Daniel - Secretos de la profecía

Page 206

DANIEL SECRETOS DE LA PROFECÍA

Arilton Oliveira

DANIEL SECRETOS DE LA PROFECÍA

Descubre cómo la profecía nos capacita para enfrentar el futuro con confianza.

Arilton Oliveira

Daniel Secretos de la profecía Arilton Oliveira

Título original: Daniel: Segredos da profecía

Dirección: Germán Correa Traducción: Claudia Blath Diseño de tapa: Rogério Chimello Diseño del interior: Giannina Osorio

IMPRESO EN LA ARGENTINA Printed in Argentina

Primera edición MMXXI

Es propiedad. © 2013 Casa Publicadora Brasileira. © 2022 Asociación Casa Editora Sudamericana. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

Pág. 224, 21 x 14 cm

Se terminó de imprimir el 28 de septiembre de 2022 en talleres propios (Gral. José de San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires).

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y dise ño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor.

-113737-

ÍNDICE Palabras del autor ........................................................................................................8 Introducción 10 1. Daniel, un hombre amado por el Cielo .............................................. 17 2. Daniel, un libro sellado ................................................................................. 27 3. Desafíos culturales 37 4. Una estatua aterradora 51 5. El horno ardiente ............................................................................................. 71 6. Del palacio al pasto ........................................................................................ 81 7. La caída de Babilonia 91 8. Daniel en el foso de los leones .............................................................. 101 9. Cuatro bestias extrañas .............................................................................. 111 10. La visión del carnero y del macho cabrío 145 11. La purificación del Santuario terrenal................................................ 153 12. Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial 165 13. Daniel en el río Tigris ................................................................................... 181 14. Reyes en guerra ..............................................................................................187 15. Un tiempo de angustia sin precedentes 195 16. El establecimiento del eterno reino de Cristo ............................. 205 Conclusión .................................................................................................................. 213 Bibliografía 216

DEDICATORIA

Dedico esta obra a tres personas a las que quiero mucho:

A José y Adelaide, mis queridos padres, quienes me dieron la vida y me enseñaron el amor y el respeto por los demás con el ejemplo; y a Juliana, mi amada esposa, que ha llenado mi vida de un nuevo signifi cado y alegría.

La fascinación por el libro de Daniel llegó muy temprano a mi vida. Tenía solo trece años cuando asistí, durante la Semana Santa de 1985, a una serie de conferencias impartidas por el difunto Dr. Ema nuel Ruela, cuyo tema central aún hoy recuerdo: HAY VIDA EN SU MUERTE. Fue en ese momento, luego de conocer la hermosa historia de la Cruz, que acepté a Jesús como mi Salvador personal.

Entonces comencé a asistir a la Iglesia que estaba en mi barrio, Mucuri, en el municipio de Cariacica, ES. En esta sencilla iglesia, con hermanos queridos y celosos, teníamos el Culto de Poder todos los sábados a las siete de la mañana. Bajo la dirección de los hermanos Agostinho Machado, Valdomiro, Benedito Tonoli, Neudes Fraga, Ed virges Fraga, Samuel Ney, Nilton Gonçalves, Antônio Afonso y otros, estudiamos las profecías de Daniel acerca del “tiempo del fin”.

Me fascinó que esos hermanos conocían tanto sobre la Palabra de Dios. Repetían de memoria versículos bíblicos, razonaban lógicamen te, repasaban eventos históricos y personajes de la Biblia, y analizaban la historia. Todo esto me fascinaba.

En estas reuniones, se abría varias veces el libro de Daniel y se leían sus historias y sus profecías. Una estatua de varios metales, tres jóve nes arrojados a un horno, Daniel en el foso de los leones, un animal terrible y espantoso, un cuerno pequeño que hablaba insolencias, un tiempo de angustia como nunca existió, una resurrección especial; to dos eran temas que iban atrapando mi mente juvenil y haciéndome creer aún más en la inspiración de la Biblia y su relevancia para nues tros días.

Una cosa siempre me llamó la atención en estos estudios: “Jesús viene pronto para establecer su reino”. Esa era la nota clave de cada estudio. Ellos enseñaban que la piedra que “fue cortada del monte sin mano alguna”, que destruye la imagen (Daniel 2:45), sería el estableci miento final del Reino eterno de Cristo, que no tendría fin. Con estas bellas imágenes, mi mente juvenil se fue enamorando del estudio de

PALABRAS DEL AUTOR

9Palabras del autor

las profecías. Y comencé, como esos hermanos, a anhelar el regreso de Jesús. Realmente me convertí en adventista, alguien que no solo ama ba el regreso del Señor, sino también buscaba, por medio de mi propia vida y mi accionar, acelerar ese día extraordinario (2 Pedro 3:12).

Muchos de esos queridos hermanos ya no viven. Agostinho Ma chado, Antônio Afonso, Emanuel Ruela ya descansan en el polvo, como Daniel (Daniel 12:13). Afortunadamente, según el mismo Cris to, solo duermen (Juan 11:11), y llegará el día en que “serán desperta dos” para recibir la recompensa: “La corona de justicia” (Daniel 12:2; 2 Timoteo 4:8). Esto es lo que sucede cuando estudiamos a Daniel: nos enamoramos de Cristo y de su venida, y ni siquiera la muerte puede arrebatarnos la esperanza de nuestro corazón.

Como se le dijo a Moisés, en la zarza ardiente, debemos quitarnos “las sandalias”, porque estudiar el libro de Daniel es pisar Tierra Santa (Éxodo 3:5). Oremos para que el mismo Espíritu Santo que ayudó al profeta a registrar estas historias y estas profecías nos ayude a estudiar las y a comprenderlas. Que, a lo largo de cada capítulo, percibamos que el Reino de Cristo se acerca y busquemos ser ciudadanos de él.

Ese es el sincero deseo de tu hermano de peregrinaje. El autor

La profecía es un anticipo de la historia. La historia es una revi sión retrospectiva de la profecía. Y en ningún otro libro de la Biblia estos aspectos están más entrelazados que en los libros de Daniel y el Apocalipsis. Recibimos profecías que se relacionan con el período en que se escribieron los libros, y otras que se dieron para el denominado “tiempo del fin” o “los últimos días”.

Según la revelación profética, ya estamos viviendo en el llamado “tiempo del fin”. Esto significa que los mensajes de Daniel y el Apo calipsis están dirigidos especialmente a nosotros. Vemaos algunas de las razones por las que debemos estudiar cuidadosamente el libro de Daniel:

a. Porque es inspirado por Dios: Ningún mortal puede conocer el futuro, a menos que Dios se lo revele. Y a Daniel le fue reve lado parte de ese futuro. Se le revelaron, al menos, 2.500 años de historia. Estudiar el libro de Daniel es desentrañar los acon tecimientos que aún nos esperan; no como los “videntes” de la modernidad que, por medio de “vaticinios” y predicciones des cabelladas, tratan de adivinar lo que sucederá, sino al conocer el futuro revelado por el Señor de la historia, que conoce el fin desde el principio (Isaías 46:10).

b. Porque está dirigido especialmente a quienes viven en los úl timos días de la historia: El libro aborda la historia y la pro fecía. La parte profética, según el ángel Gabriel, le fue velada a Daniel, y el conocimiento de estas profecías solo sería posible en el tiempo del fin, es decir, en nuestros días, como veremos con más detalle.

c. Porque brinda esperanza y optimismo en un momento de crisis sucesivas, violencia y confusión de valores y creencias: Nunca en la historia de la humanidad habíamos visto a tanta gente deambular sin rumbo fijo. Vidas vacías, solitarias, sin sentido. Estudiar el libro de Daniel es recibir una sobredosis de

INTRODUCCIÓN

esperanza y fe. Es encontrar significado no solo en la historia secular, sino en nuestra propia historia. Es descubrir que hay un Dios que ama y cuida paternalmente a sus hijos, incluso cuando hay hornos ardientes y leones.

d. Y, además de todo lo dicho, porque Dios mismo lo indicó: En el Antiguo Testamento, hablando de la justicia de sus castigos contra los pecadores, Dios declaró: “Aunque Noé, Daniel y Job estuvieran allí [la tierra en pecado], su justicia los salvaría solo a ellos y no a ningún otro, dice el Señor Soberano” (Ezequiel 14:14, NTV). Jesús, en su discurso profético sobre el fin del mundo, pone especial énfasis en el libro del profeta. Mateo 24 es un capítulo de pura profecía y, al mismo tiempo, parece una crónica actualizada de nuestros tiempos. Luego, Jesús llama la atención sobre el libro de Daniel y los hechos que allí se anun cian (Mateo 24:15).

Quienes consideran que Daniel y el Apocalipsis son auténticos y verdaderos, defienden la literatura apocalíptica de la Biblia como una forma de profecía predictiva. Esto se distingue principalmente por al gunas razones:

a. Narración de las visiones tal como fueron vistas.

b. Uso de símbolos predominantemente como vehículos de reve lación que son interpretados (como en el caso del carnero y el macho cabrío de Daniel 8), o no (como con la mujer vestida de sol de Apocalipsis 12).

c. Predicción del futuro del pueblo de Dios (Israel en el Antiguo Testamento y la Iglesia en el Nuevo Testamento) en relación con las naciones de la tierra en el momento de la venida del Mesías.

d. Estilo en prosa (no poético) que caracteriza las otras porciones proféticas del Antiguo Testamento.

Por excelencia, el libro de Daniel es un libro profético, como lo es el Apocalipsis. Pero ¿cuáles son los propósitos de la profecía? Pode mos destacar dos: (a) Permitir que el pueblo de Dios se prepare para el futuro y (b) que al ver el cumplimiento de las profecías en la historia secular, acrecentemos nuestra confianza en la Biblia como la Palabra inspirada de Dios.

11Introducción

12 Daniel Secretos de la profecía

No se puede exagerar la importancia del estudio de la Biblia. Como en ningún otro período de la historia, vivimos en un mundo lleno de confusión religiosa y de innumerables voces que proponen presen tar una dirección segura para la vida espiritual. Sin embargo, solo la Palabra confiable de Dios, la Biblia, puede ser una guía segura para nuestra vida. Más que eso, necesitamos un manual ético para una so ciedad tan desprovista de valores morales y de justicia. Necesitamos una guía para las crisis existenciales, para los problemas insolubles de la vida moderna, para las dificultades y los conflictos presentes, jamás imaginados. Esto es lo que se nos ofrece en el precioso libro de Daniel.

En el primer capítulo, veremos la importancia de cultivar buenos principios de salud, y la estrecha relación que existe entre lo que come mos y lo que somos. Aprenderemos de Daniel cómo un estilo de vida basado en la Biblia puede ser una herramienta poderosa para el éxito en todos los aspectos de la vida: físico, mental y espiritual.

En el segundo capítulo, veremos que Dios le revela el futuro de la humanidad a un rey impío de una nación pagana. Esta primera visión del libro, de las cuatro que se estudiarán, nos mostrará a Jesús como el Señor de la historia, como el que pone y quita reyes, como el que da sabiduría y fortaleza a sus hijos.

En el tercer capítulo, veremos a un rey orgulloso que, a pesar de to das las revelaciones que recibió, quiso tomar el lugar de Dios y gober nar su propia historia. Veremos claramente el conflicto entre el bien y el mal, y cómo las fuerzas satánicas actúan para perseguir y destruir a los “santos de Dios”. Pero al final de la historia, descubrimos a un Dios que no solo ama, sino también ingresa al fuego para proteger a sus amados hijos.

En el cuarto capítulo, veremos cómo obra Dios, hasta dónde llega su misericordia para salvar. Y encontraremos que, muchas veces, el mal que nos sobreviene son permisos divinos para enseñarnos leccio nes espirituales y prepararnos para la vida eterna.

En el quinto capítulo, veremos el cumplimiento histórico de las profecías de Jeremías (capítulo 25) y de Isaías (capítulos 44 y 45) sobre la caída de Babilonia, la grande. Comprenderemos que Dios no tolera para siempre las afrentas que se le hacen, y nos sorprenderemos al des

cubrir que la caída del mayor Imperio de todos los tiempos, Babilonia, es un tipo de la victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal (Apocalip sis 14:8; 18:2) y de la liberación de su pueblo en los días anteriores de su venida (Apocalipsis 16:12; 18:4).

En el capítulo seis, entraremos al foso de los leones, acompañados por un gigante en la fe, Daniel, quien, a riesgo de su propia vida, pre firió mantener la comunión con el Cielo antes que obedecer el decreto de los hombres. La oración era su fuente de poder y el secreto de la victoria.

De los capítulos 7 al 12, veremos varias profecías que muestran la acción de Dios en la historia para cumplir sus propósitos y liberar a su pueblo. Cuatro bestias que suben del mar; un tribunal que se sienta a juzgar; la visión de un carnero y un macho cabrío que pelean entre sí; un cuerno pequeño que habla insolencias y blasfemias; setenta se manas de oportunidad para el pueblo de Daniel (los judíos); reyes del norte y del sur que luchan por la supremacía; un tiempo de angustia como nunca ha habido en la historia; los 1.335 y los 1.260 días, y otras. Estas son escenas proféticas que abarcan un largo período de la histo ria, desde los días de Daniel hasta los nuestros.

Daniel: Secretos de la profecía es un libro para estudiar con mucha oración. Ese es el desafío para ti, querido lector. Si todavía no lo has hecho, ora ahora y suplica la luz del Cielo para que el mismo espíritu que ayudó a Daniel hace más de 2.500 años pueda estar a tu lado y darte a conocer las verdades que el gran Dios tiene para tu vida. La escritora Elena de White hizo varias declaraciones acerca de la impor tancia del estudio del libro de Daniel. Aquí destacamos algunas:

“La luz que Daniel recibió de Dios fue dada especialmente para estos últimos días. Las visiones que él tuvo […] están hoy en proce so de cumplimiento, y todos los acontecimientos predichos pronto ocurrirán”.1

“Cuando los libros de Daniel y el Apocalipsis sean mejor entendi dos, los creyentes tendrán una experiencia religiosa completamente diferente. Recibirán tales vislumbres de los portales abiertos del Cielo,

1 Elena de White, Testimonios para los ministros (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Edi tora Sudamericana, 2013), p. 129.
13Introducción

que en la mente y el corazón se les grabará el carácter que todos deben desarrollar con el fin de comprender la bendición que será la recom pensa de los puros de corazón”.2

“Grandes verdades que han yacido desatendidas desde el día de Pentecostés han de brillar desde la Palabra de Dios en su pureza na tiva. A quienes de veras aman a Dios, el Espíritu Santo les revelará verdades que habían desaparecido de la mente, y también revelará ver dades que son enteramente nuevas. Los que comen la carne y beben la sangre del Hijo de Dios extraerán de los libros de Daniel y el Apoca lipsis la verdad que está inspirada por el Espíritu Santo”.3

“Dejen que hable Daniel […]. Pero sea cual fuere el aspecto del tema que se presente, ensalcen a Jesús como el centro de toda esperanza”.4

2 Ibíd., p. 130.

3 Elena de White, Fundamentos de la educación cristiana (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), p. 526.

4 White, Testimonios para los ministros, p. 134.

“El profeta Daniel fue un ejemplo de auténtica santificación. Su vida fructífera se caracterizó por un incondicional servicio al Maestro. Fue una persona muy amada por el cielo (ver Daniel 10:11), y se le concedió una honra tal que raramente ha sido otorgada a los morta les. Además, la pureza de su carácter y su fidelidad a toda prueba era igualada únicamente por la sumisión y contrición que lo caracteriza ban” (Recibiréis poder, p. 99).

DANIEL, UN HOMBRE AMADO POR EL CIELO

La Biblia honra especialmente a dos hombres: a Juan, el discípulo amado, quien fue escogido para recibir las revelaciones del Apocalip sis, y a Daniel. Ellos fueron hombres a quienes Dios escogió para re velar sus propósitos acerca de los últimos días de la historia humana.

Daniel es un nombre común en la Biblia. Significa “Dios es mi juez”. David tuvo un hijo llamado Daniel (1 Crónicas 3:1). Había otro Daniel, hijo de Itamar (Esdras 8:2) y otro más en Nehemías 10:6. Pero de todos estos, Daniel, el príncipe de Judá, fue sin duda el personaje más importante de la historia bíblica.

Daniel nació en una familia judía de nivel alto que vivía en Palesti na, alrededor del año 622 a.C. Pasó su infancia en Judea, o el reino de Judá, y toda su vida adulta en Babilonia, donde fue llevado cautivo a la edad de dieciocho años.5

La historicidad del hombre Daniel y del libro que lleva su nombre está confirmada por la Biblia misma. En el Antiguo Testamento, el profeta Ezequiel se refiere a él (Ezequiel 14:14, 20), y en el Nuevo Tes tamento, nada menos que el mismo Cristo, en su discurso profético, cita el libro del profeta (Mateo 24:15).

5 Elena de White, Testimonios para la iglesia (Miami, FL: APIA), t. 4, p. 562.

1

Pero ¿quién era Daniel? ¿Qué información presenta la Biblia acerca de él? En su libro se nos ofrecen varios detalles:

1. Era de linaje real (Daniel 1:3, 4).

2. Se le cambió el nombre a Beltsasar (Daniel 1:7).

3. Era determinado (Daniel 1:8).

4. Fue entendido en todo sueño y visión (Daniel 1:17).

5. Era un joven sabio (Daniel 2:14).

6. Confiaba en Dios (Daniel 2:16; 6:23).

7. Era un joven de oración (Daniel 2:18; 6:10; 9:3).

8. Estaba agradecido a Dios (Daniel 2:19, 20).

9. Llegó a ser gobernador y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia (Daniel 2:48).

10. No se olvidó de sus amigos (Daniel 2:49).

11. Poseía un espíritu excelente (Daniel 5:12; 6:3).

12. No era amante de los bienes terrenales (Daniel 5:17).

13. Era un joven fiel (Daniel 6:4).

14. Era siervo del Dios viviente (Daniel 6:20).

15. Era próspero (Daniel 6:28).

16. Era un estudioso de las Escrituras (Daniel 9:2).

17. Era un hombre muy amado por el Cielo (Daniel 9:23; 10:11, 19).

Una de las características que resaltan del personaje es, sin duda, el hecho de que era amado por el Cielo. Tres veces el Cielo hizo esta declaración (Daniel 9:23; 10:11, 19). Pero alguien que conozca un poco de la historia de este joven, podría decir: ¿Amado? ¿Cómo?

En plena adolescencia y vitalidad, llevado como esclavo a una tie rra lejana; tentado a consumir alimentos que no le eran habituales y estaban prohibidos por su religión; acusado y condenado por ser una persona de oración; víctima de la envidia y del engaño, arrojado injus tamente al foso de los leones: ¿es esto ser amado por el Cielo?

Bueno, el hecho de que enfrentemos adversidades en la vida no sig nifica que Dios no nos ame. Enfrentamos problemas y conflictos sim plemente porque estamos en este mundo de pecado. ¿Cuántas veces te has preguntado por qué suceden ciertas cosas? ¿Por qué terminó esa relación? ¿Por qué perdí a mi hijo en un terrible accidente? ¿Por qué sobrevino una enfermedad incurable? ¿Por qué la falta de empleo?

18 Daniel Secretos de la profecía

19Daniel, un hombre amado por el Cielo

¿Por qué no puedo hacer feliz a la persona que amo? Después de todo, ¿por qué no soy feliz?

¿Qué hizo que Daniel fuese una persona tan amada? No fueron las cosas que hizo ni las circunstancias que lo rodeaban, sino simple mente quién era él: un ser humano. Un ser humano que aprendió, en medio de las pruebas y las dificultades de la vida, a desarrollar rasgos de carácter y hábitos que el Cielo celebra.

La gran verdad es que Dios nos ama a todos. Quizá no sintamos ese amor, pero esa es la verdad. Puedes ignorarlo o incluso rebelarte contra él, pero él te ama. Nunca dejarás de amarlo, no importa lo que hagas. ¡Así es! Las personas pueden lastimarnos y herirnos, pueden abandonarnos y olvidarse de nosotros, pueden echarnos en cara nues tros errores y defectos, pero Dios nunca hará eso, porque él siempre nos amará. Y Daniel lo sabía. Sabía que era una persona amada por el Cielo, y eso lo ayudó a mantenerse firme en tiempos de prueba y peligro.

DANIEL, EL CAUTIVO

El gran antepasado del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es Abraham (Génesis 12:1-3). Él fue el padre de Isaac, quien fue el padre de Jacob. Jacob, a su vez, tuvo doce hijos, que formaron las doce tri bus de Jacob, o Israel, pues Dios mismo le cambió el nombre (Génesis 32:28). Así, el pueblo de Dios en el período del Antiguo Testamento era la nación de Israel, las doce tribus de Israel (Génesis 49:28).

Por odio y envidia, José, uno de los doce hijos de Jacob, fue vendido por sus hermanos a los ismaelitas y, por providencia divina, terminó en Egipto (Génesis 37:27, 28). Allí José llegó a ser gobernador, y en un tiempo de hambruna y miseria, Dios lo utilizó para ayudar a su pueblo proveyéndole alimento. Más tarde, el mismo Faraón, monarca de Egipto, invitó a los hermanos de José a vivir en la tierra de Gosén, una tierra próspera a orillas del río Nilo (Génesis 47:27). Mientras vi vió este Faraón, los israelitas fueron favorecidos. Pero un Faraón que no conocía a José subió al trono y, temiendo el número de israelitas y una posible rebelión, pronto los esclavizó (Éxodo 1:8-14). Este fue el primer cautiverio del pueblo de Dios.

Pasaron 430 años hasta que Dios levantó un libertador, Moisés, para sacar a su pueblo de Egipto y llevarlo a la tierra que le había prome tido a Abraham: Canaán (Génesis 13:14, 15; Éxodo 12:40). Con mano poderosa y diez plagas, Dios libró a su pueblo Israel de Egipto. Este se estableció en Canaán, y la tierra se dividió entre las tribus (Josué 1419). El sistema de gobierno diseñado por Dios para su pueblo siempre ha sido una teocracia; es decir, Dios gobierna. Sin embargo, en el deseo de imitar a las naciones vecinas, Israel pidió un rey (1 Samuel 8). Dios lo permitió y Saúl fue ungido como el primer rey de Israel (1 Samuel 10:17). Su reinado fue seguido por David y luego por Salomón.

Solo durante estos tres reinados se mantuvieron las doce tribus de Israel como un solo reino. Después de cuarenta años de reinado, Sa lomón muere y aparecen dos sucesores al trono: Roboam, su hijo, y Jeroboam, uno de sus siervos. En este momento de la historia, se pro duce la separación de las tribus. Dos tribus (Judá y Benjamín [1 Reyes 12:21]) siguen a Roboam, y diez tribus siguen a Jeroboam (1 Reyes 11:31). A partir de este momento, tenemos la dinastía del reino del norte, con capital en Samaria (1 Reyes 16:29) y la dinastía del reino del sur, con capital en Jerusalén (1 Reyes 14:21).

Por los pecados cometidos contra Dios y sus rebeliones, el reino del norte (diez tribus) sería diezmado y llevado cautivo. Varias profecías advirtieron a la gente de este peligro. El profeta Oseas había profetiza do: “Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada, sus niños serán estrellados y sus mujeres encintas serán abier tas” (Oseas 13:16). Isaías también había predicho: “Porque antes que el niño sepa decir ‘Padre mío’ y ‘Madre mía’, la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria serán llevados a la presencia del rey de Asiria” (Isaías 8:4).

Pero las advertencias del Cielo no fueron atendidas. Finalmente, llegó el cumplimiento de la profecía. El reino del norte, con su capital, Samaria, fue esclavizado y destruido por los asirios en el año 722 a.C. (2 Reyes 17:3-7). Este fue el segundo cautiverio del pueblo de Dios.

Pero la profecía no se limitó al reino del norte. El profeta Isaías también había predicho acerca del reino del sur: “Como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?” (Isaías

20 Daniel Secretos de la profecía

21Daniel, un hombre amado por el Cielo

10:11). El cautiverio también le sobrevendría a Jerusalén, el reino de Judá, si no abandonaba los pecados que los separaban de Dios (Isaías 59:2). Las diversas advertencias no fueron escuchadas, y el pueblo se alejó cada vez más de Dios. Cuando la Biblia declara que “Jehová en tregó” a Judá en manos de Babilonia (Daniel 1:1, 2), se refería al juicio de Dios, no a la fuerza o la estrategia de Babilonia.

Cuando analizamos la historia bíblica, descubrimos el “trasfondo” de los eventos del primer capítulo de Daniel. La historia se remonta a Ezequías, rey de Judá. Estaba enfermo y el profeta Isaías le recomendó que pusiera en orden su casa, pues la muerte era inminente. Ante esta dramática noticia, el rey oró con fervor, pidiendo que se le perdonara la vida, y su oración fuera respondida (2 Reyes 20:1-6). Dios respondió que le devolvería la salud y le añadiría otros quince años a su vida. Además, lo libraría de la mano del rey de Asiria. Ezequías luego le pi dió a Dios una señal de que esto realmente sucedería. Dios, quien creó el sol y lo comanda (Job 9:7), dijo que retrocedería diez grados (2 Reyes 20:11). ¿No es maravilloso descubrir a un Dios que mueve las estrellas del universo por amor a sus hijos, incluso cuando son rebeldes y des obedientes? Dios interfirió con la ley de la rotación de la Tierra, una ley que él había creado, para mostrarle al rey Ezequías cuánto lo ama ba. Este cambio en el movimiento de la Tierra no pasó desapercibido para los observadores babilónicos, quienes supieron que lo que habían observado tenía que ver con la curación del rey de Judá. Pronto, una delegación fue enviada para hacer averiguaciones.

Cuando la embajada de Babilonia llegó a Jerusalén, Ezequías “les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, especias y ungüentos preciosos, la casa de sus armas y todo lo que había en sus tesoros” (2 Reyes 20:13), pero nada dijo del Dios que mueve las estrellas a favor de sus hijos. Desperdició una gran oportunidad de testificar acerca del verdadero Dios.

Entonces, Dios reprende a Ezequías: “Vienen días en que todo lo que está en tu casa […] será llevado a Babilonia sin quedar nada, dice el Señor. Y de tus hijos que has engendrado, tomarán para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia” (2 Reyes 20:17, 18). Aquí vemos una profecía acerca de los príncipes judíos, y entre ellos Daniel,

Ananías, Misael y Azarías (Daniel 1:3).

El hijo de Ezequías, Manasés, comenzó a reinar cuando tenía doce años, junto a su padre. De los quince años de vida que se le prometie ron a Ezequías, diez de ellos Manasés fue cogobernante. Esto fue para darle al nuevo rey experiencia para el cargo. No sabemos si Ezequías buscó influir en su hijo, pero siguió una conducta religiosa totalmente diferente al patrón establecido por su padre.

La Biblia presenta su currículum real durante los 55 años de su reinado: (a) edificó los lugares altos que su padre había destruido; (b) levantó altares a Baal; (c) hizo un ídolo y lo adoró; (d) edificó altares en la misma casa de Dios (el templo construido por Salomón); (e) quemó a su hijo como sacrificio; (f) adivinaba por las nubes; (g) fue agorero y se relacionó con médiums y hechiceros; (h) hizo lo malo ante el Señor para provocarlo a ira, etc. (2 Reyes 21:2-7).

Ciertamente, nos faltarán palabras para enumerar todo lo abomi nable que hizo Manasés. Además de todo esto, derramó sangre ino cente de un lado a otro de Jerusalén: la sangre de aquellos que resis tieron su apostasía (2 Reyes 21:16). Pero la historia no termina ahí y, por momentos, nos provoca sorpresa y admiración. Este rey malvado se arrepintió y Dios le perdonó todo lo que había hecho (2 Crónicas 33:12, 13). Así es la Biblia. Está llena de historias que nos fascinan y nos hacen reflexionar sobre un Dios que ama, comprende y perdona (Sal mo 130:4). Pero el mal que había hecho Manasés no podía quedar sin consecuencias. Por medio de los profetas, Dios repitió la predicción de que el juicio caería sobre Jerusalén: “Extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y el plomo de la casa de Acab. Limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, que después que lo han limpiado, lo vuelven al revés” (2 Reyes 21:13). Dios simplemente estaba dejando que la gente sufriera las consecuencias de su rebelión.

Ahora entra en escena otro personaje: Amón, hijo de Manasés. Este resultó ser peor que su padre. Nunca dio evidencias de arrepen timiento y fue asesinado después de un breve reinado de dos años (2 Crónicas 33:21-24).

Cuando murió Amón, su hijo Josías reinó en su lugar. Una de las primeras tareas de Josías fue reparar el Templo. Mientras realizaba este

22 Daniel Secretos de la profecía

23Daniel, un hombre amado por el Cielo

trabajo, encontró el “libro de la Ley” dado por Moisés (Deuteronomio 31:24-26; 2 Crónicas 34:14), que había estado perdido por mucho tiem po. Al descrubrir que el libro de la Ley de Dios había sido olvidado, no nos sorprende la rebelión ni la miseria de los reyes anteriores a Josías. Ese es el resultado natural de no escuchar las orientaciones divinas.

Al encontrar el libro, Josías promovió la reforma espiritual entre el pueblo de Dios. Sin embargo, su sucesor, Joacaz, no continuó la obra. Se menciona que Joacaz “hizo lo malo ante los ojos del Señor” (2 Reyes 23:32). Fue llevado como rehén a Egipto y allí murió (2 Crónicas 36:4). El siguiente rey, Joacim, fue igual de malvado, y en sus días comen zó el cautiverio babilónico (2 Crónicas 36:6). A medida que rastrea mos la historia del pueblo de Dios antes del cautiverio, llegamos a la conclusión de que Dios no es arbitrario en el trato con sus hijos, sino más bien paciente, compasivo y dispuesto a aceptar el arrepentimien to. Pero cuando el pueblo no se arrepiente, él le permite cosechar los frutos de su desobediencia. Eso es lo que veremos en la historia del cautiverio babilónico, el tercer cautiverio del pueblo de Dios.

PROMESA DE LIBERACIÓN

Aun así, Dios nunca abandona a su pueblo. Se dieron varias pro fecías acerca del regreso del cautiverio babilónico, con el objetivo de alentarlos y darles esperanza. Dios no dejó a su pueblo en la oscuridad acerca de los eventos que ocurrirían. Todos los detalles fueron puestos ante sus ojos mediante los profetas Jeremías e Isaías:

a. El reino de Judá sería esclavizado por Babilonia (Jeremías 25:11) durante setenta años (Jeremías 25:12).

b. Ciro sería el libertador del cautiverio babilónico (Isaías 45:1).

c. El secamiento de los ríos sería la estrategia militar que Ciro usa ría para liberar a los judíos (Isaías 44:27).

d. La ciudad de Jerusalén y el Templo serían restaurados nueva mente (Isaías 44:28).

e. En este Templo restaurado, el Mesías aparecería para salvar a su pueblo (Isaías 9:6; Hageo 2:9).

Los cristianos del siglo XXI corren el mismo riesgo que el pueblo de Judá en los días de Daniel. Tenemos en estos dos libros (Daniel y

el Apocalipsis) todos los detalles proféticos de todo lo que sucederá en los próximos años, y corremos el riesgo de ser tomados por sorpresa (Lucas 12:40). De ahí la urgente necesidad de estudiar las profecías de los libros de Daniel y el Apocalipsis a través de la lente de la historia.

DANIEL, EL PROFETA

No hay profecía sin profeta. Pero el oficio profético no se ejerce porque alguien lo quiera. Nadie puede hacerse profeta a sí mismo. El profeta es una persona a quien Dios llama y equipa para el ejercicio del oficio. Para ser profeta, una persona debe ser distinguida y poseer cualidades que la capaciten para este sagrado ministerio. Debe ser un siervo leal de Dios; fiel a todas las demandas de su Ley; humilde; sin pretensiones; celoso por el honor a Dios, su causa, su pueblo; un fer viente portavoz de Dios. Así fue Daniel, el amado de Dios. Dios usaría a este joven para escribir uno de los libros más extraordinarios de la Biblia. Vilmar Gonzáles presenta, en cada capítulo de su libro sobre Daniel, una manifestación de Jesús en su aspecto redentor, protegien do y cuidando a sus hijos:

Capítulo 1: Los nombres de Daniel, Ananías, Misael y Azarías sig nifican atributos inherentes a Cristo.

Capítulo 2: Jesús se revela indirectamente por medio del sueño dado a Nabucodonosor.

Capítulo 3: Jesús se revela directamente a Nabucodonosor, quien lo vio en el horno de fuego.

Capítulo 4: Nabucodonosor reconoce el poder de Cristo, quien lo humilló, y reconoce su misericordia cuando es restaurado al trono.

Capítulo 5: El nombre de Jesús es vindicado después de haber sido profanado. La destrucción de Babilonia fue necesaria para que Israel fuera liberado del cautiverio.

Capítulo 6: El poder de Jesús para liberar a Daniel del foso de los leones.

Capítulo 7: La corte divina se sienta para intervenir en los asuntos de la humanidad y salvar a los “santos del altísimo”.

Capítulo 8: La purificación del santuario y la intercesión de Cristo para perdonar los pecados de su pueblo y traer juicio a los impenitentes.

24 Daniel Secretos de la profecía

25Daniel, un hombre amado por el Cielo

Capítulo 9: Clímax del amor de Dios al enviar a su Hijo a la mitad de la septuagésima semana y salvar a los pecadores.

Capítulo 10: Cristo (Miguel) interviene en la política mundial para favorecer y salvar a su pueblo.

Capítulo 11: Victoria de Cristo para su pueblo en las guerras de los reyes del norte y del sur.

Capítulo 12: La victoria final y abrumadora de Cristo, al guiar a su pueblo a lo largo del tiempo final de angustia hasta el descanso eterno y la recompensa.6

Notamos a un Dios que dirige la historia, exalta sus leyes y guía los intereses de su pueblo. También podemos notar el trato amoroso de Dios hacia Daniel en el exilio. Tanto sus experiencias en la corte babilónica, como recibir la interpretación de sueños, la liberación de sus compañeros del horno de fuego, y mantenerlo en el poder en la transición de los imperios, son escenas de una historia del amor y cui dado paternal de Dios.

Durante los setenta años que estuvo cautivo en Babilonia, Daniel fue testigo presencial del accionar de Dios, y receptor del amor y el cuidado de Dios. Es maravilloso pensar que el trato dado a Daniel (un hombre muy amado por el Cielo) es el mismo que Dios quiere darnos a todos nosotros. Como Daniel, ahora estamos viviendo en cautiverio espiritual. La gran “Babilonia” (Apocalipsis 17; 18) está por todas par tes, con sus seductoras tentaciones y trampas. Los días que estamos viviendo también requerirán de nosotros una fe firme y un carácter noble como fue requerido de Daniel en los días de la Babilonia literal.

¿Estamos preparados para esta gran batalla moral y espiritual? ¡Que la historia de Daniel, un hombre amado por el Cielo, nos llene de esperanza y de fe!

6 Vilmar E. González, Daniel y Apocalipsis (Feira de Santana, BA: Grafinort,
1994), p. 3.

“En el Apocalipsis todos los libros de la Biblia se encuentran y ter minan. En él está el complemento del libro de Daniel. Uno es una pro fecía, el otro una revelación. El libro que fue sellado no fue el Apoca lipsis, sino aquella porción de la profecía de Daniel que se refiere a los últimos días. El ángel ordenó: ‘Tú empero, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin’ (Daniel 12:4)”.

(Los Hechos de los apóstoles, p. 482).

DANIEL, UN LIBRO SELLADO

EL LIBRO DE DANIEL

La costumbre de dar al libro el nombre de su héroe principal se puede ver en varios ejemplos: Josué, Samuel, Ester, Job, etc. Lo mismo sucede con Daniel, pues el príncipe de Judá es el protagonista principal.

La autoría del libro ha sido muy cuestionada en los últimos años. Sin embargo, la opinión tradicional, tanto de judíos como de cristia nos, es que el libro fue escrito en el siglo VI a.C. y que Daniel fue su autor. Las pruebas a favor de esta opinión son las siguientes:

a. Varias expresiones en el propio libro. El profeta usa la primera persona varias veces (8:1-7, 13-19, 27; 9:2-22; 10:2-5, etc.). Tam bién afirma que se le ordenó personalmente que preservara el libro (12:4).

b. El autor conoce bien la historia. Solo un hombre que vivió en el siglo VI a.C., conocedor de los asuntos babilónicos, podría haber descrito los eventos históricos registrados en el libro.

c. El testimonio del mismo Cristo. Jesús mencionó a Daniel como el autor del libro que lleva tal nombre (Mateo 24:15).

En cuanto a la fecha de la composición del libro, ciertamente fue escrito en Babilonia, durante el período en que Daniel estuvo cautivo allí. Con la excepción del capítulo 4, escrito por el mismo Nabucodo nosor, rey de Babilonia, todos los demás capítulos fueron escritos por Daniel.

2

DIVISIONES DEL LIBRO

El libro de Daniel se divide en dos segmentos fácilmente distingui bles: historia y profecía. Las profecías tratan de eventos importantes en el curso de la historia humana y apuntan a un período llamado “tiempo del fin” (capítulos 7 al 12). La parte histórica (capítulos 1 al 6) enseña cómo podemos prepararnos para el “tiempo del fin”. Estas historias hablan de fe, coraje y esperanza. Sin embargo, el libro cons tituye una unidad literaria. Uno de los argumentos que sostienen este concepto es que diferentes partes del libro están relacionadas entre sí. Por ejemplo:

a. El uso de los utensilios del templo en la fiesta promovida por Beltsasar (Daniel 5:3) solo puede entenderse al considerar cómo llegaron estos utensilios a Babilonia (Daniel 1:1-2).

b. En el versículo 12 del capítulo 3 se hace referencia a una medida administrativa de Nabucodonosor que se describe por primera vez en el versículo 49 del capítulo 2.

c. En el versículo 21 del capítulo 9 se hace referencia a una visión previa (8:15, 16).

d. La parte histórica del libro contiene una profecía (capítulo 2) directamente relacionada con el tema de la profecía del capítulo 7. Y en la parte profética tenemos un relato, donde se registra la oración de Daniel en el contexto de una profecía: “Setenta sema nas” dadas a los judíos (Daniel 9:24).

CONTEXTO HISTÓRICO

El libro de Daniel contiene el registro de algunos hechos históri cos en la vida del profeta y sus amigos, judíos deportados que estaban al servicio del rey de Babilonia. También registra cuatro visiones re cibidas por Daniel aludiendo a su época (capítulo 2) y al tiempo del fin (capítulos 7-12). Aunque el libro fue escrito en Babilonia durante el cautiverio, no pretendía proporcionar una historia del exilio de los judíos, y mucho menos una biografía de Daniel. El libro relata las vi vencias de la vida del estadista-profeta, y la parte profética, registrada con el propósito específico de guiar al pueblo de Dios en el tiempo del fin. Por eso el libro fue sellado hasta esa fecha (Daniel 12:4).

28 Daniel Secretos de la profecía

TEMA DEL LIBRO

El tema central de Daniel es el gran conflicto entre el bien y el mal, entre la voluntad de Dios y la voluntad del hombre, entre las verdades del Cielo y las creencias paganas, entre el gobernante eterno del uni verso y los gobernantes transitorios de la tierra. El pueblo de Dios está envuelto en el conflicto, y es blanco de los ataques de las fuerzas del mal. Por lo tanto, el tema del libro no solo pretende indicar el ascen so y la caída de los imperios mundiales, sino demostrar cómo Dios arroja al polvo el orgullo de los reyes y establece a otros en su lugar; cómo tiene en sus manos la historia humana y cómo guía a su pueblo en la marcha ascendente y victoriosa hacia la tierra prometida. Ya en Daniel 1:2, se dice que Dios “entregó” a Joacim, rey de Judá, a Nabuco donosor, rey de Babilonia. El cautiverio del pueblo de Dios no ocurre por voluntad de Nabucodonosor, sino por dirección divina (Jeremías 25:11, 12; 2 Reyes 20:17, 18), y Nabucodonosor solo sería un instru mento usado por Dios para enseñar una lección preciosa a su pueblo (Esdras 5:12; Jeremías 25:9). Asimismo, la liberación y el regreso del pueblo de Dios a Jerusalén no sería una obra humana, sino que Dios usaría a Ciro, como usó a Nabucodonosor, para llevar de regreso a los hijos cautivos (Isaías 44:27, 28; 45:1).

Al dar un relato detallado del trato de Dios hacia Babilonia, el libro nos permite comprender el significado del ascenso y la caída de otras naciones, cuyas historias se describen en la porción profética del libro. Se presenta a Dios al control de los asuntos en la Tierra. Nada está fuera de su conducción. Así, descubrimos la verdadera filosofía de la historia: Dios actúa en el tiempo para cumplir su propósito eterno de salvar al hombre, restaurando en él su imagen.

La misión de Daniel, en este contexto, era lograr la sumisión de la voluntad del rey a la voluntad de Dios, para que se cumplieran los propósitos divinos. En un momento crucial de la historia, Dios reunió a Daniel y a Nabucodonosor.

VISIONES PROFÉTICAS DEL LIBRO

El libro de Daniel registra cuatro visiones proféticas. Cada una de ellas alcanza su clímax cuando “el Dios del cielo” levanta “un reino que

29Daniel, un libro sellado

nunca jamás será destruido” (Daniel 2:44), cuando el “Hijo de Hom bre” recibe “el dominio eterno” (Daniel 7:13, 14), cuando la oposición al “Príncipe de los príncipes” sea quebrantada “sin mano humana” (Daniel 8:25), y cuando el pueblo de Dios sea librado para siempre de sus opresores (Daniel 12:1). En todos estos momentos vemos la acción de Dios en la conducción de la historia.

Estas visiones abordan la lucha entre las fuerzas del bien y del mal, desde los días de Daniel hasta el establecimiento final del reino de Cristo. En ellas, vemos la acción de Satanás, que utiliza poderes terre nales para tratar de frustrar los planes de Dios y destruir a su pueblo.

La primera visión (capítulo 2) trata principalmente de cambios en el ámbito político. Su propósito era dar a conocer a Nabucodonosor, líder de la gran Babilonia, lo que sucedería en el futuro (Daniel 2:29).

La segunda visión (capítulo 7) complementa la primera y predice la victoria final de los “santos del Altísimo” en el juicio de Dios sobre sus enemigos (Daniel 7:14, 18, 26, 27).

La tercera visión (Daniel 8 y 9) complementa la segunda y destaca los esfuerzos de Satanás por destruir la religión y el pueblo de Cristo, tratando de impedir su regreso a Jerusalén, la reconstrucción del san tuario y el regreso de los sacrificios expiatorios.

La cuarta y última visión (capítulos 10 al 12) presenta un resumen de las visiones anteriores y ofrece una gama mucho más amplia de de talles del gran conflicto que involucra a las fuerzas del bien y del mal. Además, surge un nuevo elemento. Esta visión pone especial énfasis en el tiempo en que se entendería la parte profética de Daniel, espe cialmente en relación con “el tiempo del fin” (Daniel 12:4, 9). Es decir, el libro de Daniel tendría una parte sellada que no se podría entender en aquellos días (Daniel 8:27), sino solo en “el tiempo del fin” (Daniel 12:2).

SELLADO HASTA EL “TIEMPO DEL FIN”

En la cuarta y última visión del profeta Daniel, se le dijo que era para “los últimos días, […] esos días venideros” (Daniel 10:14).

Daniel recibió instrucciones de cerrar y sellar esa parte de la profe cía acerca de los últimos días hasta que, por medio del estudio diligen

30 Daniel Secretos de la profecía

31Daniel, un libro sellado

te del libro, aumentara el conocimiento de su contenido (Daniel 12:4). Estas profecías requieren una atención especial, ya que están destina das específicamente para el tiempo en que vivimos.

La escritora Elena de White nos ayuda a entender este tema. Con respecto al sellamiento del libro de Daniel, escribió: “En el Apocalip sis todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan. En él está el complemento del libro de Daniel. Uno es una profecía, el otro una revelación. El libro que fue sellado no fue el Apocalipsis, sino aquella porción de la profecía de Daniel que se refiere a los últimos días (Dan. 12:4)”.7 Así, entendemos que algunas de las profecías dadas a Daniel no eran para su época, pues se le ordenó “cerrar las palabras” y “sellar el libro” (Daniel 12:4).

Estudiar el libro del Apocalipsis arrojará una luz especial sobre los misterios revelados a Daniel. Aunque la parte de la profecía de Da niel relacionada con los últimos días había sido sellada (Daniel 12:4, 9), Juan recibió instrucciones específicas de no sellar “las palabras de la profecía” de su libro, el Apocalipsis, “porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 22:10). Por lo tanto, para obtener una comprensión más clara de cualquier parte del libro de Daniel que sea difícil de entender, debemos estudiar cuidadosamente el libro del Apocalipsis.

LA APERTURA DEL LIBRO DE DANIEL

Entonces, ¿cuándo se abriría el libro de Daniel? ¿Cuándo podría entenderse su parte profética acerca de los acontecimientos de los “úl timos días”? ¿Puede ayudar el Apocalipsis? Analicemos con deteni miento el capítulo 10. Juan escribió:

Entonces vi descender del cielo a otro ángel podero so, envuelto en una nube, y el arco iris sobre su cabeza. Su rostro era como el sol, sus piernas como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto; puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra, y clamó a gran voz como ruge un león. Y cuando hubo

7 Elena de White, Los hechos de los apóstoles (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), p. 482.

clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hablaron, yo iba a escribir, pero una voz del cielo me dijo: “Sella lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas”. Entonces el ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, Creador del cielo y cuanto hay en él, la tierra y cuanto hay en ella, y el mar y cuanto hay en él, que el tiempo no será más (Apocalipsis 10:1-6).

Al comparar la visión de este poderoso ángel que desciende del cielo con la visión que tuvo Juan en Apocalipsis 1:13 al 16, podemos concluir que este ángel es Jesucristo mismo (ver imágenes paralelas de esta visión en Ezequiel 1:26 al 28 y Daniel 10:5 y 6). La posición con un pie sobre el mar y otro sobre la tierra significa el amplio alcance de la proclamación de su mensaje,8 y el librito abierto en su mano era el libro del profeta Daniel.9

Algo peculiar de esta visión de Apocalipsis 10 es que el librito es taba “abierto” en la mano del ángel. En Daniel 12:4, 9, al profeta se le ordenó sellar el libro “hasta el tiempo del fin”. ¿Había llegado el mo mento, entonces, en los días de Juan, de abrir el libro? ¿Había llegado el tiempo del fin?

En Daniel 12:6, uno de los seres celestiales le pregunta al hombre vestido de lino: “¿Cuándo se cumplirán estas maravillas?” El hombre vestido de lino revela que sería después de “un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo” (Daniel 12:7). En la profecía bíblica, “un tiem po” equivale a un año (ver Daniel 11:13). Así que tres tiempos y medio es igual a tres años y medio, o 42 meses (12 + 12 + 12 + 6 = 42 meses) o 1.260 días (42 meses × 30 días = 1.260 días).10 Tomando en cuenta otro principio de interpretación profética llamado “principio de día por

8 Elena de White, Mensajes selectos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudame ricana, 2015), t. 2, p. 134.

9 Francis D. Nichol, ed., Seventh-Day Adventist Bible Commentary (Washington, DC: Review and Herald, 1976-1980), t. 7, p. 797.

10 El año judío constaba de 360 días, que es menos de 365 días en un año solar y más de 356 días en un año lunar. Trescientos sesenta días es el promedio aproximado entre el año solar y el año lunar.

32 Daniel Secretos de la profecía

33Daniel, un libro sellado

año”, donde cada día literal equivale a un año en profecía (Números 14:34; Ezequiel 4:6, 7), entonces tendríamos 1.260 años literales hasta la llegada del “tiempo del fin”.

Daniel 7:25, al hablar del “cuerno pequeño”, un poder antagónico a Dios, dice que los siervos de Dios, llamados “santos” en Daniel, “serán entregados en su mano por un tiempo, dos tiempos y medio tiem po”, la misma expresión usada en Daniel 12:7. Este mismo período de tiempo se puede encontrar en el libro del Apocalipsis, capítulo 12, que involucra la persecución del pueblo de Dios. Juan, al hablar de la severa persecución que la Iglesia de Cristo (simbolizada aquí por una mujer vestida de sol) sufriría por parte de Satanás (simbolizado aquí por un dragón), dice que Dios prepararía un lugar en el desierto para sostener a la mujer por 1.260 días (Apocalipsis 12:6). Cuando llegamos al capítulo 13, encontramos que a la bestia que sube del mar se le daría autoridad para actuar durante 42 meses (Apocalipsis 13:5).

Por lo tanto, “un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo”, tres años y medio (Daniel 12:7), lo que equivale a “42 meses” (Apocalipsis 13:5), que a su vez equivale a “1.260 días” (Apocalipsis 12:6), son pe ríodos proféticos que apuntan a un mismo evento, a saber, la llegada del “tiempo del fin”, cuando se entendería la parte profética de Daniel.

Este período profético se ubica en la historia desde el año 538 d.C., cuando el poder papal recibe jurisdicción temporal, hasta 1798 d.C., cuando el Papa Pío VI es encarcelado en la Capilla Sixtina de Roma.11 Así, los 1.260 años nos llevan al año 1798, fecha señalada en la profe cía para la llegada del “tiempo del fin” (veremos esta profecía con más detalle cuando estudiemos el capítulo 7 de Daniel).

