4 minute read

Tres provincias frente a las oportunidades de la bioeconomía

Los ministros de Agroindustria y Producción de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires analizaron las oportunidades en torno a la transformación de biomasa en combustible y otros subproductos amigables con el medioambiente.

DISERTANTES C. Dunan; L. Sarquis; A. Ciciliani; S. Busso; M. Torres

Bajo el título “De la producción primaria a la nueva oportunidad bioeconómica”, se reeditó el clásico panel presente en todos los congresos de Aapresid y que reúne a los referentes de las carteras de Producción y Agroindustria de las principales provincias de la zona núcleo. Por el lado de Santa Fe, estuvo presente la ministra de la Producción, Alicia Ciciliani; por Córdoba, el titular de la cartera de Agroindustria, Sergio Busso; y por Buenos Aires, el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquis.

En esta edición, se invitó a los ministros a que analicen las oportunidades para transformar la biomasa en energía o combustible y contribuir a promover prácticas sustentables. A la mesa también se sumó Claudio Dunan, director de Estrategia de Bioceres.

“Estamos frente a un cambio de paradigma respecto al modelo de generación energética del siglo XX, es necesario dejar de consumir recursos fósiles. La próxima década demanda una baja emisión de carbono, una eficiente utilización de recursos y una sociedad más inclusiva”, sostuvo Dunan.

La ministra de Santa Fe, Ciciliani, recordó que el transporte público de Rosario funciona con biocombustible, una iniciativa que surgió luego de que Estados Unidos y la Unión Europea impusieron aranceles elevados para exportar biodiesel, lo que generó un excedente en la producción local. “Estas iniciativas son exitosas y no las medimos sólo desde el punto de vista económico sino por su impacto en el medioambiente y la salud de las personas”, dijo.

Ciciliani destacó los programas como el de “Buenas Prácticas” que el gobierno santafesino lleva adelante en materia de biomasa y que comienzan con la asistencia técnica al productor para que vea un recurso en lo que antes consideraba un residuo.

A su turno, Sarquis mencionó la experiencia de una fábrica de aceite de oliva en una localidad bonaerense que produce su propia energía utilizando el carozo de las acei- tunas. Este ejemplo muestra que existen alternativas que generan un círculo virtuoso. “Tenemos que comunicar a la sociedad los beneficios de la bioeconomía para que comience a ser evaluado como algo que tiene impacto en la vida cotidiana”, dijo. “La bioeconomía nos acerca a una agricultura con foco en lo social. Y todo esto avanza y prospera si hay una cadena de coherencia entre los sectores públicos y privados”, sostuvo, y celebró la posibilidad de mesas de debate con Aapresid.

Por último, el titular de Agroindustria de Córdoba, Sergio Busso, dijo que las provincias poco pueden hacer para mejorar las condiciones macroeconómicas que dependen de Nación. Pero recordó que es mucho lo que se puede hacer en cuestiones locales como la infraestructura rural, la conectividad o el arraigo. “Con esta agenda nos juntamos las provincias de la región centro y compartimos experiencias más allá de las diferencias políticas que tenemos. Así resolvemos cuestiones interprovinciales como las cuencas, y nos reponemos de las duras consecuencias del cambio climático que trajeron grandes precipitaciones y una sequía importante”, sostuvo.

En cuanto a la bioeconomía, Busso consideró que con ese modelo de diálogo las provincias deben ponerse al frente de esa agenda tomando las experiencias que se presentan en los distintos distritos y de acuerdo a sus características. Subrayó la importancia que tiene el maíz en Córdoba ante una cosecha de 20 millones de toneladas. Y planteó un interrogante: “¿Mandamos todo eso a los puertos o lo transformamos y agregamos valor?” A modo de ejemplo, destacó que las tres plantas de bioetanol que hay en su provincia transforman un millón de toneladas de maíz en ese combustible.

This article is from: