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¿Son posibles los cultivos de servicio en maíces tempranos?
La Chacra Bragado-Chivilcoy se anima a más y pone a prueba los cultivos de servicio en planteos súper intensificados. En el marco del Congreso compartieron los resultados.
Frente a ciertas problemáticas como la disminución en los niveles de pH de los suelos, los bajos niveles nutricionales o la presencia de densificaciones en los horizontes superficiales y sub-superficiales, la Chacra Bragado-Chivilcoy se planteó desde hace 5 años probar localmente diferentes alternativas de intensificación de la secuencia de cultivos y evaluar su desempeño en cuanto a productividad, eficiencia de utilización de recursos y resultado económico. Entre las opciones de intensificación se animaron a una rotación que incluye la siembra de un cultivo de servicio (CS) entre la cosecha de la soja de segunda y la siembra de los maíces tempranos. Bernardo Romano, productor referente de la Chacra explicó que como cultivo de servicio probaron una mezcla de especies con el objetivo de complementar beneficios: leguminosas aportantes de nitrógeno (N), gramíneas de carbono (C) y crucíferas capaces de destruir, con su sistema radical, densificaciones sub-superficiales.
Algunas de estas mezclas incorporaron hasta 9 especies entre vicia, nabo, rabanito, tréboles, cebada, trigo, etc.
De izq. a der. B. Romano, I. Alzueta
Plenaria: ¿Cómo impacta los cultivos de servicio en maíces tempranos?
Disertantes: B. Romano I. Alzueta
Producción de materia seca
“Pese a tener un periodo de desarrollo muy acotado entre la soja de segunda y la siembra del maíz temprano (4 a 5 meses) los CS alcanzaron productividades de 4 a 6 tn MS/ha, y aportes de C de 300-400 kgC/ha. Estos aportes sumados a los 800- 900 del maíz siguiente permiten saldar positivamente la pérdida anual de C, que en la zona ronda la tonelada”, explicó a su turno Ignacio Alzueta, GTD de la Chacra.
Rendimientos
En cuanto a los rendimientos del maíz temprano posterior, las diferencias encontradas respecto de los testigos - que permanecieron con barbecho químico – fueron variables en función de los años. Así, en 2015/16 los rindes obtenidos fueron similares y en 2016/17 la mezcla de vicia, centeno y rabanito logró quedar 1.600 kg/ha arriba del testigo. Sin embargo, en la campaña 2017/18 el saldo fue de 500 kg/ha en favor del testigo respecto de una mezcla de servicio de 9 especies. Según Alzueta, esta diferencia tuvo que ver con la helada tardía que azotó al maíz en V7, cuando la cobertura presente en el suelo intensificó los efectos de las bajas temperaturas. En términos generales, los mayores rendimientos se obtuvieron con mezclas de 3 especies (una leguminosa, una gramínea y una crucífera).
Nitrógeno, densificaciones y control de malezas
Los resultados de los ensayos - que ya se están extrapolando a nivel de lote – mostraron que la inclusión de CS proporcionó un extra de 25 kg/ha de N al maíz siguiente, que pudo ser aprovechado durante el periodo de determinación de los componentes del rendimiento (R1). Incluso se logró mantener un extra de 15 kgN/ha que quedó disponible para el trigo del invierno siguiente. En cuanto a la acción de las crucíferas sobre las densificaciones, se observó una menor proporción de bloques densificados en el lote con CS respecto de la situación de barbecho. El efecto positivo de estos CS en el control de malezas fue notable puesto que, apoyándose en herramientas de cálculo específicas, la Chacra estimó una disminución del impacto ambiental del paquete de herbicidas usado, de hasta 3 veces respecto de la situación de barbecho. “Estamos prácticamente prescindiendo de los herbicidas emergentes y ya no usamos residuales”, explicó Alzueta.
¿Cuánto intensificar?
Si tomamos una situación de pastura como referencia con un tiempo de ocupación del 100% y una de doble cultivo que puede tener hasta un 75% de ocupación, la rotación Tr/Sj2° - Vicia/Mz temprano (comenzando el 1/6/17 y hasta el 4/4/18) permite un 90% de ocupación del lote. Cabe destacar que no es posible intensificar en todos los ambientes debido al alto riesgo de anegamiento de los cultivos invernales que existe en la zona. En cuanto al consumo de agua, los integrantes de la Chacra consideran que la inclusión de CS no pone en peligro la disponibilidad hídrica posterior. “Encontramos diferencias de 30-40 mm de agua acumulada en el perfil en favor de la situación de barbecho, pero en una zona donde el exceso es más problemático que la falta, esto no nos preocupa. Incluso se tiene tiempo para recargar perfil antes del periodo de mayor demanda del cultivo de grano”, aseguró el GTD.
El manejo
La vicia se sembró a voleo con avión sobre la soja de 2° antes de que esta última alcance la madurez fisiológica. Con la vicia aun viva se sembró el maíz hacia finales de septiembre/principios de octubre. Al respecto, Romano explicó que probaron secar la vicia tanto química (con una mezcla de glifosato, dicamba y coadyuvante) como mecánicamente (con rolo faca) pero que en la búsqueda de acortar lo menos posible el ciclo del CS y la generación de C, comenzaron a probar la siembra del maíz sobre el cultivo vivo con muy buenos resultados. “La vicia no afecta el tránsito ni la operatividad de la sembradora. El suelo está bien esponjoso y el rastrojo, todavía verde, es fácil de cortar”, concluyó. En este sentido, Romano aclaró que “no hubo necesidad de atrasar la siembra de maíz por las bajas temperaturas de suelo, sino que por el contrario, la cobertura ayudó mantenerla estable y a niveles adecuados”.
El resultado económico
Los planteos con CS, que no pueden ser comercializados, mostraron un costo extra que promedió los 150 US$/ha, pero vale destacar, que los ahorros en herbicidas y nutrición de los cultivos posteriores cubren ese costo sobradamente. De la misma forma, mejoran el resultado económico de los mismos gracias a su aporte al rendimiento.