Pero hay otra profecía en Daniel que también aborda la llegada del “tiempo del fin”: la de Daniel 8:14. Según la información del ángel, cuando hubieran pasado “2.300 tardes y mañanas” (2.300 años, según la interpretación profética), el santuario sería purificado. La fecha de inicio de este período de 2.300 años aparece en Daniel 9:25, “desde que salga la orden de restaurar y reedificar Jerusalén”. Según los estu

11 González, p. 149. Ver más detalles en: Alberto R. Timm, “A importância das datas de 508 e 538 A.D. no processo do estabelecimento da supremacia papal”, Revista Teológica, SALT IAENE, enero a junio de 1999, pp. 40-54.

34 Daniel Secretos de la profecía diosos, esta orden fue promulgada en el año 457 a.C., por el rey persa Artajerjes.12 Si contamos 2.300 años desde 457 a.C. llegamos a 1844 d.C. (veremos esta profecía con más detalle cuando estudiemos el ca pítulo 8 de Daniel).

Así, las fechas de 1798 y 1844 marcan, respectivamente, la llega da del tiempo del fin. A partir de estos años se podrían entender las profecías de Daniel que aluden al “tiempo del fin”. Juan, en su visión, ve el librito abierto, pues su mente había sido llevada a aquellos años, cuando ya había llegado el “tiempo del fin”. Entendemos que, con esta presentación hecha a Juan del librito abierto, se revelan las partes se lladas de la profecía de Daniel, especialmente el cómputo cronológico que marca el final de la profecía de las “2.300 tardes y mañanas” (Da niel 8:14).

Encontramos otra razón para creer que la llegada del “tiempo del fin” se dio en estos años en la misma visión de Juan en Apocalipsis 10. Juan estaba a punto de escribir lo que vio, pero recibió un mandato del Cielo que decía: “Sella lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas” (Apocalipsis 10:4). Por esto, entendemos que las revelaciones de la par te profética de Daniel tampoco eran para los días de Juan. Entonces, el ser celestial continuó: “En los días de la voz del séptimo ángel, cuando él esté por tocar la trompeta, el misterio de Dios se cumplirá, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (Apocalipsis 10:7). Pronto, cuan do la séptima trompeta estuviera lista para sonar, los misterios de Da niel serían revelados y entendidos.

Estas revelaciones están abiertas para nosotros hoy. No tenemos tiempo que perder. Necesitamos enfocar nuestras energías mentales para comprender los misterios del libro de Daniel. Solo esta comprensión nos preparará para los últimos y extraordinarios eventos que ten drán lugar en nuestro planeta. Por eso, el vidente de Patmos, cuando se abrió el libro, escuchó del mismo Cristo la proclamación: “El tiempo no será más” (Apocalipsis 10:6). El libro de Daniel ahora está abierto, y la revelación dada por Cristo debe ser llevada a todos los habitantes de la tierra, y sin demora.

12 Para un estudio detallado del decreto de Artajerjes en 457 a.C., ver Juarez Rodrigues de Oliveira, Chronological Studies Related to Daniel 8:14 and 9:24-27, pp. 9-20.

“Entre los hijos de Israel que fueron llevados a Babilonia al prin cipio de los 70 años de cautiverio se contaban patriotas cristianos, hombres que eran tan fieles a los buenos principios como el acero, que no serían corrompidos por el egoísmo, sino que honrarían a Dios aun cuando lo perdiesen todo. En la tierra de su cautiverio, esos hombres habrían de ejecutar el propósito de Dios dando a las naciones paganas las bendiciones provenientes del conocimiento de Jehová. Habían de ser sus representantes. No debían en caso alguno transigir con los idó latras, sino considerar como alto honor la fe que sostenían y el nombre de adoradores del Dios viviente. Y así lo hicieron. Honraron a Dios en la prosperidad y la adversidad; y Dios los honró a ellos” (Profetas y reyes, p. 351).

DESAFÍOS CULTURALES

Dado que vivimos en “el tiempo del fin”, cuando las profecías de Daniel llegarían a entenderse por completo, nos corresponde dedicar tiempo y energía al estudio de este maravilloso libro de la Biblia. Da niel contiene doce capítulos. El capítulo 1 sirve como una introduc ción adecuada al libro en su conjunto. Narra la primera invasión de Jerusalén por parte de Babilonia, el encarcelamiento y el cautiverio de Daniel y sus amigos, y la prueba que enfrentaron para ocupar un puesto en la corte real. También es central para comprender los even tos del capítulo 2, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, tiene un sueño misterioso sobre una estatua inquietante. También explica el origen de los vasos de oro y plata que se encontraban en Jerusalén y que fueron llevadas al templo de Marduk, dios principal de Babilo nia, y profanados momentos antes de su caída, según se relata en el capítulo 5. Por lo tanto, el primer capítulo proporciona detalles para comprender los eventos registrados a lo largo del libro.

La lección que se enseña en el capítulo 1 es la preocupación de Dios por las naciones y las personas. Según C. A. Auberlen y S. P. Tregelles, la misma división del libro en dos idiomas da fe de este hecho. Como sabemos, el libro de Daniel fue originalmente escrito en dos idiomas:

a) 1:1 a 2:4a: hebreo

b) 2:4b a 7:28: arameo

c) 8:1 a 12:13: hebreo

Estos autores sostienen que el cambio de idiomas es la clave para

3

38 Daniel Secretos de la profecía

entender los propósitos de Dios en el libro. En la medida en que existe una estructura, se observa que el libro de Daniel transmite un mensaje de juicio y derrota al mundo gentil, cuyos principales representantes en tiempos del profeta eran Nabucodonosor, Beltsasar, Darío y Ciro. El idioma apropiado en esta parte que se refiere a los gentiles es el ara meo, el idioma diplomático y comercial de la época. El libro transmite otro mensaje más, un mensaje de esperanza y liberación para el pueblo de Dios, los hebreos. Para la parte que trata de los hebreos, el idioma es, por supuesto, el hebreo.13

EL GRAN CONFLICTO COMO MARCO

Desde el comienzo del libro vemos el gran conflicto entre el bien y el mal, entre el culto pagano y el culto al verdadero Dios. En el pri mer versículo se destacan dos ciudades. Jerusalén, capital del pueblo de Dios, y Babilonia, capital idólatra, que representa la sede del poder que se opone a Dios. De hecho, estas dos ciudades se mencionan a lo largo de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y podemos ver la lucha intensa entre la luz y la oscuridad, la verdad y el error, en cada momento de la historia. En el primer libro de la Biblia, Génesis, en el versículo 18 del capítulo 14, leemos: “Entonces Melquisedec rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, les sirvió pan y vino”. La expresión “Salem” dio origen al nombre “Jerusalén”, ciudad de paz (Salmo 122; 135:21).

¿Dónde está Babilonia en Génesis? El capítulo 10 habla de un fa moso cazador llamado Nimrod y que el comienzo de su reino fue Babel (Génesis 10:10). En el versículo 9 del capítulo 11, al mencionar una torre que los hombres estaban construyendo, leemos: “Por eso fue llamada Babel, porque allí el Señor confundió el lenguaje de toda la tierra y desde allí los esparció por toda la tierra”. De “Babel” viene la palabra “Babilonia”, confusión.

Ya el libro del Apocalipsis presenta a la Nueva Jerusalén como la morada del Altísimo, junto con los salvos por toda la eternidad (Apo calipsis 21:2, 3), evento que ocurrirá recién después de la caída de Ba

13 Robert D. Culver, Daniel: comentário bíblico Moody: Isaías a Malaquias (São Paulo: Impren sa Batista Regular, 1990), p. 210.

39Desafíos culturales

bilonia, descrita en los capítulos 14 y 18. Así, vemos que estas dos ciu dades han existido a lo largo de la historia. Podemos encontrar estas dos ciudades en el libro de Daniel, y la primera impresión que tenemos es que Babilonia sale victoriosa sobre la ciudad de Dios, Jerusalén. Sin embargo, solo la conclusión de la historia a través de la lente de la pro fecía nos permitirá evaluar el asunto correctamente.

EL CAUTIVERIO DEL PUEBLO DE DIOS

Vimos en el capítulo 1 que el pueblo de Dios enfrentó tres cauti verios a lo largo de su historia. El libro de Daniel comienza con una descripción del tercero: el cautiverio babilónico. “En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén y la sitió” (Daniel 1:1). En este período de la historia, cua tro naciones principales dominaban el Medio Oriente: Egipto, Lidia, Media y Babilonia.

El Imperio Asirio, terriblemente cruel, había dominado la media luna fértil14 durante unos trescientos años. Ese mismo Imperio había destruido las diez tribus de Israel en el 722 a.C., pero ahora llegaba a su fin y estaba surgiendo un nuevo poder: Babilonia.

Alrededor de 612 a.C., Nabopolasar logró conquistar Asiria y se convirtió en el fundador del Imperio Neobabilónico. Su hijo, Nabuco donosor II (el mismo del libro de Daniel), llevó a Babilonia a su época dorada. Su nombre NABU-KUDURRI-USUR significaba en caldeo “oración dirigida al dios Nabu para su protección”.15

En ocasiones, los judíos buscaron el apoyo de Egipto para no caer en manos de Babilonia. Mediante los profetas Jeremías e Isaías, Dios los instruyó a no buscar este pacto, pero terminaron cayendo bajo el dominio de Babilonia. Finalmente, el 1º de junio de 605 a.C., Nabu

14 “Creciente fértil” es la región del planeta donde surgieron las primeras civilizaciones. La región abarcaba Mesopotamia, una franja de tierra a lo largo del mar Mediterráneo y el noreste de África. Fue conocida por ese nombre porque su trazado forma un semicírculo que se asemeja a la luna en su cuarto creciente, y también por la presencia de grandes ríos (Tigris y Éufrates), cuyos valles tenían suelos fértiles aptos para la práctica de la agricultura. Fuente: <http://www. historiamais.com/cresce_fertil.htm>. Consultado el 30 de junio de 2013.

15 Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), t. 4, p. 831.

codonosor derrotó el puesto militar avanzado de Egipto ubicado en Carquemis. Con la muerte de su padre, Nabopolasar, el 15 de agosto del mismo año, Nabucodonosor viajó a toda prisa a Babilonia, antes de que un impostor usurpara el trono. El 7 de septiembre de 605 a.C. llegó a Babilonia y fue coronado rey.16

Judea, ciudad de Daniel y sus amigos, estaba situada a lo largo de la costa oriental del Mar Mediterráneo, territorio ahora ocupado por Israel. Babilonia estaba ubicada a lo largo del río Éufrates, cerca de la ubicación actual de Bagdad, la capital de Irak. Los ríos Tigris y Éufrates irrigaban un valle bastante llano, limitado al este por una cadena mon tañosa y al oeste por el desierto. El valle fue llamado “Mesopotamia”, o “tierra entre ríos”. La ruta regular de Jerusalén a Babilonia se extendía a lo largo de 1.500 km. Si se avanzaban a pie unos 25 km diarios, sería un viaje de aproximadamente dos meses.17 Este fue el largo viaje que Daniel, sus amigos y otros príncipes judíos hicieron como esclavos.

Pero ¿por qué Dios “entregó” (Daniel 1:2) a Joacim, rey de Judá, y los utensilios del templo en manos del rey de Babilonia? ¿Por qué per mitió Dios el cautiverio de su pueblo?

Elena de White, cuando menciona los propósitos divinos al permi tir el cautiverio del pueblo de Israel, escribió: “Su religión había estado centrada en las ceremonias del sistema de los sacrificios. Habían hecho de la forma exterior lo más importante, al mismo tiempo que habían perdido el espíritu de la verdadera adoración. […] El Señor decidió llevar a su pueblo a la cautividad y suspender los servicios del templo, a fin de que las ceremonias externas no llegaran a ser el todo de su religión. […] Fue quitada la gloria exterior para que pudiera revelarse la espiritual”.18

La primera invasión de Judea marca la fecha del inicio del cauti verio babilónico que, según el profeta Jeremías, serían setenta años (Jeremías 25:11, 12). En total, hubo tres invasiones babilónicas a Jeru salén. La primera tuvo lugar en el año 605 a.C. Nabucodonosor hizo

16

C. Mervyn Maxwell, Uma nova era segundo as profecias de Daniel (Tatuí, SP: Casa Publica dora Brasileira, 1996), p. 32.

17 Ibíd., p. 18.

18 Elena de White, Alza tus ojos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1982), p. 159.

40 Daniel Secretos de la profecía

arrodillar a Joacim ante él y tomó rehenes, entre ellos Daniel y sus compañeros (Daniel 1:1-6). Más tarde, en 597 a.C., en otra expedi ción a Palestina, tras ciertas actitudes rebeldes por parte de los reyes judíos, Joacim y Joaquín, Nabucodonosor vio la necesidad de castigar esta rebelión, y sometió de nuevo a Jerusalén. Esta vez llevó cautivos a 10.000 prisioneros, entre los que se encontraban el rey Joaquín y el joven profeta Ezequiel (Ezequiel 1:1-3; 2 Crónicas 36:10; 2 Reyes 24:820). Finalmente, en 597 a.C., después de un largo asedio, Nabucodo nosor destruyó la ciudad y el templo, así como a toda la comunidad judía (2 Reyes 25:1-7; Jeremías 34:1-7; 39:1-7; 52:2-11).

La Biblia relata que Nabucodonosor profanó el santuario del Altísi mo, llevándose parte de los utensilios sagrados del Templo, que suma ban más de 5.000 objetos,19 los llevó a Babilonia y los colocó en la casa de su dios Marduk. Estos saqueos de tesoros sagrados por parte de los babilonios cumplieron las profecías de Isaías y Jeremías. Los profetas habían declarado: “Vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy. Nada quedará, dice el Señor” (Isaías 39:6). “Los caldeos volverán, atacarán esta ciudad, la tomarán y le prenderán fuego” (Jeremías 37:8). El li bro de Lamentaciones de Jeremías (1:1-5; 2:1-4, 13) habla de la tristeza que le sobrevino al profeta cuando vio que su pueblo era llevado al cautiverio.

Marduk era el dios principal de Babilonia que, en la época de la primera dinastía, más de mil años antes, solía llamarse Bel, “señor”. Su templo principal, llamado Esagila, en cuyo patio estaba la gran to rre Etemenanki, estaba en el corazón de Babilonia.20 El hecho de que los utensilios sagrados usados en el servicio del santuario estuvieran ahora en el templo de Marduk era un símbolo de la victoria de este dios sobre el Dios de los judíos. Parecía que la situación se había ido de las manos. Sin embargo, como veremos más adelante, Dios estaba dirigiendo todas las cosas para beneficiar a su pueblo, y dar al mundo de hoy un mensaje que nunca podría ser olvidado, y que todavía es pertinente para nuestros días.

19 Maxwell, p. 25.

20 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 759.

41Desafíos culturales

PORTAVOCES DE DIOS EN EL CAUTIVERIO

Elena de White declara que “Daniel solo tenía dieciocho años cuando fue llevado a una corte pagana para entrar al servicio del rey de Babilonia”.21 Junto con sus amigos, Ananías, Misael y Azarías, se ría probado en todos los aspectos. Las pruebas los prepararían para posiciones más elevadas, donde tendrían la oportunidad de testificar acerca del Dios verdadero. Estos jóvenes se convirtieron en un ejemplo para la juventud moderna, y en Babilonia pasaron por cuatro pruebas difíciles que fueron verdaderas pruebas de fe. Vamos a analizarlas:

PRIMERA PRUEBA DE FE: DE NOBLE A ESCLAVO

La primera prueba de los exiliados hebreos fue el cambio en su estatus social: de príncipes del reino de Judá a esclavos en una tierra extranjera. Los conquistadores de la antigüedad tomaban como re henes a los nobles para asegurar la lealtad de sus enemigos vencidos. Así que, siguiendo la costumbre de la época, Nabucodonosor ordenó que se prepararan jóvenes sin defecto alguno y de buena apariencia, entendidos en toda sabiduría, cultos e inteligentes, para ayudar en el palacio del rey. Este período preparatorio duraría tres años (Daniel 1:3-5), y al final se haría una prueba para ver quién podría ayudar en el palacio real.

Ante circunstancias tan terribles, la fe de estos jóvenes podría ha ber flaqueado. Las circunstancias no eran nada buenas. Eran esclavos en una tierra extraña, su amada ciudad estaba en ruinas, el glorioso templo que Salomón había construido y donde se ofrecían sacrificios ahora estaba destruido, su rey había sido esclavizado, ¿qué podría ser peor? En estas condiciones, podrían haber abandonado sus creencias y reconocido que Marduk era el dios más poderoso. Sin embargo, no lo hicieron. En ningún momento flaqueó su fe. Se aferraron a las pro mesas divinas y creyeron que Dios actuaría para liberar a su pueblo como lo habían anunciado los profetas (Isaías 44:27, 28; 45:1; Jeremías 25:11, 12).

21 Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 562.

42 Daniel Secretos de la profecía

SEGUNDA PRUEBA DE FE: CAMBIO DE NOMBRES

Una segunda prueba que enfrentaron los jóvenes hebreos fue su cambio de nombre. El cambio de nombres era una práctica común en la historia bíblica. A José se le dio un nombre egipcio al entrar en la vida de la corte egipcia (Génesis 41:45), y el nombre Adasa se cambió a Ester (Ester 2:7). El cambio de sus nombres significaba que estos jó venes hebreos estaban siendo adoptados por la corte babilónica. Sus nuevos nombres representaban deidades caldeas.

Daniel pasó a ser Beltsasar. En vista del comentario de Nabucodo nosor (Daniel 4:8), que el nombre babilónico de Daniel estaba relacio nado con su dios, “Bel”, es evidente que la primera sílaba, “Bel”, se re fiere a Marduk, el principal Dios babilónico. Así, la mejor traducción sería “Bel proteja tu vida [la del rey]”.22

Ananías pasó a ser Sadrac. Ananías significa “el Señor es bondado so conmigo”. Sadrac: “Inspiración al Dios Sol”. Sería el dios sol quien vendría a brillar con bondad sobre él y no el Señor Dios de Israel.

Misael pasó a ser Mesac. Misael significa “semejante a Dios”. Mes ac: “siervo de la diosa Saba”.

Azarías pasó a ser Abednego. Azarías, “el Señor es mi ayudador”. Abednego: “el siervo de Nebo”. Generalmente, se acepta que este nom bre corresponde a Abednebo, “siervo de [el dios] Nabu”, nombre que se encuentra en un papiro arameo hallado en Egipto.23

Nabucodonosor no obligó a los jóvenes hebreos a renunciar a su fe y adorar a los dioses de Babilonia, pero con estos cambios de nombre esperaba lograrlo gradualmente. También, por medio de las prácticas y costumbres idólatras de la nación, esperaba inducirlos a renunciar a la religión hebrea y adorar a los dioses de Babilonia. Pero eso no funcionó con Daniel y sus amigos. Ni el cambio de sus nombres afectó la reverencia y la lealtad que profesaban al Dios verdadero. Sus prin cipios religiosos, aprendidos desde la niñez, demostraron ser una for taleza en tiempos de prueba y produjeron un carácter noble y fuerte.

22 El Dr. S. J. Schwantes afirma que el origen más probable del nombre dado a Daniel, Belt sasar, es del babilónico Belet-sar-usur, “Que la Virgen (Ishtar) proteja al rey”. Belet es femenino de bel, “Señor”, título dado al dios Marduk, jefe del panteón babilónico (Ver S. J. Schwantes, Daniel, o profeta do juízo (Ingeniero Coelho, SP: Gráfica Alfa, 2003), p. 25.

23

Mark Finley, Revelando os mistérios de Daniel (São Paulo: Editora Tempos Ltda., 1999), p. 14.

43Desafíos culturales

Elena de White escribió: “Entre los hijos de Israel que fueron llevados a Babilonia al principio de los 70 años de cautiverio se contaban pa triotas cristianos, hombres que eran tan fieles a los buenos principios como el acero, que no se corromperían por el egoísmo, sino que hon rarían a Dios aun cuando lo perdiesen todo. […] No debían en caso alguno transigir con los idólatras, sino considerar como alto honor la fe que sostenían y el nombre de adoradores del Dios viviente. Y así lo hicieron. Honraron a Dios en la prosperidad y la adversidad; y Dios los honró a ellos”.24

TERCERA PRUEBA DE FE: RÉGIMEN ALIMENTICIO

La tercera prueba que enfrentaron los jóvenes en Babilonia estaba relacionada con su alimentación. En esta misma área, Adán y Cristo habían sido tentados. El primero fracasó, pero Cristo salió victorioso de la terrible prueba, y su declaración resuena como símbolo de vic toria sobre el enemigo: “No sólo de pan vive el hombre” (Mateo 4:4).

La orden clara del rey había sido que todos participaran de la co mida y el vino en la mesa real. Nabucodonosor pensó que estaba ha ciendo un gran favor y concediendo un gran privilegio a los jóvenes cautivos. Daniel y sus amigos ahora tenían que tomar una decisión: ¿Se aferrarían a las enseñanzas de sus padres sobre la comida y la bebi da aunque eso desagradaría al rey, y probablemente perderían no solo la posición, sino también la vida; o despreciarían los mandamientos del Señor y retendrían el favor del rey, asegurando así ventajas inte lectuales y temporales? No lo dudaron ni por un momento. Daniel y sus amigos se regían por los principios de la Palabra de Dios. La Biblia declara: “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse” (Daniel 1:8). Había varias razones por las que un judío piadoso evitaría comer comida real:

1. Los babilonios, como otras naciones paganas, comían carnes inmundas (Levítico 11).

2. Los animales no habían sido muertos según la ley levítica (Le vítico 17:14, 15).

24 Elena de White, Profetas y reyes (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudameri cana, 2008), p. 351.

44 Daniel Secretos de la profecía

3. Una parte de los animales destinados a la alimentación se ofre cía primero como sacrificio a los dioses paganos (Hechos 15:29).

4. El consumo de comestibles y bebidas alcohólicas iba en contra de los principios de estricta temperancia, tal como se presentan en el Antiguo Testamento, la Biblia de estos jóvenes (Proverbios 20:1; 23:20; 31:4).

Daniel y sus amigos “conocían la historia de Nadab y Abiú, cuya intemperancia, así como los resultados que había tenido, describían los pergaminos del Pentateuco; y sabían que sus propias facultades físicas y mentales quedarían perjudicadas por el consumo de vino” (Levítico 10:1-3).25

Esta prueba a la que Daniel fue sometido ilustra la verdadera tem perancia y las bendiciones que acompañan a quienes la practican. Si queremos conservar puras nuestras facultades para el servicio a Dios, debemos observar estricta temperancia en el uso de los alimentos. De bemos practicar la regla básica de usar las cosas que nos benefician con moderación y abstenernos por completo de las que nos dañan.

Al igual que Daniel y sus amigos, debemos procurar desarrollar hábitos correctos que promuevan una salud plena. La facultad inte lectual, la fuerza física y la longevidad dependen de leyes inmutables creadas por Dios. En este asunto, no existe la casualidad. Cosecha remos lo que sembramos. “El Dios de la naturaleza no intervendrá para salvar a los hombres de las consecuencias de violar las leyes de la naturaleza”.26

Piensa, por ejemplo, en una persona que no bebe suficiente agua a lo largo del día. Podrían diagnosticarle cálculos renales y experimen tar mucho dolor; un mal que podría haberse evitado, si hubiera ingerido agua en la cantidad ideal. Pero muchos no le dan la debida im portancia a este asunto de comer y beber. Elena de White reflexiona: “Muchos, entre los profesos cristianos de hoy, decidirían que Daniel fue demasiado detallista, y lo declararían estrecho de mente y extre mista. Consideran el asunto de comer y beber como de importancia

25

Elena de White, Profetas y reyes, p. 353.

26 Elena de White, Consejos sobre el régimen alimenticio (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2013), p. 35.

45Desafíos culturales

46 Daniel Secretos de la profecía

demasiado pequeña como para tomar una resolución tan decidida; lo cual quizá implicaría el sacrificio de toda ventaja terrena. Pero los que así razonan se encontrarán en el día del juicio que han hecho a un lado los requerimientos expresos de Dios, y que han colocado su propia opinión como criterio de lo correcto e incorrecto. Encontrarán que lo que consideraban de poca importancia no era considerado así por Dios. Sus mandatos deben ser obedecidos sagradamente”.27

DANIEL PROPONE UNA PRUEBA

Para resolver el problema de participar en la mesa real, Daniel pro puso una prueba de diez días. Al final de estos días, los resultados demostraron ser exactamente lo contrario de lo que esperaba el jefe de cocineros. No solo en apariencia personal, sino también en vigor mental, aquellos que habían sido temperantes en sus hábitos exhibie ron una evidente superioridad sobre sus compañeros, que habían sido indulgentes con el apetito. Como resultado de esta prueba, a Daniel y sus compañeros se les permitió continuar con la dieta sencilla durante el curso de su entrenamiento para los deberes del reino.

Al final del período dado por el rey, que fue de tres años, cuando se puso a prueba su capacidad y erudición, llegó el resultado: “Entre todos no fueron hallados otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Así quedaron al servicio del rey. En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey los consultó, los encontró diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino” (Daniel 1:19, 20).

“Nos presenta a todos una lección, y especialmente a los jóvenes. […] En la experiencia de Daniel y sus compañeros tenemos un ejem plo del triunfo del principio sobre la tentación a gratificar el apetito. Nos muestra que mediante los principios religiosos los jóvenes pueden triunfar sobre las lujurias de la carne, y permanecer fieles a los reque rimientos de Dios, aun a costa de un gran sacrificio”.28

CUARTA PRUEBA DE FE: INSTRUCCIÓN

Una prueba final que podemos ver en el capítulo 1 trata sobre la

27 Elena de White, Fundamentos de la educación cristiana, p. 84. 28 Ibíd., p. 87.

educación que debían recibir los jóvenes hebreos en Babilonia. Nabu codonosor había ordenado que se les enseñara “las letras y la lengua de los caldeos” (Daniel 1:4). Esta era una estrategia utilizada por las naciones opresoras, pero que todavía se puede ver hoy. Mark Finley escribió: “Cuando los rusos invadieron Afganistán, los jóvenes afga nos fueron llevados y colocados en escuelas de educación especial en Rusia, donde aprendieron la filosofía marxista-leninista. Luego fueron enviados por el Kremlin como los nuevos gobernantes de Afganistán. Hitler también hizo esto con muchas naciones que invadió durante la Segunda Guerra Mundial. Traería a jóvenes de estos países a Alema nia y les enseñaría la filosofía nazi. Después de ‘graduarse’, regresaban como gobernantes de su pueblo, difundiendo la filosofía nazi entre las masas”.29 Esta era la intención de Nabucodonosor.

Según Maxwell, la “lengua caldea”, que debían aprender los jóvenes exiliados, incluía el acadio, la lengua nacional de Babilonia, el sume rio, que era la lengua de la religión tradicional, y el arameo, la lengua del comercio y la diplomacia internacional.30 La “cultura” babilónica estaba estrechamente relacionada con la idolatría y las prácticas paga nas; mezclaba la brujería con la ciencia y la sabiduría con la supersti ción. Las prácticas de magia, astrología, adivinación y exorcismo eran comunes entre los pueblos antiguos, pero Dios había advertido severa mente a su pueblo contra tales prácticas (ver Deuteronomio 18:10-12). Sin embargo, los caldeos también eran eruditos en el verdadero senti do de la palabra. Tenían un vasto conocimiento astronómico. Incluso podrían predecir eclipses lunares. Su habilidad matemática también estaba muy desarrollada. Utilizaron fórmulas cuyo descubrimiento general se atribuye erróneamente a los matemáticos griegos. Además, eran buenos arquitectos, constructores y médicos que habían encon trado, por medios empíricos, la manera de curar muchas enferme dades.31 Se supone que estos son los aspectos de sabiduría en los que Daniel y sus tres amigos superaron a los sabios de Babilonia. Apren dieron las habilidades y las ciencias de los caldeos, pero sin adoptar los

29 Finley, p. 12.

30 Maxwell, p. 29.

31 Comentario bíblico adventista. t. 4, p. 790.

47Desafíos culturales

elementos paganos mezclados en su cultura. Eso quedó en evidencia en su dependencia del poder de Dios en las experiencias que siguieron, registradas en los siguientes capítulos del libro.

FIDELIDAD RECOMPENSADA

Dios recompensó la constancia y la fidelidad de los jóvenes he breos. La Biblia declara: “Al cabo de los diez días el rostro de ellos se veía mejor y más nutrido que el de los otros jóvenes que comían de la comida del rey” (Daniel 1:15). Por supuesto, diez días no serían suficientes para que se notara una gran diferencia fisonómica, pero el resultado visto se debió a un estilo de vida que no comenzó en Babilo nia, sino que se habían seguido durante mucho tiempo.

Dios les dio a los cuatro jóvenes “conocimiento e inteligencia en to das las letras y ciencias. Además, Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (Daniel 1:17). Esta habilidad espiritual resultaría opor tuna a medida que se desarrollaran los eventos del capítulo 2. Al final de los tres años, los jóvenes fueron probados por el mismo Nabucodo nosor. Y el testimonio del rey fue: “En todo asunto de sabiduría e inteli gencia que el rey los consultó, los encontró diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino” (Daniel 1:20). Dios cumplió su promesa: “Yo honraré a los que me honran” (1 Samuel 2:30).

En tiempos de estos jóvenes no se habían escrito todos los libros del Antiguo Testamento y, por supuesto, ninguno del Nuevo Testamen to. Pero estos jóvenes tenían varios libros. A partir de estos estudios, aprendieron a distinguir entre el Dios verdadero y los dioses falsos de Babilonia. Fundamentados en Levítico 11 y Deuteronomio 14, pudie ron separar los animales limpios de los inmundos. También se dieron cuenta del peligro de beber vino (Levítico 10:1-11; Proverbios 20:1, 23:31-35), y comprendían la importancia de ser fieles y honestos en to dos sus actos.

El capítulo 1 termina con la expresión: “Daniel siguió allí hasta el primer año del rey Ciro” (Daniel 1:21). Después de severas pruebas, Dios los recompensó. Por más de setenta años, Daniel fue instrumen to de Dios para llevar a cabo sus designios en la corte de Babilonia y Medopersia. Mediante su influencia, veremos la conversión del gran

48 Daniel Secretos de la profecía

rey Nabucodonosor y la firma de un decreto por parte de Ciro, el gran líder de Medopersia, que autorizaba a los judíos cautivos a regresar a Jerusalén y reconstruir la ciudad y el Templo. ¡Cuánto le debe la hu manidad a estos jóvenes, por su ejemplo de fe y perseverancia! Solo la eternidad lo revelará.

49Desafíos culturales

“Del nacimiento y de la caída de las naciones, según resaltan en los libros de Daniel y el Apocalipsis, necesitamos aprender cuán vana es la gloria y pompa mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnifi cencia, cuyo parangón nuestro mundo no ha vuelto a contemplar […] se desvaneció y ¡cuán completamente! […] Así perecieron el reino me dopersa, y los imperios de Grecia y de Roma. Y así perece todo lo que no está fundado en Dios. Sólo puede perdurar lo que se vincula con su propósito y expresa su carácter” (Profetas y reyes, pp. 402, 403).

UNA ESTATUA ATERRADORA

(PRIMERA VISIÓN PROFÉTICA)

Estacioné mi auto, compré la entrada y solo tuve que esperar el mo mento. Estaba ansioso, ya que muchos amigos me habían dicho que sería un gran musical. Paseé por el lugar mientras esperaba que co menzara el programa. Minutos antes, fui al estacionamiento a buscar algo del auto y me llevé la gran sorpresa: se lo habían robado. Entré en desesperación. Busqué al responsable del estacionamiento y mi deses peración aumentó: me di cuenta de que estaba involucrado en el robo. Mientras me quejaba de la falta de seguridad en el estacionamiento y clamaba por justicia, llegó al lugar un automóvil policial. No sé por qué, pero adentro había una mujer ensangrentada. Le comenté a la policía mi problema, que me habían robado el automóvil. No me hi cieron mucho caso, pero me dijeron que a unos kilómetros había otra comisaría que me podía ayudar. Empecé a caminar esos largos kiló metros, insatisfecho, cuando una fuerte lluvia comenzó a caer sobre mí. Empecé a llorar. Mis lágrimas se mezclaron con las gotas de lluvia. Grité con todos mis pulmones: ¿Por qué Dios permitía eso? ¿Por qué me habían robado mi único auto? ¿Por qué esta injusticia?

Con uno de esos gritos, me desperté. Volví a la conciencia después de unas pocas horas de sueño y me di cuenta de que todo era solo un sueño, un sueño angustiante. La desesperación dio paso al alivio y mi

4

rutina volvía a ser mi realidad. Abrí la ventana de la casa y allí estaba mi auto, sano y salvo. Había sido solo un sueño.

¿Alguna vez has experimentado una sensación así? Cuando te des piertas y sientes un tremendo alivio, al darte cuenta de que todo era solo un sueño. Con el rey Nabucodonosor ocurrió lo contrario. Cuan do despertó del sueño, la angustia se hizo mayor.

El capítulo 2 de Daniel registra un sueño extraordinario y aterrador. Pero cuando el soñador despertó, no se sintió aliviado. Al contrario, se dio cuenta de que algo muy serio estaba en juego y no recordaba nada. El tema del capítulo 2 del libro de Daniel es: un rey con insomnio.

Pedro escribió que la profecía es una luz que brilla en la oscuridad (2 Pedro 1:19). Solo la palabra profética pudo traer luz y alejar las ti nieblas de la vida del monarca más grande del mundo, el gran rey de Babilonia, Nabucodonosor.

Ya hemos visto que el libro de Daniel relata cuatro visiones profé ticas. El primer punto de vista, presentado en el capítulo 2, se refiere principalmente a los cambios políticos. Su propósito inicial era reve larle al rey Nabucodonosor su papel como rey de Babilonia y hacerle saber “lo que ha de suceder” (Daniel 2:29). El sueño de este rey es una profecía de los acontecimientos que tendrían lugar en los siguientes 2.500 años de la historia del mundo. Enseña que los movimientos de los grandes imperios y naciones de la tierra son controlados por Dios y revelados a su pueblo escogido a medida que, en medio de las muta ciones de la historia, avanza hacia el Cielo.

La profecía, según Arturo T. Pierson, “representa una cerradura, de la que solo la historia posterior puede proporcionar la llave”.32 Así, al estudiar el sueño del rey de una estatua aterradora, debemos permitir que la historia actúe como intérprete de la profecía y nos revele el significado de los simbolismos.

EL SUEÑO DEL REY

Corría el segundo año del reinado de Nabucodonosor, probable mente el año 603 a.C., cuando tuvo un sueño. La Biblia declara que él

32 Araceli S Mello, Testemunhos históricos das profecias de Daniel (Río de Janeiro: Gráfica e Editora Laemmert, 1968), p. 13.

52 Daniel Secretos de la profecía

Una estatua aterradora

53

quedó profundamente perturbado y se le fue el sueño (Daniel 2:1). Los antiguos miraban los sueños con miedo; pensaban que eran revelacio nes de sus deidades y buscaban descubrir su verdadera interpretación.33

De ahí que Dios escogiera este método, porque evidentemente era el medio más efectivo de impresionarlo con la importancia del mensaje y de ganar su confianza y su cooperación.

Este sueño no le había sobrevenido por casualidad. Dios, en su pro videncia, se lo dio a Nabucodonosor porque tenía un mensaje para él. Como Dios no hace acepción de personas, su propósito era salvar al rey y a su nación, Babilonia la grande. El sueño tenía la intención de revelarle a Nabucodonosor lo que sucedería en los últimos días (Da niel 2:28) y mostrar el papel que el rey podría desempeñar en esta his toria. No en vano Dios llama repetidamente a Nabucodonosor “mi siervo” (Jeremías 25:9; 27:6; 43:10).

Al igual que Babilonia, a cada nación de la antigüedad Dios le ha bía asignado un lugar especial en su plan, pero los gobernantes no siempre aprovecharon las oportunidades y su gloria fue abatida. Las lecciones de historia dadas a Nabucodonosor tendrían que instruir a las naciones hasta el fin de los tiempos. Sobre los escenarios fluctuan tes de la diplomacia internacional, el gran Dios del cielo está en su trono para ejecutar “silenciosa y pacientemente los consejos de la vo luntad de Dios”.34 La estabilidad y la inmutabilidad vendrán cuando Dios mismo, al final de los tiempos, establezca “un reino que nunca jamás será destruido” (Daniel 2:44). Nabucodonosor comenzó a expe rimentar un gran dilema: sentía que el sueño era un mensaje de gran importancia por parte de los dioses, pero no recordaba nada de lo que había soñado. Entonces, envió a llamar a los que estaban encargados de la interpretación de los sueños en la corte: los magos, los astrólo gos, los encantadores y los caldeos (Daniel 2:2). Cuando llegaron, lo saludaron en arameo, el idioma que hablaba la familia real. A partir de ese momento, el libro de Daniel cambia del hebreo al arameo hasta el capítulo 7.

33 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 766.

34 Elena de White, La educación (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), p. 173.

UNA AMENAZA REAL

Cuando los sabios se acercaron al rey, le pidieron que les contara el sueño. Pero para su sorpresa, el rey no pudo recordar nada. Se en contraban en una situación delicada, ya que todo lo que inventaran sobre el sueño sería inmediatamente detectado como mentira. Trata ron de ganar tiempo, y esto provocó la ira del rey: “Si no me muestran el sueño y su interpretación, serán despedazados, y sus casas serán convertidas en ruinas” (Daniel 2:5). Luego llegó el reconocimiento de los sabios: “Los caldeos replicaron: ‘No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar este asunto al rey. Además, ningún rey, príncipe, ni señor pidió cosa semejante a ningún mago, astrólogo o caldeo. Lo que el rey demanda es demasiado difícil. Nadie lo puede declarar al rey, salvo los dioses que no moran con la carne’ ” (Daniel 2:10, 11). Esta confesión de fracaso brindó a Daniel una excelente oportunidad para revelar algo del poder del Dios al que servía y adoraba.

Enojadísimo, Nabucodonosor firmó un decreto en el que ordenaba la muerte de todos los sabios de Babilonia, incluyendo a Daniel y sus amigos. Arioc, jefe de la guardia de Nabucodonosor, salió a cumplir la orden. Esta medida sorprendió a Daniel, que no sabía lo que ha bía sucedido. Ciertamente, esto se debió a que Daniel y sus amigos eran recién llegados a la corte, acababan de ser aprobados por el rey y ciertamente no participaron en el diálogo entre el rey y los magos. Entonces Daniel pidió una audiencia con el rey y le pidió un tiempo para volver con la interpretación.

FIDELIDAD RECOMPENSADA

Fue un acto de fe. Daniel era un joven dependiente de Dios y confiaba en la oración. Dio a conocer el caso a sus amigos, y todos acudie ron a Dios en busca de misericordia y liberación. El Cielo premió la fe de los jóvenes hebreos. “Entonces el misterio fue revelado a Daniel en una visión de noche” (Daniel 2:19). Daniel alabó y exaltó al Dios del cielo como Aquel que “cambia los tiempos y las épocas, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los entendidos. Revela lo profundo y lo escondido” (Daniel 2:21).

54 Daniel Secretos de la profecía

EL SUEÑO Y SU INTERPRETACIÓN

Inmediatamente, Daniel fue llevado ante el rey y dijo: “El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos, ni adivinos lo pueden revelar. Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Él ha mostrado al rey Nabucodonosor lo que ha de suceder en los últimos días” (Daniel 2:27, 28). Daniel quería que Nabucodonosor compren diera la inutilidad de confiar en sus sabios, cuando lo que necesitaba era el consejo y la ayuda del Dios verdadero al que el profeta servía. Con esto, esperaba que el rey volviera sus ojos al gran Dios verdadero, cuyo pueblo había sido vencido por el rey.

Daniel procedió a describir el sueño: “Rey, tú viste una estatua ma jestuosa, enorme y muy brillante. Estaba en pie, y su aspecto era terri ble. La cabeza de esa estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; y sus pies, en parte de hierro y en parte de arcilla. Mientras tú mirabas, una piedra fue cortada, sin intervención de ninguna mano, que hirió a la estatua en sus pies de hierro y arcilla, y los desmenuzó. Entonces se desmenuzaron también el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como el tamo de las eras del verano, que el viento llevó sin dejar rastro alguno. Pero la piedra que hirió a la estatua llegó a ser un gran monte, que llenó toda la tierra” (Daniel 2:31-35).

El rey estaba extasiado con la revelación de Daniel. Cada detalle le traía a su memoria los recuerdos del sueño. “Así es Daniel, eso es lo que soñé”. El rey estaba sorprendido y ansioso por saber el significa do de todo aquello. Luego continuó Daniel: “Este es el sueño. Ahora diremos al rey su interpretación” (Daniel 2:36). El siguiente cuadro muestra los elementos del sueño y su interpretación:

ELEMENTOS DE LA ESTATUA Y SU INTERPRETACIÓN

Cabeza de oro 2:32 Babilonia 2:37, 38; 7:4 Pecho y brazos de plata 2:32 Medopersia 2:39; 5:26-28

Cadera y muslos de bronce 2:32 Grecia 2:39; 8:3-7, 20, 21

Piernas de hierro 2:33 Roma 2:40; 7:7, 8, 17, 23-25

Pies de hierro y arcilla 2:33 Reino dividido 2:41-43; 7:7, 8, 23, 24

55Una estatua aterradora

El mensaje del sueño era para instrucción de Nabucodonosor, así como de gobernantes y pueblos hasta el fin de los tiempos y la segun da venida de Cristo (Daniel 2:44, 45). Nabucodonosor quería saber el futuro y presentía algo tenebroso. Dios se lo reveló, no para satisfacer su curiosidad, sino para despertar en su mente un sentido de respon sabilidad personal por el plan celestial.

En el sueño del rey se revela la verdadera filosofía de la historia humana. En última instancia, los reyes y los gobernantes están bajo la dirección y el control de un soberano todopoderoso. Elena de White escribió: “En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el levantamiento y la caída de los imperios, parecen depen der de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás, encima, y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios”.35

Mediante este sueño extraordinario, Dios estaba revelando al rey y a los lectores del libro de Daniel las preciosas escenas que tendrán lu gar hasta que la piedra sea cortada (Daniel 2:45), o el reino de Dios sea establecido en la Tierra. Los cuatro metales de la estatua representan entonces los cuatro imperios que dominarían el mundo desde Nabu codonosor hasta el siglo V de nuestra era.36

BABILONIA: LA CABEZA DE ORO

Daniel le dijo al rey: “Tú eres esa cabeza de oro” (Daniel 2:38). Babilonia también era conocida como Akkad (tierra de los caldeos). Fue fundada por Nimrod, quien era un poderoso cazador delante del Ibíd

36 Cualquier buen libro de historia confirmará la secuencia que se presentará aquí. Ver, por ejemplo: Stewart C. Easton, The Heritage of the Ancient World: From the Earliest Times to the Fall of Rome (Nueva York: Rinehart and Campany, 1960).

Piedra arrojada a la estatua 2:34, 35 El regreso de Jesús 2:44, 45; 7:13, 14, 26, 27
56 Daniel Secretos de la profecía
35
.

57Una estatua aterradora

Señor (Génesis 10:8-10), y en épocas anteriores representaba el lugar donde se encontraba la Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Alcanzó una importancia considerable alrededor de 1800 a.C., bajo el liderazgo del gran legislador Hammurabi, unos trescientos años antes de Moisés.37 Después de la muerte de Hammurabi, Babilonia fue eclipsada por otros pueblos de Mesopotamia. Eventualmente, el Imperio Asirio do minó toda la región y, alrededor del año 722 a.C., destruyó a las diez tribus de Israel, cuya capital estaba en Samaria.

Entre los años 626 y 612 a.C., cuando nació Daniel, Nabopolasar, padre de Nabucodonosor, aplastó lo que quedaba del Imperio Asirio y se convirtió en el fundador del Imperio Neobabilónico. Después de su muerte en 605 a.C., Nabucodonosor asumió el trono de Babilonia. Nabucodonosor era la personificación del Imperio Neobabilónico. Las conquistas militares y el esplendor arquitectónico de Babilonia se debieron en gran parte a su destreza. Desde su ascenso al trono (605 a.C.) hasta su muerte (562 a.C.), elevó a Babilonia a una gloria incom parable. Fue el responsable de construir una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo: los Jardines Colgantes de Babilonia. No crecían mu chos árboles en la región, pero el rey trajo varias especies de diferentes partes de la Tierra para embellecer sus jardines. La ciudad de Babilo nia también abundaba en oro. Herodoto, considerado el “Padre de la historia”, describe el esplendor del oro en los templos sagrados de la ciudad. “En la parte inferior del templo de Babilonia hay otra capilla, donde se puede ver una gran estatua dorada que representa a Júpiter sentado. Junto a él, una gran mesa de oro. El trono y el escabel son del mismo metal […]. También se puede ver, fuera de la capilla, un altar de oro […]. Había en ese templo, en el recinto sagrado, una estatua de oro macizo de doce codos de altura”.38 El profeta Jeremías compara a Babilonia con una copa de oro en la mano del Señor (Jeremías 51:7).

José Carlos Ramos describe así la trayectoria de los monarcas ba bilónicos: “Nabucodonosor muere en el año 562 a.C. después de haber reinado 43 años sobre Babilonia. Después de su muerte, Evil-Mero dach (también conocido como Amel-Marduk), su hijo, reina en su lu

37 Ver más detalles en: <http://pt.wikipedia.org/wiki/Código_de_Hamurabi>

38 Herodoto, História (São Paulo: Gráfica Editora Brasileira, 1957), t. 1, pp. 91, 92.

58 Daniel Secretos de la profecía

gar. Tres años más tarde, en 560 a.C., Evil-Merodach muere y Neriglis sar (Nergal-Sharuzur), yerno de Nabucodonosor, asciende al trono. En 556 a.C. muere Neriglissar y asciende al trono Laboroso-Archod (Labashi-Marduk), su hijo. Este tiene un reinado corto y muere en el mismo año. Llega entonces al trono Nabonido (Labineto), también yerno de Nabucodonosor. En el año 552 a.C., Belsasar se convierte en cogobernante de Babilonia junto a su padre Nabonido. En el año 539 a.C., Babilonia es conquistada por Ciro, rey de Persia y Darío el Medo comienza a reinar en Babilonia”.39

En lengua caldea, el nombre Nabucodonosor (NABU-KUDU RRI-USUR) representa una oración dirigida al dios Nabu, en favor de la protección.40 Pero este dios no les fue de ayuda cuando llegó el momento en que se cumplió la profecía y otro Imperio mundial entró en escena. Babilonia dominó el mundo desde 605 a.C. hasta 539 a.C., cuando cayó ante la coalición de medos y persas. Veremos más deta lles sobre la caída de Babilonia en el capítulo 7 de este libro.

MEDOPERSIA: EL PECHO Y LOS BRAZOS DE PLATA

Daniel continuó su interpretación del sueño al rey: “Después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo” (Daniel 2:39). El mismo Daniel, poco más de sesenta años después, le revelaría al entonces rey de Babilonia, Belsasar, nieto de Nabucodonosor, quién sería este segundo reino (ver Daniel 5:26-28). Como la plata es inferior al oro, el Imperio Medopersa sería inferior al Babilónico. En cumplimiento de las predicciones proféticas de Isaías y Jeremías (Isaías 45:1; 44:27, 28; Jeremías 25:11, 12), Babilonia perdió su hegemonía mundial. Ciro el Grande conquistó Babilonia. Ciro reconoció que el Señor le había dado todos estos reinos (2 Crónicas 36:23; Esdras 1:2).

La historia de la caída de Babilonia está registrada en el cilindro de Ciro, propiedad del Museo Británico. El arqueólogo británico Hor muzd Rassam descubrió este cilindro en marzo de 1879. Data del siglo

39 José Carlos Ramos, Profecia bíblica (Apostilla SALT, Posgrado–IAE-Ct, 1998), p. 54. Ver tam bién: Merling Alomía, Daniel: Su vida, sus tiempos y su mensaje (Lima, Perú: Universidad Unión Incaica, 1991), p. 111.

40 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 831.

VI a.C. y fue descubierto en las ruinas de Babilonia, en Mesopotamia (actual Irak). Estaba sobre los cimientos de Esagila, el templo principal de la ciudad de Babilonia, consagrado al dios Marduk, y es del templo del principal dios babilónico de donde nos llega la evidencia histórica de la caída de Babilonia y el surgimiento del Imperio Medopersa.

