pedagógicas implementar que mantengan encendido el amor y la ganas de aprender en los niños y jóvenes? Verdadero desafío… hay que llegar hasta los estudiantes , hay que llegar a su hogar que ha sido el lugar, a veces desconocido para muchos… importa que el estudiante “aprenda”, una nota… y ¿su hogar?... se convertirá de hoy en adelante en un pequeño salón de clases, en donde tal vez acurrucado con su cabeza entre las manos, se pregunte, qué ha sucedido y las lágrimas bañan su rostro, la pregunta, el miedo, la incertidumbre que rodea a toda su familia es el campo para debatir junto con su maestro que se halla en situación de apuro. Necesitará de la presencia…ausente… de su maestro, que se mantenga conectado para consolar, animar, motivar, y animar a seguir la cuesta aún cuando el camino haya cambiado, los tiempos se tornen grises… pero vamos… saldremos adelante, tomados de la mano de Dios, de sus familias y su escuela que los ama a través de sus directivas, maestros… a través de sus Padres que serán de hoy en adelante… por un tiempo… sus acompañantes fijos en esta tarea de “aprendizaje”. Retados, Maestros y estudiantes, padres de familia, sociedad, autoridades…todos… en el proceso enseñanza-aprendizaje; nos sentamos a pensar cómo impartir una educación amplia, integral y consolidada en el uso de las tecnologías de la comunicación y la información cercana, que nos permita llegar hoy con las herramientas esenciales y sencillas en un aprendizaje autónomo a cada una de las

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que viven más de cerca cada letra, cada número, cada gráfico, cada ejercicio que su hijo e hija integran su mundo educativo nunca experimentado en este siglo. La familia es el soporte evidente en el hoy, en la nueva forma de aprender y de enseñar. Como verdaderos maestros trabajamos incansablemente para intentar ganar la batalla ante esta calamidad y generar espacios de encuentro que sean accesibles al estudiantado, que vive un sinnúmero de realidades al interior de su hogar. Esta nueva realidad contemplada en el hoy, poco pensada en el ayer inmediato, nos lleva a implementar dinámicas de auto-formación y capacitación de tal forma que trasciendan desde los espacios escolares hasta los espacios familiares, con una virtualidad como reto en aprender, de re-aprender, generar y regular contenidos para un público que está del otro lado de la pantalla, conectados y muchos sin conexión, sin medios, solo el libro, el cuaderno y el interrogante: ¿qué voy a hacer? ¿He aquí la nueva provocación del maestro que no puede pensar sólo en sí mismo… tiene los medios? Y ¿sus estudiantes? Doble trabajo… ¿cómo llegar al excluido, al pobre, al carente de recursos? Es aquí cuando surgen muchos interrogantes: superar el miedo para actuar con eficacia y resolver los problemas, responder a las preguntas y a las incertidumbres consigo mismos, con la realidad de las familias, con el estado de sus estudiantes, y a la vez ser propositivos para dar soluciones cargadas de esperanza consigo mismos y curiosear el ser y el hacer de maestro en tiempo de Pandemia sorpresiva. La apertura al cambio nos reta no solo el tomarla como opción sino como oportunidad, es un desafío pedagógico que nos lleva a crear y recrear relaciones de confianza con todos, donde se reconoce al otro, se motiva a que se interese de su propia superación y se hace un acompañamiento pedagógico, emocional, tecnológico, teniendo presente que esta realidad que vivimos y la vida cotidiana de los estudiantes es tema de reflexión, que permite una mejor comprensión en esta nueva manera de aprender. En medio de esta crisis los valores cobran un sentido profundo, firme y constante en la búsqueda del bien común; es necesario promover la solidaridad y la responsabilidad. Solo la solidaridad “en acción” puede lograr que, como decía el poeta Píndaro, “lleguemos a ser lo que somos”; solo la solidaridad puede hacer, el que lleguemos a ser verdaderamente responsables de todos, y como desafío la responsabilidad y la solidaridad –desarrollarlos y sostenerlos siempre. Es así como descubrimos que el verdadero desafío de la educación hoy, consiste en mirarnos a los ojos y comprender que nos necesitamos para superar las dificultades. en verdadero ambiente de confianza, de fortalecimiento de la inteligencia espiritual, la inteligencia emocional, la inteligencia intelectual, y fuertemente la inteligencia social, que nos lleve a preparar una post-pandemia: maestros, padres de familia, estudiantes, con mentalidad nueva para enfrentar un cambio radical generador de progreso, equidad, justicia, creatividad y verdadero aprendizaje para el futuro, incierto, es verdad, pero que está en nuestras manos iluminado por la Palabra de Dios, mediante encuentros de comunidades, de oración, momentos celebrativos y de evaluación hacia el mañana, que generen actitudes de Fe, Esperanza y mucho AMOR a nuestro Padre Providente.

Hna. Marta Lucía Jiménez Salgado Misionera Teresita EQUIPO DE PASTORAL EDUCATIVA

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MISIONANDO AL RITMO DEL ESPIRITU Cuando somos capaces de entregar nuestras vidas al Señor desde un despojo total y una inmensa confianza, sentimos la fuerza del Espíritu que nos impulsa a estar en salida misionera. Esa experiencia la vivió el Venerable Monseñor Miguel Ángel Builes quien estuvo atento a misionar al ritmo del Espíritu que lo llevo a diferentes lugares para hablarle profundamente al corazón. En su libro “Cuarenta días en el Vaupés” en la página 32 podemos evidenciar cómo se conmovía frente a todo lo que experimentaba: “Feliz noche aquella que pase en la inmensidad insondable de la maraña, sintiendo las palpitaciones del Corazón de Dios y su augusta majestad, la que me envolvía suavemente y me sobrecogía sin turbarme. Y hablé con Dios mi padre, con Jesús mi amigo divino, con María mi madre adorada, con Teresita mi dulce compañera, con Javier volcán de amor, con José el primero de los santos, con Miguel el que me sigue prestando su espada y me comunica valor y estímulo. Hablé también con la naturaleza virgen, me incliné un poco y sentí sus pulsaciones; oré con ella y me elevé de nuevo hasta Dios para cantarle el himno de gratitud y amor y para rogarle que me diera lo que me pedía: almas, almas, almas, fuego en mi pecho, santidad de vida”. Nos estamos acercando a octubre mes en donde de manera especial recordamos la dimensión misionera que recibimos en el bautismo. El Papa Francisco nos recuerda en su mensaje para la XCIV Jornada Misionera Mundial que: «La misión, la “Iglesia en salida” no es un programa, una intención que se logra mediante un esfuerzo de voluntad. Es Cristo quien saca a la Iglesia de sí misma. En la misión de anunciar el Evangelio, te mueves porque el Espíritu te empuja y te trae»… La misión es una respuesta libre y consciente a la llamada de Dios, pero podemos percibirla sólo cuando vivimos una relación personal de amor con Jesús vivo en su Iglesia. Preguntémonos: ¿Estamos listos para recibir la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, ¿Estamos prontos, como María, Madre de Jesús, para ponernos al servicio de la voluntad de Dios sin condiciones? (cf. Lc 1,38)” Que sean estas mismas palabras del Papa Francisco las que nos motiven a dejarnos impulsar cada día por el Espíritu para misionar a su ritmo y decir con alegría como el profeta Isaías: “Aquí estoy, mándame” (IS, 6-8) en el hoy de la Iglesia y de la historia, haciendo de nuestras vidas una ofrenda agradable a Dios e instrumentos vivos de su amor a ejemplo de nuestro Amado Padre Fundador quien nos soñó Misioneras Teresitas aguerridas, sacrificadas, alegres y dispuestas a ir por el mundo entero haciendo “amar al amor “. Dejémonos sacudir por el Espíritu Santo para responder a las nuevas situaciones misioneras con sabiduría y de la mano de María Santísima hacer vida nuestro lema: “A Solo Dios el Honor y la Gloria”.

