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Una historia de amor, conciencia y arte para recuperar el Río Fucha
Una historia de amor, conciencia y arte para recuperar el Río Fucha Por: Javier Clavijo • Community Manager Uniagustiniana
En la localidad de San Cristóbal, Bogotá, un joven comprometido, músico, profesor, sobreviviente de cáncer y gestor ambiental está recuperando el Río Fucha que atraviesa la capital.
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En los últimos cinco años se ha puesto en la tarea de recoger basuras con la ayuda de la comunidad, niños, universitarios y adultos, recorren dos veces por semana tramos del río en busca de latas, plásticos, desechos, papel, entre otros.
El cauce del Río Fucha recorre Bogotá de oriente a occidente, nace en el Páramo de Cruz Verde, baja por la calle 8 sur en San Cristóbal, pasa por los barrios de otras cuatro localidades y se extiende por más de 20 kilómetros hasta su desembocadura en Fontibón, en el Río Bogotá.
Hamid Martínez Rodríguez, más conocido como “Nativo”, cofundador de Casa Nativa, es el responsable de que ciudadanos comprometidos de la localidad de San Cristóbal se hayan unido para recuperar desde hace más de ocho años una de las cuencas hídricas más importantes de Bogotá. Lidera un grupo ambiental que semanalmente realiza jornadas de limpieza, encargándose de la renaturalización de los alrededores del río, sembrando árboles y plantas. "El proyecto Casa Nativa, nace de una experiencia de amor, en la que hace muchísimo tiempo invite a mi novia en ese tiempo, ahora mi esposa, a que visitara el río conmigo para hacer una meditación. Después de ese momento de estar compartiendo, abrimos los ojos y ella dice que le parecía muy bonito el lugar, pero que lamentaba ver la basura que tenía, que hiciéramos algo y a raíz de eso por andar enamorado, terminé haciendo esto que hasta el día de hoy se llama Casa Nativa. Y ese fue el comienzo de todo".
La falta de conciencia y de amor por los recursos naturales estaba acabando con el afluente, sin pensarlo “Nativo” empezó a recoger residuos y se comprometió
a hacerlo como un proceso de sanación personal, luego hizo el llamado para que otras personas poco a poco se unieran a la causa. "Casa Nativa se dedica a la reconexión natural del ser. Tratando de que las personas vuelvan a entender la Tierra y podamos ser un complemento. Hacemos diferentes actividades, pero la principal es la educación y de conexión con las personas".
Otra de las pasiones de Hamid, es cantar y componer música que aporte y lleve un pensamiento positivo a las personas, "yo canto hace 14 años, de los
cuales, llevo seis a un ritmo más lento porque ando con el tema de Casa Nativa, la música fue la principal inspiración para que se activara mi parte social, con el objetivo de producir canciones con un mensaje constructivo y lógico".
Su gran cometido es que vuelvan a nadar peces en el Fucha, y para lograrlo, todos los sábados se reúne con otros voluntarios de Casa Nativa para trabajar por la recuperación y el bienestar de la zona. "Para generar conciencia lo primero que se necesita es muchísimo amor, entendimiento y paciencia porque es un camino muy largo, pero del cual es muy bonito ver todo lo que pasa alrededor a través del tiempo. Así es como hemos tenido la posibilidad de hacer algo, hemos utilizado todas las herramientas que tenemos: fotografía, música, danza, espacios que involucren el arte y la preservación del ecosistema".
Hamid “Nativo” es un referente y líder, dejó todo por su comunidad, su compromiso, su dedicación y el inmenso amor por el Río Fucha hoy marcan la pauta para la conservación y la restauración de un afluente que necesita del amor y el cuidado de todos los bogotanos.