Este cilindro está dividido en varios fragmentos y registra una de claración en escritura cuneiforme acadia, a nombre del rey aqueménida de Persia, Ciro el Grande. El artefacto cuenta la historia de la caída de Babilonia bajo Ciro el Grande. En las líneas 15 a 21 del cilindro hay ex tractos que dan la genealogía de Ciro el Grande y relatan la captura de Babilonia en el 539 a.C. Revela la caída de Nabonido, rey de Babilonia, y exalta los esfuerzos de Ciro para repatriar a los desplazados y restaurar templos y santuarios religiosos en Mesopotamia y en otras partes de la región. Según algunos eruditos, esto es evidencia de la política de Ciro de repatriar a los hebreos después de su cautiverio en Babilonia, un acto que el libro de Esdras le atribuye a Ciro (Esdras 1:1, 2).41

Otro que relató detalles de la caída de la gran Babilonia fue Hero doto. Afirma: “Finalmente, ya sea porque llegó a la conclusión por sí mismo de lo que debía hacer, o porque alguien, al verlo en dificultades, le aconsejó, el príncipe (Ciro) tomó la siguiente resolución: Colocó el ejército, parte en el punto donde el Éufrates pasa a Babilonia, parte en el lugar donde el río sale del país, con órdenes de invadir la ciudad por su cauce, tan pronto como sea vadeable. Con el ejército así repartido, se dirigió al lago. […] Como había hecho la reina Nitocris, desvió las aguas del río hacia el lago a través del canal de comunicación. Las aguas se escurrieron, y el cauce facilitó el paso. […] Los persas entra ron en la ciudad con las aguas del río solo hasta los muslos”.42

Vencida Babilonia, Darío el medo reinó con el permiso del verda dero conquistador, Ciro, un hecho que Daniel ciertamente sabía. El libro de Daniel se refiere varias veces a la nación que conquistó Babi lonia, a la que Darío representó como “medos y persas” (Daniel 5:28; 6:8, 28), y en otros lugares representa este Imperio dual como una sola bestia (ver Daniel 8:3, 4).

41 <http://pt.wikipedia.org/wiki/Cilindro_de_Ciro>

42 Herodoto, História, t. 1, pp. 95, 96.

59Una estatua aterradora

Así, Darío fue el primero en reinar después de la caída de Babilonia. Esto explica los eventos del capítulo 6 de Daniel, cuando es arrojado al foso de los leones por orden de Darío. Después de Darío, reinó Ciro, quien firmó el primer decreto para el regreso de los judíos a Palestina (año 536 a.C.; ver Esdras 1:1-4), marcando el final de los setenta años de cautiverio (Jeremías 25:11, 12). En el año 525, Cambises (hijo de Ciro), se convirtió en rey de Persia y conquistó Egipto. Tras el reinado de Cambises, subió al trono Darío I, quien firmó el segundo decreto (posiblemente en el año 519 a.C.) para el inicio de la reconstrucción del Templo de Jerusalén.43

Otro nombre importante entre los reyes de Medopersia fue Arta jerjes. En el año 7 de su reinado, firmó un nuevo decreto para el re greso de los judíos a Palestina. Este fue el tercer decreto y marcó el comienzo de las setenta semanas de Daniel 9:24 a 27 y las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14. Pero hablaremos de esto en los próximos capítulos.

La profecía apuntaba al surgimiento de un tercer reino que tomaría el lugar de Medopersia. Daniel 8:20 exhibe un cambio en el simbolis mo: de un metal, bronce, a un carnero; y revela el nombre de la nación que vencería a Medopersia: “Ese carnero que viste, con dos cuernos, representa a los reyes de Media y de Persia” (Daniel 8:21).

GRECIA: LOS MUSLOS DE BRONCE

En la interpretación que Daniel le da al rey Nabucodonosor, dice: “Y un tercer reino de bronce que dominará toda la tierra” (Daniel 2:39). Este tercer poder estaba representado por los muslos de bronce de la estatua.44 La profecía apunta inequívocamente a Grecia (Daniel 8:21). Los soldados griegos se distinguían por su armadura de bronce. Sus cascos, escudos y antorchas de batalla eran todos de bronce. Pero ¿cómo podría Grecia derrotar a Medopersia?

El Imperio Medopersa continuó extendiendo su dominio pero, al igual que Babilonia, también entró en declive. Hasta ese momento, Grecia había estado dividida en pequeñas ciudades-estado que tenían Ramos, p. 54. Mello, p. 128.

60 Daniel Secretos de la profecía
43
44

61Una estatua aterradora

un idioma común pero poca acción unificada. Cuando pensamos en la antigua Grecia, pensamos principalmente en la edad de oro de la civilización griega bajo el liderazgo de Atenas, en el siglo V a.C., y en todos sus filósofos: Platón, Aristóteles, Sócrates. Pero la profecía se refiere a un período posterior de Grecia.

En Daniel 8:21, “Grecia” se refiere al Imperio Greco-Macedonio. Macedonia, nación consanguínea situada al norte de Grecia, conquis tó las ciudades griegas y las incorporó por primera vez a un estado fuerte y unificado. En el año 336 a.C. murió Filipo II, padre de Ale jandro, y este heredó el trono macedonio y se dispuso a ampliar sus dominios. Alejandro luchó en tres batallas hasta derrotar a Darío III, rey de Medopersia. La primera fue la Batalla del Gránico, en el año 334 a.C.; la segunda fue la de Issos, en el año 333 a.C.; y la última, en el año 331 a.C., fue la batalla de Arbelas o Gaugamela. Así, el año 331 a.C. marca el final del Imperio Medopersa y el comienzo del gobier no de Alejandro Magno. Así narró el historiador: “El poder de Darío fue quebrantado para siempre. Una nueva fase había comenzado en el mundo antiguo”.45

La historia registra que el gobierno de Alejandro fue el Imperio más extenso del mundo antiguo hasta ese momento. Se extendía por Macedonia, Grecia y el Imperio Persa. Incluyó a Egipto y se expandió por el este hasta la India. Daniel declara que su dominio sería sobre “toda la tierra” (Daniel 2:39), pero en el sentido de que ningún otro poder era igual a él, y no porque cubriera el mundo entero, ni siquie ra toda la tierra conocida en ese momento. Una “potencia mundial” puede definirse como aquella que está por encima de todas las demás, invencible; no necesariamente porque gobierna el mundo entero.

Alejandro reinó menos de diez años y murió joven, a la edad de 33 años, el 13 de junio de 323 a.C.46 Tras su muerte, su medio hermano Filipo III Arrideo fue declarado rey. Él y los hijos de Alejandro mantu vieron durante un tiempo el Imperio greco-macedonio. Sin embargo, no mucho después, los hijos de Alejandro y toda su familia fueron

46 Ibíd., p. 192.

45 Paulo de Castro, Alexandre, o Grande, Biblioteca de história (Río de Janeiro: Editora Três, 1973), t. 4, p. 124.

62 Daniel Secretos de la profecía

asesinados, los generales se convirtieron en gobernadores de las pro vincias y el reino se fragmentó.47

Pronto estalló una tremenda guerra civil entre estos gobernadores, que duró unos veinte años. Solo llegó a su fin en la Batalla de Ipsos en Frigia (301 a.C.), cuando el reino finalmente se dividió entre los cuatro generales más famosos de Alejandro:

• Lisímaco: Tracia y Bitinia

• Casandro: Grecia, Macedonia y Epiro

• Seleuco: Siria

• Ptolomeo: Egipto, Libia, Arabia y Celesiria48

Esta división del reino griego también fue profetizada (comparar las cuatro cabezas del leopardo; Daniel 7:6). Provocó el debilitamiento del Imperio y, ya en el año 168 a.C., Roma dominó la región mediterránea, y asumió la posición del cuarto Imperio mundial de la estatua profética.

ROMA – LAS PIERNAS DE HIERRO

Daniel continuó su interpretación del sueño al rey: “Y el cuarto rei no será fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará a todos” (Daniel 2:40). Este cuarto reino en la profecía representa el férreo Imperio Romano. Roma fue fundada, según la tradición, por dos hermanos, Rómulo y Remo, alrededor del año 753 a.C. Con el paso de los años amplió su territorio y ganó fuerza. El Comentario bíblico adventista afirma: “Roma ganó su territorio por la fuerza o por el temor que infundía su poderío armado. Al principio intervino en conflictos internacionales en una lucha por sobrevivir contra su rival, Cartago, y se vio así envuelta en una guerra tras otra. Después, aplastando a un adversario tras otro, llegó a ser finalmente la agresiva e irresistible conquistadora del mundo mediterrá neo y de Europa Occidental. Al principio de la era cristiana, y un poco más tarde, el poder de hierro de las legiones romanas respaldaba a la Pax Romana (la paz de Roma). Roma era el imperio más grande y más fuerte que el mundo había conocido hasta entonces”.49

47 Mello, p. 466.

48 Isaac Newton, As profecias de Daniel e Apocalipse (São Paulo: Editora Édipo, 1950), p. 42.

49 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 802.

Una estatua aterradora

63

En el año 168 a.C., el Imperio tomó el poder mundial. La Batalla de Pidna de ese año fue decisiva en el proceso de la decadencia del Impe rio Griego y el ascenso de Roma al poder. Daniel 2:41 declara: “Y los pies y los dedos que viste, en parte de arcilla y en parte de hierro, será un reino dividido”. A mediados del siglo IV d.C., las tribus bárbaras comenzaron a ganar terreno y socavar el poder y la fuerza de Roma. De 351 a 476 d.C., estas tribus ganaron fuerza y se establecieron en territorio romano, provocando su caída.

LOS DEDOS DE LA ESTATUA

El Imperio de hierro de Roma mantuvo su poder hasta el año 476 d.C., cuando finalmente se dividió y cayó su último emperador, Rómulo Augusto. Así como los pies tienen diez dedos, Roma perdió su poder ante diez tribus bárbaras que, a lo largo de las décadas, fueron minando su autoridad. Estos diez dedos corresponden a los diez cuer nos de la cuarta bestia del capítulo 7 (ver Daniel 7:7).

La siguiente es una lista de las tribus que se asentaron en el territo rio de Roma entre los años 351 y 476 d.C., y las naciones que eventual mente formarían:50 d.C. Alamanes Germania / Alemania d.C. Francos Francia d.C. Burgundios Suiza d.C. Suevos Portugal d.C. Visigodos d.C. d.C. d.C. d.C. d.C.

El historiador Gibbon, al analizar el período entre los años 400 y Mello, p. 138.

351
351
406
406
408
España 409
Anglosajones Bretaña/Inglaterra 453
Lombardos Italia 406
Vándalos Extintos 453
Ostrogodos Extintos 476
Hérulos Extintos
50

64 Daniel Secretos de la profecía

500 d.C., menciona no menos de ocho de estas tribus en un único pá rrafo: “Los poderosos visigodos adoptaron universalmente la religión de los romanos, con quienes mantenían un perpetuo intercambio, de guerra, de amistad o de conquista. Durante el mismo período, el cris tianismo fue abrazado por casi todos los bárbaros, quienes establecie ron sus reinos bajo las ruinas del Imperio Occidental; los burgundios en la Galia, los suevos en España, los vándalos en África, los ostrogo dos en Polonia y diversas bandas de mercenarios (hérulos, etc.) que llevaron a Odoacro al trono de Italia. Los francos y los sajones aún perseveraban en los errores del paganismo; sin embargo, los francos obtuvieron la monarquía de las Galias por su sumisión al ejemplo de Clodoveo”.51 El desarrollo de estas tribus bárbaras resultó en las nacio nes europeas modernas.

UN REINO DIVIDIDO

Pero la profecía no se detiene ahí. El profeta continuó: “Y eso que viste, el hierro mezclado con la arcilla, significa que se mezclarán por medio de casamientos pero no se unirán el uno con el otro, así como el hierro no se mezcla con la arcilla”. Se hicieron varios intentos para tratar de mantener la unidad de este poder. Pero la profecía decretó: “Pero no se unirán el uno con el otro”. El historiador George H. Merrit aborda los lazos familiares de Europa al tratar de mantenerse unida:

Guillermo II de Alemania es primo hermano de Jorge V, y su madre, Victoria, era hermana del padre de Jor ge, Eduardo VII de Inglaterra. Además, Nicolás se casó con otro primo hermano de Jorge y William; la madre de la zarina era otra hermana de Eduardo VII. Finalmen te, Jorge, Guillermo y Nicolás son por sus padres, nietos de Carlos, duque de Mecklemburgo-Strelitz, fallecido en 1752, y Guillermo y Nicolás son descendientes del rey Federico Guillermo III de Prusia. Otros primos del rey Jorge y el zar Nicolás, también nietos de Cristián IX de

51

Eduardo Gibbon, The Decline and Fall of the Roman Empire (Nueva York: The Modern Li brary, 1995), t. 3, p. 543.

65Una estatua aterradora

Dinamarca, son: Cristián X de Dinamarca, Constanti no I de Grecia y Ernesto Augusto, duque de Brunswick, quien también es yerno del emperador Guillermo II.52

No solo mediante matrimonios reales se buscaba la unificación del reino dividido, sino también por medio de muchas alianzas políticas entre naciones. Los estadistas con visión de futuro trataron por diver sos medios de crear una federación de naciones que funcionara con eficacia, pero todos estos intentos fracasaron. Podemos mencionar a Carlomagno, Carlos V, Luis XIV, Napoleón Bonaparte, Hitler, etc. La profecía ratifica: “No se unirán el uno con el otro” (Daniel 2:43). Ningún poder humano puede cambiar el curso de la profecía. Lo que Dios ha revelado se cumplirá inequívocamente. Como reconoció Job: “Ningún plan tuyo puede ser frustrado” (Job 42:2).

UNA PIEDRA CORTADA SIN MANO ALGUNA

Después de relatar los cuatro poderes que gobernarían el mundo, Daniel revela: “Y en los días de estos reyes” (Daniel 2:44), refiriéndose a los diez reinos que tomarían el control de Roma, “el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruido […]. Por eso viste que una piedra fue cortada del monte sin mano alguna y desmenuzó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro” (Daniel 2:44, 45).

¿A quién o qué representa esta piedra? Desde el siglo II de la era cristia na, esta piedra se ha interpretado como Cristo, quien arrasará los reinos del mundo tras las divisiones del Imperio Romano.53 Martín Lutero, el gran reformador del siglo XVI, también concordó en que las piernas, los pies y los dedos de los pies de la estatua representaban a Roma; que esta se había dividido en las naciones modernas de Europa; y que la piedra representaba el reino de Cristo, que establecería en su segunda venida.54

52 George H. Merrit, “The Royal relatives of Europe”, The World´s Work, octubre de 1914, p. 594; en González, 1994, p.11.

53 Entre los primeros escritores cristianos que defendieron esta interpretación estaba Ireneo. Ver LeRoy Edwin Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers (Washington, DC: Review and Herald, 1946-1954), t. 4, p. 245.

54 Ibíd., pp. 267, 268. Uno de los primeros en cuestionar esta interpretación profética fue Agus tín, obispo de Hipona. En su obra “Ciudad de Dios”, comenzó a alegorizar y espiritualizar la profe

66 Daniel Secretos de la profecía

No hay duda de que la roca es Jesucristo y la instauración de su reino eterno. Isaías 28:16 declara: “Yo pongo en Sion por fundamento una piedra; piedra probada, angular, preciosa, de cimiento seguro. El que crea, no vacilará”. Isaías habla de Cristo como una variedad es pecial de piedra, la “piedra angular, preciosa”. Cristo mismo entendió estos símbolos usados en el Antiguo Testamento. En Lucas 20:17 y 18, él dijo de sí mismo: “¿Qué significa lo que está escrito: ‘La piedra que condenaron los edificadores ha venido a ser cabeza de esquina’?”. Aquí se refiere a sí mismo como la piedra angular de Isaías. Y continúa: “Todo el que caiga sobre esa piedra será quebrantado; pero aquel sobre quien caiga la piedra, lo desmenuzará”.

El apóstol Pedro, escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, revela esta misma verdad: “Acérquense a él, piedra viva, reprobada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios. […] Por eso dice la Escritura: ‘Pongo en Sion la principal piedra del ángulo, elegida, pre ciosa. El que crea en ella, no será defraudado’ ” (1 Pedro 2:4, 6).

Entonces, llegamos a una pregunta crucial: ¿Cuándo se establece rá este reino de Cristo? ¿Qué quiso decir Daniel cuando dijo “en los días de estos reyes”? (Daniel 2:44). Algunos han interpretado a estos reyes como los cuatro imperios desde Babilonia hasta Roma. Sin em bargo, el elemento de tiempo en la profecía nos asegura que la piedra que simboliza el reino de Cristo se establecerá en los días de los reyes representados por los pies y los dedos de los pies de la estatua (Da niel 2:41-44). Estos reinos no llegaron a existir históricamente hasta después del ministerio terrenal de Jesús, y finalmente con la caída de Roma occidental en el año 476 d.C.

Se puede encontrar evidencia adicional para este punto de vista en el paralelo entre los capítulos 2 y 7 de Daniel. La cuarta bestia de Daniel 7:7 (terrible y aterradora) representa el mismo Imperio que las piernas de hierro de la imagen: Roma. Así como los pies tienen diez dedos, este cuarto poder tiene diez cuernos. En el capítulo 7, solo des pués del surgimiento de los diez reinos aparece una nueva escena: el establecimiento del juicio y la entrega del reino a los santos del Altísi cía y a enseñar que la roca era la Iglesia, que triunfaría sobre los reinos terrenales. Ver más detalles en: Frank B. Holbrook, Symposium on Daniel (Hagerstown, MI: Review and Herald, 1986), p. 337.

67Una estatua aterradora

mo (Daniel 7:26, 27). Lo mismo ocurre en la visión del capítulo 2 con la piedra arrojada sin la ayuda de manos. Esto significa que el reino eterno de Cristo se establecerá en los días de la Europa moderna, que se formó a partir de las tribus bárbaras que socavaron Roma.

Así, en la historia universal de las naciones, podemos contemplar el cumplimiento literal de la profecía divina dada en el capítulo 2 de Daniel hasta la división del cuarto reino en diez. Ahora esperamos la aparición de esa piedra, cortada sin manos, que representa la segunda venida de Cristo y el establecimiento de su reino eterno (Daniel 2:44, 45; 7:13, 14, 26, 27). Esto es lo que mantiene esperanzado al pueblo de Dios en los últimos días de la historia humana.

LA ACTITUD DE NABUCODONOSOR

El rey estaba convencido de la verdad de la interpretación y, con hu mildad y asombro, “se postró sobre su rostro y […] dijo a Daniel: ‘Real mente el Dios de ustedes es Dios de dioses, Señor de los reyes, que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio’ ” (Daniel 2:46, 47).

Nabucodonosor engrandeció a Daniel y le dio muchos regalos y lo hizo gobernador sobre toda la provincia de Babilonia. En ese momen to, Daniel no se olvidó de sus amigos, Ananías, Misael y Azarías, y, a petición suya, fueron puestos “sobre la administración de la provincia de Babilonia” (Daniel 2:49).

Siglos antes de estos eventos históricos, el Revelador de Misterios miró hacia el futuro y predijo las escenas del auge y la caída de estos cuatro imperios universales. Dios le hizo saber a Nabucodonosor, a quien llama “mi siervo”, que su reino caería y surgiría un segundo reino, que también tendría su período de prueba. Al no exaltar al Dios verdadero, su gloria también sería abatida, y un tercer reino tomaría su lugar. Este también pasaría; y un cuarto, fuerte como el hierro, so metería a las naciones del mundo.

En cada una de estas revelaciones, Dios tenía la intención de usar estas naciones para sus propósitos. Si se hubieran conservado bajo el temor de Dios, se habrían mantenido en sabiduría y fortaleza. Pero rechazaron las oportunidades y su período de gloria pasó.

Hoy, a todo gobernante de la Tierra se dirigen las mismas palabras

que fueron dichas a Nabucodonosor: “Por tanto, aprueba mi conse jo. Renuncia a tus pecados y haz lo justo, renuncia a tu maldad y sé bondadoso con los oprimidos. Tal vez eso prolongue tu tranquilidad” (Daniel 4:27). Entender estas cosas, que “la justicia engrandece a la na ción” (Proverbios 14:34), que “la justicia afirma el trono” (Proverbios 16:12), y que “con clemencia se sostiene su trono” (Proverbios 20:28), y reconocer la operación de estos principios en la manifestación de su poder que “quita reyes, y pone reyes” (Daniel 2:21) es entender la filosofía de la historia.

De la historia del capítulo 2 aprendemos que la fortaleza, tanto de las naciones como de los individuos, no se encuentra en las oportuni dades o las facilidades que tenemos, ni en la aparente grandeza, sino que se mide por la fidelidad con la que se cumple el propósito de Dios en nuestra vida.

68 Daniel Secretos de la profecía

“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aun que se desplomen los cielos” (La educación, p. 57).

EL HORNO ARDIENTE

El capítulo 3 de Daniel describe una historia asombrosa de los días de Daniel, que tiene su paralelo en los últimos días, como se muestra en el libro del Apocalipsis.

El rey Nabucodonosor quedó impresionado durante un tiempo por la interpretación del sueño de la estatua, que abrió ante él acontecimien tos que llegarían hasta el “tiempo del fin”, y fue instruido en el papel que iba a desempeñar en la historia hasta el establecimiento del eterno reino de Dios. Pero esa impresión no duró mucho. Su corazón no estaba purificado de la ambición mundana ni del deseo de exaltación. La pros peridad que acompañó a su reinado lo llenó de orgullo y vanidad.

Se cree que pasaron nueve años entre el sueño de la estatua y el episodio descrito en el capítulo 3. Por el consejo de los sabios de Ba bilonia, Nabucodonosor decidió construir la imagen. Pero decidió ir más allá de la división de metales. Daniel informa: “Tiempo después, el rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro de sesenta codos (27 m) de altura y seis codos de ancho. Y la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia” (Daniel 3:1). Este evento indica claramente que dejó de honrar a Dios y reanudó su culto idólatra con mayor celo y fanatismo.55

LA LUCHA POR LA ADORACIÓN

La misma imagen que Dios usó para revelar sus propósitos eter nos a los hombres, al desplegar ante ellos importantes eventos futuros, ahora se usaría para la glorificación del poder humano. La interpreta de White, Profetas y reyes,

5
55 Elena
p. 369.

ción dada por Daniel sería olvidada y las verdades serían mistificadas. En esto vemos la acción satánica, tratando de frustrar los planes di vinos. Elena de White dice que “Satanás estaba procurando estorbar el propósito divino en favor de la familia humana. El enemigo de la humanidad sabía que la verdad sin mezcla de error es un gran poder para salvar; pero que cuando se usa para exaltar al yo y favorecer los proyectos de los hombres, llega a ser un poder para el mal”.56

Aunque la estatua del sueño, su Imperio, Babilonia, estaba simboli zado por la cabeza de oro, esta otra estatua, erigida en la llanura de Dura, era toda de oro, simbolizando así la perpetuidad de su reino. También es notable el tamaño de la estatua, sesenta codos de alto y seis codos de ancho. Esto refleja el uso del sistema sexagesimal (sistema que depende del número sesenta) en Babilonia. El sistema sexagesimal fue inventado por los propios babilonios. Este sistema todavía se usa mucho hoy en día, como se puede ver en el conteo de segundos, minutos y horas.

El codo puede variar de 44,7 a 52,4 cm.57 Tomando un promedio de cincuenta centímetros por cada codo, esto nos daría una imagen de treinta metros de alto por tres metros de ancho; aproximadamente. Dimensiones que ciertamente incluían una especie de pedestal, donde se asentaba la imagen. Se podría comparar con un edificio de unos diez pizos.

Pero ¿cuál fue el motivo de la construcción de la estatua? Como ya se ha dicho, la intención era perpetuar el poder de Babilonia, y para ello se convocó una asamblea general, a la que debían asistir todos los políticos y los administradores de Babilonia, para adorar la imagen de oro que el rey había erigido. Daniel 3:5 declara: “Al oír el son de la bocina, la flauta, el tamboril, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento músico, se postren y adoren la estatua de oro que el rey Nabucodonosor levantó”. La representación de la conmemoración de la estatua daría evidencia de sumisión al poder del rey, y al mismo tiempo mostraría reconocimiento de que los dioses de Babilonia eran superiores a todos los demás dioses del pueblo.

56 Ibíd., pp. 370, 371.

57 W. E. Vine, Dicionário Vine: O significado exegético e expositivo das palavras do Antigo Tes tamento e do Novo Testamento (Río de Janeiro: CPAD, 2010), p. 86.

72 Daniel Secretos de la profecía

73El horno ardiente

Aún faltaba un detalle: el culto era obligatorio, y cualquiera que no adorara la imagen sería instantáneamente arrojado al horno de fuego (Daniel 3:6).

Si tomamos un descanso de nuestra historia y sistematizamos sus elementos, podemos definirlos fácilmente:

• Un soberano poderoso

• Una imagen falsa

• Adoración forzada

• Unión del poder civil y religioso

• Pena de muerte para los desobedientes

¿Hay alguna aplicación de esta experiencia a los últimos días de la historia, o solo se registró para provecho de las personas que vivieron hace 2.500 años? Una mirada rápida al capítulo 13 del Apocalipsis responde a esa pregunta.

Daniel Apocalipsis

3:1

3:2

3:5

Un poderoso soberano 13:11

Una imagen falsa 13:14

Adoración forzada 13:15

3:2

Pena de muerte 13:15

Unión entre Iglesia y Estado 13:12 3:6

Como se ve en la lista de textos anterior, el Apocalipsis apunta a un evento idéntico que involucra al pueblo de Dios en nuestros días. El poder representado por Apocalipsis 13:11 emitirá un decreto en el que se obligará a todos los habitantes de la tierra a adorar a la primera bestia (Apocalipsis 13:1-10), con una terrible amenaza de muerte a todos los que no se rindan a esa adoración (Apocalipsis 13:15). Y ciertamen te, en aquel tiempo, como Ananías, Misael y Azarías, muchos hijos e hijas de Dios sinceros se opondrán, a riesgo de su propia vida, a este acto idólatra, y elegirán adorar solo al Dios Creador del Cielo y de la Tierra (Apocalipsis 14:6, 7; 12:11).

TRES JÓVENES VALIENTES

Cuando llegó el día de la gran convocatoria, miles se reunieron en la llanura de Dura ante la imagen de oro que el rey había construido. Según la orientación del heraldo, cuando se tocaron los instrumen tos musicales, todos se postraron en reverencia y adoraron la imagen de oro y el poder que simbolizaba (Daniel 3:4, 5). Los poderes de las tinieblas parecían haber obtenido un triunfo notable, y la idolatría pa recía estar a punto de perpetuarse en Babilonia. Satanás, por lo tanto, esperaba frustrar los planes de Dios de usar a sus hijos cautivos en Babilonia como una forma de bendecir a todas las naciones. Pero la historia daría otro giro y Dios sería nuevamente honrado.

No es fácil quedarse de pie cuando todos están postrados. Pero eso hicieron los amigos de Daniel: Ananías, Misael y Azarías (Daniel 3:12). Desde la infancia, habían aprendido a adorar y reverenciar solo al Dios verdadero. El mandamiento estaba claro en su mente: “No ten drás otros dioses fuera de mí; No te harás imagen; No te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éxodo 20:3-5). “No se vuelvan a los ídolos, ni se hagan dioses de metal fundido” (Levítico 19:4). “Ustedes han visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro” (Deute ronomio 29:17). Eran siervos del Dios viviente y no se inclinarían ante los dioses falsos de Babilonia.

El rey pronto se enteró de la rebelión y les dio una segunda oportu nidad. “¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abednego [nombres babilónicos de los jóvenes], que ustedes no honran a mi dios, ni adoran la esta tua de oro que levanté? Ahora, al oír el son de la bocina, la flauta, el tamboril, el arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento músico, ¿están prestos a postrarse y adorar la estatua que levanté? Porque si no la adoran, en esa misma hora serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios los librará de mis manos?” (Daniel 3:14, 15).

Esta pregunta no podía quedar sin respuesta, porque el Dios de Israel, el Dios Creador del Cielo y de la Tierra, sería glorificado en la fidelidad de estos tres jóvenes. Con la confianza y el coraje que solo pueden brotar de una íntima relación con el Señor, estos jóvenes res pondieron: “Acerca de esto no necesitamos responderte. Nuestro Dios, a quien honramos, puede librarnos del horno de fuego; y de tu mano nos librará. Y aunque no nos librara, sepas que no adoraremos a tu

74 Daniel Secretos de la profecía

Hablando de la necesidad de tales hombres hoy, Elena de White escribió: “La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos”.58

Los tres jóvenes hebreos ni siquiera temieron que el cielo se desplo mara sobre su cabeza. Se aferraron a la promesa divina: “Cuando pa ses por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2).

Te estarás preguntando: ¿Dónde estaba Daniel en ese momento? ¿Por qué no aparece en la historia? No tenemos una respuesta a esta pregunta, pero hay algunas posibilidades. Una es que podría estar en algún tipo de viaje, velando por los intereses del reino. Es posible que el rey mismo, en virtud de conocer bien a Daniel, y sabiendo que no se postraría en reverencia a la imagen, de alguna manera se las arreglara para asegurarse de que no estuviera en Babilonia el día de la consagra ción de esta estatua. Este detalle sigue siendo un misterio.

UN HORNO ARDIENTE

El horno descrito en el texto probablemente era un lugar donde se quemaban ladrillos, ya que la mayoría de los edificios de Babilonia estaban construidos con este tipo de material. Herodoto, el “Padre de la Historia”, al hablar de las reformas que Nitocris, hija de Nabucodo nosor, probablemente esposa de Nabonido y madre de Belsasar, em prendió en Babilonia poco antes de la invasión medopersa, menciona el uso de ladrillos en la construcción de muros y del puente que conec taba las dos partes de la ciudad.59

Por orden del rey, uno de estos hornos fue calentado siete veces más (Daniel 3:19). El calor era tan intenso, que incluso los valientes responsables de arrojar a los jóvenes al horno perdieron la vida (Da niel 3:22). Lo que sigue es un Dios poderoso que actúa para salvar a

58 Elena de White, La educación, p. 57.

59 Herodoto, pp. 92-94.

75El horno ardiente dios ni la estatua que has levantado” (Daniel 3:16-18).

sus hijos de la muerte. El texto bíblico menciona la sorpresa del rey Nabucodonosor cuando preguntó a sus consejeros: “¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? […] Yo veo cuatro varones suel tos, que se pasean en el fuego sin sufrir ningún daño; y el parecer del cuarto es semejante a un hijo de los dioses” (Daniel 3:24, 25). Aquí vemos el aspecto redentor de Jesús en el tercer capítulo.

Cristo mismo vino a estar con sus hijos en medio de la prueba. Je sús caminó con los jóvenes entre el fuego, que perdió completamente su efecto ante el Señor Dios, Creador de todos los elementos existentes. Nabucodonosor tuvo una visión del Hijo de Dios. Ese día comprende ría una vez más la superioridad del Dios de los jóvenes hebreos sobre los dioses de Babilonia. Era un Dios tan celoso, que nada se quemó en el horno, excepto las cuerdas que los ataban.

Un detalle llama nuestra atención: ¿Cómo sabía el rey pagano cómo era el Hijo de Dios? Elena de White da una respuesta: “En su vida y carácter, los cautivos hebreos que ocupaban puestos de confianza en Babilonia habían representado la verdad delante de él. Cuando se les pidió una razón de su fe, la habían dado sin vacilación. Con claridad y sencillez habían presentado los principios de la justicia, enseñando así a aquellos que los rodeaban acerca del Dios al cual adoraban. Les ha bían hablado de Cristo, el Redentor que iba a venir; y en la cuarta per sona que andaba en medio del fuego, el rey reconoció al Hijo de Dios”.60

Es maravilloso pensar en el poder del testimonio. Nuestra vida ha bla mucho más que nuestras palabras. El mejor sermón que se puede predicar es una vida de consagración a Dios y de servicio a los demás. El mundo todavía espera ver este tipo de fe en los cristianos modernos.

Tal vez sufriendo el calor del intenso fuego, el rey se acercó lo más que pudo para hacer oír su voz y llamar a los jóvenes fuera del horno. ¡Qué escena tan interesante! Al recibir la visita de Jesús y ser testi gos del milagro del fuego que no quemaba, los jóvenes no salieron del horno, sino que se quedaron allí y, según las propias palabras del rey, caminaban dentro del horno. Esto nos lleva a la conclusión de que, con Jesús, incluso el fuego de la prueba se convierte en un lugar agradable. En este momento, quizá enfrentes una verdadera prueba

60 Elena de White, Profetas y reyes, p. 374.

76 Daniel Secretos de la profecía

77El horno ardiente

de fuego, pero presta atención. Más allá de las nubes oscuras que se forman en el horizonte, más allá de las lágrimas que ruedan por tus mejillas por cosas que solo tu corazón conoce, hay un Dios de amor. Un Dios tan maravilloso, que viene a estar con sus hijos en los mo mentos más difíciles. Aférrate a sus promesas ahora: “A ustedes no les ha venido ninguna tentación que no sea humana. Pero Dios es fiel, y no los dejará ser tentados más de lo que pueden resistir. Antes, junto con la tentación les dará también la salida, para que puedan soportar” (1 Corintios 10:13). Y aún más: “Sabemos que todas las cosas obran para el bien de los que aman a Dios, los que han sido llamados según su propósito” (Romanos 8:28). Muchas veces has “subido” al Cielo en oración en tiempos de lucha, pero en la hora del fuego él descenderá a tu horno. El mismo Hijo de Dios estará a tu lado en los momentos más difíciles de tu vida. ¡Solo tienes que creer!

FIDELIDAD RECOMPENSADA

Todos se reunieron para testificar que ni siquiera se sentía olor a algo chamuscado. Este extraordinario acontecimiento llevó al rey a reconocer: “¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él; los cuales des obedecieron la orden del rey y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios!” (Daniel 3:28).

Impresionado por la fidelidad de los jóvenes y el maravilloso poder de este Dios de los hebreos, el rey emitió un decreto en el que advertía a todas las naciones que cualquier blasfemia contra este Dios sería cas tigada con la muerte. Y el decreto terminaba con un reconocimiento: “Por cuanto no hay dios que pueda librar como él” (Daniel 3:29).

El capítulo 3 termina diciendo que “el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abednego en la provincia de Babilonia” (Daniel 3:30). Estos mismos tres jóvenes que al final del capítulo 2 habían sido coloca dos sobre los asuntos de la provincia de Babilonia, nuevamente fueron promovidos por el rey mismo. Su fidelidad fue recompensada y dieron un poderoso testimonio, que todavía resuena hoy, del poder y el cui dado de Dios por sus hijos.

Manuscritos de las traducciones más antiguas, como la Septuagin

ta (LXX)61 y la traducción de Teodoción, insertaron un texto apócri fo llamado “Cántico de los tres jóvenes” inmediatamente después del versículo 23 del capítulo 3. Este cántico contiene 68 versículos, y en la Biblia de Jerusalén aparece con las siguientes divisiones: (1) Cántico de Azarías (Abednego) en el horno, compuesto tanto de una confe sión como de una súplica (vers. 24-45); (2) un interludio en prosa, que describe el calentamiento del horno y el descenso del ángel del Señor para enfriar las llamas (vers. 46-50); y (3) el cántico de los tres jóvenes (vers. 51-90).

Aunque el mismo Jerónimo62 reconoció que este texto es espurio, esta adición apócrifa se ha mantenido en varias versiones católicas. Los estudiosos debaten si el origen del cántico es judío o cristiano. Va rios de ellos creen que esta obra fue creada alrededor del año 100 a.C.63 Independientemente de la fecha de su composición, la canción tiene valor histórico, así como los siete libros apócrifos, insertados en algu nas versiones de la Biblia. Este aspecto histórico, y no de inspiración divina como los demás libros del Canon, tiene su valor, porque quien escribió el cántico buscó imaginar la gratitud de los jóvenes hebreos después de presenciar tal liberación.

El versículo 31, parte del cántico de Azarías, menciona que la prue ba fue un juicio que Dios les dio. Los versículos 40 y 41 declaran: “Mas con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos, como con holocaustos de carneros y toros, y con millares de corderos pingües; Tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti, y te agrade que plenamente te sigamos, porque no hay confusión para los que en ti confían”. La can ción está haciendo una comparación entre los sacrificios ofrecidos y quemados en el Santuario con la situación que vivían los jóvenes, como si ofrecieran sus cuerpos como sacrificio vivo a Dios.

61 La Septuaginta, también identificada por el número romano 70 (LXX), es una traducción del Antiguo Testamento, escrito originalmente en hebreo y arameo, al griego. Esta versión fue realizada por setenta y dos rabinos (seis de cada una de las doce tribus) que trabajaron en ella y,, según la historia, habrían completado la traducción en setenta y dos días.

62 Jerónimo es conocido como el traductor de la Biblia del griego antiguo y del hebreo al latín. La edición de San Jerónimo, la Vulgata, sigue siendo el texto bíblico oficial de la Iglesia Católica Romana.

63 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág. 812.

78 Daniel Secretos de la profecía

Durante los años de la Edad Media, los hijos de Dios también fue ron severamente perseguidos y probados. En los albores del siglo XV, había tres papas reinando simultáneamente.64 Para solucionar este pro blema, se convocó un concilio general en Constanza, en el año 1414, por el emperador Segismundo y el Papa Juan XXIII. Este consejo duró tres años y cinco meses. Me llaman la atención dos decisiones de ese consejo. Primero, depusieron a los tres papas reinantes y eligieron a Martín V como el papa legítimo; segundo, condenaron a la hoguera a Juan Huss y, aproximadamente un año después, a Jerónimo de Praga.

El 6 de julio de 1415, Huss fue desnudado y atado con cuerdas mo jadas. Su cuello estaba sujeto a la estaca con una cadena. Antes de que se encendiera la hoguera, Luis, duque de Baviera, instó a Huss a pen sar en su salvación y renunciar a sus errores. Su respuesta fue: “¿A qué errores debo renunciar si no me siento culpable de nada? […] Con la mente serena y llena de fe estoy listo para enfrentar la muerte”.65 Se encendió el fuego, y mientras ardían las llamas, comenzó a cantar: “¡Jesucristo! ¡Hijo del Dios vivo! Ten piedad de mí”. Así, en esta vida, la voz del gran maestro Juan Huss fue silenciada. Aproximadamente un año después, de la misma manera y en el mismo lugar, fue asesi nado su gran amigo, Jerónimo de Praga. Tres jóvenes hebreos y dos héroes mártires de la Edad Media. ¡Dos destinos completamente di ferentes! En momentos como estos, me pregunto: ¿Por qué Dios no liberó a Huss y a Jerónimo como lo hizo con los jóvenes hebreos? No encuentro respuesta a mi pregunta, pero solo hay una certeza: “Las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros” (Deuteronomio 29:29).

Un día, en la eternidad, Ananías, Misael y Azarias se encontrarán con Huss y Jerónimo. Podrán compartir todas las escenas que vivie ron en la Tierra y cómo Dios cuidó de cada uno de ellos. ¿No sería ma ravilloso poder asistir a esta reunión? Prepárate entonces y no pierdas la confianza, aunque un horno sea parte de tu caminata.

64 Los tres Papas fueron: el Papa Juan XXIII, elegido por los italianos; el Papa Gregorio, elegido por los franceses, y el Papa Benedicto, elegido por los españoles.

65

John Fox, O livro dos mártires (São Paulo: Mundo Cristiano, 2003), p. 119.

79El horno ardiente

“Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a todo individuo de la actualidad. Hoy, los hombres y las naciones son medi dos por la plomada que sostiene aquel que no se equivoca. Todos deci den su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus propósitos” (La educación, p. 178).

DEL PALACIO AL PASTO

De todos los capítulos registrados en Daniel, el capítulo 4 es el úni co que no fue escrito por él. El autor es el mismo rey Nabucodonosor, y registra una proclamación real. Escribió: “El rey Nabucodonosor, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: ‘Paz les sea multiplicada’ ” (Daniel 4:1).

Este capítulo es el final de la historia del gran rey del período neo babilónico. Registra su último relato. Y está impregnado de lecciones espirituales y de la misericordia de Dios manifestada a un rey pagano e idólatra.

El cambio en este capítulo de la primera persona a la tercera, y de regreso a la primera (ver Daniel 4:2-27; cf. 28-33; 34-37) ocurre porque Daniel probablemente escribió el decreto por orden del rey, o como su asesor principal, y agregó ciertas partes al decreto. El decreto reflejaba los sentimientos del rey cuando sus facultades mentales habían sido completamente restauradas. “El que fuera una vez un orgulloso mo narca había llegado a ser un humilde hijo de Dios”.66

UN DECRETO REAL

Así decía el decreto: “Conviene que yo publique las señales y mila gros que el Altísimo Dios ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino es reino eterno, y su dominio de generación en generación” (Daniel 4:2, 3).

66 Elena de White, Profetas y reyes, p. 382.

6

Nabucodonosor reinó 43 años en Babilonia. Este sueño ocurrió en la segunda parte de su reinado. El rey declaró: “Estaba yo tranquilo en mi casa, floreciente en mi palacio” (Daniel 4:4). De repente, la escena cambia y el rey se asombra: “Tuve un sueño que me espantó. Tendido en mi cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron” (Daniel 5:5).

En este caso, a diferencia del capítulo 2, el rey no había olvidado el contenido del sueño, pero tampoco conocía su significado. Entonces, una vez más, los sabios (magos, astrólogos, caldeos y adivinos) fueron llamados para darle al rey la interpretación del sueño. Pero Daniel 4:7 declara que no pudieron darle al rey la interpretación. Una vez más, quedó demostrada la incapacidad de cualquier hombre para revelar los misterios que el Altísimo tiene reservados para sí mismo.

NABUCODONOSOR RELATA EL SUEÑO

Los habitantes de Babilonia solían ver un significado en cada sue ño. Posiblemente, por eso Dios una vez más usó un sueño como ins trumento para exponer sus propósitos. Dios siempre usa parábolas y figuras para transmitir sus verdades. Los símbolos ayudan a recordar tanto el mensaje como su importancia durante más tiempo que si el mensaje se hubiera comunicado de otra forma. Tomemos, por ejem plo, la advertencia de Natán a David después de su adulterio con Bet sabé (2 Samuel 12:1-15).

En presencia de Daniel, en quien el rey reconoció “el espíritu del Dios santo” (Daniel 4:8, 18), el rey narra su sueño:

Me parecía ver en medio de la tierra un árbol de gran altura. Ese árbol creció y se hizo fuerte; su altura llegó hasta el cielo y se lo podía ver desde los extremos de la tierra. Su copa era hermosa y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. A su sombra hallaban abrigo las bestias del campo y en sus ramas anidaban las aves del cielo, y de él se mantenía toda carne. Mientras estaba en mi cama vi, en las visiones de mi cabeza, que un vigilante y santo descendió del cielo. Y clamó con fuerza: “Corten

82 Daniel Secretos de la profecía

el árbol, desmochen sus ramas, derriben su copa y des parramen su fruto. Váyanse las bestias que están debajo de él y las aves de sus ramas. Pero dejen en tierra la cepa y su raíz, con atadura de hierro y bronce entre la hierba del campo. Y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su mente sea cambiada de mente de hombre en mente de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por orden de los santos la decisión; para que conozcan los vivientes que el Altísimo manda sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más humilde de los hombres” (Da niel 4:10-17).

DANIEL INTERPRETA EL SUEÑO

Después de escuchar atentamente el relato, Daniel estuvo “callado por algún tiempo, y sus pensamientos lo turbaban” (Daniel 4:19). Su respeto y amistad por el rey le dificultaban el desarrollar el significado del sueño. El rey lo animó a que no se inquietara, sino que le revelara el sueño, y entonces Daniel procedió a interpretar los hechos que aconte cerían en la vida del rey.

“El árbol que viste […] eres tú mismo, que creciste y te hiciste fuer te” (Daniel 4:20-22). El árbol que fue cortado y destruido, y su tronco con sus raíces que quedaron en la tierra, significaba que el rey sería expulsado de entre los hombres y viviría con las bestias del campo y comería hierba como ellas. Pasarían siete tiempos, es decir, siete años67 (Daniel 4:25; cf. 11:13), hasta que el rey reconociera que “el Altísimo domina sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo da” (Daniel 4:25). Luego, dentro de ese período de siete años, el rey volvería a su condición normal.

Nabucodonosor había sido exaltado a lo más elevado de la gloria mundana. Incluso en la profecía de Ezequiel había sido llamado “rey

67 La palabra aramea ‘iddan, “tiempo”, aparece también en 4:23, 25 y 32; y luego en 7:25 y 12:7; en todas estas ocasiones, significa “año”. El texto de la LXX dice “siete años”. Entre los primeros expositores que se inclinaron por esta opinión está Flavio Josefo. Ver História dos hebreus: Obra completa, p. 253.

83Del palacio al pasto

84 Daniel Secretos de la profecía

de reyes” (Ezequiel 26:7). Sin embargo, aunque a veces le había atri buido a Dios la gloria de su reino, estaba a punto de dar la espalda a Dios una vez más y olvidar la verdad eterna de que, en los asuntos de las naciones, Dios siempre está ejecutando “silenciosa y pacientemente los consejos de [su] voluntad”.68

Daniel concluye la interpretación del sueño y da un consejo al rey: “Por tanto, aprueba mi consejo. Renuncia a tus pecados y haz lo justo, renuncia a tu maldad y sé bondadoso con los oprimidos. Tal vez eso prolongue tu tranquilidad” (Daniel 4:27).

Al rey Nabucodonosor se le enseñó un principio divino: los juicios de Dios contra los hombres pueden evitarse mediante el arrepenti miento y la conversión (ver Isaías 38:1-2, 5; Jeremías 18:7-10; Jonás 3:110). Pareciera que, durante los siguientes doce meses, Nabucodonosor siguió el consejo de Daniel, pero al final, el deseo de exaltación propia y el orgullo mundano ocuparon su mente. El corazón no transforma do por la gracia de Dios pronto pierde las impresiones del Espíritu Santo. La condescendencia propia y la ambición aún no habían sido erradicadas del corazón del rey. Más tarde, estos rasgos reaparecieron, como veremos más adelante.

EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA

Exactamente un año después, el rey dijo: “¿No es esta la gran Ba bilonia que yo edifiqué con la fuerza de mi poder, para residencia real y para gloria de mi grandeza?” (Daniel 4:30). Una de las antiguas ins cripciones que se han conservado de los escombros de las ruinas de Babilonia muestra algo muy parecido al texto sagrado. Dice: “Enton ces construí yo el palacio, el asiento de mi realeza, el vínculo de la raza de los hombres, la morada del triunfo y el regocijo”.69

Por supuesto, la afirmación de Nabucodonosor de haber “edifica do” la ciudad de Babilonia no debe interpretarse como una referen cia a su fundación, que tuvo lugar poco después del Diluvio (Génesis 11:1-9), sino que se refiere a la obra de reconstrucción iniciada por su

68 Elena de White, La educación, p. 173.

69 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 820.

85Del palacio al pasto

padre Nabopolasar, y completada por Nabucodonosor.70 En los inter valos entre guerras, Nabucodonosor se dedicó a embellecer y fortificar su capital, hasta que por fin la ciudad de Babilonia se convirtió en la principal gloria de la tierra, llamada en profecía “Señora de los reinos” (Isaías 47:5). Herodoto declara que Babilonia era “la más célebre e im portante de todas las ciudades”.71 Cortada por el río Éufrates, a orillas del cual podían plantar y sacar su sustento, con altos y fuertes muros, Babilonia era de hecho una ciudad inexpugnable.

Su tamaño también impresionaba. “Babilonia tenía la forma de un gran cuadrado, de 22 km de lado. Estas medidas darían a las murallas una extensión total de 88 km, y a la propia ciudad una superficie de casi 490 kilómetros cuadrados”.72

No solo era una maravilla en los aspectos de seguridad y grandeza, sino también en sus bellezas. Durante su largo reinado de 43 años, Na bucodonosor construyó tres grandes palacios. El primero fue en la Ciu dad Interior. Un segundo, que los excavadores ahora llaman el Palacio Central, estaba justo afuera del muro norte de la Ciudad Interior. Y un tercero, el Palacio del Sur, que estaba ubicado en la esquina noroeste de la Ciudad Interior, e incluía, además de otros edificios, los famosos jardines colgantes.73 Estos, construidos por el mismo Nabucodono sor, se convertirían en una de las siete maravillas del mundo antiguo. También hizo las nueve puertas que daban acceso a la ciudad. Todas estaban dedicadas a las principales deidades de Babilonia. Hacia el este estaban las puertas de Marduk, principal dios babilónico; y también la de Ninurta, el dios de la caza y la guerra. Al oeste estaba la puerta de Adad, el dios de las tormentas. Al sur estaban las puertas de Enlil, el dios del cielo, la de Shamash, el dios del sol, y la de Urash. Hacia el norte estaban las puertas de Ishtar, la diosa del amor y la guerra; la puerta de Sin, el dios de la luna; y el de Lugalgirra (o Nergal), el dios de la fiebre y la pestilencia.74 Ibíd Herodoto, p. 89. Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 822. Ibíd Alomía, p. 19.

70
71
72
73
74

No es casualidad que Rawlinson diga: “Sería difícil exagerar al de cir que, sin Nabucodonosor, los babilonios no habrían tenido lugar en la historia”.75

En el mismo momento en que el rey se jactaba de las maravillas ante sus ojos, vino el juicio del cielo: “Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo que dijo: ‘Rey Nabucodonosor, a ti se te dice: “El reino ha sido quitado de ti. De entre los hombres te echan, vivirás con las bestias del campo y como a los bueyes te apa centarán. Siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres y a quien él quiere lo da” ’. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila y sus uñas como las aves” (Daniel 4:31-33).

