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Recalculando planificación forrajera post Niña
El lento pero prometedor inicio de una fase climática Neutral después de años de sequía, impone desafíos para recomponer la cadena forrajera en los establecimientos ganaderos. Llegó el momento de ser creativos y planificar estratégicamente hacia adelante.
Los pronósticos climáticos comienzan a ser un poco más alentadores. El fenómeno “La Niña” comenzaría a dar paso a una fase neutra y las lluvias volverían lentamente a valores normales (Figura 1). Sin embargo, los perfiles de suelo en gran parte de Argentina siguen extremadamente secos. De hecho, los mapas elaborados por INTA indican que el agua útil continúa muy por debajo de los valores normales previstos para esta altura del año (Figura 2a y 2b).
Por: Dr. Ing. Agr. José
Martín Jáuregui Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA - UNL).
Esta situación inusual y sostenida desde hace varios años, impone desafíos para recomponer la cadena forrajera de los establecimientos ganaderos. Muchos campos no pudieron hacer buenas reservas debido a la sequía extrema y las altas temperaturas, y a lo que se suma la reciente helada en amplias zonas del país. Por otro lado, hay un 60% de probabilidades de que se dé un efecto Niño durante la primavera 2023. Esto implica que la planificación forrajera deberá ser muy bien pensada y analizada.
La pregunta que surge entonces es: ¿qué alternativas o estrategias se podrían implementar para enfrentar la campaña 2023?
Consumo de cultivos en pie
La inversión en cultivos de grano generalmente es alta. Esto hace que el productor se mantenga reacio a decidir pastorear esos lotes. Sin embargo, frente a escenarios como el actual y ante la confirmación de que los rindes serán muy bajos, cuanto antes se tome la decisión de pastorear el recurso, mejor. Esto es así porque mientras exista material verde, la digestibilidad será mayor, pero a medida que el estadío fenológico de los cultivos sea mayor, esta digestibilidad caerá proporcionalmente.
Para maximizar la eficiencia de aprovechamiento de estos recursos en pie, es importante armar franjas pequeñas (idealmente diarias) y ajustar la carga. En caso de que la calidad del recurso sea muy baja y/o las categorías a alimentar sean de alta demanda, se pueden armar franjas más grandes para permitir una mayor selección y mejorar la calidad de la dieta. Se debe tener precaución en el caso de pastorear lotes de maíz manchoneados ya que pueden existir sectores con alta proporción de grano y se corre el riesgo de sufrir eventos de acidosis (Foto 1).
Siembras tempranas de verdeos
La pérdida de importantes superficies de cultivos de verano para elaborar reservas (silo y rollos) genera una fuerte inestabilidad en los sistemas productivos. Las siembras tempranas de algunos verdeos de invierno pueden ser una vía para afrontar la necesidad de pasto en los meses más críticos del año. En este sentido, y de haber recibido algunas precipitaciones durante fines de febrero y principios de marzo, es importante destinar una parte de la superficie del campo para sembrar verdeos en la fecha más temprana posible. Esto permitirá tener algo de forraje a los 50-60 días de la siembra y cubrir el bache productivo que dejan las pasturas perennes en implantación (que demoran más hasta el momento del primer pastoreo).
Elección de verdeos de invierno
Existe un amplio abanico de verdeos de invierno para elegir. La elección de estas especies y variedades debe responder a la necesidad de diversificar la matriz de rotación para poder sortear momentos de alta variabilidad climática como el actual. Una estrategia podría ser dividir el total de la superficie destinada a verdeos en tercios y sembrar avenas de ciclo más temprano en 1/3 del lote, avenas de ciclo más tardío en otro tercio (o centeno si la perspectiva sigue siendo de sequía) y ryegrass diploides (más rústicos y tolerantes a sequía que los tetraploides) en el otro tercio (Foto 2).
Otra opción para escalonar la producción puede ser diversificar las fechas de siembra y/o variar la dosis de fertilizante a la siembra (los lotes más fertilizados entrarán en producción antes).
Cultivos de servicio, ¿si o no?
Una pregunta que suele surgir en años secos es si la siembra de cultivos de servicio puede ser una estrategia para incrementar la captura de agua. La respuesta es “depende”. Si la perspectiva de un año seco se mantiene en el tiempo y elegimos sembrar un cultivo de servicio, debemos propiciar un secado temprano del mismo. La presencia de cobertura y de materia orgánica superficial mejorará la captura de agua en el perfil, pero si el cultivo permanece verde durante mucho tiempo, también tendrá un consumo elevado de agua.
Existe una delgada línea entre el potencial beneficio de hacer ese cultivo para incrementar la captura de agua y el consumo de esa agua por parte del mismo que condicionará la siembra del cultivo siguiente. De mantenerse el pronóstico de El Niño para la primavera, la estrategia de usar cultivos de servicio, darles un pastoreo, dejarlos que se desarrollen y luego secarlos puede ser interesante como método de control de malezas y para mejorar las propiedades físicas y químicas del suelo.
Mantener una carga animal conservadora y priorizar destetes anticipados no?
Para el caso de rodeos de cría, es fundamental separar los animales por categorías y destinar los de mayor requerimiento a los recursos de mejor calidad para mantener el buen desempeño reproductivo. También es importante descartar animales improductivos lo antes posible, y de ser necesario, destetar terneros en forma anticipada. Destetar anticipadamente puede significar un mayor costo de suplementación y un menor ingreso en caso de venta de terneros más livianos. Sin embargo, si no se realizan a tiempo, se corre el riesgo de que las vacas no ciclen y se pierda así una futura preñez (Foto 3)
Para el caso de rodeos de recría, es clave mantener cargas más conservadoras y preferir comprar animales con mayor peso de ingreso para acortar lo más posible el ciclo de engorde y minimizar riesgos.
Es fundamental ser creativos a la hora de diseñar nuestra cadena forrajera y tomar medidas que permitan sobrellevar los próximos meses Niña. Estar preparados y con una buena planificación hacia adelante, asegura que una vez que se logre recomponer el perfil hídrico de nuestros suelos y se normalicen las precipitaciones, podamos capitalizar al máximo las oportunidades. Diseñar sistemas resilientes permitirá siempre estar un paso delante de cualquier inclemencia climática.