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La arquitectura de la presa de Alicante, en el municipio de Tibi
Santiago Varela Botella Dr. Arquitecto Santiago Varela Rizo
Resumen
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La presa de Alicante, por los ciudadanos que la financiaron económicamente, o bien pantano de Tibi, según emplazamiento geográfico, se encuentra situado en el cauce del río Cavanes. Pasa a llamarse Montnegre tras la presa, hasta alcanzar las proximidades de Mutxamel. A partir de aquí recibe el nombre de riu Sec, tras rebasar las presas menores o azudes, hasta la desembocadura en el Mediterráneo. En el entorno de la presa fueron erigidas una serie de construcciones con distintas tipologías y funciones. Problemas de captación de las aguas y su aprovechamiento los ha habido desde tiempo inmemorial en este territorio, dado el clima y las características morfológicas del terreno. No puede extrañar que se pensara en la construcción de una presa con mayor capacidad de embalse de agua, mediante la cual quedara garantizado el mejor reparto de los recursos hídricos a lo largo de todo el año. La presa y el embalse dan origen a un complejo sistema hidráulico para conseguir el aprovechamiento integral del agua, que incluyen desde edificaciones en el entorno de la presa hasta diversos azudes o pequeñas presas a lo largo del río para derivar agua hacia los molinos harineros o hacia las tierras de la huerta. Palabras clave: Pantano, presa, azud, Tibi, huerta, regadío.
Resum
La presa d’Alacant, pels ciutadans que la van finançar econòmicament, o bé pantà de Tibi, segons emplaçament geogràfic, es troba situat a la llera del riu Cavanes. Passa a dir-se Montnegre després de la presa, fins a arribar a les proximitats de Mutxamel. A partir d’aquí rep el nom de riu Sec, després de sobrepassar les preses menors o assuts, fins a la desembocadura a la Mediterrània. A l’entorn de la presa van ser erigides una sèrie de construccions amb diferents tipologies i funcions. Problemes de captació de les aigües i el seu aprofitament n’hi ha hagut des de temps immemorial en aquest territori, donat el clima i les característiques morfològiques del terreny. No pot estranyar que es pensés en la construcció d’una presa amb major capacitat d’embassament d’aigua, mitjançant la qual quedés garantit el millor repartiment dels recursos hídrics al llarg de tot l’any. La presa i l’embassament donen origen a un complex sistema hidràulic per aconseguir l’aprofitament integral de l’aigua, que inclouen des d’edificacions a l’entorn de la presa fins a diversos assuts o petites preses al llarg del riu per derivar aigua cap als molins fariners o cap a les terres de l’horta. Paraules clau: Pantà, presa, assut, Tibi, horta, regadiu
Abstract
Arquitecto
The Alicante dam, as it is known by the citizens who financed it economically, or Tibi reservoir, depending on the geographical location, is found along the valley of the river Cavanes. It is renamed Montnegre after the dam, until reaching the vicinity of Mutxamel. From here it is called the river Sec, after passing the smaller dams or weirs, to the mouth in the Mediterranean. A series of constructions were erected around the dam with different typologies and functions. Problems of water capture and its use have existed since time immemorial in this area, given the climate and morphological characteristics of the terrain. It may not be surprising that the construction of a dam with a greater water reservoir capacity, and better distribution of water resources throughout the year, was planned. The dam and reservoir are the start of a complex hydraulic system that allows a complete use of water, ranging from the buildings around the dam to various weirs or small dams along the river to divert water to the flour mills or to the fields for growing vegetables. Keywords: Reservoir, dam, weir, Tibi, vegetable garden, irrigation
INTRODUCCIÓN
La presa de Alicante, así la denominaba Cavanilles debido a que fueron aquellos ciudadanos quienes la financiaron económicamente, o bien pantano de Tibi, si hacemos referencia a su emplazamiento geográfico debido a encontrarse en el municipio de esta población, se encuentra situado en el cauce del río Cavanes que en su origen en término de Castalla se denomina rio Verde. Pasa a llamarse Montnegre en el tramo situado aguas abajo tras la presa y hasta alcanzar las proximidades de Mutxamel. A partir de aquí recibe el nombre de riu Sec, tras rebasar las presas menores o azudes, hasta la desembocadura en el Mediterráneo, formando un pequeño delta como consecuencia de los aportes de las tierras que arrastra en las crecidas. La presa se encuentra situada en las coordenadas de 30º 30’ 4” de latitud norte y 3º 08’ 15” de longitud oeste, según la Cartografía Militar de España, hoja 846, escala 1/25.000, cuarto II, Tibi, que corresponde al levantamiento del año 1950.
