1. PRACTICA, NO PREDIQUES
Dedica cuatro minutos cada noche para reflexionar en qué momentos has escuchado desde el Nivel 3 (mente y corazón abiertos) y desde el Nivel 4 (mente, corazón y voluntad abierta). Si no puedes identificar ningún momento de escucha profunda, anótalo.
Si haces este ejercicio durante un mes, tu calidad de escucha mejorará enormemente, sin necesidad de más práctica o entrenamiento dirigido. Sólo requiere la disciplina necesaria para enfocarte en la revisión de tu escucha durante esos cuatro minutos diarios.
https://www.presencing.com/permissions