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Combo completo para combatir al colorado
El Yuyo colorado (Amaranthus ssp.) es una de las malezas más críticas de los sistemas de producción argentinos. Su amplia presencia y su prontuario de resistencias simples y múltiples, la convierten en una de las más temidas entre los productores. Desde REM comparten estrategias de manejo integrado que pueden ayudar a su combate.
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La presencia de Amaranthus ssp. en el departamento San Justo, provincia de Buenos Aires, es un problema grave, al punto de que, junto a las gramíneas estivales, yuyo colorado es una de las especies que definen el manejo de malezas. Con el objetivo de identificar estrategias que permitan hacerle frente a esta maleza en cultivos de maíz y soja, el programa REM de Apresid, en conjunto con la Regional Videla, organizó el pasado 3 de febrero una jornada a campo en el Establecimiento “El Gustavito”.
Para problemas grandes, no existen soluciones sencillas y mucho menos simplistas. Estos antecedentes hacen necesario afinar las estrategias de control, valiéndose de múltiples herramientas como lo son los herbicidas y las estrategias culturales.
La jornada de REM se enmarcó en la visualización y análisis de cuatro demos que proponen esquemas de manejo integrados de tratamientos químicos pre y post emergentes para soja y maíz, cruzados por diferentes manejos de Vicia villosa como CS.
El especialista invitado, Ing. Agr. José Luis Zorzín del Grupo Más Hectáreas, fue el encargado de realizar una introducción al manejo de malezas. Zorzín remarcó la importancia de encadenar secuencias de diferentes principios activos y de distintos modos de acción, siempre pensando de un modo amplio, sistémico y de mediano a largo plazo, dónde los herbicidas son importantes, pero no la solución definitiva.
Posteriormente, se hizo una recorrida por los tratamientos en los que se plantearon bloques de estrategias químicas de control con herbicidas residuales y postemergentes. En ambas situaciones, REM y las empresas sponsors del programa, propusieron varias alternativas que se cruzaron con alternativas de control cultural (Figura 1).
Los escenarios de manejo de la vicia como antecesor de ambos cultivos fueron cuatro: a- vicia secada químicamente el 28 de setiembre, b- vicia laboreada, c- vicia con siembra del cultivo en verde, y d- vicia enrollada el 22 de octubre con la consecuente quita de la cobertura del suelo (Figura 2)
Los tratamientos realizados se describen en la figura 3. Allí se detallan los sitios de acción y el índice de impacto ambiental (EIQ), características importantes a tener en cuenta al momento de tomar una decisión.
El % de control alcanzado fue evaluado el 3 de marzo, siendo para los preemergentes 43 días posteriores a la aplicación y para los posemergentes 14 días. Dicho valor hace referencia a la parcela cruzada con el tratamiento de vicia secada (a), dado que fue la parcela que tuvo mayor presión y mayor desarrollo, tanto de los cultivos como de la población de malezas.
¿Qué resultados se observaron?
Si bien el análisis requiere de una mirada sistemática y que contemple todas las variables que juegan a la hora de manejar Amaranthus Spp, a los fines prácticos se dividen las distintas herramientas puestas en práctica en: tratamientos preemergentes, postemergentes y culturales.
Los controles estuvieron en el orden del 80 al 90% respecto a los testigos absolutos, siendo muy efectivos, si se tiene en cuenta la alta presión general presente.
Tratamientos preemergentes
Los herbicidas residuales, tanto en soja como en maíz, aportaron sustancialmente al control de Amaranthus. Situación que se visualiza en todos los herbicidas evaluados y en todos los tratamientos culturales cruzados.
Los controles estuvieron en el orden del 80 al 90% respecto a los testigos absolutos, siendo muy efectivos, si se tiene en cuenta la alta presión general presente.
Resultó vital la incorporación de los activos en el suelo que se produjo gracias a una lluvia el día posterior a la aplicación. En referencia a esto, Zorzin remarcó que muchas veces es recomendable adaptar el momento de aplicación a un pronóstico de precipitaciones certero y
Tratamientos postemergentes
Una vez avanzado el cultivo y en la búsqueda de alternativas de control para los escapes, se plantearon estrategias en postemergencia. Esta estrategia nunca debe quedar como única o principal opción de control. En este sentido, se debe ubicar dentro del manejo integral como una ayuda para aquellos casos en los que la presión suele ser tal que el aporte de otras herramientas (el cultivo de servicio, los preemergentes y la competencia del cultivo implantado), no resultan suficientes.
próximo, a sabiendas de que quizás se estén resignando días de residualidad previos a la siembra, pero ganando en eficiencia.