Sus extremos se apoyan en dos cerros, denominados respectivamente Mos del Bou en el lado norte y La Cresta se encuentra situado al sur. El primero tiene una altura máxima de 603 metros siendo algo menos el segundo que no rebasa los 528 metros de cota. Geológicamente están formados por bancos calizos cuyos estratos resultan casi verticales, con una ligera inclinación recayente hacia levante.
En el entorno de la presa fueron erigidas una serie de construcciones con distintas tipologías y funciones, que constituyen un conjunto edificado del mayor interés arquitectónico. Su emplazamiento corresponde en parte a la misma posición cartográfica que la situación de la presa, siendo posible localizar otras edificaciones en la hoja 871, cuarto I Agost, escala 1/25.000, del año 1961.
La presa y el embalse que genera dan origen a un complejo sistema hidráulico para conseguir el aprovechamiento integral del agua y su energía dinámica.
A lo largo del recorrido del río se encuentran diversos azudes o presas hechas de tierra; son un total de quince situadas en el tramo que es denominado Montnegre, desde tiempo inmemorial fueron construidas, arruinadas y reconstruidas. Se aprovechan para embalsar agua que, convenientemente derivada, llegaba a los molinos harineros situados en el cauce que aprovechan la fuerza hidráulica en su accionamiento mecánico. También
La presa
La presa entre los montes
permitían regar huertos de distintas superficies, en general de escasas dimensiones, si bien suficientes para el abastecimiento de unos pocos moradores.
En el recorrido dentro del término municipal de Mutxamel existen tres presas menores o azudes del Consell o de Mutxamel, San Joan y El Campello. Permiten regular las avenidas torrenciales de las aguas, además recoger las procedentes de los barrancos más abajo de la presa de Tibi, al mismo tiempo son cabecera de las acequias principales del riego de la llamada huerta de Alicante, territorio que se extiende por el municipio de Mutxamel, San Joan de Alicante, El Campello y terrenos situados al norte del municipio de Alicante.
La situación geográfica de las tres queda referida a la cartografía del Instituto Geográfico y Catastral, corresponde a la Hoja Alicante, 2ª edición, datos del año 1966 con escala 1/50.000.
También se encuentran recogidas para el Ayuntamiento de Mutxamel en la cartografía levantada por Estudio Fotogrametría S.A. año 1984, Escala 1/50.000, Hoja 5.E.
Cerro del Mas del Bou y casa del pantanero
ANTECEDENTES
Existen numerosos estudios y trabajos publicados que hacen referencia a los riegos como sistemas jurídicos de la regulación y soporte de las aguas que se encuentra embalsadas en la presa de Tibi, así como de aquellas otras captadas en manantiales distantes que, convenientemente canalizadas, son conducidas hasta el Pantanet muy próximo al azud de Mutxamel, desde donde son distribuidas por distintas acequias para el riego de las tierras de la huerta de Alicante.
Estos estudios ponen de manifiesto, así mismo, la historia, la cronología y las características de la presa, incluso, en ocasiones alcanzan a hacer referencia a los azudes o presas menores situadas en Mutxamel. Tan solo una de estas publicaciones presenta planos detallados del muro que constituye la presa de Tibi.
Se da la particularidad de que junto a la presa principal hay diversas construcciones y otras estructuras funcionales. Todas ellas están ligadas a la historia del pantano; sin embargo, no han sido motivo o tema de atención hasta el momento presente.
La vertiente sur y construcciones complementarias
En el pasado, durante el año 1986 obtuve una beca, compartida con el ingeniero José Ramón Navarro Vera, del Instituto de Cultura Juan Gil Albert siendo su título Estudio previo y propuesta de rehabilitación del Real Pantano de Tibi. Resultados que ahora exponemos los autores de este trabajo divulgativo.
Fue nuestro propósito fundamental proceder a levantar mediante planimetría y altimetrías la totalidad de los elementos edificados situados en las proximidades de la presa, añadiendo una breve descripción que comprendía sus características formales y su estado de conservación material y estructural. Planteamos a modo de conclusiones una propuesta de conservación y rehabilitación material y funcional.
Paradójicamente nos encontramos con la inexistencia de un plano topográfico referente a la zona del estudio arquitectónico. Aquellos años el Plan Urbanístico del Municipio no recogía aquel paraje. Se hizo imprescindible proceder a levantar un plano topográfico apropiado dibujando las cotas con la finalidad de situar los distintos elementos en su lugar correspondiente.
