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Historia de pioneros: vieron lo que estaba pasando afuera y se lanzaron a desarrollos
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Con más de 30 años, la empresa argentina Al High Tech produce semillas de colza y girasol, bioestimulantes y desarrolla proyectos sustentables, siguiendo modelos exitosos a nivel mundial. José Luis Albero, fundador y actual director técnico de la firma, analiza el panorama de la industria de oleaginosas, el rol de su empresa en este contexto, los desafíos y proyecciones.
La firma Al High Tech (ALHT), con sede central en Temperley, Buenos Aires, fue fundada hace 30 años como una empresa familiar para generar y convalidar nuevas tecnologías agropecuarias sustentables, eficientes, que aseguren impacto positivo y mejoras en los márgenes de rentabilidad del productor.
El ingeniero José Luis Albero, fundador y director técnico de la empresa, cuenta con amplia trayectoria profesional por haber trabajado en empresas dedicadas a la producción de semillas, agroquímicos y empresas de biotecnología tanto en Argentina como en Norte y Sud América, Europa y Sudáfrica. Este recorrido le permitió desarrollar experiencia y pasión, y en 1991 se lanzó a inaugurar ALHT.
Desde sus inicios, esta empresa enfocó sus esfuerzos en impulsar y desarrollar proyectos sustentables, siguiendo modelos vigentes y exitosos en otras regiones del mundo, y orientándolos a Argentina y el Mercosur. “Mantenemos un estrecho contacto con Universidades e Institutos del exterior, así como también con empresas internacionales. De esta forma logramos un continuo intercambio para buscar nuevas tecnologías que se puedan adaptar a nuestros ambientes, siendo ésta una característica que nos diferencia”, señaló el ingeniero.
Actualmente, ALHT tiene dos programas principales de investigación y desarrollo: “ALHT Seeds” y “ALHT Bio”. Para llevarlos a cabo, la empresa cuenta con un equipo interdiscipli- nario de profesionales que incluye ingenieros agrónomos, biólogos moleculares, un ingeniero en alimentos, una diseñadora gráfica, un economista y una traductora pública, y a lo que se suma el componente familiar, que conserva desde sus comienzos.
La colza o canola es la segunda oleaginosa en importancia en el mundo. En Argentina se consolida como una opción de cultivo invernal con grandes beneficios ya que produce aceite comestible de excelente calidad, harina proteica de alto valor nutricional y biodiesel, lo que genera mayores oportunidades en cuanto a mercados. Se trata de un cultivo con gran plasticidad, capaz de compensar bajas densidades, y se complementa muy bien con otros cultivos, por lo que juega un rol importante en la diversificación de las rotaciones.
Pese a las numerosas oportunidades que representa, el fundador de ALHT señaló que hasta hace muy poco tiempo no había desarrollos locales para híbridos de colza adaptados a estos ambientes. Frente a este panorama, la empresa originalmente se orientó a la búsqueda de nuevas genéticas para este cultivo, con buen comportamiento fitosanitario, alto rendimiento y contenido de aceite para el Mercosur. Con el tiempo, este objetivo se amplió y comenzaron a desarrollar también híbridos de colza destinados a la exportación hacia Alemania y Holanda.
Otro pilar fundamental de la empresa es el cultivo de girasol, introduciendo numerosos híbridos al mercado. “En girasol, las necesidades de la industria alimenticia y energética marcaron los lineamientos para la generación de nuevos materiales con características diferenciales por calidad para distintos usos”, remarcó José Luis. Asimismo, también llevaron a cabo la producción de semillas de trigo candeal para Italia.
Respecto a las principales ventajas competitivas de estos cultivos, el especialista destacó que la colza otorga grandes beneficios al incluirla como parte de la rotación con otras especies invernales como trigo y cebada. “En toda Europa, Canadá, Australia y demás países productores, la colza vuelve al potrero al tercer invierno o tercer verano en Canadá. La rotación
La colza o canola es la segunda oleaginosa en importancia en el mundo. En Argentina se consolida como una opción de cultivo invernal con grandes beneficios ya que produce aceite comestible de excelente calidad, harina proteica de alto valor nutricional y biodiesel más positiva ocurre con gramíneas, pero también se vieron grandes resultados con girasol, maíz y soja”. Junto con el girasol, la colza también es el cultivo que tiene mayor capacidad de extracción de agua en la pampa húmeda.
Sobre la situación actual para estas oleaginosas, el ingeniero Albero explicó que la colza, junto con la soja, es de los cultivos oleaginosos al que mayor inversión se le dedica para el mejoramiento genético y uso de biotecnologías. La creciente importancia en la reducción de huella de carbono y la buena calidad del aceite de crucíferas como materia prima para producir biodiesel en la aeronavegación, agregaron una nueva demanda en el mercado de biodiesel. Esto gene- ró un incremento en la demanda y el precio en los últimos dos años. Por otra parte, Argentina dispone de capacidad ociosa en su molienda de granos oleaginosos. “Estos factores están haciendo cambiar de actitud a la industria aceitera y exportadora de granos en Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina”, afirmó el ingeniero.
La demanda creciente de producción sustentable de alimentos y energía sugieren una perspectiva muy favorable para estos cultivos, con un crecimiento para los mercados de aceites vegetales de colza y girasol para alimentación y bioenergía renovable, como así también la demanda de proteína vegetal destinada al consumo humano y animal.
En cuanto a las condiciones locales, Argentina, por sus características, cuenta con la posibilidad de producir colza desde el extremo norte al sur, en diferentes ambientes, siempre que haya disponibilidad suficiente de agua en el perfil. Los materiales primaverales alcanzan buenos rendimientos en suelos con reservas de agua de 60/80 mm y lluvias adicionales en su ciclo de 230/260 mm. En la región centro-sur de la Pampa Húmeda, los híbridos invernales son muy seguros y producen un 50% más que los primaverales, con regímenes de oferta de lluvias similares a los primaverales. “Argentina, Uruguay y Chile tienen la posibilidad de contar con clima templado y subtropical que admite los dos tipos de colzas”, aseguró Albero.
Para atender las demandas de un mercado y contexto cambiantes, ALHT dispone del programa “ALHT Seeds” dedicado al perfeccionamiento e incorporación de nuevos conocimientos y tecnologías para el criadero de semillas de oleaginosas. Dentro de este programa, también se desarrollan líneas que investigan el comportamiento de dichos cultivos en intersiembra. Este sistema, que forma parte de lo que se conoce como Agricultura Regenerativa, es una alternativa para incrementar la certeza en los rendimientos y lograr mayor competitividad y rentabilidad respecto a los cultivos tradicionales.
“Los híbridos en colza son una verdadera evolución sobre las variedades de polinización abierta. No solo porque tienen mayor rendimiento y sanidad, sino que además facilitan el manejo de cosecha por ser altamente indehiscentes”, destacó el titular de ALHT. La firma dispone actualmente de híbridos primaverales e invernales específicos, todos aptos para siembra convencional, directa y en cobertura.
Los híbridos de ciclo más largo se recomiendan para lograr máximos rendimientos. Sin embargo, para que esto sea posible, las siembras deben ser tempranas en otoño (fin de marzo/ abril). En este punto, la siembra en cobertura representa una importante ventaja ya que la decisión de siembra no dependerá de la época
“Los híbridos en colza son una verdadera evolución sobre las variedades de polinización abierta. No solo porque tienen mayor rendimiento y sanidad, sino que además facilitan el manejo de cosecha por ser altamente indehiscentes” de cosecha del cultivo de verano. Un ejemplo de esto es la siembra sobre soja y maíz madurando, que se pueden realizar en dichas fechas utilizando solo 4,5 kg de semilla pelleteada. natural de los suelos y superar la barrera de rendimientos”, explicó José Luis, quien destacó también que desde el 2022 la empresa avanzó rápidamente en el mercado de bioestimulantes.
Por otro lado, los híbridos de ciclo medio primaverales son resistentes a imidazolinonas. Estos materiales se siembran en las zonas centro y norte del país durante el mes de abril, preferentemente. Finalmente, los híbridos de ciclos cortos cuentan con muy buena tolerancia a enfermedades y se pueden sembrar como última fecha en mayo en las zonas centro y norte, o a la salida del invierno, fin de julio/agosto para cosechar antes de fin de año.
“Los biofertilizantes surgen como una gran alternativa a los fertilizantes químicos, sobre todo en Europa, donde el uso de productos fitosanitarios es limitado. La combinación de proteínas y aminoácidos con otros bioactivos que contienen las algas y proteínas vegetales, estimulan a las plantas para superar períodos de estrés climático, sequías, golpes de calor, heladas, etc. Además, estos productos cuentan con sales orgánicas biofertilizantes en solución acuosa”, explicó.
Como parte de un enfoque integral para el manejo de cultivos, en 2018 ALHT inició un programa para impulsar el desarrollo de biofertilizantes llamado “ALHT Bio”. “Los biofertilizantes son clave para mantener e incrementar la fertilidad
Hasta el momento, ALHT cuenta con 3 productos comerciales: ‘Bio Colza’, producto foliar para cultivos de hoja ancha, ‘Bio Maíz’ de uso foliar para cultivos de hoja angosta y ‘Seed Ultra’, para tratamiento de semillas de todos los cultivos. Dichos productos fueron diseñados por biólogos moleculares, quienes dosificaron los componentes para que sean efectivos en dosis pequeñas: 3 litros por hectárea en los productos foliares y 0,300 cc cada 100 kg de semilla en caso de pelleteados de semillas.
Para asegurar el éxito en los resultados, ALHT provee también un servicio de asesoramiento para productores a través de sus distintos canales de comunicación. De esta forma, se crea un contacto directo con los productores y asesores, y tras un diagnóstico mediante fotos y videos de los cultivos, los especialistas de la empresa brindan recomendaciones y evacúan cualquier duda.
Para concluir, el empresario remarcó que Al High Tech es la única empresa de semillas que hace más de 30 años se dedica al mejoramiento y adaptación de genética de colza para Ar- gentina, Uruguay, Brasil y Paraguay: “Tanto la genética para nuestros materiales oleaginosos, como nuestras investigaciones en el área de biofertilizantes, fueron tomadas de los países centrales de Europa donde la producción de cultivos invernales tiene los máximos rendimientos del mundo. Las evaluaciones oficiales muestran resultados muy positivos de nuestros híbridos en las distintas zonas de producción. Toda nuestra semilla es de alta calidad y tratada con insecticidas, fungicidas y bioestimulantes para tener una implantación del cultivo debidamente protegida y biofertilizada”.
La misión de ALHT es cumplir con las demandas del mercado local y de las industrias alimenticias y energéticas, y contribuir a la sustentabilidad de la producción a través de un fuerte compromiso con el estudio en las áreas de la genética, biotecnología y también los procesos de producción.