En un momento, la razón que Dios le había dado le fue arrebatada, y el poderoso gobernante se convirtió en un maníaco. Durante siete años, Nabucodonosor fue un asombro para todos sus súbditos; duran te siete años fue humillado ante el mundo entero; hasta que finalmente reconoció la soberanía del Dios que gobierna todo.

La identidad de la enfermedad del rey no se conoce con certeza.76 En 1975, se tradujo una tablilla de barro referente a la enfermedad de Nabucodonosor.77 Esta tablilla se encuentra en el Museo Británico con el número B.M. 34.113, sp. 213. El documento está muy dañado, pero se pueden leer las siguientes expresiones: “Nabucodonosor consideró que […] su vida parecía no tener valor […] no mostró amor por su hijo o su hija […] familia y el clan no existe […] su atención no estaba dirigida a promover el bienestar de Esagila […] llora amargamente ante Marduk”.78

75 Ibíd., p. 13.

76 Maxwell, por ejemplo, afirma que fue licantropía (síndrome del hombre lobo). Uma nova era segundo as profecias de Daniel, p. 62. Para Vilmar González, la enfermedad se llama Zoantro pía, una especie de manía mental en la que el paciente cree haberse convertido en un animal.

Ver González, Daniel e Apocalipse, p. 19.

77 A. K. Grayson, Babylonian Historical Literary Texts: Toronto Semitic Texts and Studies (To ronto: Prensa de la Universidad de Toronto, 1975), pp. 87-92.

78 Siegfried H. Horn, “New Light on Nebuchadnezzar´s Madness”, Ministry, abril de 1978, pp.

86 Daniel Secretos de la profecía

Las expresiones anteriores se pueden aplicar muy bien al trágico período vivido por Nabucodonosor. Muchos también se han pregun tado por qué no mataron al rey demente, o por qué sus súbditos o mi nistros de estado no pusieron a otra persona en el trono durante esos siete años. Se dio la siguiente explicación: Las personas supersticiosas de la antigüedad creían que todos los trastornos mentales eran cau sados por malos espíritus que se posesionaban de sus víctimas; que si alguien mataba al demente, ese espíritu se posesionaba del homicida o instigador del crimen; y que si su propiedad era confiscada, o su cargo ocupado por otro, una terrible venganza caería sobre los responsables de la injusticia. Por eso, los locos estaban excluidos de la sociedad, pero en otros aspectos no se los molestaba (ver 1 Samuel 21:12 al 22:1).

CONCLUSIÓN

La Palabra de Dios declara: “Nada hace Dios, el Señor, sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Al final, el juicio pronun ciado sobre Nabucodonosor produjo resultados positivos. El texto dice: “Al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo y mi sentido me fue devuelto. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es dominio eterno y su reino por todas las generaciones. Ante él todos los habitantes de la tierra son conside rados como nada; en el ejército del cielo y en los habitantes de la tierra hace según su voluntad; ni hay quien detenga su mano y le diga: ‘¿Qué haces?’ En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí; mis gobernado res y mis consejeros me buscaron. Y fui restituido a mi reino, y mayor grandeza me fue añadida” (Daniel 4:34-36). Elena de White declara: “El que fuera una vez un orgulloso monarca había llegado a ser un humil de hijo de Dios; el gobernante tiránico e intolerante, era un rey sabio y compasivo. El que había desafiado al Dios del cielo y blasfemado contra él, reconocía ahora el poder del Altísimo, y procuraba fervorosamente promover el temor de Jehová y la felicidad de sus súbditos”.79

39-40. Disponible en: <https://www.ministrymagazine.org/archive/1978/04/new-light-on-ne buchadnezzars-mad-ness> Consultado el 24 de noviembre de 2013.

79 Elena de White, Profetas y reyes, p. 382.

87Del palacio al pasto

Finalmente, Nabucodonosor había aprendido la lección que todos los líderes y los gobernantes de hoy deben aprender: que la verdadera grandeza consiste en la verdadera bondad. Declaró: “Ahora yo, Na bucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, sus caminos justos y puede humillar a los que andan con soberbia” (Daniel 4:37). “El propósito de Dios, de que el mayor reino del mundo manifestase sus alabanzas, ahora se había cumplido. La proclama pública, en la cual Nabucodonosor reconoció la misericordia, la bondad y la autoridad de Dios, fue el último acto de su vida que registra la historia sagrada”.80

Dios actúa de la misma manera con los líderes actuales. “Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación y a todo individuo de la actualidad. Hoy, los hombres y las naciones son medidos por la plo mada que sostiene aquel que no se equivoca. Todos deciden su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus propósitos”.81

¿Cuál será nuestra actitud ante esta verdad eterna? ¿Nos somete remos a la conducción divina o dirigiremos nuestra vida como si no debiéramos responder ante nadie? Dios nos conceda asumir una po sición humilde y de confianza, sabiendo que él siempre hará lo mejor en la vida de sus hijos.

80 Ibíd., p. 383.

81 Elena de White, La educación, p. 178.

88 Daniel Secretos de la profecía

“La historia que el gran YO SOY ha trazado en su Palabra, al unir los eslabones de la cadena profética desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura, nos dice dónde estamos hoy en el transcurso de los siglos, y qué es lo que se puede esperar del futuro. Todo lo que la profecía anunció que sucedería hasta el presente ha sido registrado en las páginas de la historia, y podemos estar seguros de que todo lo que vendrá aún se cumplirá en su orden” (La educación, p. 178).

LA CAÍDA DE BABILONIA

SUCESORES AL TRONO

Nabucodonosor reinó durante 43 años en Babilonia82 (605 a.C. al 562 a.C.). Este largo y próspero reinado marcó el apogeo del Imperio Neobabilónico. Solo veintitrés años separan su muerte de la caída de Babilonia en 539 a.C. Ramos menciona que, después de su muerte, Na bucodonosor fue sucedido por su hijo Evilmerodac (también conocido como Amel-Marduk). Este reinó solo durante tres años. Después de su muerte (560 a.C.), Neriglissar (también conocido como Labashi-Sha ruzur), yerno de Nabucodonosor, ascendió al trono. Este último, des pués de reinar unos cinco años, murió en 556 a.C. y su hijo, Labo roso-Archod (también conocido como Labashi-Marduk), comenzó su reinado. Sin embargo, murió ese mismo año y en su lugar ascendió al trono Nabonido (también conocido como Labineto), otro yerno de Nabucodonosor.83 Durante su reinado acontecieron los hechos descri tos en el capítulo 5 del libro de Daniel.

El texto bíblico comienza hablando de un gran banquete. “El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino” (Daniel 5:1). Se cree que Nabonido se casó con

82 Flavio Josefo, História dos hebreus: Obra completa, 1ra. ed. (Río de Janeiro: CPAD, 1992), p. 253.

83 Ramos, Profecia bíblica, p. 54.

7

92 Daniel Secretos de la profecía

una hija de Nabucodonosor.84 En este caso, Belsasar, hijo de Nabo nido, sería nieto de Nabucodonosor por parte de su madre. La reina madre, a quien Herodoto llama Nitocris, mencionada en Daniel 5:10, conocía muy bien las historias que habían sucedido con Nabucodono sor, su padre, y será parte en los hechos de este capítulo.

Según el Comentario bíblico adventista, Nabonido estaba en el Lí bano, convaleciendo de una enfermedad, y poco antes de comenzar una campaña contra Tema en el occidente de Arabia, llamó a su hijo mayor (Belsasar) y “le confió el reino”. Desde ese momento en adelan te, Belsasar controló los asuntos de Babilonia, mientras que Nabonido residió en Tema en Arabia.85

UN BANQUETE REAL

Si asumimos que Belsasar se convirtió en corregente con su padre, Nabonido, en el año 552 a.C., pasaron unos trece años antes de la fecha del banquete en el salón real. Es inexplicable que se diera un banquete bajo las circunstancias en que vivía Babilonia. Ya se habían librado algunas batallas entre Persia y Babilonia, pero nada de esto interfirió con los planes del rey. Josefo menciona que, cuando se realizó la fies ta, la ciudad de Jerusalén ya estaba sitiada por los ejércitos de Ciro.86 Herodoto también menciona que “en el momento de la invasión, los babilonios estaban celebrando una fiesta, y lejos de imaginar que un peligro inminente los amenazaba, se entregaron a los placeres y a los bailes. Cuando se enteraron de la situación, ya era demasiado tarde”.87 Elena de White menciona las razones del banquete: “Babilonia fue si tiada por Ciro, sobrino de Darío el Medo y general de los ejércitos combinados de los medos y persas. Pero dentro de la fortaleza al parecer inexpugnable –con sus macizas murallas y sus puertas de bronce, protegida por el río Éufrates, y abastecida con abundantes provisio nes–, el voluptuoso monarca se sentía seguro y dedicaba su tiempo a

84 Herodoto la llama Nitocris, una segunda reina. La primera se llamaba Semiramis. Ver Hero doto, pp. 92, 93.

85 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 828.

86 Josefo, p. 254.

87 Ver Herodoto, p. 96.

la jarana y las orgías. En su orgullo y arrogancia, con temerario sen timiento de seguridad, ‘Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino’ (Daniel 5:1)”.88

Como si las orgías y las borracheras no fueran suficientes, Belsasar, para calumniar al Dios verdadero, mandó traer los vasos sagrados que se usaban en el servicio del templo en Jerusalén, para que pudieran be ber vino de ellos. Josefo menciona que, “en una habitación donde había un armario lleno de tesoros, en el que se guardaban los vasos preciosos que usaban los reyes; a esto quiso añadir una nueva magnificencia, y luego ordenó que trajesen los vasos sagrados del templo de Jerusalén”.89

Josefo menciona que ni siquiera Nabucodonosor se atrevió a usar los vasos, pero ahora su nieto Belsasar, ya vencido por el vino, tuvo el descaro de beber de aquellos vasos y blasfemar a Dios.90 Los utensilios del templo habían sido tomados de Jerusalén en tres ocasiones: (1) Una parte de ellos cuando Nabucodonosor tomó cautivos de Jerusalén en 605 a.C. (Daniel 1:1, 2); (2) la mayor parte cuando el rey Joaquín fue llevado cautivo en 597 a.C. (2 Reyes 24:12, 13); y (3) el resto de los obje tos de metal, en su mayoría de bronce, cuando el templo fue destruido en 586 a.C. (2 Reyes 25:13-17).

El texto dice que “excitado por el vino, Belsasar mandó traer los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén […]. Entonces trajeron los vasos de oro que ha bían sacado del templo de Dios en Jerusalén, y el rey y sus príncipes, sus esposas y sus concubinas bebieron en ellos. Bebieron vino, y alaba ron a sus dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra” (Daniel 5:2-4). “El rey quería probar que nada era demasiado sagrado como para que tocaran sus manos”.91

La Biblia llama a Nabucodonosor padre de Belsasar. Pero ya hemos visto que era su abuelo. La palabra “padre” debe interpretarse como “abuelo” o “antepasado”, como en otros pasajes de la Biblia (ver 1 Cró nicas 2:7).

88 Elena de White, Profetas y reyes, p. 385.

89 Josefo, p. 254.

90 Ibíd

91 Elena de White, Profetas y reyes, p. 385.

93La caída de Babilonia

UNA MANO MISTERIOSA

En el mismo momento en que bebían de los vasos sagrados del Templo, Dios actuó para castigar a este rey idólatra y displicente. Una mano misteriosa apareció en el palacio y escribió unas palabras que llenaron a todos de temor. Sin saber su significado, el rey una vez más mandó llamar a los sabios de la corte: “A gritos el rey mandó traer a magos, caldeos y adivinos. Y dijo a los sabios de Babilonia: ‘El que lea esta escritura, y me muestre su significado, será vestido de púrpura, tendrá collar de oro en su cuello y será tercero en el reino’. Entonces entraron todos los sabios del rey, pero ninguno pudo leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación” (Daniel 5:7, 8).

La vergüenza experimentada por los sabios fue la misma expuesta a Nabucodonosor en el capítulo 2, cuando los sabios no sabían nada de los misterios de Dios revelados en el sueño de la estatua. Como diría Cristo siglos después: “¡Padre, Señor del cielo y de la tierra, te alabo que escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y las reve laste a los pequeños!” (Lucas 10:21). Los sabios de Babilonia carecían de verdadera grandeza, de una actitud de sumisión y servicio al Dios del universo. Pero no todo estaba perdido. Había alguien allí en la corte que poseía esa grandeza de espíritu. Daniel es descrito por la reina madre, Nitocris, como un hombre “en quien mora el Espíritu del Dios santo. […] Porque en Daniel […] se halló un espíritu superior, y ciencia y entendimiento, para interpretar y descifrar enigmas y dudas” (Daniel 5:11, 12).

Inmediatamente, el rey ordena que le traigan a Daniel y le hace una promesa: “Yo oí que tú puedes aclarar dudas y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su significado, serás vestido de púrpura, collar de oro tendrás en tu cuello y en el reino serás el tercer señor” (Daniel 5:16). El hecho de que haya prometido el tercer lugar corrobora que él era el segundo al mando, y que su padre, Na bonido, quien estaba en Tema en Arabia, era el primero. La respuesta de Daniel es precisa: “Tus dones sean para ti, y tus presentes dalos a otro. De todos modos, te leeré la escritura y te daré su interpretación” (Daniel 5:17). Daniel no tenía ambición por los bienes terrenales. Sus ojos estaban fijos en Dios y esperaba la manifestación divina en la li

94 Daniel Secretos de la profecía

beración de su pueblo. Vio en los acontecimientos actuales la mano de Dios dirigiendo la historia y el cumplimiento de la profecía que le había revelado a Nabucodonosor unos sesenta años antes.

Antes de dar a conocer al rey la interpretación de la escritura, le dio una severa reprimenda. Hablando de su abuelo Nabucodonosor, le dijo a Belsasar: “Pero cuando su corazón se ensoberbeció y su espíritu se endureció con orgullo, fue depuesto del trono real y despojado de su gloria. Fue echado de entre los hombres, y le fue dada la mente de una bestia; con los asnos monteses fue su morada. Le dieron a comer hierba como a un buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios es soberano sobre el reino de los hombres y pone sobre él al que quiere. Y tú, su hijo Belsasar, sabiendo todo esto, no has humillado tu corazón; antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer ante ti los vasos de su casa. Y tú y tus príncipes, tus esposas y tus concubinas bebieron vino en ellos. Además, alabaste a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y no honraste al Dios en cuya mano está tu vida, y de quien son todos tus caminos. Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esa escritura” (Daniel 5:20-24).

Belsasar fue acusado de varios pecados: falta de humildad, blas femia, idolatría, glotonería, etc. Había tenido una excelente oportu nidad, pero no había aprendido la lección. Las historias de su abuelo deberían haberle impresionado el corazón y llevarlo a adorar al Dios verdadero, como Nabucodonosor hizo finalmente, pero en cambio, cediendo al pecado y al orgullo, eligió seguir sus propios caminos. “Al profanar los vasos sagrados del templo, Belsasar había sobrepasado los límites de la paciencia divina y selló su propio destino”.92

Daniel, entonces, procede a interpretar la escritura en la pared: “La escritura es: ‘Mene, Mene, Tekel, Uparsin’. La interpretación es:

Mene: Contó Dios tu reino y le dio fin. Tekel: Has sido pesado en balanza y fuiste hallado falto. Peres: Tu reino ha sido roto y es dado a medos y persas’” (Daniel 5:25-28).

Flavio Josefo explica cada expresión aramea con su significado:

95La caída de Babilonia
92 Schwantes, p. 47.

“Mene, es decir, número, significa que el número que Dios había se ñalado para los años de su reinado se cumplirá y le queda muy poco tiempo. Tekel, es decir, peso, significa que Dios ha pesado en su justa balanza la duración de su reinado, y que tiende a su fin. Peres significa fragmento y división; significa que tu reino se dividirá entre los medos y los persas”.93

Una lectura cuidadosa del texto nos muestra diferentes palabras entre los versículos 25 y 28. El Comentario bíblico adventista explica que la palabra PERES puede considerarse como un sustantivo singu lar que significa “parte” o “porción”. La diferencia entre esta palabra y la que aparece en el versículo 25 (PARSIM o UFARSIM en algunas versiones) es que aparece en plural y con la conjunción, que puede tra ducirse como “partes”. “Es interesante que la forma aramea peres con tenga las consonantes de las palabras arameas que se traducen como Persia y persas, quienes en ese momento estaban a las mismas puertas de Babilonia”.94

EL JUICIO DIVINO

El capítulo termina diciendo: “Esa misma noche fue muerto Bel sasar, rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino, cuando tenía sesenta y dos años” (Daniel 5:30, 31). En la caída de la gran Babilo nia, la veracidad de la profecía bíblica queda expuesta una vez más. Debido a su avanzada edad (62 años), Darío reinó poco tiempo, pues murió “unos dos años después de la caída de Babilonia”.95 Entonces Ciro ascendió al trono. La profecía había dado todos los detalles de este evento.

En los metales de la estatua del sueño del capítulo 2 estaba claro que Babilonia perdería su poder ante un Imperio inferior. Más de un siglo antes, los profetas de Dios ya habían previsto este momento. In cluso antes de que el pueblo judío, incluido Daniel, fuera llevado al cautiverio, Dios les había dado toda la información necesaria.

Jeremías había predicho el cautiverio, su duración y la liberación:

93 Josefo, p. 255.

94 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 832.

95 Elena de White, Profetas y reyes, p. 408.

“Y toda esta tierra quedará desolada, en espanto; y estas naciones ser virán al rey de Babilonia setenta años. Y cuando se cumplan los se tenta años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su maldad –dice el Señor–, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desierto para siempre” (Jeremías 25:11, 12).

Isaías había predicho el nombre del libertador: “Así dice el Señor a su ungido, a Ciro, a quien tomó por su mano derecha para sujetar naciones ante él y desatar lomos de reyes; para abrir puertas ante él, puertas que no se cerrarán” (Isaías 45:1). El profeta también predijo qué estrategia usaría: “Que digo a las aguas profundas: ‘Séquense’, y sus ríos se secan. Que digo de Ciro: ‘Es mi pastor, cumplirá todo lo que quiero, al decir a Jerusalén: “Serás reedificada”; y al templo: “Serás fundado” ’ ” (Isaías 44:27, 28).

Herodoto escribió: “Fue contra el hijo de Nitocris que Ciro lanzó sus tropas […]. Finalmente, ya sea porque había decidido por sí mismo lo que debía hacer, o porque alguien, viéndolo en dificultad, lo aconse jó, el príncipe tomó la siguiente resolución: Colocó su ejército, en parte en el punto donde el Éufrates entra en Babilonia, en parte en el pun to donde el río sale del país, con órdenes de invadir la ciudad por su cauce, tan pronto como sea vadeable. Con el ejército así repartido […] desvió las aguas del río al lago por la vía de comunicación. Las aguas se escurrieron y el lecho del río facilitó el paso. Sin perder tiempo, los persas, apostados en las orillas, entraron en la ciudad, con las aguas del río solo hasta la cintura […]. En el momento de la invasión, los babilonios estaban de fiesta […] cuando se enteraron de la situación, ya era demasiado tarde”.96

Así llegó la caída de Babilonia en el año 539 a.C. Mediante múltiples providencias, Dios había tratado de enseñar a los caldeos la re verencia hacia su ley. El profeta escribió: “Curamos a Babilonia, y no sanó” (Jeremías 51:9). Debido a la perversidad del corazón humano, Dios consideró necesario dictar la sentencia irrevocable. Babilonia iba a caer, y otro reino sería puesto en su lugar. Los profetas de Dios habían advertido de la caída de Babilonia: “¡Cómo fue cortado y que brado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se convirtió Babilonia en

97
96 Herodoto, p. 96.

98 Daniel Secretos de la profecía

desierto entre las naciones! […] Al grito de la toma de Babilonia la tie rra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones” (Jeremías 50:23, 46).

PARALELO CON EL APOCALIPSIS

¿Cómo se relacionan estos eventos del capítulo 5 de Daniel con nuestros días? Juan, como Jeremías, también profetizó la caída de Ba bilonia: “Y clamó con potente voz: ¡Ha caído, ha caído la gran Babilo nia! Y se ha vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación. Los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su excesiva lujuria” (Apocalipsis 18:2, 3).

¿De qué Babilonia está hablando Juan? No puede ser la Babilonia literal, física, ya que había caído en 539 a.C. y luego fue completamente destruida. Juan está hablando de una Babilonia mística o espiritual. Nota la relación tipológica entre la caída de la Babilonia antigua y la moderna:97

Antigua

Daniel 5:27

Jeremías 51:9

Jeremías 51:13

Isaías 44:27, 28

Isaías 45:1

Jeremías 51:31

Babilonia Moderna

Cae como resultado de un acto de juicio divino Apocalipsis 19:2

El juicio llega cuando los pecados se completan Apocalipsis 18:5

Hace de las aguas su sostén Apocalipsis 17:1

Secamiento del río Éufrates Apocalipsis 16:12

Ciro - un tipo de Cristo Apocalipsis 19:11, 14, 16

Los mensajeros anuncian la caída Apocalipsis 14:8

Adaptado de José Carlos Ramos, Profecía bíblica,

97
p. 58.

CONCLUSIÓN

Entonces, encontramos un paralelo entre los eventos de los días de Daniel y los nuestros. Ahí está Babilonia, emborrachando a las multitudes con sus falsas doctrinas. Las verdades bíblicas han sido olvidadas y, en su lugar, prevalecen la tradición y las herejías. Ciro es un tipo de Cristo y vendrá a liberar a su pueblo. Pero todavía hay un paralelismo final. Cuando finalmente el pueblo judío fue liberado y se le permitió regresar a Jerusalén, no quisieron hacerlo. ¿Por qué no? Porque habían prosperado, creado lazos y echado raíces en Babilonia.

En nuestros días, la historia se repetirá. Al salir de Babilonia hacia la Nueva Jerusalén, muchos no querrán ir, por la misma razón: la pros peridad temporal y los lazos con Babilonia.

Elena de White escribió: “La Biblia, y tan solo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes esce nas finales de la historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se anuncian, y cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor el corazón de los hombres”.98

99La caída de Babilonia
98 Elena de White, Profetas y reyes, p. 394.

“El cielo está muy cerca de los que sufren por causa de la justicia. Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la per sona de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos lo toca a él.

El poder que está cerca para librar del mal físico o de la angustia está también cerca para salvar del mal mayor, para hacer posible que el siervo de Dios mantenga su integridad en todas las circunstancias y triunfe por medio de la gracia divina” (Profetas y reyes, p. 400).

DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES

Un joven se acercó a Sócrates y le dijo que necesitaba contarle algo sobre alguien. Sócrates levantó la vista del libro que estaba leyendo y preguntó:

—Lo que me vas a contar, ¿ya pasó los tres filtros?

—¿Tres filtros?

—Sí. El primero es la verdad. Lo que quieres contar de otros, ¿es un hecho? Si solo has oído hablar de eso, la cosa debe morir allí mismo. Supongamos que sea verdad. Debe, antes, pasar por el segundo filtro: la bondad. Lo que vas a decir, ¿es algo bueno? ¿Ayuda a construir la reputación del prójimo? Si lo que quieres contar es verdad, y es algo bueno, todavía tiene que pasar por el tercer filtro: la necesidad. ¿Con viene contarlo? ¿Resuelve algo? ¿Ayuda a alguien? ¿Mejora algo?

Y concluyó Sócrates:

—Si pasas por los tres filtros, ¡cuéntalo! Tanto tú como yo y otros nos beneficiaremos. De lo contrario, olvida y entierra todo. Será un chisme menos para envenenar el ambiente y fomentar la discordia en tre hermanos, amigos y compañeros.99

La historia tan conocida, incluso para los niños, de Daniel en el

99 Silvio Cerqueira, A língua, uma arma perigosa e uma ferramenta poderosa (Eklesia, 2012), pp. 6, 7.

8

102 Daniel Secretos de la profecía

foso de los leones no existiría si los contemporáneos de Daniel hubie ran practicado el consejo de Sócrates. Una historia llena de envidias, intrigas y chismes.

Tan pronto como Medopersia derrotó a Babilonia, por medio del gran líder Ciro, este no asume el trono, sino su aliado, Darío. Este detalle es digno de mención, y ahondaremos más adelante, cuando estudiemos algunas profecías relacionadas con el Imperio Medopersa. El capítulo 6 comienza con una decisión del nuevo rey: “A Darío le pareció bien nombrar a ciento veinte gobernadores que estuviesen en todo el reino. Y sobre ellos tres presidentes, de los cuales Daniel era uno, a quienes esos gobernadores diesen cuenta, para que el rey no recibiese daño” (Daniel 6:1, 2).

Estas gobernaciones eran las principales divisiones del Imperio, di rigidas por intendentes que estaban subordinados a tres presidentes. Daniel era uno de esos presidentes.

MOVIDOS POR LA ENVIDIA

Aunque Darío apenas conocía a Daniel, un sobreviviente de la edad de oro de Babilonia, pronto se convenció de que sería una sabia decisión nombrarlo el principal administrador del nuevo Imperio y consejero del rey. El texto dice: “Pero Daniel se distinguió tanto entre esos gobernadores y presidentes por su espíritu superior, que el rey pensaba ponerlo sobre todo el reino” (Daniel 6:3).

Al hacer sus planes para colocar a Daniel en la posición civil más elevada del gobierno, estaba pensando en los beneficios que esto trae ría al Imperio. Sin embargo, no consideró el hecho de que los otros presidentes, al ser ciudadanos del Imperio, estaban celosos de un gobernante judío. Los celos solo aumentaron cuando notaron la conduc ta intachable de Daniel. Ellos mismos reconocieron esto: “Entonces los presidentes y gobernadores buscaron ocasión contra Daniel en al gún asunto del reino; pero no pudieron hallar ninguna ocasión o falta, porque él era fiel y ningún vicio ni falta había en él. Entonces dijeron esos hombres: No hallaremos contra Daniel ocasión alguna si no la procuramos en la ley de su Dios” (Daniel 6:4, 5).

Daniel era un hombre íntegro y confiaba en la guía divina infalible.

103Daniel en el foso de los leones

Estaba dispuesto a sacrificar incluso su vida por amor al Dios al que servía. Su observancia de los principios y las leyes de la salud, como se ve en el capítulo 1 del libro, indudablemente contribuyó al vigor inte lectual y físico que demostró, inusual para los hombres de su época.

UNA ESTRATEGIA SATÁNICA

Incluso después de una investigación exhaustiva, los enemigos de Daniel no pudieron encontrar ninguna irregularidad en su vida. De hecho, Daniel era un político de ficha limpia. Sin embargo, estos hombres nunca habían visto a Daniel adorar a ninguno de los dioses babilónicos, ni participar de las ceremonias religiosas paganas. Segu ramente habían observado su respeto por el sábado, el cuarto manda miento de la ley de su Dios (Éxodo 20:8-11); y cómo, tres veces al día, oraba a su Dios.

En consejo mutuo, estos príncipes y presidentes elaboraron un plan. Le pedirían al rey que firmara un decreto en el que prohibiera a cualquier persona del reino orar a cualquier dios u hombre que no fuera Darío por un periodo de treinta días. Y que la violación de ese decreto debía ser castigada con la muerte en el foso de los leones.

“Ahora, confirma el edicto y fírmalo, para que no se pueda cam biar, conforme a la ley de Media y de Persia, que es irrevocable. Así, el rey Darío firmó el decreto escrito” (Daniel 6:8, 9).

Ignorando el sutil propósito de los príncipes, el rey no notó la ani mosidad en el decreto y, cediendo a los halagos, lo firmó. Elena de White declara: “En la conspiración así tramada, Satanás había desem peñado un papel importante. El profeta ocupaba un puesto de mucha autoridad en el reino, y los malos ángeles temían que su influencia debilitase el dominio que ejercían sobre sus gobernantes. Esos agentes satánicos eran los que habían movido a los príncipes a la envidia y los celos; eran los que habían inspirado el plan para destruir a Daniel; y los príncipes, prestándose a ser instrumentos del mal, lo pusieron en práctica”.100

¿Cuál fue la reacción de Daniel al decreto? Tomó la decisión de no dejar que alguien siquiera pensara que su vínculo con el Cielo se había

100 Elena de White, Profetas y reyes, p. 397.

104 Daniel Secretos de la profecía

interrumpido. En todos los casos en que el rey tenía derecho a ordenar, Daniel obedecería; pero ni el rey ni su decreto podían hacer que se desviara de su obediencia a Dios. Su postura expresaba el concepto: “Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

DANIEL, UN HOMBRE DE ORACIÓN

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, donde tenía las ventanas de su cámara alta abiertas hacia Jerusa lén. Y como solía hacerlo antes, tres veces al día se arrodillaba, y oraba y daba gracias a Dios” (Daniel 6:10). Desde el primer capítulo de Da niel, vemos que es un hombre de oración. En el capítulo 1, Daniel oró para que Dios los ayudara a no contaminarse con los manjares finos del rey. En el capítulo 2, el motivo de la oración era recibir sabiduría para interpretar el sueño del rey Nabucodonosor. La oración era un hábito diario y no actuaría ahora de otra manera.

Estas oraciones también coincidían con las horas habituales de los sacrificios en el Santuario. Según tradiciones posteriores, la oración elevada tres veces al día debía ofrecerse en la tercera, la sexta y la no vena hora del día (lo que equivale hoy a las 9, las 12 y las 15). El salmis ta seguía la misma práctica (ver Salmo 55:17). En épocas posteriores, orar tres veces al día se convirtió en una costumbre fija para todos los judíos ortodoxos que vivían según las normas rabínicas y para los miembros de la iglesia cristiana primitiva.101

El plan de los presidentes y los gobernadores estaba funcionando a la perfección. “Entonces se juntaron esos hombres y hallaron a Daniel orando y rogando ante su Dios. En seguida fueron ante el rey y le ha blaron acerca del edicto real: ‘¿No has confirmado el edicto mandando que cualquiera que, en el espacio de treinta días, pida algo a cualquier dios u hombre fuera de ti sea echado en el foso de los leones?’ Respon dió el rey: ‘Es verdad, conforme a la ley de Media y de Persia, que no se abroga’. Entonces dijeron al rey: ‘Daniel, uno de los judíos cautivos, no te respeta, ni acata el edicto que confirmaste; antes tres veces al día hace su petición’ ” (Daniel 6:11-13).

La forma en que se referían a Daniel revelaba el odio y el desprecio

101 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 839.

105Daniel en el foso de los leones

que sentían. Lo describieron simplemente como un extranjero, un ju dío deportado. Sin duda, esperaban que el rey sospechara que su con ducta era un acto de rebelión contra la autoridad real, especialmente porque él era un extranjero en Babilonia.

Pero Darío pronto se dio cuenta de la trampa en la que había caído. Se había sentido halagado en el momento del decreto, pero estos hom bres ocultaron su verdadero propósito. Entendió que no era el celo por el honor y la gloria reales, sino la envidia hacia Daniel, lo que los había llevado a proponer el decreto real. Se dio cuenta de todo el odio que estos hombres albergaban contra Daniel e hizo todo lo posible para liberarlo.

Los presidentes y los gobernadores, al notar los esfuerzos del rey en favor de Daniel, volvieron a él y le dijeron: “Tú sabes que es ley de Media y de Persia, que ningún decreto u orden que el rey confirma puede cambiarse” (Daniel 6:15). Darío entonces se dio cuenta de que sus esfuerzos serían en vano. “Entonces por orden del rey trajeron a Daniel y lo echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: ‘Tu Dios, a quien tú continuamente sirves, te libre’. Y fue traída una piedra y puesta sobre la entrada del foso, y el rey la selló con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que no se cambiase el acuerdo acerca de Daniel” (Daniel 6:16, 17).

Darío sentía un profundo respeto por Daniel. Esto se ve muy bien en la tristeza y la angustia que lo envolvió toda esa noche. “Luego el rey volvió a su palacio y se acostó en ayunas; no trajeron instrumentos de música ante él, y se le fue el sueño” (Daniel 6:18).

FIDELIDAD RECOMPENSADA

Esa fue una larga noche para Darío. Había pasado por la terrible prueba de ver a su más fiel servidor arrojado a los leones. Esta asom brosa experiencia hizo que se le fuera el sueño. Con inquietud y ansie dad, al amanecer, se dirigió a la cueva para ver el final de la historia. “El rey, por tanto, se levantó muy de mañana y fue aprisa al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a gritos a Daniel con voz triste: ‘¡Daniel, siervo del Dios viviente! Tu Dios, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?’ ” (Daniel 6:19, 20).

106 Daniel Secretos de la profecía

Las palabras del rey revelan un cierto grado de conocimiento del Dios y de la religión de Daniel. Esto nos sugiere que Daniel lo había instruido en la naturaleza y el poder del Dios verdadero al que servía, y ahora esperaba ansiosamente alguna manifestación de vida desde el fondo de la cueva. “Dios no impidió a los enemigos de Daniel que lo echasen al foso de los leones. Permitió que hasta allí cumpliesen su propósito los malos ángeles y los hombres impíos; pero lo hizo para recalcar tanto más la liberación de su siervo y para que la derrota de los enemigos de la verdad y de la justicia fuese más completa”.102 “Rey, para siempre vive”. Estas fueron las palabras que sonaron como buena música en los oídos de Darío. Daniel estaba vivo. El Dios de Da niel pudo librarlo una vez más. Dios lo honró, porque era un siervo fiel y celoso. Daniel añadió: “Mi Dios envió su ángel, que cerró la boca de los leones para que no me hiciesen ningún daño, porque fui hallado inocente por él; y aun ante ti nunca hice nada malo” (Daniel 6:22).

Esta fue una prueba de fe para Daniel. El autor de Hebreos men ciona que esta liberación se debió a la fe de Daniel (Hebreos 11:33). Una vez más fue probado y Dios recompensó su fidelidad enviando un ángel para estar con él.

Con profunda alegría, el rey escuchó la voz de Daniel. Rápidamen te, ordenó que lo sacaran del foso y lo restablecieran a su puesto. Mo vido por un sentido de justicia e incluso de venganza, mandó a traer también a los acusadores de Daniel para que, de la misma manera, fueran arrojados al foso de los leones. No solo ellos, sino sus hijos y sus esposas. El texto sagrado declara que “aún antes de llegar al suelo del foso, los leones se apoderaron de ellos y quebraron sus huesos” (Daniel 6:24). Seres humanos con historias muy diferentes, ya que servían a dioses muy distintos.

El Dios de Daniel una vez más demostró ser un Dios justo. De he cho, el nombre del profeta ya conlleva este significado (Daniel = Dios es mi juez). Por otro lado, los dioses a los que servían los presidentes y los gobernadores nada podían hacer por ellos. Esta experiencia fue tan notable, que motivó al rey Darío a emitir un nuevo decreto: “De mi parte ordeno que en todo mi reino todos teman y tiemblen ante la pre de White, Profetas y reyes, p. 399.

102 Elena

107Daniel en el foso de los leones

sencia del Dios de Daniel. Porque él es el Dios viviente y permanente por todos los siglos; su reino no será destruido y su dominio nunca tendrá fin. Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él libró a Daniel del poder de los leones” (Daniel 6:25-27).

CONCLUSIÓN

Elena de White declaró: “El cielo está muy cerca de los que sufren por causa de la justicia. Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la persona de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos lo toca a él. El poder que está cerca para librar del mal físico o de la angustia está también cerca para salvar del mal mayor, para hacer posible que el siervo de Dios mantenga su integridad en todas las circunstancias y triunfe por medio de la gracia divina”.103

Este fue el secreto de Daniel: confió en la gracia divina y en la jus ticia de Cristo para salvarlo. Por su fidelidad, Dios lo prosperó. El ca pítulo 6 termina con la frase: “Y Daniel prosperó durante el reinado de Darío y de Ciro el persa” (Daniel 6:28). Daniel estuvo unos setenta años como estadista dedicado a los dos imperios mundiales, Babilonia y Medopersia. Actuó en el período de al menos ocho reyes diferentes. Elena de White declara: “Mientras los hombres lo honraban confián dole las responsabilidades del Estado y los secretos de reinos que ejer cían dominio mundial, Daniel fue honrado por Dios como su embaja dor, y le fueron dadas muchas revelaciones de los misterios referentes a los siglos venideros. Sus admirables profecías, como las registradas en los capítulos 7 al 12 del libro que lleva su nombre, no fueron com prendidas plenamente ni siquiera por el profeta mismo; pero antes que terminaran las labores de su vida, recibió la bienaventurada promesa de que en ‘el tiempo del fin’ –en el plazo final de la historia de este mundo– se le permitiría ocupar otra vez su lugar”.104

Daniel no entendió todo lo que escribió. Se le mandó: “Pero tú, Da niel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará” (Daniel 12:4). Una vez más, el ángel mandó al mensajero fiel: “Anda, Daniel, estas pala

103

Elena de White, Profetas y reyes, p. 400.

104 Ibíd., pp. 401, 402.

bras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. […] Pero tú sigue hasta el fin de tu vida. Descansarás, y en los últimos días te levantarás para recibir tu herencia” (Daniel 12:9, 13).

En los próximos capítulos, comenzaremos un viaje a lo largo de la parte profética de Daniel. Las verdades contenidas allí son para nues tros días y no para los días de Daniel. Pero a él le espera una recom pensa. El ángel prometió que resucitaría para recibir su herencia. Esa herencia será ver a miles de personas salvadas en el reino de Dios gra cias a las verdades que él registró en su libro. ¡Qué privilegio para no sotros vivir en este momento de la historia! Pon tu vida en las manos de Dios y busca el conocimiento profético, que puede hacerte sabio para la salvación, confiando siempre en la promesa de Daniel 12:10: “Pero los sabios entenderán”.

“A medida que nos acercamos al término de la historia de este mundo, las profecías registradas por Daniel exigen nuestra atención especial, puesto que se relacionan con el tiempo mismo en que estamos viviendo. Con ellas deben vincularse las enseñanzas del último libro del Nuevo Testamento. Satanás ha inducido a muchos a creer que las porciones proféticas de los escritos de Daniel y de Juan el Revelador no pueden comprenderse. Pero se ha prometido claramente que una bendición especial acompañará el estudio de esas profecías. ‘Los enten didos comprenderán’ (Daniel 12:10), fue dicho acerca de las visiones de Daniel, cuyo sello iba a ser quitado en los últimos días” (Profetas y reyes, p. 402).

CUATRO BESTIAS EXTRAÑAS

(SEGUNDA VISIÓN PROFÉTICA)

Terminados los capítulos históricos de Daniel (1 al 6), donde se puso un cimiento firme para nuestra confianza en Dios, el escenario ahora se dirige al futuro, a los días del establecimiento del reino eterno de Cristo (7 al 12). Estos capítulos “están escritos desde el punto de vista de la eternidad, porque delinean el futuro desde el punto de vista del cielo, de tal manera que los eventos clave en la tierra se ven como la repercusión de los eventos clave en el cielo”.105 Como trasfondo para entender el libro de Daniel está el gran conflicto entre el bien y el mal. Al igual que en los últimos seis capítulos, en los primeros seis hay una guerra por la adoración, y esto involucra el Santuario y la Ley de Dios (ver Daniel 1:2, 8; 3:5; 5:2; 6:7).106 Según Daniel 12:4, 9 y 13, las visiones proféticas del libro de Daniel

105 Schwantes, p. 53.

106

En el capítulo 1, el rey de Babilonia profanó y saqueó el templo de Dios en Jerusalén, robando los utensilios sagrados utilizados en el servicio del culto; en el capítulo 3, el rey decidió construir una enorme estatua toda de oro para recibir adoración, y desafió la autoridad del Cielo; en el capítulo 5, el rey de Babilonia vuelve a profanar los vasos sagrados del Santuario y hace re bosar la copa de la paciencia divina; ya en el capítulo 6, se firma un decreto de muerte y el punto principal es la cuestión de la adoración.

9

serían comprendidas solo con la llegada del “tiempo del fin”. Hay dos profecías en Daniel que ayudan a identificar particularmente la llega da de este período. Estos son: la actuación del cuerno pequeño por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo (Daniel 7:25) y las 2.300 tardes y mañanas para la purificación del Santuario (Daniel 8:14). En la se cuencia de nuestro estudio, veremos estas profecías en detalle, pero puedo decir que apuntan inequívocamente a dos fechas específicas: 1798 y 1844. Solo a partir de estos años se abriría la parte profética sellada de Daniel y se revelaría su contenido.

¿Por qué se ocultaron estas profecías hasta “el tiempo del fin”? Ya hemos dicho que las profecías se pueden clasificar en clásicas o apoca lípticas. La profecía clásica, por regla general, carece de la perspectiva del tiempo. Para los profetas clásicos como Isaías y Joel, no había un largo período de tiempo que separara de sus días los eventos que des cribieron. Cuando Isaías habla del regreso de los judíos de Babilonia después de setenta años de cautiverio, retrata la restauración de Israel como el comienzo de los nuevos cielos y la nueva tierra (Isaías 65 y 66). Cuando Joel habla del derramamiento del Espíritu Santo, habla del evento que precede al gran día del Señor (Joel 2:28-30). Así también, en los días del Nuevo Testamento, Pablo, cuando escribió su primera carta a los Tesalonicenses, anhelaba la venida de Cristo en sus días (1 Tesalonicenses 4:13-17).

¿Por qué permitió Dios esta visión de los profetas? Me parece que él no quería que su pueblo supiera del largo período que separaba sus días del gran día del establecimiento de su reino. Eso habría sido dolo roso para ellos y podría haber comprometido el sentido de urgencia en su predicación. Imaginemos a un miembro de la Iglesia de Esmirna, una de las siete iglesias del Apocalipsis (capítulos 2 y 3), cuyo período histórico abarca desde los años 100 hasta el 313, tener en mente que aún transcurrirían cinco períodos más (Pérgamo, Tiatira, Sardis, Fi ladelfia y Laodicea), hasta el establecimiento del reino de Cristo. ¿Cuál sería tu postura ante un acontecimiento tan distante?

Así que Dios, en su sabiduría, permitió que Daniel y Juan intro dujeran una perspectiva de tiempo en la visión del futuro. Solo ahora, con la llegada del tiempo del fin (1798 y 1844), los acontecimientos

113Cuatro bestias extrañas

críticos de la historia de la redención podrían percibirse separados por intervalos de tiempo más o menos largos. Si no fuera por las profecías de Daniel 7, 8 y 9, y Apocalipsis 11, 12 y 13, la Iglesia no sabría dónde se encuentra en el curso de la historia.107 Pero gracias a estas profecías, podemos identificar los días en que vivimos y darnos cuenta de que estamos en el umbral de la eternidad.

Nuestro objetivo ahora es comprender los símbolos proféticos de Daniel. Partiremos del siguiente principio: “El mejor intérprete de la profecía es la historia secular misma”. Analizaremos lo que los es tudiosos de la historia y la profecía han dicho sobre los símbolos de Daniel y nos asombraremos por los misterios guardados en secreto durante milenios y revelados en nuestros días.

LA FECHA DE LA VISIÓN DE DANIEL 7

“En el primer año de Belsasar rey de Babilonia, Daniel tuvo un sue ño y visiones que pasaron por su cabeza mientras estaba en su cama. Y en seguida escribió un resumen del sueño” (Daniel 7:1). El capítulo comienza identificando la fecha de la visión profética de Daniel como el primer año de Belsasar, el último rey de Babilonia. Así que la visión del capítulo 7 tiene lugar antes de la caída de Babilonia (Daniel 5), y antes de que Daniel sea arrojado a los leones en los días de Darío el Medo (Daniel 6). Esto nos lleva a concluir que los capítulos de Daniel no están en secuencia cronológica, y que el capítulo 7 aparece crono lógicamente después del capítulo 4 y antes del capítulo 5. Los sueños y las visiones de este capítulo fueron dados en el primer año de Belsasar (alrededor de 550 a.C.). Si asumimos que Daniel tenía dieciocho años cuando fue llevado cautivo a Babilonia en 605 a.C., entonces tendría unos 73 años. Como estadista, sin duda observaba los acontecimien tos políticos con gran interés. Era evidente que los días dorados de Babilonia habían pasado. Nabucodonosor había muerto en 562 a.C. Lo sucedió su hijo Amel-Marduk, quien reinó solo dos años y fue asesi nado por su cuñado, Neriglissar, quien reinó solo cuatro años. El hijo de Neriglissar, Laboroso-Archod, asumió el trono y después de unos meses, Nabonido (Labineto), un noble babilónico y yerno de Nabu

107 Schwantes, p. 54.

114 Daniel Secretos de la profecía

codonosor, tomó el trono. Dado que este último eligió vivir en Tema, Arabia, colocó a su hijo Belsasar en el trono de Babilonia como su corregente.108 Por lo tanto, la visión ocurre cerca de una década antes de la caída de Babilonia.

EL SUEÑO CON CUATRO ANIMALES

Seguro que has escuchado expresiones como: feroz como un león; astuto como un zorro, fiel como un perro, sencillo como una paloma, sucio como un cerdo, etc. A veces, se utilizan animales para ejemplifi car algún rasgo de personalidad. Así, en el capítulo 7 de Daniel, Dios usó animales como símbolos proféticos para representar a las nacio nes. Al leer cuidadosamente los versículos 2 al 8, podemos resumir la primera parte de esta segunda visión del libro de Daniel (la primera visión ocurre en el capítulo 2) de la siguiente manera:

Versículos 2 y 3: “Vi en mi visión de noche que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar. Y cuatro grandes bestias […] subían”.

Versículo 4: “La primera era como un león, y tenía alas de águila. Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas; fue levantada de la tierra, y se puso sobre los pies a manera de hombre y le fue dado corazón de hombre”.

Versículo 5: La segunda “era semejante a un oso. Se puso más alta de un lado, tenía en su boca tres costillas entre sus dientes”.

Versículo 6: La tercera era “semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en su espalda. Tenía cuatro cabezas…”.

Versículo 7: La cuarta “espantosa, terrible y muy fuerte; tenía gran des dientes de hierro […] era muy diferente de todas las bestias anteriores, y tenía diez cuernos”.

Versículo 8: “Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos de hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia”.

Un concepto que nos acompañará en esta parte de Daniel es que

108 G. Arthur Keough, Deus e nosso destino, Lección de Escuela Sabática, 1er Trimestre de 1987, p. 115.

115Cuatro bestias extrañas

la profecía es una verdad en expansión. La segunda visión de Daniel (capítulo 7) es muy parecida a la primera (capítulo 2). Los mismos imperios representados por los metales de la estatua del sueño de Na bucodonosor se muestran ahora en las figuras de cuatro animales. Si una imagen vale más que mil palabras, Dios decidió ilustrar eventos futuros con vívidas representaciones simbólicas. Veamos entonces la interpretación de los elementos del capítulo 7.

“Cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar” (Daniel 7:2). ¿Qué simboliza el “mar” en las profecías? Veamos algunos textos bíblicos:

“Porque el Señor destruye Babilonia y apaga su gran bullicio; bra marán sus olas, como muchas aguas será la voz de ellos” (Jeremías 51:55).

“Por tanto, así dice Dios, el Señor: ‘Yo estoy contra ti, Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas’ ” (Ezequiel 26:3).

“Las aguas que viste, donde la ramera se sienta, son pueblos y mu chedumbres, naciones y lenguas” (Apocalipsis 17:15).

En todos estos textos, se ve claramente la relación entre las “olas” y multitudes, personas. La expresión “mar de gente” no nos suena ex traña a ninguno de nosotros. Por tanto, el “mar” del que surgen los cuatro animales significa “pueblos, multitudes y naciones”.

¿Y los “cuatro vientos” que agitaban el mar? Los “cuatro vientos” son así descritos como provenientes de los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), e indudablemente representan la actividad política en diferentes partes del mundo (cf. Jeremías 49:36; Daniel 8:8 y 11:4; Zacarías 2:6 y 6:5).

¿Y qué representan los cuatro animales? El mismo capítulo 7 aclara: “Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra” (Daniel 7:17). El versículo 23 declara: “La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra”. Por lo tanto, “bestia”, en las profecías, significa “reyes” o “reinos”.

¿Cuáles son los reinos representados por estas bestias? Como ya se dijo, hay un estrecho paralelismo entre la primera y la segunda visión de Daniel. Tracemos una correspondencia entre ellas:

Segunda visión: Daniel 7 Cabeza de oro Babilonia León alado Pecho y brazos de plata Medopersia

Oso con 3 costillas en la boca Muslos de bronce Grecia Leopardo con 4 cabezas y 4 alas Piernas de hierro Roma Bestia terrible y espantosa 10 dedos de los pies 10 reinos 10 cuernos

IDENTIFICACIÓN DE LOS CUATRO IMPERIOS DE LA HISTORIA

La profecía de Daniel 7 cubre esencialmente el mismo período his tórico que el capítulo 2, es decir, desde los días del profeta Daniel hasta los días del establecimiento del reino eterno de Cristo, representado en el capítulo 2 por una piedra que fue cortada sin la ayuda de manos y destruyó completamente la imagen (Daniel 2:44, 45), y en el capítulo 7 por el establecimiento del juicio divino, cuando la autoridad de las na ciones será dada “al pueblo de los santos del Altísimo” (Daniel 7:26, 27).

Daniel 7:17 declara: “Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra”. Desde los días de Daniel, solo cuatro potencias mundiales gobernaron la tierra: Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma.

Por lo tanto, el capítulo 7 revela más detalles que los que se presen tan en el capítulo 2, porque la profecía es una verdad en expansión. Vayamos al estudio de los cuatro animales.