Los dibujos están realizados a las escalas apropiadas, siendo iguales en series de similares características. Esto permite en los originales establecer comparaciones de los tamaños sin precisar medir. La necesaria manipulación de los planos, con su reducción en los tamaños que pueda derivarse de toda publicación hace necesario el apoyo y empleo de la escala gráfica, con la finalidad de efectuar el control métrico de las dimensiones y del espacio.
Esta parte de realización de trabajos de campo y la plasmación posterior en los dibujos a escala con la posterior propuesta de rehabilitación constituyó la parte fundamental de aquel trabajo. Insistimos que ahora plasmamos en este artículo, en aras de la divulgación de aquellos valores arquitectónicos.
DESCRIPCIÓN HISTÓRICA
Varios son los estudios y los trabajos publicados a lo largo del tiempo que tiene en común el estudio de los riegos ancestrales en la huerta de Alicante y de la presa de Alicante o pantano de Tibi, construido en tierras del actual municipio de Tibi, cuyas aguas en él recogidas permitía el riego de las tierras de Mutxamel, Sant Joan d´Alacant, parte de El Campello, Villafranqueza y La Condomina en el término municipal de Alicante. En total se trata de un territorio que comprende una superficie aproximada de cuarenta kilómetros cuadrados, cuya longitud máxima de norte a sur es de 8 Km. y cinco en la dirección de este a oeste. A mediados del siglo XIX la superficie de 30.674 tahúllas se beneficiaba del riego con las aguas embalsadas en el pantano. La presa se encuentra situado a unos 20 km. en línea recta al norte de la ciudad de Alicante, queda en el curso del río Cabannes o río de Castalla.
Problemas de captación de las aguas y su aprovechamiento los ha habido desde tiempo inmemorial, dado el clima y las características morfológicas del terreno. En estas circunstancias no resulta extraño que, tras la conquista de la comarca por las tropas cristianas de Alfonso X, se estableciera y fijara el control de las aguas originadas en la Olla de Castalla, cuya propiedad fue confiada a la oligarquía de la ciudad de Alicante, destinándola al riego de sus tierras en La Condomina.
Son diversas y resultan dispersas las noticias que, de forma fragmentada, aunque siempre constantes, son trasmitidas por los autores de diferentes épocas. Esto permite hacernos una idea de que posiblemente en todo momento debieron existir represas con las cuales se podía rebalsar el caudal de agua necesario para regar una huerta o bien mover los mecanismos de unos molinos harineros.
Desde este punto de vista tiene sentido la calificación de antiquísimas que Viravens otorga al citar una serie de azudes cuyo número era de quince. Estuvieron y aún existen en el cauce. Se encuentran situadas entre la presa principal y las secundarias pertenecientes al término de Mutxamel. Estas represas o azudes estaban realizadas en tierra, en consecuencia, resultaban de fácil reconstrucción tras la devastación a causa de las avenidas de las riadas periódicas o por la acción directa al poner en ejecución algunas de las sentencias que periódicamente se dictaban judicialmente, siempre en beneficio y aprovechamiento de los caudales de aguas a favor de los regantes hacendados de Alicante, a quienes Alfonso X había concedido tal beneficio. Las mismas noticias con diversos y similares problemas las encontramos con referencias a los azudes construidos aguas arri-
ba de la actual presa que fueron construidos por los vecinos de Castañal o de Xixona, etc.
Esto quiere indicar y hace suponer la existencia de una serie de obras de fábrica, de distinta importancia constructiva, siempre realizadas con la pretensión de obtener un aprovechamiento muy directo de las aguas del río, muchas de éstas con escasa capacidad para el embalse de reservas de aguas que fueran aprovechables con posterioridad en periodos de sequía duradera.
Por esta sucesión de circunstancias no puede extrañar que se pensara en la construcción de una presa con mayor capacidad de embalse de agua, mediante la cual quedara garantizado el mejor reparto de los recursos hídricos a lo largo de todo el año, en espacial en la época de estiaje siempre prolongado, cuando menos numerosas y abundantes resultan las lluvias y más necesario se hace aprovechar el agua embalsada para regar los cultivos de temporada.
