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POEMAS AL AIRE

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CARTA A NAHUEL

CARTA A NAHUEL

Crear un poema, publicarlo. No se necesita un libro de cuero con tapas doradas. Grandes escritores, poetas, lo hacen en una servilleta de un bar al lado de una copa. Los amantes, en los cuerpos desnudos de la mujer. Adolescentes, yo, tú, él, hemos dejado un mensaje en los troncos añosos de los árboles. Las paredes de mi ciudad están cubiertas de ellos. Los poemas, revientan como fuegos artificiales iluminando las palabras. Cuando el alma vuela, se eleva y se posa en las tumbas olvidadas.

Rondan en fiestas alegres, en copas de champán alzadas. Van, vienen; son libres. Tú, poeta, crea, escribe, publica, aunque sea una página. Es posible que un día lejano lleguen a juveniles manos que orgullosos dirán: ese verso, ese cuento era de mi abuela y como en un haz de luz despertará de nuevo al mundo.

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Marisol Rodríguez Lefebre

Mi Mundo

Vengo de un pueblo muy lejos del hogar traigo en mis manos un mundo tan mío lo cree siendo niña lleno de aves verdaderas arriba de un parrón con uvas verdes.

Los picaflores impacientes esperaban su maduración jugando en mis largas trenzas enseñándome el dulce vuelo.

En la locura de nueve años con los ojos semi cerrados volé donde mis hermanos un beso de tía Manuela.

Volví del imaginario viaje embriagada de alegría.

Quise ser escritora difícil tarea, cayendo en un lugar donde poetas escritores darán cátedras yo venía con lenguaje mitad pájaro, mitad humano. Ayer decidí alejarme porque tengo un mundo un mundo solo mío.

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