UN LEÓN ALADO (BABILONIA)

El primer animal que surge del mar es un león alado. Este león con alas de águila es un símbolo muy adecuado para representar al Imperio Babilónico. Se puede ver en varias piezas de arte babilónico antiguo. Es una de las formas de deidades que a menudo luchan junto a Marduk, el dios patrono de Babilonia.109 Las personas que visitan las ruinas de Babilonia todavía pueden ver las figuras de leones en bajo

109 Ver más detalles en: S. H. Langdon, Semitic Mythology (“The Mythology of All Races”), t. 13, pp. 116-118, 277-282; L. E. Froom, Prophetic Faith of Our Fathers, t. 1, pp. 50, 52.

116 Daniel Secretos de la profecía Primera visión: Daniel 2 Símbolo

117Cuatro bestias extrañas

rrelieve, en las paredes y los muros construidos con ladrillos.110 Varios autores están de acuerdo con la interpretación del león como represen tante del Imperio Babilónico.111

Sin embargo, el argumento más fuerte para esta aplicación pro viene del texto bíblico mismo. Varios profetas se refirieron al rey Na bucodonosor mediante figuras parecidas a visiones (cf.: Jeremías 4:7; 50:17, 44; Lamentaciones 4:19; Ezequiel 17:3, 12; Habacuc 1:8).

El Comentario bíblico adventista declara así: “El león como rey de las fieras y el águila como reina de las aves, representaban adecuada mente al Imperio de Babilonia en el apogeo de su gloria. El león se destaca por su fuerza, mientras que el águila es famosa por el vigor y el alcance de sus vuelos. El poder de Nabucodonosor se sintió no solo en Babilonia, sino desde el Mediterráneo hasta el golfo Pérsico, y desde Asia Menor hasta Egipto. Por eso es adecuado representar el alcance del poder de Babilonia con un león dotado de alas de águila”.112

El profeta vio: “Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas; fue levantada de la tierra, y se puso sobre los pies a manera de hombre y le fue dado corazón de hombre” (Daniel 7:4). Babilonia gobernó el mundo desde 605 a.C. hasta 539 a.C.

Nabucodonosor reinó 43 de los 66 años de dominación mundial. Hacia el final de su reinado, fue retirado de la sociedad humana y, como dice Flavio Josefo, “vivió siete años a la manera de los animales”.113 Mello ve en estas palabras una alusión a la conversión de Nabucodono sor114 y, para Schwantes, “la supresión de las alas al león y la pérdida de su carácter bestial parecen señalar la debilidad militar de Babilonia du rante los últimos veinte años de su existencia”.115 Después de la muerte de Nabucodonosor, el reino se debilitó y finalmente fue conquistado por el Imperio representado por el oso con tres costillas en la boca.

110 Maxwell, 1996, p. 109.

111 Mark Finley, Revelando os mistérios de Daniel, p. 86; C. Mervyn Maxwell, Uma nova era segundo as profecias de Daniel, p. 109; Isaac Newton, As profecias de Daniel e Apocalipse, p. 41; S. J. Schwantes, Daniel, o profeta do juízo, p. 56.

112 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 847.

113 Josefo, p. 255.

114 Mello, p. 327.

115 Schwantes, p. 56.

UN OSO CON TRES COSTILLAS EN LA BOCA (MEDOPERSIA)

Daniel le dijo a Belsasar, el último rey de Babilonia: “Tu reino ha sido roto y es dado a medos y persas” (Daniel 5:28). Los detalles de la caída de Babilonia ya se han descrito en el capítulo 7 de esta obra. El segundo animal era como un oso y representa el Imperio Medoper sa. Los rasgos de crueldad y furia del oso son atribuidos a los medos por Isaías (Isaías 13:17). Este segundo animal tiene dos características interesantes:

a) “Se puso más alta de un lado”. El gran nombre de la conquista de Babilonia fue Ciro. Isaías había anticipado su nombre (Isaías 45:1), e incluso la estrategia militar que usaría para derrotar a Babilonia (Isaías 44:27, 28). Pero cuando cayó Babilonia, Darío se sentó en el trono. Schwantes afirma que el hecho de que el oso se pusiera de pie sobre uno de sus lados “parece indicar que primero los medos, y luego los persas, mantuvieron el liderazgo en esta monarquía doble. Es un hecho que los medos fueron los primeros en organizarse en un reino unido y en mantener a Persia en vasallaje. Pero con la victoria de Ciro II en 550 a.C. las tablas se invirtieron, y desde entonces los reyes persas ocuparon el trono de medos y persas”.116 Isaac Newton lo interpreta de la misma manera: “Esta bestia se levantó y paró de un lado, porque los persas estaban dominados por los medos en el momento de la caída de Babilonia, pero después se levantaron y los dominaron”.117

b) “Tenía en su boca tres costillas entre sus dientes”. Estas tres costi llas son interpretadas por Newton como los reinos de Sardis, Babilonia y Egipto,118 reinos que fueron derrotados para que Medopersia estable ciera su hegemonía mundial. Herodoto menciona una coalición hecha contra las fuerzas de Ciro, conformada por Creso, rey de Lidia (Sardis), Amosis, faraón de Egipto y Labineto (el mismo Nabonido, padre de Belsasar), rey de Babilonia.119 Ciro derrotó a Lidia en 547 a.C., a Babilo nia en 539 a.C. y Egipto cayó ante su hijo Cambises en 526 a.C.

116 Schwantes, p. 56.

117 Newton, p. 42.

118 Ibíd

119

Herodoto, História, t. 2, p. 40.

118 Daniel Secretos de la profecía

119Cuatro bestias extrañas

Así, Medopersia inicia su dominación mundial en el año 539 a.C., cuando vence a Babilonia y domina hasta 331 a.C. En ese año perdería su poder ante el Imperio representado por el leopardo.

UN LEOPARDO CON CUATRO CABEZAS Y CUATRO ALAS (GRECIA)

¿Quién está representado por el leopardo en la profecía de Daniel 7? Al mirar a través de los ojos de la historia, solo podemos interpre tar al leopardo como Grecia, un reino que logra poner fin al dominio medopersa. Isaac Newton declara: “La tercera bestia es el reino que su cedió a los persas, es decir, el imperio de los griegos”.120 El mismo libro del profeta Daniel confirma esta información. En el capítulo 8, vemos la figura de dos animales, un carnero y un macho cabrío. El ángel le explica a Daniel que el carnero era símbolo de los reinos de Media y Persia, y estos serían vencidos por el macho cabrío, identificado por el ángel como Grecia (Daniel 8:20, 21).

El leopardo es un animal feroz y carnívoro, notable por su veloci dad y agilidad de movimiento (ver Habacuc 1:8). Daniel 7:6 dice que el leopardo tenía “cuatro alas de ave en su espalda. Tenía cuatro cabezas”. Históricamente, se ha interpretado que las cuatro alas representan la velocidad con la que Alejandro Magno derrotó a los ejércitos enemi gos. Partiendo de la nada, dominó el mundo en el corto plazo de doce años. Con la muerte de su padre, Filipo de Macedonia, en 336 a.C., Alejandro, de apenas veinte años, logró unificar los estados griegos y lanzarlos contra Persia. Tras vencer en las batallas de Gránico (334 a.C.), Issos (333 a.C.) y Arbela (Gaugamela) en 331 a.C., se convirtió en el señor del mundo.121 Murió cuando residía en Babilonia, en el año 323 a.C., a la edad de 33 años.122

¿Y con respecto a las cuatro cabezas del leopardo? Después de la muerte de Alejandro, la cuestión era si el Imperio debía permanecer unido bajo Antígono y su hijo Demetrio, o dividido entre los generales. Finalmente, en la batalla de Ipso en 301 a.C., el asunto se decidió cuan

120 Newton, p. 42.

121 Castro, p. 119.

122 Schwantes, p. 57.

120 Daniel Secretos de la profecía

do Antígono perdió la vida y el Imperio Greco-Macedonio se dividió. Esta división se llevó a cabo exactamente en cuatro partes, como lo indica la profecía por medio de las cuatro cabezas del leopardo. Según Isaac Newton, los territorios se distribuyeron de la siguiente manera:

• Casandro: reinó sobre Macedonia, Grecia y Epiro.

• Lisímaco: tomó Tracia y Bitinia.

• Ptolomeo: reinó sobre Egipto, Libia, Arabia, Celo-Siria y Palestina.

• Seleuco: reinó sobre Siria.123

UNA BESTIA TERRIBLE Y ESPANTOSA (ROMA)

La profecía habla entonces de un cuarto poder, representado por una bestia sin parangón en la zoología. Daniel escribió: “Seguí mirando la visión de la noche, y vi una cuarta bestia, espantosa, terrible y muy fuer te; tenía grandes dientes de hierro. Devoraba, destrozaba y pisoteaba las sobras con sus pies; era muy diferente de todas las bestias anteriores, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos de hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia” (Daniel 7:7, 8).

La expresión “tenía grandes dientes de hierro. Devoraba, destroza ba y pisoteaba las sobras con sus pies” es un paralelo del segundo capí tulo de Daniel. Hablando del cuarto poder, se menciona: “Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y así como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará a todos” (Daniel 2:40). La historia enseña claramente que la potencia mundial que si guió a Grecia fue Roma. Sin embargo, la transición fue gradual, por lo que no es fácil señalar un evento específico que indique el momento del cambio. Los escritores no se ponen de acuerdo en la fecha que mar ca la hegemonía del Imperio Romano; sin embargo, algunos intentan afirmar que una buena fecha sería el año 168 a.C., cuando en la batalla de Pidna, los romanos, al mando de Lucius Emilio, conquistaron Ma cedonia, y derrotaron a los ejércitos de Perseo.124 Newton, p. 42. Mello, p. 373.

123
124

121Cuatro bestias extrañas

La expresión “dientes de hierro” se refiere a la crueldad con la que Roma trataba a sus enemigos. En sus conquistas, a veces destruía ciu dades enteras, como en el caso de Corinto en 146 a.C.; en otras ocasio nes, reinos, como Macedonia y los dominios seléucidas, fueron dividi dos y convertidos en provincias.125

LOS DIEZ CUERNOS

La profecía también habla de que este animal poseía diez cuernos: “Era muy diferente de todas las bestias anteriores, y tenía diez cuer nos” (Daniel 7:7). El texto mismo explica que estos diez cuernos son diez reinos (Daniel 7:24). Si los “cuatro reyes” de Daniel 7:17 represen tan cuatro reinos (Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma), entonces los diez cuernos también pueden ser interpretados como diez “reyes” o “reinos”, y son los mismos reinos que en el capítulo 2 de Daniel.

Ya hemos visto que el Imperio de hierro de Roma mantuvo su po der hasta el año 476 d.C., cuando finalmente se dividió, perdiendo su poder ante diez tribus bárbaras que minaron su autoridad. Estos diez cuernos corresponden entonces a las diez tribus bárbaras que se asen taron en el territorio de Roma entre los años 351 al 476 d.C.

EL CUERNO PEQUEÑO Y SU IDENTIFICACIÓN

Pero Daniel continuó: “Mientras yo contemplaba los cuernos, vi que otro cuerno pequeño subió entre ellos, y delante de él fueron arran cados tres de los primeros cuernos. Este cuerno tenía ojos como ojos de hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia” (Daniel 7:8). ¿Qué representan estos símbolos? Seguro que Daniel experimentó las mismas ganas de aprender que tú manifiestas ahora. En los versículos 15 y 16 del capítulo 7, se nos dice que Daniel estaba “turbado” y “asus tado” por las revelaciones, y que se acercó a un ser que estaba cerca de él con el objetivo de conocer los misterios de la visión. Este ser informó a Daniel parte de lo que hemos visto hasta ahora. Dijo que las cuatro bestias representaban cuatro reyes o reinos, que gobernarían en la tie rra por un período de tiempo, pero finalmente el reino sería dado a “los santos del Altísimo”, y los santos lo poseerían por toda la eternidad.

125 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág. 852.

Pero Daniel tenía curiosidad por saber más. Él dijo:

Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bes tia que era tan diferente de las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y pisoteaba las sobras con sus pies. También quise saber más acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que había subido, ante el cual habían caído tres. Este mismo cuerno tenía ojos y boca que hablaba con mucha arrogancia, y parecía mayor que sus compañeros. Vi que este cuerno combatía a los santos y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y pronunció juicio en favor de los santos del Altísimo. Y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino (Daniel 7:19-22).

Ya hemos visto que este cuarto poder representa a Roma, y que los diez cuernos representan a las diez tribus bárbaras. Pero ¿qué re presenta este cuerno pequeño en la profecía bíblica? Sobre este tema, Isaac Newton escribió: “Los reyes representan reinos, como se ha dicho. Por lo tanto, el cuerno pequeño es un pequeño reino. Era un cuerno de la cuarta bestia y arrancó a tres de los primigenios. Por eso, debemos buscarlo entre las naciones del Imperio Latino, después de la aparición de los diez cuernos. Pero era un reino con un rey diferente a los demás, con vida o alma propia, con ojos y boca. Por sus ojos, era un vidente, y por su boca que hablaba insolencias y cambiaba los tiempos y la Ley, era a la vez profeta y rey. Este vidente, profeta y rey es la Iglesia de Roma. Un vidente, Episkopos, es un obispo en el sentido literal de la palabra; y esa Iglesia reclama el obispado universal. Con su boca emite leyes a reyes y naciones; así como un Oráculo; se arroga infalibilidad y afirma que sus decretos son vinculantes para todo el mundo; lo que quiere decir con que es un profeta en el grado más elevado”.126

¿Tenía Newton razón en su interpretación? ¿Es el cuerno pequeño el papado?

122 Daniel Secretos de la profecía
126 Newton, pp. 80, 81.

123Cuatro bestias extrañas

Daniel vislumbró algunas características del cuerno pequeño y el ángel le dio información adicional. Aquí hay diez características pre sentadas en el texto bíblico con las que trataremos de identificar este poder en la historia:

1. El cuerno pequeño aparecería entre los diez cuernos de la cuar ta bestia (vers. 8) y después de ellos (vers. 24).

2. El cuerno pequeño arrancaría tres cuernos para establecerse (vers. 8, 20 y 24).

3. El cuerno pequeño tenía “ojos de hombre” y una “boca que ha blaba con gran arrogancia” (vers. 8 y 20).

4. Parecía más robusto que sus compañeros (vers. 20).

5. Haría guerra contra los santos y los vencería (vers. 21).

6. Hablaría palabras contra el Altísimo (vers. 25).

7. Quebrantaría a los santos del Altísimo (vers. 25).

8. Trataría de cambiar los tiempos y la Ley (vers. 25).

9. Los santos serían entregados en sus manos por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo (vers. 25).

10. Un tribunal le quitaría el dominio y él sería destruido (vers. 26).

A continuación, analizaremos algunas de estas características:

1. El cuerno pequeño surgiría de entre los diez cuernos de la cuarta bestia (vers. 8) y después de ellos (vers. 24); por lo tanto, sería un poder que surgiría del Imperio Romano.

Según lo que vio el profeta en la visión, el cuerno pequeño no se manifestó en la primera, la segunda o la tercera bestia, sino en la cuar ta (Daniel 7:7, 8). Identificamos que la primera bestia, el león, repre senta el Imperio Babilónico; el oso representa a Medopersia; y el leopardo representa a Grecia. La cuarta bestia, descrita como terrible y aterradora, es paralela al cuarto metal de la estatua en el capítulo 2 de Daniel, el hierro, y representa a Roma. Maxwell informa: “Después de la muerte de Alejandro, sus dominios se dividieron en varios reinos greco-helenísticos. Mientras tanto, Roma se estaba desarrollando en el occidente y, a su debido tiempo, comenzó a influir en los reinos helenos. Hacia el 168 a.C., Roma dominó la región mediterránea, asu

124 Daniel Secretos de la profecía

miendo la posición del cuarto imperio de la estatua profética”.127

Desde 351 d.C. hasta 476 d.C., el Imperio Romano fue socavado por las diez tribus bárbaras, representadas en la profecía de la estatua por los dedos de los pies, y en el capítulo 7 por los diez cuernos de la cuarta bestia. El cuerno pequeño, identificado aquí como el papado, aparece entre los diez cuernos, en el sentido de que existe en estado embrio nario desde los días de Pablo (2 Tesalonicenses 2:7) y después de ellos, pues solo se establecería después de destruir tres de los cuernos, hecho que solo se produjo en el siglo VI, como veremos más adelante.

Pero ¿cómo operaba ya el papado en los días de Pablo? La historia enseña que el desarrollo de la gran apostasía, que finalmente culminó en el papado, fue un proceso lento y gradual que abarcó varios siglos. Pablo escribió: “Y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que enseñarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos en pos de sí” (Hechos 20:30). Estas palabras advertían de una apostasía durante la cual se revelaría el “hombre de pecado” y el “hijo de perdición” (ver 2 Tesalonicenses 2:3, 4). Este poder ya estaba en acción en los días de Pablo, pero de manera limitada (cf. con el versículo 7).

Antes del final del primer siglo, Juan también había advertido: “Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido al mundo” (1 Juan 4:1). Y añadió: “Y todo espíritu que no confiesa que Jesús ha venido en carne, no es de Dios; este es del anticristo, que han oído que ha de venir y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:3). Estas prediccio nes advirtieron de la presencia de fuerzas siniestras que ya estaban obrando en la Iglesia, fuerzas que presagiaban herejía y apostasía de proporciones aún mayores.

Durante los tiempos apostólicos, cada congregación local escogía a sus líderes y se conducía por sí misma (Hechos 6:3). El Espíritu Santo distribuía dones (1 Corintios 12:11) y la Iglesia, el cuerpo espiritual de Cristo, era edificada (1 Corintios 14:12). Sin embargo, con el paso del tiempo y el enfriamiento del amor genuino, el “primer amor” (Apoca lipsis 2:4), la Iglesia apostólica perdió su pureza y su sencillez. El po der personal comenzó a determinar la elección de sus líderes, quienes

127 Maxwell, Uma nova era segundo as profecias de Daniel, p. 37.

125Cuatro bestias extrañas

primero asumieron mayor autoridad dentro de la Iglesia local y luego trataron de extender su autoridad sobre otras iglesias.

La administración local de la Iglesia, bajo la dirección del Espíri tu Santo, finalmente dio paso al autoritarismo eclesiástico de un solo magistrado, el obispo, a quien cada miembro de la Iglesia estaba per sonalmente sujeto, y solo por medio de quien el creyente tenía acceso a la salvación.128 En cada ciudad se fueron nombrando obispos. Poco a poco, la autoridad del obispo de la ciudad de Roma ganó protagonis mo sobre los obispos de otras ciudades. Esto se debió a varios factores. El Comentario bíblico adventista presenta algunos:

a. Como capital del Imperio y metrópolis del mundo civilizado, Roma era el lugar natural para la sede de una Iglesia mundial.

b. La Iglesia de Roma era la única en Occidente que pretendía tener su origen apostólico, hecho que, en aquellos días, hacía parecer natural que el obispo de Roma tuviera prioridad sobre los demás obispos. Roma ocupaba una posición muy honorable incluso antes del año 100 d.C.

c. El traslado de la capital política de Roma a Constantinopla por parte de Constantino (330 d.C.) dejó al obispo de Roma relati vamente libre de la tutela imperial y, desde entonces, el empe rador casi siempre apoyó las pretensiones del obispo de Roma frente a las de los demás obispos.

d. En parte, el emperador Justiniano apoyó firmemente al obispo de Roma y defendió sus intereses mediante un edicto imperial que reconocía su supremacía sobre las iglesias de Oriente y Oc cidente. Este edicto no pudo ser completamente efectivo hasta el declive del dominio ostrogodo sobre Roma en 538.

Sumado a estos factores, está la conversión del emperador Constan tino, quien vinculó la Iglesia al Estado y la convirtió en un instrumen to de la política estatal. Su reorganización del sistema administrativo del Imperio Romano se convirtió en el modelo para la administración eclesiástica de la Iglesia romana y, por tanto, de la jerarquía católica romana.129

128 Comentario bíblico adventista. t. 4, pp. 861-864.

129 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 862.

126 Daniel Secretos de la profecía

Así, el papado se desarrolló dentro del propio Imperio Romano desde los días de Pablo y se estableció finalmente en el año 533, con la promulgación del edicto de Justiniano,130 y en 538, cuando se expulsó a la última tribu bárbara que no estaba sometida a la autoridad papal. De ahí la explicación del ángel del cuerno pequeño que aparece “en tre” y “después” de los diez cuernos.

Eckhardt agrega: “Bajo el poder del Imperio Romano, los papas no tenían poder temporal. Pero cuando el Imperio Romano se des integró y su lugar fue ocupado por varios reinos rudos y bárbaros, la Iglesia Católica Romana no solo logró su independencia del Estado en el aspecto religioso, sino también dominó en el secular. A veces, bajo gobernantes como Carlomagno (768-814), Otón el Grande (936-973) y Enrique III (1039-1056), el poder civil tenía cierto predominio sobre la iglesia; pero en general, durante el débil sistema político del feudalis mo, la iglesia, bien organizada, unificada y centralizada, con el papa a la cabeza, no solo era independiente en los asuntos eclesiásticos, sino también en el control de los asuntos civiles”.131

2. El cuerno pequeño arranca tres cuernos para establecerse (vers. 8, 20 y 24).

La profecía predijo que el cuerno pequeño llegaría a dominar por completo con el derrocamiento de tres de los primeros diez cuernos. Entre los principales obstáculos para el surgimiento de la Roma papal como poder político estaban los hérulos, los vándalos y los ostrogo dos. Los tres apoyaban el arrianismo, que era el mayor rival del cato licismo en ese momento.132

Los hérulos fueron los primeros en gobernar Roma. Depusieron, en el año 476 d.C., al joven Rómulo Augusto, último emperador de Occidente. A la cabeza estaba Odoacro, quien se proclamó rey de Roma.

130 Este decreto declaraba que el Papa era “la cabeza de todas las Santas Iglesias”.

131 Carl Conrad Eckhardt, The Papacy and World Affairs, as Reflected in the Secularization of Politics (Chicago: Prensa de la Universidad de Chicago, 1937), p. 1.

132 El arrianismo es una herejía que tiene su origen en Arrio, un sacerdote de Alejandría que creía que los evangelios presentan al Hijo en subordinación al Padre, como el primer ser creado. A esta subordinación le dio un sentido absoluto, que destruyó la igualdad de las personas de la Deidad. Entonces comenzó a negar la divinidad del Hijo, y a considerarlo una criatura de Dios. El Concilio de Nicea, convocado por Constantino en 325, combatió esta herejía y condenó a Arrio como hereje, y sus enseñanzas como herejías. (Ver Mello, p. 748; Feyerabend, pp. 122, 123).

127Cuatro bestias extrañas

Teodorico, líder de los ostrogodos, fue el siguiente en invadir Italia. Llegó allí en 489, y en 493 aseguró la rendición de Odoacro y luego lo mató.133 Así dice el registro histórico sobre los hérulos: “Después de la primera mitad del siglo VI, sin embargo, su nombre desapareció por completo”.134 Al mismo tiempo, los vándalos, dirigidos por Genseri co, se habían establecido en el norte de África y tomaron Cartago en 493 d.C. Eran intolerantes con los católicos, a quienes llamaban here jes. En defensa de los católicos aparece el emperador Justiniano, quien gobernaba la mitad oriental del Imperio Romano en Constantinopla. Envió a Belisario, el más hábil de sus generales, que destruyó por com pleto a los vándalos en 534.135

Ahora, solo los ostrogodos permanecían en el camino del papado. Belisario vino contra ellos en Italia y la guerra duró unos veinte años. Finalmente, después de severas batallas, los ostrogodos fueron expul sados de Roma en el año 538 d.C. y el papado quedó libre para expan dir su dominio. En 538, el mismo año en que se produjo la expulsión de los ostrogodos, Virgilio, obispo de Roma, se convirtió en el primer Papa con jurisdicción temporal y comenzó el período de dominio pa pal completo que, según el propio Daniel, se extendería por un perío do de tiempo de 1.260 años, como veremos más adelante.

3. El cuerno pequeño tenía “ojos de hombre” y una “boca que hablaba con gran arrogancia” y “hablará palabras contra el Altísimo” (versículos 8, 20, 25).

El cuerno pequeño tenía “ojos de hombre”. Los ojos sin duda deno tan inteligencia y sagacidad.136 El texto también informa que el cuerno pequeño sería un poder blasfemo. Estas palabras insolentes serían pro nunciadas “contra el Altísimo” (vers. 25). ¿Cómo cumple el papado esta especificación de la profecía? ¿Qué es la blasfemia a la luz de la Biblia?

Según Mateo 26:64 y 65, y Juan 10:33, la blasfemia es pretender ser igual a Dios. Los títulos que la Roma pagana y papal se ha atribuido a

133 Ver Thomas Hodgkin, Italy and Her Invaders, t. 3, pp. 180-213, citado en Comentario bíblico adventista, t. 4, 853.

134 Encyclopaedia Brittanica, artículo “Sunday”, t. 21 (Chicago: William Benton, 1972).

135 Comentario bíblico adventista, t. 4, pág. 853.

136 Schwantes, p. 59.

lo largo de la historia son como una especie de intermediario entre el Cielo y la Tierra, como si fuera representante de Dios y de Cristo. Vea mos algunos ejemplos: El Papa León XIII escribió: “El maestro supre mo de la iglesia es el Pontífice Romano. La unión de las mentes, por lo tanto, requiere […] completa sumisión y obediencia a la voluntad de la iglesia y al Pontífice Romano, como si fuera Dios mismo”.137 Además declaró: “Nosotros [es decir, él mismo y los demás papas] ocupamos el lugar del Dios Altísimo en la tierra”.138 En el Diccionario Eclesiástico Católico, leemos: “El Papa es de tan grande dignidad y exaltado, que es, no un mero hombre, sino como si fuera Dios y el sustituto de Dios. […] El papa tiene tanta autoridad y poder, que puede modificar, ex plicar e interpretar las leyes divinas […]. Cualquier cosa que Dios o el Redentor haga, el vicario lo puede hacer sin contrariar en nada la fe”.139

Otra blasfemia mencionada en la Biblia es la pretensión de perdo nar los pecados (Marcos 2:7). Según los dogmas católicos, para que se logre el perdón de Dios, el pecador debe confesarse con un sacerdote y recibir de él la absolución. Considera las siguientes declaraciones: “En la confesión, el sacerdote tiene el poder de confesar todos los de litos cometidos después del bautismo”. Y más: “Cuando un criminal confiesa sus pecados al sacerdote, todos los delitos no solo son per donados, sino destruidos y el delincuente se convierte en una nueva persona, en un santo”.140

El Catecismo Romano, al hablar de la necesidad de la confesión de los pecados, enseña: “La confesión de los pecados al sacerdote consti tuye una parte esencial del sacramento de la penitencia. Los penitentes deben, en su confesión, enumerar todos los pecados mortales de los que tengan conocimiento después de un examen serio, incluso si estos pecados son muy secretos y se cometieron solo en contra de los dos úl

137 Disponible en: <http://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclals/documents/hf_l-xi ii_enc_10011890_sapientiae-christianae_en.html> Consultado el 21 de noviembre de 2013.

138 Encíclica Papal “En la reunión de la cristiandad”, del 20 de junio de 1894, citada en Maxwelll, Uma nova era segundo as profecias de Daniel, p. 131.

139 P. F. Lucius Ferrari, Prompta Bibliotheca, Handy Library (París: JP Migne, 1858), t. 5. Disponi ble en: <http://biblelight.net/1825r.gif> y <http://biblelight.net/1829r.gif>

140 Cânon Católico – Concílio de Trento, pp. 870, 440, citado en Orlando Jerônimo Oliveira, A Igreja Católica na profecia (Río de Janeiro: Editora Ados, 2001), p. 174.

129Cuatro bestias extrañas

timos preceptos del Decálogo […]”.141 Luego declara: “Así como Cristo confió a sus apóstoles el ministerio de la reconciliación, los obispos, sus sucesores, y los presbíteros, colaboradores de los obispos, conti núan ejerciendo este ministerio. De hecho, son los obispos y los pres bíteros quienes, en virtud del sacramento del Orden Sagrado, tienen el poder de perdonar todos los pecados “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.142 Contrariamente a todas estas afirmacio nes, la Biblia declara que solo Dios puede perdonar los pecados (ver 1 Juan 1:9; Hebreos 4:13-16, 8:1, 2; 1 Timoteo 2:5; 1 Juan 2:1).

4. Intentará cambiar los tiempos y la Ley (versículo 25).

¿Qué quiere decir la profecía con “cambiar los tiempos”? La expre sión aramea aquí es zimmin, un término que denota un tiempo fijo (ver Daniel 3:7, 8; 4:36; 6:10, 13), o un período de tiempo (ver Daniel 2:16 y 7:12). Sin embargo, las prerrogativas para cambiar los tiempos pertenecen solo a Dios, porque solo él tiene el destino de las naciones bajo su control. El período exacto de tiempo en que Nabucodonosor, Darío, Ciro, Alejandro, etc., debían gobernar fue determinado por Dios. Daniel 2:21 declara que es él quien “quita reyes y pone reyes”. Es decir, “el esfuerzo del cuerno pequeño por mudar los tiempos indica ría un esfuerzo premeditado para ejercer el derecho divino de dirigir el curso de la historia humana”.143

Como es Dios quien cambia los tiempos (Daniel 2:21), solo él pue de cambiar su Ley, si es que pudiera cambiarse. Pero debido a que se trata de su carácter, la Ley, como su Legislador, no cambia (ver Malaquías 3:6; Santiago 1:17). Por eso Jesús dijo: “Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra antes que caiga un punto de la ley” (Lucas 16:17).

No obstante, la profecía de Daniel hablaba de un ataque a la Ley de Dios. El cuerno pequeño se encargaría de cambiar no solo “los tiem pos” sino también la “Ley”. ¿Cómo sucedió esto en la historia?

Destaquemos ahora tres cambios hechos a la ley de los Diez Man

141 Catecismo da Igreja Católica, Edição Típica Vaticana (São Paulo, SP: Ediciones Loyola, 2000), p. 401.

142 Ibíd., p. 403. Para más detalles sobre la afirmación de la iglesia romana de perdonar los pecados, véase Oliveira, 2001, pp. 173-181.

143 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 858.

130 Daniel Secretos de la profecía

damientos por parte del papado. El primero de ellos fue la exclusión del segundo mandamiento. En dos lugares de la Biblia podemos leer los Diez Mandamientos completos (Éxodo 20:3-17; Deuteronomio 5:721). El segundo mandamiento dice claramente: “No te harás imagen […] no te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éxodo 20:4, 5; Deutero nomio 5:8, 9).

En la segunda parte del Catecismo, vemos la transcripción de los Diez Mandamientos, tal como aparece en Éxodo y Deuteronomio, pero en la fórmula catequística, simplemente no aparece la prohibición de adorar imágenes. Ese segundo mandamiento fue borrado entera mente del Catecismo Romano. Al intentar explicar el uso de imágenes como objetos de adoración, el Catecismo dice: “Fue sobre la base del misterio del Verbo Encarnado que el Séptimo Concilio Ecuménico de Nicea (787) justificó, contra los iconoclastas, el culto de los iconos: los de Cristo, pero también los de la Madre de Dios, los ángeles y todos los santos. Al encarnarse, el Hijo de Dios inauguró una nueva ‘economía’ de imágenes […]. El culto cristiano a las imágenes no es contrario al primer mandamiento, que prohíbe los ídolos. De hecho, ‘el honor que se rinde a una imagen se dirige al modelo original’ ”.144

¿Te das cuenta de la verdadera confusión que se genera? Primero, el Catecismo cita varios textos de la Biblia que condenan el culto a las imágenes, luego, sin ninguna base bíblica, afirma que Jesús, después de su encarnación, inauguró una nueva “economía”, donde las pautas dadas anteriormente pueden ser contradichas. En esta idea se inserta la veneración a María, los ángeles y los santos. No queremos exten dernos demasiado en este tema, pero basta leer algunos textos para darnos cuenta de que, aun después de la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesús, ni Pedro ni los ángeles aceptaron ser adorados, sino que dirigieron esa adoración a Dios (ver Hechos 10:25, 26; Apo calipsis 22:8, 9). Jesús fue claro en este asunto de la adoración: “Enton ces respondió Jesús: ‘Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás’ ” (Mateo 4:10).

Con la exclusión del segundo mandamiento, que prohíbe adorar imágenes, era necesaria una maniobra, para que la Ley no se quedara 144 Catecismo, pp. 560, 561.

131Cuatro bestias extrañas

con solo nueve mandamientos. La solución encontrada fue dividir el décimo mandamiento de la Ley en dos. Así leemos en el Catecismo Romano:

9.º Mandamiento: “No codiciarás la mujer de tu prójimo”.

10.º Mandamiento: “No codiciarás las cosas ajenas”.145

CAMBIO DEL CUARTO MANDAMIENTO

Otro cambio arbitrario realizado por el papado alcanza el cuarto mandamiento de la Ley de Dios. Génesis informa que Dios creó el mundo en seis días y, como memorial de su Creación, descansó en el séptimo (Génesis 2:1-3). El primer ángel de Apocalipsis, que presenta el Evangelio eterno al mundo, declara: “Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). Solo Dios es digno de ser adorado, y por eso bendijo un día en particular, el séptimo.

El sábado es un memorial de la Creación, un día apartado por Dios para que sus criaturas lo adoren (Isaías 66:22, 23). También es una señal de la relación de Dios con sus hijos (Ezequiel 20:12, 20). Cristo mismo santificó ese día (Lucas 4:16, 31), y él mismo dejó en claro que su Ley no puede ser cambiada (Mateo 5:17, 18). Después de su muer te, los discípulos continuaron santificando el sábado (Lucas 23:54-56; Hechos 16:13; 17:2; 18:4).

El cambio del cuarto mandamiento por parte del papado fue un proceso lento y gradual en la historia. La Iglesia romana admite abier tamente la responsabilidad de introducir la adoración en domingo, en lugar del sábado, afirmando que tiene el derecho de hacer estos cambios. Como prueba de este hecho, podemos mencionar una tesis doctoral que recibió el visto bueno del Vaticano. El Dr. Samuele Bacchiocchi, fallecido en 2008, fue el primer no católico en graduar se de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, habiendo reci bido una medalla de oro del Papa Pablo VI por lograr la distinción académica summa cum laude por su tesis: From Sabbath to Sunday: A Historical Investigation of the Rise of Sunday Observance in Early Christianity [Del sábado al domingo: Una investigación histórica del

145 Ibíd., p. 540.

132 Daniel Secretos de la profecía

surgimiento de la observancia del domingo en el cristianismo primi tivo]. Bacchiocchi investigó durante cinco años y demostró que no hay evidencia bíblica para cambiar o eliminar el sábado como día de ob servancia. También señaló tres factores principales para este cambio histórico: (a) el sentimiento antijudaico ya experimentado en el siglo II de la Era Cristiana, (b) el culto pagano al Sol realizado el primer día de la semana, y (c) el papel preponderante de la Iglesia Católica.146 En este proceso histórico, un emperador romano desempeñó un papel funda mental. Estamos hablando de Constantino.147 Después de aceptar el cristianismo, aunque de manera nominal, promulgó el primer decreto dominical de la historia. Considera el siguiente texto:

“Los magistrados y las personas que residen en las ciudades deben descansar, y todos los talleres deben estar cerrados en el venerable día del sol. A los que viven en el campo, sin embargo, se les debe permitir que se dediquen libremente a las tareas de su labranza, porque muchas veces no hay día más propicio para sembrar cereales y plantar vides; tememos que, por descuido del tiempo apropiado para estas tareas, se perderán las bendiciones celestiales”.148

La legislación iniciada por Constantino se comenta de la siguiente manera en dos enciclopedias:

“El reconocimiento más antiguo de la observancia del domingo como legislación legal es la constitución de Constantino del año 321 d.C., que decreta que todos los tribunales de justicia, los habitantes de las ciudades y todos los talleres, descansen en el día del sol (vene rabili die solis), excepto por aquellos que se dedicaban a las labores agrícolas”.149

“Incuestionablemente, la primera ley, ya sea eclesiástica o civil, por

146 Samuele Bacchiocchi, From Sabbath to Sunday: A Historical Investigation of the Rise of Sunday Observance in Early Christianity (Rome: The Pontifical Gregorian University Press, 1977), pp. 165-269. Esta tesis doctoral fue publicada por la imprenta de la Pontificia Universidad Gre goriana de Roma.

147 Constantino (288-337 d.C.) fue el primer emperador en convertirse al cristianismo, y la reli gión cristiana se hizo oficial en su gobierno.

148 Promulgado el 7 de marzo de 321. Codex Justinianus, libro 3, Tit. 12.13; Traducido por Philip Schaff, en History of the Christian Church, 1902, t. 3, p. 380.

149 Encyclopaedia Brittanica, artículo “Domingo”, t. 21.

133Cuatro bestias extrañas

la que se sabe que se ordenó la observancia del sábado, es el edicto de Constantino, 321 d.C.”150

Esta legislación tenía poco que ver con el cristianismo. Sin embar go, más tarde, la misma Iglesia romana incluiría en su credo la con fesión del domingo como el día a ser observado por los cristianos. El Concilio de Laodicea en 364 decidió:

“Los cristianos no deben judaizar y estar ociosos en sábado, sino que deben trabajar en ese día; pero el día del Señor deben honrar es pecialmente y, al ser cristianos, deben, si es posible, no hacer ningún trabajo en ese día. Sin embargo, si se los encuentra judaizando, serán separados de Cristo”.151

El Código de Derecho Canónico, promulgado en 1917, conocido como Código Pío-Benedictino, se convirtió en un cuerpo único y au téntico para toda la Iglesia Católica de rito latino. Esta es su orienta ción: “En domingo y en otros días festivos obligatorios, los fieles están obligados a participar de la Misa; también deben abstenerse de traba jos y negocios que impidan el culto a Dios, el gozo propio del día del Señor, o el debido descanso de la mente y el cuerpo”.152

Para mantener ante todos los católicos la devoción que se debe ob servar durante el domingo, y especialmente para provocar un reaviva miento en la observancia del domingo, el Papa Juan Pablo II publicó el 31 de mayo de 1998 una carta apostólica llamada Dies Domini (día del Señor). Él escribió:

Los cristianos […] tomaron como festivo el primer día después del sábado, porque en él tuvo lugar la resurrec ción del Señor [ ]. Lo que Dios realizó en la creación, y lo que hizo por su pueblo en el Éxodo, encontró su cumpli miento en la muerte y la resurrección de Cristo, aunque ésta tiene su expresión definitiva solo en la parusía, con la venida gloriosa de Cristo. En él se cumple plenamen

150 Chamber’s Encyclopaedia, t. VIII, art. “Sabbath”. (Filadelfia: JB Lippincott & CO, 1870).

151 Disponible en: <http://www.newadvent.org/fathers/3806.htm>. Consultado: 28 de julio de 2013.

152 Código do Direito Canônico, Cánon 1247. Disponible en: <http://www.vatican.va/archive/ cod-iuris-canonici/english/codex-iuris-canonici_en.pdf>

134 Daniel Secretos de la profecía

te el significado “espiritual” del sábado […]. De “sábado” pasamos al “primer día después del sábado”, del séptimo día pasamos al primer día: ¡dies Domini se convierte en dies Christi!153

Así hemos visto, durante milenios, cómo el cuerno pequeño actuó para cambiar la santa Ley de Dios. Hoy, la santidad del domingo es la creencia más popular compartida por católicos y protestantes, con siderando ambos el domingo como el “Día del Señor” en honor a la resurrección de Cristo, aunque no hay un solo texto en la Biblia que apruebe tal concepto.154

5. Hará guerra contra los santos, quebrantará a los santos del Al tísimo, y los santos serán entregados en sus manos por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo (vers. 21 y 25).

El poder representado por el cuerno pequeño también se lanzaría contra los fieles de Dios, llamados “santos del Altísimo” en la profecía (vers. 22, 25). Esta persecución de los santos fue una continuación de las crueldades e injusticias que siempre infligieron al pueblo de Dios. Los apóstoles murieron como mártires,155 y los cristianos desde los primeros tres siglos hasta el Edicto de Tolerancia de Milán, firmado por el emperador Constantino en 313 d.C., también sufrieron una cruel persecución.156

Los siglos de la Edad Media o Edad Oscura serían testigos de enor mes persecuciones, y el pueblo de Dios tuvo que esconderse en las montañas, las cuevas y los páramos de la tierra. En el año 1232, el Papa Gregorio IX instituyó la llamada “Santa Inquisición”, que duró hasta 1859, cuando el papado extinguió definitivamente el Tribunal del San-

153 Papa Juan Pablo II, Carta Apostólica Dies Domini (São Paulo: Paulinas, 2002), p. 20, 21.

154

Para un estudio detallado de la santidad del sábado en la Biblia, véase Alberto R. Timm, El sábado en las Escrituras (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010).

155

John Foxe informa en su trabajo que Tomás fue asesinado en la India por una flecha; Mar cos murió en una hoguera en Egipto; Andrés fue crucificado por Egeas; Mateo fue traspasado con una lanza; Felipe fue crucificado y apedreado en Frigia; Santiago fue apedreado y luego golpeado hasta la muerte en la cabeza. Ver John Foxe, O livro dos mártires (São Paulo: Mundo Cristiano, 2003), pp. 17-21.

156

Justo L. González, Uma história ilustrada do cristianismo, A era dos mártires, t. 1, p. 176.

135Cuatro bestias extrañas

to Oficio.157 Este Papa asumió la responsabilidad de perseguir a los he rejes que comenzaban a perturbar los cimientos de la Iglesia Católica. Para obtener una confesión, se utilizaba la tortura, seguida del juicio, y la última etapa era el auto de fe. El Dr. Stanger explica: “Los que eran condenados a penas leves, como prisión y hábito penitencial perpetuo, así como flagelación, caminaban con una vela en la mano. A la cabeza de la procesión iban los condenados a muerte, entregados a la justicia civil para ser quemados vivos. Aquí hay un aspecto interesante. Por tratarse de un tribunal eclesiástico, el Santo Oficio no podía ejecutar a sus convictos, es decir, ante los ojos de Dios no era la Iglesia la que mataba, ya que solo le correspondía a la Iglesia juzgar. La decisión de hacer cumplir la sentencia correspondía a la justicia de los hombres, quienes tendrían que arreglar con el Todopoderoso, si no hacían cum plir la determinación del Santo Oficio”.158 Unos veinte años después del establecimiento del tribunal del Santo Oficio, el Papa Inocencio IV, en su bula “Ad Extirpanda” de 1252, escribió: “Cuando los culpa bles de herejía hayan sido entregados al poder civil por el obispo o su representante, o por la Inquisición, el poder o el magistrado mayor de la ciudad inmediatamente los apresará, y en un máximo de cinco días, ejecutará las leyes dictadas contra ellos”. Esta bula “se convirtió desde entonces en un documento fundamental de la Inquisición, renovada o reforzada por papas, como Alejandro IV (1254-1261), Clemente IV (1265-1268), Nicolás IV (1288-1292), y Bonifacio VIII (1294-1303), en tre otros. Las autoridades civiles, por tanto, eran intimadas por los papas, bajo pena de excomunión, a ejecutar las sentencias legales que condenaban a los herejes impenitentes a morir en el fuego”.159

Esta persecución de los santos se prolongó durante siglos, y estaba dirigida a todos los que se atrevían a estar en desacuerdo con los dic tados de Roma, especialmente a los valdenses, los albigenses y los hu

157 Célio Roberto Stanger, Da inquisição à liberdade religiosa no raiar do novo milênio (Vitória, ES: Gráfica Sodré, 2001), p. 141.

158 Ibíd., p. 145.

159 J. Blozer, “Inquisition”, The Catholic Encyclopedia, Disponible en: <http://www.newad vent. org/cathen/08026a.htm> Consultado el 24 de noviembre de 2013. La Bula “Ad Extir panda”, del Papa Inocencio IV, está disponible en: <http://www.documentacatholicaomnia. eu/01p/1252-05-15,_SS_Innocentius_IV,_Bulla_%27Ad_Extirpanda%27,_EN.pdf>

136 Daniel Secretos de la profecía

gonotes, que en la noche de San Bartolomé en Francia (24 de agosto de 1572) fueron arrebatados de sus casas y asesinados en plazas públicas. Según Elena de White, en unos dos meses, 70.000 fueron asesinados, de la flor y nata de la nación.160

Pero estas persecuciones de los santos del Altísimo no durarían para siempre. A Daniel se le dijo que el cuerno pequeño actuaría por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo. Veamos en qué período de la historia encaja esta profecía.

UN TIEMPO, DOS TIEMPOS Y MEDIO TIEMPO

Anteriormente, dijimos que hay dos profecías en Daniel que indi can la llegada del “tiempo del fin”: el período del reinado del cuerno pequeño (Daniel 7:25), y la profecía de la purificación del santuario, al final de las 2.300 tardes y mañanas (Daniel 8:14). Analicemos ahora la primera. La profecía estableció que el poder representado por el cuer no pequeño, o papado, gobernaría por un tiempo, dos tiempos y me dio tiempo (Daniel 7:25).161 Considerando que en el mensaje profético del libro de Daniel “tiempo” corresponde a “año” (ver Daniel 11:13), tenemos aquí tres tiempos y medio, es decir, tres años y medio. Con siderando que, además, según Apocalipsis 11:3; 12:6, 14; y 13:5, el año profético contiene 360 días, tres tiempos y medio sería el resultado de 3,5 × 360; es decir, 1.260 días. Considerando además que, en la profecía del género apocalípti co, un día profético equivale a un año literal (ver Números 14:34 y Ezequiel 4:6, 7), 1.260 días (tres tiempos y medio) son en realidad 1.260 años. Este período se sitúa en la historia desde el año 538 d.C. hasta 1798 d.C. Pero ¿cuáles son los acontecimientos que marcan el inicio y el final de este período?

160 Elena de White, El conflicto de los siglos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), p. 315.

161 Algunas versiones de la Biblia traducen Daniel 7:25 así: “Un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”. Doukhan explica que el arameo entiende la forma plural indefinida “tiempos” como un plural de dualidad (es decir, “dos tiempos”), sumando así un período de tres años y medio, es decir, 1260 días, ya que el año el año judío, como el año babilónico, sigue el calendario lunar y consta de 360 días. Ver más detalles en Jacques B. Doukhan, Secretos de Daniel (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2011), p. 109.

137Cuatro bestias extrañas

La consolidación de la Roma Papal comenzó en 533, cuando Justi niano emitió un edicto que confirmaba legalmente al obispo de Roma, Juan II, como “cabeza de todas las iglesias”. Así decía el decreto:

“Con honor a la Sede Apostólica, y a su Santidad, que es y siem pre ha sido recordado en nuestras oraciones, ahora y antes, y honrado su prosperidad, como corresponde a quien es considerado padre. Nos apresuramos a traer a la atención de su Santidad todo lo relaciona do con la condición de la iglesia […]. Por tanto, nos hemos esforzado en unir a todos los sacerdotes de Oriente, y someterlos a la Sede de Vuestra Santidad, y por tanto las cuestiones que hasta ahora se han planteado, aunque sean manifiestas y fuera de toda duda y, de acuerdo con la doctrina de vuestra Sede Apostólica, y constante y firmemente observados y predicados por todos los presbíteros, aún hemos consi derado necesario que sean traídas a la atención de Vuestra Santidad. Porque no toleramos nada que tenga que ver con el estado de la iglesia, aunque lo que causa dificultad, tal vez, sea claro e indudable, para ser discutido sin ser llevado a conocimiento de Su Santidad, porque usted es la cabeza de todas las Santas Iglesias, porque nos esforzamos por todos los medios (como ya se ha dicho), para aumentar el honor y la autoridad de Vuestra Sede”.162

Aunque este decreto fue promulgado en 533, la consolidación del papado solo fue posible cuando la última tribu antagónica al papado, es decir, los ostrogodos, fue expulsada. Esto ocurrió recién en 538 y Virgilio, obispo de Roma, es el primer Papa con jurisdicción tempo ral. A partir de este año, 538, comienza el período de dominio papal completo que, según el propio Daniel, se extendería por 1.260 años. Si contamos 1.260 años desde el 538, llegamos a 1798. ¿Qué sucedió en ese año que podría marcar el final del gobierno temporal del papado?

En enero de 1798, el general Berthier, que sustituía a José Bonapar te al mando del ejército italiano, recibió instrucciones de arrestar al Papa. Así narra el historiador:

El 10 de febrero apareció con su ejército en la ciudad eterna, donde entró al día siguiente con 9.000 hombres.