Aunque hay noticias acerca de que los romanos construyeron una presa en las proximidades del emplazamiento de la actual, así como la construcción de un canal tallado en las rocas de las montañas conocido por el poético y romántico nombre de canal de los enamorados. Fue a finales del siglo XVI cuando se pensó en la conveniencia de llevarse a cabo los trabajos proyectuales primero y la posterior ejecución encaminados a levantar una obra de fábrica suficientemente duradera. A tal efecto se atribuye a Pere Izquierdo, un vecino afincado en la población de Mutxamel la paternidad del primer proyecto para construcción de la presa. Si bien estudios más recientes atestiguan que Jorge Fratin y los Antonelli Bautista y Christobal procedieron a revisar las propuestas empíricas del primero, procediendo a darle la forma definitiva en aquel momento. Éstos contaron con la autorización expresa de Felipe II, si bien el costo de la obra material debería ser sufragada por la propia ciudad de Alicante. Así mismo cabe dentro de lo probable que el mismo Juan de Herrera en su calidad de arquitecto real, supervisara los estudios realizados por Fratin y por los Antonelli, incluso que con posterioridad visitara el desarrollo de las obras. Los trabajos dieron comienzo durante el año 1579 y se dilataron hasta 1594 cuando, tras alcanzar la altura de 196 palmos el rey autorizó su terminación. Un hecho acaecido durante el año 1697 como fue la rotura de la presa, se trata de una acción que algunos autores consideran intencionada y otros por completo fortuita a consecuencia de una avenida de agua, dejó la presa fuera de servicio durante muchos años. Tras la reparación efectuada entre los años 1731 y 1738 en que se dieron nuevamente como finalizados, se logró el aspecto arquitectónico actual, realizándose en los alrededores diversas construcciones destinadas a albergar el personal encargado del cuidado y mantenimiento de aquella fábrica. De esta época datan los elementos residenciales y funcionales, también los emblemáticos y conmemorativos existentes en la actualidad. Todo ello dentro de un programa conceptual y territorial que podemos considerar de ideología propia de la Ilustración.
PANTANOS EN ALICANTE
Figueras Pacheco se refiere a las distintas presas existentes en la provincia de Alicante en los siguientes términos “ya en 1580 se levantaba sobre el Montnegre la modélica presa de Tibi; de 3,7 Hm3 de capacidad, para regar la Huerta de la capital, unas 30.600 tahúllas o sea 3.628 hectáreas. Y en el seiscientos surgen los pantanos de Elche, Elda y Petrer que regulan el Vinalopó y una rambla afluente. Las obras para la construcción del de Elche dieron comienzo en 1632, quedó destruido a consecuencia de una avenida de agua en 1793 y fue reedificado en 1842. Su capacidad es de 5 millones de metros cúbicos. Tiene la presa 22 metros de altura por 12 de espesor en la base y 9 en la coronación. Por otra parte, el de Relleu (0,6 Hm3) es de fecha incierta y se construyó sobre el río de la Vila o Amadorio. Fueron obras de iniciativa local, apoyadas en general por la Corona, mediante concesiones o prestamos. Se trata de presas de gravedad, excepto la de Relleu que es de bóveda y funcionan como presas-vertederos, sin aliviadero, por lo que suelen sufrir graves daños en las crecidas.
Del mayor interés resulta la referencia a la presa antigua de Elda, tal como describió Alberto Navarro Pastor (Historia de Elda, Tomo I página 207) quien hizo la siguiente descripción “La fábrica que entre 1684 y 1688 se construyó sería probablemente de escasa altura, pero paulatinamente se fueron superponiendo filas ((hiladas) hasta una altura – un siglo después, en 1793-
hasta de unos cuarenta y ocho palmos (aproximadamente diez metros de altura). El pantano del siglo XVII consistía en un fuerte muro de piedra y argamasa que cortaba el río por el mismo sitio en que ahora se encuentra, pero con una pequeña inclinación respecto a éste, pudiendo verse aún hoy, junto a la actual presa restos de los arranques en ambas orillas, del muro que fue derribado en la crecida de 1793”.
ARQUITECTURA DE LA PRESA DE TIBI
La característica tipológica de una presa es su perfil transversal y la disposición de la planta. La presa consiste en un muro que tiene que soportar el empuje del agua. La presión es nula en la cota mayor y máxima en la base, manteniendo un aumento lineal entre ambos valores.
La forma de la planta de la presa se corresponde con su emplazamiento en el terreno. En general la explotación sistemática de los recursos de aguas ha llevado a buscar los aprovechamientos en lugares de cotas elevadas, donde la topografía resulta ser más favorable, lo que permite utilizar la planta en arco.
La construcción de la presa durante el siglo XVI llegó a superar los cuarenta metros de altura, es la que ofrece en la actualidad, lo que constituyó un símbolo de la modernidad en la obra pública, que arrancó de conocimientos empíricos. La presa de Alicante realizada entre los años 1580 y 1595 corresponde al tipo arco-gravedad y su altura alcanza 42,70 metros. De esta manera inauguró las realizaciones en estas tierras que se completa con las situadas en Elche y Relleu.
