Durante el proceso de diseño arquitectónico, uno de los pasos claves es la comprensión y predicción de la trayectoria solar. Con este propósito, es importante ubicar el sitio según su latitud y su longitud. La latitud es la distancia angular entre el ecuador y un punto determinado en la Tierra, medida a lo largo del meridiano en el que se encuentra dicho punto; así, se originan los paralelos (norte o sur, variando entre 0° y 90°), tales como el ecuador, el trópico de Cáncer, el trópico de Capricornio y los dos círculos polares. Es importante señalar, que cada latitud tiene una carta solar específica. La longitud expresa la distancia angular entre un punto dado de la superficie terrestre y el meridiano que se toma como 0°, medida a lo largo del paralelo en el que se encuentra dicho punto; así se origina el meridiano de Greenwich, base de referencia para indicar las horas, según los husos horarios correspondientes al resto de los meridianos (este u oeste, variando entre 0° y 180°). Esto último es importante de identificar en el análisis solar, ya que la carta solar se puede referir a la hora solar, definida de modo que el Sol alcance su punto culminante a mediodía. Otra manera de utilizar la carta solar es mediante la hora legal correspondiente, para la cual hay que considerar el huso horario, la longitud local y, eventualmente, el cambio de horario durante el verano.
Carta solar Consiste en una representación gráfica en planta, que nos permite obtener la posición del Sol en el cielo con respecto a nuestra ubicación, considerando una latitud específica. La carta solar contiene información sobre fechas y horas específicas, para las cuales se obtienen los ángulos solares de: a) Azimut. Es el ángulo de orientación del Sol sobre el horizonte. Se forma por la proyección perpendicular del Sol (arriba en el horizonte) sobre el plano horizontal. Usualmente es medido desde el norte en sentido de las manecillas del reloj (figura A.1).
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Escuela de Artes y Humanidades