162 S. P. Scott, The Civil Law, t. XII, ppp. 11, 12, citado en González, 1994, p. 148.

138 Daniel Secretos de la profecía

El 15 de febrero, se plantó un árbol de la libertad en el Ca pitolio y el General Berthier, después de haber hecho le vantar un documento por cinco notarios en el que el pue blo romano se declaraba libre, también se presentó en el Capitolio con todo su Estado Mayor [ ] y fue a informar brutalmente al Papa, que entonces tenía casi 80 años, que el pueblo romano había proclamado su independencia y ya no lo reconocía como soberano político. Despojan al pontífice de su guardia suiza y le ofrecen el arco tricolor de la nueva república. Renunciando espontáneamente al dominio temporal, el papado podría conservar su digni dad espiritual, y la república francesa le garantizaría una pensión de 300.000 francos. De lo contrario, es decir, si se negara a abdicar, lo privarían de todo, incluso de su libertad personal. El Papa no quiso abdicar, y el 18 de febrero Haller regresó al Vaticano. Sin descubrirse, entró en la sala donde almorzaba el Papa y exigió la entrega de sus joyas. Le quitó dos anillos preciosos de su dedo y lo intimó a que se preparara para salir del palacio y de la ciudad de Roma. Cuando el Papa pidió que lo dejaran morir en la capital del mundo cristiano, se le respondió: “Puede irse a morir a otro lado. O se va espontáneamen te, o se irá a la fuerza. Elija”. En la mañana del 20 de fe brero, fueron a buscarlo al Vaticano, lo cargaron apresu radamente en un carruaje, que lo llevó a Siena, donde fue alojado temporalmente en el convento de los Agustinos.

163

Posteriormente, Pío VI fue llevado a Florencia y al año siguien te fue transportado a Grenoble y finalmente a la ciudad de Valencia, Francia, donde murió el 29 de agosto de 1799. Así terminó la supre macía de 1.260 años, precisamente en 1798. Una vez más, las palabras del profeta Daniel se estaban cumpliendo con exactitud, y la larga y terrible Edad Media había llegado a su fin cuando los sinceros hijos

163 G. Oncken, História universal, t. XIX, pp. 804, 805, citado en Araceli S. Mello, A verdade sobre as profecias do Apocalipse (São Paulo: Gráfica e Editora EDIGRAF, 1959), pp. 340, 341.

139Cuatro bestias extrañas

de Dios fueron perseguidos y asesinados. Así, el año 1798 marca la primera fecha para la llegada del tiempo del fin, cuando solo entonces se revelaría la parte profética del libro de Daniel, que no había sido comprendida.

6. Su dominio le sería quitado por un tribunal y sería consumido por completo (vers. 26).

La profecía ahora informa que, después del período de dominio del cuerno pequeño (538 a 1798) un tribunal le quitaría el poder. Esto es lo que dice el texto: “Vi que este cuerno combatía a los santos y los vencía, hasta que vino el Anciano de días, y pronunció juicio en favor de los santos del Altísimo. Y vino el tiempo, y los santos poseyeron el reino. […] Pero se sentará el tribunal en juicio, y le quitarán su domi nio, para que sea destruido por completo y para siempre. Y el reino, el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo serán dados al pueblo de los santos del Altísimo” (Daniel 7:21, 22, 26, 27).

Al final de la historia, el dominio que por siglos había estado en manos del papado (cuerno pequeño) será dado al pueblo de Dios, a los santos del Altísimo. Daniel 7 cambia a una escena de juicio. En los versículos anteriores, esta escena ya había sido introducida. Veamos el texto:

Mientras yo miraba fueron puestos tronos, y un An ciano de muchos días se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana limpia. Su trono llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. Un río de fuego salía delante de él. Miles de millares le servían, y millones de millones asistían ante él. El tribunal se sentó en juicio, y los libros fueron abiertos (Daniel 7:9, 10).

Daniel ve una escena de juicio, se establecen tronos y se sienta el Anciano de Días. Luego se sienta el tribunal y se abren los libros. ¿Qué significa esta visión? ¿Cuándo ocurre?

Las visiones dadas a los profetas tenían un propósito didáctico. Juan, por ejemplo, en una visión de la segunda venida de Cristo, vio a Jesús sentado sobre un caballo blanco y sus vestiduras estaban ceñidas

140 Daniel Secretos de la profecía

con un manto teñido en sangre, y de su boca salía una espada afilada para herir a las naciones (Apocalipsis 19:11-15). Obviamente, cuando Jesús regrese, no esperemos verlo vestido así y mucho menos montado a caballo. Sin embargo, cada uno de estos elementos tiene un valor di dáctico.164 En la visión de Daniel podemos ver en las “vestiduras blan cas” un símbolo de pureza y perfección; en el “cabello blanco” vemos un símbolo de idoneidad, autoridad patriarcal y sabiduría.165

El texto también afirma que “miles de millares le servían”. Estos son los ángeles celestiales que ministran ante el Señor y siempre ha cen su voluntad (Apocalipsis 5:11). Los ángeles desempeñan un papel importante en el juicio. Así, el Anciano de Días, que es servido por ángeles, es una clara referencia a Dios Padre.166

Con respecto a que el tribunal se siente, a Daniel se le reveló el juicio definitivo en sus dos fases: investigativa y ejecutiva. En la fase investigativa del juicio, se utilizan los libros de registros para que, con base en ellos, se efectúe el juicio. Daniel vio: “El tribunal se sentó en juicio, y los libros fueron abiertos” (Daniel 7:10). En Apocalipsis 20:12 leemos: “Y vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados, según sus obras, por las cosas que estaban escritas en los libros”. Estos libros y también el Libro de la Vida se usan para registrar todas las obras realizadas por los hombres.

El Libro de la Vida contiene los nombres de todos aquellos que al guna vez entraron al servicio de Dios. Jesús les dijo a sus discípulos: “Pero no se alegren de que los espíritus se les sujetan, antes alégrense de que el nombre de ustedes está escrito en el cielo” (Lucas 10:20). Pa blo habla de sus fieles colaboradores, “cuyos nombres están en el libro de la vida” (Filipenses 4:3). Daniel, mirando a lo largo de las edades a un “tiempo de angustia cual nunca fue”, escribió que Dios salvará a “todos los que estén escritos en el libro” (Daniel 12:1). Y Juan, en el Apocalipsis, dice que solo los que estén inscritos en el libro de la vida

164

Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 855.

165 Henry Feyerabend, Daniel verso por verso (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 2005), p. 124.

166

Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 855.

141Cuatro bestias extrañas

del Cordero entrarán en la ciudad de Dios (Apocalipsis 21:27).

El profeta Malaquías también agrega: “Entonces los que temen al Señor hablaron unos a otros; y el Señor escuchó con atención. Y en su presencia fue escrito un libro de memoria, en favor de los que reve rencian al Señor y meditan en su nombre” (Malaquías 3:16). Elena de White escribió: “En el libro de memoria de Dios está inmortalizado todo acto de justicia. Está registrada fielmente toda tentación resisti da, todo pecado vencido, toda palabra de tierna compasión expresada. Y está consignado todo acto de sacrificio, todo padecimiento y pesar sufridos por causa de Cristo”.167

Esto significa que todas las obras realizadas por los hombres un día saldrán a la luz en el juicio. Eso es exactamente lo que Jesús enseñó cuando dijo: “Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Pa dre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras” (Ma teo 16:27). Jesús también dijo que seremos juzgados por nuestras pala bras: “Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras” (Mateo 12:36).

En la fase ejecutiva del juicio podemos ver que ha llegado el mo mento de que el cuerno pequeño sea juzgado por todo lo que ha hecho, especialmente contra los santos del Altísimo. La visión continúa: “Se guí mirando en la visión nocturna, y vi que en las nubes del cielo venía como un Hijo de Hombre; llegó hasta el Anciano de días y fue llevado ante él. Y le fue dado dominio, y gloria y reino; y todos los pueblos, na ciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es eterno, que nunca pasará, y su reino nunca será destruido” (Daniel 7:13, 14). ¿Quién es este que se acerca al Padre, el Anciano de Días? ¿Y cuándo ocurre este evento?

La expresión “como un Hijo de Hombre” es una referencia directa a Jesús. Fue por medio de la encarnación que el Hijo de Dios tomó forma humana (Juan 1:1-4, 12, 14; Filipenses 2:7; Hebreos 2:14), y se convirtió en el Hijo del Hombre (ver Marcos 2:10), uniendo así su di vinidad con nuestra humanidad en un lazo que nunca se romperá. Así, los pecadores arrepentidos tienen por representante ante el Padre a uno como ellos, que ha sido tentado en todo según su semejanza, y

167 Elena de White, Cristo en su santuario (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sud americana, 2008), p. 128.

142 Daniel Secretos de la profecía

que se compadece de sus debilidades (Hebreos 4:15).

¿Dónde y cuándo tiene lugar esta escena en la que Jesús va al Pa dre? A juzgar por los símbolos e imágenes proporcionados por el tex to, el juicio no se lleva a cabo en la Tierra, sino en el Cielo.168 En cuanto a la fecha, si el juicio se basa, entre otros hechos, en quitar el dominio del cuerno pequeño, entonces debe ser en una fecha posterior a 1798, porque allí debe terminar el período del dominio del cuerno pequeño, como ya hemos visto.

En el próximo capítulo estudiaremos la profecía de las 2.300 tardes y mañanas (Daniel 8:14), y veremos que, al final de este período, se llevaría a cabo la purificación del Santuario, que era un día de juicio en Israel y simboliza una nueva fase en el ministerio de Cristo en el Santuario celestial. De hecho, este es el clímax de la profecía del capí tulo 7. A medida que el profeta ve bestias y cuernos, una y otra vez la escena se convierte en una sala de audiencias y se le da la certeza de que comenzará el juicio, el cuerno pequeño será aniquilado y el reino será dado a los santos del Altísimo (cf. 7:9-14, 18, 22, 26, 27).

Este asunto es de suma importancia para todos nosotros, porque nuestro caso está siendo juzgado en este mismo momento y necesita mos rogar a Jesús que interceda por nosotros. Elena de White escribió:

El más profundo interés manifestado entre los hom bres por los fallos de los tribunales terrenales sólo re presenta débilmente el interés manifestado en las cortes celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la vida desfilan ante el Juez de toda la Tierra. El Intercesor divino aboga para que a todos los que han vencido por medio de la fe en su sangre se les perdonen sus transgre siones, con el fin de que sean restituidos a su hogar edéni co y coronados como coherederos del “señorío primero” (Miq. 4:8). Satanás, con sus esfuerzos para engañar y ten tar a nuestra raza, había pensado frustrar el plan divino con la creación del hombre, pero Cristo ahora pide que este plan sea llevado a cabo como si el hombre jamás hu

Feyerabend,

168
p. 124.

143Cuatro bestias extrañas

biese caído. Pide para su pueblo no sólo el perdón y la jus tificación, plenos y completos, sino además participación en su gloria y un asiento en su trono.169

¿Cuál será nuestra actitud hacia la verdad de que se está llevando a cabo un juicio? ¿Buscaremos poner nuestro caso en manos del Aboga do que nunca ha perdido un caso, Jesús?

CONCLUSIÓN

Después de un análisis de los hechos históricos, nos damos cuenta de que Isaac Newton tenía razón al señalar al papado como el po der representado por el cuerno pequeño de Daniel 7. Esta opinión es compartida incluso por autores católicos como Eberhard II (12001246), arzobispo de Salzburgo y el jesuita portugués Blasius Viegas (1554-1599).170

169 Elena de White, Cristo en su santuario, p. 131.

170 Doukhan, p. 111.

“Un estudio cuidadoso de cómo se cumple el propósito de Dios en la historia de las naciones y en la revelación de las cosas venideras, nos ayudará a estimar en su verdadero valor las cosas que se ven y las que no se ven, y a comprender cuál es el verdadero objeto de la vida. Considerando así las cosas de este tiempo a la luz de la eternidad, po dremos, como Daniel y sus compañeros, vivir por lo que es verdadero, noble y perdurable. Y al aprender en esta vida a reconocer los prin cipios del reino de nuestro Señor y Salvador, el reino bienaventurado que ha de durar para siempre, podemos ser preparados para entrar con él a poseerlo cuando venga” (Profetas y reyes, p. 403).

LA VISIÓN DEL CARNERO Y DEL MACHO CABRÍO

(TERCERA VISIÓN PROFÉTICA)

Unos dos años después de la visión del capítulo 7, Daniel recibió su tercera visión, tal como se registra en el capítulo 8 de su libro. Nueva mente, los animales aparecen en la escena profética y representan, una vez más, a las naciones que luchan por el poder. Daniel declara: “Duran te la visión me vi junto al río Ulai, en Susa, capital del reino, en la pro vincia de Elam” (Daniel 8:2). Es probable que Daniel no estuviera allí físicamente, sino que fue llevado allí en visión. Hay otros ejemplos en la Biblia de profetas que fueron arrebatados en visión, pero que en realidad no fueron trasladados a esos lugares (ver Ezequiel 8:3; Apocalipsis 17:3).

LA VISIÓN DEL CARNERO Y DEL MACHO CABRÍO

Dos animales aparecen en la visión del capítulo 8, un carnero y un macho cabrío. En este punto de nuestro estudio, sería bueno entender que el tema aquí tratado tiene como trasfondo el Santuario terrenal, que fue construido por Moisés cuando el pueblo de Israel fue sacado de Egipto. Una vez al año, en el Día de la Expiación, estos dos animales participaban en el ritual de perdón y purificación del pueblo de Dios (ver Levítico 16:5).

10

146 Daniel Secretos de la profecía

El primer animal que vio Daniel fue un carnero. El versículo 3 dice que “tenía dos cuernos altos, uno era más alto que el otro”. Recono ciendo que la profecía es una verdad en expansión, necesitamos resal tar el paralelo que existe entre los capítulos 7 y 8 en nuestra interpre tación profética.

En el capítulo 7 tenemos una bestia parecida a un oso que “se puso más alta de un lado” (Daniel 7:5), tal como este cuerno del carnero. Si en el capítulo 7 este oso representa a los medos y los persas, represen tando la realidad de que los persas tomaron el poder en último lugar, con Ciro, lo mismo ocurre aquí con el carnero.171 El ángel Gabriel fue muy claro al darle esta interpretación a Daniel. Él dijo: “Ese carnero que viste, con dos cuernos, representa a los reyes de Media y de Persia” (Daniel 8:20).

El segundo animal que vio Daniel fue un macho cabrío. Conti nuando con nuestro paralelo con el capítulo 7, es lógico suponer que el macho cabrío representa el reino de Grecia, que conquistó Medoper sia. El hecho de que el macho cabrío no toque el suelo es paralelo a las cuatro alas del leopardo (Daniel 7:6), y hace referencia a la velocidad con la que los griegos dominarían el mundo. En cuanto al “cuerno grande que tenía entre los ojos” solo puede ser una referencia al prin cipal líder de los griegos, Alejandro Magno, y sus notables conquistas. El ángel Gabriel confirma una vez más esta interpretación al declarar que “el macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el primer rey” (Daniel 8:21).

La profecía revela que se ha librado una batalla mortal entre los dos animales. Medopersia (representada por el carnero) fue derrotada por la Grecia de Alejandro (representada por el macho cabrío). La historia confirma que Alejandro luchó en tres batallas hasta que derrotó a Da río III, rey de Medopersia. La primera fue la batalla del Gránico, en el año 334 a.C.; la segunda fue la de Issos, en el año 333 a.C., y la última, en el año 331 a.C., fue la batalla de Arbelas o Gaugamela.172 Así, el

171 Los medos eran más poderosos que los persas, y del siglo IX al VII a.C. resistieron fuerte mente a los enemigos. Pero fue con Ciro que los persas se hicieron más fuertes que los medos. Ver más detalles en: William H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso (Buenos Aires, Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010), p. 174.

172 Castro, p. 124.

147La visión del carnero y del macho cabrío

año 331 a.C. marca el final del Imperio Medopersa y el comienzo del gobierno de Alejandro Magno.

Sin embargo, la profecía revela que algo sucedería con el cuerno grande: “El macho cabrío se engrandeció mucho, y cuando estaba en su mayor fuerza, ese gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron cuatro cuernos prominentes hacia los cuatro vientos del cielo” (Daniel 8:8). El gran cuerno representa a Alejandro Magno, quien después de su muerte (el gran cuerno fue quebrado) fue sucedido por cuatro ge nerales (cuatro cuernos prominentes): Ptolomeo, Lisímaco, Seleuco y Casandro.173

Después del período de los cuatro generales, el poder representado por el cuerno pequeño aparece una vez más en la profecía (cf. Daniel 7:8 y 20 con 8:9). La misma expresión de Daniel 7:8 aparece aquí en el capítulo 8:9: “cuerno pequeño”. Necesitamos hacer una observación fundamental aquí. En el capítulo 2 de Daniel, cada Imperio estaba re presentado por un metal, con excepción del cuarto Imperio. Las pier nas eran de hierro (Roma Imperial) y los pies de hierro y arcilla (Roma Papal). Cuando llegamos al capítulo 7, aparecen cuatro animales o bestias, uno para cada Imperio, pero nuevamente tenemos diez cuer nos y un cuerno pequeño. Así, tenemos a Roma en dos fases, pagana (Roma Imperial) y religiosa (Roma Papal) que actuaría contra Dios y su pueblo. De hecho, la Roma Papal es la continuidad de la Roma Im perial, lo que puede ser atestiguado por el hecho de que el Obispo de Roma se sienta en el trono del Emperador y asume su título (pontifex maximus), en la conservación de los dioses romanos, que se convirtie ron en “santos” con nombres cristianizados, en el mantenimiento de la lengua latina para la versión oficial de las Escrituras (Vulgata latina) y en la celebración de misas en lengua latina.174

Algunos se han preguntado de qué parte del dominio griego, ahora dividido entre los cuatro generales, habría surgido el cuerno pequeño. Aquí se requiere una explicación. Algunas versiones de la Biblia tra ducen de esta manera Daniel 8:9: “De uno de esos cuernos le salió un

173 Newton, p. 42.

174 Disponible en: <http://pt.wikipedia.org/wiki/Pontifex_maximus> Consultado el 7 de oc tubre de 2013.

148 Daniel Secretos de la profecía

cuerno más pequeño” (PDT), pero está mal traducido. En el original hebreo está escrito así: “De uno de ellos…”, y no aparece la palabra “cuerno”. Esto significa que el cuerno pequeño se origina de uno de los “cuatro vientos del cielo” (sustantivo plural más cercano: Daniel 8:8), no de uno de los “cuernos” (ver Zacarías 6:5, 6). Los vientos simboli zan los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), y de uno de ellos vendría el cuerno pequeño.175 El texto bíblico reporta cinco activida des que realizaría el poder del cuerno pequeño, que es el mismo rey “altivo de rostro” de Daniel 8:23.

Estas acciones, según Urrutia,176 pueden distinguirse en dos di recciones: crecimiento horizontal (conquistas políticas) y crecimiento vertical (conquistas religiosas).

CRECIMIENTO HORIZONTAL (ROMA IMPERIAL)

a) Se hizo fuerte hacia el sur, hacia el oriente y hacia la tierra hermosa (Daniel 8:9). Roma, una pequeña república fundada en 753 a.C., comenzó su expansión en 334 a.C., creciendo hacia el sur, cuando conquistó toda la península itálica y todas las islas del mar Mediterráneo. En el año 202 a.C. conquistó Cartago, en África, el extremo sur del mundo co nocido. En el año 168 a.C., Roma se consideró un Imperio cuando conquistó la península griega, Macedonia, Asia Menor y Siria, lo que representa su crecimiento hacia oriente. Faltaba ahora el crecimiento hacia el norte, o la “tierra hermosa” (Daniel 8:9). Esta profecía se cum ple cuando la Roma imperial conquista Galia, Britania y extiende sus fronteras por todo el continente.

CRECIMIENTO VERTICAL (ROMA PAPAL)

b) Creció hasta llegar al “ejército del Cielo” y arrojó algunas “es trellas” al suelo (Daniel 8:10).

El “ejército del Cielo” y las “estrellas”, como el mismo ángel explicó a Daniel, representan “el pueblo de los santos” (Daniel 8:24), es de

175 Ver más detalles en: Héctor Urrutia Hernández, Profecías apocalípticas de Daniel (Chile, 2012), pp. 214, 215.

176 Urrutia, p. 220.

149La visión del carnero y del macho cabrío

cir, el pueblo de Dios a quien el poder papal perseguiría (ver también Daniel 12:1, 3). Según el libro del Apocalipsis, fue el Dragón, Satanás, quien engañó a la tercera parte de las estrellas del Cielo (Apocalipsis 12:3, 4) y las arrojó a la Tierra, que en este contexto representan a los “ángeles del Cielo” (Apocalipsis 1:20). Sin embargo, el representante terrenal del Dragón, el cuerno pequeño, es el mismo poder que en Apocalipsis 13:1 al 10 recibe del Dragón mismo su poder, trono y gran autoridad (Apocalipsis 13:2) para atacar a las legiones terrenales del ejército de Dios, sus santos (Daniel 8:10 y Apocalipsis 13:7). Esta gue rra entre el bien y el mal comenzó en el Cielo, pero se ha extendido a la Tierra y se le puede llamar el “Conflicto cósmico” porque cada ser humano está íntimamente involucrado.

c) Se engrandeció contra el Príncipe de los ejércitos y tomó de él el continuo sacrificio y echó por tierra el lugar de su santuario (Daniel 8:11).

¿Quién es este “Príncipe de los ejércitos”? Esta misma expresión aparece en Josué 5:13 al 15, en el contexto de la conquista de Canaán por Josué después de la muerte de Moisés. El texto aclara que Josué adoraba a este Príncipe y este no lo reprendió por el acto. Por lo tanto, no puede ser solo un ángel, porque los ángeles de Dios no aceptan adoración (ver Apocalipsis 19:9, 10; 22:8, 9; Mateo 4:10). Otro detalle que llama la atención es que el Príncipe dijo: “Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo”. Esta expresión solo apa rece una vez más en la Biblia, justo cuando Dios llamó a Moisés para liberar a su pueblo de Egipto (Éxodo 3:5). No hay duda de que el título “Príncipe de los ejércitos” o “príncipe de príncipes” (Daniel 8:25) es una referencia al mismo Jesucristo.

El cuerno pequeño (Roma papal) le quita al Príncipe (Jesús) el “sacrificio diario”, que podría traducirse mejor como “continuo”. La expresión hebrea traducida como “sacrificio diario”, o “continuo” en algunas versiones de la Biblia, es tamid, que en el Antiguo Testamento, según Shea, “es una palabra que engloba todas las actividades relacio nadas con el santuario”177 (ver Éxodo 30:8; Levítico 24:4, 8; Números

177 William H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso (Buenos Aires, Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010), p. 182.

28:3). Todas estas ceremonias abordaban el perdón de los pecados y la salvación del pueblo. Pero ¿cómo ataca el sistema papal estas prácticas?

La Iglesia Romana afirma ser el Templo del nuevo pacto, negando la realidad de un Santuario celestial, del cual el terrenal era solo un tipo (Éxodo 25:8, 40). Sus líderes espirituales son llamados sacerdotes, quienes oyen confesiones y realizan el sacrificio de la misa, menospre ciando el único y perfecto sacrificio de Cristo. Enseña que Cristo no es el único Mediador o Sumo Sacerdote entre Dios y los hombres, sino también la Virgen María y los Santos.178 En resumen, significa reem plazar la obra de Cristo en el Santuario celestial a favor del pecador (Hebreos 4:16; 8:1; 9:11, 12; 12:2, 3) por una obra de salvación hecha por el hombre, por la que este poder (el cuerno pequeño) logró eli minar el conocimiento y la dependencia del ministerio continuo de Cristo en el Santuario celestial.179

Daniel también afirma que el papado se levantaría contra el “Prín cipe de los príncipes” (Daniel 8:25). Este “levantamiento” indica que trataría de tomar el lugar de Cristo; algo de lo que Pablo también ad virtió cuando dijo: “Se opondrá y se exaltará contra todo lo que se llama Dios, o que se adora; hasta sentarse en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Tesalonicenses 2:4). Las doctrinas romanas de la Confesión Auricular (perdón de los pecados por medio del sacerdote) y la doctrina de la Infalibilidad Papal demuestran bien el cumplimiento de esta profecía.

d) Echó por tierra la verdad y prosperó en todo lo que hizo (Daniel 8:12).

Estudiamos, en el último capítulo, la profecía que hablaba de un ataque contra la Ley de Dios. En ese estudio, destacamos tres alteraciones que el papado hizo a la Ley de Dios: (a) la exclusión del segundo mandamiento, que prohíbe adorar imágenes; (b) la división del dé cimo mandamiento en dos, de modo que la Ley tuviera nuevamente diez mandamientos; y (c) el cambio del sábado al domingo.

Además de estos cambios, varias otras enseñanzas, basadas úni camente en la tradición de la Iglesia y sus dogmas, han suplantado

178 Urrutia, p. 232.

179 Martin. Pröbstle, O Santuário, Lecciones de Escuela Sabática, 4º trimestre de 2013, p. 121.

150 Daniel Secretos de la profecía

151La visión del carnero y del macho cabrío

la verdad de la Palabra de Dios y han mantenido a las personas en la esclavitud de la ignorancia sobre la voluntad de Dios, tales como: la oración por los muertos, las penitencias, las indulgencias, el bautismo de infantes, la doctrina de la transubstanciación y otras. Dios no per mitiría que su Ley y su pueblo fueran atacados por el cuerno pequeño sin hacer justicia. Daniel 8:13 y 14 informa que, después de las 2.300 tardes y mañanas, el santuario sería purificado. Así como la purifica ción del Santuario terrenal en los días del Antiguo Testamento repre sentaba un juicio de vindicación del pueblo de Dios, así también sería al final de este período, cuando el cuerno pequeño sería destruido sin la ayuda de manos humanas (Daniel 8:25).

LA MAYOR PROFECÍA DE LA BIBLIA

Daniel estaba interesado en entender la visión, pero Gabriel res pondió: “Voy a explicarte lo que ha de venir al fin de la ira, porque se cumplirá en el tiempo del fin” (Daniel 8:19). Las expresiones “al fin” y “tiempo del fin” muestran que ciertas profecías del libro de Daniel se aplican exclusivamente a nuestros días. Por lo tanto, es importante que estudiemos y entendamos cada profecía del libro de Daniel, ya que se refieren a nuestros días.

En las siguientes escenas, el ángel explica algunos elementos de la visión a Daniel, como la identidad de los animales, y una parte de la visión que Daniel no entendió (Daniel 8:26, 27). La visión de las “tar des y mañanas” en estos versículos es una referencia a la profecía de las 2.300 tardes y mañanas de Daniel 8:14. Solo cuando terminara ese período de tiempo, es que el Santuario sería purificado y se pondría un freno al accionar del cuerno pequeño. De allí el interés de Daniel por entender el asunto. En el próximo capítulo veremos en detalle esta profecía, que es la profecía más grande de la Biblia, y descubriremos que, al final, el pueblo de Dios saldrá victorioso.

“Ningún edificio terrenal podría representar la grandeza y la gloria del Templo celestial, la morada del Rey de reyes, donde “millares de millares” le sirven y “millones de millones” están delante de él (Daniel 7:10), de ese Templo henchido de la gloria del trono eterno, donde los serafines, sus guardianes resplandecientes, se cubren el rostro en ado ración. Sin embargo, las verdades importantes acerca del Santuario celestial y de la gran obra que allí se efectúa en favor de la redención del hombre debían enseñarse mediante el Santuario terrenal y sus ser vicios” (Patriarcas y profetas, pp. 370, 371).

LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO TERRENAL

En los primeros siglos de la historia del cristianismo, miles de cristianos perdieron la vida por amor a Cristo. Fueron arrojados a las fieras en el Coliseo Romano, quemados en la plaza pública o asesina dos en lúgubres prisiones. Satanás persiguió a todos aquellos que se atrevieron a compartir el Evangelio de Cristo con otros. Entre estos se encontraban Esteban, Pablo, Pedro y otros. Sin embargo, algo estaba pasando. Tertuliano, un escritor cristiano del siglo II, llegó a decir: “La sangre de los mártires es la semilla de la iglesia”; es decir, cuantos más cristianos morían, mayor era el número de nuevos conversos y, con ello, el cristianismo avanzaba y se fortalecía.

Entonces, Satanás cambió su estrategia. En lugar de perseguir a los que predicaban el Evangelio puro de Cristo, se infiltró en la Igle sia cristiana y corrompió la fe verdadera. La pura doctrina apostólica pronto dio paso a tradiciones y dogmas provenientes del paganismo, y la Iglesia cristiana perdió su pureza doctrinal. Hoy, cuando alguien decide seguir a Cristo, se encuentra ante un dilema: miles de religio nes, y todas ellas defendiendo la legitimidad de su fe.

La profecía de las 2.300 tardes y mañanas, que estudiaremos hoy,

11

154 Daniel Secretos de la profecía

habla de dos eventos clave: (a) en la Tierra, la Iglesia remanente se levantaría para restaurar la verdad de Dios hollada por el cuerno pe queño (Isaías 58:12; Daniel 8:12; Apocalipsis 10:8-11); y (b) en el Cielo, comenzaría el Juicio Investigador, y cuando terminara, el cuerno pe queño finalmente sería destruido y el reino sería dado a los santos del Altísimo (Daniel 7:18, 27).

LA MAYOR PROFECÍA DE LA BIBLIA

Daniel 8:13 y 14 registra una conversación entre seres santos, en la que uno le responde al otro cuánto durarían las acciones del cuerno pequeño. El accionar del cuerno pequeño y su presunción conducen a un clamor de juicio. Así como el carnero y el macho cabrío fueron des truidos (Daniel 8:4, 7, 8), igualmente fue exaltado el poder represen tado por el cuerno pequeño (Daniel 8:9-11). De ahí surge la pregunta: “¿Hasta cuándo durará la visión?” (Daniel 8:13). Esta expresión es un clamor por una aflicción continua, y la petición de un cambio en las condiciones que prevalecen en ciertos momentos. Es una súplica por el juicio divino (ver Éxodo 10:3; Números 14:27; 1 Reyes 18:21). Lue go viene la respuesta: “Y él respondió: ‘Hasta dos mil trescientos días de tardes y mañanas. Entonces el santuario será purificado’ ” (Daniel 8:14).

La profecía es clara al definir que el blanco del ataque del cuerno pequeño es el Santuario celestial y el pueblo de Dios (Daniel 8:10-12). Ya que la respuesta del ángel involucró la purificación del Santuario (Daniel 8:14), está claro que solo el Día de la Expiación podría llevar al Santuario y al pueblo de Dios a su legítima condición. Es en el Día de la Expiación que Dios ejecuta su juicio y restaura todas las cosas a su estado original. De ahí la importancia de entender bien esta profecía.

Las “2.300 tardes y mañanas” es la profecía más larga de la Biblia. La expresión “tarde y mañana” está tomada del libro del Génesis, donde Dios, después de crear el mundo y todo lo que hay en él, declara: “Fue la tarde y la mañana, el primer día…” (ver Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31). Por lo tanto, esta expresión significa un día de veinticuatro horas.

Ya hemos aprendido el principio de la interpretación profética de día por año. Este principio enseña que un día profético equivale a un

155La purificación del Santuario terrenal año literal (ver Números 14:34 y Ezequiel 4:6, 7). De este modo, la purificación del Santuario, de la que habla Daniel, solo se produciría después de que terminaran los 2.300 años literales.

EL SANTUARIO: EL TEMA PRINCIPAL DE LA BIBLIA

En el Pentateuco, los cinco libros de Moisés, se dedican 45 capítu los al tema del Santuario. En los libros de los profetas, otros 45 capí tulos también abordan este tema. En los demás libros de la Biblia hay unas 150 referencias al Santuario. Se cree que los salmos fueron escri tos para que sirvieran como una recopilación para las alabanzas del Santuario. El libro del Apocalipsis está estructurado en el Santuario. Tiene siete divisiones, cada una de las cuales comienza con una escena en el Santuario celestial. Las epístolas describen a Jesús como sacerdo te, sumo sacerdote, propiciatorio y ofrenda. Es decir, el Santuario es el centro del pensamiento de los escritores bíblicos. Ya hemos descubier to que la profecía de Daniel 8:14 habla de un período de 2.300 años, después del que el Santuario sería purificado. Necesitamos entender ahora qué es el Santuario y qué significa su purificación.

EL SANTUARIO TERRENAL

Moisés recibió el mandato divino de construir un santuario (Éxo do 25:8). Este santuario o tabernáculo debía construirse según un modelo existente, que le fue mostrado en el monte (Éxodo 25:9, 40; 26:30); es decir, el Santuario celestial (Hebreos 8:5). La palabra hebrea para “modelo” (tabnit) expresa la idea de modelo o copia. Por lo tanto, concluimos que Moisés vio un modelo en miniatura, que representaba el Santuario celestial, y que este modelo sirvió como modelo para la construcción del Santuario terrenal.

El santuario o tabernáculo se construía en un atrio o patio, que medía unos treinta metros de ancho por sesenta metros de largo (Éxo do 27:9-19). Estaba rodeado de 48 tablas de madera de acacia, de cinco metros de largo y unos 75 centímetros de ancho. Estaban recubiertas de oro y sujetas por anillos del mismo material. Estaban fijadas sobre bases de plata y unidas por barras revestidas de oro que las mantenían en la posición correcta y rodeaban todo el atrio (Éxodo 26:15-30).

156 Daniel Secretos de la profecía

En este atrio, además del santuario, había dos mobiliarios: el altar de los holocaustos, donde después de ser sacrificados se quemaban los animales (Éxodo 27:1-8), y una fuente de bronce con agua, en la que el sacerdote se lavaba antes de comenzar los servicios dentro del santua rio (Éxodo 30:17-21).

El santuario en sí era una tienda con paredes de madera, revestida con cuatro capas de materiales: la primera era de pieles finas o tejones (Éxodo 26:14), la segunda de pieles de carnero teñidas de rojo (Éxodo 26:14), la tercera estaba cubierta con pelo de cabra (Éxodo 26:7); final mente, una cuarta capa que cubría el interior de la tienda, vista solo por los sacerdotes y el sumo sacerdote, y estaba hecha de lino blanco torcido en colores azul, púrpura y carmesí (Éxodo 26:1).

El tabernáculo medía aproximadamente seis metros de alto por dieciocho metros de largo y estaba dividido en dos compartimentos, el Santo y el Santísimo, separados únicamente por un velo (Éxodo 26:33). En el primer compartimento o Lugar Santo se encontraban tres muebles: (a) la mesa con los doce panes de la proposición, (b) el altar del incienso, y (c) un candelero con siete lámparas (Éxodo 25:1740 y 26:35). En el segundo compartimiento, llamado Lugar Santísi mo o Santo de los Santos, había un solo mueble, el arca del pacto, y dentro de ella las dos tablas de la Ley, dadas a Moisés en el monte Sinaí (Éxodo 25:10-16). Andreasen señala que “el tabernáculo era un edificio portátil, por lo que se podía desmontar y transportar fácil mente. Estaba destinado a servir solo hasta el momento en que Israel se estableciera en la tierra prometida y se pudiera erigir un edificio de naturaleza más estable”.180

El Santuario tenía tres propósitos básicos:

A. Ser la morada de Jehová (Éxodo 25:8).

B. Ser depositario de la Ley de Dios (Éxodo 25:16; 31:18).

C. Perpetuar y ampliar la dimensión tipológica de los sacrificios como medio de perdón y salvación.181

180 M. L. Andreasen, O ritual do santuário (Santo André, SP: Casa Publicadora Brasileira, 1983), p. 23.

181 Elena de White, Review and Herald, 5 de marzo de 1901.

LOS SÍMBOLOS DEL MOBILIARIO DEL SANTUARIO

Todo el mobiliario del santuario tipificaba al Mesías y la obra que vendría a realizar para la salvación de su pueblo. De esta manera, se amplió la dimensión tipológica y se presentó un Evangelio en símbo los al pueblo de Israel.

Mueble u objeto

Símbolo Texto

Jesús y el ser humano Juan 1:14; 1 Corintios 6:19, 20 Altar del holocausto Jesús, nuestra ofrenda Hebreo 10:10-12

Tabernáculo

Fuente de agua Bautismo/purificación Mateo 3:16; 1 Corintios 6:11 Mesa con 12 panes Jesús, el pan de vida Juan 6:35 Candelabro con 7 lámparas Jesús, la luz del mundo Juan 9:5

Altar de Incienso

Oraciones de los santos Apocalipsis 8:3, 4 Tapa del arca (propiciatorio) Jesús, el propiciatorio Romanos 3:25

Arca del Testimonio Presencia de Jesús Mateo 1:23

LOS SERVICIOS DEL SANTUARIO

En el Santuario trabajaban 38.000 levitas (1 Crónicas 23:3), de los cuales 288 eran cantores (1 Crónicas 25:7), 4.000 eran músicos, 4.000 eran porteros (1 Crónicas 23:5), 6.000 oficiales y jueces, y también los sacerdotes, que estaban divididos en veinticuatro turnos (1 Crónicas 24:1). Todos estos trabajaban para hacer posible la mediación y el per dón de los pecados del pueblo de Israel.

Aquí se describirán dos servicios básicos realizados en el Santua rio: el servicio diario y el servicio anual. Servicio diario - Ofrendas por el pecado (Éxodo 29:38, 39).

Los sacrificios de la mañana y de la tarde se ofrecían diariamen te, incluso en las fiestas de la Pascua, Pentecostés, el Día de la Expia ción o cualquier otra fiesta especial. Por eso se los llamaba sacrificios “continuos”, que no cesan (Éxodo 29, 42), y prefiguraban de manera especial el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. Este sacrificio no era provisto por cualquier persona. Se ofrecía en favor del pueblo en su conjunto. No era un sacrificio que el pecador ofrecía a Dios, sino

157La purificación del Santuario terrenal

158 Daniel Secretos de la profecía

un sacrificio que Dios ofrecía a favor de su pueblo. Esto beneficiaba especialmente a los pobres, que no tenían animales para sacrificar, y a los israelitas que se encontraban lejos del Santuario, como en el caso de Daniel, que ofrecía sus oraciones con el rostro hacia el Santuario (Daniel 6:10).

Había otro tipo de ofrenda en el santuario: ofrendas por los peca dos cometidos. Cuando un israelita cometía un pecado, debía llevar un animal al Santuario. Había un animal para cada tipo de pecado. El animal más común era el cordero. El pecador ponía sus manos sobre la cabeza del animal, confesaba su pecado y luego lo sacrificaba. El sa cerdote tomaba la sangre de la ofrenda y la llevaba al primer compar timiento del Santuario, llamado el Lugar Santo. En algunos casos, la sangre de las ofrendas debía rociarse sobre la cortina que separaba los compartimientos del Santo y el Santísimo, e incluso colocarse sobre los cuernos del altar del incienso (Levítico 4:5-7). Este era el principio de transferencia del pecado hacia el Santuario, mediante la sangre o la carne de la ofrenda que el sacerdote comía antes de entrar al San tuario. Así, el Santuario recibía los pecados diarios y, de este modo, se contaminaba y necesitaba pasar por una purificación.

Servicio anual - Día de la Expiación o purificación (Levítico 16:29, 30).

El Día de la Expiación siempre ocurría el décimo día del séptimo mes, llamado Tishri. Esta fiesta anual era la purificación del Santua rio. Era el día más importante en Israel y abarcaba una ceremonia sofisticada.

Durante el año, el Santuario era profanado por los pecados que le eran transferidos simbólicamente mediante la sangre de los sacri ficios. Así, el pecado era perdonado y el pecador limpiado, pero sus registros quedaban grabados en el Santuario, contaminándolo. Por lo tanto, la purificación era necesaria.

Procedimientos preliminares

La preparación para las festividades de ese día comenzaba con diez días de anticipación. Estos eran días de arrepentimiento, destinados a

159La purificación del Santuario terrenal

obrar un perfecto cambio de corazón. El sumo sacerdote, que dirigía la ceremonia, tenía una preparación especial:

1. Una semana antes del Día de la Expiación, se trasladaba al re cinto del templo para orar y meditar.

2. No dormía el día anterior, para no sufrir ninguna contaminación.

3. Se bañaba y se ponía las vestiduras sagradas.

4. Llevaba un cinto blanco y una mitra de lino sin ostentación para presentarse ante Dios.

Antes de comenzar la expiación por el pueblo, el sumo sacerdo te debía hacer expiación por sus propios pecados; así quedaba limpio para ser mediador entre Dios y el pueblo (Levítico 16:3, 11-14).

LOS RITOS DE PURIFICACIÓN

En el Día de la Expiación o purificación del Santuario, dos machos cabríos entraban en escena (Levítico 16:5-10). Eran separados el déci mo día del séptimo mes. La suerte era echada sobre ambos, uno para el Señor y otro para el chivo expiatorio (del hebreo Azazel ). Después de echar suertes sobre los machos cabríos, el sumo sacerdote tomaba un becerro y lo mataba, y un sacerdote colocaba parte de la sangre en un cuenco, y la revolvía para que no se coagulara. Mientras tanto, el sumo sacerdote tomaba brasas del altar donde se quemaban las ofren das y las colocaba en un incensario. También llenaba sus manos de incienso dulce y los llevaba a ambos al Santuario, al Lugar Santísimo. Colocaba el incensario sobre el propiciatorio, que estaba cubierto por una nube, para que él no muriera (Levítico 16:13).

Concluida esta parte, el sumo sacerdote salía a recibir de manos del sacerdote la sangre del becerro, y luego llevaba esta sangre al Lugar Santísimo, donde la rociaba con el dedo siete veces sobre el propicia torio, hacia el oriente.

Al regresar del Lugar Santísimo, el sumo sacerdote sacrificaba el ma cho cabrío de expiación por los pecados del pueblo. Regresaba al Lugar Santísimo, donde rociaba la sangre del macho cabrío sobre el propicia torio, como había hecho con la sangre del becerro (Levítico 16:15).

Después de eso, el sumo sacerdote volvía al atrio y bendecía al pue blo. “Cuando haya acabado de expiar el santuario, la tienda de reunión

160 Daniel Secretos de la profecía

y el altar” (Levítico 16:20), traía el macho cabrío vivo, para Azazel, y lo enviaba al desierto, donde moría.

SÍMBOLOS DE LOS ANIMALES SACRIFICADOS EN EL SANTUARIO

El macho cabrío para el Señor que moría en el Día de la Expiación es un símbolo de Cristo, quien vendría al mundo a morir por los pe cados de la humanidad (Isaías 53:7; Juan 1:29; Apocalipsis 13:8). La purificación del Santuario ilustraba, entonces, tres fases del ministe rio de Cristo: (a) sacrificio sustitutorio, (b) mediación sacerdotal y (c) juicio final.

El chivo expiatorio, o Azazel, que era llevado al desierto y aban donado para ser muerto, es una representación de Satanás quien, des pués del regreso de Cristo, será encarcelado por 1.000 años (Jeremías 4:23-26; Apocalipsis 20:1, 2). Después de eso, será soltado y destruido (Apocalipsis 20:7-9).

Dado que el chivo expiatorio no entraba en escena hasta que “haya acabado de expiar” (Levítico 16:20), es evidente que Satanás no par ticipa en la expiación de los pecados, sino que es destruido por sus propios pecados y por los pecados que ha llevado a otros a cometer.

Todos los sacrificios del Santuario constituían el camino de la sal vación por la fe, instruían al pueblo de Dios sobre el carácter terrible del pecado y señalaban el medio escogido por Dios para poner fin al pecado: el sacrificio del Hijo de Dios (Juan 1:29). Cuando Jesús murió en la cruz, el velo del templo, que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo, se rasgó de arriba abajo, señalando el fin de todo el sistema de sacrificio de animales que, durante milenios, había representado la muerte del Hijo de Dios (Mateo 27:50, 51; Lucas 24:44-47).

LA TRAYECTORIA DEL SANTUARIO TERRENAL

El Santuario terrenal fue el centro de adoración del pueblo de Dios durante siglos. La primera tienda fue construida por Moisés por or den divina (Éxodo 25:8). Este tabernáculo, o tienda móvil, cambiaba de ubicación a medida que el pueblo viajaba por el desierto hacia Ca naán. Algunos estiman que, durante este período de cuarenta años de

161La purificación del Santuario terrenal peregrinación por el desierto, el Tabernáculo fue mudado 41 veces. Cuando finalmente llegaron a Canaán, el Tabernáculo se estableció permanentemente en Silo (Josué 18:1).

Cuando David se convirtió en rey, después de que Dios le concedió la victoria sobre todos sus enemigos, sintió el deseo de construir una habitación más digna como morada del Altísimo (2 Samuel 7:1, 2). Sin embargo, debido a que era un hombre sanguinario, Dios no le permi tió construir el templo y dijo que su hijo Salomón lo construiría (1 Re yes 6). Salomón construyó el templo, trajo el arca del pacto y la colocó en el Lugar Santísimo del templo (1 Reyes 8:6) y se notó la presencia de Dios. Este templo fue centro de culto durante siglos, hasta que fue des truido por Nabucodonosor, en la tercera invasión babilónica de Jeru salén, en el año 586 a.C. (2 Reyes 25:9). Después del cautiverio babiló nico, que duró setenta años (Jeremías 25:11), el pueblo de Dios volvió a Jerusalén, y Esdras y Nehemías se encargaron de reconstruir la ciudad y el templo (Esdras 1; Nehemías 3). Este templo, ahora renovado, lleva el nombre del Templo de Zorobabel, quien era entonces gobernador de Judea (Esdras 6:16; Hageo 1:1). Este mismo templo fue renovado por Herodes y se convirtió en el templo de Herodes. Jesús visitó este templo y allí hizo la declaración profética: “No quedará piedra sobre piedra” (Mateo 24:1, 2). Esta profecía de Cristo se cumplió en el año 70 d.C., cuando la ciudad de Jerusalén y el templo fueron destruidos por orden de Tito, el emperador romano.

LA REALIDAD DEL SANTUARIO CELESTIAL

Si la profecía de las 2.300 tardes y mañanas fue dada en los días de Daniel, y él vivió unos seiscientos años antes de Cristo, entonces no puede estar refiriéndose al Santuario terrenal. La profecía apun taba a una purificación al final del período de 2.300 años, que excede la historia del Santuario terrenal, destruido en el año 70 d.C. De he cho, el Santuario que debía ser purificado al final de las 2.300 tardes y mañanas era el Santuario celestial (Hebreos 9:23, 24). Al igual que la purificación del Santuario terrenal en los días del Antiguo Testamento representaba un juicio de vindicación del pueblo de Dios, del mismo modo se completará la purificación del Santuario celestial. El pueblo

de Dios será vindicado, la Ley de Dios que fue hollada por el cuerno pequeño será restaurada, y la Iglesia remanente que estuvo oculta en el desierto por años (Apocalipsis 12:6, 16) será revelada.

Ahora estamos listos para entender la profecía de las 2.300 tardes y mañanas, cuando el Santuario sería purificado. ¿En qué año ocurrió ese evento? ¿Cuáles son las implicaciones para los cristianos moder nos? Estas preguntas serán respondidas en nuestro próximo capítulo.

Por hoy, aferrémonos a la promesa de la Biblia: “Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilida des, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:15, 16).

“Tenemos la preciosa promesa de que todo pecado, del cual hubo sincero arrepentimiento, será perdonado. Volvernos a Dios con con trición de alma, reclamando los méritos de la sangre de Cristo, nos traerá luz, perdón y paz. Pero debemos volvernos al Señor con pleno propósito de corazón, con la decisión de ser hacedores de las palabras de Cristo. A veces, nuestros pecados pasados vendrán a la mente y en sombrecerán nuestra fe, de modo que no podamos ver nada más que el merecido castigo reservado para nosotros. Pero en esos momentos, mientras sentimos tristeza por el pecado, debemos mirar a Jesús y creer que él ha perdonado nuestras transgresiones” (Review and He rald, 13 de enero de 1891).

LAS 2.300 TARDES Y MAÑANAS, Y LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO CELESTIAL

Dios declaró, por medio del profeta Amós, que él no haría nada “sin revelar su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Todas las profecías de la Biblia fueron dadas al pueblo de Dios con el objetivo de prepararlo para los acontecimientos que estaban por venir y hacer que se comprometa en el cumplimiento de los designios divinos.

La profecía de las “2.300 tardes y mañanas” es la profecía más larga de la Biblia, y llega hasta nuestros días. Como ya hemos visto, habla de dos eventos claves: (a) en la Tierra, la Iglesia remanente se levantaría para restaurar la verdad de Dios hollada por el cuerno pequeño (Isaías 58:12; Daniel 8:12; Apocalipsis 10:8-11); (b) en el Cielo, comenzaría el Juicio Investigador y, cuando terminara, el cuerno pequeño final mente sería destruido y el reino sería dado a los santos del Altísimo (Daniel 7:18, 27). Ahora vamos a estudiarla en más detalle.

12

COMPRENDIENDO LA PROFECÍA

El texto central para el estudio de la purificación del Santuario es Daniel 8:14. Ya hemos visto que el santuario que sería purificado es el celestial, y esto solo sucedería al final del período profético. Enton ces, para poder saber cuándo terminan los 2.300 años, necesitamos averiguar cuándo comienzan. Para ello, dirijamos nuestra atención al capítulo 9 de Daniel.

LA ORACIÓN DE DANIEL (DANIEL 9:1-3, 17, 18)

Según los versículos anteriores, Daniel oró por la restauración del pueblo, la ciudad y el templo, que estaba en ruinas. Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió Jerusalén tres veces. En la primera invasión, en 605 a.C., los príncipes fueron llevados en cautiverio a Babilonia, y entre ellos estaba Daniel (2 Reyes 24:14; Daniel 1:3-6). La ciudad de Jerusalén y el templo de Salomón fueron destruidos recién en la terce ra invasión babilónica, que tuvo lugar en el año 586 a.C. (ver 2 Reyes 25:8, 9).