El examen del perfil de la presa de Tibi nos induce a establecer que la fábrica resiste por gravedad. En cambio, la disposición de la planta en curva sugiere el funcionamiento en bóveda. Con lo dicho la cara interior, aquella que está en contacto con el agua tiene la superficie lisa. Sin embargo, la exterior, situada aguas abajo, se encuentra escalonada mostrando a la vista los sillares de piedra caliza extraídos de los terrenos contiguos. Un importante acopio de sillares situado en una plataforma a la derecha de la coronación de la presa así lo atestigua, muchos están perfectamente terminados y quedaron dispuestos para su colocación, preparados para una posible elevación de la altura del remate. A todo lo dicho hay que considerar que el núcleo interior del muro de la presa se encuentra formado por rellenos de mampostería aglutinada por morteros de cal.
En la base se pueden apreciar las entradas a las galerías de limpieza del fondo. Por su parte en la coronación a la izquierda se aprecia el aliviadero que permite la salida de aguas cuando sube el caudal a consecuencia de las avenidas torrenciales.
Otro elemento importante lo constituye la escalera que desde la base llega a la coronación. Está situada a la derecha de la cara exterior del muro. Se encuentra excavada en la roca, realizada en peldaños compensados de manera que siendo estrechos en la huella y la zanca es de considerable altura cada uno, permite resolver el desarrollo con escasa ocupación de la planta sobre el terreno.
ANÁLISIS ESTILÍSTICO
La presa de Alicante, en término de Tibi, surgió durante el siglo XVI como un hecho aislado y puntual debido a la necesidad de recoger, embalsar y aprovechar las aguas procedentes de la foia de Castalla, que eran escasas e irregulares, así lo fueron desde la remota antigüedad hasta fechas actuales. Si bien eran necesarias para el desarrollo de parte del territorio de la ciudad de Alicante, por entonces muy extenso. La construcción de varios azudes completaba el embalse y distribución de las aguas entre la presa y el mar.
Más adelante, durante el siglo XVIII la situación en España cambia sustancialmente. La primacía económica que hasta el primer tercio de la centuria había caracterizado la preponderancia de Madrid, se modifica y se traslada hacia la periferia, al convertir a las ciudades portuarias en importantes centros de actividad comercial, hecho que se traduce en un considerable desarrollo urbano de esos centros, formalizándose los primeros ensanches urbanos a través de los oportunos documentos técnicos.
Para los políticos, los ingenieros, militares y los economistas de la segunda mitad del siglo XVIII, las propuestas y proyectos de apertura de carreteras y canales constituía un intento de mo-
dernización y creación de riqueza sin precedentes hasta ese momento.
Las grandes obras proyectadas en Andalucía, Extremadura o Aragón con la creación de nuevos pueblos que garanticen la sedentarización de la población, figuran entre los objetivos a cubrir en aquel programa.
Dentro de este ambiente de desarrollo se encuentra el hecho de la intensa dinamización de la ciudad de Alicante. A través de su puerto se comercializaban gran variedad de productos, especialmente aquellos producidos en el territorio de la huerta, entre los que hay que destacar la elaboración de los vinos, afamados más allá de las fronteras españolas y sobre los que se ejerce un fuerte proteccionismo económico que garantiza la no competencia de otros procedentes de regiones próximas.
Dentro de esta situación se hace imprescindible la reparación y de nuevo la puesta en servicio de la presa arruinada por el accidente o atentado del año 1697, puesto que era necesario embalsar el agua y regularizar su reparto temporal a lo largo de las diferentes etapas de los cultivos. De hecho, su restauración coincide cronológicamente con ese periodo de expansión de las obras públicas auspiciadas por los ilustrados españoles.
Si bien la sociedad alicantina es eminentemente fisiocrática y vivirá, en cierto modo, de espaldas a las innovaciones industriales, el complejo construido en torno a la presa de Tibi hay que considerarlo como un conjunto diverso en lo funcional, acorde con los nuevos principios impuestos desde la oligarquía dominante. Sin duda, intenta ir más allá del mero y puntual acontecimiento de reconstrucción de la presa. Constituye una verdadera intervención efectuada sobre el territorio.
Las tipologías funcionales son las imprescindibles para el buen funcionamiento de los hombres que trabajan en la presa o de aquellos que, más adelante, se dedicaron a su mantenimiento, vigilancia y cuidado.
