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Actúa: Reduce
Reducir las emisiones de las que somos resporisables debería ser gratificante, pero probablemente a veces parecerá una tarea ingrata. Sin embargo, no olvidemos nunca que habrá otra gente observándonos sobre la que ejerceremos una gran influencia. Uno de los beneficios más significativos de la reducción de nuestra propia huella climática es el ejemplo que damos. Podemos nombrar un par de ejemplos, como el abandono de los botes de spray tras el Protocolo de Montreal, que provocó una clara reducción de gases dañinos para la capa de ozono, y la prohibición de los envases de polietileno expandido en los restaurantes de comida rápida.
Uno de los argumentos más firmes para reducir las emisiones de GEl es el ahorro de dinero. El precio de la energía está creciendo en todo el mundo, haciendo más difícil el permitirse viajar, la calefacción y la ituminación en hogares y fábricas, y mantener en marcha una economía moderna. Así que es de sentido común utilizar la energía de una forma lo más moderada posible.
Cuando el ejemplo proviene de gente o grupos que ya disfrutan de un gran reconocimiento público, los resultados pueden tener incluso un mayor alcance. Para mucha gente de hoy en día, las personas más influyentes son los jugadores de fútbol. Por eso, cuando el club de fútbol británico Ipswich Town decidió actuar contra el cambio climático y ser carbono neutral, mucha gente pudo verlo. El club calculó que producía 3.200 toneladas de CO, cada temporada y consiguió contrarrestarlas pidiendo a sus seguidores que se comprometieran a ahorrar energía. El incentivo lo basaron en el fútbol: cuando el club alcanzara su objetivo de 14.000 personas comprometidas, se recompensaría mediante una importante suma de dinero de su principal patrocinador. Los seguidores se comprometieron a alcanzar el objetivo mediante medidas simples como el uso del transporte público o las bombillas de bajo consumo, mientras que algunos de los jugadores empezaron a viajar en coche compartido. Otro club, el Manchester City, ha empezado a producir su propia energía, construyendo una turbina eólica que proporciona toda la electricidad necesaria en su estadio, y vendiendo el 20% excedente adicional.
No es necesario que seamos un equipo de fútbol para animar a otras personas. A nivel individual, podemos llegar a amigos y vecinos; como pequeña empresa, a nuestros clientes; como multinacional, a nuestros proveedores y clientes. Si se trata de una ciudad, a sus habitantes, o incluso a otras ciudades, y lo mismo es aplicable también en el caso de países. (Véase CN Net).