Mediante el profeta Jeremías, Dios predijo que el cautiverio de Babi lonia duraría setenta años (Jeremías 25:11), y que después de ese tiempo Dios levantaría al libertador, Ciro, para llevar a su pueblo de regreso a Jerusalén (Isaías 45:1). La caída de Babilonia en 539 a.C. llevó a Daniel a estudiar las profecías, específicamente la de Jeremías, que habla del período de cautiverio de setenta años (Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:2). Transcurría el primer año de Darío, hijo de Asuero, es decir, hacia el año 538 a.C. El Imperio Medopersa acababa de derrotar a Babilonia y ahora solo faltaba la autorización para que el pueblo judío regresara a su patria. Habían pasado 68 años desde que Daniel fue llevado cautivo a Babilonia, lo que significa que solo faltaban dos años para completar los setenta años de cautiverio predichos por el profeta. Así que Daniel comenzó a orar para que Dios cumpliera su promesa y liberara a su pueblo. Un detalle no puede pasarse por alto aquí: Daniel pensó que la profecía de la purificación del Santuario de Daniel 8:14 se refería a la restauración del templo y la ciudad de Jerusalén, ahora en ruinas.

Mientras Daniel oraba, el ángel Gabriel fue enviado para explicarle la “visión” (Daniel 9:23). ¿Qué visión? La de las 2.300 tardes y maña

166 Daniel Secretos de la profecía

167Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

nas (Daniel 8:14), visión que Daniel no había entendido (Daniel 8:26, 27). Sin embargo, en lugar de hablar de los 2.300 años proféticos, que llegarían hasta el tiempo del fin y la purificación del Santuario, intro duce el tema de la profecía de las setenta semanas. Daniel había orado por su pueblo y por el Santuario terrenal que estaba desolado, por lo que el ángel se limita a un período más corto relacionado solo con el pueblo de Daniel y su ciudad, Jerusalén.

LA PROFECÍA DE LAS SETENTA SEMANAS

El ángel le dijo a Daniel: “Setenta semanas están determinadas so bre tu pueblo y tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer la justicia de los siglos, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos” (Daniel 9:24).

La expresión “determinadas” (hatak) puede traducirse literalmente como “cortadas”,182 es decir, las setenta semanas o 490 años estarían cortadas del período mayor de 2.300 años. Este período de tiempo sería asignado al pueblo judío para: (a) dar fin a la prevaricación, (b) poner fin al pecado, (c) expiar la iniquidad, (d) traer la justicia de los siglos, (e) sellar la visión y la profecía y (f) ungir al Santo de los santos (Daniel 9:24). En otras palabras, el Cielo esperaba el arrepentimiento del pueblo de Daniel, y si eso no ocurría, el pueblo perdería el privile gio de ser una nación escogida.

Entonces, el ángel declara cuándo debe comenzar el período de las setenta semanas y los 2.300 años: “Conoce y entiende que, desde que salga la orden de restaurar y reedificar Jerusalén hasta el Mesías Prín cipe, habrá siete semanas más sesenta y dos semanas. La plaza y la muralla se reedificarán en tiempos angustiosos” (Daniel 9:25).

El evento fue destacado: “La orden de restaurar y reedificar Jeru salén”. El libro de Esdras registra tres decretos concernientes a la re patriación de los judíos: el primero fue promulgado en el primer año de Ciro, alrededor de 538/537 a.C. (Esdras 1:1-4); el segundo, durante

182 Este verbo hatak ocurre solo una vez en todo el Antiguo Testamento, aquí mismo en Da niel. Por eso, no es tan fácil determinar su significado original. Sin embargo, al observar otra literatura judía posbíblica, vemos su uso docenas de veces como “cortar”, y solo una vez como “decretar” o “determinar”. Así que esta es la mejor traducción. Ver más detalles en: William H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso, p. 184.

168 Daniel Secretos de la profecía

el reinado de Darío I, hacia el año 520 (Esdras 6:1-12); el tercero, en el séptimo año de Artajerjes, 457 a.C. (Esdras 7:1-26).183

Sin embargo, solo el decreto de Artajerjes de 457 a.C. cumple con los requisitos de la profecía de Daniel 9:25 y marca el comienzo del período profético de las setenta semanas y las 2.300 tardes y maña nas (días). En este decreto, además de permitir la repatriación de los judíos, Artajerjes también les otorgó el estatus de autonomía guberna mental (ver Esdras 6:14; 7:25, 26).

El ángel Gabriel dividió la profecía de las setenta semanas en períodos:

7 semanas + 62 semanas = 69 semanas

Si cada semana tiene siete días y estamos hablando de días proféti cos, es decir, cada día representa un año, tenemos el siguiente cálculo:

69 semanas × 7 días = 483 días proféticos/años literales

Si partimos del año 457 a.C., fecha del decreto de Artajerjes, y via jamos en el tiempo 483 años, llegaremos al año 27 d.C. Según el án gel, este sería el año de la aparición del “Ungido” o “Príncipe” (Daniel 9:25). ¿Qué sucedió en el año 27 d.C., al final de las 69 semanas de la profecía?

Tiberio Claudio Nerón César fue el segundo emperador romano perteneciente a la dinastía julio-claudiana. El año 15 de Tiberio César es precisamente el año 27 de la Era Cristiana.184 Este fue el año del bau tismo de Cristo, cuando él recibió la unción del Espíritu Santo (Mateo 3:16). Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su ministerio te rrenal (Lucas 3:1-3; 21-23).

Así, podemos representar la profecía hasta el momento con el si guiente cuadro: años a.C. a.C. d.C.

183 Ver más detalles en: Frank B. Holbrook, Setenta semanas: Levítico e a natureza da profecia (Ingeniero Coelho, SP: UNASPRESS, 2010), pp. 39-47.

184 Comentario bíblico adventista, t. 5, pp. 246-251.

69 semanas o 483
457
408
27
7 semanas 62 semanas

169Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

El ángel continúa hablando de la obra del Mesías, el Ungido: “En otra semana confirmará el pacto a muchos; y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda” (Daniel 9:27).

Jesús fue bautizado en el año 27 de la Era Cristiana. Según la pro fecía, “en otra semana confirmará el pacto a muchos”; es decir, siete años, llegando así al año 34 d.C. ¿Qué evento marca el final de este período de pacto? Al estudiar el libro de los Hechos, encontramos el último discurso de Esteban, uno de los siete diáconos de la Iglesia primitiva (Hechos 7:1-53). Después de su predicación, fue apedreado hasta la muerte (Hechos 7:54-58). Antes de morir, vio a Jesús de pie a la diestra del Padre (Hechos 7:55, 56), en una actitud de reproche y juicio hacia la nación judía. Esto ocurrió en el año 34 y marca el final de los 490 años de oportunidad para el pueblo judío como pueblo ele gido. Después de esto, Dios levantó su Iglesia para que, por medio de ella, se predicara el Evangelio a todas las naciones. Saulo, quien estuvo presente en el apedreamiento de Esteban (Hechos 7:58) se convirtió en Pablo, el apóstol a los gentiles, y predicó el Evangelio a gentiles, griegos y romanos (Hechos 9:1-9; Romanos 1:1).

La profecía informa que, a mediados de la septuagésima semana, Jesús pondría fin al “sacrificio y la ofrenda”. ¿Cómo hizo esto Jesús? Él mismo puso fin al sistema de sacrificios del Antiguo Testamento al convertirse en la ofrenda misma (Juan 1:29; 1 Corintios 5:7). En el mismo momento de su muerte, el velo del templo, que separaba el lugar Santo del Santísimo, se rasgó de arriba abajo, indicando así el fin de ese sistema tipológico de salvación (Mateo 27:50, 51; Hebreos 9:11-15, 28).

70 semanas o 490 años 457 a.C. 408 a.C. 27 d.C. 31 d.C. 34 d.C. 7 semanas 62 semanas 1 semana

LA PROFECÍA DE LAS 2.300 TARDES Y MAÑANAS

El mandato de “restaurar y edificar Jerusalén” se emitió en el año 457 a.C. Recorriendo los 490 años dados a los judíos, llegamos al año 34 d.C., cuando Esteban fue apedreado. Todavía quedan 1.810 años del período mayor de 2.300 años. Ahora basta sumar los 1.810 años restantes, y la profecía llega al tiempo exacto en que comenzaría la purificación del Santuario; es decir, 1844. años

7 semanas (o 49 años) 62 semanas (o 434 años) 1 semana (o 7 años) años

Haciendo un paralelismo entre el décimo día del séptimo mes del calendario judío, día en que tuvo lugar la expiación en Israel (Levítico 16:29), con nuestro actual calendario gregoriano, llegamos al 22 de oc tubre de 1844. Dos eventos especiales tuvieron lugar en esta fecha: (a) en la Tierra, la Iglesia Remanente se levantaría para restaurar la ver dad de Dios hollada por el cuerno pequeño (Isaías 58:12; Daniel 8:12; Apocalipsis 10:8-11); (b) en el Cielo, comenzaría el Juicio Investigador y, cuando terminara, el cuerno pequeño finalmente sería destruido y el reino sería dado a los santos del Altísimo (Daniel 7:18, 27).

a) En la Tierra: surgiría la Iglesia Remanente para restaurar las verdades echadas por tierra por el cuerno pequeño.

Según la profecía de Daniel 8:10, el cuerno pequeño crecería hasta llegar al ejército del Cielo; y derribaría y pisotearía parte del ejército y de las estrellas. Estas son las legiones terrenales del ejército de Dios, sus santos (Daniel 8:10 y Apocalipsis 13:7). La profecía de Daniel 7:25 afirma que estos mismos santos serían entregados en manos del cuer no pequeño por un período de 1.260 años. Cuando este período ter

70 semanas o 490 años 457 a.C. 408 a.C. 27 d.C. 31 d.C. 34 d.C. 1844 d.C. “Hasta dos mil trescientos días de tardes y mañanas. Entonces el santuario será purificado”.
170 Daniel Secretos de la profecía
2.300
1.810

171Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

minase, la Iglesia debería emerger como una organización. Lo mismo revela el libro de Apocalipsis en el capítulo 12.

UNA IGLESIA EN EL DESIERTO

Apocalipsis 12 es nuestra base para estudiar la Iglesia de Dios en el desierto. En este capítulo tenemos los siguientes elementos:

a. Una mujer vestida del sol que simboliza la verdadera Iglesia (Efesios 5:23).

b. Un Dragón que representa al mismo Satanás (Apocalipsis 12:9) y a la Roma pagana y papal como agentes de Satanás para infligir persecución al pueblo de Dios.

c. Un Hijo Varón que sería arrebatado para Dios hasta su trono. Aquí hay una referencia al mismo Cristo (Mateo 19:28; Hebreos 8:1; 12:2; Apocalipsis 3:21).

Satanás trató de destruir a Cristo por medio de Herodes, en la ma tanza de los inocentes (Mateo 2:16-18) y luego al crucificarlo, por me dio de los romanos (Marcos 15:24). Como no pudo destruir a Cristo, su ira se volvió contra la Iglesia de Cristo. “Cuando el dragón vio que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón” (Apocalipsis 12:13).

Esta persecución es la misma de la que habló el profeta Daniel (7:25), y continuaría por 1.260 años (Apocalipsis 12:6, 14). Este pe ríodo de la Iglesia oculta en el desierto coincide exactamente con el período de supremacía papal, es decir, desde el año 538 hasta 1798.

¿Quiénes eran los representantes de la Iglesia de Dios en el período del desierto? Mientras que la Iglesia cristiana primitiva resistió vic toriosamente las persecuciones del Imperio Romano, los creyentes se multiplicaron por todas partes. Sin embargo, después de los diez años de persecución contra los cristianos, encabezados por los emperado res Diocleciano y su sucesor, Galerio (303 a 313 d.C.), profetizados en Apocalipsis 2:10, el emperador Constantino firmó el edicto de tole rancia de Milán. En este edicto (313 d.C.), la religión cristiana se con virtió en la religión oficial del Imperio. Los bienes, otrora confiscados, fueron devueltos y los cristianos vivieron una época de paz y pros peridad. Muchos, durante este período, se convirtieron en cristianos

172 Daniel Secretos de la profecía

por interés y, según algunos historiadores, “la conversión masiva de los paganos tuvo como consecuencia la introducción de falsas doctri nas y errores dentro de la iglesia”.185 Elena de White declara: “De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana”.186 Y esto se debió en gran parte a la falsa conver sión de Constantino. “Constantino fue emperador de Roma entre 306 y 337 d.C. Fue un adorador del sol durante los primeros años de su Imperio. Más tarde, afirmó haberse convertido al cristianismo; pero de corazón siguió adorando al Sol”.187

En este período, se desarrolló la doctrina del papa como cabeza visible de la Iglesia universal de Cristo; la santidad del primer día de la semana; el Papa como mediador terrenal (nadie podía acercarse a Dios, sino por su intermedio); la infalibilidad papal y el requisito de que el Papa reciba adoración de todos los hombres. “Las tinieblas parecían hacerse cada vez más densas. La adoración de imágenes se hizo más general. Se les encendían velas y se les ofrecían oraciones. Llegaron a prevalecer las costumbres más absurdas y supersticiosas”.188 Este serio problema espiritual afectó incluso a otros aspectos de la sociedad, y “durante siglos Europa no progresó en las ciencias, ni en las artes, ni en la civilización. La cristiandad cayó en una parálisis moral e intelec tual”.189 Los verdaderos creyentes no podían aceptar estas doctrinas, por lo que se separaron de la Iglesia. Por eso, fueron objeto de las más terribles persecuciones. Tenemos en este mismo período la creación de las indulgencias (remisión completa de los pecados pasados, presentes y futuros) y, en el siglo VIII, se instituye la más terrible de todas las estratagemas del papado: la “Santa Inquisición”. Miles fueron conde nados a muerte por su amor a Cristo. Pero aun ante tanta persecución, Dios tenía a su pueblo fiel. En todas las edades, él siempre tuvo sus testigos. Cuando vino el Diluvio, Dios tenía a Noé. Cuando Sodoma y

185 Eduardo Naenni, Historia dos valdenses del Piomonte (Bogotá, Colombia: Asociación Publi cadora Interamericana, s.f.), p. 10.

186

Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 53.

187 Carlyle B. Haynes, Do sábado para o domingo (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 1994), p. 44.

188

Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 61.

189 Ibíd., p. 65.

173Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

Gomorra fueron destruidas, Dios tenía a Lot; cuando el pueblo judío estaba cautivo en Babilonia por el pecado de la idolatría, Dios tenía a Daniel, Misael, Ananías y Azarías. Es difícil calcular cuánto les debe mos a estos hombres por su ejemplo de fidelidad.

En ese momento caótico del cristianismo, nada escapaba a los pla nes de Dios. Apocalipsis dice que la tierra ayudaría a la mujer (12:16). En tierras fuera de la jurisdicción de Roma, hubo fieles que perma necieron casi completamente libres de la corrupción papal. Podemos mencionar, entre otros, a los valdenses, los albigenses y los hugono tes. Debido a su lealtad a Dios, los valdenses fueron excomulgados en 1183. “El Concilio de Verona, convocado y presidido por el Papa Lucio II […] excomulgó a los valdenses, así como a otros grupos cristianos que se habían separado de Roma”.190

Por lo tanto, podemos definir el período de la Iglesia en el desierto desde 538 hasta 1798. Entre los fieles creyentes de este período aún podemos citar a Martín Lutero, Juan Huss, Jerónimo de Praga, Ulrico Zwinglio, William Tyndale y John Wycliffe, entre otros.

Al final de los 1.260 años de persecución, varios hechos generaron gran expectativa en torno a las profecías bíblicas, en particular el libro de Daniel. El 1º de noviembre de 1755 se produjo el gran terremoto de Lisboa. Veinticinco años después, el 19 de mayo de 1780, el sol se os cureció, generando temor y expectativa en todos; y en la noche inme diata, la Luna apareció en el cielo roja como la sangre (ver Apocalipsis 6:12-17). Finalmente, el 20 de febrero de 1798, por orden de Napoleón Bonaparte, el Papa Pío VI fue arrestado. En efecto, el tiempo del fin había llegado, concretamente con las fechas de 1798, fin de los 1.260 años de supremacía papal, y 1844, fin del período de las 2.300 tardes y mañanas.

LA IGLESIA REMANENTE SALE DEL DESIERTO

El profeta Isaías nos dice: “Reedificarás las ruinas antiguas, levan tarás los cimientos puestos hace muchas generaciones, y serás llama do reparador de muros caídos, restaurador de calzadas para andar”

190 Jean Jalla, Histoire populaire des Vaudois des Alpes et de leurs colonies (Torre Pellice: Impri merie A. Besson, 1904), p. 12.

174 Daniel Secretos de la profecía (Isaías 58:12). Este versículo nos habla del papel de la Iglesia rema nente: “reparadora de muros caídos” y “restauradora de calzadas”. El profeta Jeremías ya había dicho: “Así dice el Señor: ‘Párense en los ca minos y miren. Pregunten por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y anden por él; y hallarán descanso. Pero ustedes dijeron: No andaremos’ ” (Jeremías 6:16). Preguntar por las sendas antiguas, un retorno a las verdades de la palabra de Dios, fue el gran desafío de la Iglesia remanente.

El surgimiento del pueblo remanente también fue profetizado en Apocalipsis 10:8 al 11. La experiencia de Juan al comer el librito, pri mero dulce y luego amargo, ilustró la experiencia por la que pasaría el pueblo de Dios en el tiempo del fin. El librito en la mano del ángel de Apocalipsis 10 no es otro que el libro de Daniel, y el ángel es el mismo Jesucristo.

En el mes de septiembre de 1816, un bautista llamado William Mi ller estaba leyendo en la Iglesia una homilía de Alexander Proudfit titulada “El deber de los padres hacia los hijos” (Practical Godliness in Thirteen Discourses), cuando se llenó de emoción y no pudo termi narla. Desesperado por sus pecados, se dio cuenta de que necesitaba un Salvador. Recurrió a la Biblia y en sus páginas encontró al Salvador. Más tarde, declaró: “Las Escrituras se han convertido en mi delicia, y en Jesús he encontrado un amigo”.191 A partir de ese evento, dedicó varios años de estudio a la Biblia. Usando solo la Biblia y una concor dancia, comenzó con el primer versículo de Génesis y no pasaba a otro texto hasta que se aclaraban todas las dudas. Así, continuó durante varios años, hasta que se encontró con Daniel 8:14. “Y él respondió: ‘Hasta dos mil trescientos días de tardes y mañanas. Entonces el santuario será purificado’ ”.

Empleando Ezequiel 4:6 y 7, y otros textos, creía que “la purifi cación del Santuario consistía en la purificación de la tierra y de la Iglesia, que tendría lugar en la segunda venida de Cristo, al final de los 2.300 años”.192 En 1818, Miller llegó a la conclusión de que Cristo

191 C. Mervyn. Maxwell, História do adventismo (Santo André, SP: Casa Publicadora Brasileira, 1982), p. 12.

192 Alberto R. Timm. O santuário e as três mensagens angélicas (Engenheiro Coelho, SP: Im

175Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

regresaría alrededor de 1843, es decir, el final llegaría en unos vein ticinco años desde ese momento.193 Miller dedicó varios años de su vida a estudiar estos temas, y no fue hasta el 8 de diciembre de 1839 que Miller presentó su primera serie en una ciudad importante. Los estudios de Miller se difundieron y había miles de personas esperando que Jesús regresara en algún momento de marzo/abril de 1843/1844. Ese fue el primer chasco. Luego vino el movimiento del séptimo mes, es decir, Jesús no regresaría en abril o marzo, sino en septiembre u octubre, siete meses después. Así, tras los estudios de Samuel Snow y otros, se fijó la fecha para el 22 de octubre de 1844.

Llegó el día, pasó y Jesús no regresó. El chasco fue tremendo. James White escribió más tarde: “Cuando el hermano Himes visitó Portland, Maine, unos días después de que pasara la fecha, y declaró que los her manos debían prepararse para otro duro invierno, mis sentimientos fueron casi incontrolables. Salí del lugar de reunión y lloré como un niño”.194

El sentimiento de desilusión y confusión solo pasó después de que Hiram Edson recibió una visión. Edson era un granjero del norte del estado de Nueva York; mientras cruzaba el maizal, se detuvo en medio del campo. “El cielo pareció abrirse a mi vista, y vi distinta y clara mente que en lugar de que nuestro Sumo Sacerdote dejara el Lugar Santísimo del Santuario celestial para venir a la Tierra (22 de octubre) […] entró por primera vez ese día en el segundo departamento de ese Santuario; y que tenía una obra que hacer en el Santísimo antes de volver a la Tierra”.195 Después de la profecía del chasco de Apocalipsis 10, el texto termina diciendo: “Es necesario que otra vez profetices” (Apocalipsis 10:11); es decir, los períodos proféticos todavía debían ser predicados, ahora con una visión correcta de la obra que Cristo está realizando en el Cielo en nuestro favor.

A raíz del chasco del 22 de octubre de 1844, el movimiento milleri ta se dividió en tres grupos: (a) el primero abandonó la fe y nunca más prensa Universitária Adventista, 1999), p. 35.

193 Maxwell, História do adventismo, p. 13.

194 Disponible en: <http://temcat.com/L-1-adv-pioneer-lib/JWHITE/LIFE.pdf>

195 Maxwell, História do adventismo, p. 50.

quisieron saber de religión; (b) el segundo siguió marcando fechas hasta desaparecer, y (c) el tercero dio origen a la Iglesia Adventista del Séptimo Día (Apocalipsis 12:17; 14:12; 19:10).

Así, había comenzado el tiempo del fin. El poder papal había caído en 1798; y en 1844, en el tiempo profético asignado, Dios sacó a su Iglesia del desierto porque tenía una misión sagrada para ella (Apoca lipsis 10:11; Mateo 28:19, 20).

Hoy, la Iglesia Adventista del Séptimo Día reúne en su núcleo doc trinal veintiocho creencias fundamentales,196 todas ellas fuertemente fundamentadas en la Palabra de Dios. Algunas doctrinas son distin tivas del adventismo,197 otras son compartidas con la mayoría de las iglesias protestantes históricas. Mediante la enseñanza de estas doc trinas, la Iglesia Adventista cumple su función profética, como Iglesia remanente, de restaurar las verdades echadas por tierra por el cuerno pequeño (Daniel 8:12; Isaías 58:12).

b) En el Cielo: comenzaría el Juicio Investigador y, cuando terminara, el cuerno pequeño sería finalmente destruido y el reino se ría dado a los santos del Altísimo.

Así como el Santuario terrenal tenía dos departamentos, el Santo y el Santísimo, y en ellos los sacerdotes ministraban diariamente, y el sumo sacerdote, una vez al año, así llegaría el día en que Cristo asu miría su ministerio como Sumo Sacerdote en el Cielo y limpiaría el Santuario.

Cuando Jesús ascendió al Cielo (Hechos 1:9), fue al Santuario ce lestial y comenzó el ministerio sacerdotal de intercesión, tal como lo hacía el sacerdote durante todo el año. Así como el Santuario terrenal se sometía a una purificación anual, también lo haría el celestial.

196 Para un estudio de estas 28 creencias, ver: Creencias de los adventistas del séptimo día (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2017).

197 Por “características” nos referimos a las doctrinas centrales desarrolladas en los primeros años del adventismo: el sábado del séptimo día, la segunda venida de Cristo, el ministerio de dos fases de Cristo en el Santuario celestial, la inmortalidad condicional y la perpetuidad de los dones espirituales. Estas verdades ponen al Adventismo del Séptimo Día en contraste con otros grupos de cristianos. Para más detalles, véase Knight, Nuestra identidad; Schwarz y Greenleaf, Portadores de luz.

177Las 2.300 tardes y mañanas, y la purificación del Santuario celestial

Esta obra de purificación, según Daniel 8:14, tendría lugar después de 2.300 años; es decir, en el año 1844. El 22 de octubre de ese año Jesús inicia su ministerio sumosacerdotal. Esto indica que estamos vivien do, desde 1844, en el gran día profético de la expiación.

En resumen: la primera fase del ministerio de Cristo duró desde su ascensión (año 31) hasta 1844 (Hebreos 8:1, 2, 6), en la que desempeñó el ministerio de Sacerdote. La segunda fase (como Sumo Sacerdote) va desde 1844 hasta su segunda venida, fecha no revelada en la Biblia (Mateo 24:36). Así como el Día de la Expiación era de juicio para el pueblo de Israel, así será para el pueblo de Dios en el tiempo del fin. Veamos qué sucede en este día escatológico de expiación:

a. El juicio comienza en el Santuario (Apocalipsis 14:7; Hechos 17:31).

b. Los muertos son juzgados por las cosas registradas en los libros (Apocalipsis 20:12; 2 Corintios 5:10; Eclesiastés 12:14).

c. Jesús asume el papel de abogado en este juicio (1 Juan 2:1).

d. Los pecados de los justos son borrados (Hechos 3:19-21).

e. El nombre del vencedor permanece en el libro de la vida de Dios (Apocalipsis 3:5).

f. El que no ha abandonado el pecado es borrado del libro de Dios (Éxodo 32:33).

g. Los condenados son aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida (Apocalipsis 20:15).

h. Los casos de todos quedan eternamente sellados (Apocalipsis 22:11).

i. Después del juicio, finaliza la obra sacerdotal de Cristo (Hebreos 9:27, 28; Apocalipsis 15:5, 8; Daniel 7:13, 14, 26, 27).

Así, el juicio de Dios se puede dividir en tres fases. Estas fases se llaman: (a) preadvenimiento (porque tiene lugar antes del regreso de Cristo); (b) probatorio (solo para aclarar el motivo de la condenación de los impíos); y (c) ejecutivo (aplicación de la sentencia).

EL JUICIO PREADVENIMIENTO (INVESTIGATIVO)

Esta fase del juicio concierne al pueblo de Dios. Comienza con los primeros habitantes de la Tierra y se extiende a los que están vivos

178 Daniel Secretos de la profecía

cuando el Señor venga. Los que no han aceptado a Cristo como Sal vador no son juzgados en esta etapa. Esto concuerda con las palabras de Cristo: “El que no cree [al Hijo], ya está condenado” (Juan 3:18), es decir, ya ha sido condenado. Los salvos son juzgados antes de que Je sús regrese. En Apocalipsis 20:4, Juan vio tronos, y en ellos se sentaron aquellos a quienes se les había dado autoridad para juzgar. ¿Quién es juzgado en ese momento? El mismo versículo presenta a los que fue ron muertos por la Palabra de Dios y también a los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen. Esta es una visión de los hijos fieles de Dios.

JUICIO PROBATORIO

La segunda fase se denomina “juicio probatorio”. Esta fase del jui cio tiene lugar después de que Cristo regrese, durante el milenio (ver Apocalipsis 20:6). Esto no significa que todavía haya esperanza de sal vación. Este juicio en realidad demostrará la justicia y la misericordia de Dios al salvar a los que aceptaron la salvación y condenar a los que la rechazaron.

En Apocalipsis 20:11, Juan ve otra escena de juicio. Esta vez se re fiere al juicio de aquellos que no tienen sus nombres en el libro de la vida (ver 20:15). Por lo tanto, este es el juicio de los perdidos. Esta fase del juicio tendrá lugar durante los mil años posteriores al regreso de Cristo (Apocalipsis 20:5).

JUICIO EJECUTIVO

Como última fase del juicio de Dios, tendremos el pronunciamien to de la sentencia. Llamamos a esta tercera fase “juicio ejecutivo” (ver Apocalipsis 20:9). El fuego destruirá todo pecado. El mal nunca más se levantará (Malaquías 4:1). El mismo fuego que destruirá a los mal vados purificará este planeta. Esta será la morada eterna de los redi midos (Apocalipsis 21:1-3).

Cuando termine la primera fase del juicio (juicio preadvenimien to), Jesús regresará a la Tierra como “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:16), para recompensar a cada uno (Mateo 25:31-46) y destruir el cuerno pequeño. Finalmente, el reino será dado a los santos del Altísimo y ellos reinarán por toda la eternidad (Daniel 7:11, 18, 27).

“Por lo tanto, las profecías constituyen un puente divinamente construido desde el abismo del tiempo hasta las riberas sin límites de la eternidad, un puente sobre el cual aquellos que, como Daniel, pro ponen en su corazón amar y servir a Dios, por la fe podrán pasar des de la incertidumbre y la aflicción de la vida presente a la paz y la segu ridad de la vida eterna” (Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 778).

DANIEL EN EL RÍO TIGRIS

(CUARTA VISIÓN PROFÉTICA)

El libro del profeta Daniel registra cuatro visiones. La primera ocu rre en el capítulo 2, la segunda en el capítulo 7, y la tercera en los capí tulos 8 y 9. Llegamos ahora a la cuarta visión de Daniel, registrada en los capítulos 10 al 12. Teniendo en cuenta que Babilonia fue conquis tada en el año 539 a.C., esta visión debió ocurrir alrededor de los años 536/535 a.C., ya que era el año tercero de Ciro.198 En esta última parte, el capítulo 10 funciona como una introducción o prólogo, el capítulo 11 como el cuerpo de la profecía, y el capítulo 12 como la conclusión o epílogo.199

Habían pasado setenta años desde que Daniel y sus amigos fue ran llevados cautivos a Babilonia. Daniel ya era muy anciano, con casi noventa años, y todavía desempeñaba sus deberes como estadista en esa tierra extranjera, ahora bajo el dominio de los persas. Ciro había emitido un decreto que permitía a los judíos regresar a Jerusalén y reconstruir los muros y el templo de la ciudad (Esdras 1:1-4), pero Sa tanás temía esta situación y haría cualquier cosa para detener la obra.

El motivo de la aflicción y el ayuno de Daniel posiblemente haya estado relacionado con la oposición de los samaritanos a los judíos,

198 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 882.

199 Shea, Daniel: Una guía para el estudioso, p. 228.

13

que habían regresado del exilio bajo las órdenes de Zorobabel (Esdras 4:1-5), y el trabajo en la reconstrucción de la ciudad y el templo. Los sa maritanos se ofrecieron a ayudar en esta reconstrucción, pero la ofer ta fue rechazada, porque los samaritanos eran politeístas e idólatras.200 En venganza, lanzaron falsas acusaciones contra los judíos y trataron de influir en el rey de Persia para que retirara su ayuda y revocara su orden de reconstruir Jerusalén (Esdras 4:5). Se preparó el escenario para el conflicto, y estas interferencias duraron hasta que Darío I subió al trono. En esta historia, tendremos un atisbo del “Gran Conflicto” (Daniel 10:1) que existe tras bambalinas de la historia y, una vez más, encontraremos a Daniel de rodillas, quien desde su juventud siempre confió en Dios en oración.

LA VISIÓN DEL GRAN CONFLICTO

Daniel y sus asistentes caminaban por las orillas del río Tigris cuando recibió una “gran visión”. Quienes lo acompañaban fueron presa de “gran temor”, “huyeron y se escondieron”. Solo Daniel vio la visión, y al final quedó muy debilitado (Daniel 10:7, 8). Lo mismo sucedió con la conversión de Saulo (ver Hechos 9:3-7; 22:6-9).

Daniel “vio” un “conflicto grande” que involucraba al pueblo de Dios y sus enemigos. Satanás indujo a los samaritanos a tratar de in fluir en el rey de Persia para que prohibiera a los judíos que continua ran reconstruyendo la ciudad y el templo de Jerusalén. Como resulta do de la oposición, el trabajo de reconstrucción tuvo que detenerse. El anciano profeta estaba angustiado, pues según la profecía de Jeremías, ya habían pasado los setenta años de cautiverio, y era necesario re construir el Santuario y restaurar la ciudad (Jeremías 25:11, 12; Daniel 9:2; Esdras 4: 4, 5).

¿Por qué era tan importante la reconstrucción del templo? El San tuario era el centro del verdadero culto establecido por Dios. Le había ordenado a Moisés que construyera un tabernáculo para que él pudie ra “habitar” entre su pueblo (Éxodo 25:8). Después de que Israel se es tableció como nación en Canaán, David deseó en su corazón construir una “casa” para el Señor, pero fue Salomón quien la construyó. Este

200 Ibíd., p. 228.

183Daniel en el río Tigris

templo era magnífico en esplendor, pero ahora, en los días de Daniel, estaba en ruinas.

El propósito de Dios era que, por medio de las enseñanzas del tem plo, todas las naciones tuvieran la oportunidad de conocer al verda dero Dios (1 Reyes 8:39). El profeta Hageo profetizó que el Mesías, a quien apuntaban los símbolos del Santuario, llenaría de gloria la casa del Señor (Hageo 2:7; Lucas 2:49). Satanás, representado en la visión por el príncipe del reino de Persia (Daniel 10:13), temía que el templo fuera restaurado, porque si eso ocurría, en el tiempo señalado vendría el Mesías (Gálatas 4:4), y esa sería su eterna derrota.

Aquí Daniel nos enseña otra lección preciosa. Cuando supo de la acción de los enemigos contra los planes de Dios, comenzó a orar (Da niel 10:2, 3, 12). La forma de Daniel de resolver problemas era confiar en Dios. Desde su juventud, cuando fue llevado cautivo a Babilonia, hasta los últimos años de su vida, Daniel vivió una vida de oración. Además de orar, el anciano profeta eliminó todos los manjares de su dieta. Solo comió alimentos sencillos, y lo suficiente para mantenerse con vida hasta que sus oraciones fueran respondidas.

UNA VISIÓN DE CRISTO

Cuando Daniel comenzó a orar, tuvo una visión de un ser divino (Daniel 10:5-7). Cuando comparamos esta visión con la que tuvo Juan en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:12-18), concluimos que el ser que vio Daniel no era otro que Jesús, el Hijo de Dios. Cuán reconfortante fue para Daniel contemplar a Jesús en sus vestiduras gloriosas. Vea mos los símbolos:

a. Vestido de lino (Daniel 10:5): La vestidura sacerdotal, hecha de lino, representa la pureza de Cristo y su obra mediadora como nuestro Sumo Sacerdote.

b. Cintura ceñida de oro (Daniel 10:5): Representa la disposición de Cristo para hacer lo que fuera necesario por su pueblo y su Iglesia.

c. Ojos como antorchas de fuego (Daniel 10:6): Revela la firmeza de su rostro, que aterra a los enemigos, que no pueden enfrentarlo.

d. Pies como de bronce (Daniel 10:6): Representa su poder glorioso,

184 Daniel Secretos de la profecía

dedicado a defender y apoyar a su pueblo y derrotar a sus ene migos.

e. Voz como el estruendo de una multitud (Daniel 10:6): Su voz re suena como la majestad de muchas aguas. La Palabra de Dios es eficaz para salvar o para destruir.

Daniel llamó a lo que vio una “visión” (Daniel 10:7); sin embargo, usó una palabra hebrea particular que se refiere especialmente a la manifestación de un ser personal, en contraste con una visión simbó lica como la que tuvo en los capítulos 7 y 8. Esta palabra podría tra ducirse como “teofanía”; es decir, una manifestación del mismo Dios. Es maravilloso darse cuenta de que, al final de su ministerio como profeta de Dios, Daniel se encuentra personalmente con el Señor, a quien había estado sirviendo todos los años de su vida. Esta presencia personal trajo seguridad al profeta.201

LA INTERVENCIÓN DIVINA EN LOS ASUNTOS HUMANOS

En la escena vista por Daniel, vemos a “príncipes” en combate (Da niel 10:5-7, 13, 21). Cuando comparamos este pasaje con Apocalipsis 1:13 al 16; 12:7 al 9; Ezequiel 28:13 al 18 e Isaías 14:12 al 14, nos damos cuenta de que este es un conflicto entre Cristo y Satanás.

Daniel usa a menudo la palabra hebrea ‘sar ’ (traducida como “prín cipe”) con referencia a seres sobrenaturales (Daniel 8:11, 25; 10:13, 21; 12:1). El texto bíblico deja claro que detrás del rey de Persia estaba el príncipe del mal, Satanás, que quería interferir en los planes de Dios. En este “gran conflicto” Daniel “vio” (Daniel 10:1) una lucha muy in tensa. Por un lado, estaba un “ángel maligno” que actuaba para frus trar los designios divinos y, por otro lado, posiblemente el ángel Gabriel, el mismo que lo había ayudado en ocasiones anteriores.

La pelea duró veintiún días y seguía empatada. Dos criaturas están librando una batalla extraordinaria. Entonces, Miguel vino a ayudar al ángel en el conflicto contra el príncipe del reino de Persia. Según la Biblia, Miguel es el mismo Cristo (Daniel 10:13; 21; 12:1; Judas 9; Apocalipsis 12:7), y con su llegada, los poderes de las tinieblas fueron derrotados y los planes de Dios pudieron seguir adelante.

201 Ibíd., p. 231.

185Daniel en el río Tigris

El nombre Miguel significa: “¿Quién es como Dios?” Jesús es des crito en el Nuevo Testamento como la “imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). “El arcángel Miguel” (Judas 9) es un título de Cristo como cabeza de los ejércitos angélicos. Jesús personalmente vino a la batalla en respuesta a la oración de Daniel. Satanás, representado en la profecía por el príncipe del reino de Persia, fue expulsado, y la obra de reconstrucción del Santuario pudo seguir adelante. Cuando la obra estuvo terminada, los sacrificios se reanudaron y, en el tiempo señala do, Jesús vino a cumplir la simbología y traer la salvación a su pueblo (ver Gálatas 4:4, 5; Hebreos 9:13, 14).

“Los principados y potestades de la tierra están en amarga revuelta contra el Dios del cielo. Están llenos de odio contra todos los que sirven a Dios, y pronto, muy pronto, se librará la última gran batalla entre el bien y el mal. La tierra será el campo del combate: el escenario del final conflicto y de la victoria final. Aquí, donde por tanto tiempo Sa tanás ha dirigido a los hombres contra Dios, la rebelión será extirpada para siempre” (Cristo Triunfante, p. 371).

REYES EN GUERRA

Existe un juego de mesa llamado Guerra, en el que los participan tes representan a las naciones que están en guerra. Nadie sabe con certeza quién ganará. Es un juego de estrategia y suerte. A diferencia de este juego, el capítulo 11 de Daniel no deja lugar para la suerte. Al describir eventos que aún estaban por suceder, el profeta describe numerosos conflictos que involucran al pueblo de Dios y a sus perse guidores. Dios revela precisamente el futuro de las naciones y el esta blecimiento de su reino eterno.

Todo el capítulo 11 está narrado por el ángel Gabriel, así que Daniel no está viendo a los reyes del norte y del sur, sino escuchando acerca de ellos. Así, este capítulo se describe más como una “audición” que como una “visión”. Hemos aprendido que la profecía es una verdad en expansión, por lo que nuevas imágenes arrojan más luz sobre las an teriores y se dibuja la historia hasta que surge Miguel y se establece el reino eterno (Daniel 12:1). Otro detalle que conviene recordar es que los capítulos 10 al 12 registran la misma visión, no una chazon (visión simbólica), sino un mareh (visión de un ser o aparición),202 lo que nos lleva a optar por la literalidad en la interpretación de varios símbolos. Pero ¿cómo distinguir lo que es simbólico o literal en el capítulo?

Según Urrutia, debemos interpretar todos los elementos como lite rales hasta el acontecimiento de la cruz, pero “pasando la cruz, cuan do Cristo hace una nueva alianza con su nuevo pueblo, el Israel espi

14
202 Urrutia, p. 339.

188 Daniel Secretos de la profecía

ritual, debemos entender el norte, el sur, los reyes, los tiempos (12:7, 11, 12), todo en forma espiritual o simbólica. La frase ‘tu pueblo’ ya no es el Israel literal, sino espiritual, ‘rey del norte’ ya no es Babilonia, ni Siria, sino una Babilonia espiritual; ni el ‘rey del Sur’ es Egipto literal, sino espiritual (Apocalipsis 11:7)”.203 Esta lógica se puede confirmar al estudiar el Apocalipsis, cuando la Babilonia literal ya no existía en los días de Juan y continúa apareciendo en el libro como los enemigos del pueblo de Dios. Así que, estudiemos algunos elementos del capítulo.

REYES DE PERSIA

“Ahora te mostraré la verdad. Aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se enriquecerá más que todos. Cuando se fortalezca con sus riquezas, despertará a todos contra el reino de Grecia” (Daniel 11:2). Daniel 11:2 habla de cuatro reyes que se levantarán de Persia. ¿Quiénes son? Hay algunas interpretaciones. Como Daniel tuvo esta visión en el año tercero de Ciro (ver Daniel 10:1), los tres reyes que lo sucedieron en el trono de Persia fueron Cambises II (530-522 a.C.); un usurpador llamado Falso Esmerdis o Gaumata (522 a.C.), que permaneció unos meses en el trono; y Darío I (522-486 a.C.).204 El cuarto rey es Jerjes (486-465 a.C.), mucho más rico que todos los demás. Se lo identifica como el rey Asuero, esposo de la reina Ester (Ester 1:1).

Daniel dice que el cuarto rey, identificado como Jerjes, emplearía todas sus riquezas “contra el reino de Grecia”. La península griega era la única zona del Mediterráneo oriental que no estaba bajo el dominio persa. En 490 a.C., Darío el Grande, predecesor de Jerjes, fue detenido en su intento de subyugar a los griegos. Para controlar esta importante zona del Mediterráneo, Jerjes reunió el mayor ejército de la historia. Algunos historiadores hablan de 300.000 soldados, y Herodoto enu mera más de cuarenta naciones que suministraron tropas al ejército persa, y que el número de soldados llegó a un millón setecientos mil.205 Todo este contingente para las batallas de Salamina (480 a.C.) y Platea (479 a.C.). Tal como se describe en la profecía, Jerjes despertó “a todos

203 Ibíd., p. 340.

204 Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 890.

205 Herodoto, História, t. 2, pp. 161-167.

189Reyes en guerra

contra el reino de Grecia”, pero fue vergonzosamente derrotado. Héctor Urrutia menciona que otros autores prefieren interpretar a los cuatro reyes como Cambises, Darío, Jerjes y Artajerjes, ya que estos reyes tienen una mayor importancia en la profecía de Daniel. Cambises fue el que conquistó Egipto, la tercera costilla en la boca del oso (Daniel 7:5). Darío I fue tolerante con la religión de los pueblos conquistados y promulgó el segundo decreto para la reconstrucción del templo de Jerusalén (Esdras 6); fue también durante su reinado que finalmente se reabrió el templo (516/515). Jerjes era el esposo de Ester y nombró primer ministro de su Imperio al judío Mardoqueo, quien junto a su prima Ester evitaron la matanza del pueblo de Dios. Y finalmente Artajerjes, el cuarto rey colmado de grandes riquezas, es quien dictará el decreto para la restauración y edificación de Jerusa lén, en 457 a.C.206

REYES DE GRECIA

“Se levantará luego un rey valiente, que dominará con gran poder y hará su voluntad. Pero cuando se haya levantado, su reino será que brantado y repartido por los cuatro vientos del cielo. Y no será para sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó, porque su reino será deshecho y será para otros” (Daniel 11:3, 4). El “rey valien te” de Daniel 11:3 y 4 es Alejandro Magno, cuyo ejército conquistó en tiempo relámpago el vasto territorio del Imperio Persa. La descripción nos recuerda a Daniel 8:7, donde se dice que el carnero (Medopersia) sufrió una vergonzosa derrota ante el macho cabrío (Grecia). Sin em bargo, en el apogeo de su poder, el reino de Alejandro se rompió y se dividió entre sus generales. La profecía especificaba que su reino no sería para su posteridad. Alejandro Magno alcanzó el apogeo de su carrera a la edad de 32 años, pero después de pasar días bebiendo sin límites, se enfermó de una fiebre y murió en 323 a.C. Alejandro fue sucedido por su hijo, nacido poco después de su muerte, y su medio hermano Filipos. Ninguno de su familia inmediata pudo mantener unidos los territorios que había conquistado. Los generales de Alejan dro asesinaron a su hijo y a su hermano, y se dividieron el reino entre

Urrutia, p. 344.

206

190 Daniel Secretos de la profecía ellos. Según Daniel 10:4, el Imperio Griego fue dividido en cuatro par tes (cuatro vientos), por sus generales y no por un descendiente, pues su familia ya había sido exterminada. El reino de Alejandro se dividió de la siguiente manera:

• Lisímaco: Tracia y Bitinia

• Casandro: Grecia, Macedonia y Epiro

• Seleuco: Siria

• Ptolomeo: Egipto, Libia, Arabia y Celesiria207

REYES DEL SUR Y DEL NORTE

No pasó mucho tiempo para que estos cuatro reinos se redujeran a dos. Las expresiones “Rey del sur” y “Rey del norte” aparecen con fre cuencia en este capítulo de Daniel, y no cabe duda de que “el reino del Sur” es Egipto, gobernado por los Ptolomeos, mientras que “el reino del norte” es Siria, gobernada por los seléucidas. ¿A qué se debe que la profecía dedique especial atención a estas dos divisiones del Imperio de Alejandro? Por la sencilla razón de que uno y luego el otro con trolaban el territorio de Israel. Desde el punto de vista de la historia de la redención, los acontecimientos políticos adquieren sentido en el momento en que se relacionan con el pueblo de Dios.

TENTATIVAS DE PAZ

“Al cabo de algunos años llegarán a ser aliados; la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer una alianza. Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, ni él permanecerá; ella será entregada junto con los que la habían traído, con su hijo y los que la apoyaban en ese tiempo” (Daniel 11:6).

El Rey de Egipto, Ptolomeo II, y el Rey Antíoco II de Siria, intenta ron establecer la paz entre sus respectivos países, mediante un matri monio. Se suponía que Antíoco II se casaría con Berenice, hija de Pto lomeo II, pero tuvo que divorciarse de su esposa Laodice. Este intento de consolidar las relaciones entre Egipto y Siria no tuvo éxito. Después de la muerte de su suegro (el rey Ptolomeo), se divorció de Berenice y volvió a tomar a Laodice como su esposa. Logró envenenar a Berenice

207 Newton, p. 42.

191Reyes en guerra

y a su hijo, asegurándose así de que su propio hijo Seleuco II ascendie ra al trono de Siria. Hay algo extraordinario en todo esto: ¡La Biblia predijo estos eventos en detalle, trescientos años antes de que ocurrie ran! Esto nos dice algo acerca de Dios. Él sabe todas las cosas y guía el curso de la historia hacia el evento más esperado: su glorioso regreso. Hemos visto hasta ahora que la profecía del capítulo 11 comienza con la descripción de los reyes persas y continúa con Alejandro Mag no. Luego, el perfil profético cambia a los seléucidas y ptolomeos, los generales de Alejandro, que se desarrollan a partir de la desintegra ción de su Imperio. Daniel 10 al 12 presenta una ampliación progre siva de los temas tratados en las profecías anteriores, ya no partiendo de Babilonia, sino pasando rápidamente por la decadencia y la caída del Imperio Medopersa, y el ascenso y la caída del Imperio Griego. Luego enfoca su atención en la Roma pagana y papal, representada por las piernas y los pies de la estatua del capítulo 2, la “bestia espantosa y terrible” del capítulo 7 y el “cuerno pequeño” de los capítulos 7 y 8.

ROMA IMPERIAL

“El invasor hará su voluntad, y no habrá quien lo pueda enfrentar; se establecerá en la tierra hermosa y tendrá el poder de destruirla” (Daniel 11:16).

Quien vino a Egipto fue Roma, en la persona de Julio César. Las mismas expresiones usadas en el versículo 3 para presentar el Imperio Griego, ahora se usan para presentar el cuarto Imperio de la profecía, Roma. De la Roma Imperial se puede afirmar que “se establecerá en la tierra hermosa”. Pompeyo tomó Judá en el año 63 a.C., la anexó como provincia del Imperio, y mantuvo este estatus hasta la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., a manos de Tito, un general romano.

“Entonces resolverá venir con el poder de todo su reino. Hará con venios con aquel, y le dará una hija en casamiento, para destruir su reino; pero no permanecerá ni tendrá éxito” (Daniel 11:17).

Estas palabras se pueden aplicar a la hija de Ptolomeo XII, Cleo patra, quien, siendo aún una adolescente, fue a Roma con Julio César y tuvo un hijo con él, aunque esto no logró evitar la ruina de Egipto.

ROMA PAPAL

“Y lo sucederá un hombre vil, a quien no le habían dado la honra del reino. Pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos” (Daniel 11:21).

Las mismas actividades del cuerno pequeño registradas en los ca pítulos 7 y 8 se reproducen con mayor detalle en el capítulo 11, iden tificado aquí como un hombre de pecado. Según Daniel 11:22, “el rey del norte” iba a quebrantar “al Príncipe del pacto”. El término hebreo usado para “príncipe” en este versículo es nagid, y esta misma palabra aparece solo una vez más en el libro de Daniel (9:25-27). Como ya se estudió, este pasaje de Daniel 9, que explica la visión del capítulo 8, menciona a un príncipe-nagid que haría un pacto firme con mu chos. Este príncipe-nagid sería asesinado. Por lo tanto, el nagid que sería “quebrantado” en el capítulo 11 debe identificarse con el mismo príncipe-nagid del capítulo 9; a saber, Jesús. Tanto la muerte de Cristo como la destrucción de Jerusalén tuvieron lugar durante el gobierno pagano del Imperio Romano. Por lo tanto, podemos interpretar con seguridad que el “poder” al que se hace referencia en Daniel 11:21 se refiere tanto a la Roma pagana como a la papal.