Por otra parte, la ordenación territorial es la imprescindible mediante un camino cuyo trazado es serpenteante debido a la accidentada topografía que discurre al pie de la presa. Ese camino articula tímidamente la estructura espacial. Junto a su trazado se fueron encadenando los diferentes elementos construidos, aunque en ocasiones el acceso hacia alguno de ellos resultó sin duda accidentado.
Además de este camino principal se fueron originado una serie de sendas secundarias que establecen relaciones y comunicación entre las construcciones próximas, tal como sucede entre las casas que denominamos A y C y la fuente con el lavadero que se encuentra situada a distancia intermedia entre aquellas, y al igual que el camino escalonado que desde ésta se dirige al fondo del valle.
A su vez un camino que discurre por la cota más elevada permite la conexión con la cantera donde se extrajo la piedra empleada en las construcciones. Con el pozo de nieve y la casa situada a mayor altura topográfica desde donde, por un nuevo camino formado por peldaños permite llegar a la pared de la presa tras atravesar sobre el aliviadero. Mediante este camino y por la coronación de la presa se cierra el circuito del itinerario peatonal. Aunque se dan estas relaciones, las casas carecen de una disposición u ordenación concreta. Las fachadas principales fueron orientadas hacia el cauce por donde discurre la corriente del río, pero carecen de voluntad proyectual vinculante y unitaria.
Arquitectónicamente las casas que fueron construidas exprofeso responden a los parámetros constructivos tradicionales, empleando muros de carga y estructuras horizontales leñosas. Estos muros verticales carecen de expresividad intrínseca, están realizados con fábricas de mampostería y posteriormente revocados superficialmente. Denota cierta pobreza material.
Ciertamente se desenvuelven dentro de los esquemas propios de la construcción no culta, aunque recogen propuestas características de la arquitectura disciplinar. Concretamente en lo referente a la tendencia a utilizar la planta de forma cuadrada, que es propia del momento clasicista que entonces se vivía. Para los arquitectos neoclásicos la relación 1:1 es considerada la ideal. Ello conduce a que las plantas de estos edificios resulten cuadradas, tendiendo a una volumetría cúbica. La subdivisión interior queda en nueve partes, esto es, según el canon palladiano. Tendrá pronta acogida, si bien con notables subversiones materiales, en diferentes casas construidas de nueva planta y en reformas llevadas a cabo en distintas realizaciones
de la huerta de Alicante, de las que cabe citar villa Ito, La Paz, Subiela, Vistalegre, incluso tendrá acogida posterior en el pintoresquismo de finales del siglo XIX, siendo el caso de la casa Benalúa, con posterioridad denominada villa García.
Son aspectos que se encuentran enmarcados en estas casas situadas en las actuaciones del pantano de Tibi. Resulta difícil apreciar aquella disposición palladiana. A su vez en el exterior el sistema de cubiertas inclinadas, con preferencia a una o dos aguas tampoco contribuye a mejorar la percepción cuasi cuadrada de la planta y, por descontado, tampoco a rememorar una visión cúbica de estos edificios. Posiblemente no entraba en el ánimo de sus autores alcanzar tal refinamiento arquitectónico.
A su vez, como propuestas quedan muy lejos de los planteamientos utópicos y revolucionarios de algunos arquitectos franceses contemporáneos a la época de realización en Tibi. El resultado global dista mucho de las actuaciones en las salinas reales de Arc-et-Senans, aquel proyecto de Ledoux tiene una frescura creativa que difícilmente vemos en el entorno del pantano, donde los edificios carecen de vinculaciones materiales que los articulen e interrelaciones entre sí.
Así mismo, el aspecto estético de las edificaciones con su tra-
Puente sobre el barranco, al fondo la presa
dicionalismo queda más próximo al populismo que a la arquitectura culta de ese momento. No existe el menor rasgo expresionista por la exaltación figurativa de la función, no se aprecia el menor rasgo de arquitectura parlante al estilo de aquellos proyectos de los arquitectos revolucionarios franceses en sus propuestas de albergue para los vigilantes rurales, o la vivienda para los leñadores, o la destinada a los guardas del río Loue asimilada en la propia corriente fluvial.
Sin embargo, no sucede lo mismo con los dos puentes, uno situado sobre el cauce del río y el segundo, próximo, pero salvando un barranco. Su arquitectura resulta mucho más estructuralista, son expresivos, muestran de manera exultante la cualidad del material. La piedra en uno de ellos, siendo el ladrillo en el segundo. Empleando en éste la piedra en las zonas tectónicas más comprometidas, tal como son las claves en ambos arcos laterales y en la bóveda y en los salmeres. A la vez que en determinadas zonas los sillares de mayor longitud actúan a modo de llaves de articulación entre la bóveda y los contrafuertes, sin olvidar la elegante solución de recrecidos mediante sucesivas hiladas de ladrillo para absorber la diferencia de nivel entre ambos extremos. Incluso los aliviaderos de las aguas pluviales están resueltos con eficacia funcional.