Hay que remarcar que tanto en soja como en maíz existen alternativas, con diferentes sitios de acción, para poder planificar y no repetir grupos de activos que se usaron en barbechos cercanos. A su vez, en los planteos existen residuales que posibilitan dejar el “lote abierto” para destinarlo a soja o maíz (Ej: flumioxazin, sulfentrazone, pyroxasulfone, s-metolacloro), situación muy valorada en estas últimas campañas, en las que el agua a la siembra fue escasa y, en ocasiones, se tuvo que adaptar la elección del cultivo a la fecha de siembra.
Los controles postemergentes fueron muy satisfactorios. La principal cuestión a tener en cuenta es el tamaño de la maleza a controlar, siendo los tratamientos más efectivos en indi- viduos pequeños, por eso, ante la duda, nunca se debe demorar la aplicación. Otro punto que se debe evaluar es el tipo de activo a utilizar, no siendo igualmente dependientes aquellos que son de contacto que los que tienen acción sistémica.
La calidad de aplicación también es un aspecto relevante, siendo el talón de aquiles de muchos tratamientos según sea el momento y las condiciones ambientales que generalmente reinan cuando a estos herbicidas les toca actuar.
Tratamientos culturales
Durante su presentación, el ingeniero Zorzín remarcó: “Los cultivos de servicio vienen a aportar un gran número de beneficios al sistema, los cuales deben ser evaluados y considerados de forma integral. La ayuda al manejo de malezas es solo uno de estos beneficios”.
Se establecieron cuatro tratamientos en la Vicia villosa implantada en mayo. La principal característica que se observó fue el desarrollo inicial de los cultivos, siendo superior tanto en la parcela de secado (a) como en la de siembra en verde (c). El tratamiento de secado químico del CS fue el que posibilitó mejor implantación de los cultivos posteriores, mayor habilidad competitiva inicial, menor presencia de enfermedades en soja, pero una población más abundante de yuyo colorado en los tratamientos testigos sin aplicaciones químicas.
El tratamiento cultural que peor estado presentaba fue el laboreado, con una baja de más del 50% en el stand de plantas en soja, situación que hubiese ameritado una resiembra, y un menor desarrollo inicial en el caso del maíz. Esto genera consecuencias como la falta de cobertura, la pérdida de estructura de suelo, enfermedades de suelo, entre otras cuestiones que impactan negativamente en el almacenamiento del agua y la temperatura, todas muy importantes y a custodiar en años secos.
En la opción de enrollado de la cobertura de la vicia, no se establecieron diferencias notables en cuanto a la incorporación de los preemergentes respecto a los que tenían cobertura, esto se puede deber a la lluvia inmediata posterior a la aplicación. El desarrollo de los cultivos como la emergencia de malezas estuvo en una situación intermedia respecto a los tratamientos de vicia secada y vicia laboreada.
Conclusiones
El aporte de los cultivos de servicios no es solamente para el manejo de malezas. Sus beneficios redundan en un sistema de producción más estable. Se deben realizar rotaciones pensadas y planificadas, con estrategias de sinergia entre cultivos de servicio y de renta.
La vicia aportó en disponibilidad de agua, disminución de la temperatura de suelo, mejor implantación de los cultivos y una mejor competencia con las malezas en las parcelas donde se priorizó la cobertura.
Las herramientas químicas funcionan, pero no se les debe cargar todo el peso del éxito o del fracaso de un manejo de malezas, más si el lote tiene un historial complicado de poblaciones abundantes.
Las estrategías se deben pensar a mediano y largo plazo, ideando una secuencia de cultivos que esté acompañada por un encadenamiento de uso de herbicidas con diferentes modos de acción, muchas veces solapando el efecto de los mismos (overlapping). Rotar e integrar herramientas retrasa la aparición de resistencia a herbicidas.
Las medidas cortoplacistas tendientes a la pérdida de estructura y salud del suelo en pos del control de una o varias malezas target, no es la solución de fondo y trae más complicaciones que soluciones.