RUTINAS Al final de una calle, en ese punto en el que se convierte en avenida, o más bien en ese punto donde la calle se introduce a la avenida principal, hay un poste negro, muy alto y con tres focos redondos. Cada foco tiene un color espe-
Es estudiante de comunicación de la Universidad Panamericana
campus
Ciudad de México. Nació en la capital, pero desde muy pequeña su familia se mudó a Querétaro y vivió ahí hasta finalizar la educación media superior. Abrió su mundo cuando decidió estudiar fuera de su zona de confort. Es apasionada de la literatura, en especial las novelas criminales y el cine. Su director favorito, Roman Polanski, ha influido en la forma en la que ve las artes y el mundo.
cífico; el rojo es el círculo de arriba, en medio sigue el amarillo y al final el verde. Los focos no prenden al mismo tiempo, llevan un orden mucho más complicado del que nos imaginamos; los intervalos de tiempo en que cada color toma brillo no son al azar, sino que están estrictamente coordinados. Cada color tiene un significado, y no es necesario decirlos, todos los conocen, aunque unos cuantos, sino es que la mayoría, le han cambiado el sentido a uno de esos colores, y en vez de ser “empieza a frenar”, ahora es “písale, porque no pasas”. Este poste alto y negro que está al final de la calle tiene una función sumamente importante para las personas, no solo es decoración, créanme; y aunque a veces maldigamos la hora en la que ese poste este ahí… ¡Alto! Dejemos de llamarlo con ese nombre tan vulgar, “poste negro”, pongámosle su nombre a las cosas, semáforo.
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ENSAYO
MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