Puente sobre el cauce del río
La tipología de estos puentes tiene toda la sobriedad de la obra pública realizada durante la Ilustración. Sus anónimos proyectistas y sus constructores dominaban perfectamente el oficio. Dentro de modestia espacial, pues la luz en ambos casos está en torno a los 7 metros, están resueltos con enorme dignidad, sus sencillas estructuras desprovistas de toda ornamentación, aparte del delicado tratamiento del pretil del segundo, manifiestan rasgos reconocibles en otros puentes coetáneos.
La utilización de la bóveda circular rebajada frente a la de medio punto, así como el uso de los materiales singulares, caso del ladrillo cerámico, son características que se pueden contemplar en obras similares en territorios más o menos próximos.
Los dos puentes más interesantes construidos en la segunda mitad del siglo XVIII en alicante son los de Almoradí y en Guardamar, que fue destruido a consecuencia de una riada de agua, ambos tienen una luz similar si bien los arcos son de directriz carpanel, esto es de tres centros. En cuanto al recurso a la bóveda de ladrillo se hace inevitable la referencia a los distintos puentes del Canal Imperial de Aragón, que son coetáneos a estos junto a la presa de Tibi.
Casa de los albañiles
Además, hay una serie de elementos emblemáticos y conmemorativos cuyo aspecto formal resulta de características neoclásicas. A este grupo se adscribe el pedestal perteneciente a la fuente, cuya iconografía figurativa con la representación de peces se encuentra repetida ampliamente en la estatuaria del momento, siendo el significado con interpretación desde la óptica pagana clasicista y también dentro del cristianismo.
El pedestal conmemorativo situado sobre el puente de piedra forma igualmente parte de los mismos postulados. Al efecto empleando un lenguaje por completo academicista, con un mesurado control de las proporciones entre el todo y las partes. Con el mesurado control de las proporciones entre el todo y las partes. La placa se encuentra rotulada en letra capital romana y rememora las estelas conmemorativas realizadas durante aquella civilización.
A su vez, la ermita o capilla constituye una pieza integrada en la casa del pantanero; tuvo campana para los toques de liturgia. Es una pieza de planta rectangular donde, concretamente, el altar retablo corresponde a una realización academicista que podemos considerar normalizada, de composición adintelada y
Fuente de agua potable
volúmenes escasamente resaltados, utilizándose al tiempo una policromía contrastada de colores muy oscuros tal como corresponde a las soluciones de la época y remite a las terminaciones cromáticas de la Roma antigua.
En este conjunto de elementos nos encontramos ante unas instalaciones que fueron pensadas y previstas para conseguir la subsistencia básica de un grupo reducido de obreros y personal encargado del mantenimiento del pantano. De ahí la diversidad de instalaciones funcionales existentes.
Aunque es cierto que el deterioro es diverso, si bien existen todavía diversos indicios que permitirían una restauración formal de aquellos elementos constitutivos de cada construcción. Éste sería el objetivo a considerar en la posible y necesaria restauración del entorno natural de la presa y embalse de Tibi.
A cierta distancia aguas abajo, situadas en un tramo del cauce que apenas excede un kilómetro de su recorrido, se encuentran los tres azudes o presas menores. Situadas en el actual término de Mutxamel, reciben el nombre de las poblaciones hacía donde se dirigen las acequias de las que son origen, esto es Mutxamel, San Joan y El Campello. Fueron construidas con fábricas de sillería, con muy buena factura, y obedecen a tipologías distintas entre sí.
Individualmente carecen de la misma importancia que la presa de Tibi, pero su conjunto se hace necesario para el correcto funcionamiento de ésta y para aprovechar las aguas de la cuenca inferior del rio. Sin embargo, también son dignas de importancia, puesto que son la clave del funcionamiento del sistema de regadío, que se inicia en aquellas y permite la distribución a través de la red de acequias.
Incluso la actual de Sant Joan podría tener origen temporal muy anterior, de cronología más remota incluso que la presa de Tibi. Ello a tenor del topónimo empleado en la denominación de la acequia Gualeró que de allí arranca.
A diferencia del conjunto de Tibi, estas tres construcciones anexas son de menor entidad arquitectónica, siendo su carácter estrictamente funcional.
