¿ES LA NOM 035 un castigo o una necesidad? Opinión
L MTRA. MARIANA ZOZAYA RODRÍGUEZ
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Licenciada y maestra en Administración de Empresas por la Universidad de las Américas Puebla Directora de planeación y competitividad en la Universidad de las Américas Puebla Certificada internacionalmente como coach ejecutivo, de equipos, de vida y espiritual Instructora y capacitadora en programas de coaching, liderazgo y desarrollo organizacional Cuenta con más de quince años de experiencia en áreas de gestión humana, colocación profesional y planeación
a NOM-035-STPS-2018, que se refiere a factores de riesgo psicosocial en el trabajo-identificación, análisis y prevención, fue aprobada en octubre de 2018 y entró en vigor en octubre de 2019, lo que generó revuelo entre los colaboradores y responsables de liderazgo, y áreas de recursos humanos de las empresas: algunos creen que es un castigo al «patrón» y otros creen que «ya era momento de empezar a reconocer la importancia de la salud mental». El poder definir qué es –un castigo o una necesidad– depende de la postura de cada persona y de cada organización; como todo en la vida, depende del cristal con que se mire. La norma ha sido presentada como un recurso para responder a las necesidades de los colaboradores para procurar su bienestar integral, la duda es: ¿realmente beneficiará a las organizaciones o será un recurso más para continuar con una cultura paternalista? Recordemos que la NOM-035 tiene como objetivo identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial para que, de esta manera, se promueva un entorno organizacional favorable en todos los centros de trabajo. Esta norma surge, ya que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, México ocupa el primer lugar en estrés laboral y el 43% de los colaboradores nacionales padece estrés laboral, agotamiento físico y mental, lo que genera sentimientos negativos hacia el trabajo y baja en la productividad. Por lo tanto, con esta información parece que sí se justifica la implementación de acciones para empezar a evaluar y cuidar la salud mental y emocional de las personas. Sin embargo –desde un punto de vista muy personal– la salud mental es una corresponsabilidad en la que intervienen principalmente el individuo, las instituciones de salud y, finalmente, las empresas.