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semiperiféricos
jurídicas, son interpretaciones de interpretaciones, un re examen de producciones de sentido.
2. La interpretación que se realiza, no busca intervenir sobre el discurso jurídico para reconstruir su sentido originario, por el contrario, destaca los elementos posibles, latentes y silenciados dentro la dimensión histórica. En la
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práctica, se trata de desnaturalizar el sentido común sobre la relación entre verdad y derecho, y las correspondientes construcciones de sujetos jurídicos (creadores, usuarios y objetos del derecho) que son sus respectivos portadores (Medici 2009, 188-189).
7.3 La administración de la justicia en los países periféricos y semiperiféricos
Boaventura de Sousa Santos, toma en cuenta la administración de la justicia en los países periféricos y semiperiféricos20, a partir del nivel de desarrollo
20 En la teoría económica que describe los niveles y avances de las economías mundiales, en los años sesenta del siglo XX surgió la llamada teoría de la dependencia en el seno de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en esta
económico y social que afecta el desempeño de los jueces.
El nivel de desarrollo de un Estado, condiciona el tipo y el grado de litigio social, como resultado de esta relación, también se afecta al litigio judicial. En una sociedad rural, que se encuentra dominada por una
institución descentralizada de Naciones Unidas, se empezó a utilizar los conceptos de países de centro, países de la periferia y países semiperiféricos. Los países centrales o de centro son aquellos que tienen un gran desarrollo de su economía expresado en su gran industria, tecnología y capitales. Estos países tienen una gran influencia en el sistema mundial al ejercer un dominio económico y cultural. Los países del centro transforman las materias primas provenientes de los países periféricos en bienes de consumo con un alto valor agregado, estos bienes son comercializados a escala global, generando grandes beneficios y utilidades en las economías de estos países. Como ejemplo de este tipo de Estados tenemos a Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, El Reino de los Países Bajos, entre otros. Los países periféricos, son aquellos que se especializan en la producción y exportación de materias primas o productos que tienen un alto valor en el mercado. Estos países importan los productos elaborados por los países centrales y generan una relación de dependencia hacia los mismos para la venta de las materias primas. Por ello, existe una dependencia entre estos países, se genera una relación entre los que compran materias primas y los que las venden. Estos países son latinoamericanos y africanos en su mayoría. Existe una tercera categoría, países que se ubican entre la periferia y el centro y son categorizados como países de la semiperiferia. Estos países tienen rasgos de atraso y otros de modernidad, dentro del sistema capitalista y la economía liberal. Estos estados han desarrollado una industria local y han tecnificado la extracción de material primas, pero en un nivel inferior al de los países centrales, situación que les permite tener un gran potencial productivo, mayor a los países periféricos. Entre estos estados se encuentran Brasil, México, Panamá, Chile, Bulgaria, Sudáfrica, entre otros.
economía de subsistencia, no se genera el mismo tipo de litigios presentes en una sociedad urbanizada y con una economía desarrollada (De Sousa Santos 2012,157).
En las sociedades periféricas y semiperiféricas existe una gran desigualdad social. Los derechos de primera generación, los derechos cívicos y políticos, son precarios. Esta situación es el resultado de la inestabilidad política de estos países, incluyendo largos períodos de dictadura. La precariedad de los derechos, es entendida como la otra cara de la precariedad del régimen democrático. Este fenómeno se presenta porque los regímenes dictatoriales no tuvieron grandes problemas al momento de garantizar la independencia de los jueces.
Una vez que se garantizaba la neutralidad política, la independencia de los jueces podía servir a los regímenes dictatoriales. La independencia de los jueces, de inspiración liberal es compatible con regímenes no democráticos. Ello se debe a que el control político suele ser ejercido por la exclusión, se aparta a los jueces de las áreas de litigio políticamente importantes para la
supervivencia del sistema. Se suman formas de intimidación difusa que crean sistemas de autocensura.
El objetivo, es reducir la independencia e imparcialidad del juez ante las partes que se encuentran en litigio, con ello se busca garantizar la lealtad pasiva de los jueces al régimen de turno. Así se precautela con esta estrategia que el poder/órgano judicial pueda sobrevivir con un grado de libertad relativamente débil. Pero ello no obliga al aparato judicial a tener manifestaciones plenas de lealtad, por ello cuando los regímenes autoritarios caen, la gran mayoría de los magistrados son confirmados por el nuevo régimen y continúan en funciones (De Sousa Santos 2012, 159-160).
Esa fragilidad de los jueces, en el dominio de la justicia distributiva y el resguardo de los derechos sociales y económicos se ve afectada en el campo de la lucha contra la corrupción en las áreas del consumo y del medio ambiente, estas últimas se constituyen en un área privilegiada para el protagonismo político y la visibilidad social de los jueces en los países centrales.
De Sousa Santos, establece que los patrones de litigio y cultura jurídica en los países con distintos niveles de
desarrollo, más allá del significado sociopolítico de la justicia, pueden tener dos elementos comunes:
El primero, toma en cuenta la lucha por la independencia del sistema y del poder judicial que se constituye en una lucha precaria, en la medida en que sucede en el contexto de fuertes dependencias del sistema judicial en relación con el ejecutivo o con el legislativo. Tenemos una lucha con medios limitados contra otros poderes, que por lo general tienen una actitud hostil, ante una independencia judicial que nunca es completa. De esta manera la independencia solamente se convierte en una cuestión importante cuando se sobrepasan los límites tolerables por las propias magistraturas o por los ciudadanos organizados en partidos, o en otras formas de asociación interesados en defender la independencia judicial.
El segundo elemento, se desarrolla en el terreno político concreto, en el cual la lucha por la independencia depende del desempeño efectivo de los jueces. Este desempeño va a permitir una gran variación interna, misma que va tener un impacto real y efectivo cuando está en juego la ampliación de la visibilidad social o el protagonismo político. Cuando se va más allá de los