Arriba a la izquierda: Imagen en el Semanario Pintoresco Español, 1844 Arriba a la derecha: Dibujo de Isidro González Velázquez, c a 1777 Abajo: Grabado en la Geografía del botánico Cavanilles, 1795-97 Biblioteca Nacional de España
ALGUNAS IMÁGENES DE LA PRESA
En el siglo XVIII y la centuria siguiente se llevaron a cabo algunos dibujos con la representación de la arquitectura de la presa incluida en su territorio natural. Con brevedad analizamos tres de aquellas imágenes.
La realizada por Isidro González Velázquez consiste en un dibujo a lápiz con punta de sanguina. Es casi frontal, si bien permite mediante el sombreado materializar la curvatura de la cara exterior de la pared cuyo alzado en forma de V apoya en los cerros laterales y por encima de la presa se aprecia el entorno montañoso. En la parte de la izquierda se ha representado el
Azud de Mutxamel
Azud de Sant Joan
Azud de El Campello
hueco de drenaje por el que mana un chorro de agua de gran caudal. Característica resulta la ausencia de la figura humana que pudiera dar proporción a la arquitectura, lo que se consigue mediante las barandas metálicas situadas en la parte superior del muro. Esta ausencia de la figura humana origina un paisaje abrupto y sublime que remite a cierto romanticismo, superando las imágenes serenas de las soluciones neoclásicas.
Azud de Sant Joan con una avenida de agua
Por su parte, Cavanilles en su Geografía publicó (1795-97) un grabado donde el dibujante dio mucha importancia al medio montañoso, de tal manera que el cerro situado al norte se representa ocupando la mitad derecha de la imagen. En la otra mitad restantes apreciamos la presa escalonada, a su pie el torrente de agua que mana a través de la galería de limpieza situada en la base y que permite el drenaje del fondo. Se representa la cara superior del muro, con el aliviadero a la izquierda. Detrás, la lá-
mina del agua del estanque, delimitado mediante montes cuyas alturas en disminución proporcionan lejanía al paisaje.
El tercer grabado los encontramos en la publicación Semanario Pintoresco Español. Constituye una copia muy simplificada del precedente publicado por Cavanilles, si bien incluye dos figuras humanas que, situadas en la cima de la pared, contemplan la superficie tranquila del agua embalsada.
OBRAS DE RESTAURACIÓN EN EL AZUD DE MUTXAMEL
Durante los últimos meses del año 2017, los autores del presente artículo recibimos el encargo, por parte del Ayuntamiento de Mutxamel, con la finalidad de redactar un proyecto de arquitectura que, bajo el título Obra restauración casamata, casa del pantanero y balsa de decantación, en su contenido pretende la restauración de la casa del pantanero y contigua donde se encuentran las compuertas de regulación del cauce del río, también efectuar la limpieza de la balsa, hoy parcialmente aterrada, que servía para la decantación del agua de los componentes sólidos y elementos diversos, antes del retorno del líquido de
Arriba: Casa del pantanero. Exterior e interior de la casa e imagen de la restauración. Abajo: Imagen del centro de interpretación
nuevo al cauce del río. Se contempla igualmente la construcción de un pabellón de nueva planta, destinado a centro pedagógico para la explicación de las construcciones hidráulicas existentes en dicha cuenca.
Este módulo está proyectado con formas y elementos constructivos de arquitectura actual. Se encuentra prevista su implantación en una cota elevada sobre el cauce del río Seco, al mismo tiempo en alto del terreno correspondiente al paraje natural denominado la Sabateta, desde donde se domina el cauce, así como la fábrica del azud y las construcciones contiguas originarias. Por otra parte, la restauración prevista efectuar en la casa del azuter y en la balsa de decantación se efectúa siguiendo las técnicas similares a las empleadas en la edificación original. Siendo innecesario ubicar en la actualidad la habitación destinada al encargado cuidador de esas instalaciones, se pretende destinar su interior a exponer los elementos del contiguo partidor y funcionamiento del azud, dentro de los mecanismos para el aprovechamiento de los recursos hídricos, tal como ha sido durante siglos.
Contiguo y vinculado a la casa del azuter existe el área de un patio que ha perdido su función de origen, donde proyectamos un área parcialmente cubierta para el descanso de los transeúntes de la ruta que discurre por el río, con la realización de una fuente de agua donde repostar y bancada donde recuperar fuerzas.
La casa donde se encuentran las compuertas tiene una arquitectura sencilla e interesante. En sus paredes hay varios grafitos de carácter religioso y realización naif, cuya restauración se contempla efectuar.
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