ATAQUE AL SANTUARIO

“Sus fuerzas profanarán el santuario de la fortaleza, quitarán el continuo y pondrán la abominación asoladora” (Daniel 11:31).

Como ya hemos estudiado, el “cuerno pequeño” profanaría el San tuario, quitando el tamid o “el continuo” (Daniel 8:11). Los servicios diarios y el servicio anual del Santuario tipificaban correspondiente mente el sacrificio todo-suficiente de Jesucristo y su ministerio Sumo Sacerdotal en el Santuario celestial. El “cuerno pequeño” estableció un sistema sacerdotal paralelo al de Cristo, como la confesión auricular y el sacrificio de la Misa, en lugar de la obra mediadora de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote en los atrios celestiales.

Pero la historia termina con un final feliz. Finalmente, el pueblo de Dios será liberado y triunfará con Cristo. Dios es justo. Él sabe todas las cosas, ve el futuro y sabe lo que estás sintiendo. Él conoce tu dolor cuando tienes que despedirte de un ser querido junto a su tumba. Él

192 Daniel Secretos de la profecía

193Reyes en guerra

conoce tu soledad cuando te sientes rechazado o abandonado. Pero, si lo permites, él te consolará y te dará la certeza de que todo culminará en el mayor y más esperado de todos los acontecimientos: el regreso glorioso de nuestro Señor Jesucristo.

“El pueblo de Dios tendrá que enfrentar tremendas pruebas. El espíritu de la guerra está conmoviendo las naciones de un extremo al otro de la tierra. Pero en el medio del tiempo de angustia que está por venir —un tiempo de angustia que no tendrá paralelo desde que existe nación—, el pueblo de Dios permanecerá inconmovible. Satanás y sus ángeles no lo podrán destruir, porque ángeles sumamente fuertes los protegerán” (Dios nos cuida, p. 257).

UN TIEMPO DE ANGUSTIA SIN PRECEDENTES

Antes de que Jesús regrese al mundo, habrá un tiempo de gran prueba para el pueblo de Dios. Dios permite las pruebas como una forma de perfeccionar nuestro carácter (1 Pedro 4:12-14) y hacernos aptos para el Cielo. La buena noticia del libro de Daniel es que, en este tiempo de prueba, se levantará Miguel, que es el mismo Cristo, y sal vará a sus hijos fieles (Daniel 12:1).

LA LLEGADA DEL TIEMPO DEL FIN

Daniel escribió: “En ese tiempo se levantará Miguel” (Daniel 12:1). ¿De qué tiempo está hablando el profeta? Parece que esta expresión está entrelazada con la expresión “en el tiempo del fin” de Daniel 11:40. Es decir, sitúa los hechos del capítulo 12 después de los años 1798 y 1844, fechas que ya hemos estudiado, que son el punto de par tida del llamado “tiempo del fin”, el tiempo anterior al fin de los reinos humanos y el establecimiento del reino eterno de Cristo.

UN TIEMPO DE ANGUSTIA EN EL “TIEMPO DEL FIN”

Antes de que Jesús regrese para establecer su reino eterno, sus hi jos sinceros experimentarán un tiempo de prueba nunca visto en la historia. Daniel enfatiza: “Y será tiempo de angustia, cual nunca fue

15

196 Daniel Secretos de la profecía

desde que hubo gente hasta entonces” (Daniel 12:1). El profeta Jere mías hace una descripción dramática de este momento: “Así dice el Señor: ‘Hemos oído voz de temblor y espanto, y no de paz. Pregunten ahora, y miren si el varón da a luz. Porque he visto a todo hombre con las manos sobre sus lomos, como mujer que da a luz; y han palideci do todos los rostros. ¡Cuán grande es ese día! Tanto, que no hay otro semejante. Tiempo de angustia para Jacob, pero de ella será librado’ ” (Jeremías 30:5-7).

Jeremías hace una comparación entre esta angustia final del pueblo de Dios y la angustia experimentada por el patriarca Jacob, cuando huía de su hermano Esaú. En Génesis, capítulo 32, leemos la historia de la angustia de Jacob cuando supo que su hermano Esaú, a quien había engañado, marchaba contra él con cuatrocientos hombres (Gé nesis 32:6). Elena de White escribió: “La experiencia de Jacob durante aquella noche de lucha y angustia representa la prueba que habrá de soportar el pueblo de Dios inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo”.208

PARALELISMOS ENTRE JACOB Y EL REMANENTE DEL TIEMPO DEL FIN

Jacob Remanente

1 Jacob fue amenazado de muerte por Esaú. El remanente será amenazado de muerte por decreto (Apocalipsis 13:15).

2 Jacob luchó por la liberación. El remanente clamará a Dios día y noche (Sal mo 118:5).

3

Satanás llevó a Esaú a marchar contra Jacob. Los impíos marcharán contra el remanente (Apocalipsis 13:15-17).

4 Satanás trató de imponerle a Jacob un sentimiento de culpa. Satanás se esforzará por hacerles pensar que su caso no tiene remedio (Apocalipsis 12:10).

5 Jacob se aferró al ángel e insistió hasta que prevaleció.

El remanente se aferrará a Dios en oración (Salmo 120:1).

6 Dios perdonó a Jacob. El remanente será salvo (Salmo 91:7-12).

Una pregunta debe haber surgido en tu mente: ¿Por qué Dios, en

208 Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 199.

Un tiempo de angustia sin precedentes

197

su Palabra, profetizó un tiempo de prueba para sus hijos, incluso después de que fueran salvos? Es así porque la angustia de Jacob ocurre después de la caída de la primera plaga, y cuando eso suceda, el caso de todos ya estará decidido, ya sea para salvación o para per dición, porque el tiempo de gracia habrá terminado. Entonces, ¿cuál es el sentido de la angustia del pueblo de Dios en este momento de la historia?

Solo puedo encontrar una respuesta a esta pregunta. A lo largo de toda la historia humana, desde el Jardín del Edén, Satanás siempre ha acusado al gobierno de Dios y ha atacado su Ley. En Génesis 2:16 y 17 leemos: “Y Dios el Señor mandó al hombre: ‘Puedes comer de todo árbol del huerto, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás. El día que comas de él, de cierto morirás’ ”. Dios creó a Adán y a Eva y les dio una ley que, si no obedecían, resultaría en la muerte. Pero Satanás se presentó a sí mismo, usando una serpiente, y fue en contra del mandato claro de Dios, diciendo: “No es cierto. No mori rán” (Génesis 3:4). Nuestros primeros padres, dudando de la orden de Dios y escuchando la sugerencia de la serpiente, comieron del fru to prohibido y perdieron su inocencia original, el jardín y, lo peor de todo, la comunión con el Creador. Esta ha sido la estrategia de Satanás a lo largo de la historia: lograr que los hijos de Dios quebranten su Ley, y así hacerlos “libres”. Satanás acusa a Dios de que su Ley es injusta y que no puede ser observada en su integridad. Entonces, los 144.000 sellados aparecen en la escena profética (Apocalipsis 7:1-8; 14:1-5). En el tiempo de la angustia de Jacob, los hijos fieles de Dios, representados por el número simbólico 144.000, serán prueba inequívoca de la justicia divina y de la falsedad de las acusaciones de Satanás. Estos, aunque ya están sellados y salvos, no tendrán mediador en el Santuario celestial (Apocalipsis 15:8), ni es tarán seguros de su salvación, porque no saben que sus casos ya han sido decididos en el Santuario celestial;209 sin embargo, no pecarán, incluso cuando exista la posibilidad, porque la naturaleza pecami nosa solo será quitada de los salvos en el regreso de Jesús (1 Corintios 15:51-53). Vivirán estos días por el poder del Espíritu Santo, en per

209 Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 650.

198 Daniel Secretos de la profecía

fecta obediencia a la Ley divina. Por tanto, ya en la Tierra Nueva, se cumplirá la promesa de Jesús: “Andarán conmigo vestidas de blanco” (Apocalipsis 3:4), y “son los que siguen al Cordero por dondequiera que va” (Apocalipsis 14:4). Los 144.000 serán una compañía espe cial de Cristo, porque son la prueba viviente de que la Ley de Dios, el fundamento de su gobierno, es perfecta, justa y buena (Romanos 7:12), y todas las acusaciones de Satanás son falsas (Juan 8:44).

EL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA

Basados en Apocalipsis 15:8 y 22:11, entendemos que después de que Jesús abandone el Santuario celestial, cuando ya no habrá más oportunidad de arrepentimiento y salvación, los salvos tendrán esta experiencia. Esto significa que quien ya sea salvo no podrá perderse, y quien estuviere perdido, no podrá ya ser salvo. Todos los casos estarán eternamente decididos.

Este momento también se conoce como “el cierre de la puerta de la gracia”. Esta expresión no está en la Biblia, pero el concepto que ense ña se puede encontrar en varios textos (ver Mateo 25:10; Lucas 13:25; Apocalipsis 3:7, 22:11). Por lo tanto, debemos ser conscientes de los eventos que ocurrirán antes.

EVENTOS QUE SUCEDEN ANTES DEL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA

Antes del cierre de la puerta de la gracia, ocurrirán los siguientes eventos:

Derramamiento de la lluvia tardía (Joel 2:23, 28). Será una dotación especial del poder del Espíritu Santo para capacitar a los hijos fieles de Dios a predicar al mundo la última invitación de la misericordia divina, como se presenta en Apocalipsis 14:6 al 12 y 18:4, también llamado el Evangelio Eterno (Apocalipsis 14:6). Será un gran movimiento mundial que concluirá el mandato de Cristo (Mateo 24:14), preparando así el camino para el regreso de Jesús (Apocalipsis 18:1).

La predicación del Evangelio a todo el mundo (Mateo 24:14). Todos los habitantes de la Tierra tendrán la oportunidad de cono

Un tiempo de angustia sin precedentes

199

cer el Evangelio Eterno y tomar su decisión. El punto clave en este momento será aceptar o no la marca de la bestia y el número de su nombre (Apocalipsis 13:12-17).

Decreto dominical (Apocalipsis 13:14-17). Dado que el sábado es una señal entre Dios y su pueblo (Éxodo 20:8-11; Ezequiel 20:12, 20), Satanás usará agencias humanas e instituciones políticas y reli giosas para combatir el verdadero sábado, el cuarto mandamiento de la santa Ley de Dios, poniendo en su lugar el domingo como día santo. A todos los que se nieguen a rendir reverencia al domingo se les prohibirá comerciar, comprar o vender cualquier artículo (Apo calipsis 13:16, 17). La humanidad se dividirá en solo dos grupos: los que reverencian la Ley de Dios y los que la rechazan. Será un tiempo de dura prueba para el pueblo de Dios, pero la victoria final ya está asegurada (Apocalipsis 15:2).

El sellamiento de los 144.000 (Apocalipsis 7:1-4). Este número es simbólico y representa a todos los salvados que pasarán por la angus tia de Jacob, pero no pasarán por la muerte. Reciben el sello de Dios que se da a los que obedecen su Ley (Hechos 5:32; Isaías 8:16; Santiago 2:10). Elena de White escribió: “Ninguno de nosotros recibirá jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha. Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar el templo del alma de toda contaminación”.210

La personificación del regreso de Jesús (2 Corintios 11:14 y 2 Tesalonicenses 2:8-10). Como un acto supremo de engaño, Satanás personificará el regreso de Jesús, haciendo que el mundo piense que él es el Cristo tan esperado. Solo aquellos que tienen su fe cimentada en la Palabra de Dios y los ojos fijos en Jesús podrán resistir este sutil engaño. La advertencia de Cristo fue clara: “Porque se levantarán fal sos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios para engañar, si fuere posible, aun a los elegidos” (Mateo 24:24).

EL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA – JESÚS SALE DEL SANTUARIO

210 Elena de White, Joyas de los testimonios (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), t. 2, p. 70.

200 Daniel Secretos de la profecía

En el capítulo 7 de Daniel, vemos a alguien “como un Hijo de Hombre”, Jesús, viniendo sobre las nubes a la presencia del Padre en el Santuario celestial (Daniel 7:13, 14). Esta escena apunta a la entrada de Jesús en el Santuario para comenzar su obra de juicio en el año 1844. Y en Daniel 12:1 vemos a Miguel, el mismo Jesús, levantarse. Esto in dica el fin del juicio preadvenimiento, cuando entonces Jesús dejará el Santuario celestial. El primer evento después de que Jesús abandone el Santuario será el derramamiento de las siete plagas (Apocalipsis 16). La ira de Dios se manifestará por medio de ellas. La Biblia nos dice que esto es “porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se acordó de sus maldades” (Apocalipsis 18:5). La caída de las siete últimas pla gas son prueba visible de que Jesús ya no está en el Santuario y que el caso de todos los habitantes de la Tierra ha sido decidido, ya sea para salvación o para condenación eterna.

ACONTECIMIENTOS POSTERIORES AL CIERRE DE LA PUERTA DE LA GRACIA

Una vez que se cierre la puerta de la gracia, ocurrirán los siguientes eventos:

Caída de las siete plagas (Apocalipsis 16:1-21). Estas plagas solo alcanzarán a los impíos, porque el pueblo de Dios estará sellado y se guro (Salmo 91:9-12; Isaías 33:16).

Tiempo de angustia de Jacob (Daniel 12:1). El ingrediente prin cipal de esta angustia es el hecho de que los salvos no están seguros de que todos sus pecados hayan sido perdonados antes de que se haya cerrado la puerta de la gracia. El pueblo de Dios se sumirá en una angustia terrible y clamará por liberación día y noche, pero al final saldrá victorioso (Jeremías 30:7).

Resurrección especial (Daniel 12:2). La llamamos especial porque no será la primera (solo los salvados) ni la segunda (solo los perdidos), sino una especial, con representantes de ambas clases. ¿Quiénes son los impíos que resucitarán en ella? Jesús declaró al sumo sacerdote y a otros que participaban en su juicio: “Además les digo: ‘En el futuro us tedes verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Todopoderoso y viniendo en las nubes del cielo’ ” (Mateo 26:64). Juan, el vidente de

201Un tiempo de angustia sin precedentes

Patmos, escribió: “Miren que viene con las nubes; y todo ojo lo verá, aun los que lo traspasaron” (Apocalipsis 1:7). Con esto concluimos que se trata de los líderes y los soldados que participaron en el juicio y la crucifixión de Jesús. Por otro lado, ¿quiénes serán los salvos que re sucitarán? Elena de White escribió: “Los sepulcros se abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua’ (Dan. 12:2). Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel salen glorificados de la tumba y oyen el pacto de paz que Dios hace con los que han guardado su ley”.211 Con esto concluimos que son todos los que vivieron entre los años del movimiento millerita, cuando comen zó a predicarse el mensaje del tercer ángel, aun antes del cierre de la puerta de la gracia.

Primera resurrección: de los salvos (1 Tesalonicenses 4:16). To dos los muertos salvados desde el justo Abel (Hebreos 11:4) hasta el movimiento millerita, resucitan incorruptibles.

Glorificación de los justos vivos (1 Corintios 15:51-53). Todos los vivos salvos (llamados en Apocalipsis “los 144.000”) son transforma dos para asumir un cuerpo incorruptible.

Regreso de Jesús (Apocalipsis 1:7). Jesús aparece en las nubes del cielo y recompensa a cada uno según sus obras (Apocalipsis 22:12).

Nota: Los eventos mencionados anteriormente, tanto antes como después del cierre de la puerta de la gracia, no están en secuencia cro nológica exacta, ya que muchos de ellos ocurrirán simultáneamente.

EL FIN DE LA ANGUSTIA DE JACOB

La angustia terminará con el acontecimiento más grande de la historia humana: el regreso glorioso de Jesús en poder y majestad. El libro del Apocalipsis, al hablar de este evento, describe que habrá si lencio en el Cielo durante media hora, cuando se abra el séptimo y úl timo sello (Apocalipsis 8:1). Si aplicamos el principio día por año de la interpretación profética una vez más, tenemos el siguiente resultado:

211 Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 695.

202 Daniel Secretos de la profecía

1 día profético (24 horas)

1 año literal (360 días)

12 horas 6 meses (180 días)

2 horas 1 mes (30 días)

30 minutos 1 semana (7 días)

¿Por qué el cielo estará en silencio durante una semana? La respuesta está en las palabras de Cristo: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Y serán reunidas ante él todas las naciones. Y separará los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos” (Mateo 25:31, 32). La atmósfera del Cielo es música (Apocalipsis 4:8); constantemente seres que nunca han pecado alaban a Dios delante de su trono (Apocalipsis 5:8-14). Sin embargo, cuando se abra el séptimo sello, Jesús descenderá a la Tierra y todos los ángeles vendrán con él. El Cielo estará en silencio porque estará vacío. Entonces, los salvos serán reunidos de los cuatro ángulos de la Tierra (Mateo 24:31), y juntos as cenderán al encuentro de Jesús en el aire (1 Tesalonicenses 4:17), y así estarán con el Señor para siempre.

¡Qué gloriosa oportunidad nos da Dios hoy para conocer los acon tecimientos que aún están por suceder en nuestro planeta! ¿Qué harás con esta información? ¿Cuál será tu decisión frente a las revelaciones de Dios para ti? El Espíritu Santo te declara hoy: “Al cielo y a la tierra llamo por testigos hoy contra ustedes, de que les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que vivas tú y tus descendientes” (Deuteronomio 30:19).

Recuerda la invitación de Jesús: “Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo les daré descanso. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). ¡Abre tu corazón y permite que Dios sea el PRIMERO y el ÚNICO en tu vida!

“Lean el libro de Daniel. Recuerden punto por punto la historia de los reinos que allí se presenta. Contemplen a los estadistas, los con cilios, los ejércitos poderosos, y vean cómo Dios obró para abatir el orgullo humano y humilló hasta el polvo la gloria humana. Solo Dios es presentado como grande. En la visión del profeta se lo ve derribando a un poderoso gobernante y colocando a otro. Se lo revela como el Mo narca del universo que está por establecer su reino eterno: el Anciano de días, el Dios viviente, la Fuente de toda sabiduría, el Gobernante del presente, el Revelador del futuro. Lean y comprendan cuán pobre, cuán frágil, cuán efímero, cuán falible, cuán culpable es el hombre” (Cristo triunfante, 337).

EL ESTABLECIMIENTO DEL ETERNO REINO DE CRISTO

Una vez, un padre se sorprendió al ver, a través de la puerta entre abierta de la habitación de su hijo, la expresión preocupada del niño mientras leía la historia de su héroe favorito. Mientras se mordía las uñas, agonizaba con las coloridas páginas de ese librito. Luego de dis traerse de esa escena por unos momentos, el padre regresó a la habi tación del niño y notó que ahora estaba tranquilo, despreocupado y con una amplia sonrisa en su rostro. El padre, ahora aún más curioso, preguntó:

—Hijo, hace unos momentos miré por la puerta de tu dormitorio y vi que estabas angustiado por la historia. Pero ahora estás sonriendo. ¿Qué pasó en la historia?

El niño, sonriendo, respondió:

—Pasó así, papá. Cuando me viste por primera vez, estaba leyendo la parte de la historia que mostraba el encarcelamiento de mi héroe y las torturas que sufrió. Estaba muy preocupado y tuve una idea. Fui hasta el final de la historia para ver qué pasaría con él. Cuando leí la última página, me di cuenta de que mi héroe salió de prisión, derrotó al enemigo y salió victorioso. ¡Así que ahora estoy feliz!

Cuando leemos algunas páginas de nuestra historia, vemos que el mal ha llegado a dominar y el reino de las tinieblas ha logrado la su

16

206 Daniel Secretos de la profecía

premacía en este mundo. Es bueno recordar que el final de la historia aún está por llegar. Nuestro Héroe saldrá victorioso. ¡Después de todo, él venció en la cruz del Calvario y ya nos ha garantizado el reino! En este último capítulo, hablaremos de nuestra mayor esperanza, cuando el sueño de reinar con Dios sea una realidad.

IMÁGENES DEL REINO

En el libro de Daniel hay varias imágenes que hablan del estable cimiento del reino eterno de Cristo. De hecho, todos los relatos están construidos hacia su establecimiento. En las visiones registradas, cada una alcanza su clímax cuando “el Dios del Cielo” establece “un rei no que nunca jamás será destruido” (Daniel 2:44), cuando el “Hijo del Hombre” recibe el “dominio, y gloria” (Daniel 7:13, 14), cuando la oposición al “Príncipe de los príncipes” sea quebrantada “sin mano humana” (Daniel 8:25), y cuando el pueblo de Dios sea librado para siempre de sus opresores (Daniel 12:1). Analicemos ahora algunas de estas imágenes.

LA PIEDRA

En el capítulo 2 de Daniel, en el sueño del rey Nabucodonosor, aprendemos acerca de una estatua con cuatro metales. La cabeza de oro, que simboliza al Imperio Babilónico (Daniel 2:38); el pecho y los brazos de plata, que representan a Medopersia (Daniel 2:39); los muslos de bronce de Grecia (Daniel 2:39); y las piernas de hierro, que simbolizan el Imperio de hierro de Roma (Daniel 2:40). Después de contemplar esta estatua aterradora, Daniel le dijo al rey que una pie dra, sin ayuda de manos humanas, fue cortada y arrojada contra la estatua, destruyendo todos los reinos, y creció y llenó toda la Tierra (Daniel 2:44, 45). Esta piedra simboliza el reino eterno de Cristo, que pronto establecerá (Isaías 28:16; Lucas 20:17, 18; Mateo 24:30; Apoca lipsis 1:7). El Regreso de Jesús es la “bendita esperanza” (Tito 2:13) que motiva e impulsa nuestra vida (2 Pedro 3:12).

¿Cuándo vendrá este reino eterno? Jesús advirtió: “Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora” (Mateo 24:36). No obstante, Daniel fue muy claro en sus palabras: “Y en los días de estos reyes, el Dios del

El establecimiento del eterno reino de Cristo

207

cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruido” (Daniel 2:44). ¿De qué reyes está hablando Daniel? De los diez reyes represen tados por los dedos de los pies de la estatua, y por los diez cuernos de la cuarta bestia (Daniel 7:24); a saber, las naciones modernas de Europa. Por tanto, será en nuestros días que llegará el reino eterno de Cristo. En la cadena profética no hay un quinto reino terrenal, sino un reino celestial que será implantado, trayendo justicia y paz a todos sus ciu dadanos (Isaías 65:17-25; Apocalipsis 22:3, 4, 12, 17).

LA CAÍDA DE BABILONIA

La caída de la antigua Babilonia es otra imagen, paralela al Apoca lipsis, del establecimiento del reino de Cristo. Así como la gran Babilo nia “cayó” en el año 539 a.C. por acción del rey persa Ciro, la Babilonia espiritual también caerá y recibirá el juicio de Dios en los últimos días (Apocalipsis 16:12). Hay dos salmos en la Biblia que cuentan un poco de esta historia. Uno funciona como contrapunto del otro.

El pueblo de Israel se unió como doce tribus solo durante los rei nados de Saúl, David y Salomón. Cuando este último murió, el reino se dividió: quedaron diez tribus en el norte, dirigidas por Jeroboam, con su capital en Samaria, y dos tribus en el sur, dirigidas por el hijo de Salomón, Roboam, con su capital en Jerusalén.

En el año 722 a.C., las diez tribus del norte fueron esclavizadas y destruidas por el Imperio Asirio. Esto debería haber servido como una advertencia a Judá, pero no fue así. Debido a los pecados y la nega tiva a escuchar la voz de los profetas, Judá también cayó en cautiverio. En el año 605 a.C., el reino de Judá fue invadido por Nabucodonosor y los hijos de Dios fueron llevados a Babilonia. Sin embargo, Dios no abandonaría a su pueblo. Incluso antes de que llegara Nabucodonosor, la voz profética se elevó y trajo esperanza a los futuros cautivos. Dios anticipó el nombre del libertador, Ciro (Isaías 45:1; 13), la estrategia militar que usaría (Isaías 44:27, 28), e incluso cuántos años serían es clavos en Babilonia (Jeremías 25:11, 12). Estos textos nos impresionan con el amor, el cuidado y la preocupación de Dios por Israel, a pesar de sus pecados. Dios no los dejó ir al cautiverio sin esperanza.

El Salmo 137 registra el lamento de los judíos ahora cautivos en

Babilonia. Pero se aferraron a una esperanza: vendrá el libertador. En el siglo XIX, varias excavaciones arqueológicas comenzaron a re velar algo extraordinario sobre Babilonia. Era una ciudad tremenda, con grandes universidades, protegida por enormes murallas, con un sistema avanzado de acequias, templos magníficos y hasta una de las maravillas del mundo antiguo: los jardines colgantes construidos por Nabucodonosor.

Ante tantas maravillas, ¿qué pasó con el pueblo de Dios? A dife rencia de Daniel y sus amigos, las nuevas generaciones comenzaron a contemplar la belleza, la felicidad, el progreso, y a pensar: “¡Esto sí que es vida, esta sí es una ciudad!” Los judíos fundaron casas comerciales en Babilonia y fueron los precursores de los bancos modernos. El Sal mo 137 había quedado en el pasado, solo como palabras de los padres más ancianos.

Los setenta años se cumplieron tal como lo había dicho el profeta. Ciro emerge a la escena política y derrota a la gran Babilonia, secando el río Éufrates (Isaías 44:27, 28). Después de una batalla cósmica, re gistrada en el capítulo 10 de Daniel, Ciro firma el decreto y el pueblo de Dios puede regresar a Jerusalén. Sin embargo, eso no es lo que su cedió. Entre los cientos de familias judías cautivas en Babilonia, solo unos pocos miles regresaron a Jerusalén. Los que regresaron también compusieron un cántico, el Salmo 126, que hablaba de la alegría del regreso y de las bendiciones de Dios sobre el pueblo. En tiempos difí ciles, reconstruyeron la ciudad y el templo, y el día de la reapertura se escuchó nuevamente la voz profética: “La gloria de esta segunda casa será mayor que la primera […] y daré paz en este lugar, dice el Señor Todopoderoso” (Hageo 2:9). Los sacrificios se retomaron, las fiestas se celebraron nuevamente y, como la profecía no falla, en el tiempo señalado vino el Mesías (Gálatas 4:4). ¿Cuántas lecciones se pueden aprender de esta historia hoy?

Ciro es un tipo de Cristo. La antigua Babilonia se convierte en un símbolo de la actual Babilonia mística (Apocalipsis 17:5). Volverá a ocurrir el secado del río Éufrates (Apocalipsis 16:12) y los reyes del Oriente, Cristo y sus ángeles, volverán para liberar a su pueblo del cautiverio espiritual de Babilonia. Tenemos una fiesta que celebrar en

El establecimiento del eterno reino de Cristo

209

la Nueva Jerusalén, pero la triste noticia es que la historia se repetirá y muchos no querrán ir al Cielo, pues han creado lazos con Babilonia y han echado raíces en ella.

De ahí la última invitación de Dios: “Salgan de ella, pueblo mío” (Apocalipsis 18:4). Muchos están contemplando a Babilonia y no a Je rusalén. Estamos prestando mucha atención a las cosas del mundo y casi nada a las cosas de Dios. Estamos olvidando el consejo de Cristo: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33).

En el silencio de esta lectura, pregúntate: ¿hay hábitos, prácticas, costumbres, vicios en mi vida que desagradan al Cielo y me roban la paz? En este mismo silencio del alma, abre tu corazón a Jesús, por que nuestro Salvador es el Dios que nunca rechaza, ni siquiera al más grande de los pecadores. ¡Solo él puede ofrecer el perdón y la paz que tanto necesitamos!

LOS 1.290 Y 1.335 DÍAS

El libro de Daniel presenta dos últimos períodos proféticos. “Desde el tiempo que sea quitado el continuo hasta la abominación asoladora habrá mil doscientos noventa días” (Daniel 12:11) y, “bienaventurado el que espere y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días” (Daniel 12:12).

El evento clave para entender esta profecía es que el “continuo” sería quitado, se implantaría la “abominación desoladora”. ¿De qué evento está hablando la profecía? Alberto Timm explica: “La expre sión ‘sacrificio diario’ es la traducción del término hebreo tamid, que significa ‘diario’ o ‘continuo’, al que se le añadió la palabra ‘sacrificio’, que no se encuentra en el texto original de Daniel 8:13 y 12:11. Este tér mino (tamid ) se usa en las Escrituras en conexión no solo con el sacri ficio diario del Santuario terrenal (ver Éxodo 29:38, 42), sino también con varios otros aspectos del ministerio continuo de ese santuario (ver Éxodo 25:30; 27:20; 28:29, 38; 30:8; 1 Crónicas 16:6). En el libro de Daniel, el término obviamente se refiere al ministerio sacerdotal con tinuo de Cristo en el Santuario/Templo celestial (ver Daniel 8:9-14). La expresión ‘transgresión desoladora’ o ‘abominación desoladora’ impli

ca el amplio sistema de falsificación de este ministerio, edificado sobre teorías antibíblicas de la inmortalidad natural del alma, la mediación de los santos, el confesionario, el sacrificio de la misa, etc.”.212

Este “amplio sistema de falsificación” no es más que la pretensión papal de ser un mediador entre Dios y los hombres. En el pasaje an terior se declara que, después de que se quite el continuo, “habrá mil doscientos noventa días”. La sustitución de Cristo por un sistema fal so se introdujo gradualmente, hasta que en los años 503 a 508 tomó una forma más definida. El obispo de Roma reclamó cada vez más las prerrogativas y las atribuciones inherentes a Cristo. En el año 508, la Iglesia medieval reforzó su prestigio político con la ayuda de Clodo veo, rey de los francos (481-511), y desde entonces “el papado pudo proceder sin obstáculos para asegurar su influencia política”.213

A partir del año 508, y recorriendo la historia 1.290 días/años, lle gamos a 1798, año de la detención del Papa Pío VI y fin de los 1.260 años de supremacía papal. Si viajamos desde la misma fecha 1335 años, llegaremos al año 1843/1844, cuando terminan las 2.300 tardes y mañanas y Jesús da inicio al Gran Día de la Expiación, que terminará recién cuando él deje el Santuario para venir a la Tierra.

UNA PROMESA A DANIEL

El ángel Gabriel le ordenó a Daniel que sellara el libro “hasta el tiempo del fin” (Daniel 12:4), cuando muchos lo estudiarían y la ciencia, es decir, el conocimiento de este libro, se multiplicaría. Solo la eternidad revelará cuántas personas fueron beneficiadas por las profe cías y las amonestaciones del libro de Daniel.

Daniel recibió el sello de la aprobación divina y su vida fue prote

212 Alberto R. Timm, “Os 1.290 dias e 1.335 dias de Daniel 12”, Revista Kerygma, vol. 1, Número 1, 1er Semestre de 2005, pp. 3-7.

213 Walter Ullmann, A Short History of the Papacy in the Middle Ages (Londres: Routledge, 1972), p. 37; citado en Doukhan, p. 189.

508 1.290 1798 508 ............................................................... 1.335 .....................................................1843/1844

211El establecimiento del eterno reino de Cristo

gida en Dios. Había pasado por pruebas y sufrimientos, pero nunca había dejado de confiar en Cristo. Hacia el final de su vida, alrededor de los noventa años, escuchó las palabras de consuelo: “Pero tú sigue hasta el fin de tu vida. Descansarás, y en los últimos días te levantarás para recibir tu herencia”. Esta es una referencia a su muerte, que no estaba lejos. El ángel le asegura la vida eterna, cuando dice que “en los últimos días [que tantas veces ve en visión], te levantarás para recibir tu herencia” (Daniel 12:13). Para los salvos, la muerte no es más que un breve sueño, porque el que muere salvo, “en los últimos días” resu citará y recibirá la herencia eterna (Juan 11:24, 25).

¡Qué gran oportunidad tenemos todos nosotros hoy! Si somos fieles como lo fue Daniel, algún día podremos conocerlo y, además, podremos escuchar de su propia boca las maravillas que vivió en su experiencia terrenal, narradas en su libro. Sin embargo, nada iguala el privilegio de estar cara a cara con el Señor Jesús y escuchar de sus labios: “¡Vengan, benditos de mi Padre! Hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34).

¿Te gustaría ser ciudadano de este reino eterno?

CONCLUSIÓN

El libro de Daniel es una revelación de los misterios ocultos de Dios. Esto queda claro en la oración de Daniel, poco después de re cibir su primera revelación: la aclaración del sueño de la estatua de metal. Daniel escribió: “Revela lo profundo y lo escondido, conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él” (Daniel 2:22). A lo largo de las historias y las profecías del libro, Dios reveló sus propósitos para cada persona, y el destino de las naciones. Todo este maravilloso co nocimiento quedó como depósito para los últimos días de la historia, el llamado “tiempo del fin”. Estamos viviendo precisamente en este período. Tenemos el privilegio de conocer el cumplimiento exacto de las profecías pasadas y la oportunidad de prepararnos para el mayor de todos los eventos de la historia que está por venir: la segunda venida de Cristo en gloria y majestad para el establecimiento de ese reino que “nunca jamás será destruido” (Daniel 2:44).

Sin embargo, las lecciones de este extraordinario libro no se limi tan al pasado de sus historias o al futuro de sus profecías. Sobre todo, habla del presente. Nos enseña sobre la estrecha relación entre la sa lud física, mental y espiritual, y cómo nuestro estilo determina nues tro destino. Nos revela un Dios activo en la historia que, al colocar y sacar reyes, trabaja intencionalmente para la salvación de su pueblo. Muestra que se preocupa por cada persona, y que así como lo hizo con Nabucodonosor, ahora está dispuesto a enseñar el camino de la verda dera felicidad a todos los humildes de corazón. También aprendemos que los hijos leales de Dios atravesarán hornos y fosos de leones, que

no somos inmunes a los ataques del enemigo de nuestra alma, pero Dios nunca nos desamparará y siempre estará del lado de sus hijos, especialmente en las pruebas.

Finalmente, descubrimos que hay un Santuario en el cielo, del que el terrenal era una copia, y que Jesús, en este mismo momento, está intercediendo por todos los que lo buscan de todo corazón (Jeremías 29:13). Jesús entró en él después de su ascensión, en el año 31, y desde el 22 de octubre de 1844 juzga a su pueblo. Este juicio es a nuestro favor, porque tenemos un abogado infalible que nos ama y ha pagado, con su propia sangre, en el día señalado en la profecía de Daniel (la mitad de la septuagésima semana; Daniel 9:27), el precio de nuestra eterna redención. De ahí la maravillosa invitación: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).

Todo, todo, todo lo que había que hacer para nuestra redención, ya se ha realizado. El rescate ha sido pagado. La justicia divina ha sido satisfecha. Por lo tanto, no tiene sentido pagar el rescate y no recupe rar a su ser querido. La historia aún no ha terminado. El Cielo espera ansiosamente el momento en que Miguel se levantará (Daniel 12:1) y vendrá a la Tierra a buscar a sus amados hijos. ¿Estás listo para este encuentro? ¿Es este el mayor objetivo de tu vida?

Moisés declaró que nuestros días en esta Tierra son unos setenta años, y que los más vigorosos llegan a los ochenta, pero en este caso, lo mejor de ellos es el cansancio y el hastío, porque todo pasa rápido y volamos (Salmo 90:10). Daniel comprendió muy bien esta verdad y, desde su juventud, se dedicó a amar y servir al Dios verdadero. Dios que era su amigo y juez.

Un día, no sabemos a qué edad, Daniel descansó y fue sepultado en algún lugar de Babilonia. Me pregunto por qué Daniel no regresó a Jerusalén, su ciudad natal, cuando otros lo hicieron después del decre to de Ciro. Y un pensamiento llena mi corazón de alegría. Daniel ya no quería volver a la Jerusalén terrenal, ahora añoraba la Jerusalén ce lestial. Estaba cansado de la injusticia, el sufrimiento, las ambiciones mundanas, la lucha por el poder. Soñó con un lugar de paz, una ciudad donde no habrá más llanto, no más clamor, no más luto ni dolor. Un

lugar donde nunca más sería separado de su familia. Cerró sus ojos en Babilonia para abrirlos en la Nueva Jerusalén.

Hubo un hombre que fue en visión a esta ciudad mágica. Otro que, como Daniel, fue amado por el Cielo (Juan 13:23; 21:20). Vio cosas con las que ninguno de nosotros soñó. Pero eso ya es otra historia.

215Conclusión

BIBLIOGRAFÍA

ALBERICO, Giuseppe (org.). Historia de los Concilios Ecuménicos. (São Pau lo: Paulus, 1995).

ALOMIA, Merlín. Daniel: Su vida, sus tiempos y su mensaje. (Lima, Perú: Uni versidad Unión Incaica, 1991).

ANDRADE, Manoel Pereira de. Escatología. (São Paulo: Editora Parma, 2011).

ANDREASEN, M. L. El ritual del santuario. (Santo André, SP: Casa Publicado ra Brasileira, 1983), p. 23.

BACCHIOCCHI, Samuele. Del sábado al domingo: una investigación histó rica de la salida del sol observancia del día en el cristianismo primitivo. (Roma: The Pontifical Gregorian University Press, 1977), pp. 165-269.

BALDWIN, Joyce G. Daniel, introducción y comentario. (São Paulo: Vida Nueva, 1983).

BARBOSA, Rui. El Papa y el Concilio. 2a ed., t. 1 (Londrina, PR: Editora Leopol do Machado, 2002).

CAIRNS, Earle E. El cristianismo a través de los siglos. (São Paulo: Vida Nueva, 1988).

CASTRO, Paulo de. Alexandre, o Grande. Biblioteca de história, t. 4 (Río de Janeiro: Editora Três, 1973).

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Edição Típica Vaticana (São Paulo: Edições Loyola, 1999).

CERQUEIRA, Silvio. A língua, uma arma perigosa e uma ferramenta pode rosa Iglesia, 2012. Enciclopedia de Cámara, tomo VIII, art. “Sabbath” (Filadelfia: JB Lippincott & CO, 1870).

CULVER, Robert D. Daniel: comentário bíblico Moody: Isaías a Malaquias, t. 3 (São Paulo: Prensa Bautista regular, 1990).

D´AMARAL, Marcio Tavares. Rui Barbosa: La vida de los grandes brasileños. (São Paulo: Editora Três, 1974).

DOUKHAN, Jacques B. Los secretos de Daniel (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2011).

EASTON, Stewart C. The Heritage of the Ancient World: From the Earliest Times to the Fall of Rome (Nueva York: Rinehart and Campany, 1960).

ECKHARDT, Carl Conrad. The Papacy and World Affairs, as Reflected in the Secularization of Politics. (Chicago: Prensa de la Universidad de Chicago, 1937), p. 1.

Encíclica Papal. Sobre los principales deberes de los cristianos como ciuda

217Bibliografía

danos. Publicado por el Papa León XIII, fechado el 10 de enero de 1890. Dispo nible en: <http://www.vatican.va/holy_father/leo_xiii/encyclals/documents/ hf_l-xiii_enc_10011890_sapientiae-christianae_en.html>. Acesso em: 21 nov. Enciclopedia Británica, 30 vols. 21 (Chicago: William Benton, 1972).

FERRARI, PF Lucius. Prompta Bibliotheca (Biblioteca práctica), t. 5, Pe tit-Montrouge (París: JP Migne, 1858).

FEYERABEND, Henry. Daniel verso por verso, 1ra. ed. (Tatuí, SP: Casa Publi cadora Brasileira, 2005), p. 124.

Mark Finley. Revelando os mistérios de Daniel (São Paulo: Editora Tempos Ltda., 1999), p. 14.

FOX, Juan. O livro dos mártires. (São Paulo: Mundo Cristiano, 2003), p. 119. LeRoy Edwin Froom. The Prophetic Faith of Our Fathers. 4 tomos (Washin gton, DC: Review and Herald, 1946-1954), p. 245.

GIBBON, Eduardo. The Decline and Fall of the Roman Empire, t. 2 (Nueva York: The Modern Library, 1995), t. 3, p. 543.

GONZÁLEZ, Justo L. Una historia ilustrada del cristianismo: la edad de los mártires. Vol. 1. (São Paulo, SP: Vida Nova, 1980).

GONZÁLEZ, Vilmar. Daniel y Apocalipsis. (Feira de Santana, BA: Grafinort, 1994), p. 3.

GRAYSON A. K. Babylonian Historical Literary Texts: Toronto Semitic Texts and Studies ( Toronto: Prensa de la Universidad de Toronto, 1975).

HAYNES, Carlyle B. De sábado a domingo. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Bra sileira, 1994), p. 44.

HERNÁNDEZ, Héctor Urrutia. Profecías apocalípticas de Daniel. 2da ed. (Chi le: Wandersleben Eirel, 2012).

HERODOTO. Historia. Tomo 1., Vol. 2 (São Paulo: Gráfica Editora Brasileira, 1957), pp. 91, 92.

HOLBROOK, Frank B. El sacerdocio expiatorio de Jesucristo. (Tatuí, SP: Edi torial Brasileña, 2002).

Setenta Semanas: Levítico y la Naturaleza de la Profecía (Ingeniero Coel ho, SP: UNASPRESS, 2010).

. Simposio sobre Daniel. (Hagerstown, MI: Review and Herald, 1986), p. 337.

HORN, Siegfried H. Nueva luz sobre la locura de Nabucodonosor. Ministry, abril de 1978, pp. 39-40. Disponible en: <https://www.ministrymagazine.org/ archive/1978/04/new-light-on-nebuchadnezzars-madness>, consultado: 24

218 Daniel Secretos de la profecía

de noviembre de 2013.

JALLA, Jean. Histoire populaire des Vaudois des Alpes et de leurs colonies. (Torre Pellice: Imprimerie A. Besson, 1904), p. 12

SAN JUAN PABLO II. Carta Apostólica Dies Domini. 3. ed. (São Paulo: Pauli nas, 2002).

JOSEPHUS, Flavio. História dos hebreus: Obra completa. 1ra . ed. (Río de Ja neiro: CPAD, 1992), p. 253.

KEOUGH. G. Arturo. Deus e nosso destino Lecciones de escuela sabática. (Tatui, SP: Casa Publicado-Sucursal Brasileña, 1987). 1er trimestre de 1987.

CABALLERO, Jorge. En busca de identidad. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Bra sileira, 2005), p. 124.

LANGDON, SH Mitología semítica. La mitología de todas las razas, T. 13. Disponible en: <http://pt.scribd.com/doc/141178343/SH-LANGDON-Semi tic-Mythology>. Consultado el: 24 nov.

LARONDELLE, Hans K. Las profecías de la aleta. (Buenos Aires, Argentina: Asociación casa Editora Sudamericana, 1967).

LUTERO, Martín. Trabajos seleccionados, Vol. 12 (São Leopoldo, RS: Editora Sinodal y Concordia, 2011).

MAXWELL, C. Mervyn. História do adventismo. 1ra ed. (Santo André, SP: Casa Publicadora Brasileira, 1982).

Uma nova era segundo as profecias de Daniel. (Tatuí, SP: Editorial Brasile ña, 2002).

MELLO, Araceli S. La verdad sobre las profecías del Apocalipsis. (São Paulo: Gráfica e Editora EDIGRAF, 1959), pp. 340, 341.

. Testimonios históricos de las profecías de Daniel. (Río de Janeiro: Gráfico y Editorial Laemmert, 1968).

NAENNI, Eduardo. Historia dos valdenses del Piomonte (Bogotá, Colombia: Asociación Editora Interamericana, nd).

NEWTON, Isaac. As profecias de Daniel e Apocalipse. (São Paulo: Editora Édipo, 1950), p. 42.

NICHOL, Francis D. Comentario Bíblico Adventista. Vol. 4, (Tatui, SP: Editorial Brasileña, 2013).

Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día. Ed. Rev. 7 volúmenes. (Washington, DC: Revisión y Heraldo, 1976-1980).

Esto Creemos: Las 28 Creencias Fundamentales de la Iglesia Adventista del

Séptimo Día. 8. ed. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudameri cana, 2017).

OLIVEIRA, Juárez Rodrigues de. Chronological Studies Related to Daniel 8:14 and 9:24-27 (Ingeniero Coelho, SP: UNASPRESS, 2004), pp. 9-20.

OLIVEIRA, Orlando Jerónimo de. La Iglesia Católica en las Profecías. (Río de Janeiro, RJ: Editora ADOS, 2001).

PRÖBSTLE, Martin. O Santuário Lecciones de escuela sabática. (Tatui, SP: Casa Publishadora Brasileira, 2013). 4º trimestre 2013.

RAMOS, José Carlos. Mensaje de Dios. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2017).

Profecia bíblica (Apostilla SALT, Posgrado – IAE-Ct, 1998), p. 54.

SCHAFF, Felipe. Historia de la Iglesia Cristiana. 8 volúmenes. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1910).

SCHAWANTES S. J. Daniel, el profeta del juicio (Ingeniero Coelho, SP: Gráfi ca Alfa, 2003), p. 25.

SCHWARZ, Ricardo; GREENLEAF, Floyd. Portadores de luz. (Ingeniero Coel ho, SP: UNASPRESS, 2004).

SHEA, William H. Daniel: Una guía para el estudioso (Buenos Aires, Asocia ción Casa Editora Sudamericana, 2010), p. 174.

. Estudios seleccionados en interpretación profética. (Ingeniero Coelho, SP: UNASPRESS, 2004).

STANGER, Célio Roberto. Da inquisição à liberdade religiosa no raiar do novo milênio Victoria. (ES: Gráfica Sodré, 2001).

TIMM, Alberto R. “Os 1.290 dias e 1.335 dias de Daniel 12”, Revista Kerigma Número 1 – 1er Semestre de 2005, Vol. 1.

.

“La importancia de las fechas de 508 y 538 dC en el proceso de estableci miento de la supremacía papal”. Revista Teológica, (Cachoeira, BA, enero-junio de 1999).

. El Sábado en la Biblia. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sud americana, 2010).

El santuario y los mensajes de los tres ángeles. (Engenheiro Coelho, SP: Imprensa Universitária Adventista, 1999), p. 35.

VINE, W. E. Dicionário Vine: O significado exegético e expositivo das pala vras do Antigo Testamento e do Novo Testamento (Río de Janeiro: CPAD, 2010), p. 86.

219Bibliografía

WHITE, Ellen G. Hechos de los Apóstoles. 10. ed. (Florida, Buenos Aires: Aso ciación Casa Editora Sudamericana, 2009), p. 482.

Consejos sobre la dieta. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2013), p. 35.

Cristo en su santuario. (Tatui, SP: Editorial Brasileña, 1988b).

Educación. 7. ed. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudame ricana, 2009), p. 173.

Fundamentos de la Educación Cristiana. 2 ed. (Tatuí, SP: Casa Publicadora Brasileira, 1996), p. 32.

. Gran conflicto. 36 (ed. Tatui, SP: Editorial Brasileña, 1988ª).

Meditación matutina: Cristo triunfante. 1ra. ed. (Tatuí, SP: Casa Publicado ra Brasileira, 1996), p. 32.

. Meditación matutina: el cuidado de Dios. (Florida, Buenos Aires: Asocia ción Casa Editora Sudamericana, 2008), p. 351.

Meditación matutina: Mirando hacia arriba. (Florida, Buenos Aires: Aso ciación Casa Editora Sudamericana, 1982),

. Mensajes elegidos. 3. ed., Vol. 2. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), p. 134.

. Patriarcas y Profetas. 10. ed. p. 199.

. Profetas y Reyes. 6 ed. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sud americana, 2008), p. 351.

. Revista y Heraldo. (Battle Creek, Michigan: Asociación de Publicaciones Adventistas del Séptimo Día, 5 de marzo de 1901).

Testimonios para la iglesia. 1ra. ed., Tomo 4, Vol. 4. (Miami, FL: APIA), p. 562.

.

Testimonios para ministros y obreros del evangelio. 2 ed. (Tatui, SP: Edito rial Brasileña, 1979).

Selecciona Testimonios, V. 2, 5 ed. (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015), t. 2, p. 70.

220 Daniel Secretos de la profecía

ntre los jóvenes llevados cautivos a Babilonia, en la primera invasión de Nabucodonosor, se encontraba un joven de dieciocho años, Daniel, uno de los príncipes del pueblo de Dios. En cauti verio, que duró setenta años, Daniel escribió el libro que lleva su nombre. En los relatos históricos y las profecías, vemos a un Dios de amor que obra continuamente a favor de su pueblo, y el maravilloso cuidado que le prodiga a Daniel y sus amigos.

Descubre los detalles de la vida y la obra de este extraordinario joven, que fue amado y honrado por el Cielo por sobre cualquier otro mortal.

Arilton Cordeiro de Oliveira nació en Aimorés, Minas Gerais. Se graduó en Teología en el FADBA (Colegio Adventista de Bahía), Ca choeira, Bahía; completó su Posgrado en Docencia Universitaria y su Maestría en Teología en la UNASP, Engenheiro Coelho, San Pablo.

Sirvió a la Iglesia como pastor de distrito y en el departamento de Escuela Sabática y Ministerio Personal. Hoy se desempeña como gerente de la Escuela Bíblica de la Red de Comunicación Nuevo Tiempo y es presentador del programa de televisión Biblia Fácil de Nuevo Tiempo. Está casado con la cirujana dentista Juliana Boa Sorte de Oliveira y tienen tres hijos: Rafael, Mateus y Lucas.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.