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EL ARTE DE FORMAR LAS NUEVAS GENERACIONES CON LA PEDAGOGÍA DE JESÚS La formación en nuestra Congregación de Hermanas Misioneras de Santa Teresita, es un servicio que requiere total dedicación, vida de oración, sentido de pertenencia por el Instituto, testimonio de radicalidad en el seguimiento a Jesús, comprensión, paciencia, docilidad al Espíritu Santo, discernimiento comunitario, apertura y conocimiento de la realidad de la joven que llega a nuestra Congregación con muchas expectativas y sueños. Agradecemos a Dios y a nuestras Superioras que nos han confiado tan delicada misión. En espíritu de Fe y confianza en el Señor, hemos asumido este servicio con alegría y compromiso, teniendo claro que la obra es de Él, viviendo con novedad nuestra vida Consagrada y colocando nuestras capacidades al servicio de la comunidad formativa del Prenoviciado MAB. Jesús sigue llamando a muchas jóvenes a entregar la vida generosamente, a ser felices y sentirse realizadas en este estilo de vida, y la primera animación vocacional que se hace visible, creíble y fecunda, es nuestro testimonio de vida Consagrada, que debe revelar el amor de Jesucristo que ha transformado nuestra vida y quiere transformar la vida de las jóvenes. En el ejercicio de este ministerio, es el mismo Jesús quien nos instruye, es nuestro Maestro y compañero de camino. Nos sentimos en su escuela porque todos los días aprendemos de Él a través de su Palabra, y coloca en nuestro corazón el deseo de dar lo mejor de nosotras. “Todo lo que Dios permite es para el bien de los que ha amado” (Rm 8, 28). Por consiguiente, hemos experimentado el amor de Dios, un amor que sana, libera, restaura, que nos impulsa a llevar a cabo un buen proceso de acompañamiento, brindando las herramientas necesarias para que las nuevas generaciones “hagan una opción libre, consciente y fiel, como respuesta a la llamada de Dios”. (Manual de formación pág. 1). En el proceso formativo llevado a cabo durante estos meses, hemos constatado la importancia de acercarnos a las jóvenes con respeto y cariño fraterno, conociendo su realidad personal y familiar, sus búsquedas, intereses, necesidades, sueños, deseos, alegrías, preocupaciones, para responder adecuadamente a lo que cada una va necesitando, y pueda así crecer integralmente. Gracias a la revisión continua del caminar formativo, vamos implementando estrategias que fortalezcan y dinamicen la vida de las jóvenes, motivándolas a descubrir el sentido de las cosas, asumir en libertad su opción, disfrutar lo que hacen, enamorarse de Jesucristo, asumir con responsabilidad su proceso, confrontar su vida y respuesta al Señor. Gracias al desarrollo del plan formativo de la Congregación y a los diferentes momentos vividos en nuestra casa formativa, las jóvenes van encontrando respuesta a sus inquietudes y comprendiendo progresivamente el sentido de su opción por Jesús. La elaboración de su proyecto de vida les traza un itinerario claro, que les ayuda a potenciar sus fortalezas y a trabajar los aspectos que requieren atención. 19


Nos sentimos responsables en la formación de las nuevas generaciones, porque amamos nuestra Congregación y deseamos que crezca en santidad y en número. Constatamos que el Señor sigue llamando obreros a sus mies, por consiguiente, queremos aportar significativamente en el cimiento de bases sólidas para el seguimiento del Señor, que lleve a las formandas a abrazar el carisma de la Congregación como don de Dios para la Iglesia, a vivir en comunidad el servicio misionero y abrazar los consejos evangélicos libre y alegremente. La alegría que experimentamos en este acompañamiento a las jóvenes es el signo de que nuestra opción por Jesucristo se renueva cada día, nuestra experiencia de Fe va creciendo y el seguimiento a Jesucristo y el servicio al Reino, le da sentido a nuestra vida consagrada, como don, regalo y gracia de Dios. El amor a Dios y al prójimo, nos motiva a avanzar en nuestro camino de santidad, en el que nos sentimos llamadas a vivir auténticamente nuestra vida consagrada, dando honor y Gloria a Dios, proyectando desde nuestro Carisma, la rica y fecunda vida y espiritualidad de Santa Teresita y de nuestro amado Padre Fundador. Formadoras Comunidad del Prenoviciado MAB 2020.

QUIN

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LA MISIÓN CON NUESTRO PADRE FUNDADOR

Este juego consiste en que te concentres y encuentres en el mismo escrito de los cuadros la respuesta que estos personajes quieren y en las fotos del fundador descubra las diferencias que encuentres.

Con la P empieza el nombre donde predicó Monseñor Builes al no haber Iglesia, las letras reflejan, aunque las veas en desorden

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Se convirtió en obispo, ingeniero y constructor, en arquitecto y albañil, en médico y enfermero en medio de la misión que el señor le encomendó. Y es el personaje del que tanto te he hablado hoy.

M______ _ ______

En este medio me movilizo muy temprano a los remos, pero se torna imposible…y así empezamos a navegar tropezando a cada golpe de remo con rocas y maderos

Acrab al

Comparten su vida, meditan y analizan sus problemas espirituales y materiales, y buscando la forma de rescatarlos para Cristo

sorenoisim

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La Comunidad de La Tebaida, Quindío, participa el grado obtenido por la Hna. María Eugenia Gómez Vásquez: “Especialista en Pedagogía y Desarrollo Humano”, de la Universidad Católica. La Hermana Luz Marina y sus consejeras H. Betty Sofía y H. Beatriz Elena, y las demás Hermanas de la comunidad de la sede provincial, le envían felicitaciones fraternas a la Hermana y a su comunidad local, por este logro, que con dedicación y sacrificio, ha obtenido. Una de las característica de la Misionera de Santa Teresita es la RESPONSABILIDAD . Para poder responder por la vida y misión, la Misionera de Santa Teresita se ha de capacitar continuamente en forma integral: su vida consagrada, su espíritu, su personalidad, su nivel académico, su capacitación para la vida comunitaria. Hoy existen muchas facilidades para la formación continuada, para la capacitación y actualización académica. Se pueden hacer en forma virtual cursos, diplomados, otros estudios. De común acuerdo con la Superiora Provincial es oportuno que las Hermanas se valgan de estos medios.

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